Introducción
El cambio climático y la resistencia a antibióticos son dos de las principales amenazas a la salud animal y humana, y entre los diferentes factores que contribuyen a su impacto, la ganadería tiene una participación importante debido a la generación de gases de efecto invernadero (GEI) que se producen durante la fermentación ruminal (FR) (Gerber et al., 2013). A su vez, la demanda de carne y leche proveniente de rumiantes aumenta de manera proporcional al incremento de la población humana (Baldi y Gottardo, 2017), por lo cual, la industria pecuaria además de aumentar la población de sus hatos ganaderos, ha buscado implementar diferentes estrategias que garanticen una eficiencia en la FR y en la utilización de alimento con el fin de obtener un mayor rendimiento de leche y carne. Dentro de estas estrategias se encuentra el uso de aditivos que modulen algunos parámetros de la FR, donde de manera recurrente los productores utilizan ionóforos o antibióticos promotores de crecimiento (APC) en dosis subterapéuticas con el objetivo de promover el crecimiento, mejorar la conversión alimenticia e incluso prevenir infecciones (Dibner y Richards, 2005). Su mecanismo de acción se encuentra relacionado con la inhibición en algunas poblaciones de microorganismos no deseados, lo cual promueve cambios en el microbioma ruminal (MOR) y consecuentemente en la dinámica de la FR. Estos cambios mejoran la utilización de nutrientes y uso de la energía (Dennis et al., 1981; Gaskin et al., 2002; Dibner y Richards, 2005). Sin embargo, existe la preocupación de que el uso imprudente de los APC conduzca al desarrollo de resistencias antimicrobianas y transferencia de genes resistentes a antibióticos a humanos, representando un peligro para la salud del consumidor (Castanon, 2007; Mathew et al., 2007). Por ello se han propuesto otro tipo de aditivos alimenticios con propiedades nutracéuticas, capaces de sustituir a estos compuestos, manteniendo los beneficios reportados y garantizando una producción sustentable.
Dentro de este grupo de aditivos se encuentran los de uso común como ácidos orgánicos, enzimas digestivas, probióticos y prebióticos; además se encuentran aquellos aditivos alternativos como extractos vegetales y minerales como zeolitas de tipo clinoptilolita (Spears, 1996; Benchaar et al., 2008; Meschiatti et al., 2019; Zayed et al., 2020). Debido a su potencial en la producción animal, recientemente se ha incrementado el interés en el uso de estos aditivos alternativos. Sin embargo; las dosis, tipos de dietas o tiempos de exposición efectivos en rumiantes o monogástricos aún no se han dilucidado completamente, observándose en algunos casos efectos nulos o poco convenientes, aunado a que su uso prolongado podría conllevar a una adaptación metabólica, reduciendo el efecto esperado en el animal (Patra y Saxena, 2009; Peña-Torres et al., 2019).
En el caso particular de la clinoptilolita (CTL), las dosis efectivas para monogástricos son conocidas y en la industria avícola es común incluirlas en la dieta de las aves de postura y pollos de engorda (Kyriakis et al., 2002; FEEDAP, 2013; Hcini et al., 2018). Por otra parte, aunque algunas investigaciones han reportado cambios favorables en los parámetros de la FR, la adición de CTL en la dieta de rumiantes no es una práctica rutinaria (McCollum y Galyean, 1983; Khachlouf et al., 2018; Roque-Jiménez et al., 2018). Esta revisión tiene como objetivo mostrar la información actual del uso de la CTL y su efecto en la producción de bovinos y ovinos.
Definición y propiedades de las zeolitas tipo Clinoptilolita
Las zeolitas son aluminosilicatos hidratados de estructura tridimensional constituidos por tetraedros de óxido de silicio y aluminio, los cuales se encuentran compensados con cationes intercambiables de potasio, calcio, magnesio y sodio; cuya función es estabilizar la carga de material (Mumpton, 1998; Coombs et al., 1998). Su estructura les permite formar cavidades ocupadas por iones relativamente inocuos y moléculas de agua, las cuales muestran gran libertad de movimiento. Esto les brinda sus propiedades específicas: el intercambio catiónico, tamizado molecular, adsorción y la deshidratación reversible (Bish y Ming, 2001; Li et al., 2017).
