Introducción
La movilización humana a través de la frontera México - Estados Unidos es reconocida como un factor importante en el actual esquema de globalización. Las personas migran en busca de mejores condiciones de vida u otras se ven forzadas a desplazarse para evitar situaciones de violencia1.
De acuerdo con el centro de análisis del Pew Research Center, en 2013 se estimó que aproximadamente residían 34.6 millones de mexicanos en los Estados Unidos. Los mexicanos son la población de origen hispano más grande en el país del norte, con un 64.1%. Cerca de tres de cada diez mexicanos (31%) no tienen seguro de salud, comparado con 29% de todos los hispanos y 15% de la población general de los Estados Unidos. Estos datos reflejan las tasas de seguro antes de la implementación del mandato de seguro individual de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Obama Care)2.
Los inmigrantes generalmente tienen que estar en buen estado de salud para poder migrar, tienden a ser más saludables que los no migrantes, el denominado efecto migrante sano, que se desvanece con la duración de la residencia3. La calidad de vida en el país de origen, el propio proceso de migración y las condiciones de vida y de trabajo en el país de acogida también afectan los resultados sanitarios4.
Cuando los migrantes llegan a Estados Unidos se encuentran expuestos a un sistema de salud que con frecuencia difiere del de su país de origen5. Estudios previos han demostrado que los migrantes mexicanos tienen menos probabilidades de acceder y utilizar los servicios médicos que los latinos de origen no mexicano y población blanca6.
Es por ello que el objetivo de este artículo es conocer como se ha abordado tanto teórica como metodológicamente la utilización a los servicios de salud de la población migrante en Estados Unidos.
Utilización de servicios
El modelo de Andersen establece que la utilización de servicios de salud es resultado de la interacción de tres factores: predisponentes (factores que están presentes antes de un proceso patológico y que son inherentes a la persona, por lo tanto se consideran constantes ante cambios en políticas de salud y se les denomina variables exógenas del modelo); mediadores (aquellos que facilitan u obstaculizan el acceso a los servicios de salud y que son susceptibles a las políticas de salud) y de necesidad (se expresa a través de la percepción y gravedad de los síntomas de la enfermedad7.
Migración
De acuerdo a la Organización Internacional para las Migraciones; la migración es definida como el “Movimiento de población hacia el territorio de otro Estado o dentro del mismo que abarca todo movimiento de personas sea cual fuere su tamaño, su composición o sus causas; incluye migración de refugiados, personas desplazadas, personas desarraigadas, migrantes económicos”8.
La migración y la salud están yuxtapuestas, ya que el estado de salud de los migrantes forma parte de su capital humano. El proceso de adaptación en un nuevo país implica enfrentarse a nuevos riesgos para la salud, por lo tanto la salud de los migrantes es una responsabilidad binacional9.
Materiales y métodos
Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos de Medline (pubmed) 70 y en la Scientific Electronic Library Online (SciELO). En la base de datos de medline, se emplearon los Medical Subjet Headings (Mesh) para: a) health care utilization b) health policy c) mexican immigrants d) mexican americans e) Undocumented immigrants. En la base de datos SciELO, se utilizaron únicamente las palabras clave, “immigrants”, “utilization”, “health care”, “undocumented”, “policy”, y, a partir de la lectura de títulos y resúmenes, se seleccionaron los estudios referentes a la utilización a los servicios de salud en Estados Unidos.
Los operadores boléanos “AND” y “OR” fueron utilizados para recuperar todas las publicaciones en ambas bases de datos. Se seleccionaron artículos originales publicados en español o inglés que utilizaron métodos tanto cuantitativos como cualitativos y analizaron la utilización de los servicios de salud de la población mexicana migrante en Estados Unidos.
Los estudios tenían que estar publicados con posterioridad a 2007, esto para dar un margen de 3 años antes de la implementación del mandato de seguro individual de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Obama Care). Se elaboró un protocolo de extracción de datos que incluía información relativa a los aspectos metodológicos (objetivo principal, periodo de estudio, población, muestra, definición de inmigrante, variables o categorías de análisis y limitaciones) y de resultado de los estudios. Se extrajo la información de los artículos y se presentó en tablas.
Criterios de inclusión y exclusión
Se incluyeron artículos en inglés y en español publicados entre enero de 2007 y enero del 2017, con acceso al texto completo y que hayan sido revisados por pares. Se excluyeron aquellos con deficiencias metodológicas, y aquellos no relacionados con utilización de servicios y políticas migratorias para población mexicana en Estados Unidos.
Resultados
Se identificaron inicialmente 120 artículos, de los que seleccionaron 70 tras las lecturas de sus títulos y resúmenes y tras la lectura del artículo completo. Finalmente, una vez excluidos los que no consideraron la necesidad en el análisis de la utilización de los servicios de salud, se analizaron 15 estudios (figura 1). Ningún estudio identificado fue anterior al año 2007.
Los estudios seleccionados reconocen que la diferencia en la accesibilidad entre migrantes y nativos Estadounidenses se asocia a barreras culturales, idiomáticas, situación de legalidad o no en el país de acogida, y desconocimiento del sistema sanitario por parte de los inmigrantes. En este sentido sugieren que el idioma, la manera de expresarse, el concepto de enfermedad y de salud, o la religión, pueden afectar a los procesos de atención sanitaria.
De los 15 artículos seleccionados, 9 analizaron la relación entre el estatus migratorio (indocumentado) y la utilización de servicios10-17, 3 abordaron el tema desde el punto de salud binacional18-20, 2 estuvieron dirigidos exclusivamente a la utilización de servicios en migrantes de sexo femenino21-22. De estos estudios, 10 aplicaron métodos cuantitativos, realizaron análisis multivariados y usaron como fuentes de datos encuesta poblacionales o registros de los servicios de salud.
