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Ciencias marinas
versión impresa ISSN 0185-3880
Cienc. mar vol.31 no.2 Ensenada jun. 2005
Artículos
Abundancia y distribución de tiburones en el Parque Nacional Archipiélago de Los Roques y otras islas oceánicas venezolanas, 1997-1998
Abundance and distribution of sharks in Los Roques Archipelago National Park and other Venezuelan oceanic islands, 1997-1998
Rafael Tavares1,2
1 Centro para la Investigación de Tiburones (CIT) Av. Don Bosco, Qta. ABC No. 10 La Florida, Caracas 1010-A. Venezuela. E-mail: cit@ecochallenge.ws
2 Posgrado Ciencias Marinas Instituto Oceanográfico de Venezuela Universidad de Oriente Cumaná 6101, Venezuela. E-mail: rtavares@sucre.udo.edu.ve
Recibido en mayo de 2004;
aceptado en noviembre de 2004.
Resumen
Se determinó la abundancia relativa y distribución de tiburones a través de la pesca comercial realizada por lanchas palangreras artesanales de media altura en los archipiélagos Los Roques, Las Aves e Isla La Blanquilla. Los datos se recolectaron entre enero de 1997 y octubre de 1998, y correspondieron a 123 días de pesca dirigidos a capturar tiburones utilizando como método de pesca el palangre de fondo. Además, se presentan los resultados de 10 días de pesca dirigidos a capturar atún e istiofóridos con palangre derivante, con la finalidad de determinar el porcentaje de importancia de la captura incidental de tiburones en estas pesquerías. Se reporta un total de 15 especies de tiburones pertenecientes a cinco familias, capturadas durante el periodo de estudio. Los resultados de la composición porcentual de la captura y los valores de la CPUE expresados en peso y número muestran que las especies más abundantes fueron Carcharhinus perezi y C. falciformis para el Archipiélago de Los Roques e Isla La Blanquilla y C. perezi y Ginglymostoma cirratum para el Archipiélago de Las Aves. En el Archipiélago Los Roques las capturas de C. perezi y C. falciformis fueron más frecuentes durante el segundo semestre del año. En relación a los resultados de la abundancia de acuerdo a la profundidad, se encontró que la CPUE expresada en peso para las especies C. perezi y C. falciformis tiene una tendencia a aumentar con la profundidad, mientras que la CPUE expresada en número tiende a disminuir con el aumento de ella. Los principales factores que podrían estar determinando la abundancia y distribución espacio-temporal de los tiburones en el área de estudio son las características propias de los ecosistemas como la profundidad y las características biológicas como el periodo de nacimiento, época de reproducción y patrones migratorios.
Palabras claves: tiburones, distribución, abundancia, pesquerías, biología, Los Roques, Venezuela.
Abstract
The relative abundance and distribution of sharks caught by the artisanal fishery was determined for the most important offshore islands of Venezuela (Los Roques, Las Aves and La Blanquilla). Data were collected from January 1997 to October 1998, corresponding to 123 fishing days targeting sharks using bottom longline. We also present the results of 10 days of fishing activities targeting tunas and marlins by the same fleet using pelagic longline, in order to determine the importance of the shark bycatch in these fisheries around the offshore islands. A total of 15 shark species representing five families were captured during the study period. The catch composition and CPUE values expressed in weight and number showed that the most abundant species were Carcharhinus perezi and C. falciformis for Los Roques Archipelago and La Blanquilla Island, while C. perezi and Ginglymostoma cirratum were more common in Las Aves Archipelago. In Los Roques Archipelago, C. perezi and C. falciformis were most common during the second half of the year; a similar trend was observed for the rest of the shark species caught by the fishery. A positive relationship was observed between CPUE and fishing depth in the case of C. perezi and C. falciformis off Los Roques Archipelago: CPUE by weight increases with depth, while CPUE by number decreases with depth. The main factors that could be determining shark abundance and their spatial-temporal distribution are the characteristics of the ecosystem, depth, and biological characteristics such as birth, mating season and migratory patterns of the species.
Key words: sharks, abundance, distribution, fisheries, biology, Los Roques, Venezuela.
