1. Introducción
La evaluación de la calidad de productos geomorfológicos de esta propuesta, contribuye en la generación de pautas para la realización optima de la evaluación de la exactitud temática, en cuanto a su precisión en el análisis de la incertidumbre en las delineaciones y la precisión de la asignación precisa de las geoformas, con un método eficiente que reduce el tiempo y dinero en su validación. Esto es de gran importancia, si se tiene en cuenta que los mapas geomorfológicos son productos científicos que sirven como insumo en los levantamientos de suelos, además de la gestión de riesgos naturales y la planificación del territorio. Asimismo, expone las principales dificultades que se presentan en el proceso de control de calidad y cómo la presente investigación toma estos como punto de partida para contribuir a mejorar los procesos y atender las necesidades en esta temática.
La importancia de la geomorfología radica en que es uno de los insumos fundamentales que hace parte de las etapas de los estudios de levantamientos de suelos que se realizan a nivel mundial. De forma general, el proceso de interpretación geomorfológica conlleva la delimitación de unidades visibles en las imágenes satelitales y fotografías aéreas en forma de polígonos, la asignación temática de estos según un nivel jerárquico ligado a la escala del estudio. En ese sentido, en la metodología de análisis geomorfológico de Zinck (1987), que se trabajó aquí, tiene un nivel categórico de mayor generalización en el paisaje geomorfológico, incluyendo luego el ambiente morfogenético, el tipo de relieve y el material geológico o sustrato, hasta llegar a la categoría de mayor detalle que es la forma de terreno. Como parte del proceso también se realiza el control de calidad de esta capa.
De acuerdo con estos elementos, es necesario definir una metodología de evaluación de exactitud temática que facilite y agilice los procesos de validación. Para lograr esto, se requiere tener en cuenta las particularidades de esta temática con el fin de definir un diseño de muestreo apropiado que proporcione métricas estadísticas y de confiablidad de los mapas geomorfológicos y que posibilite a los usuarios internos y externos a nivel nacional e internacional valorar su ajuste con la realidad y así considerar el tipo de decisiones a tomar de acuerdo con la información cartográfica suministrada (Mas et al., 2003).
En este orden de ideas, se definieron dentro de los objetivos: diseñar un método de muestreo estadístico óptimo para la evaluación de la exactitud temática de la cartografía geomorfológica de un área piloto, realizar la validación temática a partir de puntos de muestreo y analizar su exactitud con base en una matriz de error, para finalmente estructurar una propuesta metodológica que apoye los procesos de validación de la cartografía de esta temática a escala 1:25 000.
La evaluación de la exactitud o confiablidad temática (EETM) está directamente relacionada con la calidad del dato geográfico que se encuentra definida bajo la Norma Técnica Colombia NTC 5043 como el conjunto de características de los datos geográficos que describen su capacidad para satisfacer necesidades establecidas e implícitas. En este sentido, también se define la exactitud como la cercanía que presentan los valores de las observaciones realizadas, con relación a los valores reales o a los valores aceptados como verdaderos y al indicador de calidad de los datos como el tipo de prueba aplicada a un nivel de medición específico para evaluar la calidad de los datos geográficos.
Por lo anterior la EETM, en este caso la información espacial geomorfológica, hace parte de los insumos que deben aportar un buen grado de confiabilidad en su caracterización para realizar mapas de suelos y asimismo, optimizar los procesos de control de calidad en los diferentes procesos que hacen uso de esta cartografía generada por las entidades o institutos geográficos o de suelos a nivel mundial.
Con respecto a la evaluación de la confiabilidad temática (EET), esta se basa en un muestreo de sitios de verificación, cuya clasificación se obtiene a partir de observaciones de campo o del análisis de imágenes de satélite y fotos aéreas más detalladas, que aquellas utilizadas para generar el mapa preliminar (Peralta-Higuera et al., 2001). En este sentido, la evaluación de la confiabilidad temática consiste en comparar la información del mapa con información de referencia considerada muy confiable, basándose en sitios de muestreo, cuya clasificación se obtiene a partir del análisis de imágenes. Durante el proceso es ideal que las personas que evalúen el mapa no hayan formado parte del proceso de la elaboración de éste (IGN, 2009).