Las zeolitas se formaron a partir de la vitrificación de las cenizas volcánicas, es por ello que se encuentran catalogadas como minerales provenientes de rocas volcánicas, de los cuales se han registrado más de 50 especies (divididas en grupos) donde cada una tiene sus características fisicoquímicas únicas. En la industria pecuaria la zeolita de tipo CTL es la más empleada como aditivo alimenticio debido a que ha mostrado tener efectos benéficos en el rendimiento y salud animal, además, ha demostrado ser un aditivo inerte en el sistema digestivo, debido a que no reacciona químicamente con otros nutrientes o fluidos corporales, por lo que no causa efectos adversos a la salud (Coombs et al., 1998; Valpotić et al., 2017).
La CTL (Ca Na4 K4 [AlO2]5 [SiO2]30 .24H2O) tiene una relación silicio/aluminio ≥4, misma que la hace pertenecer al grupo de las zeolitas de tipo heulandita (Bish y Ming, 2001; Jha y Singh, 2016), es clasificada como un material micro-mesoporoso (0.30 a 4 nm) con una capacidad de intercambio catiónico (CIC) de 2.2 meq/100g (Jha y Singh, 2016; Król, 2020) y una afinidad más pronunciada por algunos elementos: Cs+ > Rb+ > K+ > NH4 + > Ba2+ > Sr2+ > Na+ > Ca2+ > Fe3+ > Al 3+ > Mg2+ >Li+ (Ames, 1960).
Dentro de los efectos estudiados que ha tenido la CTL, se encuentran la desintoxicación de organismos humanos y animales, efecto antibacterial, mejoras en la nutrición e inmunidad de los animales, dosificación de fármacos, separación de biomoléculas, purificación de agua, suelo y aire, absorbente de contaminantes radioactivos y descontaminación de aguas residuales descargadas de centro nucleares (Rostami y Jafari, 2014; Delkash et al., 2015; Song et al., 2015; Yuna, 2016; Valpotić et al., 2017). Debido a sus propiedades presentadas en los animales de engorde, principalmente en aves y cerdos, recientemente se ha propuesto como alternativa para sustituir o complementar el efecto de los promotores de crecimiento tradicionales. El aprovechamiento de los nutrientes cuando se suplementa con este mineral, es atribuido principalmente a dos propiedades específicas, su CIC y su competencia como adsorbente. Estas propiedades posibilitan drenar moléculas no deseadas del organismo, regular la microbiota intestinal, permitiendo con ello un mayor tiempo de retención de los nutrientes, además de una liberación dosificada de los mismos en el tracto digestivo (Wu et al., 2013; Tondar et al., 2014; Valpotic et al., 2016).
Adsorción e intercambio catiónico de las Zeolitas
La adsorción se describe como un proceso donde ocurren interacciones de tipo físicas, químicas o iónicas entre las moléculas de un adsorbente y adsorbato, las cuales influyen en la concentración de un compuesto o fluido (adsorbato) sobre la superficie de un sólido (adsorbente). La CIC de las zeolitas se considera dentro del proceso de adsorción, debido a que los iones del adsorbato solamente son reemplazados por los iones de compensación de la zeolita a través de interacciones electroestáticas que buscan neutralizar la carga (Kammerer et al., 2019). Por lo tanto, se le conoce como CIC a la capacidad de sustitución o desplazamiento de los cationes de compensación de acuerdo con su radio iónico y concentración de carga. Esta capacidad se relaciona directamente con la cantidad de aluminio que contiene la zeolita; entre menor sea la relación silicio-aluminio, mayor será su CIC (Weitkamp y Puppe, 2013).
Últimamente, investigadores han centrado su interés en el estudio de las propiedades adsorbentes de la zeolita y otros materiales para la recuperación de diferentes compuestos, por una parte, para disminuir la carga orgánica de las aguas residuales y por otro lado para utilizarlos en el sector de la cosmética, farmacéutica y alimentaria, con el fin de enriquecer sus productos a una inversión relativamente económica al tratarse de un material de bajo costo (Ahmaruzzaman, 2008; Thiel et al., 2013; Kammerer et al., 2019). Además, se han realizado distintos trabajos con zeolitas para la dosificación controlada o retención de fármacos, aditivos o nutrientes en el organismo, de tal manera que estos sean mejor aprovechados. Por ejemplo, cuando son incluidos en la dieta de animales de producción, este aprovechamiento se ve reflejado en mejoras en el comportamiento productivo (Toprak et al., 2016; Valpotić et al., 2017). Otra propiedad de las zeolitas, es su capacidad para atrapar a las micotoxinas encontradas en productos alimenticios para animales, lo cual disminuye el impacto que estas pudieran causar en la salud animal (Di Gregorio et al., 2014).