Introducción
A nivel mundial, el incremento en la pesca comercial y deportiva de tiburones ha tenido un impacto negativo en varias poblaciones de estos peces, como en la especie Galeorhinus galeus en la costa de California (Ripley, 1946), Carcharhinus leucas en el Lago de Nicaragua-Río San Juan (Thorson, 1987), Triakis semifasciata en la costa de San Francisco, California (Smith y Abramson 1990), Prionace glauca en la Zona Económica Exclusiva Australiana (Stevens, 1992), C. plumbeus y C. obscurus en el Atlántico Norte occidental (Musick et al., 1993), entre otros. A través de la historia se ha demostrado que la pesquería intensiva de tiburones no es sostenible en el tiempo y puede colapsar fácilmente (Castro et al., 1999), salvo algunas excepciones donde se ha observado que la biomasa de algunas poblaciones correspondientes a especies altamente productivas puede mantenerse a niveles sostenibles a través del tiempo, como por ejemplo en las especies Squalus acanthias en Columbia Británica y Mustelus antarcticus en el sudeste de Australia (Walker, 1998). Debido al aumento de las capturas incidentales de tiburones en algunas pesquerías dirigidas a los atunes, varias organizaciones como la Comisión InterAmericana del Atún Tropical (CIAT), Comisión Internacional para la Conservación de los Atunes del Atlántico (CICAA), y el International Council for the Exploration of the Sea (ICES), entre otras, han iniciado esfuerzos dirigidos a la conservación de tiburones a través de la coordinación internacional y ejecución de programas de investigación y monitoreo (FAO, 1999). La pesquería de tiburones requiere especial atención ya que algunas características biológicas de este grupo, como una baja tasa reproductiva, crecimiento lento y madurez sexual tardía hacen que estas especies sean muy susceptibles a la sobrepesca (Holden, 1977; Castro et al., 1999). Considerando estos factores, las capturas de un determinado stock pueden sobrepasar fácilmente el límite del máximo rendimiento sostenible.
En Venezuela la pesca de tiburones se realiza principalmente por medio de embarcaciones palangreras, y en el caso de las artesanales, éstas pueden alternar los métodos de captura y especies-objetivo según la temporada y área de pesca. Según Novoa et al. (1998) y Novoa (2000), 86% de la captura de tiburones proviene de la pesca artesanal y el resto de la pesca palangrera industrial. Estos autores señalan que los tiburones demersales comúnmente capturados en la pesca artesanal son el cazón playón (Rhizoprionodon porosus), cazón amarillo (Carcharhinus acronotus) y macuira (C. limbatus). Arocha y Marcano (2001) y Arocha et al. (2002) refieren que existe poca información sobre las pesquerías dirigidas a capturar tiburones por embarcaciones palangreras y reportan que en la flota de palangre venezolana dirigida a túnidos y pez espada se capturan 21 especies de tiburones, entre las que el tiburón azul (P. glauca) y la macuira (C. limbatus) comprenden 54.3% de las capturas. Según las estadísticas venezolanas (Instituto Nacional de Pesca y Acuicultura), los desembarques de tiburones para la región nororiental del país durante el periodo 1992-1997 oscilaron entre 6,003,663 y 7,467,552 kg y durante 1998-2000 oscilaron entre 3,342,895 y 3,727,690 kg.
El Parque Nacional Archipiélago de Los Roques alberga una gran biodiversidad marina, por lo que resulta un lugar codiciado por los pescadores para llevar a cabo actividades de pesca. Trabajos arqueológicos realizados en Dos Mosquises y otros cayos demostraron que la explotación de los recursos marinos en el archipiélago se remonta a la época precolombina y que los peces, incluyendo los tiburones, constituyeron un recurso importante aprovechado por los indios caribes (grupo valenzoide) asentados en el área (Antczak, 1991). En la actualidad la pesca comercial de tiburones en el Archipiélago de Los Roques se realiza de manera artesanal y usando como método de pesca el palangre de fondo (Tavares, 2001a); sin embargo, el archipiélago se encuentra bajo un régimen de administración especial debido a su carácter de parque nacional, y las actividades económicas como la pesca se encuentran reguladas. Algunas de las normas existentes son: el uso exclusivo de métodos de pesca artesanales; limitación en el número de permisos de pesca otorgados a los pescadores residentes; protección de especies como la langosta espinosa Panulirus argus y el botuto Strombus gigas a través de la veda total o parcial; y zonificación del área de acuerdo al uso y aprovechamiento, entre otras (Amend, 1992).
