ANTECEDENTES
La mujer embarazada es más susceptible a la infección por SARS-CoV-2 que la población general; esto debido a los cambios en el sistema inmunológico característicos de la gestación.1,2 Los estudios iniciales documentaron la imposibilidad de la trasmisión vertical por SARS-CoV-2;3,4 no obstante, las últimas actualizaciones notificaron lo contrario en un grupo muy reducido.5,6,7 A pesar de esta disyuntiva se incrementa la probabilidad de desenlaces obstétricos y neonatales adversos.8,9
La infección por SARS-CoV-2 en embarazadas ocupó un lugar importante como causa de mortalidad materna. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó que en Latinoamérica se registró la mayor cantidad de mujeres embarazadas infectadas por SARS-CoV-2. Se reportaron 3309 muertes maternas y los países con mayor contribución fueron: Brasil, México, Estados Unidos y Perú,10,11 en este último país fue la primera causa indirecta de muerte materna.12
Desde que la Organización Mundial de la Salud autorizó la aplicación de la vacuna contra el SARS-CoV-2, las autoridades sanitarias gestionaron la vacunación en sus poblaciones; sin embargo, se dejó rezagada su aplicación en embarazadas en virtud de la escasa evidencia científica.13,14 Cuando se logró la autorización para la inmunización a este grupo en el Perú, la cobertura de vacunación fue mínima; no superó el 30% en el año 2021.15,16 Ese escenario pudo deberse a estrategias desprovistas de inmunización, desconfianza en el sistema de salud, la deficiente labor en las actividades de prevención y promoción de la salud, motivos de vacilación,17,18 factores socioculturales, mitos, creencias, temor a lo desconocido y falsa seguridad debido a la infección previa.19
Ese panorama obligó a analizar el problema, por lo que el objetivo fue describir la aceptación y los factores asociados con la vacunación contra SARS-CoV-2 en embarazadas para poder comprender y tomar en cuenta sus desenlaces y formular estrategias para encontrar una mejor manera de concientizar a las pacientes y lograr una mayor cobertura de vacunación que, si bien la infección ha disminuido, el riesgo de infección prevalecerá mientras siga habiendo mujeres embarazadas no vacunadas.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio observacional, analítico, transversal y retrospectivo efectuado en una muestra de pacientes embarazadas atendidas en el Centro Materno Infantil Santa Anita, Lima, Perú, seleccionadas por muestreo aleatorio simple entre los meses de enero a junio del 2022. Criterios de inclusión: pacientes en curso del segundo y tercer trimestre del embarazo, mayores de 18 años. Criterios de exclusión: cuestionarios incompletos y quienes no aceptaron participar en el estudio. El cálculo del tamaño de la muestra se efectuó en el programa OpenEpi. Se consideró un nivel de confianza del 95% (IC95%) y una frecuencia hipotética del resultado de 0.5.
Variables de estudio: aceptación o no de la vacuna contra el SARS-CoV-2, motivos para tener solo una vacuna y los referentes al rechazo.
Otras variables: edad de las madres (años), estado civil (casada, conviviente, soltera), grado de instrucción (primaria, secundaria, técnico y universitario), ocupación (ama de casa, trabajo dependiente, independiente), trimestre del embarazo (segundo y tercero), consultas prenatales, embarazos e infección previa por COVID-19.
Se utilizó un cuestionario de elaboración propia. La primera sección indagó acerca de los factores sociodemográficos con 10 preguntas, la segunda la aceptación de la vacuna contra el SARS-CoV-2 con una pregunta y la tercera con tres preguntas. El contenido lo validaron cinco expertos con V de Aiken de 0.84 y para la confiabilidad se efectuó una prueba piloto en 30 embarazadas y se obtuvo un puntaje de Kuder Richardson de 20 (0.70).
La recolección de datos se hizo mediante una encuesta a las embarazadas que cumplieron con los criterios de inclusión. Antes de la aplicación del instrumento, las participantes firmaron el consentimiento informado; cada cuestionario se codificó para la protección de datos.
