La educación superior en México y América Latina se enfrenta al reto de generar estrategias educativas que permitan una formación profesional integral en términos intelectuales y socioculturales. Actualmente se reconoce que la cultura se refleja en los diferentes escenarios donde cada individuo (cada estudiante en este caso) se desarrolla, por lo que la universidad no debe ser ajena a estos contextos (Contreras, 2019). En ese sentido, es fundamental entender la construcción del individuo como estudiante en todos sus aspectos de comportamientos cognitivos, afectivos y sociales (Carretero, 1993; González-Patiño & Esteban-Guitart, 2021).
Las experiencias significativas para la formación del estudiante pueden ir desde la comprensión de contenidos curriculares diversos hasta el aprendizaje colaborativo y situado en contextos escolares y extraescolares (Díaz-Barriga et al., 2013), por lo que se deben desarrollar estrategias que promuevan a la universidad como un medio de aprendizaje de habilidades intelectuales, pero también de participación ciudadana y sensibilidad moral para la solución de problemáticas actuales (Guardia, 2020).
Una de las formas que contribuyen a que los estudiantes universitarios se desarrollen con preocupación por el bienestar social es mediante el aprendizaje de habilidades basadas en principios y valores, de tal manera que puedan responder a las problemáticas de su entorno sociocultural con un criterio moral (Wong, 2020). Este aprendizaje comprometido con las demandas del entorno social promueve un equilibrio entre necesidades individuales y colectivas, que permiten desarrollar un estilo de personalidad moral (Buxarrais et al., 2015; Puig, 1995).
La personalidad moral se define como los estilos que adopta cada persona para responder a las experiencias del medio disponiendo de medios éticos para resolver problemas o llegar a acuerdos (Puig, 1995). Se ha demostrado que se distribuye en tres dimensiones fundamentales: 1. Construcción del yo. Habilidades personales de autoconocimiento, autocontrol y autoestima. Las personas aprenden a definir quiénes son y quiénes quieren ser, por lo que se plantean objetivos y metas basadas en criterios éticos de identidad y perseverancia para un progreso personal. 2. Convivencialidad. Habilidades sociales que contribuyen a la integración con la comunidad con la que se interactúa. Las personas aprenden a entender las reglas y costumbres del entorno social, de tal modo que adquieren una noción de cómo dirigirse a los demás. Se conforman aprendizajes de trabajo en equipo, empatía y gestión de conflictos interpersonales. 3. Reflexión sociomoral. Habilidades necesarias para desarrollar un criterio propio y un pensamiento crítico basado en criterios morales, procesos de racionalidad y preocupaciones por las necesidades e intereses de otras personas. Estas tres dimensiones definen un estilo de personalidad que se aprende mediante diversas prácticas que conciben un entendimiento ético de la individualidad y las relaciones interpersonales (Buxarrais et al., 2015; Puig, 1995).
La construcción de la personalidad moral como fundamento teórico ha contribuido a entender diferentes facetas de la educación moral en términos de la promoción de habilidades y competencias éticas que permitan a cada universitario priorizar tanto sus intereses individuales como a sus preocupaciones sociales para resolver problemas y fomentar el diálogo ante situaciones controvertidas (Buxarrais & Martínez, 2009). Así mismo, ha fungido como base teórica de propuestas educativas que incluyen valores de desarrollo sociocultural, identidad moral y responsabilidad social en la formación académica de las universidades y en la formación ciudadana las organizaciones (Díaz-Barriga et al., 2016; Martínez et al., 2002; Navarro Saldaña et al., 2017).
Entre las principales aportaciones del estudio de la construcción de la personalidad moral se encuentra el desarrollo de una escala que evalúa las tres dimensiones antes mencionadas (Buxarrais et al., 2003). En principio, esta escala fue desarrollada para evaluar los estilos de comportamiento de estudiantes universitarios catalanes y cuenta con propiedades psicométricas adecuadas para el contexto sociocultural de origen (Buxarrais et al., 2015; Tey et al., 2014). Sin embargo, se ha demostrado que la medición de aspectos psicosociales y morales en un contexto sociocultural diferente como el mexicano, cambia de acuerdo con las características de la región (Miranda-Rodríguez & García-Méndez, 2019), por lo que es sugerible evaluar las propiedades psicométricas de una escala de personalidad moral en México, considerando las cualidades lingüísticas de comprensión y usos comunes de palabras (Muñiz et al., 2013; Van de Vijver & Hambleton, 1996).
