Introducción
El pimiento (Capsicum annuum L.), ocupa una parte destacada en la industria hortícola por su prioridad en la población, debido a su selecto sabor y elevada calidad nutricional (Sánchez et al., 2017). Este cultivo es utilizado, tanto de forma directa como indirecta, ya que además constituye una fuente importante para la elaboración de conservas y demás subproductos que son aprovechados para el consumo humano (Velázquez et al., 2018). Por lo que el consumo de las diferentes formas se ha incrementado, principalmente en Europa al ser consumido en pimientos frescos, por eso la producción ha tenido un sorprendente crecimiento y como consecuencia el desarrollo del cultivo en nuestro país, de esta manera inicio la exportación desde 1996, principalmente a España y Holanda como los mercados más importantes, los productores de este cultivo, buscan incrementar el rendimiento por hectárea, mediante el uso de nuevas técnicas de fertilización sin ocasionar daño al ambiente y por ende la salud del ser humano (Buñay, 20171).
En Ecuador es un cultivo de mucha importancia por su alto consumo y generación de fuentes de empleo, por lo que se ha convertido en uno de los cultivos con mayor demanda de producción por su gran contenido de vitaminas que posee, así como por su amplio rango de adaptabilidad a los suelos del país (Luna et al., 2015). Cañarte-Bello, Fuentes, Vera y Ayón (2018) mencionan que la producción del pimiento en Ecuador fue de 891 hectáreas sembradas en monocultivos en pequeñas parcelas de producción, pero también el uso de cultivos asociados es una manera de aportar a la producción con 79 ha. Mayormente la producción se localiza en superficies de las provincias de Manabí y Guayas, en los meses de verano.
Generalmente la mayor producción se logra mediante una agricultura intensiva, con el uso de fertilizantes sintéticos, que a nivel mundial se incrementan sin pensar en el perjuicio a la salud y al entorno. Por lo que, la práctica de técnicas enfocadas a la disminución de los fertilizantes sintéticos, se ha convertido en una significativa herramienta para mejorar los suelos degradados con el uso intensivo de productos sintéticos (Castellanos et al., 2017).
Por lo que la utilización de agentes biológicos como bioinsecticidas o fertilizantes biológicos, forman parte integral de la agricultura sustentable, especialmente en el cultivo de hortalizas (Seguel-Fuentealba, 2014).
Por lo que, se ha visto la necesidad de la búsqueda de fuentes alternas para el uso en la agricultura orgánica, uno de ellos es la aplicación de bioestimulantes como una alternativa de producción que puede dar respuesta a la mitigación total o parcial de los efectos secundarios que produce el sistema de producción convencional, basado en mayor parte en la aplicación de fertilizantes de origen químico. De ahí que surge la necesidad de buscar otras formas de fertilizaciones, mediante la utilización de biofertilizantes y bioestimulantes que puedan cambiar la productividad y atributo de las cosechas. Estos bioactivos pueden reducir el uso de fertilizantes sintéticos y lograr la tolerancia de los cultivos al estrés (Quintero, Calero, Pérez y Enríquez, 2018).
En este sentido Quintana et al. (2013), mencionan que a estas sustancias también se les conoce como bioestimuladores de crecimiento. Por lo que, se han utilizado en los procesos controlados por la hormona causante del crecimiento que pueden proporcionar a los productores instrumentos con que puedan controlar algunas etapas fenológicas de la planta (Alcantará, Acero, Alcántara y Sánchez, 2019). Al ser considerados con una composición orgánica natural químicamente activos, que se pueden suministrar foliarmente o a través de la fertilización edáfica.
Du Jardin (2015) establece que los bioestimulantes son compuestos derivados de extractos de plantas que pueden contener fitohormonas o microorganismos. Suelen utilizarse para aumentar el rendimiento. Cuando dos o más reguladores vegetales se combinan con otras sustancias (aminoácidos, nutrimentos, vitaminas, entre otros), estos compuestos aumentan la actividad enzimática y la energía de la planta, generalmente haciéndola más resistente al uso moderno de fertilizantes y al estrés térmico y escasez de agua (Pino-Soto, 20142).
Existen diferentes formulaciones de bioestimulantes, algunos de los más obvios son los aminoácidos, polisacáridos, oligopéptidos o polipéptidos, otros de sistemas químicos complejos como los elaborados con base de algas, el quitosano, los hongos micorrízicos y ácidos húmicos, los cuales tienen dentro los recursos ya mencionados, sin embargo, en combinaciones diferentes y en algunas ocasiones con sus concentraciones reportadas en rangos y no con valores precisos (Veobides, Guridi y Vázquez, 2018).
