INTRODUCCIÓN
Durante la evolución, las células han desarrollado sistemas de protección para evitar que cambios bruscos en el ambiente provoquen alteraciones en la estructura y función de proteínas que pongan en riesgo su viabilidad. Uno de los mecanismos que se activa en respuesta a los diferentes tipos de estrés inducidos por factores externos como la temperatura, es la síntesis de proteínas de choque térmico (heat shock proteins, HSP) o chaperonas moleculares, con el fin de favorecer el plegamiento correcto de otras proteínas para el mantenimiento de la proteostasis y la homeostasis celular1.
En la mayoría de las células, las HSP se expresan de manera constitutiva; sin embargo, su síntesis puede ser inducible en respuesta a diversos estímulos y condiciones fisiológicas. De esta manera, las HSP se encuentran prácticamente en todos los organismos, desarrollando múltiples funciones como la disociación o plegamiento de proteínas, modificación de la actividad de ciertas enzimas, mantenimiento del citoesqueleto y efectos apoptóticos, entre otros.
Se ha descrito que la actividad de las HSP depende de: a) su conformación estructural funcional, que va desde un estado monomérico hasta asociaciones multiméricas; b) la formación de complejos con otras proteínas chaperonas o cochaperonas; c) moduladores como el ATP, y d) su localización intracelular o extracelular2-4 (tabla 1).
Familia | Localización | Función | Estructura |
---|---|---|---|
HSP110 (HSPH) | Citoplasma Núcleo | Replegamiento Disociación Degradación | Anillo hexamérico5 |
HSP90 (HSPC) | Citoplasma Retículo endoplásmico Mitocondria Núcleo | Plegamiento Señalización Apoptosis Respuesta inmune | Dímero6 |
HSP70 (HSPA) | Citoplasma Retículo endoplásmico Mitocondria Núcleo | Transporte Plegamiento | Dímero7 |
HSP60 (HSPD o mitocondrial) | Extracelular Citoplasma Retículo endoplásmico Mitocondria | Complejo oligomérico de doble anillo (heptámero o tetradecamérico). Forma un complejo con la HSP10 (HSPDE)8,9 | |
HSP40 (DNAJ) | Citoplasma Núcleo | Dominio de unión a nucleótidos N-terminal y un dominio de unióna sustrato7 | |
Small HSP (HSPB) | HSP10-Mitochondria | Co-chaperona de HSP60 | Oligómeros10 |
HSP27-Citosol, núcleo | Chaperona molecular Apoptosis | ||
TRiC (CCT o citosólica) | Citosol | Plegamiento Previene la agregación de aprox. 10% del proteoma | Hexadecámero, dos anillos antiparalelos de ocho subunidades parálogas11 |
Clasificación de las HSP con base en su peso molecular y al símbolo genético asignado por la HUGO-GNC (de sus siglas en inglés: Human Genome Organisation Gene Nomenclature Committee).
Debido a la versatilidad de funciones que presentan las HSP se les ha denominado proteínas multiempleo o “moonlighting proteins”12, ya que están involucradas en múltiples procesos metabólicos, fisiológicos o patológicos. Se ha demostrado que tienen una participación relevante durante el embarazo13,14 y la esteroidogénesis15,16, así como en la preeclamsia17,18, el cáncer19, la diabetes20,21, la resistencia a la insulina22, en enfermedades cardiovasculares23,24, la aterosclerosis25 y la respuesta inmune26,27, entre otras.
En este sentido, una misma HSP puede tener diferentes funciones, las cuales dependerán de su estructura y localización en los diferentes compartimentos intracelulares, o de si son traslocadas a la superficie o al medio extracelular cuando la célula se encuentra en condiciones de estrés. Bajo estas condiciones, las HSP actúan principalmente como una señal de alerta del sistema inmunitario28-30.
LAS HSP EN EL SISTEMA INMUNE
Dentro de las funciones que realizan las HSP está la que se asocia al sistema inmunológico, donde actúan como un indicador para evitar la propagación del daño. Se ha identificado a las proteínas HSP27, Grp78, HSP60, HSP70, Grp94 o HSP90 en la superficie celular y en el fluido extracelular de pacientes en condiciones patológicas. Se sugiere que el mecanismo de translocación o la vía secretora de las HSP a las membranas o a la circulación puede ser a través de vesículas; sin embargo, no se conoce a detalle y es motivo de investigación31. En este contexto, se ha sugerido que las HSP actúan como “moléculas de señalización” o “moléculas inmunomoduladoras” alertando y activando al sistema inmunológico innato y adaptativo durante el proceso inflamatorio en enfermedades infecciosas causadas por virus o bacterias, o incluso en algunas alteraciones como el cáncer32,33.