En los últimos años se ha notado un aumento en las actividades de pesca dirigidas a los tiburones en el Archipiélago de Los Roques y otras islas oceánicas venezolanas como el Archipiélago de Las Aves e Isla La Blanquilla, probablemente relacionado con los problemas socio-económicos (devaluación de la moneda y deterioro del poder adquisitivo de los estratos sociales más bajos) que ha atravesado el país y los altos precios que han alcanzado las aletas de tiburón en el mercado. Este factor, sin duda, estimula la pesca de estas especies. Novoa et al. (1998) señalan que la tendencia de la pesca artesanal en Venezuela es hacia el estancamiento debido a los bajos ingresos, escasa productividad y por una baja o nula participación de los pescadores en las actividades sociales, culturales o políticas. Debido a la escasez de información de las pesquerías dirigidas a capturar tiburones en Venezuela, se hace necesaria la implementación de programas de monitoreo para la recolección de datos que ayuden a diseñar planes de manejo y ordenamiento en la pesquería de estas especies. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue determinar la abundancia relativa y distribución de las especies de tiburones en el Parque Nacional Archipiélago de Los Roques, Archipiélago de Las Aves e Isla La Blanquilla, a través del monitoreo de la pesca comercial realizado por observadores en lanchas palangreras artesanales de media altura que pescan en las plataformas insulares venezolanas.
Materiales y métodos
El área de estudio correspondió al siguiente grupo de islas venezolanas: Archipiélago de Los Roques (11°44'-12°06' N, 66°36'-66°57'W), Archipiélago de Las Aves (11°57'-12°04' N, 67°37'-67°41' W), e Isla La Blanquilla (11°55'-11°48' N, 64°33'-64°39' W) (fig. 1). Del grupo de islas oceánicas venezolanas clasificadas por Cervigón (1992), los archipiélagos de Los Roques y de Las Aves comparten un conjunto de caracteres comunes que permite en muchos aspectos tratarlas como integrantes de un mismo ecosistema. Estos archipiélagos se encuentran influenciados por aguas oceánicas cálidas con temperaturas (25-29°C) que varían poco a lo largo del año. Mientras tanto la Isla La Blanquilla, a pesar de encontrarse bajo la influencia de aguas oceánicas, es afectada por fenómenos de surgencia costera propios de la región nororiental de Venezuela; en consecuencia, sus aguas carecen de la transparencia típica de las islas propiamente oceánicas y la temperatura del agua es ligeramente más baja que en las islas anteriores (Cervigón, 1992).
La información sobre la pesca de tiburones fue recolectada a bordo de tres lanchas palangreras (12-14 m de eslora) procedentes de la Isla Margarita que realizaron sus operaciones de pesca de una manera independiente en el área insular venezolana. La descripción y modo de operar de este tipo de embarcaciones ha sido reseñada por Novoa et al. (1998). El período de estudio comprendió de enero de 1997 a octubre de 1998, y en él se registraron un total de 123 días de pesca dirigida a capturar tiburones y usando como método de pesca el palangre de fondo. De este total, 95 días correspondieron al Archipiélago de Los Roques, 17 al Archipiélago de Las Aves y 11 a la Isla La Blanquilla. La profundidad de los lances en la pesca con palangre de fondo osciló entre 20 y 394 m. Estas actividades se realizan alrededor de las plataformas insulares y cerca de la costa o cayos. Adicionalmente se presentan los resultados de 10 días de pesca dirigida a capturar atún y pez aguja con palangre derivante en mar abierto hacia el límite sur del Archipiélago de Los Roques, con la finalidad de determinar el porcentaje de importancia de la captura incidental de tiburones. Los lances de pesca se presentan en la figura 1.