Como lo plantean Ramírez, Rodríguez, Alfonso y Peniche (2010) donde mencionan, que el quitosano es un producto que se obtiene principalmente de subproductos de la industria pesquera, en especial del exosqueleto de los crustáceos, siendo un copolímero lineal formado por unidades de glucosamina y en menor medida de N-acetil D-glucosamina unidos por enlaces β 1-4, el cual tiene una actividad bioestimulante en el crecimiento y rendimiento de las hortalizas.
Según Bittelli, Lury, Campbell y Nichols (2001) y Pichyangkura y Chadchawan (2015), indican que al aplicar quitosano hay presencia del cierre estomático en plantas, por lo cual muestra un impacto estimulante del aumento, señalando que administrar quitosano foliarmente al cultivo de papa (Solanum tuberosum) reduce los efectos del estrés, lo que puede deberse a su efecto antitranspirante en la planta.
Del mismo modo, Rodríguez et al. (2017) afirmaron que el ácido húmico es una molécula compleja formada por la degradación de la materia orgánica. Esto no solo tiene un impacto directo en el mejoramiento de la fertilidad del suelo, sino que también contribuye significativamente a su resistencia, incide en la absorción de nutrimentos y, como resultado directo, afecta positivamente el crecimiento de plantas no saludables.
En el sentido de la utilización de los hongos micorrízicos García et al. (2010) indican que el mejor efecto de los hongos micorrízicos en las plantas es absorber agua y nutrimentos como fósforo, nitrógeno, potasio y calcio del suelo, además de potenciar la actividad fisiológica de las raíces, así mismo de la resistencia de las plantas a las temperaturas y acidez del suelo resultante de la presencia de micronutrimentos como aluminio, magnesio y azufre.
Por todo lo antes mencionado este estudio fue desarrollado con el propósito de valorar el impacto del quitosano, hongos micorrízicos y ácidos húmicos en el crecimiento de variedades de pimiento en condiciones protegidas.
Materiales y Métodos
Área de estudio
El estudio se desarrolló en el campus “La María” en el sector del cantón Mocache, provincia de Los Ríos, localizada en el kilómetro 7.5 de la vía Quevedo- El Empalme. La ubicación geográfica del sitio experimental es de 01° 06’ 24” S y 79° 29’ 70” O, a una altitud de 75 m. La caracterización climática es considerada tropical húmeda, su clima promedio anual, con temperatura de 24.8 ºC, precipitación de 2252 mm; humedad relativa 84%, y 894 horas luz por año. El suelo presenta una topografía plana, textura franco-limoso con un pH promedio de 5.5.
Método experimental
El método de prueba utilizado fue aleatorio en un factorial 2 × 4 con tres réplicas (Cuadro 1), siendo la primer variable las dos variedades, y la segunda los tres bioestimulantes, dando como resultado siete tratamientos y un testigo (control), dando 24 unidades experimentales, con 10 plantas por unidad experimental y 30 plantas por tratamiento.
Factor A (variedades) |
Factor B (bioestimulantes) | Combinaciones |
---|---|---|
V1: Magaly | B1: Ácidos húmicos (1:30 v/v) | V1 B1: Magaly + Ácidos húmicos (1:30 v/v) |
B2: Quitosano (3 g L-1 de agua) | V1 B2: Magaly + Quitosano (3 g L-1 de agua) | |
B3: Hongos micorrízicos (20 g de esporas ml-1) | V1 B3: Magaly + Hongos micorrízicos (20 g de esporas ml-1) | |
B4: Control | V1 B4: Magaly + Control | |
V2: Lycal | B1: Ácidos húmicos (1:30 v/v) | V2 B1: Lycal + Ácidos húmicos (1:30 v/v) |
B2: Quitosano (3 g L-1 de agua) | V2 B2: Lycal + Quitosano (3 g L-1 de agua) | |
B3: Hongos micorrízicos (20 g de esporas ml-1) | V2 B3: Lycal + Hongos micorrízicos (20 g de esporas ml-1) | |
B4: Control | V2 B4: Lycal + Control |
Desarrollo experimental
El experimento se estableció en un invernadero, controlando las condiciones para el cultivo implementado. El manejo se realizó en función de las dos etapas estudiadas, es decir, tanto la producción de plántula, como el desarrollo del cultivo de pimiento. La mezcla para el sustrato de los semilleros fue a razón de cuatro partes de tierra, dos de materia orgánica y una de arena, los componentes del sustrato se homogenizaron, se adicionó agua hasta que éste alcanzó su capacidad de campo. Las semillas de ambas variedades (Lycal y Magaly) se desinfectaron por medio de inmersión por 5 minutos en Ca(ClO)2 al 5%. Posteriormente se dejaron secar a la sombra por un período de tres horas antes de la siembra. La siembra se realizó en bandejas germinadoras, con el sustrato previamente preparado.
