INTRODUCCIÓN
En los últimos años, a pesar del incremento en el número total de médicos, ciertas especialidades y subespecialidades han experimentado un grave déficit en el número de los que deciden entrenarse en determinadas áreas como lo son epidemiología, salud pública, patología clínica, audiología y geriatría, mientras que otras especialidades como otorrinolaringología o cirugía, se mantienen con un número creciente de médicos que solicitan su ingreso a estas especialidades a pesar de la dificultad que conlleva ser aceptado.1
Debido a la transición demográfica, la persistencia de un número insuficiente de geriatras se ha vuelto de particular interés para los gobiernos y sus instituciones de salud, por ejemplo, en México, se estima que para 2050 alrededor de un 17 % de la población tendrá más 65 años, con un cambio en la pirámide poblacional.2,3
La Organización Mundial de la Salud, considera que los cuidados especiales que se requieren para la atención de la población geriátrica son exclusivos de los especialistas y que es necesario que todos los médicos reciban capacitación básica en geriatría durante su etapa formativa, enfocada en adquirir conocimientos y habilidades relevantes para la atención de las personas mayores.4
A pesar de la evidente necesidad de incrementar la capacidad del sistema de salud para atender de manera oportuna a los adultos mayores, alrededor del mundo, existe una gran variabilidad en el número de geriatras disponibles para atender a la población y en muchos países, la geriatría es una especialidad relativamente nueva4.
Por ejemplo, un estudio llevado a cabo por investigadores holandeses, que revisó el currículo de las escuelas de medicina en Holanda, mostró que menos de un 3 % de los cursos de geriatría y gerontología, eran cursos obligatorios. También se observó que solo 2 de cada 8 escuelas de medicina analizadas tenían un programa de entrenamiento clínico práctico en geriatría y que en las evaluaciones interinstitucionales (método de estandarización de conocimiento en dicho país) únicamente evaluaban las competencias en geriatría de manera muy superficial5.
En realidad, incluso en aquellos países en donde sí existe educación en geriatría, el contenido curricular y la forma en la que se imparten las clases varía considerablemente6.
En México, el primer diagnóstico de la enseñanza en geriatría en el pregrado surgió a raíz del Reporte del Programa de Promoción de la Enseñanza de la Geriatría en Facultades y Escuelas de Medicina en México, que se llevó a cabo en 1998 y en donde se reportó, que únicamente 8 de las 60 escuelas de medicina certificadas en México en ese momento, ofrecían contenidos geriátricos en sus programas académicos7.
Actualmente existen más de 100 escuelas y facultades en México que imparten la carrera de medicina, sin embargo, no todas cuentan con acreditación por parte del Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica (COMAEM). 8,9
Por otro lado, en México, existen pocas opciones para estudiar geriatría, por ejemplo, en 2010, solamente 10 universidades ofrecían algún programa de especialización en geriatría, con la mayoría de ellos localizados físicamente en la Ciudad de México10.
Parte de la problemática educativa que se deriva de esta situación, es que existe poca información acerca de la enseñanza en geriatría en diversas escuelas de medicina y enfermería del país, por lo que es difícil alcanzar una concordancia en las metas educativas y los temas a incluir en los programas para mejorar la situación.
OBJETIVO
Revisar y registrar si existe la enseñanza de geriatría en los programas educativos de medicina en universidades mexicanas vigentes en el COMAEM al momento del inicio del estudio y las características de dicha enseñanza, lo cual permita la elaboración de un reporte actualizado de la enseñanza de la geriatría en México.
MÉTODO
Estudio retrospectivo, prolectivo, transversal y descriptivo. En febrero de 2021 se desarrolló una encuesta específicamente con la intención de obtener la información sobre el currículo de las Escuelas y Facultades de Medicina. Dicha encuesta se creó en un formato virtual, utilizando el software de Google forms para permitir que los participantes respondieran de manera remota para facilitar la participación de escuelas en cualquier estado del país. Se puede encontrar la encuesta en la Figura 1 y material suplementario 1.
Se realizó un muestreo por conveniencia y se incluyó únicamente a las Escuelas y Facultades de Medicina de la República mexicana que tuvieran acreditación vigente en el momento en se inició el estudio (2021), por parte del Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica (COMAEM). Se excluyó a las escuelas que no contestaron la encuesta en más del 60%, o aquellas de las cuales no se logró obtener información suficiente para completar más del 60% de la encuesta. La encuesta formó parte de un estudio que incluyó también Escuelas y Facultades de Enfermería, acreditadas por el Consejo Mexicano para la Acreditación de Enfermería (COMACE), los resultados de enfermería se analizarán y publicarán de manera independiente.
