INTRODUCCIÓN
Anualmente se estiman en los seres humanos más de un millón de casos de leptospirosis, en el mundo con 59,000 muertes (Costa et al., 2015), sin embargo, el número exacto se desconoce ya que los sistemas de diagnóstico y registro epidemiológicos son difíciles de aplicar (Berlios et al., 2010; Jobbins et al., 2014). El continente africano cuenta con la más alta incidencia de especies endémicas de leptospira y la tasa de incidencia en humanos alcanzó 95.5/100,000 habitantes. En Asia se observó en un hospital de Malasia una seroprevalencia de leptospirosis en el 8.4% de los pacientes febriles (Noor et al., 2013), así mismo en Corea se llegó a reportar hasta el 12.4% de estos pacientes con seropositividad a Leptospira spp. (Kim, 2013), en la India en un estudio realizado en pacientes febriles de 15 hospitales y clínicas particulares se registró un 4% de pacientes positivos mediante la prueba de aglutinación microscópica (MAT) (Basker et al., 2014). En 1916 se registra el primer informe que resalta la importancia que tiene la leptospirosis canina en la salud pública, al observar la enfermedad en dos personas que habían estado en contacto con un perro ictérico (Jansen et al., 2005). El ser humano es susceptible a un gran número de serovariedades y el período de incubación de la enfermedad generalmente dura de una a dos semanas (García et al., 2013). Aunque existen casos con incubación, tan cortas como de dos días y otras de más de tres semanas (Bofill et al., 1988), los signos y síntomas son inespecíficos por lo cual se les puede confundir fácilmente con otros procesos infecciosos de tipo bacteriano o viral, como dengue, influenza, paludismo y brucelosis (Dircio et al., 2012; NOM-029-SSA2-1999; Adler y de la Peña 2011; Haake y Levett, 2015).
La principal fuente de contagio para los animales y en particular los perros la constituye la orina de animales infectados asintomáticos, por su condición de portadores, los roedores son los reservorios naturales más importantes (Songer y Thiermann 1988). No todos los serovares se presentan en las mismas áreas geográficas, pero de igual manera afectan a los humanos (Torres et al., 2016). En los perros la infección por la serovariedad Canicola se considera la más común, la serovariedad Icterohaemorragiae es menos frecuente y se le relaciona con los roedores Rattus rattus y Mus musculus como portadores y transmisores (Torres, 2017; Socolovschi et al., 2011; Calderon et al., 2014). La edad, raza y género de los perros representan factores de riesgo para la leptospirosis, asimismo, las características ambientales, como el aumento de lluvias y de la temperatura ambiente, han demostrado estar relacionadas con un aumento de incidencia de la enfermedad (Alton et al., 2009). El contacto con la calle es un factor de riesgo importante para la población canina, los machos adultos, deambulan más por las calles que las hembras y los cachorros, por lo que tienen más contacto con otros animales. Además los perros presentan el comportamiento de marcar territorio, lo que ocasiona que libere y esparza la bacteria, lo que contribuye al ciclo de transmisión (Raghavana et al., 2012). Investigaciones relacionadas con la etiología de la leptospirosis en algunas especies de animales domésticos, en especial los perros, indican que estos representan un riesgo de infección directa para los humanos, dada su estrecha relación (Hernández et al., 2017), la presencia de perros y roedores infectados en los ecosistemas urbanos que se encuentran en gran parte bajo el control humano, parecen menos propensos a las variaciones estacionales naturales manteniendo poblaciones constantes de estos animales durante todo el año (Himsworth et al., 2014). Los perros intervienen de manera muy importante en la permanencia de la bacteria en el medio ambiente (Calderón et al., 2014; Rodríguez et al., 2014), pues, como animales de compañía, son una fuente importante para la transmisión de la leptospirosis para el hombre (Allwood et al., 2014; Jiménez et al., 2009), principalmente los serovares Icterohaemorrhagiae y Canicola (Gualtieri et al., 2012; Stokes et al., 2007). A diferencia de la infección humana, los factores de riesgo de la leptospirosis en los animales no se conocen completamente y se requieren más estudios (Kikuti et al., 2012). Para prevenir la leptospirosis en los perros se utilizan bacterinas con los serovares Canicola, Grippotyphosa, Icterohaemorrhagiae y Pomona (da Silva et al., 2010; Shekatkar et al., 2010; Tian et al., 2011; Barmettler et al., 2011). La aplicación de este biológico es responsabilidad de los propietarios, ya que no se realiza de manera masiva.