Los palangres de fondo empleados en las embarcaciones están construidos de cordel de poliéster alquitranado (tipo japonés) y el número de anzuelos (tipo J; #1-3) osciló entre 100 y 245. Una característica de los palangres tiburoneros es la utilización de una porción de alambre de acero inoxidable colocada entre el reinal y el anzuelo, con la finalidad de evitar el rompimiento del mismo y el consecuente escape del animal. La pesca con este método fue siempre de noche, siendo el lance al atardecer y el levado a primeras horas de la mañana del día siguiente. El tiempo de permanencia del palangre en el agua fue de 12-15 hr. La carnada usualmente utilizada comprendió pargos (Lutjanidae), corocoros (Haemulidae), loros (Scaridae) y morenas (Muraenidae). El palangre derivante es utilizado en la captura de especies pelágicas (atunes, dorados y peces de pico), sin embargo la pesca incidental de tiburones puede representar porcentajes significativos de estas capturas Estos artes de pesca están construidos de nylon monofilamento de poliamida y el número de anzuelos (tipo J-atunero; #3-4) utilizados fue alrededor de 500. Al contrario del palangre de fondo, la pesca con este método se llevó a cabo durante el día, siendo los lances al amanecer y el levado después de un periodo de 6 a 8 h. La carnada utilizada en las operaciones fue sardina (Sardinella aurita) viva.
La información analizada en este estudio correspondió a datos agrupados por lances: fecha, número de anzuelos, tiempo de pesca, profundidad, posición geográfica, tipo de carnada empleada y captura, donde se disponía únicamente del número de individuos, intervalos de talla (cm LT) y peso (kg) por especies. Los resultados relacionados con la composición de la captura fueron expresados en porcentaje de peso (%P) y de número (%N). El índice de abundancia relativa utilizado fue la captura por unidad de esfuerzo (CPUE), expresada en peso (kg/ 100 anzuelos) y número (individuos/100 anzuelos). Tomando en consideración que esta pesquería es dirigida al recurso tiburón se hicieron los cálculos de la CPUE incorporando los lances negativos. Debido a que no hay información disponible con respecto a las tallas individuales del total de ejemplares capturados, en este estudio se utilizó la CPUE expresada en peso con la finalidad de determinar posibles diferencias entre la densidad de tiburones y su aporte en biomasa. De este modo es posible detectar áreas habitadas por individuos juveniles y que no contribuirían significativamente en peso. El tamaño de la muestra obtenida para el Archipiélago de Los Roques permitió realizar un análisis en la abundancia (composición de la captura y CPUE) entre las principales especies, tiempo y profundidad de captura (estratos: 20-49, 50-99, 100-149, 150-199 y >200 m). Con la finalidad de determinar posibles diferencias en la abundancia se normalizaron los valores de la CPUE mediante la siguiente fórmula:
CPUEn=LN(CPUE + 1)
Posteriormente, después de realizar una prueba de homogeneidad de varianzas se aplicó un análisis de varianza (ANOVA) de una vía para detectar diferencias entre los valores medios de CPUE (expresados en peso y número, para los tiburones y las dos especies más frecuentes), estableciendo como factor los semestres del año. Del mismo modo se compararon los valores medios de la CPUE (expresados en peso y número) correspondientes a las dos especies más frecuentes, estableciendo como factor los estratos de profundidad (Zar, 1996). En la aplicación de ambas pruebas los años (1997-1998) fueron combinados con la finalidad de aumentar el tamaño de la muestra.
Resultados
La captura de tiburones para las tres plataformas insulares muestreadas (incluyendo los palangres de fondo y derivante) comprendió un total de 15 especies pertenecientes a cinco familias entre las que los Carcharhinidae fueron los más representativos para las tres áreas de estudio (tabla 1). También se presentan los nombres comunes utilizados por los pescadores y los intervalos de talla (LT cm) para cada especie. El desembarque de la captura correspondiente a las tres lanchas se realizó en la Isla Margarita.
