Introducción
En diciembre de 2019, las autoridades sanitarias de China informaron de una serie de casos de pacientes con neumonía cuyo agente causal se identificó posteriormente como SARS-CoV-2 (severe acute respiratory syndrome coronavirus 2). Este virus ha dado lugar a la pandemia actual de COVID-19, declarada por la Organización Mundial de la Salud en marzo de 2020.1
En España, el primer paciente con COVID-19 se registró el 31 de enero de 2020 en Canarias,2 pero no fue hasta el 25 de febrero cuando se diagnosticó el primer caso en el Hospital Universitario de La Plana, Castellón, España, importado desde Italia; fue el primero en la Comunidad Valenciana y, en ese momento, había menos de 10 casos diagnosticados en España.3 En Europa, los países con más casos notificados son Rusia, Reino Unido, España e Italia. En España, para el 14 de junio se habían notificado 243 605 casos confirmados con infección por SARS-CoV-2, de los cuales 124 631 precisaron hospitalización, 11 619 requirieron ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y 27 136 habían fallecido.2
El impacto de la pandemia de COVID-19 ha producido la saturación de los sistemas de asistencia sanitaria en prácticamente todos los hospitales de la red pública y ha obligado a reorganizar todos los servicios clínicos. Además, ha sido necesario utilizar los recursos de hospitales privados y otros sistemas de apoyo a la asistencia sanitaria como hoteles medicalizados, hospitales de campaña e, incluso, centros deportivos.4
El presente estudio describe las características demográficas, comorbilidades, síntomas clínicos, resultados de laboratorio y pruebas radiológicas de pacientes con infección por SARS-CoV-2 en el momento del ingreso al Hospital Universitario de La Plana, Castellón, España.
Métodos
Estudio retrospectivo observacional de cohortes realizado en el Hospital Universitario de La Plana, cuyo Departamento de Salud atiende a 187 258 habitantes y dispone de 258 camas de hospitalización, entre ellas 12 en la UCI.
Se incluyeron pacientes de 18 años o más ingresados consecutivamente del 26 de febrero al 20 de mayo de 2020, con infección confirmada por SARS-CoV-2 mediante prueba diagnóstica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en tiempo real en una muestra de aspirado nasofaríngeo o esputo. Debido a los posibles resultados falsos negativos, se realizó una segunda prueba diagnóstica si había alta sospecha clínica y radiológica de infección. No se incluyeron los pacientes con infección por SARS-CoV-2 que acudieron a urgencias y que fueron dados de alta a su domicilio. Se excluyeron los pacientes que denegaron su consentimiento informado para recibir tratamiento de la infección por SARS-CoV-2, así como quienes reingresaron y las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Los datos demográficos, comorbilidades, síntomas clínicos al ingreso, resultados de laboratorio y pruebas radiológicas fueron obtenidos de la historia clínica electrónica.
Los datos analíticos fueron descargados automáticamente desde el programa Cointec Gestlab® 2020 (v2.19.4.1493) y las constantes de tensión arterial, temperatura, frecuencia cardiaca y respiratoria del programa Ingresa2, diseñado por la Unidad de Informática del hospital.
Se programó un formulario en la historia clínica electrónica para la recolección segura de los datos que no se descargaban automáticamente de los sistemas de información.
Los datos de carácter personal fueron disociados de la identidad de los pacientes para su posterior análisis estadístico. Para obtener los datos de supervivencia se realizó seguimiento hasta el alta hospitalaria, el traslado a otro hospital o el fallecimiento.
Las variables cuantitativas se expresan mediante medianas y rango intercuartílico (RIC). Las variables categóricas se representan como frecuencias absolutas y porcentajes.
Para el análisis de diferencias de medias se utilizó la prueba t de Student para las variables con distribución normal y la prueba de Mann-Whitney para las variables con distribución no normal.
Para contrastar las variables categóricas se utilizó la prueba de c2 de Pearson o la prueba exacta de Fisher y, en caso necesario, la prueba de tendencia de Mantel-Haenszel. El análisis y tratamiento estadístico de los datos se realizó mediante el programa estadístico SPSS para Windows, versión 19.0. El nivel de significación estadística adoptado para todas las pruebas de contraste fue p < 0.05.