La siembra definitiva del pimiento, se realizó a los 25 días de iniciado el experimento, para esto se dispuso de macetas de 60 × 60 cm, en donde se establecieron de manera definitiva las plántulas obtenidas. Las malezas se controlaron manualmente, a fin de causar la mínima interferencia posible en el desarrollo del cultivo. El tutorado se realizó a los 20 días después del trasplante, utilizando estacas o cañas en los extremos de cada hilera de pimiento, a favor de obtener una línea de alambre aérea para la fijación de hilos que fueron amarrados a la base de cada planta.
Se realizaron dos aplicaciones de los bioactivos en estudio. La primera inmediatamente después de la siembra, y la segunda al momento de la floración, siguiendo las dosificaciones de cada tratamiento (Cuadro 1). Se efectuaron riegos cada semana, evitando de esta manera estrés hídrico en las plantas, la aplicación del agua se realizó mediante regaderas manuales, mojando el sustrato en su totalidad. La recolección de los frutos se efectuó a los 60 ddt con una tijera de podar previamente desinfectada con alcohol al 90%. Los frutos se cosecharon cuando se observó la madurez fisiológica, evidenciándose su aptitud para la comercialización y consumo.
Variables evaluadas
A los 10 días del experimento se midió el porcentaje de emergencia, la altura de la planta, diámetro del tallo, biomasa (fresca y seca), además calidad y rendimiento de la fruta. Para la evaluación de esta variable se utilizó la siguiente Ecuación 1:
donde: PE = porcentaje de emergencia; NPE = número de plantas emergidas; NSS = número de semillas sembradas.
La evaluación se realizó tomando en consideración plántulas normales emergidas, que fueron las que presentaron el epicótilo a simple vista por encima del suelo.
La altura se midió, desde la parte inferior del primer entrenudo hasta la última yema apical. El tallo se midió antes de bifurcación primaria de la planta y se llevó a cabo con un calibrador vernier digital (General Tools & Instruments Steel 147 6-Inch, Lenfech). Por otra parte, la biomasa incluyó (tallos, hojas y radícula) de una planta por tratamiento, y se determinó con una balanza analítica (modelo Pioneer marca Ohaus). Una vez obtenido el peso fresco, este se puso en bolsas de papel para posteriormente colocarla a secar (estufa Tecnal, TE-393/80L) durante 72 h a 70 °C. Pesándose en una balanza analítica (modelo Pioneer marca Ohaus).
La producción de fruta del cultivo se considero de tres cosechas realizadas y expresándolas como toneladas por hectárea. Adicionalmente se consideró los frutos por planta, longitud, diámetro y peso de la fruta. Para la longitud del fruto se utilizaron los frutos totales de cada cosecha, midiendo con una cinta regla y posteriormente promediándolos. El diámetro del fruto se registró mediante un vernier electrónico digital (General Tools & Instruments Steel 147 6-Inch, Lenfech). Por último, se pesaron los frutos totales por planta en una balanza digital, (modelo Pioneer marca Ohaus), y se promediaron.
Análisis estadístico
Una vez ordenados los datos en Excel, se analizaron estadísticamente con el programa Infostat (2013). Las variables de respuesta se sometieron a una ANOVA, y cuando se presentaron diferencias estadísticas se le realizó la prueba de Tukey (P < 0.5) para comparar las medias. Las variables germinación y emergencia expresadas con porcentaje fueron trasformadas con arcsen √X y después se realizaron los análisis.
Resultados y Discusión
Germinación y emergencia
En las semillas, la germinación inicia desde la oxidación de la misma, en el cual pueden influir factores como, temperatura, luz, oxígeno entre otros. La germinación y emergencia de las dos variedades de pimiento y los bioestimulantes en estudio se presentan en el Cuadro 2. Se identificaron diferencias estadísticas de las variedades y bioestimulantes, mientras que para las interacciones no reflejó diferencias. La variedad Magaly mostró el mayor porcentaje de germinación, superando en un 18.34% a la variedad Lycal. Entre ácidos húmicos, quitosano y micorrizas no se presentaron diferencias estadísticas, pero si en relación al control. En la variedad Magaly los tres bioestimulantes produjeron un 100% de germinación de la semilla, superando a la variedad Lycal con sus interacciones con un valor mayor de 33.33% para ácidos húmicos y quitosano, y un 13.33% a las micorrizas.
