Las palabras, la gramática, la sintaxis son un cincel que esculpe el pensamiento.
ELENA FERRANTE, La invención ocasional
Preámbulo
Para empezar, retomemos la palabra inicial del título de este libro: gramática, entre cuyas acepciones nos interesa recordar aquí dos: “parte de la lingüística que estudia los elementos de una lengua, así como su organización y combinación; representación de la competencia lingüística de los hablantes, especialmente en lo relativo a la morfología, la sintaxis y ciertos aspectos del léxico” (apud DLE, 2021).
Ambas definiciones remiten de inmediato, al menos en nuestro caso, a la idea de detallados y concienzudos estudios, textualizados y volcados en un extenso volumen; aunque existen libros cuyos títulos incluyen la palabra gramática (del texto, de la puntuación, de las pasiones u otros asuntos), se trata de compendios, opúsculos, muy breves, que en verdad son “textos bonsái”, pues no tienen gran tamaño o dimensión, pero sí muchos años de desarrollo, crecimiento y madurez (intelectual), en toda la extensión de esta última palabra.
Precisamente de madurez es de lo que podemos hablar, como punto de arranque en esta recensión del libro del doctor José Manuel González Calvo, quien, a lo largo de cinco años e igual número de entregas, publicó este maduro trabajo de conjunto “Sobre la expresión de lo superlativo en español (I-V)”, en el Anuario de Estudios Filológicos de la Universidad de Extremadura, entre 1984 y 1988; y que en 2020 fueron recogidos dichos estudios gracias al mérito, mediación y esfuerzos de las doctoras Pilar y María Luisa (Marisa) Montero Curiel, quienes dieron forma de libro a esas páginas del profesor González Calvo, académico, investigador, mentor, amigo y generoso colega de quienes se han formado a su lado, dando a las prensas esta gramática, la cual se suma a las obras que colman la pléyade de estudios de, en y sobre la lengua española.
Semblanza de González Calvo
De José Manuel González Calvo sabemos que se licenció y doctoró en Filología Románica en la Universidad de Salamanca; comenzó su carrera docente como profesor ayudante de Lengua Española en su alma mater; asimismo, ha sido académico en la Universidad de Extremadura, donde es catedrático emérito; además de ser miembro correspondiente de la Real Academia Española por Extremadura.
De sus investigaciones (en gramática y lengua literaria), sobresalen los casi cuarenta artículos en revistas; treinta colaboraciones en obras colectivas y coordinación de dos obras más; cinco tesis doctorales dirigidas y más de una decena de libros propios, como los siguientes: Creatividad y expresividad en Fray Gerundio de Campazas (2017), Escollos de sintaxis española (2011), La oración simple (2009), Didáctica de la lengua y la literatura para primaria (2003), Variaciones sobre el uso literario de la lengua (1999), Variaciones en torno a la gramática española (1998), Análisis sintáctico: comentario de cinco textos (1990), Estudios de morfología española (1998) o La prosa de Ramón Pérez de Ayala (1979), y el volumen aquí reseñado: Gramática de la cuantificación superlativa en español. Exagerando, que es gerundio (2020) (con información de RAE, 2021; Dialnet, 2021).
Revisando, que es recensión
La de González Calvo, como ya señalamos, es una gramática bonsái, en el buen sentido del término: de pequeña extensión (149 páginas); una estructura mesurada, contenida, conformada por seis capítulos (a partir de las cinco entregas en las que originalmente se publicó), con un subcapitulado casi simétrico (sólo tres de seis capítulos, 3, 5 y 6, cumplen con esto), en el que se desglosa esta monografía completa, rigurosa y detallada de los temas analizados, como se observa en la transcripción (parcial) del índice y los asuntos expuestos en esta Gramática de la cuantificación…:
Introducción
1. Expresión morfemática y fónica
2. Expresión léxica
3. Expresión mediante giros y locuciones que modifican a adjetivos (participios, adverbios o expresiones adverbiales) y sustantivos
4. Repetición de elementos
5. Expresión oracional
6. Expresión textual
Cabe mencionar que tanto en el apartado final del libro, el de las fuentes, como en la Introducción, a cargo de las doctoras Pilar y Marisa Montero Curiel, se consignan numerosas, acuciosas, útiles y actualizadas referencias bibliohemerográficas (de los últimos 35 años a la fecha) sobre los procedimientos y elementos de la expresión de lo superlativo.
Ahora bien, conviene describir, sucintamente, de qué trata cada capítulo. En el primero (pp. 21-27), se explica que algunas palabras de escasa afectividad en la lengua se cargan de sentido superlativo por medio de procedimientos de derivación, a base de prefijos y sufijos.
El segundo capítulo (pp. 29-41) recoge formas de expresión léxica en relación con palabras que pueden contener en sus raíces el rasgo superlativo, por ejemplo, fórmulas cuantitativas como mucho, tanto, bien, harto, demasiado, bastante poco, muy y formas apocopadas como tan y gran. Asimismo, los significados ponderativos de las formas adverbiales (sobre todo de las terminadas en -mente) adquieren relevancia en este capítulo.