El protocolo del estudio fue aprobado por el Comité Ético de Investigación con Medicamentos previo a su realización. Debido al diseño observacional retrospectivo de la investigación se obtuvo la exención de solicitar el consentimiento informado a los pacientes.
Resultados
El estudio incluyó 255 pacientes, 54.9 % del sexo masculino, la mediana de edad fue 70 años, variable que se asoció significativamente (p < 0.01) con fallecer durante el ingreso; 52.8 % de los pacientes tenía más de 70 años, grupo en el que ocurrieron más fallecimientos (Figura 1). Fallecieron 43 pacientes de los 255 ingresados por COVID-19, que representaron una mortalidad total de nuestra cohorte de 16.9 %.
Las comorbilidades más frecuentes fueron hipertensión arterial (HTA, 58 %), dislipemia (42.4 %), diabetes (25.5 %) y obesidad (24.3 %) (Tabla 1). Las enfermedades pulmonares (incluidas asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y otras patologías respiratorias crónicas) estuvieron presentes en 54 pacientes (21.2 %), sin que fueron predictoras de fallecimiento. La HTA, diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedad renal crónica, enfermedad cerebrovascular y demencia fueron significativamente más frecuentes en los pacientes que fallecieron que en quienes sobrevivieron (Tabla 1). Los pacientes en tratamiento domiciliario con anticoagulación oral fallecieron con más frecuencia que quienes no lo recibían (p = 0.04).
Total (n = 255) | Muerte sí (n = 43) | Muerte no (n = 212) | p | ||||
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Edad en años (mediana y rango) | 70.0 (59.0-82.1) | 82.1 (78.0-87.4) | 66.8 (54.0-79.2) | < 0.01 | |||
n | % | n | % | n | % | ||
Sexo | |||||||
Hombres | 140 | 54.9 | 19 | 44.2 | 121 | 57.1 | 0.12 |
Mujeres | 115 | 45.1 | 24 | 55.8 | 91 | 42.9 | |
HTA | 148 | 58.0 | 35 | 81.4 | 113 | 53.3 | < 0.01 |
Diabetes | 65 | 25.5 | 18 | 41.9 | 47 | 22.2 | < 0.01 |
Cardiopatía isquémica | 23 | 9.0 | 5 | 11.6 | 18 | 8.5 | 0.51 |
Enfermedad renal crónica | 49 | 19.2 | 20 | 46.5 | 29 | 13.7 | < 0.01 |
EPOC | 21 | 8.2 | 5 | 11.6 | 16 | 7.5 | 0.38 |
Asma | 19 | 7.5 | 6 | 14.0 | 13 | 6.1 | 0.08 |
Otras enfermedades pulmonares crónicas | 24 | 9.4 | 6 | 14.0 | 18 | 8.5 | 0.26 |
Insuficiencia cardiaca | 21 | 8.2 | 5 | 11.6 | 16 | 7.5 | 0.38 |
Cirrosis | 4 | 1.6 | 1 | 2.3 | 3 | 1.4 | 0.66 |
Neoplasia | 31 | 12.2 | 8 | 18.6 | 23 | 10.8 | 0.16 |
Enfermedad cardiovascular | 71 | 27.8 | 18 | 41.9 | 53 | 25 | 0.03 |
Enfermedad cerebrovascular | 18 | 7.1 | 7 | 16.3 | 11 | 5.2 | 0.01 |
Dislipemia | 108 | 42.4 | 17 | 39.5 | 91 | 42.9 | 0.68 |
Tabaquismo | |||||||
Nunca ha fumado | 192 | 75.3 | 37 | 86 | 155 | 73.1 | 0.14† |
Fumador | 23 | 9 | 1 | 4.3 | 22 | 10.4 | |
Exfumador | 40 | 15.7 | 5 | 11.6 | 35 | 16.5 | |
Obesidad (IMC ≥ 30 kg/m2) | 62 | 24.3 | 11 | 25.6 | 51 | 24.1 | 0.83 |
VIH | 4 | 1.6 | 1 | 2.3 | 3 | 1.4 | 0.66 |
Enfermedad inflamatoria intestinal | 6 | 2.4 | 1 | 2.3 | 5 | 2.4 | 0.99 |
Enfermedades autoinmunes | 15 | 5.9 | 3 | 7 | 12 | 5.7 | 0.74 |
Demencia | 27 | 10.6 | 10 | 23.3 | 17 | 8.0 | < 0.01 |
Embolia pulmonar o trombosis venosa profunda | 4 | 1.6 | 0 | 0.0 | 4 | 1.9 | 0.36 |
Artritis reumatoide | 6 | 2.4 | 2 | 4.7 | 4 | 1.9 | 0.28 |
Tratamiento domiciliario | |||||||