Archipiélago de Los Roques
Entre enero de 1997 y octubre de 1998 la captura con palangre de fondo estuvo conformada por 556 tiburones (17,259 kg) pertenecientes a 14 especies y cinco familias. La profundidad de los lances fue entre 20 y 394 m. Las especies que obtuvieron los máximos valores porcentuales en la composición de la pesca fueron C. perezi (42.38%P y 46.68%N) y C. falcifomis (26.18%P y 30.15%N), seguidas de la especie G. cirratum (16.13%P y 11.41%N). El resto de las especies obtuvieron valores porcentuales variables, pero bajos en comparación con la importancia de las especies anteriores (tabla 2). Los peces que podrían ser considerados como capturas incidentales en este tipo de actividades fueron la raya americana Dasyatis americana y el grupo de los teleósteos (Lutjanus analis, Caranx latus y Sphyraena barracuda), que comprendieron en su conjunto el 2.99%P y 6.87%N en la captura total (17,791 kg). Si bien el porcentaje de importancia de las capturas incidentales no es significativo, estas son igualmente aprovechadas y desembarcadas en puerto. Las actividades de pesca dirigidas a capturar atún y pez aguja mediante el uso de palangre derivante fueron registradas entre febrero de 1997 y noviembre de 1998. La captura incidental de tiburones no fue significativamente importante: se capturaron dos especies que obtuvieron valores porcentuales bajos en la composición de la pesca, P. glauca (1.82%P y 0.80%N, 72 kg, dos individuos) y C. falciformis (1.70%P y 3.20%N, 66 kg, ocho individuos).
El esfuerzo total registrado en la pesca con palangre de fondo para los años 1997 y 1998 fue de 6607 y 6508 anzuelos, respectivamente. Para ambos períodos de muestreo la mayor intensidad en el esfuerzo se observó durante el segundo semestre de cada año (fig. 2). La relación entre esfuerzo y profundidad se ajustó a un modelo de regresión potencial negativo (fig. 3), en el que se obtuvo una tasa de disminución en el esfuerzo de 1.54 anzuelos m-1, la ecuación es la siguiente:
Los valores medios de CPUE obtenidos para la pesca de tiburones con palangre de fondo fueron 105.00 kg/100 anz y 3.27 ind/100 anz. La variación con respecto al tiempo entre los valores obtenidos de la CPUE expresada en peso y número presentan una tendencia similar (fig. 4a, b). A pesar de la escasez de datos durante el primer semestre de cada año, se observa en ambos casos un período de abundancia de tiburones correspondiente al segundo semestre de cada año a partir del mes de junio. El mismo patrón de abundancia estacional se observa para las especies C. perezi y C. falciformis (fig. 5a, b). En ambos casos se encontraron diferencias significativas entre semestres (p < 0.05) para los promedios de CPUE expresada en peso y número. En relación a los resultados obtenidos en la abundancia de acuerdo a la profundidad para las especies C. perezi y C. falciformis, se observó que los valores de la CPUE expresada en peso tienen una tendencia a aumentar con la profundidad y, contrariamente, los valores de la CPUE expresada en número presentan una tendencia a la disminución con la profundidad (fig. 6a, b). Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas (P > 0.05) en los promedios de la CPUE expresadas en peso y número para las dos especies.
Archipiélago de Las Aves
Entre agosto de 1997 y octubre de 1998 la captura con palangre de fondo correspondió a 66 tiburones (1099 kg) pertenecientes a nueve especies y tres familias. La profundidad de los lances osciló entre 20 y 116 m. La especie C. falciformis se mostró como la más importante en la composición de captura y comprendió el 32.12%P y 26.58%N (tabla 2). Para esta zona se encontró más variabilidad entre los valores porcentuales expresados en peso y número, debido a la contribución en peso de las capturas que aportan los individuos de tallas mayores. Por ejemplo, la especie N. brevirostris obtuvo el segundo lugar de importancia en peso (19.42%P), sin embargo apenas contribuyó con 2.53%N. Esto fue resultado de la captura de dos individuos (255-265 cm LT) que pesaron en su conjunto 234 kg. A su vez G cirratum obtuvo 16.85%P y 29.11%N y C. perezi 10.12%P y 10.13%N. La especie D. americana y los teleósteos (L. analis y L. cyanopterus) comprendieron en su conjunto, 8.80%P y 16.46%N en la captura total (1205 kg). El esfuerzo registrado durante el periodo de monitoreo en esta área insular fue de 958 y 2100 anzuelos en 1997 y 1998, respectivamente. Los valores medios de la CPUE fueron 37.85 kg/100 anz y 2.56 ind/100 anz. Para esta área de pesca los datos no son suficientes para realizar un análisis más detallado sobre la distribución de las especies.
