Introducción
La coloración del plumaje en las aves está determinada por pigmentos como la melanina y los carotenoides (Van Grouw 2006, Hill 2010); una disminución o ausencia de estos pigmentos puede ocasionar cambios en la coloración de las plumas (Van Grouw 2006, 2013). Un tipo de aberración cromática que se presenta comúnmente en el plumaje de las aves es el leucismo (Van Grouw 2006); que consiste en la falta de pigmento por la ausencia congénita y hereditaria de células de pigmento de algunas o todas las áreas de la piel donde normalmente están presentes y donde normalmente proporcionan pigmento a las plumas en crecimiento (Van Grouw 2006, Ma habal et al. 2016).
Existen diferentes tipos de leucismo conocidos: el leucismo total, que consiste en el plumaje con aspecto completa mente blanco; y el leucismo parcial, cuando presenta plumas de color blanco combinadas con plumas normales. El patrón del plumaje (parches blancos) se presenta con simetría bilateral y la cantidad del plumaje anormal no cambia con la edad. La coloración de pico y patas puede ser de aspecto rosáceo o de color normal. La coloración de los ojos es normal (Van Grouw 2006, Mahabal et al. 2016).
Este tipo de anomalías generalmente se debe a cuestiones genéticas, que corresponden a la expresión de un gen recesivo, que se manifiestan en las poblaciones silvestres, que podrían ser generados por factores ambientales, la alimentación, la endogamia, la exposición a la luz solar, la contaminación, enfermedades o lesiones (Sage 1962, Buckley 1982, Bensch et al. 2000, Møller y Mousseau 2001, McGraw et al. 2003, Van Grouw 2006). Adicionalmente, la ausencia de pigmentos puede ser desventajosa para los individuos que exhiben esta condición, pues los hace más evidentes a los depredadores, y además afecta las relaciones con otros congéneres o los pro cesos de regulación fisiológica (Davis 2007).
En México se han documentado diversos casos de leucismo (total o parcial) en aves (e.g., Ayala-Pérez et al. 2014, Rodríguez-Casanova y Zuria 2018a). Sin embargo, de acuerdo con la revisión realizada por Tinajero et al. (2017) con base en la clasificación de Mahabal et al. (2016) sólo los casos para especies como garrapatero pijuy (Crotophaga sulcirostris), chorlo tildío (Charadrius vociferus), gaviota occidental (Larus occiden talis), zopilote aura (Cathartes aura), caracara quebrantahuesos (Caracara cheriway), papamoscas negro (Sayornis nigricans), gorrión doméstico (Passer domesticus) son de leucismo (Tinajero y Rodríguez-Estrella 2010, 2014, Ayala-Pérez et al. 2014, Rodríguez-Ruiz et al. 2017, Rodríguez-Casanova y Zuria 2018a, Rodríguez-Casanova et al. 2019).
Para el caso de la gallareta americana (Fulica americana) está reportado un caso de leucismo parcial en el lago de Zumpango, en el Estado de México (Rodríguez-Casanova y Zuria 2018a); sin embargo, de acuerdo con la revisión de Tinajero et al. (2017) éste es un caso de canoso progresivo (i.e., pérdida progresiva de células pigmentarias con la edad; Mahabal et al. 2016). Aunque existen algunos reportes de aberraciones cromáticas en la gallareta americana (F. americana), éste es el primer reporte de leucismo total en México.
La gallareta o focha americana es un ave del orden Gruiformes que pertenece a la familia Rallidae. Se distribuye ampliamente desde Alaska hasta el norte de Sudamérica; habita en cuerpos de agua como lagunas, lagos y pantanos. En invierno suele observarse en campos de cultivo, estanques de parques y bahías de agua salada (Brisbin y Mowbray 2020, Sibley 2014). Durante la temporada de reproducción necesita cuerpos de agua dulce poco profundos con mucha vegetación. En otras épocas del año puede residir en casi cualquier hábitat acuático como lagunas o embalses con costas vacías, campos abiertos cerca de lagos, marismas y bahías costeras. Ocasionalmente migran por el mar a corta distancia de la costa (Howell y Webb 1995, Brisbin y Mowbray 2020, Sibley 2014). Esta especie es un ave acuática resistente y adaptable, ya que se observa en humedales altamente perturbados por actividades humanas (e.g., contaminación por aguas residuales, urbanización).