En el tercer acápite (pp. 43-62) se incluye el análisis de la expresión superlativa mediante giros y locuciones que modifican a adjetivos y sustantivos; muchas de esas formas fijas están más cerca de la lexicalización que de la gramaticalización; aquí se organizan en seis tipos, según la posición y función que ocupen y desempeñen en el enunciado.
El cuarto capítulo (pp. 63-66), que de tan breve se diría que no es tal, sino un inciso, trata sobre la repetición de elementos como recurso de intensificación, explicable por razones psicológicas (insistencia, ponderación), originando formas muy arraigadas en español desde hace mucho tiempo.
El quinto capítulo (pp. 67-129), en sí mismo un opúsculo o compendio y esencia de la superlación en español, se ocupa de ésta en la expresión oracional, a través del estudio de las “frases hechas”; en otros casos, por medio de estructuras oracionales comparativas; también por medio de las estructuras exclamativas que transmiten contenidos superlativos. Aquí el autor recurre a una clasificación de cinco tipos de estructuras oracionales, introducidas por elementos exclamativos, que se centran en la expresión de la superlación.
Por último, en el sexto capítulo (pp. 131-143), González Calvo concluye su trabajo con una aproximación al análisis textual de la ponderación superlativa; analiza la situación y el contexto como factores necesarios para interpretar correctamente el grado máximo de la comunicación de un hecho; con el estudio de recursos como la ironía, las tipologías textuales, las ponderaciones hiperbólicas, modelos oracionales y demás, entiende que todos estos potencian en el discurso los elementos superlativos.
Desde el inicio del libro, el autor determina y aclara cuál es su punto de partida, pues aclara y apuntala lo referente a la superlación de la siguiente manera: “Podemos entender por superlativo la ponderación en grado máximo o mínimo de la cantidad o cualidad […]. El español posee abundantes medios para ponderar, enfatizar o intensificar la afirmación y la negación, ‘todo’ y ‘nada’ […]. Lo superlativo tiene que ver con el grado máximo o mínimo (que no totalidad) de la cualidad o cantidad” (p. 23). Y, aclara, igualmente, que este trabajo “pretende contribuir modestamente en algunos aspectos al análisis de un asunto complejo y amplio en español como la expresión de lo superlativo” (p. 24).
Así pues, a lo largo de ciento veinte páginas nutridas con referencias teóricas, numerosos ejemplos entresacados de obras clásicas de las letras españolas, así como de la lengua hablada, González Calvo expone su estudio de la superlación desde la expresión morfemática, léxica, sintagmática, oracional y textual, siendo esta ultima expresión la que en nuestros días sería más provechosa y de mayor interés, dado que se ha explorado y estudiado más el ámbito de la lingüística del texto, ya que —señala González Calvo— “algunos de los fenómenos señalados en apartados anteriores […] (comparaciones, consecuencias, preguntas retóricas, concesiones, causas o explicaciones) sólo obtienen su cabal interpretación desde el texto (con todos sus condicionamientos pragmáticos) […]. Hay comparaciones, concesiones, explicaciones y consecuencias que superan los límites oracionales y penetran por el contenido en el texto. Sin olvidar que el contenido superlativo de una palabra o de una construcción depende muchas veces del contexto (verbal o no)” (p. 131).
Por último, el autor concluye con una modesta consideración final: “Con estas notas apresuradas que muestran una mera exposición impresionista y muy imperfecta de la superlación textual, se concluye el trabajo de la superlación en español, publicado en cinco entregas” (p. 143). Menos mal que sólo fueron notas, apresuradas, impresionistas e imperfectas, pues, de haber sido todo lo contrario, no habríamos tenido entre manos un volumen de casi centenar y medio de páginas, sino la friolera de trescientos a cuatrocientos folios, que habrían requerido más tiempo, espacio y cacumen, mucho cacumen, para dar noticia de este trabajo.
Coda
Para finalizar la presente reseña, debemos expresar cuál sería la única objeción a este trabajo: si queremos conocer ejemplos de superlación sólo del español (hablado y escrito) de España, conviene adquirir y leer este libro. Ahora bien, si algún especialista en estos asuntos retoma la estafeta y lleva a cabo un proyecto de investigación, allende la península ibérica, en el que incluya a países de Hispanoamérica para recabar información (a partir de pasajes, ejemplos del español hablado y escrito, literario sobre todo, o giros lingüísticos de estas tierras, no sólo de ciertos casos o términos del español de Argentina), entonces sí logrará que se diga, con el mejor y más preclaro ejemplo de “superlativo hebreo”, que la suya sí será la gramática de gramáticas de la cuantificación superlativa del español; mientras eso no ocurra, este trabajo (cuasi)tripartita del doctor González Calvo y la labor de las profesoras Montero Curiel es lo más recomendable y asequible para adentrarse en este tema.