La entomofagia, que es el hábito de consumir insectos o sus derivados (FAO, 2016; Van Huis et al., 2013), se realiza en 102 países del mundo (Ramos-Elorduy & Viejo Montesinos, 2007). Se estima que los insectos forman parte de la dieta tradicional de al menos 2 millones de personas y se citan más de 1,900 especies de insectos que se utilizan como alimento. En forma global los insectos más consumidos son los escarabajos (Coleoptera) con un 31%, las orugas (Lepidoptera) con un 18%, abejas, avispas y hormigas (Hymenoptera), con un 14%. En el caso de Hemiptera, que es el orden al que pertenecen los jumiles se considera un 10% (Van Huis et al., 2013).
En México se tienen registros de 525 especies de insectos citados como comestibles de los cuales el 87% son terrestres y el 13% de ecosistemas acuáticos; del total de especies el 55.79% se consumen en estados inmaduros (huevo, larva, pupa, ninfa) y el 44.21% como adultos (Ramos-Elorduy & Viejo Montesinos, 2007).
La presente investigación se realizó en la comunidad de “El Zompantle”, Taxco de Alarcón, Guerrero. Se identificaron y estudiaron dos especies de jumiles que consumen las familias en dicha comunidad, así como su importancia dentro de la cultura entomofágica de la comunidad.
Con la ayuda de habitantes que consumen jumiles en dicha comunidad se colectaron (17 de noviembre de 2015) jumiles adultos, bajo la hojarasca de encino y debajo de las hojas de agave pulquero (Agave salmiana, Otto) que se encontraban secas en la localidad de El Zompantle (18° 32’ 09.68” N, 99° 42’ 45.89” W, 2291 msnm). Los jumiles colectados se preservaron en alcohol al 70%, posteriormente se montaron en alfileres (tamaño “0”), se etiquetaron y fueron identificados por la M.C. Guillermina Ortega León (UNAM), basándose en los trabajos de Fernández & Campos (2011), Fernández y Van Doesburg (2000, 2000b) y Rolston y McDonald (1979). Los ejemplares corresponden a dos especies Edessa bifida (Say, 1832) (Fig. 1A) y Edessa championi (Distant, 1881) (Fig. 1B), que quedaron depositados en la Colección de Entomología del Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México y en la Colección Entomológica del Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Los jumiles se recolectan y consumen en estado adulto, las familias de la comunidad comentan que han notado que la presencia de los jumiles inicia generalmente a principios de octubre o noviembre y se termina cuando inicia el temporal en el mes de abril. Los jumiles son recolectados en áreas de bosque de la comunidad, entre la hojarasca de encino (Quercus sp.), debajo de las hojas secas de los agaves pulqueros que crecen de manera silvestre (Agave salmiana, Otto), debajo de la maleza “mozote” (Bidens sp.), en la base del tronco de los árboles de encino y debajo de las piedras. La recolección de jumiles la realizan entre los meses de noviembre a marzo. En los años de abundancia, en una sola recolección, cada familia llega a recolectar 0.5 kg de jumiles en una jornada de trabajo, que comprende desde el desayuno hasta ocultarse el sol. La recolección de jumiles constituye una estrategia alimentaria y de subsistencia de dichas familias ya que una parte de la cantidad que recolectan la utilizan para la alimentación de los miembros de la familia y el excedente lo comercializan. Cabe mencionar que la recolección de jumiles se realiza principalmente por las mujeres y niños, debido a que pueden combinar esta tarea con otras actividades del hogar.
El aprovechamiento de especies de jumiles en el estado de Guerrero es muy común, Figueroa-Castro et al. (2016) citan el jumil Euschistus corcovacitus Rolston, como comestible en la comunidad de Quetzalapa, Guerrero.
Una medida de protección de estos jumiles es que la comunidad tiene prohibido talar los árboles de las áreas donde se encuentran estas dos especies, además cada año se organizan para reforestar y preservar las áreas naturales que es donde hibernan, ya que al iniciar las lluvias se dirigen a los valles para alimentarse y reproducirse.
Es importante mencionar que las familias de El Zompantle tienen hábitos entomófagos, ya que además del consumo de los jumiles aquí citados, también acostumbran consumir gusano rojo y gusano blanco del maguey pulquero silvestre, así como chapulines y larvas de algunas avispas.
La presente nota es el primer documento en el cual se reportan los jumiles comestibles (Edessa bifida y Edessa championi) en la comunidad de El Zompantle, Guerrero, y además es la primera vez que se estudia un poco la cultura entomofágica de esta comunidad rural.