Se utilizó la información disponible en los sitios web oficiales de las escuelas y facultades incluidas en el estudio para obtener información de contacto de los departamentos de enseñanza; de abril a octubre de 2021 los investigadores estuvieron realizando llamadas para invitar a los encargados de enseñanza a participar, una vez que se establecía contacto y el personal de la escuela aceptaba participar, se les enviaba el enlace con la encuesta. La intención de hablar primero con el personal y no únicamente enviar la encuesta a una lista de correos, fue para incrementar el número de respuestas a la encuesta.
Al término de siete meses en donde se intentó contactar con los encargados de enseñanza para obtener las respuestas de las encuestas, se decidió que todas las encuestas faltantes se obtendrían, si esto era posible, de la información disponible en los sitios web y planes educativos vigentes de las escuelas.
Una vez que se obtuvo toda la información de las encuestas se realizó una revisión para asegurar que no existieran omisiones significativas y se dio el visto bueno por parte de los investigadores. Se realizó el procesamiento y la descripción detallada de los datos.
Análisis estadístico
Se realizó el análisis de los datos a través del software SPSS en su versión 25.0 y a través del programa Excel se realizó el mapa de distribución de estados.
Se llevó a cabo un análisis descriptivo de las variables, aquellas catalogadas como nominales fueron expresadas mediante frecuencias y porcentajes, las preguntas con respuestas dicotomizadas fueron expresadas de igual manera con frecuencia y porcentaje.
Consideraciones éticas
El protocolo se aprobó por los comités de ética e investigación del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, clave URG-3658-21-21-1. Dado que se trató de un estudio descriptivo, no se realizó consentimiento informado, al no existir ningún tipo de intervención, sin embargo, si se contactó con antelación a las universidades involucradas para aclarar los objetivos y procedimientos del estudio, de manera que todos los participantes estuvieron al tanto de la finalidad de la investigación y colaboraron libremente con la misma.
RESULTADOS
Se recabaron las respuestas de 83 escuelas y facultades de medicina del país, no se excluyó ninguna de ellas, el 47 % (n=39) de las encuestas fueron llenadas directamente por personal de las respectivas universidades, el resto de las encuestas [54.2 % (n=45)], se respondieron con información disponible en los sitios web de las universidades, obtenida gracias al esfuerzo del equipo de investigación que revisó con detalle los planes de estudio publicados para cada una de las escuelas faltantes, debido a que no se logró respuesta directa del personal de la escuela o facultad. Información más detallada acerca de quienes respondieron la encuesta se puede encontrar en la Tabla 1.
Puesto de la persona que respondió la encuesta |
Número | Proporción % |
---|---|---|
Asistente de investigación | 45 | 54.2 |
Coordinador | 16 | 119.2 |
Director | 9 | 10.8 |
Alumno | 2 | 2.4 |
Profesor | 2 | 2.5 |
Secretario académico | 2 | 2.5 |
Médico | 1 | 1.2 |
Jefe de enseñanza | 1 | 1.12 |
No contestó | 4 | 4.8 |
Los principales desenlaces de interés que se buscaron a través de la encuesta fueron: ubicación geográfica por entidad de las escuelas, existencia de contenido relacionado con la enseñanza de la especialidad en geriatría, forma en la que se imparte el contenido en el plan de estudios y duración del programa de geriatría dentro del plan de estudios, si el contenido de geriatría se imparte de manera obligatoria u optativa, formación académica del docente que imparte la asignatura de geriatría, modificaciones en la forma en que se impartió el contenido de geriatría durante la pandemia por Covid-19, plataformas digitales más utilizadas.
Se incluyeron 44 universidades privadas y 39 públicas, las entidades con mayor número de escuelas y facultades fueron Tamaulipas y Veracruz con siete escuelas respectivamente; el 55% (n=46) de las escuelas participantes se concentraron en ocho entidades, de las cuales cinco se localizan en la zona norte del país. (Figura 2)
Se encontró que existe contenido de enseñanza sobre geriatría en un 88 % (n=73) de las escuelas, y en el 12 % restante no existe algún programa relacionado con la asignatura. En las escuelas en donde no existe ningún tipo de plan educativo de geriatría, no se identificó una causa por la cual no ha sido incluido en el currículum.