Un estudio probó la capacidad de las zeolitas para prolongar el tiempo de liberación de un extracto fenólico, dentro de los resultados encontrados, se observó que, en el transcurso de 3 h, solamente se había liberado el 60 % del extracto de los hidrogeles que contenían 3 % de zeolita, este efecto se le atribuye a que la zeolita provocó una mayor reticulación en el material, además de un menor valor de liberación inicial (Cursaru et al., 2020). Mientras tanto, en otro estudio donde se evaluaron las propiedades de desorción de la CTL (se utilizaron tres tamaños de partícula: pequeño, mediano y grande; 1.5-10 µm, 5-16 µm y 11-40 µm respectivamente) modificada con aspirina bajo condiciones gástricas, se encontró que, a un pH de 2.0 y un tamaño de partícula grande (11-40 µm), la liberación de aspirina fue aproximadamente un 20 % menor que los otros tratamientos. Por otra parte, a un pH de 6.5 (intestinal) se alcanzó el 80 % de liberación de aspirina, lo cual indica que las propiedades de adsorción y desorción de la zeolita son dependientes del pH y tamaño de partícula (Tondar et al., 2014). Con respecto a lo anterior, otros autores han observado que trabajar a un pH menor al pka de la zeolita favorece la recuperación de moléculas, esto debido a la carga negativa de la zeolita y al principio de Coulomb; por lo que es importante mencionar que el punto de inflexión sobre la influencia del pH en la capacidad de adsorción de la zeolita se encuentra en un valor alrededor de 4.5 (Ahmaruzzaman, 2008; Dávila-Guzman et al., 2012; Tondar et al., 2014).
Modificación química de las Zeolitas
Con el fin de aprovechar y potencializar las propiedades de las zeolitas, éstas son sometidas a un proceso de modificación o activación de tal manera que este material se pueda emplear como adsorbente o dosificador de fármacos (Tondar et al., 2014; Servatan et al., 2020) o de distintas moléculas orgánicas (Martins et al., 2020), también, mediante el uso de óxidos o iones metálicos como el zinc, cobre o plata, éstas potencializan su efecto bactericida o bacteriostático (Copcia et al., 2011; Hagiware et al., 2011; Ambrozova et al., 2017; Milenkovic et al., 2017; Fanta et al., 2019), así mismo se han visto zeolitas impregnadas de urea que son utilizadas en la alimentación de rumiantes (Erwanto et al., 2011; Kardaya et al., 2012; Laza-Knoerr y Dumargue, 2020; Sallam et al., 2022). Este principio se basa en la CIC de la zeolita, misma que le permite descationizar selectiva y parcialmente los cationes de compensación, para posteriormente cargar los cationes de interés según el grado de afinidad con el material (Ames, 1960; Sallam et al., 2022). Por lo general para lograr esta modificación química, las zeolitas son sometidas a un proceso de elución llevado a cabo en soluciones acuosas a una concentración y temperatura conocida (Cerri et al., 2002; Montes-Luna et al., 2015).
La zeolita también puede ser modificada por medio de métodos físicos y mostrar efectos favorables, por ejemplo, en un estudio donde se incorporó zeolita vibro activada y micronizada en la ración de vacas lecheras, la zeolita demostró reducir las incidencias de infecciones intramamarias de las vacas (Đuričić et al., 2020). Por otra parte, El-Nile et al. (2021), estudiaron el efecto que tiene la nanozeolita (zeolita reducida mecánicamente) sobre los parámetros de la FR en cabras. En este estudio se reportó una reducción en la producción de metano y una mejora en la producción total de ácidos grasos volátiles ruminales (AGV) y ácido propiónico en las cabras suplementadas.
Uso de la clinoptilolita natural en la industria pecuaria como estrategia de mejora en los parámetros productivos
La zeolita de tipo CTL es empleada en la nutrición animal principalmente por sus efectos sobre la salud de aves, cerdos y vacas lecheras, además es un ingrediente inerte que tiene efectos benéficos sobre la producción; para el caso específico de rumiantes como bovinos y ovinos, se ha observado que además de modular los parámetros de la FR, las zeolitas ocasionan cambios en algunas poblaciones de bacterias y protozoos del MOR (Galindo et al., 1986; Goodarzi y Nanekarani, 2012), reflejándose en la producción de carne y leche.