Isla La Blanquilla
Entre abril y agosto de 1998 la captura con palangre de fondo correspondió a 44 tiburones (2934 kg) pertenecientes a cuatro especies de la familia Carcharhinidae. La profundidad de los lances fue entre 40 y 220 m. Las especies más importantes en la captura fueron C. perezi que obtuvo 60.33%P y 65.91%N y C. falciformis 28.70%P y 25.00%N (tabla 2). Para la Isla La Blanquilla el esfuerzo total registrado por los observadores correspondió a 1190 anzuelos durante el periodo de estudio. Con relación a la CPUE, los valores medios obtenidos fueron 207.83 kg/100 anz y 3.29 ind/100 anz. También la mayoría de los individuos correspondieron a ejemplares adultos y de pesos considerables, sobretodo de las especies C. falciformis, y C. perezi, lo que pudo influir en los altos valores registrados en el %P.
Discusión
La pesca de tiburones en las plataformas insulares venezolanas se realiza principalmente de manera artesanal por medio de lanchas palangreras de media altura. Estas pueden alternar la utilización de varios métodos de pesca, dependiendo de la temporada y las zonas de pesca (i.e., el palangre de fondo y derivante, palangre pargo-mero y nasas), de modo que aprovechan al máximo las campañas de pesca. Existe una gran dificultad de conocer con exactitud el número total de lanchas palangreras que operan en Venezuela, lo que se debe principalmente al modo de operar y trabajar de estos pescadores que son grupos pequeños y aislados, sin ningún tipo de organización formal, estando unidos por estructuras sociales y relaciones ancestrales de trabajo y distribución de beneficios. Sin embargo las flotas artesanales venezolanas contribuyen con un porcentaje significativo de las capturas totales del país (Novoa et al. , 1998). A nivel nacional, tampoco se conoce de manera exacta el número total de lanchas palangreras venezolanas que pescan tiburón en la costa continental y áreas insulares, sin embargo Novoa et al. (1998) reportan una flota de 10 embarcaciones tiburoneras industriales que pescan con palangre de fondo y media agua, capturando principalmente tiburones y peces de pico. Estos autores también señalan que el tamaño de la flota palangrera artesanal e industrial venezolana que pesca atún y aguja osciló alrededor de 65 unidades entre 1991 y 1995. Aunque el atún constituye la especie objetivo de la pesquería para una parte de esta flota, para la otra parte ésta es solo una especie capturada incidentalmente y la fracción más importante de su captura la componen el tiburón y las especies de pico.
Hasta la fecha se han reportado 21 especies para el Archipiélago de Los Roques (Tavares, 1997, 2001b; Cervigón y Alcalá, 1999), lo que representa aproximadamente el 50% de las especies reportadas para Venezuela. De éstas, 15 se capturaron en este estudio. La diversidad de tiburones fue baja en las capturas correspondientes al Archipiélago de Las Aves e Isla La Blanquilla: 9 y 4 especies respectivamente. Si bien el tamaño de la muestra para estas últimas plataformas insulares fue pequeño, en estas islas no ha existido ningún tipo de regulación relacionada con la pesquería de tiburones y es probable que sus poblaciones presenten cierto grado de sobre-explotación producto de varias décadas de aprovechamiento de este recurso sin control. Las actividades comerciales dirigidas a capturar tiburones en Venezuela podrían sufrir un aumento debido al estímulo que representan para los pescadores los altos precios que han alcanzado las aletas en el mercado nacional, que son cotizadas a precios internacionales.
