Introducción
La fertilidad del suelo es la capacidad más importante del suelo en la nutrición de los cultivos por lo que es esencial su conocimiento para un mejor manejo. Muchas áreas agrícolas enfrentan graves problemas de producción, rendimiento y degradación de los suelos debido a la falta de información básica que permita establecer programas de manejo para una producción agrícola sustentable y sostenible en el tiempo (Henríquez, Killorn, Bertsch y Sancho, 2005; Ovalles, 1991). En áreas de agricultura tradicional, es poco usual evaluar la fertilidad de suelos, especialmente por ser lento y costoso (González-Pedraza, Rey y Atencio, 2014; Viloria, Núñez, Machado, Elizalde y Pineda, 2009; Ovalles, 1992).
Las variaciones espaciales de las propiedades del suelo se pueden mapear a través de técnicas geoestadísticas que permiten delimitar áreas de manejo diferencial; sin embargo, los suelos son cuerpos variables aún en cortas distancias, esta variabilidad es producto de las interacciones entre factores y procesos formadores de suelos (Andriotti, 2010).
Entre los métodos geoestadísticos más utilizados para interpolar variables y realizar predicciones, que consideren la estructura espacial de los datos y su autocorrelación mediante semivariogramas, está el método Kriging (Villatoro, Henríquez y Sancho, 2008; Trangmar, Yost y Uehara, 1986). El método de Kriging ordinario es el mejor estimador lineal no sesgado, es decir, que opera con el promedio ponderado de los datos disponibles (Wackernagel, 2003).
Diversos autores ref ieren que los mapas de interpolación, generados a partir de análisis químicos o físicos de suelos, han sido muy útiles en el diagnóstico y recomendación de dosis de fertilización. Por otra parte, los mapas generados con Kriging son reconocidos, a nivel mundial, como una herramienta f iable para apoyar la toma de decisiones y af inar aplicaciones en la agricultura de precisión (Panday, Maharjan, Chalise, Shrestha y Twanabasu, 2018). Estos mapas agrícolas generados con Kriging adquieren mayor relevancia por los avances tecnológicos en el área de los sensores que permiten recabar más variables y mayor cantidad de datos (Nawar, Corstanje, Halcro, Mulla y Mouazen, 2017).
El presente trabajo tuvo como objetivo analizar la fertilidad del suelo en la comunidad de Santo Domingo, Huasca de Ocampo, Hidalgo; a través de mapas temáticos de acidez (pH), conductividad eléctrica (CE), capacidad de intercambio catiónico (CIC), contenido de materia orgánica (MO), nitrógeno (N), fosforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg) y sodio (Na).
Materiales y Métodos
Localización y descripción general del área de estudio
El estudio se desarrolló en el estado de Hidalgo al Sureste del municipio de Huasca de Ocampo, específ icamente en la comunidad de Santo Domingo; entre las coordenadas geográf icas 20° 07´ y 20° 10´ N, 98º 30´ 30” y 98º 28´ 30” O (Figura 1).
Los suelos estudiados son de uso agrícola, cultivados principalmente con maíz (Zea mays), en asociación con cultivos como calabaza (Cucurbita pepo subsp. pepo), avena forrajera ( Avena sativa) y haba (Vicia faba). La zona de estudio presenta una topografía con pendientes suaves (0 a 10%) y terrenos accidentados (>15%) con elevaciones que van desde los 2 200 y 2 500 m de altitud (INEGI, 2012). Los tipos de suelo observados en el área de estudio de acuerdo a la carta Edafológica F14-11 (INEGI, 2007) y los perf iles observados en las áreas agrícolas (Figura 2) son de origen aluvial y en base a la clasif icación de suelos de la World Reference Base for Soil Resources (FAO, 2015) se clasif ican en Luvisol vértico y Luvisol crómico, ambos de texturas arcilla limosa, pero, el luvisol crómico presenta en su capa superior un matiz rojizo.
Con base en el sistema Köppen modif icado por García-Amaro (2004) la zona de estudio presenta un clima templado subhúmedo de tipo C(w1) y C(w2). Según los registros del Servicio Meteorológico Nacional (SMN, 2020) del 2000 al 2015, la precipitación media anual osciló entre 500 y 800 mm, las temperaturas máximas alcanzan los 35 °C en el mes de mayo y las mínimas están debajo de 5 °C en el mes de enero.
