Introducción
La mastitis es la enfermedad infecciosa más costosa en la industria lechera de todo el mundo (Abdelrahman et al., 2020; Suriyasathaporn et al., 2000), afecta la calidad y la cantidad de la leche producida, eleva los costos por la aplicación de tratamiento y requiere mano de obra adicional y una mayor tasa de reemplazos (Suriyasathaporn et al., 2000). Los factores que desempeñan un papel importante en el desarrollo de esta enfermedad en las cabras son las deficientes condiciones sanitarias en su manejo, la falta de medidas terapéuticas y de control, así como la limpieza de los pezones previamente a la ordeña y el posterior sellado al finalizarla (Abdelrahman et al., 2020).
La mastitis puede ser clasificada según la gravedad de las lesiones o de la intensidad de la reacción inflamatoria en clínica o subclínica (Concha, 2004). En la mastitis clínica se observan signos como el aumento de tamaño en la glándula mamaria y alteraciones en la leche, la cual puede contener grumos, coágulos y presentar cambios de color (Shearer & Harris, 2003). En la mastitis subclínica no se observan signos visibles de la enfermedad y la leche es aparentemente normal. Este tipo de mastitis solo puede ser detectada midiendo el contenido de células somáticas de la leche (Ruiz, 1989; Shearer & Harris, 2003). La mastitis subclínica tiene de 15 a 40 veces más prevalencia que la forma clínica (Shearer & Harris, 2003).
La incidencia de mastitis clínica en cabras generalmente es menor al 5%; sin embargo, se estima que la prevalencia de mastitis subclínica en pequeños rumiantes oscila entre 5% a 30% (Bergonier et al., 2003; Contreras et al., 2007). En México, se han observado prevalencias de entre 20% al 58% (Bazán et al., 2009). La forma de ordeñar al ganado representa un papel importante en el estado de salud de las ubres y en la calidad de la leche que se produce, presentando una variación significativa entre los métodos de ordeña (Torres et al., 2001). Se ha observado que en la ordeña manual la incidencia de mastitis aumenta, y que la calidad sanitaria de la leche obtenida por este método es menor a la obtenida por la forma mecanizada (Ávila, 1995), siendo las manos del ordeñador un factor de transmisión de mastitis (Hernández, 2015). Los caprinocultores que practican la ordeña manual son los más numerosos y están caracterizados por tener pobre tecnificación, baja productividad y deficiencias en la higiene del ordeño.
Adicionalmente, se ha observado que factores como la raza, la edad y el número de partos influyen sobre la presencia de mastitis en rebaños caprinos (Akter et al., 2020; Ali et al., 2021; Amin et al., 2011; Mekibib et al., 2010; Park & Humphrey, 1986). En cabras, los Staphylococcus coagulasa negativo (SCN) son los principales agentes causantes de mastitis, y se reporta que la prevalencia en los rebaños va del 10% al 30% y en ocasiones hasta el 71% (Amezcua, 1981; Bonilla et al., 2003; Pyörälä & Taponen, 2009). Las especies que se han reportado con mayor frecuencia como causa de mastitis en cabras incluyen a Staphylococcus aureus, Streptococcus agalactiae, S. uberis, S. dysgalactiae y coliformes (Manzanero et al., 2018; Pirzada et al., 2016).
Con la intención de incrementar los estudios de caso de la mastitis en México, se realizó el presente estudio, que analiza la prevalencia de mastitis subclínica mediante el conteo de células somáticas, el aislamiento de Staphylococcus spp. y la determinación de los factores de riesgo asociados a la ordeña manual y mecanizada, en Comondú, Baja California Sur, México, en granjas con ordeña mecánica y manual.
Materiales y métodos
El estudio se desarrolló en el municipio de Comondú, Baja California Sur, donde fueron seleccionadas 117 cabras lecheras de razas puras Nubia y Saanen y cruzadas Nubia x Saanen. El muestreo se realizó a los 60 días después del parto. Para el conteo de células somáticas se recolectaron dos muestras de cada cabra (234 muestras de leche), 90 de ordeña mecanizada (OT) y 144 de ordeña manual (OM). Para este sistema no existía un programa específico para el control de mastitis.
Las muestras de leche fueron colectadas con previo aseo y desinfección de pezones, para lo cual se utilizó solución de yodo a una concentración de 25 ppm; posteriormente, se secaron con toallas de papel absorbente desechables y se limpiaron con torundas de algodón impregnadas con alcohol al 70%. Después de desechar los primeros tres a cuatro chorros de leche, se colectaron 30 ml de leche de cada medio de la ubre en un tubo estéril. Las muestras de leche se mantuvieron a 4 °C y se llevaron inmediatamente al laboratorio para el examen bacteriológico.