Tratamientos | Germinación | Emergencia |
---|---|---|
- - - - - - - % - - - - - - - | ||
Variedades | ||
V2: Magaly | 96.67 a† | 95.00 a |
V1: Lycal | 78.33 b | 70.00 b |
Bioestimulantes | ||
B1: Ácidos húmicos | 93.33 a | 90.00 a |
B2: Quitosano | 91.67 a | 86.67 a |
B3: Hongos micorrízicos | 88.33 a | 83.33 b |
B4: Control | 76.67 b | 70.00 c |
Combinaciones | ||
Magaly + Ácidos húmicos | 100.00 a | 100.00 a |
Magaly + Quitosano | 100.00 a | 100.00 a |
Magaly + Hongos micorrízicos | 100.00 a | 100.00 a |
Magaly + Control | 86.67 b | 80.00 b |
Lycal + Ácidos húmicos | 86.67 b | 80.00 b |
Lycal + Quitosano | 83.33 b | 73.33 bc |
Lycal + Hongos micorrízicos | 76.67 bc | 66.67 cd |
Lycal + Control | 66.67 c | 60.0 d |
Promedio | 87.50 | 82.50 |
CV (%) | 5.22 | 3.50 |
† Letras similares en la misma columna no tienen diferencia estadística (P < 0.05).
†Similar letters in the same column have no statistical differences (P < 0.05).
Estos resultados pudieran deberse a los ácidos húmicos en la germinación. Esta influencia se da principalmente en la velocidad de germinación, resultando más rápida y homogénea, y por lo tanto incrementándose el porcentaje de germinación. Por otra parte, puede ocasionar un beneficio al lograr una mejor absorción de agua, elevar la actividad de las enzimas causales de la germinación, estimular la respiración e influir en varios procesos bioquímicos y fisiológicos.
Por otra parte, los resultados muestran que en la interacción con las variedades los valores mayores fueron con la aplicación de ácidos húmicos seguido por el quitosano. Esto puede deberse a la acción del grupo ácido húmico, que actúa directamente sobre la proliferación de células y la aceleración enzimática de las reservas de las semillas (Lulakis y Petsas, 1995).
En lo correspondiente al porcentaje de emergencia de plántulas, se demostró que los factores en estudio e interacciones presentaron diferencias estadísticas (P < 0.05). La variedad Magaly logró una germinación mayor en 25% más que la variedad Lycal. En cuanto a los bioestimulantes la aplicación de ácidos húmicos registró el mayor porcentaje de emergencia de plántulas, aunque estadísticamente similar con el uso de quitosano, por lo que fueron superiores a las micorrizas y al testigo control. En lo que respecta a la interacción de los bioestimulantes con las variedades en estudio los resultados mostraron una emergencia mayor en la variedad Magaly respecto a la variedad Lycal con sus interacciones y a los tratamientos Magaly + Control y Lycal + Control en un 20 y 40% respectivamente.
Al respecto, Chen y Aviad (1990) asociaron los efectos positivos sobre la germinación debido a la acción de sustancias húmicas que logran mejorar la actividad enzimática de las semillas. A su vez, Csicsor, Gerse y Titkos (1994) han argumentado que las sustancias húmicas también afectan la respiración celular al abordar las vías de cambio de electrones, debido a la presencia de partículas de radicales libres en las sustancias húmicas. Según Jurcsik (1984), el sistema fisiológico se basa en la absorción de oxígeno por peróxido de hidrógeno de baja intensidad rico en oxígeno o radicales superóxido, que pueden generar electrones en las vías respiratorias y aumentar la producción de energía a las células. Los electrones perdidos son reemplazados por moléculas de H2O o microorganismos del suelo (Lovley et al., 1996).
Los resultados demuestran que los tres bioactivos estudiados incrementaron entre un 11.66 y 16.67% la germinación, comparativamente con el control, sin ningún tratamiento bioestimulante, esto demuestra que la inoculación de dichos bioactivos, genera un efecto positivo en la germinación de la semilla. Adicionalmente, la emergencia fue potenciada significativamente por los ácidos húmicos y quitosano, logrando valores mayores en plántulas emergidas. Con esto es posible puntualizar que además de promover la germinación, la bioestimulación con estos bioactivos incrementa la emergencia de plántulas, evidenciándose una mejor respuesta de las semillas, al ser inoculadas con ácidos húmicos. En este sentido García et al. (2010), reportan resultados similares, donde consiguieron incrementar por encima del 80% la germinación en ají piquín (Capsicum annuum var. Glabriusculum) al tratarlas con Cyto-Gibb (3% de ácidos húmicos y 10% ácido giberélico).
Altura de planta
La aplicación de los bioestimulantes a las plantas de pimiento afectó significativamente la altura de las plantas a los 25 y 45 días ddt (P < 0.05) (Cuadro 3). El estudio de varianza mostró que, para la altura de plantas entre variedades, donde Magaly superó a Lycal. Por otro lado, a los 25 ddt los bioestimulantes superaron al control mientras que a los 45 ddt los ácidos húmicos tuvieron plantas de mayor altura, seguidos por le quitosano y hongos micorrízicos y finalmente el control. Por su parte la interacción formada por la variedad Magaly + ácidos húmicos registró las plantas de mayor altura en ambas fechas superando estadísticamente a las demás interacciones que presentaron plantas.
