Señor editor: México es uno de los países más golpeados por la pandemia de Covid-19, pues ocupa el cuarto lugar en cifras totales de fallecidos, con 104 242, y el número 11 en total de casos.1 También es referido como el peor país, de los 53 evaluados, para vivir durante la actual pandemia debido a la poca resiliencia.2 La pandemia está afectando la salud mental de la población en general, pero deben revisarse algunos grupos vulnerables, como los estudiantes de medicina, quienes han tenido que modificar la manera de convertirse en profesionales médicos al tener que recibir clases en línea y cancelar talleres prácticos, ponencias, simposios y congresos de expertos. Además de sufrir estrés por miedo a contagiar a familiares -en el caso de quienes están en sus prácticas hospitalarias-, padecen también la falta de preparación para enfrentar una pandemia y la carga psicológica que implica enfrentarse a esta misma.3
Los estudiantes de medicina, de manera general, son reconocidos como una población de riesgo para padecer ansiedad y depresión en todo el mundo, primero por ser estudiantes, segundo por ser jóvenes y tercero por pertenecer a las áreas de la salud, lo que se refleja en la actual situación de emergencia con un aumento en depresión y ansiedad en diferentes universidades en el mundo (cuadro I).4,5,6
Autor |
País |
Población estudiada |
Hallazgos principales |
Tamaño de estudio |
Variables estudiadas |
Cao et al.4 |
China |
Estudiantes de medicina de la Universidad de Changzhi. Toda la población. |
24.9% presentó ansiedad relacionada con la pandemia. El tema económico, conocer a alguien infectado, retraso en educación y ser hombre se consideraron factores de riesgo independientes. |
7 143 estudiantes de pregrado. |
GAD-7 y un cuestionario de factores demográficos y factores estresantes. |
Meo et al.5 |
Arabia Saudita |
Universidad King Saud, escuela de medicina, elección por aleatorización simple al azar. |
44.15% reportó estar muy desapegado emocionalmente de su círculo social, mientras que 38.11% reportó estar fuertemente desesperanzado, cansado o emocionalmente decaído. 56.22% reportó sentir fuertemente disminuida su habilidad académica. |
530 estudiantes (84.8% de los elegidos). |
Cuestionario con 20 preguntas tipo Likert, que incluye factores psicológicos y demográficos. |
Nakhostin-Ansari et al.6 |
Irán |
Universidad de Ciencias Médicas de Tehran. |
35.8% de los estudiantes de pregrado y 37.2% de estudiantes clínicos o internos mostraron ansiedad, y para depresión, 27.5 y 27.6%, respectivamente. 74.3% reportó problemas para dormir, 53.6% pérdida de energía y 51.1% problemas en concentración. Haber padecido Covid-19 y ser mujer se consideraron factores de riesgo. |
323 estudiantes de pregrado (64.6% de los elegidos), la mayoría de semestres clínicos. |
Cuestionarios Beck Anxiety Inventory (BAI) y Beck Depression Inventory (BDI) traducidos. |
En nuestro centro se realizó un cuestionario de 82 preguntas para evaluar factores sociodemográficos, ansiedad (GAD-7) y depresión (PHQ-9). Contestaron 483 estudiantes y se analizaron 384 cuestionarios respondidos en su totalidad: 43% mostró depresión significativa y 24.5% ansiedad significativa, lo que se tomó como un puntaje mayor a 9, considerado punto de corte para iniciar tratamiento. De manera subjetiva, 61.3% reportó aumento de ansiedad moderada-severa, además de que se encontró que fueron factores de riesgo los siguientes: ser estudiante de semestres no clínicos, ser mujer, tener enfermedad mental previa y conocer a alguien con síntomas. El cuestionario se aplicó del 2 al 4 de junio de 2020. Es necesario realizar cuestionarios adaptados a los medios electrónicos para la valoración correcta de las variables emocionales, además de crear programas de apoyo psicológico adaptados a la situación.