Introducción
El dolor es una eventualidad frecuente en medicina, ha sido considerado el síntoma cardinal de las enfermedades y su semiología es una herramienta útil para la elaboración de un diagnóstico. Charles Scott Sherrington definió a este fenómeno como «el complemento psíquico de un reflejo protector imperativo»1.
Si bien es sabido que a lo largo de la historia la definición conceptual del dolor se ha modificado. A la fecha, la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés), lo refiere como «una experiencia sensorial y emocional desagradable que está asociada con, o es parecida a, un daño tisular real o potencial»2.
La necesidad de atender al enfermo con dolor
Se ha documentado que el dolor, en su manifestación aguda, afecta a 80% de los enfermos hospitalizados y que, en su forma crónica, aqueja a 20% de la población general adulta1. Estos elementos sugieren que este síntoma constituye un factor que impacta considerablemente en la calidad de vida de las personas1,3.
Estas consideraciones motivaron que, en la segunda mitad de la década de los cuarenta, se conceptualizara la creación de centros especializados capaces de atender en forma oportuna, óptima y fundamentada en la evidencia el dolor agudo o crónico, asociado a cáncer o no-oncológico, a los enfermos hospitalizados o ambulatorios4.
Las primeras clínicas del dolor en el mundo
La conformación de las primeras clínicas del dolor en el mundo está relacionada a dos médicos anestesiólogos con formación militar de la Unión Americana, ellos fueron John J. Bonica en el Tacoma General Hospital, y Duncan Alexander en el McKinney Veterans Hospital. Con diferencia de meses, ambos médicos implementaron los servicios especializados y multidisciplinarios para la atención de enfermos con dolor (en el año de 1946)5.
La primera clínica del dolor en México
La fundación de la primera clínica especializada en el alivio del dolor, en la República Mexicana, ocurrió en junio de 1972, en las instalaciones del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición «Salvador Zubirán» (INCMNSZ)4-7.
En el INCMNSZ, el Dr. Ramón De Lille Fuentes, médico adscrito al departamento de Anestesiología, tenía que intervenir ocasionalmente a enfermos con dolor (Figura 1). Esta acción asistencial motivó que tuviera una lectura más dirigida hacia la atención de sus pacientes5. En su asistencia a eventos científicos de las asociaciones médicas de anestesiólogos del país, pudo conocer al Dr. Vicente García Olivera, quién tuvo la oportunidad de formarse en el curso para el manejo del dolor con el Dr. Alexander, en el McKinney Veterans Hospital, en 19535.
El conocimiento del Dr. García, en el área del dolor, influyó en la decisión del Dr. De Lille para invitarle a dar una conferencia en el INCMNSZ. Derivado de su exposición y con la aprobación del Dr. Salvador Zubirán Anchondo (director general del instituto de 1946 a 1980), así como con los apoyos de los doctores Javier Ramírez Acosta (jefe de anestesiología del instituto) y Manuel Campuzano Fernández (jefe de cirugía del instituto), los doctores De Lille y García inauguraron en forma conjunta la clínica del dolor del INCMNSZ. Al Dr. García se le otorgó el cargo de médico voluntario honorario5,6.
Los inicios de la clínica del dolor del INCMNSZ (los primeros 30 años, de 1972 a 2002)
1972: las actividades de la clínica se desarrollaban en: (i) un consultorio del área de consulta externa, (ii) la sala de la unidad de cuidados especiales y recuperación, así como (iii) las salas de cirugía y radiología. Al principio los procedimientos intervencionistas se realizaban con el método de placa por placa para identificar la correcta colocación de las agujas6.
1974: la clínica del dolor contó con la colaboración del Dr. Rodolfo Rodríguez Cantú, quien, al haber estudiado acupuntura en Taiwán, realizaba este tipo de procedimientos en los enfermos6,7.
1975: se realizaron los procedimientos intervencionistas mediante el empleo de fluoroscopía con intensificador de imágenes y brazo en «C»6.
1983: se incorporó el Dr. José A. Islas Velasco como médico adscrito a la clínica, quien concluyó sus actividades en el instituto en 19897.
1984: se inició la formación de especialistas en algología, mediante un «curso tutorial» para anestesiólogos y psicólogos con una duración de seis meses6,7.
