Introducción
En México, el sobrepeso y la obesidad (SO) han alcanzado a más de la tercera parte de la población adolescente.1 En la Ciudad de México (CDMX), cuatro de cada diez adolescentes padecen SO,1 condición que les pone en mayor riesgo de discapacidad, enfermedades no transmisibles y muerte prematura.2,3
Las altas prevalencias de SO se deben a la falta de hábitos saludables tales como practicar poca actividad física,4 alto consumo de productos ultraprocesados y alto consumo de bebidas azucaradas (BA),5 además de un limitado consumo de agua potable (AP).6,7
En México se han llevado a cabo diversas acciones dentro del contexto escolar con el fin de prevenir y contener el SO. Una estrategia implementada en las escuelas públicas de nivel básico (preescolar, primaria y secundaria) es el Programa Nacional de Bebederos Escolares (PNBE), cuyo objetivo es proveer de AP a la población estudiantil de forma gratuita y segura.8 La implementación del PNBE se ha hecho en tres etapas durante tres ciclos escolares: 2015-2016 (meta 11 034 sistemas, cubierta al 100%), 2016-2017 (meta 8 000 sistemas, cubierta al 80%) y 2017-2018 (meta 8 000 sistemas, cubierta al 31%).9
Hasta el momento no se contaba con información sobre el consumo de bebidas en estudiantes de escuelas pertenecientes al PNBE, ni de la frecuencia y el uso que éstos hacen de los bebederos escolares.
Tomando como base lo anterior, el objetivo del estudio es describir el consumo de AP, BA y la utilización de bebederos, en estudiantes de secundarias públicas de la Ciudad de México que pertenecen al PNBE, durante el ciclo escolar 2018-2019.
Material y métodos
Estudio transversal descriptivo con enfoque mixto (metodología cuantitativa-cualitativa) y muestreo estratificado en dos etapas: 1) secundarias y 2) estudiantes.
Se generaron tres estratos de las alcaldías de la Ciudad de México* basados en características geográficas, económicas y poblacionales.10,11 Dentro de los estratos y con base en el registro de 89 secundarias del PNBE, se identificaron 47 con bebederos instalados, de las cuales se seleccionaron diez secundarias que cumplieron con 1) tener bebederos en funcionamiento; 2) contar con establecimientos de consumo escolar (cooperativa escolar) y 3) tener turno matutino y vespertino.
Dentro de las escuelas se estimó captar un mínimo de 600 estudiantes (nivel de confianza de 95%, efecto de diseño de 3.0 y error de estimación de 110 ml). La referencia fue un consumo diario por alumno de 0 a 1 927 ml, según datos del cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012 de adolescentes mexicanos (datos no publicados).
Para los datos cualitativos se hizo un muestreo propositivo de los estudiantes,12 los cuales fueron reclutados de manera voluntaria a través de convocatoria.
Se definió un tamaño de muestra mínimo con base en los criterios sugeridos para la técnica de indagación de grupos nominales,‡,13 estableciéndose nueve grupos (uno por grado escolar) en tres secundarias de la muestra (una por estrato), dos del turno matutino y una del vespertino.
Características sociodemográficas y percepción del estado de salud-nutrición
Personal capacitado y estandarizado aplicó a los estudiantes un cuestionario general sobre 1) características sociodemográficas (sexo, edad, grado, turno escolar y contar con un seguro médico), lugar de la sociedad donde ubicaban a su hogar económicamente hablando, dentro de una escala del 1 al 10 (siendo 1 el lugar más bajo y 10 el más alto); 2) características de su estado de salud y nutrición a través de las preguntas En general, ¿cómo dirías que es tu salud? y En general, ¿cómo dirías que es tu alimentación? con opciones de respuesta: muy buena, buena, normal, mala, y muy mala.
