El pasado primero de marzo del 2024, en el auditorio José Adem del Departamento de Matemática Educativa (DME) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav-IPN), nos reunimos familiares, amigos, alumnos y colegas de la doctora Olimpia Figueras Mourut de Montppellier para rendir homenaje y celebrar su destacada trayectoria como investigadora y docente. Por tanto, en este documento compartimos algunos de los momentos más significativos y emotivos de dicho evento (Matedu Oficial, 2024).
Comenzamos con una reflexión sobre la relevancia de reconocer a quienes han contribuido al desarrollo de la ciencia o de una disciplina científica. Posteriormente, relatamos sobre el homenaje a la doctora Figueras, destacando testimonios de quienes participamos en el evento y describiendo momentos emotivos que marcaron la ceremonia. Cerramos expresando un profundo agradecimiento dedicado a Olimpia Figueras, en nombre del autor principal de esta reseña.
Dualidad perfecta
Las duras batallas tu corazón esculpen
Tu cerebro traza la ecuación perfecta
De ese camino mágico
Que tú construyes
Pensamiento prodigioso y corazón de azúcar
Tu mano extiendes para levantar almas
Mientras las aderezas
Con esa mirada
Eres la presencia
Que aún sin irse extrañas
Que suma a tu vida lo que le hace falta
O lo multiplica para que sea exacta
Que tiene la palabra
Que el corazón quiere
Que la boca endulza
Cuando más, cuando más amarga
Poema dedicado a la doctora Olimpia Figueras Autora: María Elena Lavara Castillo
RECONOCIMIENTO A UNA DE LAS PIONERAS EN EDUCACIÓN MATEMÁTICA EN MÉXICO
Hacer un homenaje, es un acto de reconocimiento y agradecimiento por el legado que forja una persona. En este caso, Olimpia Figueras ha contribuido de manera importante al campo de la Matemática Educativa desde sus inicios como disciplina científica en México, dejando un impacto perdurable en este y otros países. Como mencionó el doctor Gonzalo López Rueda durante la ceremonia, la trayectoria profesional de la doctora Figueras ha sido larga. En 1974, el doctor Carlos Ímaz y el doctor Eugenio Filloy, matemáticos fundadores de lo que ahora es el DME del Cinvestav, la invitaron a formar parte del equipo que tenía como encomienda la reforma educativa del país. Su tarea fue revisar los libros de texto gratuitos de matemáticas que serían publicados por la Secretaría de Educación
Pública (SEP), por lo que su trabajo cobró gran relevancia, ya que estos mate-riales tuvieron un impacto en la enseñanza y aprendizaje de las matemáticas de todo el país, desde las grandes ciudades hasta los lugares más recónditos y vulnerables.
Como resultado de dicha encomienda, el grupo de trabajo que encabezaba el proyecto de la reforma educativa vio la necesidad de crear una sección de matemática educativa dentro del departamento de matemáticas del Cinvestav. En 1975, Olimpia se unió a esta sección. Desde entonces se ha preocupado por atender problemas relativos a la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas. Entre sus actividades más destacadas podemos contar su participación y liderazgo en la elaboración de planes y programas de estudio para la educación básica en México; la producción de publicaciones y materiales que apoyan la labor educativa de los docentes; la generación de proyectos de investigación en México y otros países, que promueven la creación de redes o comunidades; la formación de recursos humanos y la impartición de cursos para la formación docente.
Un homenaje es un momento que nos hace revivir la trayectoria y los esfuerzos de una persona, así como preservar en la memoria todos sus logros. Particularmente, la actividad profesional de la doctora Olimpia ha sido fuente de motivación e inspiración, especialmente para quienes buscamos contribuir al mismo campo, atendiendo problemas de la educación matemática. Sin embargo, ella no solo nos ha inspirado para ser buenos profesionistas, sino que su calidad humana y su forma de ser tan maternal nos ha motivado para ser mejores personas, fomentando buenos valores, la excelencia y las ganas de contribuir a la sociedad.