Anticoagulante | 30 | 11.8 | 9 | 20.9 | 21 | 9.9 | 0.04 |
IECA o ARA II | 115 | 45.1 | 21 | 48.8 | 94 | 44.3 | 0.59 |
Fármacos biológicos | 2 | 0.8 | 0 | 0.0 | 2 | 0.9 | 0.69 |
HTA = hipertensión arterial, EPOC = enfermedad pulmonar obstructiva crónica, IMC = índice de masa corporal, VIH = virus de la inmunodeficiencia humana, IECA = inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina, ARA II = bloqueador de receptores de la angiotensina II.
†Prueba de tendencia de Mantel-Haenszel.
El 12.2 % de los pacientes no presentó ninguna comorbilidad de las registradas (Tabla 1), mientras que 131 pacientes (51.4 %) presentaron tres o más. Según el índice de comorbilidad de Charlson (versión abreviada), la mediana de la puntuación fue 1 (RIC = 0-2); 16.5 % de los pacientes (n = 42) presentó elevada comorbilidad (puntuación ≥ 3 puntos); 16.9 % de los pacientes que fallecieron pertenecieron al grupo de alta comorbilidad en comparación con 13.2 % de los que sobrevivieron. Se presentó una tendencia significativa global (p = 0.005) entre los grupos con baja, media y alta comorbilidad.
La mediana del tiempo desde el inicio de síntomas clínicos antes del ingreso fue de siete días (RIC = 3-9). Las manifestaciones clínicas más frecuentes fueron fiebre (74.5 %), tos seca (61.2 %), malestar general (51.8 %) y disnea (51.0 %), como se muestra en la Tabla 2. Sin embargo, otros síntomas, como anosmia, ageusia, dolor torácico y dolor de garganta fueron poco frecuentes (menos de 10 %). La disnea se asoció a fallecimiento, de forma estadísticamente significativa (p = 0.007).
Signo y o síntoma | Total (n = 255) | Muerte sí (n = 43) | Muerte no (n = 212) | p | |||
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n | % | n | % | n | % | ||
Fiebre | 190 | 74.5 | 32 | 74.4 | 158 | 74.5 | 0.99 |
Disnea | 130 | 51.0 | 30 | 69.8 | 100 | 47.2 | < 0.01 |
Tos seca | 156 | 61.2 | 23 | 53.5 | 133 | 62.7 | 0.26 |
Expectoración | 36 | 14.1 | 7 | 16.3 | 29 | 13.7 | 0.66 |
Dolor de garganta | 19 | 7.5 | 1 | 2.3 | 18 | 8.5 | 0.21 |
Mialgias | 53 | 20.8 | 7 | 16.3 | 46 | 21.7 | 0.43 |
Cefalea | 28 | 11.0 | 1 | 2.3 | 27 | 12.7 | 0.06 |
Mareo | 19 | 7.5 | 2 | 4.7 | 17 | 8.0 | 0.75 |
Diarrea | 58 | 22.7 | 11 | 25.6 | 47 | 22.2 | 0.63 |
Dolor torácico | 18 | 7.1 | 1 | 2.3 | 17 | 8.0 | 0.32 |
Malestar general | 132 | 51.8 | 21 | 48.8 | 111 | 52.4 | 0.67 |
Anosmia | 18 | 7.1 | 0 | 0.0 | 18 | 8.5 | 0.05 |
Ageusia | 19 | 7.5 | 1 | 2.3 | 18 | 8.5 | 0.21 |
Se observó que 86.6 % de los pacientes presentó imágenes radiológicas de tórax sugestivas de anomalías; el hallazgo más frecuente fue opacidad en vidrio deslustrado (Tabla 3). No se detectaron diferencias significativas en el patrón radiológico entre pacientes fallecidos y supervivientes (p = 0.57). La situación respiratoria al ingreso fue buena, con una mediana de SaFi de 442.9 (RIC = 330.4-457.1), pero se encontraron diferencias significativas entre quienes fallecieron (mediana = 317.9, RIC = 148.0-395.2) y los supervivientes (mediana = 447.6, RIC = 360.0-457.1), p < 0.01; 6.3 % de los pacientes (n = 16) presentó un valor de SaFi ≤ 300 y requirió ventilación mecánica no invasiva y 9.1 % (n = 23) tuvo SaFi ≤ 200 y requirió ventilación mecánica invasiva.