El conteo de células somáticas se realizó mediante la prueba de Wisconsin modificada (Hernández, 1999) en 12 tubos de plástico de 15 ml provistos con un orificio aireador colocado lateralmente de un diámetro de 3.15 mm y tapones de hule con un orificio central de 1.10 mm. Se utilizó el reactivo de California Diagmastin® (Sanfer), diluido a una proporción de 1:1 con agua destilada. En esta prueba se mezclaron en cada tubo 3 ml de leche con 3 ml de reactivo, los cuales fueron agitados durante 10 segundos y se dejaron reposar por 15 segundos. Posteriormente, fueron volteados para verter la leche por 15 segundos y se procedió a realizar la lectura siguiendo las recomendaciones de Hernández (1999). Se consideraron concentraciones >1 000 000 de células somáticas como positivas.
Para la identificación de Staphylococcus spp. se utilizaron 117 muestras de leche que fueron sembradas en agar sangre e incubadas a 37 °C durante 24 horas. Después, se analizaron las características macroscópicas de las colonias y se realizó tinción de Gram para observar afinidad tintorial, morfología y agrupación de las bacterias. Finalmente, se les realizó la prueba de catalasa y coagulasa para identificarlas como Staphylococcus spp. Para realizar la identificación de la especie, se utilizó el sistema API Staph® de laboratorios Biomérieux.
Para establecer los mismos factores de riesgo entre ambos sistemas de ordeño, se diseñó una ficha de recolección de datos que incluía preguntas agrupadas de acuerdo con su correspondencia en tipo de ordeña (manual o mecanizada), características inherentes al animal (raza, edad, número de partos), prácticas de manejo (higiene de manos, despunte, sellado de pezones, número de cabras al ordeño) y medio ambiente (limpieza del corral).
La prevalencia de mastitis relacionada con el factor de riesgo tipo de ordeña se determinó como la proporción de cabras afectadas del total examinado. Ante la cuestión de si existe o no una asociación significativa entre todos los factores de riesgo, se realizó una prueba de chi-cuadrada (χ2) utilizando la función de tabulación cruzada. Las razones de probabilidad (OR) e intervalos de confianza (IC) al 95% se estimaron utilizando una regresión logística binomial aleatoria, al igual que el coeficiente de correlación intraclase a partir de los dos componentes de varianza con el paquete estadístico SAS versión 9.3 (Statistical Analysis Software [SAS], 2014).
El modelo utilizado es representado como:
en donde los sufijos i y j denotan la i-ésima cabra y el j-ésimo tipo de ordeña, respectivamente:
Resultados
La evaluación clínica de la ubre de 117 animales mediante la prueba de Wisconsin modificada reveló que el 86% de las cabras a las que se realiza ordeña manual presentaron signos sugestivos a mastitis, mientras que solo el 37% de las cabras que se ordeñaban de manera mecanizada presentaron alteraciones clínicas en la ubre (Tabla 1).
Tipo de ordeña | Número de cabras muestreadas |
Número de cabras positivas |
Prevalencia | IC al 95% |
Ordeña manual | 72 | 62 | 0.86 | 0.78 - 0.94 |
Ordeña mecanizada | 45 | 15 | 0.33 | 0.19 - 0.47 |
Total | 117 | 61 | 0.52 | 0.44 - 0.60 |
IC: intervalo de confianza.
Fuente: Elaboración propia.
El conteo de células somáticas en 234 muestras de leche mostró que, de las 144 muestras totales para la ordeña manual, 26 (18%) estaban clínicamente sanas (concentraciones ≤ a 1 000 000 de células/ml), mientras que las otras 118 cabras (82%) presentaron concentraciones superiores a 1 000 000 de células/ml, de las cuales 99 (68.75 %) superaron las concentraciones mayores a 2 500 000 células/ml. En el caso de la ordeña mecanizada, 69 cabras (76.65%) fueron clínicamente negativas, de las cuales 44 (48.88%) presentaron concentraciones menores o iguales a 100 000 células/ml, y solo 21 (23.33%) presentaron concentraciones ≥ a 2 500 000 células/ml (Tabla 2).
Número de células somáticas/ml | Ordeña manual | Ordeña mecanizada |
Número de muestras y % | ||
100 000 | 8 (5.55) | 44 (48.88) |
500 000 | 5 (3.47) | 0 (0) |
700 000 | 0 (0) | 0 (0) |
1 000 000 | 13 (9.03) | 25 (27.77) |
1 700 000 | 6 (4.16) | 0 (0) |
2 500 000 | 13 (9.03) | 17 (18.88) |
> 2 500 000 | 99 (68.75) | 4 (4.44) |
Total | 144 | 90 |
Fuente: Elaboración propia.
