Identidad nacional

^{Jedlowski (2000, p. 131)} expresa, que la sociología de la memoria no puede desarrollarse sin un acercamiento a disciplinas cercanas, pero también a otras disciplinas relacionadas como la lingüística, entre otras.

El lenguaje es imprescindible para la construcción de los pueblos, la comunicación es el medio por el cual la historia y el futuro se entrelazan en un discurso social que se vuelve una realidad. La educación formal e informal, a través de ese lenguaje, es quien ha formado la identidad nacional del individuo.

En México, la Secretaría Nacional de la Defensa Nacional ^{(SEDENA, 2010)}, en un documento de su portal web, definió a la identidad nacional de la siguiente manera: La Identidad Nacional es una conciencia social que da sentido de equivalencia y pertenencia del individuo y su comunidad con el Estado Nacional, y se diferencia de otros Estados, afirmando su unión o independencia ante otras comunidades, en función de rasgos específicos; la fuerza integradora fundamental de esta unión es su historia común, reforzada mediante estructuras políticas, económicas y sociales (Párr. 1).

Este concepto permite al mexicano sostener la idea de una pertenencia a un colectivo que lo respalda, aguarda e identifica, pero al ser una idea colectiva, ésta se encuentra entre diversas aristas que pueden ser distintas, y en ocasiones, contrarias. Factores como el nivel socioeconómico, la lengua materna, la región del país en que se encuentren, entre otros, pueden hacer que esta perspectiva sea muy diversa en cada uno de los mexicanos. Autores como ^{Gutiérrez & Núñez, (1998, p. 81)} mencionan que la identidad nacional requiere superar la especulación y ambigüedad mediante la identificación de arquetipos y estereotipos que permitan conocer el límite de dicho concepto.

La construcción de la identidad nacional es realizada por el Estado desde la formación inicial, viéndose alimentada por la experiencia personal de cada individuo. Este concepto se va nutriendo no solo por el contenido escolar, sino por todo lo que el Estado pone a disposición del ciudadano como los medios de comunicación, ideas religiosas, pensamientos políticos, y por supuesto, la familia, núcleo social del ambiente.

Todo lo anterior, sumado al ejercicio educativo formal en las aulas, construye el ser humano que integra ese pensamiento colectivo. Como señala ^{Pérez-Rodríguez, (2012, p. 872)}: La identidad nacional además cumple funciones psicológicas y sociales en los individuos. Genera sentimientos de protección, seguridad, reconocimiento, respeto, sentido de trascendencia y pertenencia al saberse integrante de una unidad superior. Esos sentimientos se construyen mediante los aspectos valorativos, simbólicos y culturales que conforman el nacionalismo tales como desfiles, ceremonias conmemorativas, monumentos a los caídos y juramentos a los símbolos patrios que afianzan el sentido de pertenencia reafirmando la identidad y la unidad nacional.

Aunque para algunos el “ser mexicano” puede denotar un sentido positivo, como la fuerza de trabajo en equipo, las actitudes ante situaciones adversas, rasgos distintivos en la parte académica o ejercicios de autoridad en el poder; para otros, estas mismas cosas pueden representar algo totalmente negativo del “ser mexicano”.

No es la intención de estas letras calificar “lo bueno” o “malo” de la identidad nacional, sino definir, que aunque existe un pensamiento que comparte muchas bases, también existe un impacto en este de acuerdo a la experiencia personal de cada individuo. Es por lo que el estudio se enfocó en conocer el impacto que la experiencia educativa de los estudiantes en carreras relacionadas a la cultura, como idiomas o lenguas extranjeras, mediante el estudio de asignaturas relacionadas al pensamiento crítico mexicano, ha significado para la construcción de su identidad nacional en el nivel Educativo Superior.

Identidad profesional

El aprendizaje en las Instituciones de Educación Superior (IES, en adelante) brinda el conocimiento especializado a un área, que en conjunto con todo el proceso educativo que el individuo trae desde la educación básica, le proporcionan una identidad que le permite ser parte de un grupo productivo del sistema. Es importante perfilar este aprendizaje a la eficiencia que el ciudadano tendrá en el ambiente como fuerza de trabajo; por lo tanto, se puede decir, que es un camino específico que la identidad nacional seguirá hacia una identidad profesional que suma herramientas operativas necesarias para pertenecer a un sector de la población, ya sea salud, educación, seguridad, artes, industrial, etc.