Resultado | Total (n = 255) | Muerte sí (n = 43) | Muerte no (n = 212) | p | |||
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n | % | n | % | n | % | ||
Normal | 34 | 13.4 | 4 | 9.3 | 30 | 14.2 | 0.57† |
Opacidades | 130 | 51.0 | 22 | 51.2 | 108 | 50.9 | |
Patrón intersticial | 80 | 31.4 | 16 | 37.2 | 64 | 30.2 | |
Lesiones no COVID-19 | 11 | 4.3 | 1 | 2.3 | 10 | 4.7 |
†Prueba de tendencia de Mantel-Haenszel.
En la Tabla 4 se describen los principales resultados de laboratorio que presentaron los pacientes al ingreso hospitalario. Las condiciones patológicas relacionadas con el fallecimiento de los pacientes fueron anemia (hemoglobina < 10 g/dL), elevación del dímero D (> 1000 mg/mL), PCR > 10 mg/dL, valores elevados de procalcitonina (> 0.5 ng/mL) y troponina (> 14 pg/mL) e insuficiencia renal (filtración glomerular < 59 mL/minuto/1.73 m2). Se presentó anemia de forma más frecuente (p = 0.04) en pacientes que fallecieron (23.8 %) que en los que no fallecieron (11.8 %). Al ingreso, 75 % de los casos presentaron niveles elevados de ferritina (> 500 ng/mL) y 62.4 %, elevación de dímero D (> 500 ng/mL); las diferencias fueron estadísticamente significativas en los valores de este entre el grupo de fallecidos y vivos (90.6 % versus 72.4 %, p = 0.03). La PCR (61.9 versus 32.1 %) y la procalcitonina (46.7 % versus 17.6) elevadas al ingreso hospitalario se relacionaron significativamente con la mortalidad, al igual que sucedió con la elevación de la troponina T (94.7 % versus 40.6 %) y la insuficiencia renal (73.8 % versus 23.3 %).