Se ha descrito que la HSP60, HSP70, HSP90, GP96 (HSP90B1, HSPC4) y la calreticulina (una HSP de retículo endoplásmico de 46 kDa) actúan como activadores del sistema inmune innato que inducen la producción de citocinas proinflamatorias como el factor de necrosis tumoral (TNF-α) o interleucinas (IL-1, 6 y 12)34, así como la activación de los receptores tipo Toll (TLR, Toll-like receptor) 4 y 235. Específicamente, la actividad de HSP60 se ha asociado con la activación de los linfocitos-T citotóxicos36; así como a los receptores CD14, CD40 y TLR37. A estas HSP que participan en el sistema inmunológico se les ha denominado como “chaperocinas”, ya que además de presentar la función de chaperona pueden activar el mecanismo para la producción de citocinas38.
FORMACIÓN DE COMPLEJOS HSP-PÉPTIDOS EN EL SISTEMA INMUNE
Diversos estudios han demostrado que las HSP forman complejos con péptidos derivados de partículas antigénicas virales o bacterianas, provenientes de células infectadas o de células bacterianas completas39,40. Estos péptidos se generan por dos vías, la endocítica o exógena y la citosólica o endógena.
En la vía exógena, los antígenos se adhieren a la membrana de los macrófagos, donde son fagocitados y procesados por enzimas endosomales y lisosomales. Los péptidos generados son reconocidos por el complejo principal de histocompatibilidad clase II (major histocompatibility complex type II, MHC II) y dirigidos a la membrana celular para ser presentados a los linfocitos T CD4+ (figura 1a). Por otro lado, los antígenos endógenos (proteínas víricas sintetizadas dentro de la célula), se procesan por el proteasoma o inmunoproteasoma por la vía citosólica, generando péptidos de entre 8 y 16 aminoácidos que son reconocidos por el complejo principal de histocompatibilidad clase I (major histocompatibility complex type I, MHC I)41. Estos péptidos, los generados por el proteasoma, son transportados al retículo endoplásmico por la proteína TAP (transportador asociado con la presentación de antígeno) donde se unen al MHC I / PLC (peptide-loading complex o complejo de carga del péptido), el cual está formado por chaperonas como la calreticulina, tapasina, calnexina y la enzima ERp57. Se ha descrito que la HSP90 interacciona con el proteasoma para proteger a los péptidos recién generados42 y que la HSP70 se asocia con la proteína TAP, lo que promueve su función43 (figura 1b ).
Una vez que el péptido es reconocido por el MHC I, las chaperonas del complejo PLC se liberan y el MHC I-péptido se dirige hacia la superficie celular donde el péptido se presenta a los linfocitos CD8+. Durante este proceso, desde la liberación del péptido y hasta su presentación a las células CD8+, la actividad de las HSP resulta indispensable, ya que los péptidos antigénicos no pueden permanecer libres en un ambiente acuoso sin ser degradados.
En la vía exógena, la formación del complejo HSP-péptido permite a las HSP70, HSP90, GP96 y calreticulina asociarse con las células presentadoras de antígenos a través del receptor CD91 (también llamado receptor alfa 2-macroglobulina), internalizarse y coadyuvar en el incremento en la presentación de antígenos a los linfocitos CD4+ y CD8+para promover la respuesta inmune; sin embargo, la inmunogenicidad se anula al disociarse el complejo HSP-péptido40,44, lo que significa que las HSP o los péptidos no presentan efecto inmunogénico per se.
La sobreexpresión de las HSP durante procesos infecciosos ha sido de interés para su estudio como blancos terapéuticos o marcadores de daño celular en la regulación de la respuesta inmune. Se han utilizado proteínas purificadas o péptidos sintéticos de la HSP60 y HSP70 para estimular a las células T y NK. En este sentido, se han administrado de forma exógena péptidos dnaJP1 derivados de HSPdnJ (una HSP bacteriana homóloga de la HSP40 humana) como inmunoterapia en pacientes con artritis reumatoide. El tratamiento despertó diversas respuestas inmunes y cambios en la función proinflamatoria y reguladora de las células T, se incrementó la producción de IL-4, IL-10 y disminuyó la expresión de IL-2, IFN-γ y TNF-α45,46. Los resultados del tratamiento sugieren una tendencia hacia la eficacia en la aplicación clínica, ya que la susceptibilidad al tratamiento se basa en la coexpresión de moléculas que puedan contribuir a disminuir la baja respuesta de la inmunidad adaptativa.