En México los primeros trabajos sobre leptospirosis fueron realizados en 1920 en el estado de Yucatán, por Noguchi y Kleiger, quienes aislaron por primera vez a la espiroqueta de pacientes con diagnóstico de fiebre amarilla, en 1954 el Dr. Gerardo Varela, lleva a cabo las primeras encuestas seroepidemiológicas en Veracruz y Tampico posteriormente en otros estados de la República Mexicana, en 1961 observó casos en 19 entidades principalmente Campeche, Tabasco, Colima y el Distrito Federal (Varela et al., 1972). Se han realizado estudios de seroprevalencias de leptospirosis en seres humanos y perros en algunas regiones del país, en Chiapas el Centro de Investigaciones Ecológicas del Sureste menciona una seropositividad del 14.5% en seres humanos, en perros domiciliados (con dueño) el 23% y en perros callejeros el 55% de seropositivos (Zavala et al., 1984). El Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (InDRE) realizó estudios sobre el binomio hombre-perro de diversas regiones de México y encontraron títulos de 1:160 o superiores en 46% de los propietarios y en 62% de los animales (Zuñiga y Caro, 2012). A partir del año 2000 se inicia en México el registro nacional de los casos de leptospirosis. Al analizar los datos, se observa que el estado de Sinaloa, ha permanecido históricamente dentro de los primeros lugares de leptospirosis humana a nivel nacional, durante el período 2005- 2016 se notificaron 297 casos de leptospirosis con 124 defunciones (letalidad del 41.7%), además, durante 17 años el estado ha ocupado el primer lugar nacional en mortalidad por este padecimiento (DGIS, 2017). De acuerdo a los resultados de muestras de humanos enviadas al Laboratorio Estatal de Salud Pública del Estado de Sinaloa y muestras de perros de Sinaloa, examinadas en el laboratorio de Sanidad Animal en Tecámac Edo. de México, se han identificado anticuerpos antileptospira en seres humanos y en perros. Los factores de riesgo en las áreas donde conviven ambas especies pueden determinar la presencia de la enfermedad, por lo anterior, el objetivo de esta investigación es identificar la presencia de anticuerpos de las serovariedades de Leptospira en humanos y perros, así como los factores de contagio asociados a la enfermedad.
MATERIAL Y MÉTODOS
El estudio se realizó en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, México localidad ubicada a 24º 48' latitud Norte y 107º 23' longitud Oeste, a una altitud promedio sobre el nivel del mar de 60 metros; el clima de la región se clasifica como semi seco muy cálido BS1(h') con una temperatura anual promedio de 25.5ºC con máximas de 45ºC en los meses de julio y agosto y mínimas de 7º C en diciembre y enero. Presenta una precipitación pluvial anual de 671.14 mm, con precipitaciones máximas en los meses de julio, agosto y septiembre (INEGI, 2017). El tamaño de la muestra se determinó tomando en consideración una prevalencia de reactividad antileptospira del 18% en la población mexicana (Benavides et al., 2006; De Igartua et al., 2005; Gavaldón, et al., 1995) y se calculó de acuerdo a la fórmula para estimación de las proporciones para muestras finitas (Wayne, 2006).
Donde
n = tamaño de la muestra
N = población susceptible donadores de sangre promedio anual (6,000)
Z = valor distribución normal estándar (1.96)
d = coeficiente de confiabilidad (0.05)
p= proporción (0.18)
n= 219
Proporción esperada de perdidas (R) 10%
Muestra ajustada n= 243
Se realizó un muestreo al azar durante un período de seis meses (junio-diciembre) en bancos de sangre de dos hospitales públicos. Las muestras se obtuvieron de 247 donadores de sangre de la ciudad de Culiacán, sin distinción de género ni edad, aceptados conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-253-SSA1-2012. Criterios de exclusión, ninguno, a excepción del mismo participante (autoeliminación). Una vez obtenidas las muestras se centrifugaron durante 10 min a 1008 Xg, el suero se mantuvo en ultracongelación a -40oC hasta su uso. El estudio de las muestras serológicas se llevó a cabo en el Laboratorio Estatal de Salud Pública del Estado de Veracruz mediante la prueba MAT. Conforme a los Lineamientos para la Vigilancia Epidemiológica de Leptospirosis, mediante Aglutinación Microscópica del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE). La detección de anticuerpos aglutinantes se observa a partir de 4 diluciones (1:80, 1:160, 1:320, 1:640) sin embargo, esto no es indicativo de la enfermedad, solo demuestra que la persona en algún momento se infectó con la bacteria. Conforme a los lineamientos mencionados anteriormente, para el diagnóstico confirmatorio, en los humanos, se realizó con una segunda muestra obtenida 15 días después de la primera.
