El examen histórico de las múltiples reacciones y respuestas que han suscitado y que provocan las enfermedades epidémicas y pandémicas, de los medios y causas que han facilitado su emergencia y dispersión, así como de las divergentes repercusiones políticas, económicas, sociales y demográficas del tifo, cólera, influenza, paludismo, sífilis y tuberculosis, es el tema que articula a los 24 trabajos que conforman este libro. Sus autores -profesores, investigadores y estudiantes de posgrado de diversas disciplinas e instituciones- presentan y examinan a partir de diferentes abordajes y disciplinas las heterogéneas causas, consecuencias y legados que han tenido y que continúan teniendo las enfermedades infecciosas. Partiendo de las aportaciones realizadas en décadas recientes por una amplia gama de investigaciones históricas, demográficas y sociales en torno a la salud, la enfermedad y la atención en México y en otros países, El miedo a morir constata que han quedado atrás las historias celebratorias y las enumeraciones de los progresos de las ciencias médicas y de las terapias siempre exitosas, proporcionando al lector un rico, amplio y novedoso panorama sobre saberes y enfermedades, personal de salud y pacientes; instituciones, profesiones y actitudes en momentos de emergencia sanitaria.
A lo largo del capitulado se aprecian las diferentes preocupaciones, ópticas, abordajes, metodologías de los autores; se examinan las multifacéticas y multicausales dinámicas de las enfermedades en la historia, las causas de muerte en los entornos urbanos y rurales, y también las complejas relaciones e interrelaciones entre lo biológico y lo social. De igual forma se presta atención a las estructuras sociales, a las relaciones de poder, a las normas, reglamentación, instituciones y actores del ámbito de la salubridad, así como a las consecuencias médico-sociales, demográficas, urbanas y rurales de distintas enfermedades endémicas y epidémicas en una amplia diversidad de escenarios durante una igualmente amplia y diversa temporalidad.
Los primeros seis capítulos examinan las causas, consecuencias y acciones desplegadas en diferentes momentos históricos para hacer frente al tifo o tabardillo; los siguientes tres capítulos (7 a 9) examinan el impacto, las respuestas y los legados de la lucha contra el cólera; los capítulos 10 a 13 se ocupan de la mutante naturaleza e impacto de la influenza, mientras que los capítulos 14 a 18 estudian las recurrentes manifestaciones epidémicas del paludismo o malaria, de la tuberculosis y de la sífilis. Los cinco capítulos finales (19 a 23, así como un estudio adicional) analizan las repercusiones demográficas de las endemias, epidemias y pandemias, los conocimientos médicos y la impronta higienista en diferentes geografías y momentos, incluyéndose a lo largo del capitulado novedosos cuadros, tablas, gráficas, mapas e ilustraciones originales que sin duda serán de enorme utilidad para futuras investigaciones.
Una aportación particularmente importante de El miedo a morir es la manera en la que se constata que la propagación de las enfermedades infecciosas que devienen en epidemias o pandemias no se puede ceñir a un pasado lejano y que vivimos en una época caracterizada por el resurgimiento de viejas enfermedades y por la aparición de nuevas. El cólera en este libro se estudia con detenimiento al prestarse atención a las epidemias de 1833, 1850 y 1853. Sin embargo, no se puede perder de vista que hace poco tiempo, durante la década de 1990, el cólera se tornó en una pesadilla internacional al provocar miles de muertes en el sudeste asiático y en la región amazónica; una enfermedad que en la actualidad está generando una verdadera crisis sanitaria y humanitaria en Haití.
De igual forma, los esfuerzos locales, regionales, nacionales e internacionales desplegados para controlar la malaria durante la segunda mitad del siglo XX no se pueden separar del concepto de erradicación, de la medicina militar y del empleo de insecticidas (en particular del DDT), lo que en México llevó a que en 1955 se estableciera la Comisión Nacional para la Erradicación del Paludismo (CNEP), como se analiza en El miedo a morir. Sin embargo, la erradicación de esa enfermedad no se alcanzó y la malaria regresó con fuerza durante la década de 1990, provocando que entre 300 y 500 millones de personas la contrajeran. Además, nuevas enfermedades, algunas con gran impacto mediático, como en el caso del VIH/SIDA, han oscurecido aún más el panorama sanitario internacional.