Los datos muestran que C. perezi y C. falciformis fueron las especies predominantes en las capturas del Archipiélago de Los Roques e Isla La Blanquilla, mientras que para el Archipiélago de Las Aves las especies predominantes fueron C. falciformis y G. cirratum. Durante un programa de monito-reo de la pesca comercial de tiburones llevada a cabo por pescadores asentados en el Archipiélago de Los Roques durante 2001, se encontró que las especies predominantes fueron C. limbatus y C. perezi (Tavares, 2001a, b). La diferencia entre la composición de captura entre las actividades realizadas por medio de lanchas de media altura y los pescadores asentados en el archipiélago, radica en que estos últimos realizan sus actividades en zonas poco profundas a través de embarcaciones tipo peñero, que son muy versátiles y cómodas para trabajar en áreas de aguas someras y cercanas a los cayos. Éstas generalmente corresponden a áreas de criadero para los juveniles de tiburones. Cervigón y Alcalá (1999) señalan que, en Venezuela, C. perezi, C. falciformis y G. cirratum son las especies más frecuentes y abundantes en las capturas de las áreas insulares oceánicas como el Archipiélago de Los Roques.
En el pasado, C. perezi y C. falciformis fueron especies frecuentes en la composición de pesca de tiburones para la región del Golfo de México (Compagno, 1984; Branstetter, 1987), sin embargo, estudios posteriores llevados a cabo en la misma región determinaron que estas especies se encuentran fuertemente sobre-explotadas, principalmente por la presión pesquera ejercida en las poblaciones de juveniles (Bonfil, 1997; Castillo-Géniz et al., 1998; Baum y Myers, 2004). Probablemente, otro ejemplo de sobre-explotación de tiburones sería el encontrado en este trabajo y en relación a las especies Mustelus canis y M. norrisi en el Archipiélago de Los Roques, basada en la baja frecuencia de captura y el análisis de registros fotográficos suministrados por la Fundación Científica Los Roques, que evidencian la abundancia de estas especies en las faenas de pesca con palangre de fondo y redes de ahorque en la década de los ochenta Para la misma época, Brunetti (1989) reportó que estas especies eran comunes en las capturas comerciales con palangre de fondo en el Archipiélago de Los Roques. Estudios recientes indican que estas especies no forman parte de la composición de captura en la pesquería de tiburones llevada a cabo por pescadores asentados en el archipiélago (Tavares, 2001a). Los resultados obtenidos en este trabajo en relación con el bajo porcentaje de importancia que obtuvieron las especies P. glauca y C. falciformis en la composición de la captura en la pesca dirigida a atunes y peces de pico, pueden ser explicados por el pequeño tamaño de muestra y probablemente por el período diurno de pesca. La flota industrial palangrera venezolana, cuando captura pez espada como especie objetivo, realiza sus actividades de pesca entre el atardecer y el amanecer (F. Arocha, com. per.), por lo que el periodo nocturno de pesca explicaría los porcentajes de importancia que se observan en las capturas incidentales de tiburones por esta flota.
Las diferencias en la abundancia de las especies entre las tres áreas de estudio pueden estar influenciadas por el tamaño de la muestra y por los diferentes niveles de explotación que presentan estos grupos insulares. No existen trabajos previos que reporten niveles de abundancia de tiburones en otras regiones de Venezuela, sin embargo, los valores de la CPUE para los tres grupos insulares podrían considerarse elevados comparados con los reportados por Hazin et al. (2000) y Gomes et al. (2001) para la costa del nordeste de Brasil. Con relación a la variación estacional en la abundancia de tiburones para el Archipiélago de Los Roques, se observó un aparente periodo de abundancia durante el segundo semestre de cada año. Los pescadores en el Archipiélago de Los Roques se refieren al período comprendido entre junio y septiembre como una época de abundancia de tiburones, lo que coincide con la época de nacimiento de algunas especies en el área. Tavares y Provenzano (2000) reportaron para el Archipiélago de Los Roques la aparición de individuos de la especie C. limbatus con tallas cercanas a la de nacimiento durante los meses de agosto y septiembre. Más recientemente, para la misma área de estudio, Tavares (2001b) determinó que la época de nacimiento de C. perezi fue entre los meses de agosto y septiembre. Castillo-Géniz et al., (1998) encontraron para varias zonas de pesca del Golfo de México, que los desembarques y CPUEs de tiburones más elevados correspondieron al segundo semestre del año. Estos autores relacionan esta abundancia con los patrones de migración y reclutamiento de individuos juveniles de las especies más frecuentes en la composición de captura como Rhizoprionodon terraenovae, C. limbatus y Sphyrna lewini. Thorpe et al. (2004) obtuvieron resultados similares con respecto a la abundancia estacional de C. limbatus y C. acronotus en la costa sudeste de Carolina del Norte.