Prueba de Laboratorio, | Pruebas realizadas | Total | Muerte sí (n = 43) | Muerte no (n = 212) | p | Rango de referencia* |
---|---|---|---|---|---|---|
n | Mediana (RIC) | Mediana (RIC) | Mediana (RIC) | |||
Leucocitos (recuento absoluto × 109/L) | 255 | 6.3 (5.0-8.7) | 6,8 (5.4-9.7) | 6.2 (4.9-8.7) | 0.18 | 4.80-11.00 |
Neutrófilos (recuento absoluto × 109/L) | 255 | 4.7 (3.3-6.9) | 5.5 (4.5-7.5) | 4,6 (3.2-6.8) | 0.02 | 1.90-8.00 |
Linfocitos (recuento × 109/L) | 255 | 1.0 (0.7-1.4) | 0.8 (0.5-1.2) | 1,0 (0.7-1.4) | 0.03 | 0.90-4.50 |
Plaquetas (recuento × 109/L) | 255 | 183 (143-235) | 174 (145-212) | 186 (143-236) | 0.13 | 130-400 |
Hemoglobina (g/dL) | 255 | 13.8 (12.8-14.9) | 12.9 (12.2-14.4) | 13.9 (12.9-15.0) | 0.02 | 12.0-18.0 |
D-dimero (mg/mL) | 236 | 762.0 (497.5-1321.5) | 1222,5 (806.0-1894.0) | 701,0 (473.5-1241.5) | 0.23 | 0-500 |
Tiempo de protrombina (segundos) | 250 | 13.1 (12.1-14.2) | 12,8 (12.1-15.1) | 13,2 (12.1-14.2) | 0.48 | 9-13 |
Tiempo parcial de tromboplastina activada (segundos) | 220 | 30.35 (28.50-33.30) | 31,00 (29.40-36.60) | 30,20 (28.20-32.90) | 0.40 | 20-40 |
Fibrinógeno (mg/dL) | 9 | 662.5 (578.0-880.0) | NA | 662,5 (578.0-880.0) | NA | 200-400 |
Glucemia (mg/dL) | 253 | 121.0 (106.0-143.0) | 134,5 (118.0-200.0) | 118,0 (106.0-145.5) | 0.03 | 82-115 |
Creatinina sérica (mg/dL) | 252 | 0.95 (0.75-1.23) | 1,24 (0.99-1.73) | 0,91 (0.73-1.14) | < 0.01 | 0.70-1.20 |
Urea sérica (mg/dL) | 253 | 38.0 (28.0-57.0) | 58,0 (40.0-99.0) | 36,0 (27.0-51.5) | < 0.01 | 10-71 |
Filtración glomerular (CKD-EPI, mL/min/1,73 m2) | 252 | 77.42 (51.42-93.70) | 44,03 (31.36-59.31) | 82,35 (59.75-97.32) | < 0.01 | FG°>°90 (normal) |
Sodio ión (mmol/L) | 250 | 138.95 (136.50-141.20) | 138,05 (136.20-141.40) | 139,10 (136.55-141.15) | 0.78 | 136-146 |
Potasio ión (mmol/L) | 224 | 4.24 (3.88-4.48) | 4.33 (3.92-4.63) | 4.22 (3.88-4.44) | 0.06 | 3.5-5.1 |
Fosfato (mg/dL) | 113 | 2.91 (2.53-3.38) | 3,10 (2.72-4.55) | 2.90 (2.49-3.32) | 0,04 | 2.7-4.5 |
Calcio total (mg/dL) | 111 | 9.20 (8.75-9.50) | 9,40 (8.80-9.90) | 9.20 (8.75-9.45) | 0.35 | 8.8-10.2 |
Albúmina (g/dL) | 113 | 3.87 (3.41-4.11) | 3.36 (3.04-3.97) | 3.91 (3.55-4.12) | < 0.01 | 3.97-4.94 |
Bilirubina total (mg/dL) | 123 | 0.52 (0.34-0.65) | 0.56 (0.45-0.77) | 0.51 (0.42-0.63) | 0.07 | 0.1-1.2 |
Aspartato aminotransferasa (UI/L) | 60 | 63.4 (49.7-95.9) | 65.4 (54.6-106.3) | 64.8 (49.2-95.9) | 0.85 | 5-40 |
Alanina aminotransferasa (UI/L) | 222 | 25.2 (16.0-40.5) | 19,9 (15.4-35.2) | 26.9 (16.5-42.0) | 0.29 | 5-41 |
Creatinfosfoquinasa total (UI/L) | 171 | 91.0 (55.0-149.5) | 87.0 (68.0-153.0) | 91.0 (54.0-146.0) | 0.29 | 39-308 |
Deshidrogensas láctica (UI/L) | 218 | 284.0 (221.0-397.5) | 349.0 (279.5-483.0) | 277.5 (220.0-380.0) | 0.09 | 135-225 |
PCR (mg/dL) | 251 | 7.32 (2.97-12.8) | 12.47 (8.45-21.19) | 5.59 (2.44-11.78) | < 0.01 | 0.1-1.0 |
Procalcitonina (ng/mL) | 115 | 0.100 (0.080-0.330) | 0.388 (0.164-1.125) | 0.118 (0.075-0.270) | 0.68 | 0.0-0.5 |
Ferritina (ng/mL) | 175 | 741.5 (337.9-1440.4) | 1278.8 (561.2-1757.2) | 724.2 (313.2-1242.2) | 0.25 | 30-400 |
Troponina T (pg/mL) | 117 | 13.98 (6.84-29.73) | 41.13 (24.52-109.50) | 12.64 (6.23-23.66) | 0.06 | Límite superior: 14 |
Interleuquina-6 (pg/mL) | 9 | 25.70 (17.34-75.53) | 131.27 (39.63-487.25) | 24.83 (17.34-25.70) | 0.27 | 0-8 |
*Proporcionado por el Servicio de Laboratorio Clínico del Hospital Universitario de La Plana.
