Introducción
En México, el oso negro (Ursus americanus ) es el carnívoro de mayor tamaño, de origen holoártico y la única especie de la Familia ursidae aún presente en el país (Leopold 1959; Lariviere 2001; Aranda 2012; Doan-Crider y Moctezuma 2014). Desde 1986, esta especie se encuentra protegida por las leyes mexicanas, debido a la disminución en más de 80 % de su área de distribución, y a que sus tendencias poblacionales en todo su rango de distribución están a la baja como consecuencia de la fragmentación; debido también a la pérdida de su hábitat y a la cacería (INE 1999). Sin embargo, sólo la subespecie U. a. eremicus, distribuida en la Sierra Madre Oriental, en el noreste de México, es considerada como en peligro de extinción, excepto la población de Sierra del Burro, en Coahuila, donde se considera dentro del área de Protección Especial por la NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT 2010). Asimismo, se trata de una especie prioritaria para el gobierno mexicano a través del Programa de Conservación de Especies en Riesgo (PROCER; SEMARNAT / CONANP / PROCER 2012).
Históricamente, se ha descrito que el oso negro habitaba en montañas escarpadas cubiertas de matorrales, bosque de pino o encino a lo largo de la Sierra Madre Oriental, por la Vertiente del Golfo de México, en los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí (Leopold 1959; Jiménez-Guzmán et al. 1999; Lariviere 2001; Sosa et al. 2005; Juárez-Casillas y Varas 2013), y probablemente Hidalgo (Rojas-Martínez y Juárez-Casillas 2013). Por la Sierra Madre Occidental, en la vertiente del Pacifico, se distribuía en Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Durango, Zacatecas (Leopold 1959; Lariviere 2001; Aranda 2012; Delfín-Alfonso et al. 2012; Juárez-Casillas y Varas 2013), Nayarit (Baker y Greer 1962), y Aguascalientes (Hall 1981; Delfín-Alfonso et al. 2012). En la actualidad, se conoce poco sobre su distribución, pero se sabe que existen poblaciones estables en Sonora, Chihuahua, Coahuila y Nuevo León (Jiménez-Guzmán et al. 1999; Delfín-Alfonso et al. 2011; Delfín-Alfonso et al. 2012; Juárez-Casillas y Varas 2013; Doan-Crider y Moctezuma 2014). No obstante, hay propuestas sobre los hábitat primarios del oso negro en Norteamérica (Scheik y McCown 2014).
En el ámbito mundial, un reconocido sitio de refugio para importantes especies de flora y fauna silvestre y entre ella, para el oso negro es la Reserva de la Biosfera El Cielo (Sánchez-Ramos et al. 2005), ubicada en un área de transición entre dos grandes regiones biogeográficas: la Neártica y la Neotropical. Dicha área natural se localiza en la Sierra Madre Oriental, al suroeste de Tamaulipas; presenta una superficie de 144,000 hectáreas pertenecientes a cuatro municipios: Gómez Farías, Ocampo, Llera y Jaumave, en los ramales conocidos como Sierra de Cucharas y Sierra Chiquita (Sánchez-Ramos et al. 2005). El Bosque Mesófilo de Montaña, bosque de niebla o nubliselva (cloud forest) fue el detonante para crear esta Reserva de la Biosfera.
La Reserva de la Biosfera El Cielo resulta de vital importancia para conservar las poblaciones de oso negro de la vertiente del Golfo de México, ya que funciona como corredor biológico que conecta a las poblaciones de Tamaulipas con las de Nuevo León (Jiménez-Guzmán et al. 1999; Sosa et al. 2005). No obstante, la presencia de esta especie en el área es considerada rara y asociada únicamente a los bosques templados (Sosa et al. 2005; Juárez-Casillas y Varas 2013). En consecuencia, no se tiene un registro con datos geográficamente referenciados o ejemplares colectados para la parte neotropical, particularmente en los bosques tropicales subperennifolios de esta área natural, en colecciones científicas, publicaciones o en bases electrónicas de datos en línea (López-Wilchies 2003; GBIF 2015; IREKANI 2015; UNIBIO 2015).
Como parte del proyecto Conservación del jaguar (Panthera onca) y análisis de conflictos con la población humana en la Reserva de la Biosfera El Cielo, financiado por el programa de conservación de especies en riesgo, ejercicio fiscal 2013, en el municipio de Gómez Farías, estado de Tamaulipas (23º 0´ 36.70´´ N, -99º 17´ 48.04´´ W). Se realizó un muestreo sistemático mediante cámaras trampa entre abril de 2013 y abril de 2014. Se colocó 44 cámaras trampa de la marca BUSHNELL HD(r) modelo 119437 en 22 estaciones dobles, a una altura no mayor de 40 cm del nivel del suelo (Chávez et al. 2013). Las cámaras fueron programadas para captar video y permanecer activas durante 24 horas. La posición de cada una fue georreferenciada con un geoposicionador modelo Garmin etrex(r). Durante el muestreo, las cámaras fueron revisadas al menos una vez al mes. En cada video detectado, se imprimió la hora y la fecha (Figura 1). Se obtuvo el esfuerzo total de muestreo multiplicando el número total de estaciones dobles por el total de días de muestreo (Medellín et al. 2006).