Dado que la personalidad moral se define por formas particulares que cada individuo aprende para responder a las condiciones de su entorno (Puig, 1995), se sugiere identificar su relación con dimensiones generales que han sido evaluadas en México, como las que se expresan en los cinco grandes factores de la personalidad (Chavira Trujillo & Celis de la Rosa, 2021). De acuerdo con McCrae y Costa (2004), estos cinco factores de la personalidad se definen como: 1. Neuroticismo. Sus puntajes altos se observan en personas con índices elevados de ansiedad y temperamento, mientras que sus puntajes bajos se observan en personas tranquilas y reguladas.2. Extroversión. Sus puntajes altos se observan en personas expresivas afectivamente y sociables; mientras que sus puntajes bajos se observan en personas poco expresivas y solitarias. 3. Apertura a la experiencia. Sus puntajes altos se observan en personas imaginativas y liberales, mientras que sus puntajes bajos se observan en personas rutinarias y conservadoras. 4. Amabilidad. Sus puntajes altos se observan en personas sensibles y condescendientes, mientras que sus puntajes bajos se observan en personas de carácter fuerte y mal humor. 5. Responsabilidad. Sus puntajes altos se observan en personas tenaces, puntuales y organizadas, mientras que sus puntajes bajos se observan en personas perezosas, impuntuales y desorganizadas (Benet-Martínez & John, 1998).
Se considera que estudiar la relación entre la personalidad moral y los cinco grandes factores permitiría aportar evidencia sobre las variables que interactúan alrededor de la educación moral a nivel universitario (Buxarrais et al., 2015), entre las que destacan al docente, la motivación, el trabajo con pares, las actitudes y los valores, que constituyen elementos importantes para el proceso de enseñanza-aprendizaje (Morán Astorga & Menezes dos Anjos, 2016), por lo que ciertos rasgos de personalidad parecen tener importancia, como los que se refieren al grado de compromiso y apertura del estudiante para aprender. En este sentido es fundamental analizar las habilidades que los alumnos desarrollan en la interacción con el contexto sociocultural en el que se desenvuelven (Mercado-Ruiz, 2016).
Con base en los argumentos antes mencionados, la presente investigación se plantearon los objetivos de evaluar las propiedades psicométricas de la escala de personalidad moral en estudiantes universitarios mexicanos e identificar la relación entre la personalidad moral con los cinco grandes factores de la personalidad. Para cumplir los objetivos, se desarrollaron tres estudios: 1. Análisis factorial exploratorio de la escala de personalidad moral, 2. Análisis factorial confirmatorio de sus dimensiones y 3. Correlaciones con los cinco grandes factores de la personalidad.
Participantes
Participaron 400 estudiantes de universidades públicas y privadas (70.2 % mujeres y 29.8 % hombres) con un rango de edad de 17 a 50 años (M = 21.76, D.E. = 5.02). Como criterios de inclusión, se planteó que cada participante fuera estudiante vigente de alguna universidad de México a nivel pregrado y como criterios de exclusión se planteó que fueran estudiantes de posgrado o no estuvieran inscritos en el ciclo escolar actual.
Instrumento
La escala de personalidad moral original (Buxarrais et al., 2003) está compuesta por 36 reactivos redactados en catalán que se distribuyen en tres factores correspondientes a las tres dimensiones definidas por Puig y reportan un Alfa de Cronbach global de .82 (Tey et al., 2014). Por este motivo, los 36 reactivos pasaron por un proceso de traducción y adaptación (Muñiz et al., 2013; Van de Vijver & Hambleton, 1996): 1. se obtuvo una primera versión traducida al español por una persona de nacionalidad española que domina los idiomas catalán y español y que además es autora de la escala original (por lo que además se contó con su permiso de modificación de reactivos), 2. se obtuvo una segunda versión en la que los reactivos traducidos se adecuaron a las características del contexto sociocultural mexicano por una persona de esa nacionalidad y 3. se obtuvo una versión final después de una revisión y acuerdo entre la primera y la segunda persona sobre el contenido conceptual de cada reactivo. Los reactivos se presentan a manera de afirmación con una escala con reactivos tipo Likert de 1 a 5 (1 = Nunca, 5 = Siempre).