RIC = rango intercuartílico, NA = no evaluable, PCR = proteína C reactiva.
Casi la mitad de los pacientes (47.4 %) presentaba linfopenia al ingreso (recuento de linfocitos < 1.0 × 109/L), mientras que 29.2 % tenía trombocitopenia (plaquetas < 150 000), sin que estos trastornos estuvieran relacionados con mortalidad.
No se encontró relación significativa de la mortalidad con niveles elevados de lactado deshidrogenasa, creatinfosfoquinasa, albuminemia ni alargamiento del tiempo de protrombina o de tromboplastina parcial activada.
Al aplicar la escala CURB-65 al ingreso hospitalario, 34 pacientes (13.5 %) presentaban riesgo severo y, por lo tanto, requerían ingreso en la UCI; 28.7 % necesitaba ingreso hospitalario por riesgo medio y 56.9 % no precisaba ingreso. Nueve pacientes ingresaron directamente a la UCI desde el Servicio de Urgencias; la mediana de la duración de la estancia hospitalaria fue de ocho días (RIC = 5-15), si bien en los pacientes que sobrevivieron fue mayor (nueve días, RIC = 6-17) en comparación con quienes fallecieron (cinco días, RIC = 2.5-9.5), sin diferencias significativas (p = 0.08).
Diecinueve pacientes (7.4 %) requirieron ingreso a la UCI, de los cuales nueve fueron trasladados a otros hospitales. La mediana de la estancia en la UCI fue de 34 días (RIC = 26-45), sin diferencias significativas (p = 0.66) entre los que fallecieron y quienes sobrevivieron: 32 (RIC = 26-42) y 36 días (RIC = 30-45), respectivamente. La mortalidad de los pacientes que ingresaron en la UCI fue de 50 % y los pacientes tuvieron cinco veces más riesgo de fallecer cuando ingresaban en esta unidad (RM = 5.4, IC 95 % = 1.5-19.7, p < 0.01).
Discusión
Se han observado diferencias sustanciales entre cohortes de COVID-19 de países asiáticos5-10 y occidentales.11-16 En general, los estudios publicados en China incluyeron pacientes más jóvenes, con edad entre 47 y 56 años,5,8 a diferencia de los pacientes de nuestro estudio y el resto de las cohortes occidentales,11-16 en quienes la edad es superior a los 60 años. Sin embargo, no hubo diferencias en la proporción de varones y mujeres en los diferentes estudios.
Nuestros pacientes presentaron múltiples comorbilidades: HTA, dislipemia y diabetes, entre las más frecuentes, al igual que los de otras series publicadas anteriormente.11-16 Estos hallazgos no fueron comunicados en los estudios iniciales. Así, en la serie de Guan et al.5 solamente 15 % tenía HTA y 7.4 %, diabetes; en otras series chinas8,10 se registró 30 % de pacientes con HTA y 10 % con diabetes. Estas diferencias pueden deberse a que se trata de una población más joven y con menor comorbilidad.