LAS HSP Y LAS INFECCIONES VIRALES
Las HSP tienen una participación diferencial en función de cómo se llevan a cabo los procesos moleculares en una infección. Se ha descrito que las HSP se secretan al medio extracelular en condiciones patológicas donde presentan actividad inmunomoduladora e inducen la activación de macrófagos, la respuesta inmune y antiinflamatoria, así como la regulación de la apoptosis y procesos de comunicación celular30. Además de estar involucradas en la internalización, replicación, transcripción y expresión génica viral, la HSP60, HSP70 y HSP90 actúan como proteínas hospederas, colaboran con el plegamiento de proteínas virales, favorecen la propagación y la eficacia de la infección47,48, así como la activación de los macrófagos49. De ahí la importancia de su localización cuando se detecta la infección viral. De manera particular, se ha descrito que la HSP60 tiene una función importante en la vía del inflamasoma, en la síntesis y liberación de proteínas pro y antiinflamatorias como p53, interleucinas y el factor de necrosis tumoral TNF-α50-52; interacciona con la proteína HBx del virus de la hepatitis B, la cual es esencial para su replicación y la persistencia de la infección53. De igual forma, la HSP90 participa regulando la replicación del virus de la hepatitis C y del virus de la influenza, donde también tienen una función la HSP40 y la HSP7054,55.
Con base en las diferentes actividades antivirales y proinfección de las HSP, se ha sugerido que estas pueden tener una participación importante en la enfermedad del COVID-19, causada por el virus del SARS-CoV-2 (del inglés: severe acute respiratory syndrome (SARS)-like coronavirus). La infección por este tipo de coronavirus ocasiona un daño severo a nivel respiratorio, corazón, hígado, riñones, cerebro, sistema nervioso y gástrico56. La infección viral inicia cuando la proteína espiga (o spike) del SARS-CoV-2 reconoce como receptor a la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) en la superficie celular, donde por vía endosomal o fusión con la membrana celular, inyecta su genoma al citoplasma para iniciar la replicación y la formación de los viriones que son liberados por exocitosis para mantener la progresión de la infección57.
El virus del SARS-CoV-2 presenta cuatro proteínas estructurales principales: la spike (o de espiga), las de membrana, las de envoltura y las de la nucleocápside; además de otras accesorias como ORF3a, ORF6, ORF7a, ORF7b, ORF8, ORF9 y ORF157. Mediante análisis bioinformático (Immune Epitope Database and Analysis Resource), Marino Gammazza et al. (2020) compararon la secuencia de aminoácidos de las proteínas de SARS-CoV-2 con 20,365 proteínas de humano. Los resultados demostraron que diferentes HSP, que corresponden a proteínas de la familia de la HSP70, HSP60, HSP40 y HSP90, comparten un segmento de seis aminoácidos con potencial inmunogénico/antigénico con el SARS-CoV-2 y que estos hexapéptidos corresponden a los epítopes inmunogénicos predichos para los linfocitos B/T58 (tabla 2). Con estos resultados, Marino Gammazza et al. (2020) sugieren que cuando las células se encuentran en condiciones de estrés provocado por el SARS-CoV-2, se incrementa la translocación de HSP al espacio extracelular y se desencadenan diversos procesos asociados con la autoinmunidad58. Igualmente, experimentos realizados por Luchese y Flöel (2020) demostraron que fosfoproteínas de la nucleocápside y ORFab del SARS-CoV-2 comparten un hexapéptido con potencial inmunogénico con proteínas de la familia de HSP90 (KDKKKK) y HSP60 (EIPKEE) respectivamente, lo que “constituye el candidato ideal para obtener una respuesta autoinmune contra HS90B, H90B2 y HSP60, así como un potencial mecanismo patogénico de neuropatía como consecuencia de la infección por SARS-CoV-2”59.