Consumo de bebidas
Personal capacitado indagó el consumo de AP y BA (bebidas lácteas como leche saborizada con azúcar y yogur bebible saborizado y azucarado, y bebidas no lácteas como refrescos, jugos industrializados y aguas de frutas azucaradas). La capacitación consideró la disminución del sesgo de información como el subreporte de alimentos; los entrevistadores recurrieron al sondeo para ayudar al entrevistado a recordar el consumo de alimentos olvidados, haciendo preguntas neutras para no inducir a respuestas específicas.§ El instrumento fue una variante del recordatorio de consumo de alimentos y bebidas de 24 horas de pasos múltiples utilizado en las Ensanut 2012 y 2016.14 La variación consistió en preguntar únicamente por el consumo de alimentos dentro de la escuela previo a la entrevista, detallando las cantidades de cada alimento y bebida (mililitros, piezas, vasos o tazas), su origen (hogar, dentro de la escuela y fuera de la escuela) y la fuente del AP (cooperativa o bebederos escolares).
Frecuencia de consumo de AP y BA, y utilización de los bebederos del PNBE
Dentro del cuestionario general se incluyeron tres preguntas desarrolladas ad hoc para indagar la frecuencia con la cual los estudiantes consumieron AP y BA y utilizaron los bebederos desde que comenzó el ciclo escolar (agosto 2018) hasta el momento de la entrevista (abril 2019): 1) ¿con qué frecuencia has tomado agua simple (pura, sin saborizantes ni colorantes) dentro de la escuela?; 2) ¿con qué frecuencia has tomado bebidas azucaradas (refrescos, jugos o aguas u otras similares) dentro de la escuela?; 3) ¿con qué frecuencia has tomado agua de los bebederos escolares? Con opciones de respuesta: todos los días, varias veces a la semana, una vez a la semana, una vez al mes, menos de una vez al mes y nunca. Cuando la respuesta fue nunca se preguntó la razón.
Los instrumentos previamente descritos se pilotearon con 30 estudiantes (10 de cada grado escolar) de una secundaria pública con bebederos no pertenecientes al PNBE.
Barreras y facilitadores para el consumo de AP dentro de la escuela
Se utilizó la técnica de grupo nominal para la jerarquización de problemas, la identificación de sus causas y de sus posibles soluciones.13 Éstos fueron liderados por un entrevistador experimentado con base en una guía de entrevista semiestructurada, mismo que se apoyó de dos observadores capacitados.
Análisis de los datos
Para el análisis cuantitativo se revisó la información de dieta de 623 estudiantes, de los cuales se excluyeron seis por presentar un consumo de bebidas totales dentro de la escuela > 3 desviaciones estándar del promedio (>2 541 ml).
Se desarrollaron modelos de regresión lineal y logística ordinal para establecer asociación entre el consumo de AP y la utilización de los bebederos escolares con variables sociodemográficas, relacionadas con la percepción de salud-nutrición, así como con el consumo de BA.
En los modelos se consideraron asociaciones significativas cuando los efectos principales de las variables presentaron valores de p<0.05 y las interacciones valores de p<0.10.
Para identificar diferencias significativas entre promedios o probabilidades estimadas se aplicaron pruebas de comparaciones múltiples de Bonferroni.
Los análisis se realizaron con STATA versión 14.0;* los modelos se ajustaron por diseño con el componente SVY.
Para el análisis cualitativo se transcribieron los audios, complementándose con observación y carteles elaborados por los estudiantes.
El análisis discursivo se realizó con el programa de cómputo Atlas-ti versión 7, definiendo categorías a partir de una guía semiestructurada (a priori) y durante la recolección de los testimonios (a posteriori).
El enfoque de análisis fueron las barreras y los facilitadores para el consumo de AP dentro de la escuela, organizados con base en los niveles de interacción de la aproximación socioecológica:15 nivel intrapersonal (estudiantes), interpersonal (pares o compañeros y familia), organizacional (profesores y responsables de cooperativas), comunitario (vendedores externos) y social-político (autoridades de educación, salud y del PNBE).