La identidad profesional solo se adquiere cuando el individuo ingresa al sistema de Educación Superior, mientras que la identidad nacional es un proceso al que el ciudadano está sujeto desde su nacimiento. Ambos se complementan en el rol del mexicano en sociedad.

^{Balderas Gutiérrez (2013, párr. 1)} define el concepto de identidad profesional como: “el conjunto de atributos que permiten al individuo reconocerse a sí mismo como integrante de un gremio profesional”. Esta investigación se dirigió a conocer si la formación universitaria que construye la identidad profesional de los mexicanos influye en aspectos de la identidad nacional de los estudiantes de idiomas o lenguas extrajeras, o los perfila para trabajar con elementos relacionados a ella.

Son ambos términos, “identidad nacional” e “identidad profesional” los que fueron relacionados en las presentes letras con el fin de conocer la influencia que la educación universitaria tiene en la identidad del mexicano.

Metodología

Este estudio es una investigación cuantitativa de alcance descriptivo-exploratorio. La investigación cuantitativa, según ^{Pelekais (2000)}, tiene como propósito: “Explicar y predecir y/o controlar fenómenos a través de un enfoque de obtención de datos numéricos” (p.349).

Para la recolección de datos se utilizó como instrumento una encuesta conformada por una escala tipo Likert, la cual se elaboró en el servicio de almacenamientos de archivos Google Drive, a través del cual se envió a estudiantes de licenciaturas en idiomas, lenguas extranjeras o carreras afines a las lenguas de diversos estados de la nación mexicana. Las categorías del instrumento fueron: Identidad nacional e Identidad profesional, con 8 preguntas, 4 cada una respectivamente. El instrumento se conformó con una sección de datos sociodemográficos y al final una pregunta general de opción múltiple. La muestra se conformó de un total de 150 estudiantes, 88 (58.7%) mujeres y 62 (41.3%) hombres, pertenecientes a diversos semestres de sus programas de grado, los cuales fueron 7mo. (10.7%), 8vo. (9.3%), 9no. (24%), 10mo. en adelante (56%).

El proceso de recolección de la información fue de una semana, debido a que el acceso virtual a la encuesta fue rápido y sencillo, y pudo ser compartido en las diversas regiones del país sin problemas de distancia.

La estructura de la encuesta fue la siguiente:

En esta sección, la única pregunta abierta que contenía el instrumento era en la que debían escribir el nombre de la carrera que estaban cursando; esto para asegurar que todos los participantes cumplieran con el perfil necesario para el estudio. Posteriormente, se les pidió que colocaran su sexo y el número de semestre que cursaban actualmente en la carrera (opción múltiple).

Resultados

NOTA: Elaboración propia.

Figura 1 Aspectos de identidad nacional detectados en estudiantes encuestados.  

NOTA: Elaboración propia.

Figura 2 Aspectos de identidad profesional detectados en estudiantes encuestados.  

NOTA: Elaboración propia.

Figura 3 Calificación personal del concepto de “Identidad mexicana”.  

Con base en los resultados obtenidos por los participantes del estudio, en el aspecto de la identidad nacional en la formación de los estudiantes universitarios de los últimos semestres en adelante, se obtuvo en los cuatro ítems, en su mayoría el valor de Totalmente de acuerdo.

Más de la mitad de los encuestados afirmó poseer un concepto propio de lo que es “ser mexicano” (57%) en dicha escala de valor, seguida por un número alto (42%) en el valor De acuerdo; sin embargo, es importante destacar que en aspectos de identidad nacional, está pregunta fue la que tuvo el porcentaje más alto en respuesta en Totalmente en desacuerdo (11%), comparada con las otras preguntas de esa sección, aun así obteniendo un porcentaje muy debajo de la media de respuestas.

Gran parte de los encuestados afirmaron estar Totalmente de acuerdo (59%) y De acuerdo (37%) con la afirmación que establecía que son capaces de reconocer elementos de la cultura mexicana en diversos ámbitos, a nivel internacional. Esta tendencia fue repetida en los dos cuestionamientos siguientes, una de ella fue que en la que afirmaron que su percepción sobre la identidad del mexicano había cambiado a partir de mi formación universitaria, y la otra, señalaba que el acercamiento al conocimiento de otras culturas en el mundo había influido en el valor que le han dado a su identidad como mexicano.