Efectos en la fermentación ruminal
La CTL tiene una alta afinidad por los iones de amonio, se ha reportado una captura de hasta el 15% de éstos en el rumen, los cuales son liberados lentamente por un intercambio con los iones de sodio contenidos en la saliva que ingresa al rumen durante la rumia (Mumpton, 1998). Esto favorece la eficiencia en la síntesis de la proteína microbiana y reducción en las altas concentraciones de nitrógeno amoniacal (NH3-N), cuando en la alimentación del rumiante se agregan compuestos nitrogenados no proteicos (NNP) (White y Ohlrogge, 1983; Sallam et al., 2022). Además, se han observado cambios en los parámetros de la FR al incorporar CTL natural o modificada en la dieta de rumiantes (Cuadro 1). Por ejemplo, se han visto mejoras en la relación acetato:propionato (A:P) durante la producción de AGV ruminales (McCollum y Galyean, 1983; Kardaya et al., 2012), además de una reducción de hasta el 49 % en las concentraciones de gas metano (Kardaya et al., 2012; El-Nile et al., 2021).
Tiempo de exposicion y dosis empleada | Especie (n) | Efecto observado | Referencia |
---|---|---|---|
CTL calcica y potasica, 0 y 4 % por 3 sem | Ovinos n = 4 | ↑ pH, poblacion de bacterias celuloliticas, produccion total de AGV y absorcion del NH3-N | Goodarzi & Nanekarani (2012) |
Zeolita natural: 0, 20, 40 y 60 g/kg por 52 d | Ovinos Rambouillet n = 40 | ↑ Produccion total de AGV, pH y retencion de N | Roque-Jimenez et al. (2018) |
CTL al 1.4 % por 12 sem | Vacas Holstein n = 30 | T↑ pH ruminal T↓ Concentracion total de AGV y acido propionico | Dschaak et al. (2010) |
CTL-Ca: 0, 10, 20 y 30 g/kg por 35 d | Novillos Holstein n = 4 | T↑ Concentracion total de AGV, relacion A:P ↑ Degradacion de la materia organica, almidon y el flujo del NH3-N al duodeno | Urias-Estrada et al. (2017) |
CTL potasica al 0, 1.5, 3 y 4.5 % por 17 d | Ovinos Pelibuey n = 4 | ↑Concentracion de acido propionico | Ruiz et al. (2007) |
CTL al 0, 1.25, 2.5 y 5 % por periodos de 14 d | Novillos n = 4 | ↑Concentracion de acido propionico T↑ Concentracion total de AGV, digestibilidad de nutrientes ↓ pH y nivel de NH3-N | McCollum & Galyean (1983) |
CTL al 0, 3, 6 y 9 % por periodos de 17 d | Ovinos n = 8 | Cambios en la digestibilidad de la materia seca, proteina y fibra | Ghaemia et al. (2010) |
CTL 200 g/d por 12 sem | Vacas Holstein n = 16 | ↑ pH ↓ Concentracion de acido propionico | Karatzia et al. (2011) |
Zeolita natural al 2 % por 45 d | Ovinos Arabi n = 45 | ↑ pH y concentracion de acido acetico | Mahdavirad et al. (2021) |
Zeolita al 0, 30 y 60 g/d por 90 d | Ovinos Mehraban n = 48 | ↑ Digestibilidad de la PC, MO y fibra. | Forouzani et al. (2004) |
Zeolita natural 1 % y Zeolita impregnada con urea 2 % por 11 d | Ovinos n=24 | ↓ pH ruminal, concentracion de acido acetico y metano Mejor relacion acetato:propionato | Kardaya et al. (2012) |
CTL calcica 3 % por 120 d | Novillos Holstein n = 45 | ↑Concentracion de NH3-N (5.5 h post alimentación) | Sadeghi & Shawrang (2006) |
CTL 1 y 2 % por 90 d | Ovinos Barki n = 30 | ↑ pH y digestibilidad de la PC, MO y fibra. ↓ Nivel de NH3-N (3 y 6 h post alimentacion) | Ghoneem et al. (2022) |
T: Tendencia; NH3-N: Nitrogeno amoniacal; AGV: Acidos grasos volatiles; N: Nitrogeno; PC: Proteina cruda; MO: Materia organica
A continuación, se presentan algunos ejemplos de diferentes estudios donde se evalúan los cambios en los parámetros de la FR y digestibilidad al suplementar a bovinos y ovinos con diferentes dosis de CTL. Por ejemplo, se tomó una muestra de líquido ruminal de ovinos suplementados con dos tipos de CTL y su combinación (cálcica y potásica), y se midió el pH, NH3-N, la concentración total de AGV y población de bacterias a diferentes horas post-alimentación (0, 3, 6 y 10). En este estudio se observó que la CTL cálcica mantuvo el pH ruminal cerca de la neutralidad a las 3, 6 y 10 horas, además, las concentraciones totales de AGV, y la población de bacterias celulolíticas fueron más altos en comparación con los demás tratamientos (Goodarzi y Nanekarani, 20112).