Procedimiento
Debido a las condiciones sanitarias por la pandemia de COVID-19, la recolección de datos se realizó de manera electrónica mediante un formulario de Google que se distribuyó a los participantes a través de redes sociales. Los aspectos éticos se cuidaron mediante solicitudes de consentimiento informado donde se aclararon las condiciones éticas de anonimato, confidencialidad y participación voluntaria.
Análisis de datos
En principio, se discriminaron los reactivos que cumplían mejores criterios de validez y confiabilidad (Reyes-Lagunes & García y Barragán, 2008). Los criterios para definirlo fueron: 1. Que la distribución de frecuencias de cada reactivo no contara con un porcentaje mayor a 50% de las respuestas en una sola de las opciones de la escala tipo Likert. 2. Que los valores calculados no fueran superiores a 2 en sesgo y curtosis. 3. Una vez ubicada la distribución de puntajes en cuartiles, que los valores bajos (antes del cuartil 1) y los valores altos (después del cuartil 3) presentaran resultados estadísticamente significativos (p < .05) en un análisis con la prueba t de Student para muestras independientes. 4. Que cada reactivo presentara un valor de correlación ítem total superior a .20.
Con base en los criterios antes mencionados, se seleccionaron 33 reactivos que se sometieron al siguiente procedimiento de tres pasos: Primero, 1. se definió una estructura de tres factores de acuerdo con las tres dimensiones planteadas por Puig (1995) con la finalidad de probar la aplicación de la teoría sobre la construcción de la personalidad moral en un contexto mexicano. Después, 2. se empleó un análisis factorial exploratorio con extracción por ejes principales y con rotación oblicua de tipo Promax, los cuales son métodos recomendables, ya que se asumen correlaciones entre los factores (Abad et al., 2011; Ferrando & Anguiano-Carrasco, 2010; Lloret-Segura et al., 2014), y las tres dimensiones se relacionan conceptualmente para conformar en conjunto el constructo de personalidad moral (Buxarrais et al., 2015). Finalmente, 3. se eligieron los reactivos con cargas factoriales mayores a .40 en un solo factor, por lo que se obtuvo una versión más corta de 20 reactivos distribuidos en los tres factores ya mencionados (ver Apéndice I). Los datos se analizaron con el programa SPSS versión 22.
Resultados
En la Tabla 1 se muestra el análisis factorial exploratorio con la siguiente conceptuación de factores:
El factor 1 corresponde con la dimensión de Construcción del yo en función de que presenta reactivos sobre habilidades de autocontrol, autonomía y desarrollo tanto personal como profesional.
El factor 2 corresponde con la dimensión de Reflexión sociomoral en un sentido inverso, ya que presenta reactivos que desfavorecen las capacidades de regulación de emociones y procuración de los intereses de otros al momento de tomar decisiones o emitir opiniones en un proceso de diálogo (para evaluar este factor, se recomienda invertir las puntuaciones, 1 = 5, 2 = 4, 3 = 3, 4 = 2 y 5 = 1).
El factor 3 corresponde con la dimensión de Convivencialidad en virtud de que cuenta con reactivos que representan la capacidad del estudiante universitario de participar en espacios donde se permitan y promuevan decisiones colectivas.
Tabla 1 Análisis factorial exploratorio de la escala de personalidad moral
1 | 2 | 3 | Total | |
---|---|---|---|---|
18. Identifico mis responsabilidades en diferentes situaciones | .659 | .164 | .381 | |
12. Mi manera de actuar con los demás es coherente con mis valores | .593 | .224 | .242 | |
6. Me considero responsable de mis actos | .584 | .374 | .249 | |
14. En caso de conflicto, identifico las situaciones que lo han originado | .564 | .135 | .235 | |
36. Antes de tomar una decisión, reflexiono sobre sus consecuencias | .518 | .305 | .129 | |
8. Baso mis opiniones en argumentos razonados | .509 | .238 | .319 | |
4. Aunque no conduzca al consenso, utilizo el diálogo como una estrategia para abordar los conflictos | .507 | .233 | .272 | |
24. Asumo mis obligaciones como estudiante | .491 | .164 | .255 | |
29. Reconozco cuando me estoy comportando de forma adecuada o inadecuada | .417 | .201 | .217 | |
23. Cuando un buen argumento no coincide con los míos, me cuesta reconocerlo | .143 | .649 | -.007 | |
9. Busco otros responsables cuando he cometido algún error | .326 | .625 | .115 | |
11. En un debate, insisto reiteradamente en que tengo la razón | .181 | .566 | .012 | |
25. Es muy difícil para mí ponerme en el lugar de los demás | .239 | .562 | .190 | |
3. Actúo de forma impulsiva | .224 | .487 | -.011 | |
31. Me cuesta corregir mis defectos | .317 | .477 | .058 | |
30. Me resulta difícil anticipar las reacciones de los demás para evitar conflictos | .238 | .448 | .000 | |
27. Me siento desvinculado/a de los problemas que afectan a la comunidad | .060 | .423 | .285 | |
28. Utilizo los mecanismos de participación que existen en el ámbito universitario | .319 | .070 | .708 | |
16. Participo en grupos u organizaciones que me permiten proponer acciones para el bien común | .353 | .043 | .593 | |
26. Considero importante que existan medios de participación que permitan involucrarme en las decisiones de mi universidad | .330 | .060 | .469 | |
Número de reactivos | 9 | 8 | 3 | 20 |
Varianza explicada | 19.64 | 8.55 | 3.61 | 31.81 |
Alfa de Cronbach | .77 | .75 | .58 | .80 |
KMO | .84 |
Nota: Los números en negrita representan las cargas factoriales más altas.