Los porcentajes en toda la sección de identidad nacional fueron altos en los valores Totalmente de acuerdo y De acuerdo, dejando a los valores En desacuerdo y Totalmente en desacuerdo en puntajes por debajo del 10% (con excepción de la pregunta 1). Lo anterior, es evidencia cuantitativa de que el impacto que han tenido las licenciaturas en idiomas, lenguas extranjeras u otras carrera afines participantes en esta investigación; en la perspectiva nacional de sus estudiantes ha sido favorable para el reconocimiento de su idiosincrasia ante otras culturas del mundo y han promovido la retroalimentación de conceptos nacionalistas ya establecidos durante su educación previa de manera favorable en nuevos escenarios sociales y educativos.

Además del impacto que las carreras de grado han tenido en la identidad nacional de los universitarios, era necesario conocer qué relación tenía ese proceso con la formación de la identidad profesional; por lo tanto, se cuestionó a los participantes al respecto.

En contraste con la sección anterior (identidad nacional), en la segunda parte del instrumento dedicada a la identidad profesional y su relación con la temática, los porcentajes fueron mayoría primero en el valor De acuerdo, y en segundo lugar, en Totalmente de acuerdo, mientras que los porcentajes en el valor En desacuerdo oscilaron entre 14% y 28%, quedando Totalmente en desacuerdo en último lugar para cada ítem. Los estudiantes de las IES encuentran mayormente que el plan de estudios de las carreras antes mencionadas si les proporcionan elementos que abordan la cultura mexicana desde un punto de vista crítico (69%, sumando los valores más altos), pero un 28% afirma no estar de acuerdo en ello, mientras que un 3% totalmente en desacuerdo; por lo tanto, se deben tomar en cuenta que aspectos de mejora realizar en los contenidos y estrategias de análisis implementadas por los catedráticos para despertar el razonamiento en los alumnos más allá del simple conocimiento de la cultura mexicana.

Casi la mitad (49%) de los encuestados considera estar De acuerdo en que las actividades que realiza en la licenciatura lo forman como promotor cultural de su país, empero en segundo lugar de porcentajes se encuentran dos valores contrastantes Totalmente de acuerdo y En desacuerdo, con 24% respectivamente, dejando un 3% aun Totalmente en desacuerdo; lo anterior muestra que hay opiniones encontradas en la eficiencia de los ejercicios que sus programas de estudio incluyen para lograr que se formen encaminados a la promoción de la identidad nacional mexicana.

El porcentaje de esta sección más bajo en el valor De acuerdo (39%) fue el obtenido cuando los participantes aseguraron que su motivo principal para estudiar lenguas extranjeras está encaminado a promover culturas distintas a la mía, seguido por Totalmente de acuerdo con un 30%, en contraste un 31% (suma de los otros dos valores restantes), un número considerable, da a entender de manera implícita que si tienen interés en la difusión de la cultura mexicana. Este punto une los aspectos de identidad nacional y profesional unidos en la formación de dichas carreras de grado y marca una dicotomía entre quienes quieren enfocarse a promover su propia identidad nacional y entre quienes buscan a pesar de su identidad nacional difundir diversos aspectos internacionales.

Como parte final de los elementos que combinan la identidad profesional con el impacto que la formación universitaria tiene en la identidad nacional, se les preguntó a los encuestados qué tan de acuerdo estaban con la afirmación que establecía que ellos habían formado un concepto propio sobre la identidad del mexicano a partir del análisis de diversas teorías sociales como parte de su formación académica; en este ítem de la sección antes mencionada, los valores de Totalmente de acuerdo y De acuerdo se encuentran muy cercanos en porcentajes, 39% y 42% respectivamente, sumado a lo anterior, se puede afirmar que la mayoría de los estudiantes sienten que su perspectiva sobre la identidad del ser mexicano se ha visto transformada a través de sus experiencias académicas; solo un 19% discrepó de dicha afirmación.

Por último, para evidenciar de manera precisa cómo calificaban el concepto de “identidad mexicana” que poesía actualmente a partir de su formación universitaria, se les pidió que señalaran si consideraban que este era positivo o negativo, encontrando que el mayor número de la muestra (89.30%) lo calificaba positivamente, de tal forma que el restante (10.70%) lo percibió negativamente.