Se aisló Staphylococcus spp. a partir de 24 de las 72 muestras de leche obtenidas de la ordeña manual, 14 (19.44%) de las cuales se identificaron como S. aureus y S. xylosus; mientras que en la ordeña mecanizada se aisló Staphylococcus spp. a partir de cuatro muestras de leche (8.88%) de las 45 obtenidas. Se identificó una sola muestra positiva para cada una de las especies de Staphylococcus, S. aureus, S. sciuri, S. xylosus y S. hemolítico (Tabla 3). Los estafilococos coagulasa negativos (SCN) representaron el mayor porcentaje (20.83%) de aislamientos logrados en la ordeña manual y el 6.66% en la ordeña mecanizada (Tabla 3).
Staphylococcus spp. | Ordeña manual | Ordeña mecanizada | ||
Frecuencia y % | IC al 95 % | Frecuencia y % | IC al 95 % | |
Coagulasa Positivos | ||||
S. aureus | 7 (9.72) | 3.70 - 15.70 | 1 (2.22) | 0.0 - 6.52 |
S. intermedius | 2 (2.77) | 0.0 - 6.40 | - | - |
Coagulasa Negativos | ||||
S. sciuri | 2 (2.77) | 0.0 - 6.40 | 1 (2.22) | 0.0 - 6.52 |
S. chromogenes | 2 (2.77) | 0.0 - 6.40 | - | |
S. xylosus | 7 (9.72) | 3.70 - 15.70 | 7 (9.72) | 0.0 - 6.52 |
S. lugdunensis | 1 (1.38) | 0.0 - 4.08 | - | - |
S. haemolyticus | 1 (1.38) | 0.0 - 4.08 | 1 (2.22) | 0.0 - 6.52 |
S. hominis | 1 (1.38) | 0.0 - 4.08 | - | - |
S. epidermidis | 1 (1.38) | 0.0 - 4.08 | - | - |
Total | 24/72 (33.33) | 22.42 - 44.18 | 4/45 (8.88) | 0.05 - 17.19 |
Fuente: Elaboración propia.
En la ordeña manual, el 62.5% de las bacterias presentes fueron SCN, de las cuales el 50% se encontró en concentraciones de ≥ 2 500 000 de células somáticas/ml. Pudo observarse un comportamiento similar en la ordeña mecanizada (75%), pero el mayor porcentaje se observó en concentraciones de 1 000 000 de células/ml (Tabla 4).
Células somáticas/ml | Ordeña manual | Ordeña mecanizada | ||
SCP | SCN | SCP | SCN | |
100 000 | - | - | - | |
500 000 | - | 2 (8.33) | - | - |
700 000 | - | - | - | - |
1 000 000 | 2 (8.33) | 1 (4.16) | 1 (0.25) | 2 (50) |
1 700 000 | - | - | - | - |
2 500 000 | - | 4 (16.66) | - | - |
> 2 500 000 | 7 (29.16) | 8 (33.33) | - | 1 (25) |
Total | 9/24 (37.5) | 15/24 (62.5) | 1/4 (25) | 3/4 (75) |
SCN: estafilococos coagulasa negativos; SCP: estafilococos coagulasa positivos.
Fuente: Elaboración propia.
En lo que respecta a los factores de riesgo para no sufrir mastitis subclínica, se observó que la probabilidad disminuye a 0.05 veces cuando se realiza de forma mecanizada, o lo que equivale a un aumento de 20 veces (1/0.05) cuando la ordeña se realiza de forma manual (p < 0.0035). A su vez, la probabilidad disminuye 11.06 veces (1.605-76.218) cuando se practica con regularidad la limpieza de corrales (p < 0.015). Para el resto de los factores no se observó diferencia estadística (p > 0.05). El sellado de pezones no presentó asociación con la mastitis (OR: 1). Con respecto a la edad, se observa que conforme esta avanza los OR se incrementan, desde 4.064 en cabras de dos años, hasta 33.3 veces más en cabras de cinco y más años (Tabla 5).
