El robo de bienes culturales es un problema internacional que afecta gravemente a los países que cuentan con riqueza patrimonial cultural como la de México. Estos ilícitos conllevan pérdidas irreparables para los grupos y comunidades que son despojados de objetos a través de los cuales se construyen procesos importantes de identidad y de sentido de pertenencia, además de generar un cúmulo importante de recursos económicos para los involucrados.
Durante las últimas cinco décadas se han firmado convenios internacionales, establecido programas e implementado acciones dirigidas a combatir estos ilícitos, así como a las redes internacionales que expolian bienes culturales en todo el planeta. En 1970 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) firmó la Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, la exportación y la transferencia de propiedad Ilícitas de bienes culturales (UNESCO, 1970); en ese mismo año se firmó el Tratado de cooperación en la protección del patrimonio cultural entre México y los Estados Unidos de América (Secretaría de Relaciones Exteriores, 1970).
Con motivo de la conmemoración de la firma de este último documento binacional, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), presentó el Programa de Manejo de Riesgos para la Conservación Preventiva y la Prevención del Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, que cuenta con un financiamiento otorgado por la Embajada de los Estados Unidos de América en México y busca mejorar los procesos de la CNCPC, además de consolidar el programa para prevenir el tráfico ilícito de bienes culturales y apoyar en la recuperación de bienes que han sido robados.
El INAH, al ser el instituto que tiene la competencia de normar y asegurar la protección de bienes culturales de carácter paleontológico, arqueológico e histórico, genera herramientas para fortalecer acciones que prevengan el tráfico ilícito. De este modo la CNCPC, que entre sus funciones tiene la de apoyar a la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos así como a diversas instancias federales y estatales, elabora dictámenes técnicos de los bienes culturales muebles y bienes asociados al inmueble, con el fin de agilizar su recuperación en caso de robo y ayudar a combatir el tráfico ilícito del patrimonio cultural.
El programa referido se ha desarrollado y dividido en tres campañas, a lo largo de tres años (2020-2022). La primera, denominada campaña normativa, busca generar buenas prácticas a través de documentos normativos, procedimientos, lineamientos y políticas institucionales en torno a la recuperación de bienes que han sido robados. La segunda campaña, de capacitación y actualización, busca impartir pláticas, talleres y actividades educativas que doten a los asistentes de información, herramientas y conocimientos para prevenir el robo desde distintos ámbitos. Así mismo, busca fortalecer los conocimientos de los especialistas tanto del Instituto como los que tienen una participación en los procesos de recuperación y prevención, para poder identificar el patrimonio cultural en tránsito.
Finalmente se propuso desarrollar una campaña de comunicación que se encargará de difundir y divulgar por medio de diferentes recursos gráficos y audiovisuales, información para que la sociedad reconozca la gravedad del robo de bienes culturales y la importancia de la identificación del patrimonio cultural.1
¿Qué perdemos cuando nos roban nuestro patrimonio?
El proyecto arrancó en el 2020 con el diseño de la campaña de comunicación ¿Qué perdemos cuando nos roban nuestro patrimonio?, para lo cual se conformó un grupo de especialistas del INAH que definieron los objetivos de la campaña, los grupos a los cuales nos queríamos dirigir, así como los contenidos y temas que la campaña abordaría. Este trabajo permitió también definir una serie de fases en las que estarían enmarcados los materiales de comunicación que se planean elaborar. Al mismo tiempo, se cuidó el diseño de una imagen gráfica que estará presente en todos los materiales desarrollados.
El objetivo general de la campaña se dirige a promover acciones para la prevención y denuncia del tráfico ilícito de bienes culturales en grupos vinculados al resguardo y uso del patrimonio cultural. La campaña se dirige a un público general, pero también pretende generar materiales para aquellos grupos sociales que están asociados a templos religiosos.
La campaña está estructurada en cuatro fases, que tratan distintos aspectos y temáticas de la problemática del robo:
1) Introducción a la campaña: fase que inició en diciembre del 2020 y concluyó a finales de marzo de 2021. Se realizó el anuncio oficial de la campaña y la presentación del cartel y el video introductorio (Figura 1).
2) Prevención del robo de bienes culturales: etapa que se implementó desde los primeros días de abril y que concluirá en julio de 2021. Durante este periodo se recalcará la importancia de la prevención y se difundirán materiales con recomendaciones para prevenir el robo tales como carteles, videos, infografías e inclusive un Manual de prevención del robo en recintos religiosos (CNCPC, s.f.) (Figura 2).
3) Promoción de la denuncia: fase que se desarrollará de agosto a octubre del 2021 y que tiene el objetivo de promover la denuncia como un trámite vital para poder buscar la recuperación, asimismo buscaremos ser claros sobre los procedimientos para poder concretar este trámite.
4) Retroalimentación: esta etapa, que se desarrollará durante los dos últimos meses del 2021, está considerada como el cierre de la campaña. Busca dialogar con las percepciones de la sociedad y entenderlas a través de la pregunta ¿Y para ti qué se pierde? como punto de partida para reflexionar sobre las afectaciones del robo y tráfico ilícito de bienes culturales en México.
La campaña prevé el desarrollo de distintos materiales de comunicación como carteles, videos, infografías y videos, entre otros. Asimismo se presentarán durante toda la campaña una serie de podcasts titulada Las mil y una historias para recuperar nuestra memoria (Figura 3), en la que se presentarán casos interesantes de bienes mexicanos robados y recuperados, que se aprovecharán para abordar los temas de la campaña.
La campaña cuenta con la página de Facebook2 ¿Qué perdemos cuando nos roban el patrimonio cultural?, que es el espacio en el que se compartirán y difundirán los materiales; de allí que resulta vital promover y difundir esta página, para sumar seguidores y conseguir que nuestros materiales sean replicados y compartidos, para alcanzar públicos más amplios.
Si bien la campaña de comunicación plantea sus acciones a lo largo del 2021, nos parece importante subrayar que el trabajo en materia de prevención de este ilícito debe ser un trabajo de largo aliento. En este orden de ideas, las tres campañas (normativa, capacitación-actualización y comunicación) están articuladas y serán complementarias en sus acciones e impactos para generar mecanismos y estrategias que consoliden este programa al nivel de la CNCPC en colaboración con otras coordinaciones nacionales, e incluso de manera interinstitucional con otras dependencias como la Fiscalía General de la República, asociaciones religiosas, comunidades, el Ejército Mexicano, Ministerios Públicos, aduanas, entre otras.