1985: se puso en marcha un curso interinstitucional con la clínica del dolor del Instituto Nacional de Cancerología (se suspendió esta colaboración en 2018)6,7.
1985-1996: las doctoras Raquel Huerta, Claudia Romero y Rosa M. Durán (entrenadas como acupunturistas en la República Popular China), realizaron trabajos de investigación sobre electroacupuntura6.
1989-1997: a principios de agosto de 1989 y hasta junio de 1997, la clínica del dolor contó con un primer espacio que era apropiado para la asistencia médica y psicológica, además de un área secretarial y un área para la realización de procedimientos intervencionistas6.
1991: el Dr. Uria Guevara López (anestesiólogo, maestro en ciencias e investigador), egresado como algólogo por el Instituto Nacional de Cancerología (generación 1990-1991), se integró como médico de base en la clínica del dolor (Figura 2). Fungió en ese entonces como subjefe de la clínica y fundó el laboratorio de dolor experimental6,7.
1993: el Dr. Guevara creó el Área de Cuidados Paliativos, que inició el servicio conjunto de Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos. En ese año el servicio de clínica del dolor quedó conformado por dos médicos (Ramón De Lille y Uria Guevara), una secretaria (María del Pilar Figueroa Hernández y, luego, Verónica Flores Pareja, Figura 3), dos enfermeras (Elena Arroyo y María de Lourdes Alamilla), una trabajadora social (Eva Almaraz Arriaga), psicólogos (actividad realizada por asistentes voluntarios y residentes de medicina conductual) y un psiquiatra (Arturo Fernández Cerdeño, que posteriormente fue sustituido por Edurne Merced Austrich Senosiain, quien continúa colaborando con el departamento hasta la fecha)7.
1998: ocurrió una reubicación y reorganización de la clínica del dolor con espacios y tiempos de atención bien definidos6.
1999: el Dr. De Lille se jubiló en 1999 y tomó la jefatura el Dr. Uria Guevara7. La Universidad Nacional Autónoma de México generó el curso de postgrado para anestesiólogos en la Clínica del Dolor (algología), misma que se ha impartido en el INCMNSZ; el profesor responsable en ese entonces fue el Dr. Guevara, pero en 2008 tal responsabilidad la asumió la Dra. Argelia Lara Solares6.
2000: ingresó como médico de base la Dra. Argelia Lara-Solares (Figura 4)7.
2002: el entonces departamento de Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos obtuvo el «Annual Institutional Award» de la «Internacional Association for Hospice and Palliative Care» por ser el mejor proyecto de atención paliativa internacional8. El Dr. Guevara inauguró las instalaciones del departamento, con áreas específicas para la atención de enfermos paliativos en situación de terminalidad, con motivo del 30 Aniversario7.
El Departamento de Medicina del Dolor y Paliativa «Dr. Ramón De Lille Fuentes» del INCMNSZ de 2002 a la fecha
2003: la Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos se convirtió en el Departamento de Medicina del Dolor y Cuidados Paliativos7.
2004: ingresó como médico de base el Dr. Antonio C. Tamayo Valenzuela y como médico asistente voluntario el Dr. Alfredo Covarrubias-Gómez7.
2006: el Dr. Alfredo Covarrubias-Gómez recibió su base como algólogo en el departamento (Figura 5)7.
El invaluable papel de la enfermería en la asistencia de enfermos con dolor y hacia el final de la vida, en el Departamento de Medicina del Dolor y Paliativa «Dr. Ramón De Lille Fuentes»
1972 a 1993: se asignaron diversas auxiliares de enfermería (entre ellas, la auxiliar de enfermería Elena Arroyo).
1993 a 1999: la subdirección de enfermería asignó a la auxiliar de enfermería María de Lourdes Alamilla.
2000 a 2002: fueron asignadas las auxiliares de enfermería Rosa María Gutiérrez y Ana María González.
2002: se integró oficialmente la profesión de enfermería en el campo de medicina del dolor y paliativa; de esta manera, iniciaron las actividades técnicas, administrativas, docentes y de investigación con la licenciada en Enfermería (LE) Leticia Tlatempa Leyva.