Por otra parte, con respecto al análisis de los datos de confiabilidad, este se realiza mediante una matriz de confusión, que posibilita confrontar la información de sitios de verificación con aquella de la base cartográfica que se pretende evaluar. Además, facilita no solo conocer el grado global de acierto, sino también las categorías en las que se producen tales confusiones. Los valores de error pueden utilizarse para corregir las estimaciones de superficie asignadas a cada unidad geomorfológica. Para comparar los resultados de la evaluación de dos mapas se puede realizar, por ejemplo, los índices de kappa, o la normalización de la matriz de confusión de acuerdo con sus particularidades (Chuvieco, 2008).
Además, Mas et al. (2003) coinciden en que previo a su utilización para la toma de decisiones, la cartografía temática debe ser evaluada para conocer su confiabilidad. Asimismo revela que toda base de datos geográfica presenta un grado de incertidumbre que depende, principalmente, de la calidad de los insumos y de la metodología adoptada para su elaboración. Lo anterior obedece a que existen dos tipos de error en la cartografía (Chrisman, 1989; Goodchild et al., 1992; Janssen y Vanderwel, 1994; Pontius, 2000 y 2002; Carmel et al., 2001), los cuales se resumen así: los errores temáticos, que se refieren a errores de atributo (etiqueta), y los errores geométricos (de posición) que ocurren en la delimitación de los polígonos (unidades delimitadas en la interpretación).
Los autores antes citados también hacen referencia a que uno de los procesos utilizados en la evaluación de confiabilidad se basa en el diseño e implementación de muestreo de sitios de verificación, cuya clasificación se obtiene a partir de observaciones de campo o del análisis de imágenes más detalladas (con mejor resolución espacial), que aquellas utilizadas para generar el mapa.
Finalmente, la revisión realizada por Mas et al. (2003) sugieren que el proceso de evaluación de la confiabilidad temática se divide en tres etapas: a) El diseño del muestreo; b) la evaluación del sitio de verificación, que posibilita obtener la clase correspondiente a cada unidad de muestreo y c) el análisis de los datos, que consiste generalmente en la elaboración de una matriz de confusión y el cálculo de métricas de confiabilidad (Stehman y Czaplewski, 1998).
2. Área de estudio
Para el desarrollo de este proyecto se definió un área piloto ubicada en el municipio de Mocoa, departamento de Putumayo en Colombia, con un cubrimiento de 36 km2 (Figura 1). Es un municipio caracterizado fisiográficamente por estar ubicado en el “piedemonte de la cordillera andina, en la cuenca alta del Río Mocoa y el Río Cascabel. La temperatura promedio es de 24.0 °C y su elevación oscila entre 2 000 y 3 200 metros” (Alcaldía de Mocoa, 2020).
3. Metodología
El desarrollo metodológico del proyecto comprendió las siguientes actividades principales: a) Definición de un área piloto; b) revisión y selección de insumos; c) activación del ambiente de control de calidad para geomorfología; d) diseño de muestreo, y e) generación de la Matriz de confusión. En la Figura 2 se presenta la metodología general.
3.1. Materiales
Los insumos empleados para el desarrollo del proyecto consisten en un ortofotomosaico, cartografía temática, modelos digitales de elevación (DEM), memorias técnicas, entre otros. A continuación, se describen estos elementos.
3.1.1. Imágenes de sensores remotos
Imágenes de satélite
Específicamente dos imágenes ortorrectificadas de la constelación Planet Scope (2017), que presentan las siguientes características.
Ortofotomosaico. Es un insumo generado por el Instituto Geográfico de Colombia a partir de las fotografías aéreas. Se caracteriza por ser de Nivel 2 (Convencional) y tomado mediante el sensor ADS 80. En la Tabla 1 se presenta la descripción de este elemento.
Sensor | Tipo | Resolución espectral | Resolución radiométrica | Resolución espacial |
Planet Scope | Multiespectral | 4 Bandas | 16 Bits | 3 m |
Fuente: Colombia en Mapas (IGAC, 2021).
Es importante destacar que el ortofotomosaico cubre únicamente un 29% del área de estudio. Además, no fue este el insumo (imagen) sobre la cual se generó la interpretación de la capa. No obstante, sus características dan cuenta de una mejora en la resolución espacial del insumo. (Tabla 2).