En el análisis descriptivo de las variables categóricas se calcularon frecuencias y porcentajes. Se realizaron un análisis bivariado mediante la prueba de χ2 de Pearson, regresión logística binaria y se calcularon las razones de prevalencia (RP) con intervalos de confianza y un nivel de significancia estadística del 95%, con valor p < 0.05. Los datos se procesaron en el programa SPSS v.26.
Aspectos éticos
Esta investigación se llevó a cabo conforme a los principios de la Declaración de Helsinki y aprobación del Comité de Ética de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú, se respetó la confidencialidad y el uso exclusivo de los datos para fines de este estudio.
RESULTADOS
Se analizaron 315 embarazadas que cumplieron los criterios de inclusión. El porcentaje de embarazadas que aceptó la vacuna contra el SARS-CoV-2 fue 58.1%, de ellas el 96.2% y 3.8% tenían 2 y 1 dosis, respectivamente. Al momento de la investigación ninguna contaba con 3 dosis. Cuadro 1
Vacuna contra el SARS-Cov-2 | n | % |
---|---|---|
Sí | 183 | 58.1 |
Una dosis | 7 | 3.8 |
Dos dosis | 176 | 96.2 |
Tres dosis | - | - |
No | 132 | 41.9 |
Total | 315 | 100 |
Los motivos para no recibir otra vacuna contra el SARS-CoV-2 en quienes solo se vacunaron con una sola dosis (vacunación parcial) fueron: “ya me enfermé de COVID-19 y con una dosis es suficiente” en 3 de 7 embarazadas; además: “tuve muchas molestias cuando recibí la primera dosis y no quiero que la segunda me ocasione lo mismo”. Quienes no se vacunaron (40.1%) refirieron temor a que su hijo sufriera algún daño; en el 21.9% de los casos fue el esposo quien se opuso a la vacuna. El 6.1% argumentó que su religión no permite la vacunación. Cuadro 2
Motivos de vacunación parcial | n |
---|---|
Embarazadas vacunadas con una sola dosis | 7 |
Ya me enfermé de COVID-19 y con una dosis es suficiente | 3/7 |
No tengo conocimiento en dónde y cuándo debo colocarme la segunda dosis | 0/7 |
Tuve muchas molestias cuando recibí la primera dosis y no quiero que la segunda me ocasione lo mismo | 1/7 |
Mi pareja o mis familiares se molestaron porque recibí la primera dosis y ahora me prohibieron recibir la segunda dosis | 1/7 |
He leído por internet y me contaron mis amistades que si me pongo la segunda dosis mi bebé puede dañarse | 2/7 |
Motivos para no vacunarse | N (%) |
Temor a que dañe a mi hijo | 53 (40.1) |
No sé cuándo y dónde debo vacunarme | 13 (9.8) |
Mi esposo o familiares no quieren que me vacune | 29 (21.9) |
Ya tuve COVID-19, entonces ya no necesito la vacuna | 29 (21.9) |
Mi religión no me lo permite | 8 (6.1) |
Total | 132 (100) |