Proteína | Epítope viral | UniProt |
---|---|---|
Heat shock 70 kDa protein 13 (Microsomal stress-70 protein ATPase core) | 3543-TILGSA-3548 | P48723 |
Heat shock 70 kDa protein 4 (Heat shock 70-related protein APG-2) | 5221-LPYPDP-5226 | P34932 |
Heat shock 70 kDa protein 4L (Heat shock 70-related protein APG-1, Osmotic stress protein 94) | 618-GTVYEK-623 | O95757 |
60 kDa heat shock protein (Mitochondrial, Hsp60) | 1205-EIPKEE-1210 | P10809 |
Heat shock 40 kDa protein 1 (DnaJ homolog subfamily B member 1) | 632-EEKFKE-637 | P25685 |
DnaJ homolog subfamily C member 25 | 1144-LLAPLL-1149 | Q9H1X3 |
DnaJ homolog subfamily B member 2 | 72-GLTGTG-77 | P25686 |
DnaJ homolog subfamily C member 9 (HDJC9) | 5481-VLSDRE-5486 | Q8WXX5 |
DnaJ homolog subfamily C member 14 | 6057-DFSRVS-6062 | Q6Y2X3 |
Alpha-crystallin A chain (Heat shock protein beta-4, HspB4) | 6752-DDFVEI-6757 | P02489 |
Heat shock protein HSP 90-beta | 370-KDKKKK-375 | P08238 |
Sacsin, (DnaJ homolog subfamily C member 29, DNAJC29) | 3531-LKELLQN-3537 | Q9NZJ4 |
FK506-binding protein-like (WAF-1/CIP1 stabilizing protein 39, WISp39) | 88-LVAELEG-94 | Q9UIM3 |
Stress-responsive DNAJB4 (Hsp40)-interacting membrane protein 1 | 48-LGSPLSL-54 | Q6ZPB5 |
Datos publicados en: Lucchese G, Flöel A, 202058.
La participación de la HSP60
Se ha mostrado que el péptido CIGB-258 (APL1 o CIGB-814) derivado de la proteína HSP60, puede inducir un efecto inmunorregulador y antiinflamatorio en pacientes con artritis reumatoide60. Se demostró también que el péptido tiene un efecto terapéutico al administrarse a pacientes con COVID-19 que se encontraban en condición crítica con síndrome de dificultad respiratoria aguda. Después de 48 horas de tratamiento con CIGB-258, los pacientes mostraron una recuperación importante y una disminución significativa en los niveles de IL-6, IL-10, TNF-α, granzima B y perforina, al parecer a través de la activación de los linfocitos T reguladores61.
También se han identificado concentraciones elevadas de HSP60 circulante (en plasma y suero) en diversas enfermedades, principalmente en pacientes con hipertensión o enfermedades cardiovasculares23,62.
En este sentido, se ha descrito a las HSP circulantes como mediadores de procesos patológicos debido a su actividad inmunogénica.
Se ha demostrado que HSP60 está involucradaen la internalización, transcripción y replicaciónde diferentes virus, ya que favorece el plegamiento y estabilización de las proteínas virales63. Se ha descrito que la HSP60 muestra características de DAMP (del inglés: canonical damage-associated molecular pattern)64, el cual participa en la activaciónde la respuesta inmune innata al estimular la señal inflamatoria a través de los receptores TLR y dela vía NK-κB, e induce la liberación de citocinas proinflamatorias y óxido nítrico28,65. Contrario a los efectos positivos descritos en las secciones anteriores, los resultados sugieren que la HSP60 podría participar en el mecanismo responsable del desarrollo del síndrome de dificultad respiratoria aguda (ARDS) e inflamación microvascular sistémica o fase hiperinflamatoria relacionada con la tormenta de citocinas durante el COVID-1964,66.
Es necesario insistir, como se comentó al inicio, que las funciones de las HSP dependen de una serie de factores, por lo que ciertas condiciones contribuyen a combatir una infección vírica, pero en otras favorecen la replicación viral.
Las funciones de laHSP70
La HSP72 (o HSPA1A) es una proteína de la familia de las HSP70 que participa en los procesos inflamatorios en pacientes con resistencia a la insulina y diabetes. Se sugiere que la disminución en la concentración de HSP72 en pacientes con diabetes se asocia con la expresión de proteínas involucradas en la respuesta inflamatoria como JNK, TNK-α y NF-κB y, por lo tanto, a la inhibición del factor de transcripción HSF-167,68. Se ha demostrado que la concentración de HSP72 en plasma y suero se encuentra elevada en pacientes con diabetes tipo 1 y obesos con diabetes tipo 2, por lo que HSP72 podría funcionar como un biomarcador de diabetes69.