Resultados
Se analizaron datos de 617 estudiantes de entre 11 y 16 años en las diez secundarias (cuadro I).
Características |
n |
N expandida |
% |
IC95% |
Sexo* |
||||
Mujeres |
313 |
5 627 |
48.5 |
(45.8-51.2) |
Hombres |
304 |
5 969 |
51.5 |
(48.8-54.2) |
Edad (años) |
||||
11 a 12 |
159 |
2 991 |
25.8 |
(22.6-30.8) |
13 |
185 |
3 633 |
31.3 |
(27.8-35.1) |
14 |
200 |
3 758 |
32.4 |
(28.8-36.2) |
15 y 16 |
73 |
1 214 |
10.5 |
(8.0-9.8) |
Grado escolar |
||||
Primero |
217 |
3 925 |
33.8 |
(31.4-36.4) |
Segundo |
197 |
4 053 |
34.9 |
(32.4-37.5) |
Tercero |
203 |
3 618 |
31.2 |
(28.7-33.8) |
Turno escolar |
||||
Matutino |
306 |
7 064 |
60.9 |
(58.1-63.7) |
Vespertino |
311 |
4 532 |
39.1 |
(36.3-41.9) |
Clasificación económica del hogar‡ | ||||
Bajo |
63 |
1 135 |
9.8 |
(7.4-12.8) |
Medio |
340 |
6 475 |
55.8 |
(51.1-60.5) |
Alto |
214 |
3 986 |
34.4 |
(29.7-39.4) |
Contar con seguro público o privado | ||||
Sí |
476 |
8 994 |
80.3 |
(76.9-93.3) |
No |
116 |
2 205 |
19.7 |
(16.6-23.1) |
Percepción del estado de salud | ||||
Muy buena |
102 |
1 953 |
16.8 |
(13.8-20.4) |
Buena |
261 |
4 832 |
41.7 |
(37.6-45.9) |
Regular |
212 |
4 022 |
34.7 |
(30.5-39.1) |
Mala |
39 |
742 |
6.4 |
(4.6-8.9) |
Muy mala |
2 |
28 |
0.2 |
(0.03-1.5) |
Percepción del estado de nutrición | ||||
Muy buena |
101 |
1 885 |
16.2 |
(13.1-19.9) |
Buena |
212 |
4 035 |
34.8 |
(30.7-39.1) |
Regular |
264 |
5 005 |
43.2 |
(38.7-47.7) |
Mala |
39 |
657 |
5.7 |
(4.0-7.9) |
Muy mala |
1 |
14 |
0.12 |
(0.02-0.9) |
* n total= 617 adolescentes
‡La clasificación económica del hogar se hizo con base en la percepción de los estudiantes.
N expandida=11 596
En los grupos nominales participaron 82 estudiantes, de los cuales 42 fueron mujeres (datos no presentados en cuadro).
Consumo de AP y BA, y utilización de los sistemas bebederos
Poco más de 50% de los estudiantes reportaron haber consumido AP todos los días, mientras que 1.6% dijo nunca haberla consumido; la razón principal entre las mujeres es que toman BA y entre los hombres, que no les gusta el AP (cuadro II).
El consumo promedio de AP dentro de la escuela fue cercano a los 569 ml (IC95%: 470.7-667.1) (cuadro II), en donde la mayor proporción provino del hogar (figura 1A).
El 4.2% de los estudiantes reportó haber tomado BA todos los días, 54.2% las consumió una vez hasta varias veces a la semana y 15.4% reportó nunca haberlas tomado, en donde el motivo principal fue porque no les gustan (cuadro II).
El consumo promedio de BA dentro de la escuela fue de 143 ml (IC95%: 124-162.7 ml) (cuadro II), en donde la mayor proporción provino de la escuela (figura 1B).