El 94.5% de las embarazadas entre 18 y 34 años se vacunaron, mientras que las de entre 35 y 40 años (6.1%) no lo hicieron. El 88.5% de las embarazadas vacunadas eran convivientes y el 90.9% de quienes no se vacunaron tenían esta misma característica. Las embarazadas vacunadas tuvieron un 16.3% de estudios técnicos mientras que el 18.9% de las no vacunadas solo tenían instrucción primaria. De acuerdo con la ocupación, el 80.9% de las embarazadas vacunadas eran amas de casa y el 20.5% de las no vacunadas tenía un trabajo independiente. En relación con el trimestre del embarazo ambos grupos tuvieron mayor proporción en el tercero, con 54.6 y 66.7%, respectivamente (p = 0.032). El 56.8% eran multigestas. El 84.2% de las embarazadas vacunadas tuvieron infección previa por SARS-CoV-2 mientras que el 6.1% de las no vacunadas no se infectaron (p = 0.008). Cuadro 3
Variables | n (%) | Aceptación de la vacuna contra SARS-CoV-2 | p valor* | |
---|---|---|---|---|
Sí (n%) | No (n%) | |||
Edad | ||||
18-34 años | 297 (94.3) | 173 (94.5) | 124 (93.9) | 0.822 |
35-40 años | 18 (5.7) | 10 (5.5) | 8 (6.1) | |
Estado civil | ||||
Soltera | 13 (4.1) | 8 (4.4) | 5 (3.8) | 0.777 |
Casada | 20 (6.4) | 13 (7.1) | 7 (5.3) | |
Conviviente | 282 (89.5) | 162 (88.5) | 120 (90.9) | |
Grado de instrucción | ||||
Primaria | 50 (15.9) | 25 (13.7) | 25 (18.9) | 0.188 |
Secundaria | 214 (67.9) | 122 (66.7) | 92 (69.7) | |
Técnico | 42 (13.3) | 30 (16.3) | 12 (9.1) | |
Universitario | 9 (2.9) | 6 (3.3) | 3 (2.3) | |
Ocupación | ||||
Ama de casa | 240 (76.2) | 148 (80.9) | 92 (69.7) | 0.035 |
Dependiente | 29 (9.2) | 16 (8.7) | 13 (9.8) | |
Independiente | 46 (14.6) | 19 (10.4) | 27 (20.5) | |
Trimestres del embarazo | ||||
Segundo | 127 (40.3) | 83 (45.4) | 44 (33.3) | 0.032 |
Tercero | 188 (59.7) | 100 (54.6) | 88 (66.7) | |
Gravidez | ||||
Primigesta | 136 (43.2) | 77 (42.1) | 59 (44.7) | 0.643 |
Multigesta | 179 (56.8) | 106 (57.9) | 73 (55.3) | |
Infección previa por SARS-CoV-2 | ||||
Sí | 278 (88.3) | 154 (84.2) | 124 (93.9) | 0.008 |
No | 37 (11.7) | 29 (15.8) | 8 (6.1) |
*Cálculo con χ2 de Pearson.
Conforme al análisis multivariado, el trabajo dependiente obtuvo un RP = 2.18 (IC95%: 1.13-4.18; p = 0.019), el trabajo independiente RP = 1.39 (IC95%: 0.63-3.09; p = 0.409) y el antecedente de infección por SARS-CoV-2 RP = 2.41 (IC95%: 1.03-5.59; p = 0.040). Cuadro 4
Variable | p valor* | Rp | IC95% |
---|---|---|---|
Ocupación | |||
Ama de casa | Ref. | ||
Trabajo dependiente | 0.019 | 2.18 | 1.13-4.18 |
Trabajo independiente | 0.409 | 1.39 | 0.63-3.09 |
Trimestre del embarazo | 0.113 | 1.48 | 0.91-2.41 |
Infección previa por SARS-CoV-2 | 0.040 | 2.41 | 1.03-5.59 |
Rp: Razón de prevalencia
IC95%: intervalo de confianza al 95%
*Cálculo mediante regresión logística binaria.