Sensor | Resolución espacial (m) | Escala | Vuelo | Fotografías | Fecha de toma |
ADS 80 | 0,20 | 1:2.000 | 1415_170405 | 195221, 201158, 194546 | 5 de abril de 2017 |
1415_170406 | 214211, 214751, 220640 | 6 de abril de 2017 |
Fuente: Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC)..
Modelos Digitales de Elevación (DEM). El DEM empleado para este proyecto es un producto GeoSAR del año 2009, cuyos datos fueron obtenidos mediante tecnología radar de una plataforma aerotransportada. En la Tabla 3 se presenta las especificaciones del modelo.
Sistema | Banda | Resolución espacial |
GEOSAR | X | 3 m |
P | 5 m |
Fuente: Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC).
También se utilizó como insumo de apoyo el DEM producto del satélite ALOS (The Phased Array type L-band Synthetic Aperture Radar) PALSAR de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), que adquirió imágenes de radar en el período 2006-2011. (Tabla 4).
Satélite | Banda | Producto | Resolución espacial |
ALOS PALSAR | L | Hi-Res Terrain Corrected | 12.5 |
Fuente: NASA-EOSDIS-ASF/DAAC (2020).
Así mismo, se generaron los productos derivados de pendientes y modelo de pendiente como apoyo en la verificación. Figura 3.
3.1.2. Cartografía
Cartografía geomorfológica
Es la capa vectorial con la interpretación de la geomorfología a escala 1:25 000, elaborada el Instituto Geográfico de Colombia (2018). En el mapa de la Figura 4, se ilustra en gamas color verde el ambiente morfogenético Denudacional, Deposicional y Estructural y con símbolos la identificación abreviada de las geoformas. Cabe destacar que la caracterización geomorfológica se realizó mediante el uso de técnicas de interpretación digital en 3D de fotografías aéreas disponibles mediante una estación fotogramétrica con el software de procesamiento ERDAS IMAGINE PHOTOGRAMMETRY, adicionalmente se utilizaron insumos de apoyo como imágenes ópticas de sensores remotos, Modelos Digitales de Elevación ALOS y GEOSAR con 12 y cinco metros de resolución espacial respectivamente.
Cartografía materiales geológicos
Es la capa vectorial de materiales geológicos a escala 1:100.000.
Plancha geológica
Corresponde a la plancha geológica No 430 a escala 1:100.000, en formato .img que tiene como fuente INGEOMINAS (2002), entidad que hoy en día se denomina Servicio Geológico Colombiano-SGC.
3.1.3. Software
Las características de los programas utilizados en la evaluación de la exactitud temática de la cartografía geomorfológica se encuentran en la Tabla 5.
3.2. Métodos
3.2.1. Diseño de muestreo estadístico
Una vez evaluados todos los diseños muestrales planteados, se decidió emplear un diseño muestral multietapa (a dos etapas) estratificado y sistemático no alineado. A continuación, se presenta el procedimiento realizado para la capa de geomorfología (Figura 5).
La interpretación geomorfológica conlleva la delimitación de polígonos y la asignación temática de estos según un nivel jerárquico ligado a la escala del estudio. En ese sentido, el nivel categórico de mayor generalización es el paisaje, pasando por el ambiente morfogenético, tipo de relieve y el material geológico, hasta llegar a la categoría con mayor detalle que es la forma de terreno.
En este estudio, las unidades primarias de muestreo (UPM) definen las clases de geoformas, las que están determinadas por los atributos de forma del terreno y tipo de relieve (niveles categóricos de mayor detalle). Logrando así varias clases temáticas, las que aparecen en la Tabla 6.
Tipo de relieve | Forma del terreno |
Abanico aluvial reciente | cuerpo |
ápice | |
bajo | |
talud | |
Abanico aluvial sub reciente | ápice |
cuerpo | |
Valle estrecho | plano de terraza 1 |
Vallecito | vega |
Abanico terraza | cuerpo |
Loma | ladera |
Crestón | revés |
frente | |
resalto | |
Glacis de acumulación | cuerpo |
Abanico aluvial antiguo | talud |
cuerpo |
La definición de las geoformas está ligada a las características de paisaje del área de estudio. Las condiciones particulares del municipio de Mocoa hacen que allí se manifiesten las clases descritas en la leyenda del mapa. No obstante, es de esperarse que estas condiciones cambien en otras zonas del país.