Las muestras de sangre de los donadores fueron obtenidas, previa autorización por medio de consentimiento informado conforme a lo establecido por el Comité de Ética e Investigación de los hospitales.
En seguimiento a los casos de los donadores de sangre, con resultado positivo, se visitaron sus domicilios para proceder al muestreo de perros, tanto dentro de la casa como en los alrededores de la misma; se obtuvieron 116 muestras serológicas de perros, no inmunizados con la bacterina contra Leptospira spp, esto se realizó previo consentimiento informado de los propietarios o responsables de los animales. Antes de tomar las muestras de sangre, se aplicó un cuestionario a los responsables de las mascotas para obtener información relacionada con las condiciones y características del lugar donde vivían; las muestras de sangre (3 ml) se obtuvieron mediante punción de la vena yugular, se depositaron en un tubo de vacío sin anticoagulante, se centrifugaron durante diez minutos a 1008 Xg y se obtuvieron las muestras de suero, libres de contaminantes, no hemolizadas y se mantuvieron a -40 ° C en un ultracongelador. Una vez recolectadas, todas las muestras se trasladaron al laboratorio del Centro Nacional de Salud Animal en Tecamac, Estado de México, donde fueron procesadas usando la prueba MAT, la cual detecta la presencia de anticuerpos aglutinantes para cada uno de los serovares probados (Gautam et al., 2010), se utilizó un panel que incluía los siguientes serovariedades: Ballum, Canicola, Hardjo, Pomona, Pyogenes, Icterohaemorrhagiae, Bratislava, Wolffi, Australis, Grippotyphosa, Hebdomadis y Shermani. Los puntos de corte de las pruebas consideraron títulos de 1:100 o más como positivos (OMS, 2008; NOM-253-SSA1-2012; Lau et al., 2010).
Análisis estadístico. Para evidenciar si existía diferencia estadísticamente significativa entre las distintas serovariedades identificadas de Leptospira, los resultados se analizaron por la prueba de Ji cuadrado de Pearson para homogeneidad de proporciones considerando un valor estadísticamente significativo de P<0.05. Las estimaciones absolutas de razón de momios (OR) fueron realizadas usando un modelo de regresión logística simple. Todos los análisis se realizaron utilizando el paquete estadístico Stata intercooled versión 13.1.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se analizaron 247 muestras de donadores de sangre de hospitales públicos resultando 8 seropositivas (3.23%). Se observó una tendencia de los casos hacia el nororiente de la ciudad de Culiacán, en donde se registraron tres casos en colonias contiguas, todas localizadas cerca de corrales improvisados frente a la entrada principal del basurero municipal. En estas colonias, sus habitantes conviven de manera rutinaria con ganado porcino, ovino y caprino, la mayoría alimentados con desechos orgánicos y que llegan a tomar agua de las mismas charcas que perros, aves carroñeras y roedores. Además, todas las muestras seropositivas provienen de sectores de un nivel socioeconómico bajo, en estas viviendas es común encontrar acumulo de basura, calles sin pavimento, recipientes plásticos, mal manejo del agua almacenada y estancamientos de agua, estos factores y la presencia de reservorios incrementa el riesgo de contagio de leptospirosis en humanos y perros (Lau et al., 2010; Hernández, 2019). Las serovariedades que reaccionaron a la prueba MAT, de mayor a menor frecuencia de seropositivos fueron: Canicola 4 (50%), Icterohaemorragiae 3 (37.5%), Pyrogenes 2 (25%), Autumnalis 2 (25%), Pomona 2 (25%). Los títulos más altos (1:360) se observaron para las serovariedades Canicola, Icterohaemorragiae y Pyrogenes (Cuadro 1). Estas tres serovariedades están consideradas las más patógenas en los seres humanos. En una investigación realizada en perros de la misma ciudad, Hernández et al. (2017) reportan las prevalencias más altas en la serovariedades, Canicola e Icterohaemorragia. Para que existan anticuerpos antileptospira en los seres humanos estos tuvieron que haber sufrido una infección (OMS, 2008) ya que en nuestro país no se utilizan vacunas para prevención de la enfermedad.