Tratamientos | Altura de planta | Diámetro del tallo | ||
---|---|---|---|---|
25 ddt‡ | 45 ddt | 25 ddt | 45 ddt | |
- - - - - - cm - - - - - - | - - - - - - mm - - - - - - | |||
Variedades | ||||
V1: Magaly | 18.67 a† | 44.87 a | 8.34 a | 14.68 a |
V2: Lycal | 16.96 b | 40.71 b | 7.62 a | 13.60 a |
Bioestimulantes | ||||
B1: Ácidos húmicos | 19.38 a | 46.38 a | 8.87 a | 16.05 a |
B2: Quitosano | 18.45 a | 43.90 b | 8.28 a | 14.12 ab |
B3: Hongos micorrízicos | 17.72 a | 41.97 b | 7.67 a | 13.48 b |
B4: Control | 15.70 b | 38.90 c | 7.10 a | 12.92 b |
Interacciones | ||||
Magaly + Ácidos húmicos | 20.83 a | 49.53 a | 9.23 a | 16.23 a |
Magaly + Quitosano | 19.57 ab | 45.87 b | 8.60 a | 15.00 a |
Magaly + Hongos micorrízicos | 18.43 abc | 43.53 bc | 8.13 a | 14.13 a |
Magaly + Control | 15.83 c | 40.53 cd | 7.40 a | 13.37 a |
Lycal + Ácidos húmicos | 17.93 abc | 43.23 bc | 8.50 a | 15.87 a |
Lycal + Quitosano | 17.33 bc | 41.93 c | 7.97 a | 13.23 a |
Lycal + Hongos micorrízicos | 17.00 bc | 40.40 cd | 7.20 a | 12.83 a |
Lycal + Control | 15.57 c | 37.27 d | 6.80 a | 12.47 a |
Promedio | 17.81 | 42.79 | 7.98 | 14.14 |
Coeficiente de variación (%) | 6.82 | 2.84 | 14.05 | 9.44 |
† Letras similares en la misma columna no tienen diferencia estadística (P < 0.05).
†Similar letters in the same column have no statistical differences (P < 0.05).
Quizás el resultado anterior se debió a que el ácido húmico tiene un efecto positivo en las raíces y el área foliar de las plantas (Canellas y Façanha, 2004), debido a que los procesos químicos y fisiológicos mejoran la producción de ATP, además mejora la función positiva de la respiración y una rápida función enzimática y flexible del ciclo de Krebs. Por otra parte, los factores de selección sobre la síntesis de proteínas aumentan o inhiben la actividad de muchas enzimas (Nardi, Pizzeghello, Muscolo y Vianello, 2002a).
Diámetro del tallo
La variedad Magaly registró tallos de mayor grosor, sin diferir estadísticamente de la variedad Lycal a los 25 días después de la siembra (P < 0.05). Cuando se aplicó ácidos húmicos, se presentó mayor diámetro del tallo en igualdad estadística con los demás bioestimulantes y control, cuyos valores oscilaron entre 7.10 y 8.28 mm a los 25 días después de la siembra. La combinación de la variedad Magaly con ácidos húmicos, produjo plantas con tallos de mayor diámetro, pero estadísticamente igual a las demás interacciones a los 25 días después de la siembra.
Por su parte a los 45 días después de la siembra, los bioestimulantes alcanzaron diferencias estadísticas (P < 0.05). Los ácidos húmicos superaron al quitosano y micorrizas, pero entre quitosano y micorrizas no se presentó diferencias. En cuanto a las variedades e interacciones no registraron significancia estadística. Esto se puede atribuir a la adaptabilidad de la variedad Magaly que es apta para las condiciones agroclimáticas de la provincia de Los Ríos, mientras que la variedad Lycal por ser de origen cubano, ha tenido problemas y restricción en su adaptabilidad y desarrollo en dichas condiciones. Según lo sostenido por Hernández, Oyama y Vázquez (2001), esta respuesta se podría atribuir a la variabilidad entre los materiales de siembra, así como de las condiciones de suelo y clima que pueden alterar negativamente los patrones de respuesta de las plantas.
Mientras tanto, Nardi et al. (2002b), Pasqualoto, Lopes, Okorokova y Rocha (2009) mencionan que el ácido húmico puede actuar como una fitohormona porque exhibe un activador celular que estimulan su crecimiento y su efecto está asociado con concentraciones más altas de nitrógeno en el compuesto de unión, así como con una actividad promotora del aumento de ácido indoliacético, por lo que pueden incrementar la altura y diámetro de los cultivos. Como señalan Varanini y Pinton (2001) que los estimulantes no solo reducen la producción de fertilizantes sintéticos, sino que también tienen un impacto positivo en las propiedades y sobretodo en la calidad del recurso suelo, además un impacto en el desarrollo de la planta, tal, como sucedió en el presente trabajo.