Como unidades secundarias de muestreo (USM), se eligieron teselas. En efecto, el territorio de estudio se dividió en una rejilla, en la que cada componente de esta presenta una forma hexagonal. El punto de muestra no se tomó necesariamente en el punto central de la tesela, esto dada la forma y distribución espacial de los polígonos de muestreo (Figura 6).
Una vez establecidos los diseños muestrales para la capa de geomorfología, se debió plantear la pregunta: ¿qué tamaño de muestra se necesitaba? Entonces se respondió teniendo en cuenta que el objetivo principal de un diseño muestral que es tener un tamaño de muestra que no requiera costos muy altos ni mucho tiempo, pero que el resultado sean lo más preciso posible.
Posteriormente, se calculó el tamaño de muestra con base en la distribución Chi-cuadrado y se consideró la misma varianza para todos los estratos. El tamaño de muestra se calculó mediante la fórmula (Ecuación 1):
Donde bi es la exactitud requerida (expresada como una proporción, de modo que 0.05 es equivalente al 5% de precisión), B es el valor de la distribución de chi-cuadrado con un (1) grado de libertad, k es el número de clases, Πi la proporción del área cubierta por la clase i.
En síntesis, para el área de estudio (36 km² o 3 600 ha) se definió un tamaño de 80 muestras con teselas de 45 ha. Para este cálculo de esos tamaños de muestra se estipuló un valor de significancia del 5%, es decir, un nivel de confianza del 95%. En total se identificaron 11 categorías temáticas o estratos.
Debido a que la interpretación geomorfológica conlleva la delimitación de polígonos con un cubrimiento importante en área (polígonos significativamente grandes), se introdujo una variante al cálculo del tamaño de la muestra. En este caso no se utilizó la proporción de área mapeada sino la cantidad de polígonos por clases. Esto con el fin de evitar el sobre muestreo de unidades con un cubrimiento mayoritario del área de estudio.
3.2.2. Proyección de los puntos de muestreo
Con la distribución de la muestra por clases, se procedió a hacer la proyección de los puntos de muestreo. Esto se hizo a través de un esquema de muestreo sistemático no alineado, partiendo de la división del área de estudio en teselas de 45 hectáreas (Figura 7). La figura de la izquierda indica la distribución de puntos de validación sobre un mapa geomorfológico preliminar y la de la derecha los mismos puntos de validación en un ortofotomosaico para observar el entorno biofísico del área de estudio.
El hecho de implementar el muestreo a través de teselas garantiza un cubrimiento y una distribución homogénea de los puntos en toda el área de estudio. En este caso, los puntos de muestreo se generaron a partir de los centroides de dichas teselas. Luego de esto, se realizó su asignación con base en la distribución planteada. En algunos casos se desplazaron los puntos a las unidades correspondientes para garantizar que todas las clases estuviesen muestreadas a la proporción definida. Este último punto da el carácter de “no alineado” al diseño de muestreo.
Si bien la metodología implementada para la proyección de los puntos resulta mucho más dispendiosa que el aplicar una distribución aleatoria simple para la clase, lo que se busca es cubrir homogéneamente toda la interpretación. Es de esperarse que la persona que proyecte los puntos de verificación no sea la misma que realice la verificación temática con el fin de evitar algún sesgo en el proceso.
3.2.3. Validación temática de los puntos de muestreo
Para el proceso de validación temática de los puntos de muestreo se realizó haciendo un barrido de estos y, según el criterio del intérprete, se seleccionó la clase a la que pertenece (tipo de relieve y forma del terreno).
Dada la complejidad de este tipo de interpretación fue necesario recrear, en lo posible, el ambiente bajo el cual los intérpretes realizan este proceso. Para esto, se dispuso de archivo de mapa (mxd) con todos los insumos cartográficos desplegados, según los parámetros de visualización (color, trasparencia y orden de capas).
Debido a que el ortofotomosaico solo tiene cubrimiento en un 29% del área de estudio, la validación temática únicamente se realizó para el sector norte correspondiente al área de cobertura del insumo mencionado (Figura 8). En este sentido se extrajo una sub-muestra de los puntos inicialmente proyectados seleccionando aquellos que coincidieran espacialmente con esta porción del área. Por esto, de los 205 puntos proyectados, solo 52 fueron verificados (representando además 16 de las 24 clases temáticas definidas).
