Hemos leído el artículo “Síntomas de ansiedad, depresión y conductas de autocuidado durante la pandemia de COVID-19 en la población general”, publicado en Gaceta Médica de México volumen 156, número 4, realizado en 1507 personas, en 27.5 % de las cuales se identificaron síntomas de depresión grave y en 20.8 %, síntomas de ansiedad grave.1 En China, en un estudio realizado por la Universidad de Pekín, en 27.9 % de 56 932 personas se identificó depresión, con una mínima diferencia de 0.4 % respecto a la proporción referida en el artículo publicado en Gaceta, y 31.6 % de ansiedad, con una alta diferencia de 10.8 %.2 De igual forma, en el reino de Arabia Saudita se realizó una encuesta a 1160 sujetos de población general; se obtuvo un porcentaje similar de depresión: 28.3 %, con una diferencia de 0.8 %; así como de ansiedad, 24 %, con una diferencia de 3.2 %.3
En el estudio publicado en Gaceta Médica de México, los niveles de depresión fueron similares a los registrados en China y el reino de Arabia Saudita debido a que se identificaron casos confirmados o sospechosos de COVID-19 y personas con riesgo de exposición ocupacional. En conclusión, las diferentes medidas de intervención generalizadas se consideran actualmente un gran problema de salud pública (incluida la cuarentena, los retrasos en el regreso a las actividades cotidianas y las modificaciones en el ámbito laboral), las cuales han afectado tanto a los países de Latinoamérica como a los del continente asiático y se han asociado con resultados negativos que han ocasionado complicaciones de salud mental en el mundo.