Variable | b | EEb | OR | IC al 95% | p |
Intercepto | 3.6587 | 1.7707 | 0.0388 | ||
TO (OM vs OT) | -2.9950 | 1.0263 | 0.050 | 0.007- 0.374 | 0.0035 |
Raza | |||||
Na | -0.1749 | ||||
Nubia vs. Na x Sa | 0.7981 | 0.379 | 0.068 - 2.105 | 0.8265 | |
Na vs. Sa | 0.840 | 0.176 - 4.012 | |||
Na x Sa | 0.7966 | ||||
Na x Sa vs. Sa | 0.8094 | 2.218 | 0.454 - 10.837 | 0.3250 | |
Sa | Referencia | ||||
Edad | 0.7011 | 0.2748 | 0.0107 | ||
2 | 4.064 | 1.433 - 12.640 | |||
3 | 8.194 | 1.715 - 44.941 | |||
4 | 16.519 | 2.053 -159.78 | |||
5 | 33.30 | 2.46 - 568.1 | |||
Tipo de cabra | -0.3724 | 0.7379 | 0.689 | 0.162 - 2.926 | 0.6138 |
Tamaño del rebaño | -0.2538 | 0.5573 | 0.689 | 0.162 - 2.926 | 0.6489 |
Sellado de pezón | 0 | 0 | 1 | - | - |
Limpieza de corral | 2.4033 | 0.9848 | 11.060 | 1.605 - 76.218 | 0.0147 |
b: coeficiente estimado; EEb: error estándar del coeficiente; OR: odds ratio; IC: intervalo de confianza al 95% para OR y el nivel de significancia se dan para cada variable; TO: tipo de ordeña; OM: ordeña manual; OT: ordeña tecnificada; Na: Nubia; Na x Sa: cruza de cabra entre Nubia y Saanen; Sa: Saanen; tipo de cabra (de 1 a 5 partos); tamaño del rebaño (de 50 a 250 cabezas); sellado de pezón (sí vs. no); limpieza de corral (sí vs. no).
Fuente: Elaboración propia.
Discusión
La prevalencia general de animales con mastitis para este estudio (52%) fue similar al observado en San Luis Potosí (53%) por Alvarez & Avila (2016), pero superior al reportado en Michoacán (30.5 %) por Bazán et al. (2009), y superior de lo que Contreras et al. (2007) consideran dentro de los parámetros normales (5%). Probablemente las diferencias de nuestro estudio con los observados por Bazán et al. (2009) se deban a que las cabras en ese estudio pertenecían principalmente a la raza Saanen, la cual en general posee una prevalencia baja de mastitis (Akter et al., 2020).
En países como Brasil, se han observado prevalencias de mastitis subclínica que varían de 22% a 75% (Lima et al., 2018) en ordeña manual. En Bangladesh, la prevalencia oscila alrededor del 38.75% al 50.9% (Akter et al., 2020; Ferdous et al., 2018), mientras que en Kenia se han observado prevalencias que alcanzan hasta un 50.9% (Mahlangu et al., 2018). Todos los estudios incluían cabras de razas locales que se ordeñaban de forma manual.
Manzanero et al. (2018) mencionan que observaron mediante el aislamiento bacteriológico que la mastitis subclínica fue significativamente más prevalente en rebaños ordeñados mecánicamente que en rebaños ordeñados manualmente (p < 0.01).
Para el presente estudio, el umbral considerado como positivo del conteo de células somáticas fue mayor a 1 000 000 de células/ml, la proporción total de muestras negativas fue de 9.02% y 48.88% para los sistemas de ordeña manual y mecanizado, respectivamente. En este sentido, Gelasakis et al. (2016) mencionan que hasta ahora no se ha encontrado una definición universal del umbral de conteo de células somáticas para distinguir entre glándulas mamarias infectadas y sanas en cabras, lo cual coincide con lo reportado previamente por otros autores (Chiang et al., 2010; Stuhr & Aulrich, 2010). También mencionan que establecer un umbral de conteo de células somáticas para el diagnóstico de mastitis subclínica en cabras es un tema de debate entre los investigadores, en donde la mayoría sugiere rangos de 5 × 105 células/ml-1 a 106 células/ml como el umbral más apropiado (Koop et al., 2011).
Aunque son diversos los factores que pueden estar relacionados con el aumento de células somáticas, no necesariamente debe estar asociado con mastitis en cabras, debido a que estas se encuentran como un componente de protección presente de forma natural en la leche (Li et al., 2014). Por esta razón, Gelasakis et al. (2016) mencionan que esto cuestiona la utilidad del conteo de células somáticas como herramienta para el diagnóstico preciso de mastitis subclínica en cabras. En este estudio se optó por utilizar un límite de conteo de células somáticas predefinido >1 000 000 como positivas y corroborado con la presencia de bacterias del género Staphylococcus spp. asociadas a la mastitis.