Biomasa fresca y seca
En el Cuadro 4 se muestran los tratamientos e indican que la mejor respuesta de biomasa fresca y seca de pimiento en condiciones protegidas, fueron para las variedades y bioestimulantes (P < 0.05), mientras que para las interacciones no se presentó significancia. La variedad Magaly presentó diferencia estadística respecto a la variedad Lycal. Por su parte la aplicación de ácidos húmicos (V1 B1) registró 67.28 g más que el quitosano (V1 B2) y 103.9 g de diferencia con las micorrizas (V1 B3 ), y altamente superior al control (V1 B4). A su vez el tratamiento V2B1, V2B2 y V2B1 no presentaron diferencias estadísticas entre ellos, pero si con valores mayores a los tratamientos V1B3, V2B2, V2B3 y los dos testigos control de ambas variedades V1B4 y V2B4.
Tratamientos | Biomasa (planta g-1) | |
---|---|---|
Fresca | Seca | |
Variedades | ||
V1: Magaly | 290.60 a† | 89.64 a |
V2: Lycal | 228.12 b | 67.77 b |
Bioestimulantes | ||
B1: Ácidos húmicos | 339.38 a | 106.72 a |
B2: Quitosano | 272.10 b | 83.17 b |
B3: Hongos micorrízicos | 235.48 bc | 70.35 bc |
B4: Control | 190.47 c | 54.60 c |
Interacciones | ||
Magaly + Ácidos húmicos | 379.47 a | 120.75 a |
Magaly + Quitosano | 310.33 ab | 96.55 ab |
Magaly + Hongos micorrízicos | 267.43 bcd | 81.54 bcd |
Magaly + Control | 205.17 cd | 59.74 cd |
Lycal + Ácidos húmicos | 299.30 abc | 92.69 abc |
Lycal + Quitosano | 233.87 bcd | 69.79 bcd |
Lycal + Hongos micorrízicos | 203.53 cd | 59.17 d |
Lycal + Control | 175.77 d | 49.45 d |
Promedio | 259.36 | 78.71 |
Coeficiente de variación (%) | 13.66 | 16.16 |
† Letras similares en la misma columna no tienen diferencia estadística (P < 0.05).
†† Similar letters in the same column have no statistical differences (P < 0.05).
En cuanto a la variable biomasa seca el análisis de varianza arrojó significancia para las variedades y bioestimulantes (P < 0.05), sin embargo, para las interacciones no se presentó diferencias. En lo que se refiere a las variedades, la variedad Magaly fue 24.39% superior a la Lycal, mientras que con la aplicación de los bioestimulantes, el tratamiento V1 B1 (Magaly + Ácidos húmicos) resultó superior a las demás interacciones, siendo el tratamiento control (Lycal + Control) el de menor promedio.
Esto se debe principalmente a que las substancias húmicas parecen mostrar una actividad similar a las hormonas, esto no es claro si esta actividad está vinculada estrictamente a la estructura química de las substancias húmicas o si depende de las hormonas de origen microbiano atrapado en ellas. En cualquier caso, muestran efectos estimulantes sobre el crecimiento celular de los vegetales. Aunque se llegue absorber solo una parte de estos, esto es suficiente para modificar la forma activa del metabolismo vegetal (Zanin et al., 2019).
Nuevamente se puede apreciar que mediante la aplicación de ácidos húmicos la biomasa fresca y seca resultó superior, y con ello se corrobora lo mencionado por Aganga y Tshwenyane (2003) informan que las sustancias húmicas predominación en el desarrollo de plantas, tienen resultados reales en la biomasa fresca y seca en plantas. Asimismo, los resultados obtenidos son consistentes con los logrados por Arteaga et al. (2006), en Lycopersicon esculentum, ellos indican que la utilización de ácidos húmicos provenientes de vermicomposta de estiércol de vaca, a concentraciones similares a las suministradas en este estudio, se presentaron influencias positivas en biomasa seca de raíces y hojas, incrementándose la cantidad de proteínas, aminoácidos y pigmentos fotosintéticos.
Número de frutos
Al evaluar frutos por planta se aprecia diferencias estadísticas de variedades y bioestimulantes (Cuadro 5), mientras que las interacciones no registraron significancia. La producción de frutos por planta fue mayor en la variedad Magaly que en la variedad Lycal. Por su parte al aplicarse ácidos húmicos se obtuvo mayor frutos por planta, pero sin diferencias con aplicación de quitosano, superando estadísticamente a los hongos micorrízicos y al control. En cuanto a las interacciones, los mejores tratamientos fueron V1 B1, V1 B2, pero estadísticamente igual a los tratamientos V2B1 y V2 B2. La aplicación de hongos micorrízicos (V1 B3 y V2 B3) fueron los que presentaron los menores valores en conjunto con los tratamientos control (V1 B4 y V1 B4) en ambas variedades.