La vegetación predominante del área es el bosque tropical subperennifolio, vegetación secundaria y áreas de cultivo (Medrano 2005). El clima es cálido húmedo con lluvias en verano: (Aw2(A), Ca, Cb y BS). La precipitación y temperatura media anual varían de 95.2 a 1,028.7 mm y de 14 a 25.2 °C, respectivamente (Medrano 2005).
Con un esfuerzo total de muestreo de 8,580 días/trampa, y 660 días/trampa para cada mes, se obtuvo 2,701 videos de mamíferos grandes y medianos de la región, así como de aves. De estos registros, ocho videos correspondieron a la presencia de oso negro (Ursus americanus ) en bosques tropicales subperennifolios y a una altura de 372 m en la cabecera municipal de Gómez Farías en la Reserva de la Biosfera El Cielo (Figuras 1 y 2). Con base en su conformación anatómica, tamaño de los ejemplares y edad, pudimos identificar a cinco diferentes individuos en las siguientes fechas (dd-mm-año): A) un macho adulto: 31-julio-2013, 29-julio-2013, 09-septiembre-2013, 01-septiembre-2013. B) una hembra adulta: 04-agosto-2013 y 08-agosto-2013. C) dos crías; 04-agosto-2013 y 08-agosto-2013 y D) un macho juvenil: 09-agosto-2013, en las subsecuentes coordenadas geográficas: 23º 4´ 39.62´´ N, -99º10´ 1.81´´ W; 23º 5´ 16.72´´ N, - 99º 9´ 38.90´´ W; 23º 4´ 75´´ N, -99º 10´ 40.91´´ W; 23º 0´ 34.97´´ N, -99º 9´ 0.52´´ W. Las imágenes captadas de los videos fueron depositadas en la Colección Nacional de Mamíferos del Instituto de Biología de la UNAM, con el número de catálogo IREKANI-IB-CNM-UNAM-11816 al 11819.
Se trata de los primeros registros de la presencia de oso negro en áreas de bosques tropicales y a una altura menor de 600 m. de las que se tienen registros (Lariviere 2001; Doan-Crider y Moctezuma 2014). Existen únicamente dos registros previos en el área: A) El colectado en Matorral Xerófilo de la localidad La Joya de Salas en 1970, de sexo indeterminado y depositado en la Universidad de Michigan - Ann Arbor. B) El colectado en bosques mesófilos de montaña de la localidad Rancho El Cielo a 1,500 m, de sexo indeterminado, depositado en el Museo Americano de Historia Natural (López-Wilchies 2003).
El oso negro es un carnívoro oportunista con capacidad de explotar los recursos naturales disponibles en sus respectivos ambientes (Leopold 1959). Por lo tanto, proponemos que la presencia de este gran carnívoro a esta altura y tipo de vegetación pudiera asociarse a la disponibilidad de fruta en huertos de mango (Mangifera spp.) y cultivos de maíz (Zea mays) durante la temporada de cosecha, que se presenta de julio a septiembre. Estos meses coinciden con los de muestreo en los que se registró al oso negro. Por consiguiente, no es de extrañar este tipo de comportamiento alimenticio (Reynolds y Delgadillo 2002; Navarro 2010). Por último, Caso (2007) menciona que los habitantes de las zonas altas y templadas de la Reserva de la Biosfera se quejan constantemente de los daños a la ganadería a causa del oso negro (U. americanus), de lo cual no obtuvimos evidencias. Posiblemente en los próximos años pudieran generarse más avistamientos y conflictos con esta especie en la parte baja y tropical de esta área natural.
Agradecimientos
Agradecemos el apoyo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) a través del proyecto Conservación del jaguar y análisis de conflictos con la población humana en la Reserva de la Biosfera El Cielo, financiado por el Programa de Conservación de Especies en Riesgo 2013. Un reconocimiento muy especial a S. Mireles-Infante y R. Suárez-Hernández por el apoyo técnico, administrativo y por la elaboración del mapa. RC e IL-T agradecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y al Programa para el Desarrollo Profesional Docente para el tipo Superior (PRODEP), por su reconocimiento y apoyo.