En otro trabajo donde se analizaron los parámetros de la FR, se observó un pH más alto en los corderos suplementados y una mayor producción de AGV al adicionar 40 y 60 g/ kg de zeolita en el alimento (Roque-Jiménez et al., 2018). Se puede observar que la mayoría de los estudios han reportado un pH ruminal alcalino en los animales suplementados con CTL (Dschaak et al., 2010; Karatzia et al., 2011; Mahdavirad et al., 2021). Sin embargo, en un estudio realizado en novillos donde se probaron 3 dosis diferentes de CTL (1.25, 2.5 y 5 %), se reportó un pH ligeramente ácido en los tratamientos donde se incluyó 2.5 y 5 % de CTL; no obstante, se reportó una mayor concentración de AGV totales y ácido propiónico (McCollum y Galyean, 1983). En este trabajo las concentraciones de AGV tendieron a incrementarse en los grupos experimentales (107.7, 106.6 y 106.8 mmol/L) con respecto al control (104.8) y se presentó un aumento significativo en la producción de ácido propiónico (38.1 vs 35.2%) para el grupo donde se incluyó 2.5 % de CTL en la dieta. El aumento en la producción de AGV y ácido propiónico ha sido constante en ovinos (Ruíz et al., 2007; Goodarzi y Nanekarani, 2012; Roque-Jiménez et al., 2018; Sallam et al., 2022) y novillos (McCollum y Galyean, 1983; Urías-Estrada et al., 2017) cuando se utilizan dosis mayores al 1.5 % de CTL en la dieta. Por ejemplo, en ovinos de pelo, se reportó un incremento significativo en las concentraciones de propionato al adicionar 1.5 % de CTL en el alimento (Ruíz et al., 2007). Con respecto a los efectos en la digestibilidad, se ha demostrado que la CTL mejora la digestibilidad de los nutrientes, por ejemplo, la inclusión de CTL en la dieta de ovinos redujo la digestibilidad de la materia seca, pero en cambio mejoró la digestibilidad de la proteína, materia orgánica y de la fibra en los ovinos (Forouzani et al., 2004; Ghaemnia et al., 2010; Ghoneem et al., 2022; Sallam et al., 2022) y novillos suplementados con diferentes dosis de CTL (Galindo et al., 1982; McCollum y Galyean, 1983; Urías-Estrada et al., 2017).
Por otra parte, la zeolita modificada también ha demostrado potencial para modular algunos parámetros de la FR, por ejemplo, Kardaya et al. (2012), estudiaron el efecto que tiene la zeolita impregnada con urea sobre las características de FR en ovinos. Los resultados mostraron que tanto la zeolita como la zeolita modificada con urea pueden ser utilizadas para mejorar la relación A:P y reducir hasta en un 37% la producción de metano en el rumen, sin afectar la producción del resto de los AGV. Además, se observó que los tratamientos con zeolita mantuvieron las concentraciones de NH3-N en rumen y las concentraciones de urea en plasma dentro de un rango normal-bajo. Estos cambios pueden ser atribuidos a la propiedad de adsorción-desorción de la zeolita, permitiéndole crear reservas de NH3-N en el rumen (Sadeghi y Shawrang, 2006; Kardaya et al., 2012). En la mayoría de los sistemas de producción, el nitrógeno derivado de la degradación de las proteínas se produce por encima de la capacidad de los microorganismos ruminales para utilizarlo para su crecimiento, por lo que el exceso de NH3-N se absorbe a través de las paredes ruminales e ingresa al ciclo de la urea en el hígado, para posteriormente reingresar al rumen por medio de la saliva o ser excretado en la orina. Esto incrementa la liberación de nitrógeno al medio ambiente y puede generar un aumento en los costos de producción.