Variables |
Mujeres |
Hombres |
Ambos |
|||
N (%) |
IC95% |
N (%) |
IC95% |
N (%) |
IC95% |
|
Frecuencia de consumo de agua dentro de la escuela‡ | ||||||
Todos los días |
156 (24.7) |
(21.3-28.4) |
162 (27.4) |
(23.8-31.3) |
318 (52.1) |
(47.5-56.6) |
Varias veces a la semana |
110 (16.6) |
(13.5-20.2) |
105 (17.7) |
(14.8-20.9) |
215 (34.2) |
(29.9-38.8) |
Una vez a la semana |
28 (4.8) |
(3.1-7.6) |
19 (3.3) |
(1.9-5.4) |
47 (8.1) |
(5.8-11.3) |
Una vez al mes |
5 (0.5) |
(0.2-1.4) |
6 (1.0) |
(0.4-2.3) |
11 (1.5) |
(0.8-2.9) |
Menos de una vez al mes |
9 (1.2) |
(0.6-2.5) |
4 (0.8) |
(0.3-2.2) |
13 (2.1) |
(1.2-3.7) |
Nunca§ |
4 (0.5) |
(0.1-1.7) |
7 (1.1) |
(0.5-2.4) |
11 (1.6) |
(0.8-3.1) |
Consumidores de agua# |
211 (68.4) |
(61.4-74.5) |
216 (73.8) |
(63.9-81.7) |
427 (71.2) |
(64.7-76.9) |
Media de consumo de agua, ml# |
529.2 |
(439.4-619.0) |
606.5 |
(444.8-768.1) |
568.9 |
(470.7-667.1) |
Frecuencia de consumo de agua de los bebederos‡ | ||||||
Todos los días |
23 (3.2) |
(2.1-5.1) |
29 (5.0) |
(3.5-7.2) |
52 (8.3) |
(6.2-10.9) |
Varias veces a la semana |
56 (6.9) |
(5.3-9.0) |
82 (13.9) |
(11.2-17.1) |
138 (20.8) |
(17.5-24.5) |
Una vez a la semana |
40 (5.2) |
(3.6-7.3) |
52 (7.9) |
(5.7-10.9) |
92 (13.1) |
(10.2-16.5) |
Una vez al mes |
18 (3.3) |
(2.0-5.4) |
18 (3.2) |
(1.9-5.1) |
36 (6.5) |
(4.6-9.1) |
Menos de una vez al mes |
35 (5.7) |
(4.2-7.8) |
47(8.2) |
(6.1-10.9) |
82 (13.9) |
(11.3-17.1) |
Nunca& |
141 (24.1) |
(20.2-28.6) |
74 (12.9) |
(10.1-16.5) |
215 (37.1) |
(32.3-42.2) |
Frecuencia de consumo de bebidas azucaradas‡ | ||||||
Todos los días |
17 (2.1) |
(1.2-3.7) |
15 (2.1) |
(1.2-3.6) |
32 (4.2) |
(2.9-6.2) |
Varias veces a la semana |
83 (12.8) |
(10.0-16.3) |
68 (10.8) |
(8.2-14.1) |
151 (23.6) |
(19.7-28.1) |
Una vez a la semana |
91 (13.8) |
(11.0-17.1) |
94 (16.8) |
(14.0-20.0) |
185 (30.6) |
(26.8-34.7) |
Una vez al mes |
38 (6.5) |
(4.4-9.3) |
36 (6.4) |
(4.8-8.6) |
74 (12.9) |
(10.2-16.2) |
Menos de una vez al mes |
43 (6.9) |
(5.2-9.3) |
36 (6.2) |
(4.5-8.6) |
79 (13.2) |
(10.6-16.2) |
Nunca∞ |
41 (6.4) |
(4.8-8.4) |
55 (8.9) |
(6.8-11.8) |
96 (15.4) |
(12.6-18.6) |
Consumidores de bebidas azucaradas# |
124 (39.2) |
(31.4-47.6) |
121 (38.3) |
(32.5-44.6) |
245 (38.8) |
(33.4-44.4) |
Media de consumo de bebidas azucaradas, ml# |
137.2 |
(107.8-166.6) |
149.2 |
(116.7-181.7) |
143.4 |
(124.0-162.7) |
* n= 313 mujeres y 304 hombres.