Casos seropositivos colonia | Serovariedad | Título |
El Mirador | Canicola Icterohaemorrhagiae | 1:80 1:80 |
Adolfo López Mateos | Canicola Icterohaemorrhagiae | 1:80 1:160 |
Rafael Buelna | Canicola Pyrogenes | 1:320 1:320 |
Pemex | Canicola Pyrogenes | 1;80 1:80 |
Buenavista | Pomona | 1:80 |
Fracc. Nueva Galicia | Pomona | 1:160 |
Rosario Uzárraga | Autumnalis | 1:80 |
Fracc. San Fernando | Icterohaemorrhagiae Autumnalis |
1:320 1:80 |
La información general obtenida de las encuestas realizadas a los donadores de sangre indica la procedencia de las muestras, 138 colonias y fraccionamientos de la ciudad de Culiacán, las cuales fueron divididas en tres estratos, popular 83%, medio 15% y alto 2%. Respecto a su grupo de ocupación laboral se observó lo siguiente: el 5% realiza actividades dentro del área de la agricultura y ganadería, el 63% realiza algún tipo de oficio y el 32% es profesionista, el número de moradores por domicilio en promedio fue 4.3 personas, el 53% de los participantes manifestó ser propietario de algún perro. Las características de los perros en el estudio fue la siguiente: el 53% fueron mestizos y el 47% de alguna raza, además, la mayoría menores de 13 meses (94%) y el 70% cuenta con vacuna antirrábica, 64% corresponde a machos, del total únicamente el 10% permanece dentro de la casa, el 32% vive en el patio y el 58% entra y sale de la vivienda. El 59% de las encuestas revela la presencia de roedores en casas o calles, el 94% de las personas encuestadas refiere la presencia de otros perros en la calle; el lugar donde viven los perros indica que el 49% vive en patios con pisos de cemento, 30% en tierra y 21% en ambos tipos de piso. Se observó que el 99% de los domicilios cuenta con agua entubada, en el 65% de los domicilios existen tambos o piletas para almacenar agua, y el 95% cuentan con drenaje. El número de mascotas encontradas en los domicilios indica que los propietarios tienen en promedio 1.4 perros por domicilio.
No se observaron diferencias estadísticamente significativas para la presentación de la infección, en las variables relacionadas con: el estrato socioeconómico, número de habitantes en el domicilio, si poseen perro o no, edad de las mascotas, raza, sexo, si viven en la casa en los patios en ambos espacios, tampoco se observaron diferencias significativas relacionadas con la permanencia en la calle y la casa, presencia de roedores, presencia de otros perros en la calle, en los tipos de piso en que viven las mascotas (cemento, tierra, ambos), si los domicilios cuentan con agua entubada, tambos, piletas y drenaje. Se observó diferencia estadísticamente significativa (p=0.02) para las personas que tienen como ocupación laboral un oficio, en el caso específico de los donadores de sangre seropositivos correspondieron a los oficios de empleados de la construcción, almacenistas, trabajadores de tiendas departamentales, electricista, comerciante, cerrajero y un servidor público (Cuadro 2). Existen investigaciones realizadas para determinar prevalencia de leptospirosis en grupos de riesgo como trabajadores de rastros, mercados, recolectores de basura, jornaleros agrícolas, trabajadores y otros (Rahman et al., 2018; Alinaitwe et al., 2019; Azafar et al., 2018), pero no en grupos aparentemente no relacionados con la enfermedad, como es el caso de esta investigación.
Ocupación | Negativos | Positivos | Total |
Agrícultura y ganadería | 79 | 0 | 79 |
Oficios | 148 | 8 | 156 |
Profesionistas | 12 | 0 | 12 |
Total | 239 | 8 | 247 |
% | 100. | 100 | 100 |
Ji-cuadrada de Pearson = 4.823, GL = 2. Jj-cuadrada de la tasa de verosimilitud = 7.508, GL = 2. OR=8.2.