Los tres factores explican el 31.81 % de la varianza, lo cual se considera un porcentaje bajo. Sin embargo, se procedió a mantener su estructura por su correspondencia teórica con las dimensiones de la personalidad moral (Puig, 1995), además de que se procuraron utilizar otros criterios de validez para fortalecer el argumento de la estructura interna: estos se reportan en los estudios 2 y 3.
En la Tabla 2 se muestran las correlaciones entre los factores con las puntuaciones invertidas del factor 2, de tal manera que se presentan correlaciones positivas y estadísticamente significativas con excepción de la correlación entre Reflexión sociomoral y Convivencialidad. Una vez obtenidas las correlaciones y la nueva versión corta de 20 reactivos, se procedió al Estudio 2 de análisis factorial confirmatorio.
Tabla 2 Correlaciones entre los factores de la escala de personalidad moral
Factor | Construcción del yo | Reflexión sociomoral | Convivencialidad |
---|---|---|---|
Construcción del yo | 1 | ||
Reflexión sociomoral | .358** | 1 | |
Convivencialidad | .407** | .088 | 1 |
Nota: **Correlación estadísticamente significativa al 0.01
Participantes
En una muestra diferente del estudio anterior, participaron 309 estudiantes de universidades públicas y privadas (70.2 % mujeres y 29.8 % hombres) con un rango de edad de 17 a 55 años (M = 21.88, D.E. = 4.92). Se consideraron los mismos criterios de inclusión y exclusión.
Instrumento
Adaptación de la escala de personalidad moral para estudiantes universitarios mexicanos (ver Apéndice 1): Compuesto por los 20 reactivos seleccionados en el estudio anterior.
Procedimiento
Al igual que el estudio anterior, los reactivos se distribuyeron mediante formularios de Google en redes sociales con los respectivos aspectos éticos de anonimato, confidencialidad y participación voluntaria.
Análisis estadísticos
Los 20 reactivos obtenidos en el estudio anterior se sometieron a un análisis factorial confirmatorio con el método de Máxima Verosimilitud. Se consideraron los índices χ2/gl con valores esperados menores a 3, GFI (Goodness of Fit Index) con valores esperados mayores a .95 y mayores a .90 como aceptables, SRMR (Standardized Root of Mean Squared Residual) con valores esperados menores a 0.08 y RMSEA (Root Mean Square Error of Approximation) con valores esperados menores a 0.08 como aceptables. Se mantuvo el modelo de tres factores con sus respectivos índices de ajuste (χ2= 314.95, gl = 167, p < .001, χ2/gl = 1.88, GFI = .907, SRMR = .062, RMSEA = .054), donde los índices GFI y RMSEA se consideran aceptables (Ferrando & Anguiano-Carrasco, 2010) y los índices χ2/gl y SRMR indican que se presenta un buen ajuste del modelo a los datos (Abad et al., 2011). En la Figura 1 se muestra la estructura factorial de la escala. Los datos se capturaron con ayuda del programa SPSS y se analizaron con el programa AMOS, ambos en la versión 22. Una vez confirmada la estructura interna de la escala, se procedió a analizar sus correlaciones con los cinco grandes factores de la personalidad.