De manera general, los estudios que estudiaron la utilización de servicios entre la población mexicana de inmigrante indocumentados mostraron una asociación entre el uso de servicios de salud y su situación migratoria, nivel de inglés, acceso al transporte y su género. Los estudios sobre la utilización y políticas de acción binacional reportaron que el costo de los servicios médicos, no tener seguro de salud y barreras diplomáticas fueron factores asociados con el uso de servicios de salud binacional. Mientras que los estudios realizados en población femenina hallaron que las mujeres indocumentadas y en consecuencia sin seguro médico tenían 60% menos posibilidades de usar servicios preventivos médicos, odontológicos o de atención urgente en comparación con las mujeres que tenían algún tipo de seguro médico.
El tiempo de residencia en Estados Unidos fue un factor significativo en la utilización de los servicios de salud, sugiriendo que el tiempo es un camino de acceso para el cuidado de la salud de los migrantes17.
En los adolescentes “dreamers” se reportó un descenso en el uso de los servicios de la salud después de la promulgación de la ley SB1070, esto se reflejó en la disminución de utilización de servicios en sus madres22. En otro estudio las mujeres discutieron que las leyes de migración de Alabama afectaron sus experiencias al buscar atención médica para ellas o sus niños15. Se observaron diferencias de utilización respecto a las políticas migratorias, esto en base al lugar donde se realizaba el estudio mostrándose mayor inclusión y utilización en estados santuario como California. La legislación y las políticas se crean a nivel estatal, como resultante existe gran variedad de leyes de tipo social, económico y político; afectando los determinantes de salud de los migrantes mexicanos18.
Discusión
Los resultados de esta revisión muestran las diferencias significativas en el género, la situación migratoria, la clase social, la compra de seguros y la autopercepción de la salud las cuales fueron las principales razones que influyeron en la utilización de servicios de salud entre la población migrante en Estados Unidos10-22.
Los estudios identificados a través de la revisión sistemática presentan patrones de utilización más bajos entre los migrantes. Es relevante mencionar que antes de que los migrantes tomen la decisión de acudir a los servicios de salud, ellos realizan una autovaloración de la gravedad de su enfermedad en donde a su vez analiza la posibilidad de estar incapacitado para trabajar, cual es el costo de los servicios5. Se observo la utilización de redes sociales por encima de la utilización de servicios de salud12.
Aunque los estudios sobre la utilización de servicios apuntan hacia distintas direcciones se identificaron barreras similares de utilización, los que incluyeron: limitados conocimientos sobre el sistema de salud, el costo de los servicios, no tener manejo del idioma inglés, su estatus migratorio y a su vez el miedo a la deportación13-15-16-22.
Se observa que las estrategias binacionales son insuficientes y se sugiere que las futuras políticas en pro de la salud de los migrantes se enfoquen en los derechos de la salud, generando inclusión en dicha población19-21.
No disponer de cobertura de seguridad médica afecta negativamente la utilización de servicios de salud, tanto para fines de prevención como para fines de diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Una relación débil de una población con los servicios de salud incide desfavorablemente en su estado de salud9.
El gobierno y la sociedad deben hacer algunos esfuerzos para reducir las barreras y brechas de acceso a los servicios de salud en la población migrante.
Conclusiones
A pesar de la aparente abundancia de artículos que abordan la utilización de los servicios de salud por parte de la población migrante, los resultados muestran una relativa escasez de estudios que tengan en cuentan las políticas migratorias. Los estudios suelen analizar a la población migrante en su conjunto y pocas realizan una diferenciación de las políticas migratorias de cada estado de los Estados Unidos19-21.
La migración se ha convertido en una opción de supervivencia y bienestar, dada las escasas oportunidades que existen en la región para el desarrollo social, económico y personal de sus habitantes.
Los estudios existentes parecen señalar que los migrantes mexicanos acceden de manera diferente a los servicios de salud esto en función de su estatus migratorio y que el sentido de estas diferencias varía según el tiempo de residencia en los Estados Unidos de América.
Los resultados parecen indicar que una gran parte de los factores que determinan el acceso de la población migrantes son de carácter socioeconómico, por ejemplo, tener seguro médico, nivel de estudios en donde se observan barreras socioeconómicas, indicando desigualdades sociales en el acceso7-17.
El estudio presenta algunas limitaciones. En primer lugar, sería posible que se hayan ignorado estudios relevantes especialmente con una aproximación cualitativa, dado que solamente se ha buscado en dos bases de datos y no se ha incluido literatura gris. Sin embargo, las consultadas son de referencia internacional. En segundo lugar, la aplicación de un límite temporal que podría haber excluido algún estudio relevante para la revisión.
Se observa una tendencia de diferencias de utilización entre la población migrante indocumentado y la población mexicana que tiene un estatus legal (ciudadanía o residencia). A sí mismo, los estudios apuntan a la existencia de factores socioeconómicos, de lenguaje, tiempo de residencia, tipo de trabajo. Es por ello que se deben realizar esfuerzos para el desarrollo de políticas migratorias con el fin de romper las barreras de utilización a la que se enfrentan los connacionales.
Es necesario desarrollar políticas de salud para ambos lados de la frontera, buscando una verdadera salud transaccional, en donde exista la potencialización de centros de beneficencia, centros comunitarios, iglesias y otros entes en donde los connacionales se sientan seguros y libres para la utilización de servicios de salud7