N expandida=5 627 mujeres y 5 969 hombres
‡Frecuencia de consumo entre el inicio del ciclo escolar (agosto 2018) hasta la aplicación de la encuesta (abril 2019).
§La principal razón de nunca tomar agua dentro de la escuela fue en las mujeres porque compran bebidas azucaradas, en lo hombres porque no les gusta el agua simple y en ambos porque no tienen un recipiente donde beberla.
#Consumo dentro de la escuela el día previo a la entrevista.
&La principal razón de nunca tomar agua de los bebederos en ambos sexos fue porque no confían en el agua de los mismos (27.8%).
∞La principal razón de nunca tomar bebidas azucaradas dentro de la escuela en ambos sexos fue porque no les gusta tomar bebidas azucaradas (46.1%).
El modelo de regresión lineal mostró que conforme la frecuencia de consumo de BA disminuyó, el consumo promedio de AP total se incrementó significativamente (p<0.001); cuando el consumo de BA se hizo todos los días, el consumo promedio de AP fue de 79.8 y 369.2 ml. Consumir bebidas azucaradas una vez por semana, menos de una vez por semana o nunca, incrementaron significativamente el consumo de AP (mayor a 500 ml) (figura 2A).
El modelo de regresión logística ordinal mostró que el uso de los bebederos dependió del sexo y el turno (interacción significativa p=0.099); a diferencia del turno vespertino, en el turno matutino las mujeres presentaron una menor probabilidad de hacer uso de los bebederos en comparación con los hombres, observándose diferencias significativas en las categorías de consumo de todos los días, varias veces a la semana y nunca (p<0.05 en todos los casos) (figura 2B).
Otro modelo de regresión lineal mostró que el consumo total de AP fue diferente dependiendo de la frecuencia de utilización de los bebederos y el sexo (interacción significativa p=0.032), en el que destaca que las mujeres que reportaron usar los bebederos todos los días en promedio consumieron más agua dentro de la escuela (808.4 ml. IC95%: 544.9-1071.9) que los hombres (367.8ml. IC95%: 227.9-507.6) (figura 2C).
2A. Consumo promedio de agua total según frecuencia de consumo de bebidas azucaradas*
2B. Probabilidad de utilizar los bebederos escolares, según turno y sexo.‡
2C. Consumo promedio de agua total, según sexo y frecuencia de utilización de los bebederos escolares§
* Consumo de agua promedio total (procedente de hogar, escuela y fuera de la escuela) ajustado a partir de un modelo de regresión lineal. Como medida de dispersión se presenta el error estándar. Letras distintas entre paréntesis significan diferencias significativas entre categorías (prueba múltiple de Bonferroni p<0.05).
‡Probabilidades ajustadas por edad y nivel económico del hogar a partir de un modelo de regresión logística ordinal. Se observaron diferencias significativas entre hombres y mujeres en turno matutino en las categorías de frecuencia de uso de los bebederos de todos los días, varias veces por semana y nunca (prueba múltiple de Bonferroni p<0.05).
§Consumo de agua promedio total (procedente de hogar, escuela y fuera de la escuela) ajustado por edad, nivel económico del hogar y turno, a partir de un modelo de regresión lineal. Como medida de dispersión se presenta el error estándar. Se observaron diferencias significativas entre hombres y mujeres en la categoría de frecuencia de utilización de los bebederos de todos los días (prueba múltiple de Bonferroni p<0.05).
Barreras y facilitadores para el consumo de AP dentro de la escuela
Los estudiantes identificaron los bebederos como un facilitador del consumo de AP, sin embargo, una barrera fue la desconfianza hacia el agua de los bebederos. En el ambiente escolar las barreras fueron que los pares no consuman AP y que no usen los bebederos, la venta de BA en la cooperativa, el consumo de BA por los profesores, desabasto de agua y bebederos disfuncionales (cuadro III).