Tratamientos | Número de frutos por planta | Longitud del fruto | Diámetro del fruto | Peso del fruto |
---|---|---|---|---|
cm | mm | g | ||
Variedades | ||||
V1: Magaly | 13.42 a† | 11.18 a | 40.67 a | 81.07 a |
V2: Lycal | 10.50 b | 9.065 b | 36.00 b | 63.81 b |
Bioestimulantes | ||||
B1: Ácidos húmicos | 15.33 a | 12.22 a | 43.33 a | 92.22 a |
B2: Quitosano | 13.17 ab | 10.67 ab | 38.50 b | 73.62 b |
B3: Hongos micorrízicos | 11.33 bc | 10.01 b | 38.33 b | 69.32 b |
B4: Control | 8.00 c | 80.77 b | 33.17 c | 54.60 c |
Interacciones | ||||
Magaly + Ácidos húmicos | 18.33 a | 13.13 a | 47.00 a | 105.27 a |
Magaly + Quitosano | 14.00 ab | 11.70 ab | 41.00 ab | 83.70 a |
Magaly + Hongos micorrízicos | 12.67 bcd | 10.80 ab | 41.00 ab | 78.27 bc |
Magaly + Control | 8.67 cd | 90.07 b | 33.67 bc | 57.03 cd |
Lycal + Ácidos húmicos | 12.33 abc | 11.30 ab | 39.67 ab | 79.17 bc |
Lycal + Quitosano | 12.33 abc | 90.63 b | 36.00 bc | 63.53 bcd |
Lycal + Hongos micorrízicos | 10.00 cd | 90.20 b | 35.67 bc | 60.37 cd |
Lycal + Control | 7.33 d | 80.47 b | 32.67 c | 52.17 d |
Promedio | 11.96 | 10.41 | 38.33 | 72.44 |
Coeficiente de variación (%) | 20.05 | 11.63 | 0.51 | 10.86 |
† Letras similares en la misma columna no tienen diferencia estadística (P < 0.05).
†Similar letters in the same column have no statistical differences (P < 0.05).
Lo anterior pudo haber sido a que los efectos de los ácidos húmicos suelen ser ejercidos sobre las funciones de la membrana celular, promueve la nutrición o el crecimiento de las plantas, actuando como substancias tipo hormonal (Varanini y Pinton, 2001). De manera similar, durante la maduración y cosecha de la fruta, el ácido húmico provoca sin número de pigmentos, proporcionando más follaje verde con más calidad fotosintética, fruta mejorada y resistente a daños por pudrición de la fruta. Estudios hechos en Capsicum annuum producido de forma orgánica se ha encontrado que el uso de ácidos húmicos en el suelo o vía foliar consigue crecimiento del rendimiento del fruto, así como la mejora de manera significativa de la calidad de fruto (Karakurt, Unlu, Unlu y Padem, 2009).
Así mismo, el número de frutos se vio favorecido cuando se aplicaron ambos bioestimulantes, ya que se estimuló la fisiología en las plantas, similar a lo reportado por González et al. (2018). Ellos cultivaron pepino organóponico (Cucumis sativus) con dosis altas de quitosano y encontraron incrementos en frutos por planta. En este mismo sentido Reyes et al. (2020) mencionan que el total de frutos por planta en tomate, con tratamientos con 200 y 300 mg L-1 con quitosano mostraron valores más altos de fruta. De la misma manera Arteaga et al. (2006), mencionan el incremento de número de frutos en tomate con la aplicación de ácidos húmicos.
En el mismo Cuadro 5 se observan los promedios de la longitud, diámetro y peso del fruto. Se evidencia la significancia entre variedades y bioestimulantes (P < 0.05). Por su parte, las interacciones no registraron diferencias a la aplicación de los tratamientos (P < 0.05). Los frutos de mayor longitud los presentó la Magaly, superando en 2.11 cm por fruto a la variedad Lycal. Por su parte cuando se aplicaron los bioestimulantes, los tratamientos ácidos húmicos y quitosano no presentaron diferencias entre ellos, sin embargo, superaron a los tratamientos hongos micorrízicos y al control. En cuanto a las combinaciones los mejores fueron V1B1, V1B2, V1B3 y V2 B1, mientras que el que produjo menor longitud de frutos fue el control en ambas variedades en estudio.