El mecanismo de acción de este mineral se encuentra relacionado a las modulaciones que ocasiona en el ambiente ruminal: La zeolita ocasiona un efecto buferizante en el rumen (debido a su alta capacidad de intercambio de iones de H+), proporcionando condiciones favorables para el desarrollo y la actividad de las bacterias celulolíticas del rumen, además de una mejor eficiencia digestiva y producción de AGV (White y Ohlrogge, 1983; Pond y Mumpton, 1984; Goodarzi y Nanekarani, 2012). Además, las reservas de NH3-N y su liberación controlada en el rumen debido a la CIC de la zeolita, permite una mayor utilización del nitrógeno de la dieta para la síntesis de proteína microbiana (White y Ohlrogge, 1983; Pond y Mumpton, 1984; Sadeghi y Shawrang, 2006; Erwanto et al., 2011). Así mismo, en la mayoría de los estudios presentados anteriormente, se ha reportado un aumento en las concentraciones de propionato y en la reducción de la síntesis de metano. Estos cambios pueden estar relacionados a la CIC de la zeolita, permitiéndola actuar como sumidero de H+ molecular y ocasionando una disminución en su disponibilidad para la reducción de dióxido de carbono a metano por actividad de los metanógenos; otra posible explicación sugiere un efecto directo de la zeolita sobre la composición de las comunidades del MOR y sus productos finales.
Se ha reportado que un cambio en el patrón de producción en los AGV hacia una mayor producción de propionato es consecuencia de una mayor digestión ruminal del almidón o de un uso más eficiente de la energía, debido a que las bacterias ruminales utilizan más iones de H+ para la síntesis de propionato en lugar de acetato o metano (Boadi et al., 2004; Urías-Estrada et al., 2017). Los cambios en las concentraciones de propionato y metano podrían beneficiar tanto a la eficiencia de la producción ganadera como al medio ambiente. El metano que se forma durante la FR contribuye al 40 % de los gases de efecto invernadero que se generan en la producción de rumiantes, además, la producción de este gas representa para el rumiante hasta un 12 % de pérdida de la energía bruta del alimento (Beauchemin et al., 2020).
Efectos en el comportamiento productivo y características de la canal
A pesar de los potenciales efectos positivos sobre los parámetros de FR, el efecto de las zeolitas sobre el rendimiento en rumiantes no ha sido concluyente (Cuadro 2). Desde una perspectiva metabólica, las zeolitas no tienen un efecto directo sobre el rendimiento del ganado; sin embargo, al neutralizar el pH ruminal, proporcionan condiciones ruminales más favorables para un mejor desarrollo y actividad de las bacterias, y por consecuencia una mejora en la productividad animal. De acuerdo con esto, corderos (Deligiannis et al., 2005; Norouzian et al., 2010; Stojković et al., 2012; Estrada-Angulo et al., 2017; Abdelrahman et al., 2021) de diferentes razas y novillos (Sherwood et al., 2005) registraron mejores ganancias de peso y eficiencia alimenticia cuando fueron suplementados con CTL. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que la suplementación con CTL no tiene efecto sobre el comportamiento productivo animal (McCollum y Galyean, 1983; Bosi et al., 2002; Toprak et al., 2016; Mahdavirad et al., 2021); no obstante, tampoco se ha reportado un efecto negativo sobre la producción, a excepción del estudio de Pond et al. (1984); En este trabajo se encontró una reducción en las ganancias de peso de los corderos suplementados con CTL y urea como fuente de NNP.