Sobre la manera en la que se imparte el contenido en geriatría, se observó que un 80.9 % (n=59) contaba con una asignatura exclusiva para geriatría; un 15 % (n=11) de las escuelas imparten el contenido como módulos o unidades enfocados en personas mayores otras materias del plan de estudios (por ejemplo, cardiología en la persona mayor o bien gastroenterología en la persona mayor). Una de las escuelas de medicina, registró que imparte el contenido como un curso complementario y dos escuelas no dieron detalles sobre la manera en la que se impartía la información de geriatría. Se puede observar la distribución en la Figura 3.
En cuanto a la forma en la que se imparte esta asignatura, un 56.2 % (n=41) de las escuelas con contenido en geriatría mencionaron que el contenido es únicamente teórico; mientras que solo un 1.4 % (n=1) de las escuelas imparte la información de manera completamente práctica. Un 41 % (n=30) de las escuelas imparten el contenido de forma mixta, es decir incluyendo un componente teórico y uno práctico. Únicamente una escuela no proporcionó información sobre el tipo de contenido de la materia.
Respecto a la temporalidad, es decir en qué semestre de la carrera se imparte la asignatura o los módulos relacionados con geriatría, se encontró que únicamente un 16.43 % (n=12) de las escuelas imparte la asignatura en semestres “iniciales”, es decir antes del 5o semestre de la carrera, esto considerando que la carrera de medicina tiene una duración de 9 a 10 semestres habitualmente, con cierta variabilidad dependiendo de cada sede, ya fuera en un único semestre o bien repartido en dos semestres. El resto de las escuelas, presentan información relacionada con geriatría a partir del 6o semestre de la carrera, representando un 73.97% de las escuelas, nuevamente, en uno o dos semestres. Más información se puede encontrar en la Tabla 2.
Semestre en el que se cursa la materia | ||
Semestre | Número | Proporción % |
Segundo | 1 | 1.4 |
Tercero | 1 | 1.4 |
Cuarto | 2 | 2.7 |
Quinto | 6 | 8.2 |
Sexto | 6 | 8.2 |
Séptimo | 7 | 9.5 |
Octavo | 12 | 16.4 |
Noveno | 12 | 16.4 |
Décimo | 12 | 16.4 |
Escuelas con contenido en más de un semestre | ||
Semestres | Número | Proporción % |
Primero a quinto | 1 | 1.4 |
Segundo y quinto | 1 | 1.4 |
Quinto y sexto | 1 | 1.4 |
Séptimo y octavo | 1 | 1.4 |
Octavo y décimo | 1 | 1.4 |
Noveno y décimo | 1 | 1.4 |
Se desconoce | 7 | 9.55 |
Únicamente un 53.4 % (n=39) de los docentes encargados de la asignatura de geriatría tienen formación en la materia, mientras que un 6.9 % (n=5) no cuentan con dicha formación. Un 39.7 % (n=29) de las respuestas no indicaron si el docente tenía formación en geriatría o no. Es importante mencionar que menos de la mitad de los docentes, 42.5 % (n=31) reportó ser geriatra, mientras que un 13.7 % (n=10) reportó ser otro profesional de la salud, y un 43.8 % (n=32) de las escuelas no especificó la formación del docente.
DISCUSIÓN
A pesar de la insistencia por parte de la Organización Mundial de la Salud por incluir las competencias de atención a las personas mayores a todos los niveles, incluyendo por supuesto el área educativa en salud, la geriatría continúa sin formar parte de manera universal en todas las escuelas de medicina a nivel mundial11.
Los últimos datos disponibles en nuestro país acerca del estado educativo de la geriatría en México se publicaron hace más de 20 años y desde entonces se han generado cambios importantes como podemos notar al comparar la información en nuestro estudio con lo publicado previamente7. Por un lado, se identificó un incremento sustancial en la cantidad de universidades que sí incluyen geriatría en su currículum, sin embargo, aún no se alcanza la meta, de que la totalidad de las escuelas de medicina certificadas por la COMAEM cuenten con contenido en geriatría.
El incremento en la cantidad de contenido en geriatría se ha manifestado de forma poco uniforme, existiendo aún incertidumbre acerca de las características de este, de manera que, aunque exista un mayor número de escuelas de medicina que imparten geriatría, no se sabe si dicho contenido es homogéneo en el país. No se trata de un fenómeno exclusivo de nuestro país, ya que otros países y regiones en donde sí se imparte geriatría de manera obligatoria, presentan muchas diferencias en el temario incluido12,13.