Esta gallareta es de hábitos gregarios y no presenta di morfismo sexual. El plumaje de los individuos adultos es gris carbón con cabeza negra, pico ancho de color blanco, con un escudo frontal blanco y castaño, patas amarillas o anaran jadas (Figura 1A; Howell y Webb 1995, Sibley 2014, Brisbin y Mowbray 2020). En la parte central de México, como en la la guna de Zumpango, lago de Guadalupe y lago Nabor Carrillo, las poblaciones de F. americana presentan altas abundancias durante la época invernal, así como colonias reproductoras (Rodríguez-Casanova y Zuria 2018b, obser. pers.).
Observación en campo
En visitas que realizamos el 29 y 31 de mayo y el 26 de ju nio de 2020, observamos un individuo adulto de F. americana con leucismo total dentro del cuerpo de agua del lago Na bor Carrillo en el municipio de Texcoco, Estado de México (20°28’42.8” N, 98°58’42.7” O) a 2240 msnm. Las observa ciones las hicimos entre las 08:00 h y 10:30 h, con apoyo de binoculares (Konus Supreme 8 x 32 mm, Carl Zeiss Tierra ED 10 x 42 mm, Eagle Optics 10 x 50 mm) y cámaras fotográficas (Nikon D3200, Nikon Coolpix P900 83x, Nikon Coolpix P520). Utilizamos la propuesta de Mahabal et al. (2016) para determinar el tipo de anomalía.
El individuo mostró coloración blanca en su plumaje en la mayor parte del cuerpo, desde la frente hasta la espalda, con algunas plumas oscuras en el dorso y un manchón oscuro en la frente. El color del pico y los ojos presentaban coloración normal (Figuras 1A, B y C).
En estos días observamos al individuo de F. americana durante 150 minutos, tiempo en el cual mostró comportamiento normal. Durante las observaciones divisamos al individuo nadando en el cuerpo de agua -en dirección NESO desplazándose hasta 1 km-, desde el borde del cuerpo del agua hasta 400 m de éste. Además, lo observamos alimentando a una cría (Figura 1D); posteriormente la cría se quedó con otro adulto, hembra quizá (Figura 1E). Esta observación de comportamiento permitió inferir que el individuo adulto con leucismo es macho, ya que la mayor parte del tiempo de observación permaneció solitario. También lo escuchamos emitiendo vocalizaciones y además forrajeando (Figura 1F).
Discusión
Las aberraciones cromáticas se observan frecuentemente en especies gregarias o sedentarias que suelen presentar endogamia (Van Grouw 2006). El leucismo en poblaciones silvestres de aves es escaso; diversos autores mencionan que menos del 1% de los individuos se ven afectados (Møller y Mousseau 2001, Ayala-Pérez et al. 2013). A lo largo de la distribución geográfica (Alaska hasta el norte de Sudamérica) de F. americana, sólo existe un reporte previo de leucismo parcial realizado en la parte central de México (Rodríguez-Casanova y Zuria 2018a). Este reporte se realizó en la laguna de Zumpango (a 36 km del lago Nabor Carrillo); sin embargo, fue un caso de canoso progresivo, de acuerdo con Tinajero et al. (2017). Existen diversos reportes de leucismo parcial para F. americana, sin embargo, éstos son informales (Rodríguez-Casanova y Zuria 2018a), y se encuentran en la colección de la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia en Estados Unidos (Brisbin y Mowbray 2020). En este sentido, el registro de la gallareta con leucismo total que realizamos en mayo y junio de 2020 representa el primero para México.
Existen reportes de aberraciones cromáticas para especies del género Fulica que han sido previamente documentadas en Sudamérica (Argentina, Ecuador y Perú, principalmente). En estos registros se reportan solamente casos de leucismo parcial en focha andina (F. ardesiaca), focha frentirroja (F. rufifrons), focha aliblanca (F. leucoptera) y focha de ligas (F. armillata) (Henry 2005, Cadena-Ortíz et al. 2015, Mena-Valenzuela 2017, Mena-Valenzuela y Mena-González 2016, Nolazco 2010, Urcola 2011, Vizcarra 2015).
El escaso número de reportes de la presencia de en F. americana, así como en otras aves, muestra la escasa información científica sobre este tipo de alteraciones morfológicas, aun cuando se trata de una especie de amplia distribución geográfica, común en ambientes acuáticos y abundante en casi todo el territorio mexicano. Por lo tanto, resulta necesario el incremento en el número de estudios, así como de estudios poblacionales y genéticos que ayuden a conocer los factores ambientales y biológicos que estimulan la expresión del leu cismo en las aves.