Tiempo de exposicion y dosis empleada | Especie (n) | Efecto observado | Referencia |
---|---|---|---|
CTL al 0, 1.5 y 3 % por 6 sem | Ovinos Balouchi n = 30 | ↑ GDP | Norouzian et al. (2010) |
Zeolita al 0, 30 y 60 g/d por 90 d | Ovinos Mehraban n = 48 | ↑ Consumo de alimento ↑NS CA y AOC ↓Menor deposicion de grasa dorsal | Forouzani et al. (2004) |
CTL al 0, 1.5, 3 y 4.5 % por 75 d | Ovinos Kathadin x Pelibuey n = 40 | ↑ Masa magra ↓ grasa tisular y visceral T↑ AOC | Coronel-Burgos et al. (2017) |
CTL 1 y 2 % por 90 d | Ovinos Barki n = 30 | T↑ GDP y T↓ CA | Ghoneem et al. (2022) |
Zeolita natural: 0, 20, 40 y 60 g/kg por 52 d | Ovinos Rambouillet n = 40 | ↑GDP y CA | Roque-Jimenez et al. (2018) |
CTL: 0 y 3% por 3 meses | Ovinos Karagouniko n = 24 | ↑GDP y consumo de alimento Caracteristicas de la canal sin cambio | Deligiannis et al. (2005) |
CTL al 0, 1.5, 3 y 4.5 % por 75 d | Ovinos Kathadin x Pelibuey n = 40 | ↑CA Sin cambio en consumo de alimento | Estrada-Angulo et al. (2017) |
CTL al 1.2 % por 168 d | Bovinos n = 96 | ↑NS GDP (3.4 %) y CA (2.8 %) | Sherwood et al. (2005) |
CTL al 0, 1, 2 y 3 % por 56 d | Ovinos Kathadin x Pelibuey n = 40 | Sin cambios en el comportamiento productivo ↓Menor deposicion de grasa dorsal | Estrada-Angulo et al. (2017) |
CTL al 1 y 2 % por 56 d | Ovinos Naemi n = 24 | ↑ Ganancia total de peso y consumo de alimento | Abdelrahman et al. (2021) |
Alimento a base de CTL | Ovinos n = 15 | ↑ Ganancia total de peso, GDP y CA ↓ Incidencia de diarreas | Stojkovic et al. (2012) |
Aluminosilicato de sodio: 0 y 200 g/d por 100 d | Vacas Holstein n = 42 | ↑Produccion de leche (+2.18 kg/vaca) Sin cambios en la composicion quimica de la leche | Khachlouf et al. (2019) |
CTL al 0, 150 y 300 g/d por 20 sem | Vacas Holstein n = 90 | Sin cambios en la produccion de leche | Marin et al. (2020) |
T: Tendencia; GDP: Ganancia diaria de peso; NS: Resultado no significativo AOC: Area del ojo de costilla; CA: Conversion alimenticia
Por otro lado, los cambios en las características de la canal por efecto de la suplementación con CTL son limitados y además, los resultados encontrados hasta ahora son poco claros; algunos estudios reportan canales más magras y con una tendencia al aumento del área del ojo de costilla (Estrada-Angulo et al., 2017; Coronel-Burgos et al., 2017; Sallam et al., 2022; Ghoneem et al., 2022), mientras que otros autores no han observado efecto alguno en ninguna de las características de calidad de las canales (Pond et al., 1984; Deligiannis et al., 2005; Sherwood et al., 2005) aun cuando los animales suplementados presentaron mejores ganancias de peso con respecto al grupo control. Una de las características de calidad de la canal de gran importancia económica es el rendimiento (relación entre el peso de la canal caliente y peso vivo del animal), y es bien conocido que se puede mejorar aumentando el nivel nutricional de la dieta (Alexandre et al., 2009). En este sentido, la zeolita al ser un ingrediente que no tiene ningún aporte energético, disminuye la concentración de energía neta cuando es incluida en la dieta (Coronel-Burgos et al., 2017; Estrada-Angulo et al., 2017). Esta reducción de la densidad energética de la dieta puede reflejarse en una menor deposición de tejido muscular y grasa corporal en las canales de los animales suplementados, y por consecuencia en el rendimiento de éstas. Sin embargo, se requiere de más investigación para establecer si la CTL puede mejorar las características de las canales y además, aclarar las condiciones nutricionales de la dieta para una mejor utilización de la energía bajo una suplementación con este mineral.
Por otra parte, Khachlouf et al. (2018) recientemente realizaron un meta-análisis sobre los efectos en la producción y composición de la leche proveniente del ganado lechero suplementado con zeolita, principalmente CTL. El meta-análisis reveló un aumento en la producción de leche cuando las vacas son suplementadas con dosis entre los 200 y 300 g/d. Una mejora en el rendimiento de la leche puede ser resultado de una modificación en algunos de los parámetros de la FR como: un aumento en la producción de propionato, mejoras en la digestibilidad o una mayor síntesis de proteína microbiana (Marin et al., 2020). No obstante, algunos autores no reportaron cambios en la producción de leche (Bosi et al., 2002; Dschaak et al., 2010; Khachlouf et al., 2019); estas inconsistencias pueden estar relacionados a la dosis utilizada, la composición de la dieta o de la zeolita, consumo de alimento o el tamaño de partícula del alimento (Khachlouf et al., 2018; Marin et al., 2020).