Debido a que la interpretación geomorfológica tiene un proceso integral en el que la forma y grado de inclinación de las pendientes, la elevación, la geología y demás insumos son considerados, el proceso de validación también demanda esta información. Más aún, dada las dimensiones de los polígonos presentes en las capas no se recomienda usar la misma escala de digitalización usada por el intérprete sino alternar los niveles de acercamiento que posibiliten comprender el contexto del lugar verificado.
Para complementar este proceso de validación, se incluyó un atributo adicional denominado “Observaciones” en el cual se registran algunos comentarios adicionales sobre la interpretación, relacionados, primero con la identificación de la geoforma y en segundo lugar con la calidad de la delineación en el trazado de las unidades espacializadas. La panorámica de algunas geoformas validadas se encuentra en la Figura 9.
Este proceso demanda de la experticia y el conocimiento de un profesional especializado en el tema. Lo mismo que el acordar unos criterios temáticos mínimos que reduzcan la subjetividad entre intérpretes. Además del apoyo en otros recursos bibliográficos como el Glosario de términos geomorfológicos aplicados a levantamientos de suelos (IGAC, 2018). Una vez logrado esto, se construyó la matriz de confusión.
Para este caso, la validación de la interpretación se realizó en una zona que había sido interpretada por un solo interprete, no obstante, cuando se esté validando el trabajo de varios intérpretes en la misma zona de trabajo, se reconviene a cada uno de ellos y se sugiere que se llegue a un acuerdo, en el evento de que existan discrepancias en zonas colindantes, es decir, donde se comparta la continuidad de una línea o una clase geomorfológica.
3.2.4 Construcción de la matriz de confusión
Una vez concluida la fase de validación temática, se consolidaron los resultados en una misma capa las clasificaciones de referencia y la clasificación asignada a través de la interpretación. Este proceso se hizo a través de herramientas de superposición espacial entre los puntos de muestreo y el archivo vectorial de la geomorfología.
El hecho de contar con ambos atributos en un mismo archivo facilita cuantificar los aciertos y desaciertos entre ambas fuentes. Entendiendo como acierto a aquellos puntos en los que, tanto la interpretación como la validación, corresponden a la misma clase temática.
Con base en esta información se construyó la matriz de confusión y se calcularon las respectivas métricas, cuyos resultados se discutirán en la siguiente sección.
Para el área de estudio (36 km²) se definió un tamaño de 205 muestras. Se tuvo en cuenta que para el cálculo de esos tamaños de muestra se estipuló un valor de significancia del 5%, es decir, un nivel de confianza del 95%. En total se identificaron 24 categorías temáticas o estratos.
Con el tamaño de la muestra se realizó una distribución proporcional de la muestra total por estrato, a partir de la proporción de polígonos presentes para cada clase. Esto da cuenta de que los polígonos con mayor representatividad tendrán también asignados una mayor proporción de la muestra (Tabla 7).
Clase Tipo de relieve-forma del terreno | Núm. de polígonos | Proporción polígonos | Núm. de muestras | Muestras |
Abanico aluvial reciente - bajo | 1 | 0,0027 | 0,55 | 1 |
Abanico aluvial reciente - cuerpo | 1 | 0,0027 | 0,55 | 1 |
Abanico terraza - bajo | 1 | 0,0027 | 0,55 | 1 |
Crestón - resalto | 1 | 0,0027 | 0,55 | 1 |
Glacis de acumulación - cuerpo | 1 | 0,0027 | 0,55 | 1 |
Loma - ladera | 1 | 0,0027 | 0,55 | 1 |
Valle estrecho - Vega | 1 | 0,0027 | 0,55 | 1 |
Abanico aluvial reciente - ápice | 2 | 0,0053 | 1,10 | 1 |
Abanico aluvial subreciente - talud | 2 | 0,0053 | 1,10 | 1 |
Abanico aluvial subreciente - ápice | 3 | 0,0080 | 1,65 | 2 |
Valle estrecho - plano de terraza 2 | 3 | 0,0080 | 1,65 | 2 |
Abanico aluvial reciente - talud | 4 | 0,0107 | 2,20 | 2 |
Abanico aluvial subreciente - cuerpo | 5 | 0,0134 | 2,74 | 3 |
Abanico aluvial antiguo - cuerpo | 6 | 0,0160 | 3,29 | 3 |
Abanico aluvial antiguo - talud | 6 | 0,0160 | 3,29 | 3 |
Manto coluvial - cuerpo | 10 | 0,0267 | 5,49 | 5 |
Abanico terraza - talud | 14 | 0,0374 | 7,68 | 8 |
Fila y viga - ladera | 25 | 0,0668 | 13,72 | 14 |
Vallecito - vega | 25 | 0,0668 | 13,72 | 14 |
Abanico terraza - cuerpo | 26 | 0,0695 | 14,27 | 14 |
Loma - ladera | 28 | 0,0749 | 15,37 | 15 |
Valle estrecho - plano de terraza 1 | 38 | 0,1016 | 20,85 | 20 |
Crestón - revés | 72 | 0,1925 | 39,51 | 39 |
Crestón - frente | 98 | 0,2620 | 53,78 | 53 |
De los 205 puntos proyectados, solo 52 fueron verificados; representando además 16 de las 24 clases temáticas definidas.