Si bien se observa un patrón inverso entre la abundancia expresada en peso y número con relación a la profundidad, para C. perezi y C. falciformis el análisis de varianza indicó que no existían diferencias significativas en los valores medios de la CPUE con respecto a la profundidad. El resultado no significativo de la prueba probablemente se debe al aumento en la variabilidad de los valores de la CPUE cuando éstos son calculados considerando los lances negativos. Según Compagno (1984), C. perezi se encuentra asociada a ecosistemas de arrecifes coralinos en el Caribe, y C. falciformis es abundante en aguas oceánicas tropicales y puede encontrarse cerca de las plataformas continentales e insulares entre la superficie y los 500 m de profundidad. El autor señala que C. falciformis usa como áreas de criadero las proximidades de las islas oceánicas del Caribe. Las áreas de criadero de tiburones generalmente corresponden a zonas discretas de aguas poco profundas y con abundancia de alimento (Castro, 1993b), y la captura de individuos juveniles no contribuiría significativamente al peso. Las actividades de pesca dirigidas a capturar tiburones en aguas de poca profundidad podrían tener un impacto negativo en las poblaciones de adultos, de allí que se les debería prestar especial atención ya que los juveniles son extremadamente susceptibles a la sobre-pesca. Por otro lado, algunos tiburones como C. perezi, C. falciformis y C. limbatus son especies en las que la talla de nacimiento es la misma que de reclutamiento a la pesca. Esto se debe a que los métodos de pesca empleados, como el palangre, normalmente no son selectivos con respecto a la talla, lo que hace que los programas de manejo y conservación de tiburones se dificulten aún más. De este modo se tiene que los principales factores que podrían estar determinando la abundancia y distribución espacio-temporal de tiburones en el área de estudio son las características propias de los ecosistemas, la profundidad, la época de nacimiento (que contribuye con nuevos reclutas), la época de reproducción y patrones migratorios.
Debido al acelerado aumento en la pesca comercial de tiburones, a nivel mundial, varios países (Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Estados Unidos) han diseñado planes de conservación y manejo orientados a proteger estas especies y asegurar un aprovechamiento racional de los stocks (NMFS, 2001). En el Plan de Acción Internacional para la Conservación y Manejo de Tiburones (FAO, 1999) se refieren algunos aspectos que interfieren en la ejecución de planes de manejo y conservación, i.e., problemas taxonómicos; datos de capturas, desembarques y esfuerzos de pesca inadecuados; dificultades en la identificación de las especies en los lugares de desembarque; escasez de información biológica y ecológica; y falta de fondos para investigación y desarrollo de programas de manejo; entre otros. Por todas las razones anteriormente referidas, es necesario prestar especial atención a las pesquerías de estas especies en el Caribe venezolano, ya que no se conoce el estado de los stocks que han sido explotados de una manera sostenida en el tiempo.
Agradecimientos
Agradecemos a la Unión Europea por haber financiado el proyecto y a la Fundación Científica (FCLR) Los Roques que fue el órgano ejecutor y encargado de la logística de trabajo. También a los Profesores Freddy Arocha y Jeremy Mendoza por la lectura del manuscrito, a los revisores anónimos del artículo por sus observaciones, a los miembros benefactores de FCLR por los traslados aéreos, y a los capitanes y tripulación de las lanchas pesqueras que hicieron posible este estudio. La version en ingles del manuscrito fue una contribución del Dr. Antonio Aranguren.
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