Nivel |
Facilitadores |
Barreras |
Testimonios |
Intrapersonal El nivel intrapersonal comprende el comportamiento de las y los estudiantes, incluye factores internos de riesgo y protección (biológicos, psicológicos). |
- Disponibilidad de agua gratuita en los bebederos. - Venta de agua embotellada en la cooperativa. - Hacer actividad física (les da más sed y toman agua de los bebederos). - Cuestiones climáticas: si hace calor consumen más agua de los bebederos. |
-Llegan a hacer mal uso de los bebederos escolares (los chupan o enjuagan las manos). -Desconfianza hacia la higiene y seguridad del agua de los bebederos. -Desconocimiento del proceso de purificación de los bebederos y de los procesos de limpieza y mantenimiento. -Disgusto por el sabor y la temperatura del agua de los bebederos. -Falta de aseo y mantenimiento de los bebederos. -Disfunción de los bebederos y falta de agua. -Percepción de costos más elevados para el agua embotellada con respecto a las bebidas azucaradas. - Preferencia por el sabor de las bebidas azucaradas. |
R: Pero es que no, en realidad no sabemos si es potable porque, porque no, no vemos cuando lo llenan el tinaco, porque es un tinaco. R: De hecho, se escucha cuando se va, no sé si se tira esa agua o se vuelve a llenar. E: ¿nunca han visto qué...? R: o no sabemos si tiene una purificadora chiquita ahí... pero se escucha. (GN, tercer grado, vespertino) R: De hecho, también luego este e… en los bebederos que están los de allá, salen como… como gris el agua porque no hay una buena presión, luego le pega mucho el sol y por eso también sale caliente y por eso muchos traen agua. (GN, tercer grado, matutino) |
Interpersonal El nivel interpersonal se relaciona con la influencia inmediata de agentes socializadores. Compañeros/amigos (pares) y familiares. |
Pares - Consumo de agua por parte de los compañeros o amigos. - Realizar actividad física. - Uso de bebederos. Familia - No consumo de bebidas azucaradas en casa. - Enviar agua desde casa. |
Pares - Consumo de bebidas azucaradas y alimentos densos en energía dentro de la escuela. - Ingreso de refrescos y dulces para vender dentro de la escuela. - Regalar y/o compartir alimentos y bebidas densas en energía. - No utilizar los bebederos. - Mal uso de los bebederos. Familia - Desconocimiento de su papel como modeladores de conductas. - Consumo bebidas azucaradas en el hogar. - Enviar alimentos y bebidas densas en energía como almuerzo para la escuela. - Proporcionar dinero para comprar bebidas azucaradas en la escuela. - Comprar bebidas densas en energía fuera de la escuela. - No se involucran en la supervisión de los alimentos que se venden en las escuelas. - Piden a los adolescentes no beber agua de los bebederos. - No se involucran en la limpieza y mantenimiento de los bebederos. |
R: -…pues yo ya lo dije, que es decisión de cada uno ¿no?... no sé, preferimos más los jugos por alguna situación, siento que sabemos lo que es saludable, pero a la vez nos vamos por lo que no lo sea. E: ¿Algo que pueda influir es que vendan muchas bebidas azucaradas? R: No, porque es como decisión ya de cada uno. O sea, yo por ejemplo ¿no?, bueno no como ni bebo nada en la escuela, pero yo veo que mis amigos van más por los jugos y se me antoja, porque pues el sabor yo creo o algo así. (GN, tercer grado, matutino) |