Resultados
Participantes
En una muestra diferente de los estudios anteriores, participaron 293 estudiantes de universidades públicas y privadas (63.1 % mujeres y 36.9 % hombres) con un rango de edad de 17 a 43 años (M = 20.65, D.E. = 4.36). Se consideraron los mismos criterios de inclusión y exclusión.
Instrumentos
Adaptación de la escala de personalidad moral para estudiantes universitarios mexicanos (Apéndice): Compuesto por los 20 reactivos distribuidos en los tres factores identificados y confirmados en los estudios anteriores.
Versión en español del cuestionario de los cinco grandes de la personalidad (Benet-Martínez & John, 1998). Compuesta por 44 reactivos con un Alfa de Cronbach global de .74 y que se distribuyen en cinco factores: Extroversión, Afabilidad, Responsabilidad, Neuroticismo y Apertura a la experiencia.
Procedimiento
Al igual que los estudios anteriores, los reactivos se distribuyeron mediante formularios de Google en redes sociales con los respectivos aspectos éticos de anonimato, confidencialidad y participación voluntaria.
Análisis estadísticos
Como se puede apreciar en la Tabla 3, los factores de cada instrumento se sometieron a un análisis de correlación producto-momento de Pearson, de tal manera que se identificaron los tamaños de r y sus niveles de significancia. Los datos demuestran correlaciones estadísticamente significativas y positivas entre los factores de la personalidad moral y los cinco grandes con excepción de Neuroticismo, con el cual se demuestran correlaciones estadísticamente significativas y negativas. Únicamente la correlación entre Reflexión sociomoral y Extroversión resultó no significativa. Los datos se analizaron con el programa SPSS versión 22.
Resultados
Los resultados pueden observarse en la tabla 3
Tabla 3 Correlaciones entre los factores de personalidad moral y los cinco grandes de la personalidad
Extroversión | Amabilidad | Responsabilidad | Neuroticismo | Apertura | |
---|---|---|---|---|---|
Construcción del yo | .216** | .320** | .565** | -.233** | .352** |
Reflexión sociomoral | .017 | .401** | .283** | -.335** | .127* |
Convivencialidad | .395** | .200** | .288** | -.166** | .302** |
Nota: **Correlación estadísticamente significativa al 0.01; *Correlación estadísticamente significativa al 0.05
Discusión y conclusiones
La medición de la personalidad moral contribuye al estudio de las pautas de comportamiento que presentan los estudiantes universitarios con respecto a su formación profesional y ética, de tal manera que se puedan fortalecer sus virtudes y atender las razones de sus deficiencias (Buxarrais et al., 2015; Tey et al., 2014); algo que se facilita con la elaboración de una escala válida y confiable. Los resultados muestran que la escala de 20 reactivos validada en esta investigación tiene propiedades psicométricas adecuadas para evaluar la construcción de la personalidad moral en estudiantes universitarios mexicanos.
Los resultados también muestran que las dimensiones de construcción del yo, reflexión sociomoral y convivencialidad conforman una serie de indicadores que se presentan en las competencias éticas, con sus respectivas particularidades psicométricas, como la presencia de menos reactivos, la puntuación inversa de una dimensión y el resultado no significativo de la correlación entre reflexión sociomoral y convivencialidad. Se estima que estas particularidades se deben a las diferencias culturales con respecto al contexto de la escala original, por lo que es sugerible continuar con la exploración de este constructo en el contexto mexicano, como se ha sugerido con otros aspectos de la psicología y sus variaciones socioculturales (Díaz-Loving, 2017). En general, se considera que las propiedades psicométricas permiten asimilar el instrumento como una adaptación adecuada a un contexto sociocultural distinto del presentado originalmente en el que se contemplan las diferencias de lenguaje (Muñiz et al., 2013; Van de Vijver & Hambleton, 1996).
Se estima que la validación de la escala de personalidad moral hace posible la comparación y replicación de hallazgos como los planteados en otros estudios (Díaz-Barriga et al., 2016; Martínez et al., 2002; Navarro Saldaña et al., 2017), de tal manera que se puedan complementar los conocimientos con respecto a la evaluación de valores en la formación académica, profesional y de compromiso social de estudiantes universitarios con fundamento psicométrico.
Otro hallazgo que se presentó en los resultados fue la identificación de correlaciones estadísticamente significativas con los cinco grandes factores de la personalidad (McCrae & Costa, 2004). De acuerdo con la evidencia derivada del Estudio 3, se aprecia que las pautas de comportamiento aprendidas por cada estudiante universitario como extroversión, amabilidad, responsabilidad y apertura a la experiencia se relacionan de manera estadísticamente significativa y positiva con las dimensiones de la personalidad moral.
