Señor editor: El aislamiento social en adultos mayores (AM) es un asunto trascendental, no sólo por su prevalencia, que se estima entre 7 y 49%, sino porque además afecta la salud y el bienestar de los individuos.1 México ha experimentado diversos cambios poblacionales que han debilitado la estructura y la dinámica de las redes familiares y de amigos, por lo que los AM son susceptibles a sufrir aislamiento social. Conocer los factores que determinan el aislamiento social en la población envejecida tiene importantes implicaciones en términos sociales y de la práctica clínica. Durante abril y septiembre de 2014, se realizó un estudio transversal con 1 249 AM de 60 años o más, afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con el objetivo de estimar la prevalencia y los factores asociados con el aislamiento social en esta población. Los AM, para este trabajo, provienen de la medición basal de la Cohorte de Obesidad, Sarcopenia y Fragilidad de Adultos Mayores Mexicanos (COSFAMM), los cuales se eligieron a través de selección aleatoria simple de la lista de AM afiliados al IMSS de la Ciudad de México. El aislamiento social se evaluó con la escala de Lubben en su versión de seis ítems.2 También consideramos diversos factores sociodemográficos (edad, sexo, trabajo remunerado, estado civil y escolaridad) e indicadores de salud (deterioro cognitivo, depresión, ansiedad, discapacidad en actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, autopercepción del estado de salud, incontinencia urinaria y comorbilidad). El análisis estadístico incluyó regresión múltiple de Poisson con errores estándar robustos3 estratificado según sexo, ya que las relaciones sociales están influidas por dicha condición.4 El aislamiento social en las mujeres fue de 40.3%, mientras que en los hombres fue de 35.5% (χ² (1) =3.07; p=0.080 ). En el cuadro I se muestra que las mujeres tuvieron más desventajas sociales y de salud en comparación con los hombres. Ellas tuvieron menor nivel educativo y menor propensión a vivir en pareja; también fueron más proclives a presentar mayor deterioro cognitivo, depresión, ansiedad y discapacidad en actividades básicas e instrumentales de la vida diaria. El análisis multivariado mostró una asociación fuerte entre el deterioro cognitivo (razones de prevalencia (RP=1.37; IC95% 1.15-1.63) y los síntomas depresivos (RP=1.24; IC95% 1.02-1.52) con el aislamiento social en mujeres, aunque no en hombres.
RP: Razones de Prevalencia; IC: Intervalo de Confianza; ABVD: Actividades Básicas de la Vida Diaria; AIVD: Actividades Instrumentales de la Vida Diaria
* Deterioro cognitivo cuando el puntaje en la escala del Mini Examen del Estado Mental fue ≤ 23. Depresión cuando el puntaje en la versión revisada de la Escala de Depresión del Centro para Estudios Epidemiológicos fue ≥ 57. Ansiedad cuando el puntaje en la Escala Breve para la Detección de Ansiedad en el anciano fue > 24. Discapacidad en ABVD cuando el AM necesitó asistencia para realizar al menos una de las actividades de acuerdo con la escala de Katz. Discapacidad en AIVD cuando el AM necesitó asistencia para realizar al menos una de las actividades de acuerdo con la escala de Lawton & Brody. Incontinencia urinaria cuando el puntaje de la Escala Revisada de Incontinencia Urinaria fue ≥ 9
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Estos resultados destacan la alta prevalencia de aislamiento social en AM mexicanos en comparación con otras poblaciones1 y las diferencias de género en los factores asociados con aislamiento social. Los hallazgos ponen en evidencia la necesidad de explorar la perspectiva de los derechohabientes para identificar las barreras y facilitadores para crear un ambiente de integración social. Se sugiere que, como parte de la evaluación rutinaria en esta población, se sondeen los recursos del apoyo social que tienen. Finalmente, es importante promover las intervenciones enfocadas a atender las necesidades sociales de los AM derechohabientes.