Organizacional El nivel organizacional se relaciona con la influencia del medio / contexto y agentes socializadores. Profesores, la cooperativa y los directivos. |
Profesores y directivos - Utilizar los bebederos. - Promover el uso de bebederos entre los estudiantes. Cooperativa escolar - Venta de agua embotellada en la cooperativa. - Disminuir el costo de la botella de agua. |
Profesores y directivos - Restricción del uso de los bebederos por parte de los profesores. - Compra y consumo de bebidas azucaradas frente a los estudiantes. - No promueven el uso de los bebederos entre los estudiantes. - Poca utilización de los bebederos. Cooperativa escolar - Venta bebidas azucaradas a precios accesibles. - Ofertar alimentos saludables sólo profesores y no a estudiantes. - Mayor oferta de bebidas azucaradas dentro de las cooperativas escolares. - Mayor visibilidad de bebidas azucaradas que de agua embotellada en las cooperativas escolares. |
E: ¿qué situaciones pueden afectar el que ustedes consuman agua simple? R: Ah no, no en nada, sólo que vayan mucho al baño, bueno eso sí. E: ¿Y a ustedes los dejan salir entre clases para tomar agua? R: A veces no, si pides permiso para ir al baño, puedes ir al baño y tomar agua, si pero no así que directamente pida permiso para ir a tomar agua no. E: ¿No te dejan o no lo haces? R: No, no te dejan y además no es muy común. (GN, primer grado, matutino) E: ¿Qué tan fácil es encontrar agua simple aquí dentro de la escuela? R: No es tan difícil porque están lo bebederos o puedes ir a la cooperativa por una. (GN, primer grado, vespertino) |
Comunitario El nivel comunitario comprende la relación del individuo con los medios de comunicación y la organización comunitaria. Vendedores de alimentos externos. |
-Los costos del agua embotellada son más accesibles en los establecimientos externos de consumo que dentro de las escuelas. -Existe venta de bebidas azucaradas de bajo costo al exterior de las escuelas. |
R: …Aparte es más cara que la que venden en las tiendas. E: ¿Cuánto cuesta el agua más o menos? R: Afuera una Bonafont de a litro vale como diez pesos y en la cooperativa catorce pesos… (GN, tercer grado matutino) |
|
Social y político En el nivel social y político se identifica la influencia de los legisladores, tomadores de decisiones y políticas públicas que pueden afectar o favorecer la conducta individual y colectiva. Responsables del PNBE, autoridades escolares y empresarios de la industria de alimentos y bebidas. |
- No se identificó publicidad de alimentos o bebidas dentro de las escuelas, así como patrocinios de marcas de alimentos o bebidas. -Contar con el PNBE. |
-No contar con otra fuente gratuita de agua potable alterna a los bebederos. - Los bebederos del programa no siempre son funcionales. El agua sale con poca presión o simplemente no sale por desabasto. - Algunos bebederos no son reparados ni se les da mantenimiento. - No se identificaron letreros informativos sobre su uso, ni responsables asignados al cuidado de los mismos. |
R: O luego sale un chorrito. R: Sale bien poquito. R: O a veces sí sale un chorro y ya, luego hay veces en las que no, hay un chorrito, luego los tapan los orificios. (GN, primer grado, matutino) |
GN: Grupo Nominal
PNBE: Programa Nacional de Bebederos Escolares
E: Entrevistador
R: Respuesta
Discusión
Hasta donde se sabe, este es el primer estudio en México que documenta el consumo de bebidas y uso de bebederos en secundarias pertenecientes al PNBE.