2003 a 2004: se integró el LE Jorge Salinas Cruz y se iniciaron las rotaciones de pasantes de licenciatura en enfermería, de estudiantes de especialidad externa y, en los últimos años, de estudiantes de los cursos de postgrado en Enfermería del anciano y Atención al paciente en estado crítico.
2004: la enfermera Leticia Tlatempa rotó en los servicios externos del instituto, además se integró a la LE, Verónica Bautista Eugenio.
2010: la enfermera Leticia Tlatempa se reincorporó a la clínica y cambió de servicio en 2015.
2015: las enfermeras especialistas, Ma. Adriana González Lobera y Carmen Hernández Maya, dieron continuidad a las actividades programadas en el servicio.
2016: la enfermera especialista, Emma Capultitla Rodríguez, se incorporó a la clínica y sustituyó a Carmen Hernández, quien, en trabajo colaborativo con la enfermera Adriana González, llevó a cabo la renovación de la logística hasta entonces trabajada, lo cual mostró cada vez más y mejores resultados.
2017: se jubiló la licenciada en Enfermería Especialista (LEE) Adriana González, mientras la LEE Emma Capultitla dio continuidad a la mejora de los instrumentos de valoración de enfermería e incluyó material didáctico, con formatos escritos específicos de educación hacia la red familiar, para los cuidados de confort en el ámbito hospitalario y domiciliar del paciente paliativo.
2021: la LEE Emma Capultitla, como coordinadora y responsable del servicio, gestionó oficialmente la incorporación de un afanador en 2021 y un auxiliar administrativo en 2022.
Las actividades secretariales, de trabajo social, psicología y el voluntariado
Un departamento institucional requiere la colaboración de un grupo de trabajo que se extiende más allá de las acciones de médicos y enfermeras. Por ello, diversas personalidades han participado en el desarrollo del Departamento de Medicina del Dolor y Paliativa «Dr. Ramón De Lille Fuentes» del INCMNSZ (Figura 6).
Desde el área de psicología, la Dra. Anne Marie Brugmann García, del entonces departamento de medicina psicológica, participaba con la clínica dando clases en el curso de algología, durante la jefatura del Dr. Guevara, al atender además a los pacientes desde un punto de vista psicoanalítico. Después, Lou González colaboró en la clínica con el mismo enfoque; y con ella, se comenzaron a recibir alumnos de la maestría en medicina conductual. Desde 2007, la Dra. Sofía Sánchez Román funge como supervisora de la maestría de los alumnos en medicina conductual que han rotado en la Clínica de Dolor. La atención desde 2007 ha sido con un enfoque cognitivo conductual y, últimamente, hemos incorporado cada vez más técnicas de tercera generación.
Desde el área de la psicología, se ha colaborado con el Departamento de Medicina del Dolor y Paliativa en tres ejes principales: (i) sesiones semanales con los médicos residentes, para trabajar temas difíciles con los pacientes, o de interacción con el equipo; (ii) clases para el curso de los residentes de la alta especialidad; y (iii) atención de los pacientes/familiares que son referidos. Aunado a ello, la Dra. Sánchez desarrolló un proyecto denominado «detección de necesidades psicológicas en el paciente con enfermedad avanzada y su cuidador primario» con el apoyo de la Fundación Carlos Slim.
En el área de trabajo social se ha contado con las colaboraciones de las trabajadoras sociales Paula López Carbajal, Lourdes Pérez Pimentel, Elisa Villaseñor García, Paola Báez Castillo y Magali Cortés Nieto.
Desde el área secretarial, inicialmente se contó con la participación de María del Pilar Figueroa Hernández, de 1972 a 1993; posteriormente, de 1993 a 2005, con la de Verónica Flores Pareja. Después han participado diversas compañeras como Rosalba y Verónica A. Nápoles (Figura 7).
Un motor importante del departamento han sido sus alumnos, rotantes y aquellos que han realizado estancias voluntarias. Recientemente hemos contado con el voluntariado de adscritos como el Dr. Covarrubias (2004 a 2006) y el Dr. Hernández (2008 a 2012); y de médicos destacados en su formación como el Dr. Jonathan J. Mendoza (2012 a 2014), de la Dra. María F. Arboleda (2015 a 2016), así como de la Dra. Karla Jarquín y otros más que han demostrado su cariño y entrega a la institución.