El caso de la influenza, cuyos efectos demográficos a escala mundial durante el siglo pasado aún están por determinarse, se examina en este libro durante dos momentos en particular apremiantes: 1918 y 2009. Sin embargo, la mutante y cambiante naturaleza del virus de la influenza también se evidenció en 2002, al propagarse un nuevo virus de esa enfermedad -el Síndrome Respiratorio Agudo Severo o SARS, por sus siglas en inglés-. Lo anterior puso en estado de alerta a la comunidad médica y científica internacional al constatarse que se trataba de una novedosa recombinación viral hasta ese momento desconocida y que bien podría ser el inicio de una pandemia con serias consecuencias para la salud, la economía y el comercio mundiales. De igual forma, la propagación en 2009 del virus AH1N1, y de entonces a la fecha, es una clara prueba de que el resurgimiento de viejas enfermedades y la aparición de nuevos padecimientos no son de manera alguna acontecimientos meramente coyunturales, como se examina en este libro.
La presencia y propagación de nuevas y viejas enfermedades en diferentes partes del mundo son prueba de las profundas alteraciones en los ecosistemas, de las enormes desigualdades económicas, políticas y sociales y de la creciente inequidad en el acceso de millones de personas a los servicios más básicos de salud. La ausencia de un sistema de salud pública nacional e internacional capaz de implementar respuestas eficaces frente a la escala e impacto que ha tenido la globalización, a lo que se suma la ausencia de vacunas y de antivirales para contener y neutralizar al cambiante virus de la influenza, por ejemplo, son algunos de los elementos que favorecen la diseminación de esa y otras enfermedades. Además, el que en México los programas de salud no tomen con seriedad, constancia y con un verdadero compromiso político a los determinantes sociales de la salud, es decir, la suma de las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan, envejecen y se enferman, forman parte de los motivos por los que el examen histórico, demográfico, político, económico y social de las endemias, epidemias y pandemias es particularmente apremiante. Por ello, este libro es una contribución importante para analizar, examinar y aprender del pasado y del presente.
Las epidemias cautivaron la atención de las editoras y de los autores de este libro de la misma manera en la que han cautivado la atención de un buen número de historiadores, demógrafos, literatos y críticos culturales desde hace mucho tiempo. ¿Por qué? La respuesta no es sencilla y tampoco unicausal. Parte de la respuesta puede obedecer a que una epidemia magnifica las relaciones entre los sistemas económicos y las condiciones de existencia; ilumina dimensiones poco conocidas de las mentalidades, de las ideologías y de las creencias religiosas, e ilustra los esfuerzos desplegados en diferentes momentos históricos para fomentar, cuidar y resguardar la salud individual y la de las colectividades por parte de una multiplicidad de actores. Además, las epidemias han sido y continúan siendo un importante estímulo para la ampliación de las atribuciones, obligaciones y responsabilidades e intervenciones estatales; son momentos únicos a partir de los que es posible analizar los temores y los prejuicios; las ideas acerca de los grupos étnicos y de las clases sociales; así como las normas y los estereotipos sobre los enfermos en diferentes sociedades que al mismo tiempo padecieron de una misma enfermedad, entre otros elementos.1
Las epidemias son acontecimientos multifacéticos. Aluden al temor y a la súbita muerte de los individuos y, a diferencia de otro género o manifestaciones de la enfermedad, poseen un claro acotamiento temporal, son episódicos. Las epidemias inician en un momento particular y proceden o permanecen en escena durante un periodo limitado, revelando e incrementando las tensiones, desatando un ambiente de crisis individual y colectiva, transitando súbitamente hacia un final. Sin embargo, es preciso destacar, como se hace de manera directa e indirecta en El miedo a morir, que los polifacéticos momentos de emergencia epidémica bien podrían constituirse en coyunturas decisivas para impulsar, promover y garantizar la prevención y la preparación para hacer frente a futuros momentos de emergencia epidémica. Sin embargo, y lamentablemente, la experiencia histórica constata que cuando termina una epidemia sobreviene una suerte de amnesia colectiva acompañada de la ausencia de una previsión sistemática y tenaz para hacer frente a posteriores situaciones de emergencia sanitaria.
En suma, en El miedo a morir se aprecia la cambiante naturaleza de la enfermedad que se torna epidémica y la familiaridad que en una igualmente cambiante sociedad se puede entablar con una enfermedad en particular, como en el caso del tifo. También se presta atención a las maneras en las que se perciben, tratan y nombran las enfermedades y se examinan las medidas, respuestas, reacciones y acciones desplegadas en aras de su contención en diferentes momentos históricos. Con claridad, originalidad y rigor este libro, pensado y coordinado por América Molina del Villar, Claudia Pardo y Lourdes Márquez Morfín, será una obra de referencia y de consulta obligada para toda persona interesada en el análisis médico, histórico, demográfico, social y cultural de las historias de las epidemias y de las enfermedades en México.