Los resultados de este estudio son consistentes con lo reportado para los SCN y S. aureus que se encontraron en 50%-90% y 5%-37% de las cabras lecheras con mastitis subclínica, respectivamente (Aiemsaard et al., 2021; Akter et al., 2020; Aydin et al., 2009; Rodrigues et al., 2004; Santos et al., 2009; Taufik et al., 2008; Virdis et al., 2010). Los estafilococos coagulasa negativos se consideran patógenos ambientales; por lo tanto, se podría especular que, principalmente en los sistemas de ordeña a mano, las infecciones por SCN se originan por malas prácticas de ordeño y otras deficiencias en el manejo, como sería la limpieza de corrales.
En este sentido, los principales factores de riesgo asociados a la prevalencia de mastitis en nuestro estudio fueron el sistema de ordeña y la limpieza de corrales, donde se observó que la mastitis incrementó 20 veces cuando se realizó la ordeña de forma manual. Esta información contrasta con lo observado por Manzanero et al. (2018), quienes mencionan que la mastitis subclínica es la forma más prevalente de la enfermedad en rebaños de ordeña mecanizada. Sin embargo, cabe considerar que la proporción de muestras entre tipos de ordeños no fue equivalente, ya que 370 muestras fueron obtenidas de granjas que utilizaron ordeña mecanizada, y 90 muestras se obtuvieron de granjas que utilizaban la ordeña manual. En la ordeña mecanizada el equipo y la rutina son los principales factores determinantes en los cuadros de mastitis, debido a que se ha observado que el estrés generado por una ordeña dolorosa produce una retención láctea, generando una irritación que, en conjunto con un aumento del nivel de vacío, puede provocar mastitis por el incremento del nivel de células somáticas (Bergonier et al., 2003). Por su parte, Hernández (2015), haciendo referencia a la ordeña manual, menciona que la trasmisión de la mastitis puede ocurrir principalmente a través de las manos de los ordeñadores.
Ali et al. (2021) observaron que la mastitis en cabras que estaban alojadas en áreas sucias era 36 (13.8%) veces mayores que en cabras que se mantenían de forma higiénica. Bergonier et al. (2003) observaron que factores ambientales como la humedad, la basura, el lecho húmedo, el forraje, los reservorios y alojamientos mixtos son los principales determinantes de la mastitis en las cabras lecheras. Amin et al. (2011) también encontraron una prevalencia más alta en cabras que se crían en áreas antihigiénicas.
Se observó que conforme la edad aumenta, la probabilidad de contraer mastitis es mayor. Estos resultados coinciden con lo reportado por otros autores, quienes observaron un incremento en la incidencia de mastitis de cabras en edades de tres, cuatro y cinco años, en 1.57, 18.39 y 111.18 veces, respectivamente (Ali et al., 2021). Estos datos también coinciden con los reportados por Mekibib et al. (2010), quienes observaron incrementos de 1 a 2.5 veces en animales jóvenes y adultos. Así mismo, Amin et al. (2011) observaron incrementos en las prevalencias de 22.22%, 49.19% y 52% en cabras de tres, cuatro y cinco años, respectivamente, siendo la edad de cinco años la más crítica, ya que también se ha observado una reducción paulatina de la mastitis en cabras a partir de los seis años (Ali et al., 2021). Tendencias similares, con respecto al incremento en el número de partos, fueron reportados por los mismos autores, al igual que nuestros resultados. Ferdous et al. (2018) observaron que, adicional a la edad y al número de partos, la prevalencia de mastitis también se vio influenciada por el número de crías nacidas, la etapa de lactancia y las lesiones en los pezones.
Se ha observado que la raza Nubia, en comparación a otras razas, tiene recuentos de células somáticas más altos (Park & Humphrey, 1986). Akter et al. (2020) también mencionan que el factor raza influye en la presencia de mastitis, principalmente si la raza tiene pezones en forma cilíndrica. Para el presente estudio no se observó diferencia entre razas.
Conclusiones
La prevalencia de mastitis subclínica en rebaños caprinos del municipio de Comondú en Baja California Sur fue alta, principalmente en aquellos con sistemas de ordeña manual. Las bacterias del género Staphylococcus más prevalentes fueron del tipo ambiental (estafilococos coagulasa negativos y S. aureus) y corroborado con los principales factores de riesgo asociados, los cuales fueron dados principalmente por el sistema de ordeña manual y la falta de limpieza en corrales. Adicionalmente, se observó que existe una tendencia a mayor prevalencia de mastitis conforme la edad y el número de partos aumentan.
Conflictos de interés
Los autores manifestamos que no tenemos ningún conflicto de interés en la publicación del presente trabajo.