Por todo esto, dedicamos con mucho cariño, admiración y reconocimiento, un homenaje a la doctora Olimpia Figueras, en aras de celebrar sus 80 años de vida y sus 50 años de servicio para la comunidad de educadores matemáticos.
TESTIMONIOS Y MOMENTOS EMOTIVOS DEL HOMENAJE
El homenaje a la trayectoria académica de Olimpia se llevó a cabo en un ambiente festivo y especialmente emotivo. Durante el evento se realizaron diversas actividades, que incluyeron la cordial bienvenida del doctor Gonzalo López Rueda, quien fue alumno de la doctora Olimpia; las palabras de reconocimiento por parte de su colega el doctor Francisco Cordero, jefe del DME del Cinvestav; la lectura de su semblanza a cargo del doctor Luis Puig, profesor emérito de la Universidad de Valencia; presentación de videos, fotografías y pautas musicales; la entrega de reconocimientos por parte del DME, SEP, UPN y SOMIDEM A.C.; finalmente, el evento concluyó con las palabras de agradecimiento de la doctora Olimpia y una celebración entre los pasillos del auditorio. Todo ello reflejó profundos sentimientos de cariño, admiración, respeto y un reconocimiento excepcional hacia la homenajeada. En lo siguiente, nos adentraremos en un relato detallado de estas actividades, compartiendo nuestra vivencia y sentimientos.
Durante el discurso de bienvenida, conforme se narraban anécdotas y algunas de las contribuciones de la doctora Olimpia en el campo de la Matemática Edu-cativa, podíamos imaginar una línea de tiempo que abarcaba su impresionante trayectoria de cinco décadas, en la que contamos su incorporación a la antigua Sección de Matemática Educativa del Cinvestav. Pudimos destacar el impacto que su trabajo ha tenido para la educación básica, su liderazgo en la generación de proyectos, en la difusión y divulgación de la cultura matemática y su labor para la formación de profesionales en el ámbito de la docencia y de la investigación.
Respecto a este último punto, fue evidente cómo la doctora Olimpia ha inspirado a generaciones de estudiantes y profesores, no solo a través de su conocimiento sino también mediante su empatía y acompañamiento. Al inaugurar el evento, el doctor Francisco Cordero expresó su gratitud a los alumnos y colegas que tomaron la iniciativa de organizar el evento, y conmovido, reconoció el mérito académico de la homenajeada y celebró su excepcional calidad humana.
Por su parte, el doctor Luis Puig relató con palabras cálidas y llenas de afecto la semblanza de la doctora Figueras, estableciendo el tono emotivo que caracterizó el homenaje. Refirió su habilidad para conectar con las personas y conducirlas para concretar distintos proyectos de investigación. Destacó también su incansable esfuerzo por mejorar la educación matemática en México y su admirable capacidad para acompañar y guiar a sus estudiantes para que aprendan, cualidad que describió como “maternaje”, haciendo alusión a la forma en que una madre anima a un hijo para dar sus primeros pasos.
Otros momentos conmovedores del homenaje vinieron con las palabras de agradecimiento en los videos y las fotografías que evidenciaron el profundo impacto que ha tenido la doctora Olimpia en su familia, sus alumnos y colegas. Asimismo, la entrega de reconocimientos fue especialmente inspiradora, simbolizando el cariño y el respeto de la comunidad académica hacia su persona. Cada gesto, cada palabra, cada lágrima derramada, era una muestra del profundo afecto que la doctora Figueras ha sembrado en el corazón de quienes la rodeamos.
Al final de la ceremonia, las palabras de agradecimiento de la doctora Olimpia, y su voz quebrada por la emoción, nos dejó ver una vez más su sencillez, su humildad y la alegría con la que recibió este homenaje, denotándolo, con sus palabras, como el mejor homenaje de su vida.