Las muestras serológicas de los perros (n=106) se analizaron en el Centro Nacional de Sanidad Animal en Tecámac Estado de México (CENASA) mediante la prueba MAT, resultando 18 seropositivos localizados en cinco de las ocho colonias muestreadas (62.5%), identificandose títulos de anticuerpos para once serovariedades, de mayor a menor frecuencia fueron: Wolffi, Bratislava, Australis, Canicola, Grippotyphosa, Pyrogenes, Hardjo, Icterohaemorragiae, Pomona, Hebdomadis y Shermani. Los anticuerpos probados en los perros incluyen a todos los identificados en los donadores de sangre, la serovariedad Autumnalis, no está incluida en el panel de CENASA. En este estudio, la prevalencia observada 17% (18/106), en las muestras de los perros que conviven con humanos seropositivos fue mayor, a lo reportado por Hernández et al. (2017) en la misma ciudad en perros de la población en general, pues ellos reportaron una prevalencia del 9 % (15/165). De acuerdo a las encuestas aplicadas a los propietarios los perros muestreados, estos se relacionan con otros 201 perros que pudieran estar en riesgo, así mismo, con 444 humanos. La edad de los animales muestreados índica que el 53% eran mayores de dos años y el 47% de mascotas menores de esa edad. Con respecto al tipo de raza de perro, encontramos que el 50% de las muestras de suero correspondían a perros mestizos, seguidas de cruces de razas pequeñas como caniche y chihuahueño (29%); estos dos grupos constituyeron el 79% de las muestras. El lugar de residencia de los perros también se consideró un factor importante relacionado con la epidemiología de la enfermedad, el 94.34% de los perros vivían dentro del hogar, mientras que el 53% de los perros de la muestra tenían contacto con la calle. En relación al sexo de los animales muestreados, el 55% corresponde a machos y el 45% a hembras, esta variable fue estadísticamente significativa (P <0.05; OR = 2.9), las hembras tienen una frecuencia más alta en comparación con los machos (Cuadro 3).
Sexo | Negativos | Positivos | Total |
Hembras | 36.00 | 12.00 | 48 |
Machos | 52.00 | 6.00 | 58 |
Total | 88.00 | 18.00 | 106 |
% | 83.02 | 16.98 | 100 |
Ji-cuadrada de Pearson = 4.001; GL = 1; valor de P = 0.045. Ji-cuadrada de la tasa de verosimilitud = 4.019; GL = 1; valor de P =0.045. OR=2.9
Resultados de estudios realizados en Canadá y Estados Unidos de Norteamérica, obtenidos por Ward et al.,(2002, 2004), refieren lo contrario, observándose una mayor incidencia en los perros machos, (Ward et al., 2002; Ward et al., 2004), sin embargo, Hernandez et al., (2017) reportan en la Cd. de Culiacán Sinaloa una mayor frecuencia en las hembras.
Los datos de las pruebas serológicas, analizadas para los perros que permanecen en las casas y tienen acceso a la calle fueron marginalmente significativos (P = 0.06) (Cuadro 4). Esto se puede deber al contacto con otros animales, orina o agua contaminada, por la cual existe un mayor riesgo de infección con Leptospira (Alton et al.,2009; Kikuti et al., 2012).
Las serovariedades observadas en los ocho casos positivos en humanos y los caninos en sus correspondientes áreas se describen a continuación:
En el fraccionamiento “San Fernando” el donador de sangre presentó anticuerpos a las serovariedades Icterohaemorrhagiae (1:320) y Autumnalis (1:80), en contraparte el perro reaccionó a las serovariedades Grippotyphosa (1:200), Canicola (1:200), Bratislava (1:200), Hardjo (1:100), Pyrogenes (1:400), Icterohaemorrhagiae (1:100), en este perro se identificaron anticuerpos para seis serovariedades, todas estas leptospiras son las mas frecuentes y las más patógenas, agrupadas dentro del «complejo interrogans» (Céspedes, 2005; Sun et al., 2020), para el humano la titulación de anticuerpos de la serovariedad Icterohaemorrhagiae es mayor a la observada en el perro, el serovar Autumnalis no está incluido en el panel de prueba para los caninos.
En otro caso, colonia “El Mirador” el donador de sangre dio seropositividad a dos serovariedades, Icterohaemorrhagiae (1:80), Canicola (1:80), para el perro se observaron anticuerpos para la serovariedad Wolffi (1:100).