Cuando se aplicaron los bioestimulantes las variables de diámetro y peso del fruto, la variedad Magaly presentó frutos de mayor diámetro y peso que Lycal. Los ácidos húmicos produjeron frutos de mayor diámetro y peso, superando a los tratamientos quitosano y hongos micorrízicos, los cuales a su vez superaron al control. En las interacciones el tratamiento V1B1 produjo frutos de mayor diámetro, sin embargo, estadísticamente no presentó diferencias con los tratamientos V1B2, V1B3 y V2B1. Sin embargo, en lo que se refiere al peso del fruto la aplicación de ácidos húmicos (V1B1) y quitosano (V1 B2), en la variedad Magaly fueron diferentes y con valores mayores. El tratamiento control presentó valores más bajos de diámetro y peso del fruto en ambas variedades en estudio.
Estos resultados pudieran deberse a que los bioestimulantes complementaron mejor las necesidades nutrimentales del cultivo, y podría ser al uso de las sustancias húmicas que logran una mejor absorción de nutrimentos por parte de las plantas, también se puede atribuir a que la variedad Magaly es la que mejor se adaptó a las condiciones agroclimáticas de este estudio. En este estudio los resultados se asemejan a los mencionados por Arteaga et al. (2006), donde plantea el aumento del diámetro y biomasa de los frutos de tomate con aplicación de humus a 1/30. De la misma manera Reyes et al. (2017b), informan valores significativos en diámetro y biomasa del fruto con aplicación de humus de compostas de lombriz y Jacinto de agua. Así mismo Reyes et al. (2017a) en su evaluación, evidenciaron que las sustancias húmicas aplicados incrementaron las variables morfométricas en zanahoria, superiores al tratamiento control.
Rendimiento
La variedad Magaly superó estadísticamente a la variedad Lycal (P < 0.05), mientras que la aplicación de ácidos húmicos generó el mayor rendimiento con 29.16 Mg ha-1, superando a los demás bioestimulantes (B2, B3), donde el control (B4) fue el de menor rendimiento (Cuadro 6). Lo anterior pudiera explicarse por los resultados mencionados anteriormente, mayor número, tamaño y biomasa de frutos encontrados en plantas con aplicación de ácidos húmicos (B1), seguido por los demás tratamientos. En la interacción entre variedades y bioestimulante el tratamiento mejor fue el V1 B1 con un rendimiento de 38.66 Mg ha-1, mientras el tratamiento de menor producción fue el V2 B4.
Tratamientos | Rendimiento |
---|---|
Mg ha-1 | |
Variedades | |
V1: Magaly | 22.91 a† |
V2: Lycal | 13.75 b |
Bioestimulantes | |
B1: Ácidos húmicos | 29.16 a |
B2: Quitosano | 19.50 b |
B3: Hongos micorrízicos | 15.93 b |
B4: Control | 87.33 c |
Interacciones | |
Magaly + Ácidos húmicos | 38.66 a |
Magaly + Quitosano | 23.40 b |
Magaly + Hongos micorrízicos | 19.73 bc |
Magaly + Control | 9.86 cd |
Lycal + Ácidos húmicos | 19.66 bc |
Lycal + Quitosano | 15.60 bcd |
Lycal + Hongos micorrízicos | 12.13 bcd |
Lycal + Control | 7.60 d |
Promedio | 18.33 |
Coeficiente de variación (%) | 22.59 |
† Letras similares en la misma columna no tienen diferencia estadística (P < 0.05).
†Similar letters in the same column have no statistical differences (P < 0.05).
Las plantas lograron beneficios a consecuencia de la aplicación de los ácidos húmicos, principalmente en el incremento radicular, por lo que se considera una mejor absorción de nutrimentos, así como el incremento en el crecimiento foliar, por lo que se favorece la fisiológica y el rendimiento de los cultivos. En este sentido Karakurt et al. (2009), determinó que, con sustancias húmicas, se obtiene un incremento del rendimiento al utilizarlos en la producción de chile pimiento, cultivado orgánicamente, a la vez que mejoraron la calidad del fruto.
Conclusiones
La variedad Magaly, superó significativamente a la variedad Lycal en germinación, emergencia, altura de plantas y diámetro del tallo, biomasa fresca y seca, así como en el rendimiento en frutos por planta, mayor longitud, diámetro y peso, componentes que reflejaron además el mayor rendimiento. Los tres bioestimulantes estudiados incrementaron la germinación entre 11.66 y 16.67%, mientras que la emergencia fue potenciada por el humus y quitosano. Los ácidos húmicos produjeron plantas de mayor altura y tallos de mayor diámetro, en las dos evaluaciones realizadas. Al aplicar ácidos húmicos, se generó incremento en longitud, diámetro, peso y frutos por planta, por lo tanto, como consecuencia mayor rendimiento.