DISCUSIÓN
En este estudio, con corte a junio del 2022, poco más de la mitad de las embarazadas había recibido dos dosis de la vacuna contra SARS-CoV-2, cifra menor a la reportada en países industriali-zados20 pero mayor con los reportes de Nemat21 y Chekol,22 quienes encontraron cifras precarias de vacunación en embarazadas. No obstante, coincidió con Azami,23 que reportó un promedio mundial de vacunación de 53%. A pesar de esto, la cifra es preocupante porque denota una gran proporción de embarazadas desprotegidas. Es importante evaluar el cumplimiento de la vacunación en este grupo poblacional para evitar desenlaces maternos y neonatales adversos y fijar una meta de alcance de la vacunación del 100% en las embarazadas.24
Entre los motivos expresados para la no vacunación resaltó el temor de daño al feto, argumento que coincide con diversos estudios.19,21,25 En este punto deben reforzarse las estrategias que incluyan la atención prenatal y los recursos humanos en salud para contrarrestar el desconocimiento y la desinformación referente a la vacuna contra SARS-CoV-2 que motivan que la vacunación siga siendo parcial o nula.26,27 Solo una embarazada expresó su rechazo a la vacuna por motivos religiosos, argumento que coincide con el de Issaris V y colaboradores28 quienes refieren que las políticas sanitarias deben reforzar las campañas informativas acerca de la importancia de la vacuna contra el SARS-CoV-2 en embarazadas, teniendo en cuenta el contexto sociocultural y religioso.
La modalidad de trabajo dependiente fue un factor asociado con la aceptación de la vacuna contra SARS-CoV-2 que incrementó poco más de dos veces (IC95%: 1.13-4.18) las probabilidades de que la embarazada aceptara vacunarse en comparación con las amas de casa. Puede inferirse que esta característica confiere cierta autonomía a la vida diaria, incluida la toma de decisiones respecto a vacunarse. Este resultado es congruente con el de Levy y colaboradores,29 quienes reportaron que la ausencia de actividad laboral remunerada redujo 42% las probabilidades de aceptar la vacuna contra SARS-Cov-2 (OR = 0.58; p = 0.02), y Qasrawi H y su grupo19 reportaron que el empleo aumenta la probabilidad de vacunación (OR 4.0; 95%: 2.2-7.3). De igual modo, Riad y coautores30 precisaron que tal asociación solo es aplicable para mujeres embarazadas (p = 0.002) y deja de ser válida para quienes están en etapa de lactancia (p = 0.259). De este contraste se deduce que mientras el feto permanece en el vientre materno existe una elevada preocupación de la madre, consecuencia de la estrecha dependencia de éste con su madre. Esta conjetura cobra fuerza si se considera que el 40.1% de las embarazadas no vacunadas con alguna dosis refirieron, como principal motivo, el temor a que la vacuna pudiera generar daño a su hijo.
El antecedente de infección por SARS-Cov-2 fue otro de los factores que incrementó casi 2.5 veces la probabilidad de aceptación de la vacunación por las embarazadas evaluadas. Un resultado muy similar fue reportado por Ghamri y su equipo,31 quienes encontraron que ese antecedente incrementó 1.7 veces la probabilidad de vacunación (p = 0.000; OR = 1.33-2.22) y Qasrawi H y su grupo19 hallaron que el antecedente de COVID-19 incrementó casi dos veces esa conducta (IC95%: 1.2-3.1). Padecer COVID-19 en algún momento representa un acontecimiento altamente estresante. Es probable que las embarazadas con este antecedente desarrollen actitudes aversivas frente a la COVID-19 y adopten actitudes positivas frente a la vacunación contra el SARS-CoV-2, lo que explicaría la asociación observada.
En relación con las fortalezas del estudio resalta el haber sido uno de los primeros que indagó el tema de la aceptación de la vacunación contra el SARS-CoV-2 en embarazadas. Además de la amplia muestra recolectada para la obtención de mejores resultados.
Entre las limitaciones del estudio está el posible sesgo de información al considerar como verídicas todas las respuestas de las embarazadas. En virtud de las restricciones sociales impuestas por el estado peruano solo se incluyó un establecimiento de salud.
CONCLUSIONES
Más de la tercera parte de las embarazadas no aceptó la vacunación contra el SARS-CoV-2. Los factores asociados fueron el antecedente de infección SARS-CoV-2 y realizar un trabajo dependiente. Además, la preocupación autorreportada con respecto a la vacuna fue determinante para seguir rechazando la vacunación. Es necesario que el gobierno continúe reforzando las campañas masivas de vacunación y mejorando las actividades de prevención y promoción del trabajador de salud en los diferentes niveles de atención.