4. Resultados
A continuación, se muestras resumidos los resultados de la matriz de confusión que se construyó. En la Tabla 8, se identifican las clases temáticas evaluadas con base en la leyenda de clasificación de la capa interpretada.
Abanico aluvial reciente - cuerpo | Crestón - revés |
Abanico aluvial reciente - ápice | Crestón - frente |
Abanico aluvial subreciente - ápice | Crestón - resalto |
Abanico aluvial subreciente - cuerpo | Abanico aluvial reciente - bajo |
Valle estrecho - plano de terraza 1 | Abanico aluvial reciente - talud |
Vallecito - vega | Glacis de acumulación - cuerpo |
Abanico Terraza - cuerpo | Abanico aluvial antiguo - talud |
Loma - ladera | Abanico aluvial antiguo - cuerpo |
En la diagonal principal de la matriz, se registran 48 puntos clasificados correctamente (acuerdos), distribuidos según como se muestra en la Tabla 9.
Nombre de la clase | Núm. de aciertos por clase | Nombre de la clase | Núm. de aciertos por clase |
Crestón - frente | 15 | Abanico aluvial antiguo - talud | 1 |
Valle estrecho - plano de terraza 1 | 12 | Abanico aluvial reciente - cuerpo | 1 |
Loma - ladera | 4 | Abanico aluvial reciente - ápice | 1 |
Crestón - revés | 3 | Abanico terraza - cuerpo | 1 |
Abanico aluvial subreciente - ápice | 2 | Crestón - resalto | 1 |
Vallecito - vega | 3 | Abanico aluvial subreciente - cuerpo | 0 |
Abanico aluvial reciente - talud | 2 | Abanico aluvial reciente - bajo | 0 |
Abanico aluvial antiguo - cuerpo | 2 | Glacis de acumulación - cuerpo | 0 |
En los marginales de la matriz (celdas por fuera de la diagonal principal), se identificaron cuatro desacuerdos entre la capa interpretación y el resultado de la validación (referencia) (Tabla 10).
Punto | Capa interpretada | Referencia |
1 | Crestón Revés | Crestón Frente |
2 | Abanico aluvial subreciente Cuerpo | Abanico aluvial subreciente Ápice |
3 | Abanico aluvial reciente Bajo | Vallecito Vega |
4 | Glacis de acumulación Cuerpo | Crestón Frente |
En cuanto a las métricas, para la capa interpretada se determinaron los resultados presentados en la Tabla 11. En esta se destaca que las geoformas abanico aluvial subreciente - cuerpo, abanico aluvial reciente - bajo y glacis de acumulación - cuerpo presentan una exactitud de usuario igual a cero. Esto se debe a que únicamente se evaluó una muestra para estas clases, las que además presentaron errores de asignación en la capa. Además, la clase valle estrecho - plano de terraza 1 presentó una exactitud de usuario igual a 75%.