Siete de cada diez estudiantes consumieron AP el día previo a la entrevista, mientras que cuatro de cada diez consumieron BA, similar a lo reportado en secundarias de Estados Unidos de Los Angeles Unified School District (LAUSD), ; las cuales se caracterizan por contar con bebederos y otras fuentes gratuitas de AP, así como con políticas escolares que limitan la disponibilidad de BA.16
A diferencia de las secundarias de LAUSD, en donde se ha documentado que 50% de los estudiantes toma agua de los bebederos,16 en las escuelas del PNBE se observó una baja utilización de los bebederos escolares, hecho que puede deberse a diferencias socioculturales. Datos de las National Health and Nutrition Examination Survey (NHNES) de 2005 a 2010 documentaron en población de 1 a 19 años de edad un menor consumo de agua de la llave* en mexicoamericanos con respecto a los americanos (OR=0.32, 95%CI=0.23-0.45), así como entre los hispanohablantes con respecto a los angloparlantes (OR=0.72, 95%CI=0.55-0.95). Asimismo, se vio que a menor nivel educativo del jefe del hogar menor es el consumo de agua de la llave (p<0.01).17
No obstante estas diferencias, existen similitudes con las secundarias de LAUSD en las razones para no tomar agua de los bebederos, como la desconfianza del agua y la percepción de bebederos sucios.18
El uso diferenciado de los bebederos entre hombres y mujeres se ha documentado previamente en las NHNES, en donde menos niñas y mujeres con respecto a niños y hombres adolescentes toman agua de la llave (OR=0.76, 95%CI=0.64-0.89).17 Adicionalmente, en la muestra esta diferencia dependió del turno escolar, lo cual hasta el momento no se había documentado en otro contexto.
Otro de los factores que afectó la utilización de los bebederos fue la falta de funcionalidad de los mismos, lo cual se deriva a su vez de la falta de abastecimiento de agua entubada, problema previamente documentado en México.19 Sin embargo, el análisis de la situación en los Estados Unidos ha dejado ver que la utilización de los bebederos, así como el consumo de agua dentro de la escuela, no sólo depende del abasto del agua entubada y de las condiciones de las tuberías, sino también de la alta disponibilidad de bebidas azucaradas que se sigue observando en las escuelas, pese a la implementación de políticas que las limitan.20
A pesar de que en México se cuenta con iniciativas que buscan desalentar la venta y compra de BA, e incluso se le ha considerado entre los países de Latinoamérica que cuentan con iniciativas integrales para abatir el consumo,21 los resultados de este estudio demuestran un importante consumo de BA que puede relacionarse con su alta disponibilidad y accesibilidad dentro de la escuela,20,22 con la influencia de los padres sobre los hijos,23 la influencia de los pares como compañeros, amigos y la pareja,24,25 así como el ver a los profesores consumiendo BA dentro de la escuela; la influencia de estos últimos ha sido documentada previamente en niñas y niños26 pero no en adolescentes, hasta ahora.
Los presentes resultados pueden ser similares a lo que sucede en otros contextos, sin embargo, la representatividad del estudio se limita a escuelas que cuentan con el PNBE, que tienen bebederos funcionando, doble turno y cooperativas escolares.
Es importante considerar que únicamente se captó el consumo dentro de la escuela, por lo que no se puede saber cómo es el consumo fuera de ésta; sin embargo, con base en la información cualitativa se pudo notar que los estudiantes perciben que en casa comen mejor que en su escuela (datos no presentados en este artículo, derivados del reporte amplio).* Asimismo, se cuenta sólo con un día de medición de consumo de AP y BA, por lo que se desconoce cómo es la variación intraindividual; lo que se sabe es que la estimación del consumo de estas bebidas considera la variación entre individuos.
Por el tipo de diseño de estudio no es posible documentar el cambio en el consumo de AP derivado de la implementación de los bebederos, sin embargo, con base en entrevistas que se hicieron a los profesores se pudo notar que ellos perciben un incremento en el consumo de agua entre los estudiantes a partir de la implementación de los bebederos (datos no presentados en este artículo derivados del reporte amplio).*
En conclusión, a pesar de contar con el PNBE y con la implementación de los lineamientos generales para la venta de alimentos y bebidas dentro del contexto escolar, resulta notoria la alta disponibilidad de BA, aunada a la baja utilización de los bebederos escolares; por lo tanto, con base en los resultados y en la evidencia,27,28,29,30,31,32,33 actualmente se está trabajando en el desarrollo de una iniciativa para promover el consumo de AP en estudiantes de nivel secundaria, la cual se espera implementar y pilotear durante el ciclo escolar 2020-2021.