Otra proteína de la familia de las HSP70 es la GRP78 (glucose-regulated protein 78 o HSPA5), una chaperona molecular inducible por estrés que participa en el plegamiento de proteínas y en la translocación de polipéptidos sintetizados a travésde la membrana del retículo endoplásmico70.
Cuando la célula se encuentra en condiciones de estrés, incrementa la concentración de proteínas no plegadas en el retículo endoplásmico activándose la vía de señalización UPR (unfolded protein response) conformada por la cinasa PERK (protein R-like ER kinase), IRE1 (inositol-requiring enzyme 1) y ATF6 (activating transcription factor 6 ). El incremento de proteínas no plegadas provoca que la GRP78 se transloque a la membrana celular donde actúa como receptor de diversos virus como el SARS-CoV-2, MERS-CoV, influenza, zika o ébola, favoreciendo su internalización a la célula hospedera71-73.
En este sentido, estudios basados en modelado molecular del dominio de unión al receptor de la proteína espiga del SARS-CoV-2 y el dominio de unión a sustrato de la GRP78, sugieren que la proteína espiga puede presentar hasta cuatro sitios de unión con la GRP78. Debido a que la proteína espiga es esencial para el anclaje e internalización del virus a la célula hospedera, es probable que la inhibición de esta interacción disminuya la velocidad de la infección viral74. En suero de pacientes con neumonía positivos para SARS-CoV-2, se ha identificado un incremento de hasta cuatro veces los niveles de la GRP78, lo que sugiere un blanco terapéutico potencial para el uso de inhibidores y moléculas con actividad antiviral para suprimir la replicación del SARS-CoV-275,77 (figura 2).
Por el contrario, también se ha sugerido que, en respuesta al estrés, la HSP70 presenta actividad antiinflamatoria. La HSP70 se une al complejo NF-κB/I-κB atenuando la activación y migración de NF-κB al núcleo, e inhibe la tormenta de citocinas ocasionada por el virus78. Los pacientes con COVID-19 son susceptibles de presentar síntomas graves, sobre todo aquellos con patología previa como hipertensión, obesidad, diabetes, enfermedades respiratorias o cardiovasculares79.
Se ha observado un decremento en la expresión de HSP70 y del factor transcripcional de choque térmico HSF-1, principalmente en pacientes con obesidad y diabetes mellitus; esta disminución se relaciona con la activación persistente del UPR y del inflamasoma y, por lo tanto, a la producción masiva de citoquinas inflamatorias que inducen una condición conocida como fenotipo secretor asociado a la senescencia (SASP), el cual se ha identificado en pacientes infectados con SARS-CoV-280.
La HSP90 en los procesos virales
HSP90 es otra proteína chaperona que ha tomado relevancia durante la infección viral. En experimentos in vitro, Li et al. (2020) demostró que la inhibición de HSP90 afectan la replicación vírica de MERS-CoV y que existe una interacción directa entre HSP90 y proteínas de la nucleocápside. Esta relación mantiene la integridad funcional y estabilidad de las proteínas víricas, lo que permite sugerir que este tipo de interacción sería una posible estrategia terapéutica, ya que el uso de inhibidores de HSP90 puede desestabilizar a las proteínas de la nucleocápside SARS-CoV-281. A este respecto, se ha demostrado que los inhibidores de HSP90 reducen la inflamación82, lo que indica que podrían tener una función importante durante las infecciones virales asociadas con procesos inflamatorios.
El uso de inhibidores de HSP90 para la actividad anticancerígena ha demostrado que tienen una efectiva distribución celular y son bien tolerados por los pacientes83, lo que sugiere que esta podría ser una estrategia terapéutica alternativa contra la infección del coronavirus.
CONCLUSIONES
Las HSP tienen múltiples funciones, y su actividad biológica está íntimamente ligada con su estructura, conformación oligomérica y localización intra y extracelular. A la vez, las posibles funciones en cada evento biológico dependerán específicamente de lo que las células requieren. Sobresale el papel que desempeñan en la respuesta inmune como chaperocinas, lo que complementa y fortalece ante una infección, incluidas las virales, un mecanismo que coadyuva al sistema inmunológico para evitar el daño causado por estos agentes dañinos (figura 3). Sin embargo, las mismas HSP pueden participar coadyuvando a propagar las infecciones virales, lo que sigue siendo motivo de estudios. En un futuro no lejano se podrá entender con mayor claridad las funciones de estas proteínas para su aplicación en la práctica médica.