Capa inter-pretada | Exactitud usuario (%) | Error comisión (%) | Marginales filas | Capa interpretada | Exactitud usuario (%) | Error comisión(%) | Marginales filas |
Abanico aluvial reciente cuerpo | 100 | 0 | 0,02 | Crestón revés | 75 | 25 | 0,08 |
Abanico aluvial reciente ápice | 100 | 0 | 0,02 | Crestón frente | 100 | 0 | 0,29 |
Abanico aluvial subreciente ápice | 100 | 0 | 0,04 | Crestón resalto | 100 | 0 | 0,02 |
Abanico aluvial subreciente cuerpo | 0 | 100 | 0,02 | Abanico aluvial reciente bajo | 0 | 100 | 0,02 |
Valle estrecho plano de terraza 1 | 100 | 0 | 0,25 | Abanico aluvial reciente talud | 100 | 0 | 0,04 |
Vallecito vega | 100 | 0 | 0,04 | Glacis de acumulación cuerpo | 0 | 100 | 0,02 |
Abanico terraza cuerpo | 100 | 0 | 0,02 | Abanico aluvial antiguo talud | 100 | 0 | 0,02 |
Loma ladera | 100 | 0 | 0,08 | Abanico aluvial antiguo cuerpo | 100 | 0 | 0,04 |
De otro lado, las métricas para la clasificación de referencia se muestran en la Tabla 12. Se resaltan las clases abanico aluvial sub- reciente ápice y crestón frente con exactitudes de productor de 66,67% y 88,24% respectivamente. Los valores de na se deben a que únicamente se evaluó una muestra para estas clases, las que además presentaron errores de asignación en la capa interpretada.
Clasificación de referencia | Exactitud productor | Error omisión | Margi-nales columnas | Clasificación de referencia | Exactitud productor | Error omisión | Marginales columnas |
Abanico aluvial reciente cuerpo | 100 | 0 | 0,02 | Crestón revés | 100 | 0 | 0,06 |
Abanico aluvial reciente ápice | 100 | 0 | 0,02 | Crestón frente | 88,24 | 11,76 | 0,33 |
Abanico aluvial subreciente ápice | 66,67 | 33,33 | 0,06 | Crestón resalto | 100 | 0 | 0,02 |
Abanico aluvial subreciente cuerpo | na | 0 | 0 | Abanico aluvial reciente bajo | na | 0 | 0 |
Valle estrecho plano de terraza 1 | 100 | 0 | 0,23 | Abanico aluvial reciente talud | 100 | 0 | 0,04 |
Vallecito vega | 75 | 25 | 0,08 | Glacis de acumulación cuerpo | na | 0 | 0 |
Abanico terraza cuerpo | 100 | 0 | 0,02 | Abanico aluvial antiguo talud | 100 | 0 | 0,02 |
Loma ladera | 100 | 0 | 0,08 | Abanico aluvial antiguo cuerpo | 100 | 0 | 0,04 |
Por último, se determinó el Índice Kappa como la métrica que proporciona más información sobre la exactitud temática. En este sentido, el valor de Kappa estimado es de 0,90 lo que muestra un nivel de acuerdo casi perfecto entre la capa de interpretación geomorfológica y la información de referencia. En la Tabla 13 se muestra un resumen general de las métricas obtenidas en este ejercicio de validación.
En la matriz de error se puede observar que del total de las 52 muestras analizadas 48 fueron clasificadas correctamente. La exactitud general de la capa o fiabilidad global es de 92 % resultado de la suma de la diagonal principal (muestras clasificadas correctamente) dividida por el total de muestras. En cuanto a las observaciones registradas durante la validación se tienen algunas observaciones por parte de los profesionales temáticos (Tabla 14).
Tipo relieve y tipos de terreno | Número de puntos verificados | Número de puntos comentados | Observación |
Valle estrecho plano de Terraza 1 | 8 | 4 | Verificar posición de la terraza. Verificar delineación del polígono |
Vallecito vega | 2 | 2 | Verificar delineación del polígono |
Loma ladera | 4 | 1 | Verificar delineación del polígono |
Crestón revés | 4 | 1 | Verificar delineación del polígono |
Crestón frente | 15 | 3 | Verificar delineación del polígono |
Abanico aluvial reciente Talud | 2 | 1 | Verificar delineación del polígono |
Abanico aluvial antiguo cuerpo | 2 | 2 | Verificar delineación del polígono |
De manera gráfica se puede observar en la Figura 10 que con color naranja se advierte que debe hacerse una revisión de la delineación de la geoforma correspondiente y con color azul las clases que tienen una delineación correcta. Así, ara los abanicos aluviales antiguos y los vallecitos se recomienda verificar la delineación del polígono, lo mismo que para los valles estrechos y abanicos aluviales recientes. Esto, como una guía para priorizar aquellas unidades que por su forma y complejidad demanden mayor revisión.