Por otra parte, el factor de personalidad del neuroticismo mostró correlaciones estadísticamente significativas y negativas con las dimensiones de la personalidad moral. Lo anterior sugiere que cuando los estudiantes universitarios aprenden a comportarse de manera expresiva socialmente, con preocupación por el bienestar de otros, de manera organizada con sus obligaciones, así como con imaginación, creatividad y tranquilidad, probablemente desarrollen habilidades que les permitan responder de manera ética a las situaciones del entorno social y académico que se presenten.
La evidencia recolectada en esta investigación corresponde con el énfasis que las Instituciones de Educación Superior le dan a la formación ética y profesional de sus estudiantes, lo cual sugiere promover las experiencias pedagógicas que permitan desarrollar la labor educativa con una base de fundamentos científicos que faciliten una formación de excelencia, tomando en cuenta los valores sociales de preocupación por el bienestar humano (Schmelkes del Valle, 2009).
De acuerdo con la evidencia obtenida en los tres estudios de esta investigación, se argumenta que, si bien los planes y programas académicos universitarios en América Latina toman en cuenta la formación en valores, se debe tomar también como un elemento que va más allá de lo planteado curricularmente, puesto que es un proceso multifactorial en el que entran en juego elementos que no pueden ser controlados por planes académicos, como lo es la personalidad del estudiante, así como sus implicaciones en el contexto sociocultural en el que se desarrolla (Contreras, 2019; González-Patiño & Esteban-Guitart, 2021; Mercado-Ruiz, 2016).
De ahí la importancia de tomar en cuenta el contexto sociocultural de los estudiantes como un punto de atención que podría ser clave al momento de plantear los objetivos pedagógicos de los programas académicos. Es importante considerar aquello que se encuentra fuera del desarrollo de competencias disciplinares propias del área de formación, de tal modo que se pueda tener una visión más contextualizada del estudiante.
En América Latina, la investigación en educación se ha centrado en los últimos años en la transformación social desde el fomento de conocimiento crítico y la innovación tecnológica donde la enseñanza, la investigación y la extensión de servicios a la comunidad no deben ser ajenos (Lucchesi, 2011). Las Instituciones de Educación Superior Latinoamericanas se enfrentan al reto de formar profesionistas competentes en sus áreas de formación, pero también con un profundo sentido cívico y ético. Para lograr este objetivo, es necesario que se tome en cuenta el contexto sociocultural en el que se desarrolla el estudiante, así como los diversos escenarios educativos que deben ser foros de diálogo, tolerancia y responsabilidad. En esta investigación se sugiere que los métodos de evaluación psicométrica pueden contribuir a entender de una forma más precisa los avances en dicho reto.
Es importante no considerar los escenarios escolares como los únicos en los que se da el proceso de enseñanza-aprendizaje, y con ello el desarrollo de valores, puesto que esta investigación muestra que la formación ética del estudiante está relacionada con las características personales de cada uno de ellos, y estas a su vez con los contextos ajenos al aula en los que se desarrolla el alumno. Es decir, los diversos escenarios sociales, familiares y culturales en los que día a día, a través de la experiencia el alumno se forma.
Limitaciones y sugerencias
Entre las limitaciones que se identifican en esta investigación está la disparidad de las muestras en cuanto a que respondió una mayor cantidad de mujeres que de hombres: la influencia de diferencias por sexo no fue un objetivo de esta investigación, pero se sugiere confirmar las propiedades psicométricas de esta escala en muestras con una proporción adecuada de mujeres y hombres en futuros estudios donde se controle cualquier posible efecto de dicha disparidad. Otra limitación fue el porcentaje de varianza explicada: si bien este resultado se puede identificar como bajo, se complementa con otros criterios de validación que fortalezcan la utilidad de la escala, como son las correlaciones con una variable fundamental como los cinco grandes rasgos de personalidad.
Así mismo, se sugieren estudios complementarios de construcción de escalas relacionadas con personalidad moral desde la redacción de nuevos reactivos que representen un número más amplio que los 36 originales de los que partió la presente investigación. También se sugiere seguir haciendo investigación con respecto a la medición de aspectos morales para incluirlos como una posible parte fundamental en aspectos psicosociales del comportamiento.