Para cerrar esta sección de la reseña, queremos resaltar algunas reflexiones que nos dejó este homenaje. Pudimos observar que no solo estuvieron presen-tes colegas y alumnos del Cinvestav, sino también personas externas. Esto realza la trascendencia de una labor más allá de las fronteras de una institución, y evidencia el impacto, reconocimiento y afecto que la doctora Figueras ha alcanzado en el ámbito académico nacional e internacional, y, por tanto, al reunirnos, nos regaló la posibilidad de fortalecer nuestros vínculos sociales.
Tuvimos un espacio que nos brindó la oportunidad de sentirnos parte de una gran familia académica, donde se celebra la vida y los logros de uno de sus miembros más destacados. El reencuentro con antiguos compañeros, el contacto con otros colegas y nuevas generaciones de estudiantes, refuerzan la idea de que somos una comunidad unida y comprometida con el desarrollo de la educación matemática en México, tal como nos lo hizo ver la doctora Figueras en su discurso.
Fuimos testigos de una lección que se desprende de la trayectoria de la doctora Olimpia. Los profesionales en Matemática Educativa debemos creer en la importancia de la comunidad y la responsabilidad de vincular la investigación con la práctica docente. Nuestro trabajo demuestra que el conocimiento y el talento intelectual, por sí solos, no son capaces de transformar las prácticas de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas, sino que, es necesario incorporar contextos de colaboración solidaria, de empatía y de compromiso con el bienestar de los demás.
Por lo anterior, creemos que este homenaje no solo es un acto de gratitud y cariño hacia la doctora Olimpia como persona y como profesional, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el legado y la importancia de las prime-ras generaciones de matemáticos educativos en México. Estos pioneros sembraron la semilla de una disciplina que ha florecido y se ha extendido a lo largo de los años, como lo demuestran las maestrías y doctorados actualmente ofertados en el país. Conocer nuestras raíces y el trabajo de figuras como la doctora Figueras nos permite apreciar el camino recorrido y visualizar el potencial futuro de la educación matemática en México.
EL LEGADO DE LA DOCTORA OLIMPIA FIGUERAS EN MI VIDA
La redacción de esta sección final es un gesto personal de agradecimiento del autor principal de esta reseña hacia la doctora Olimpia.
Durante el homenaje, invadido por la emoción, fueron pocas las palabras que pude pronunciar. En este texto, no me alcanzará el espacio para contarles lo agradecido que estoy con la doctora Oli. Desde que ingresé al doctorado, fueron cuatro años los que caminamos juntos, nunca me soltó de la mano, y cada vez me impulsaba más y más para poder andar. Hoy, voy andando, pero puedo decir que sigo sintiendo su cobijo, puedo decir que tengo a una gran amiga, que tengo a mi lado a mi querida maestra. Agradezco a la doctora Oli por confiar en mí, gracias por todas sus enseñanzas, siempre la recuerdo como un ejemplo de fortaleza, dedicación, compromiso, paciencia y pasión por la enseñanza y aprendizaje de las matemáticas. Agradezco porque ella me ha mostrado que siempre podemos aprender y, que nuestros estudiantes, profesores o los niños con los que trabajamos siempre nos pueden sorprender. Gracias por su optimismo y motivación, porque hasta en los días más grises, unas palabras de ella me ayudan a continuar.
De nuestras tantas y amenas pláticas, nunca olvidaré su semblante y sus palabras cuando discutíamos sobre nuestras actividades y nuestro futuro profesional. Mientras intercambiábamos palabras, en un momento, ella volteó hacia mí y dijo: “Carlos, ahora les toca a ustedes, los jóvenes”. En ese instante sentí un gran compromiso y responsabilidad, pero también fue un gesto en el que demostró su confianza en mí, y aún más importante, reveló su profunda vocación como educadora al creer en las nuevas generaciones.
Por todo esto, y mucho más, quiero agradecer a la doctora Oli por ayudarme a forjar mi camino, su conocimiento, su pasión, sus valores y compromiso con la Matemática Educativa perdurarán siempre en mi vida. Gracias, porque ahora puedo decir, como se le atribuye a Newton, que voy navegando en hombros de gigantes.