En la matriz de error se puede observar que del total de las 52 muestras analizadas 48 fueron clasificadas correctamente. La exactitud general de la capa o fiabilidad global es de 92%.
El valor de Kappa estimado es de 0,90 lo que muestra un nivel de acuerdo casi perfecto entre la capa de interpretación geomorfológica y la información de referencia.
Las clases abanico aluvial sub reciente ápice y crestón frente presentaron exactitudes de productor de 66,67% y 88,24% respectivamente.
Los estratos abanico aluvial sub reciente cuerpo, abanico aluvial reciente bajo y glacis de acumulación cuerpo presentan una exactitud de usuario igual a cero. Esto se debe a que únicamente se evaluó una muestra para estas clases, las cuales además presentaron errores de asignación en la capa. Además, la clase valle estrecho plano de terraza 1 presentó una exactitud de usuario igual a 75%.
5. Conclusiones
La métrica de confiablidad de los mapas geomorfológicos garantiza a los usuarios finales (internos y externos) su calidad y usabilidad. Lo mismo que agiliza los procesos de validación temática de los productos.
En procura de garantizar la replicabilidad de la metodología se generó un script en el programa de cómputo R que posibilita el cálculo del tamaño de la muestra (teniendo en cuenta la información atributiva de las capas vectoriales de la interpretación geomorfológica).
La interpretación geomorfológica incorpora la delimitación de polígonos y la asignación temática de estos según un nivel jerárquico ligado a la escala del estudio. Esta estructura jerárquica demanda que la validación del tipo de relieve y de la forma del terreno.
Algunas discrepancias en la validación como por ejemplo, la cuestiones graduales al indicar si se está en el ápice o el cuerpo en un abanico aluvial, no puede calificarse como un error en la exactitud de posición sino temático. En consecuencia, las discrepancias en la validación temática no dependen de la calidad de los insumos para la fotointerpretación o la eficacia de los equipos de cómputo con los que se cuente, indefectiblemente, el criterio del intérprete es más eficaz que el de la cartografía a analizar.
La determinación de los tipos del muestreo está estrechamente ligada al área de estudio y a la leyenda de interpretación geomorfológica definida. Así que, según la complejidad de la zona, puede ser necesario incluir otros niveles jerárquicos para la asignación de las clases.
Para el proceso de validación temática es necesario recrear el ambiente de interpretación bajo el que se desarrollan los procesos y tener en cuenta todos los insumos cartográficos disponibles (DEM, modelo de pendientes, modelo de sombras, imágenes de satélites, bloques fotogramétricos, entre otros). Además, se sugiere que estos insumos san los mismos que se emplearon para la interpretación de la capa.
Incluir un atributo de “Observaciones” posibilita generar información complementaria al proceso de verificación. Se recomienda estandarizar este atributo a través de dominios, con el fin de generar estadísticos más precisos.
La generación de un símbolo en la leyenda que agrupe los demás atributos considerados en la interpretación (paisaje, ambiente morfogenético, tipo de relieve, material geológico y forma de terreno) facilitaría a su vez derivar un campo único sobre el que se definan las clases del muestreo.
Debido a que el ortofotomosaico tiene un cubrimiento parcial sobre el área de estudio, únicamente se validaron 52 puntos de muestreo. Como trabajo a futuro se recomienda replicar el ejercicio para la totalidad de las muestras y cubrir el área de estudio inicialmente acordada.
A nivel interno se sugiere, replicar esta metodología en otras zonas de estudio y a futuro implementarlo como un procedimiento en los procesos cartográficos de la Subdirección, ya que se esta manera se disminuyen los costos económicos elevados en el proceso de evaluación de la calidad cuando se muestran todas las unidades, empleando un tiempo exagerado.
Importante también poder revisar a nivel externo de Colombia otras entidades que adelanten estos procesos y puedan optimizar también sus procesos de EETM soportados en esta metodología y acorde con sus lineamientos de calidad propios de cada país.