Las repercusiones de la falta de contenido en geriatría en las universidades mexicanas, tiene múltiples posibles ramificaciones, por un lado, limita la adquisición de competencias para la atención a los adultos mayores por parte de los médicos en general. Por otro lado, es muy probable que influya de manera negativa, al no permitir que estudiantes que en un momento dado podrían interesarse en la materia, se encuentren desinformados y sin la oportunidad de tener contacto con la especialidad.
De hecho, existe una menor cantidad de médicos que elige geriatría, comparado con otras especialidades. Se sabe que el fenómeno de elección de especialidad es un evento complejo en la carrera profesional de los estudiantes de medicina14. A pesar de la complejidad y la diversidad de las razones para elegir o rechazar una especialidad, un elemento al que se hace alusión de manera frecuente es precisamente, el componente educativo y el contacto con las especialidades a través de la formación médica15,16.
El impacto de esta falta de universalidad y uniformidad en la educación en geriatría en México tiene ya consecuencias que son tangibles en nuestra sociedad actual, por ejemplo, según información del Consejo Mexicano de Geriatría (CMG) para 2022 en México existen 841 geriatras certificados a nivel nacional, la mayoría concentrados en Ciudad de México, Guadalajara y otras pocas ciudades en el país17. Por otro lado, según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), obtenidos en noviembre de 2022, en México existen 9, 264,086 personas mayores de 65 años alrededor de la república, lo cual corresponde teóricamente a más 11 000 pacientes por cada especialista en geriatría en México.
Como punto de comparación, en Estados Unidos de América, la Sociedad Americana de Geriatría (AGS por sus siglas en inglés) reporta la necesidad de 1 geriatra por cada 700 pacientes mayores de 65 años18,19. No podemos hablar de una imagen detallada del estado de la geriatría mexicana únicamente basándonos en estas cifras, sin embargo, sí nos permiten ver de forma más tangible la magnitud de la deficiencia para la atención de este importante grupo poblacional.
Adicionalmente, nos percatamos a través de este estudio que la información disponible sobre las características de la educación en medicina en el país no es muy amplia o de fácil acceso. Específicamente en relación a este punto, consideramos que la proporción de respuestas obtenidas de forma indirecta, por un lado, es una limitante del estudio, pero también nos habla de importantes barreras al momento de obtener información acerca de la situación educativa de la medicina del país.
Limitaciones del estudio
Este proyecto debe considerarse como un primer paso en esta línea de investigación, más que un proyecto finalizado, consideramos que es necesario complementar lo encontrado en esta primera aproximación.
Durante el estudio, se logró recabar información de la totalidad de las escuelas contempladas, sin embargo, menos del 50 % de las encuestas fueron respondidas directamente por personal de las universidades, el resto de la información se obtuvo de los datos disponibles de las páginas web de las respectivas escuelas. Es altamente probable, que esta particularidad en la recopilación de la información genere un sesgo en la información obtenida, si bien consideramos que dicho sesgo no niega la validez de los resultados presentados en este estudio.
CONCLUSIONES
Hasta este momento, aún existe disparidad en cuanto al acceso que los estudiantes de medicina tienen a la información necesaria para entrenarse de manera apropiada en geriatría.
Afortunadamente, existe un incremento significativo en la proporción de escuelas de medicina mexicanas que incluyen la asignatura de geriatría como parte de su curriculum.
Consideramos que, en este momento, la meta de las autoridades educativas debe ser lograr incluir el contenido en la totalidad de las escuelas de medicina. Convertirlo en un requisito para la certificación por parte de la COMAEM, podría ser un incentivo poderoso para alcanzar este objetivo.
Adicionalmente, es relevante no perder de vista la necesidad de incrementar de manera simultánea las competencias docentes de aquellos que imparten asignaturas en medicina, incluyendo por supuesto a los docentes de geriatría.
Existe una importante área de oportunidad para la geriatría mexicana de avanzar el conocimiento en la especialidad, así como para insistir en una mejor capacitación de los docentes que se encargan de impartir el conocimiento a los médicos en formación, para finalmente lograr mejorar la calidad de la atención de las personas mayores en el país.
Contribución individual
CGM: conceptualización, metodología, administración de proyecto, redacción: bosquejo original, revisión y edición.
APM: análisis formal, redacción: revisión y edición.
CGC: metodología, redacción: revisión y edición.
JAAF: conceptualización, redacción: revisión y edición.
AMHM: redacción: revisión y edición.
COO: redacción: revisión y edición.
NCCH: redacción: revisión y edición.
Presentaciones previas
Presentación oral en el 17o Congreso Internacional de Geriatría del INCMNSZ, diciembre 2022, Ciudad de México.
Financiamiento
Ninguno.
Conflictos de interés
Ninguno.