Es importante resaltar que con respecto a la influencia en la calidad de la carne de rumiantes por la suplementación con CTL, hasta nuestra revisión se cuenta con muy poca información disponible en la literatura. No obstante, los resultados de un estudio reportan una mejora en el color de la carne de corderos suplementados con 1 % de CTL, principalmente en los parámetros L*, a* y C*, además se observó una mejora en el perfil lipídico e índices nutricionales de la carne de los corderos suplementados (Tánori-Lozano et al., 2022). Este último resultado, coincide con los cambios reportados en el perfil lipídico de la carne de aves suplementadas con CTL (Mallek et al., 2012; Hcini et al., 2018).
Seguridad de la Clinoptilolita
Con respecto al uso de CTL, hasta el momento no se han reportado efectos tóxicos a su exposición durante períodos largos, incluso algunos estudios han encontrado resultados prometedores sobre la inhibición del desarrollo de células cancerígenas (Pavelić et al., 2018; Eisenwagen y Pavelić, 2020). Recientemente se ha discutido la posibilidad de que ocurra una desorción de los metales pesados atrapados en las zeolitas cuando esta transita por el intestino; sin embargo, debido a la alta afinidad que tiene la CTL por los metales pesados, la adsorción es casi irreversible (Hamidpour et al., 2010; Tondar et al., 2014).
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) aprobó el uso de CTL como un aditivo seguro para utilizarse en la industria pecuaria a dosis de hasta 10,000 mg/ kg. La CTL al ser un aditivo inerte, no se absorbe ni se degrada durante su paso por el tracto digestivo, por lo que es completamente excretada en las heces (FEEDAP, 2013). En ninguno de los estudios anteriores se reportaron efectos negativos sobre la productividad o salud de los animales que fueron suplementados con CTL. Por el contrario, la adición del mineral a la dieta contribuyó a su salud, disminuyendo el índice de diarreas o infecciones intramamarias (Deligiannis et al., 2005; Norouzian et al., 2010; Stojković et al., 2012; Khachlouf et al., 2019; Đuričić et al., 2020), así como las concentraciones de aflatoxinas (Katsoulos et al., 2016) y de metales pesados (Khachlouf et al., 2019) en la leche de vacas. Otra de las preocupaciones sobre el uso de zeolitas en la nutrición animal, es su potencial efecto de adsorber minerales o vitaminas esenciales, lo que a largo plazo pudiera provocar desbalances nutricionales y repercutir negativamente en la productividad animal. No obstante, varios estudios han mostrado que la suplementación con CTL no tuvo efectos adversos sobre las concentraciones séricas de Cu, Fe, Zn, Na, K, Ca, Mg y vitaminas A y E (Bosi et al., 2002; Papaioannou et al., 2002; Katsoulos et al., 2005; Khachlouf et al., 2019). Incluso, Khachlouf et al. (2019) reportaron un incremento en las concentraciones de Ca sanguíneo en las vacas suplementadas con 200 g/d de CTL en su etapa pre-parto y lactancia; este resultado sugiere que la inclusión de CTL en la dieta de las vacas podría reducir la incidencia de hipocalcemia post-parto.
Conclusiones y perspectivas futuras
La continua preocupación por el riesgo a la salud humana y animal que representa el uso indiscriminado de los APC, aunado al necesario traslado hacia un sistema de producción sustentable con menor impacto ambiental, requiere la búsqueda de ingredientes con valor nutricional y/ o propiedades bioactivas que compitan con los promotores de crecimiento tradicionales. Sin embargo, hoy en día existen muchas preguntas e incertidumbre sobre el uso de estos ingredientes alternativos para implementarse rutinariamente en la producción animal, principalmente debido al desconocimiento sobre los beneficios que éstos compuestos pueden tener tanto en el aspecto económico, como productivo y ambiental. Por otro lado, el uso de productos de origen natural tiene poca aceptación por parte de los productores a causa de que los efectos de algunos de estos compuestos son moderados e incluso en algunos casos inconsistentes. Hasta el momento, según la información actual, el uso de CTL en la dieta de rumiantes pudiera ser una estrategia prometedora para la obtención de mejores resultados en la producción y calidad de carne y leche proveniente de rumiantes.
Los resultados presentados en esta revisión muestran el potencial que tiene la CTL en la producción animal, por lo cual se requiere realizar más investigaciones sobre el uso de este aditivo, con la finalidad de establecer las condiciones de dosificación, composición de la dieta y de la zeolita, así como el tamaño de partícula del mineral. Además, se requieren nuevos estudios sobre los efectos en la calidad de la carne de los rumiantes.