Perros | Negative | Positive | Total |
Casa y calle | 43.00 | 13.00 | 56 |
Casa | 45.00 | 5.00 | 50 |
Total | 88.00 | 18.00 | 106 |
% | 83.02 | 16.98 | 100 |
Ji-cuadrada de Pearson = 3.272 GL = 1; P value = 0.070
Ji-cuadrada de la tasa de verosimilitud = 3.389; GL = 1; P value = 0.066
En la colonia “Adolfo López Mateos” al humano se le detectaron anticuerpos antileptospira para las serovariedades Icterohaemorrhagiae (1:160) y Canicola (1:80), no se encontraron perros seropositivos. En estos tres primeros casos en humanos seropositivos se identificaron anticuerpos del serovar Icterohaemorrhagiae, considerado uno de los mas patógenos por sus características de producción de hemolisinas y toxinas que pueden desencadenar una fase severa de la enfermedad conocida como síndrome hemorrágico, fiebre icterohemorrágica o enfermedad de Weil, es la forma de presentación de peor pronóstico y de extrema gravedad (Carranza et al., 2020).
En la muestra seropositiva del donador de sangre de la colonia “Rafael Buelna” se detectaron anticuerpos para las serovariedades Canicola (1:320) y Pyrogenes (1:320), en uno de los perros muestreados se observó seropositividad para anticuerpos de las serovariedades Canicola (1:100), Bratislava (1:400), Grippotyphosa (1:100), Pyrogenes (1:800), Pomona (1:100), la titulación para la serovariedad Canicola en el humano es más elevada en relación al canino, anticuerpos para la serovariedad Pyrogenes se observaron en las dos muestras, la observación de varias serovariedades es notoria principalmente en los perros, asi como ser asintomáticos.
En el caso positivo de la colonia “Pemex”, las serovariedades de anticuerpos identificados en el humano fueron Canicola (1:80) y Pyrogenes (1:80), para los caninos se observaron anticuerpos para las serovariedades Wolffi rangos de (1:200 a 1:400), Hebdomadis (1:100), Bratislava (1:100), Australis (1:100), Shermani (1:100). Los anticuerpos observados no coinciden entre el humano y los perros, sin embargo para todos estos serovares patógenos para el humano se han identificado proteínas determinantes, como factores de virulencia mediante técnicas de biología molecular (Martínez et al., 2018).
En la colonia “Rosario Uzárraga” se observaron en el humano anticuerpos a la serovariedad Autumnalis (1:80), para el perro los serovares que reaccionaron a la prueba fueron Wolffi (1:100), Bratislava (1:100). En las colonias Buenavista y Nueva Galicia en los humanos se detectaron anticuerpos antileptospira para las serovariedad Pomona con títulos de 1:80 y 1:160 sin encontrarse perros seropositivos (Cuadro 5).
Donadores de sangre Serovariedades sangre positivos | Título | Perros positivos | Serovariedades | Título | |
---|---|---|---|---|---|
Colonia | |||||
El Mirador | Canicola | 1:80 | 1 | Wolffi | 1:100 |
Icterohaemorrhagiae | 1:80 | ||||
Adolfo López Mateos | Canicola Icterohaemorrhagiae | 1:80 1:160 | 0 | No se observaron | |
Rafael Buelna | Canicola | 1:320 | 1 | Canicola | 1:400 |
Pyrogenes | 1:320 | Grippotyphosa Pomona | 1:400 1:100 | ||
Bratislava | 1:100 | ||||
Pemex | Canicola | 1:80 | 13 | Pyrogenes Wolffi | 1:800 1:200 |
Pyrogenes | 1:80 | Hebdomadis | 1:100 | ||
Bratislava Australis | 1:100 1:100 | ||||
Shermani | 1:100 | ||||
Buenavista | Pomona | 1:80 | 0 | No se observaron | |
Nueva Galicia | Pomona | 1:160 | 0 | No se observaron | |
Rosario Uzárraga | Autumnalis | 1:80 | 2 | Wolffi | 1:100 |
San Fernando | Icterohaemorrhagiae | 1:320 | 1 | Bratislava Canicola | 1:100 1:200 |
Autumnalis | 1:80 | Grippotyphosa | 1:200 | ||
Hardjo Bratislava | 1:100 1:200 | ||||
Pyrogenes | 1:400 | ||||
Icterohaemorrhagiae | 1:100 |
CONCLUSIÓN
Entre los seres humanos y perros que conviven con ellos se identificaron anticuerpos contra Leptospira de 12 serovariedades en las mismas áreas compartidas. Las muestras probadas en los perros incluyen las serovariedas observadas en humanos y los factores de contagio para los caninos incluyeron el sexo (hembras), los perros que permanecen en casa con acceso a la calle, fueron marginalmente significativos. En los humanos la ocupación laboral (oficios) fue un factor de riesgo significativo.