Por otra parte, la prevalencia de HTA en la población española17 es de 42.6 %, menor a la que se observó en nuestros pacientes (58 %). Posiblemente existe mayor susceptibilidad a infectarse por SARS-CoV-2 debido a una sobreexpresión de la enzima convertidora de la angiotensina 2 en estos pacientes.18 Encontramos menor prevalencia de obesidad en nuestros pacientes (23.4 %) que la comunicada por Richardson et al.11 en Nueva York (41.7 %), debido a la distinta prevalencia de esta enfermedad en la población norteamericana. Las otras comorbilidades estudiadas fueron menos frecuentes: la prevalencia de 8.2 % de enfermedad pulmonar obstructiva crónica en nuestra cohorte fue inferior a 10.2 % identificado en la población española.19 Como se muestra en la Tabla 1, los principales factores al ingreso predictores de mortalidad fueron edad, HTA, diabetes, enfermedad renal crónica, demencia, enfermedad cardiovascular y cerebrovascular, al igual que en otro estudio en población española. Borobia et al.16 encontraron, además, mayor mortalidad en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedad reumatológica y neoplasias previas.
Los síntomas más frecuentes al ingreso fueron los que ya se han descrito con anterioridad:5-10 fiebre, tos seca, malestar general y disnea, pero solo la disnea al ingreso se asoció con riesgo de fallecer, a diferencia de los hallazgos de Borobia et al.,16 quienes encontraron más síntomas predictores de mortalidad al ingreso: tos, cefalea, diarrea, mialgias, expectoración, anosmia, náuseas y vómitos.
Encontramos hallazgos patológicos en 86.6 % de los estudios radiológicos obtenidos al ingreso, prevalencia superior a la de otras series,5,10 lo que puede indicar una evolución más avanzada de la enfermedad posiblemente porque los pacientes acudieron más tarde al hospital. En efecto, nuestros pacientes tuvieron síntomas clínicos siete días antes del ingreso.
En nuestra serie, de forma similar a otros estudios,5,8,11 observamos linfopenia, albuminemia y valores elevados de dímero D, lactado deshidrogenasa, PCR y ferritina sérica, lo que concuerda con un perfil proinflamatorio al ingreso de los pacientes. El 7.4 % (n = 19) de los pacientes ingresó a la UCI, de los cuales nueve tuvieron que ser trasladados a la UCI de otros hospitales, número inferior al reportado en otras series8,11,13,15 en las que se alcanzaron valores de 14.2 a 30 %.
Fallecieron 43 pacientes de nuestra cohorte, que representaron una mortalidad global de 16.8 %; la prevalencia de fallecimientos fue más elevada en los pacientes que ingresaron a la UCI (50 %), al igual que se informa en otras series.11 Si hubiésemos incluido dos pacientes fallecidos de los trasladados a la UCI de otros hospitales, la mortalidad sería de 17.6 %, aunque seguiría siendo inferior a 21.2 % señalado por Richardson11 o 26 % registrado en la cohorte ISARIC.15 En otra serie española también se registró menor mortalidad (20.7 %),16 como en nuestra investigación. Como se observa en la Figura 1, la mayor mortalidad se concentró en los mayores de 60 años (97.7 %), en forma similar al hallazgo de Borobia (95.8 %).16
La mortalidad tanto en Europa como en Estados Unidos es superior a la de China: Guan et al.5 comunicaron una mortalidad de 1.4 % y Wang et al.,8 de 4.3 %.
Nuestro estudio no está exento de limitaciones. Al realizarse en un único centro hospitalario podría existir sesgo de distinta práctica clínica, que se ha intentado reducir con el empleo de las recomendaciones de tratamiento aprobadas a nivel nacional. Al tratarse de un estudio retrospectivo, no se pueden extraer relaciones de causalidad respecto a los hallazgos encontrados, que deberán refrendarse con análisis prospectivos.
En conclusión, las características de los pacientes atendidos por COVID-19 en el Hospital Universitario de La Plana, en Castellón, España, reflejan características similares a los de otras series europeas, pero diferentes a las registradas en población china o norteamericana. La mortalidad de nuestro estudio fue inferior a la de otras poblaciones similares.