Muestreo de suelos para el análisis de interpolación y verif icación
Este trabajo se realizó para analizar la fertilidad de los suelos de uso agrícola por lo que se descartó el área de bosque de encino-pino de la comunidad de Santo Domingo. La selección de las parcelas de muestreo se def inió al azar; donde se tomaron submuestras aleatorias a una profundidad recomendable para cultivos anuales (maíz, frijol, trigo, entre otros) de 0-30 cm (INIFAP, 2012), siguiendo una ruta de puntos en zigzag para obtener una muestra compuesta de aproximadamente un kilogramo (Schweizer, 2010).
Para ubicar espacialmente cada muestra compuesta se f ijó un punto al centro de cada parcela mediante un receptor de GPS (Córdoba, Paccioretti, Giannini, Bruno y Balzarini, 2019). En total se recolectaron 45 muestras de suelo para realizar la interpolación y 15 muestras independientes distribuidas en forma representativa para la validación en campo (Henríquez, Méndez y Masís, 2013).
Análisis químico de las muestras de suelos
Las muestras de suelo, previas al análisis, fueron secadas a 60 °C durante 24 h y tamizadas a través de una malla de 2 mm. Las técnicas de análisis químicos efectuados se presentan en el Cuadro 1.
Elemento | Unidad | Técnica |
pH | 1:2 | Potenciómetro, suspensión en agua 1:2 (Anderson e Ingram, 1993) |
CE | dS·m-1 | Extracto de saturación y conductímetro (SEMARNAT, 2002) |
CIC | cmol (+) kg-1 | Acetato de amonio 1N pH 7 (Black, 1965) |
MO | % | Walkley y Black (1934) |
N-total | % | Kjeldahl (Chapman y Pratt, 1973) |
K | cmol (+) kg-1 | Extraído con acetato de amonio 1N, pH 7 medido por espectrometría de emisión. (SEMARNAT, 2002) |
P | Mg·kg-1 | Fluoruro de amonio (NH4F) y colorimetría (SEMARNAT, 2002) |
Ca | cmol (+) kg-1 | Extraídos con acetato de amonio 1 N pH 7; Ca y Mg medidos por complejometría con EDTA y Na por espectrometría de emisión. (SEMARNAT, 2002) |
Na | ||
Mg |
Análisis estadístico, geoestadístico e interpolación kriging
Los resultados de los análisis químicos correspondientes a las 60 muestras de suelo, para interpolación y verif icación, se sometieron a un análisis estadístico y geoestadístico. Inicialmente los resultados de las muestras fueron procesados con el sof tware de estadística R, con el f in de obtener los estadísticos descriptivos de cada variable. Posteriormente, con los puntos (X,Y) de las coordenadas UTM (universal transversal de mercator) y los resultados de las 45 muestras (Z); se utilizó la herramienta Geostatistical Analysis, Kriging de ArcGIS 10.3 (Esri, 2015) para analizar y obtener los parámetros Nugget, Sill y rango del modelo del semivariograma, de cada variable estudiada.
Villatoro et al. (2008) muestra los parámetros utilizados en el análisis del semivariograma, donde C o es la varianza de discontinuidad espacial, también llamado efecto nugget (efecto pepita). C es la semivarianza estructural o espacialmente dependiente, donde a mayor intervención tenga la suma de C+Co, llamado sill (meseta o cima), las estimaciones son mejores (Muñoz, Martínez y Giraldo, 2006). El rango (a) es el valor de la correlación espacial o punto (en distancia), a partir del cual los datos no tienen inf luencia respecto al punto de comparación en referencia (Henríquez et al., 2005; DeMers, 1999). Lag (h) representa la distancia de los puntos circundantes a cada uno de los puntos en comparación (Figura 3).
A partir del semivariograma obtenido por cada una de las variables estudiadas, se ajustaron a un modelo teórico de semivariograma (Cuadro 2), en función del grado de correlación espacial y el error de los valores observados en comparación con los estimados por el modelo.
Modelo | Función de Semivariograma | N° de ecuación | Observaciones |
Esférico |
|
(1) | γ(h): Semivarianza en el intervalo de distancia h,r: Rango.C o : NuggetC: varianza a la que los componentes están espacialmente correlacionados |
Exponencial |
|
(2) | Tiende a alcanzar el sill asintóticamente. El rango a se define como la distancia a la cual el valor del semivariograma alcanza el 95% del sill. |
Gaussiano |
|
(3) |
Nota: Recuperado de la guía para el análisis de datos espaciales. Aplicaciones en agricultura (Córdoba, Paccioretti, Giannini, Bruno y Balzarini, 2019).
Note: Retrieved from the guide for spatial data analysis. Applications in agriculture (Córdoba, Paccioretti, Giannini, Bruno y Balzarini, 2019).
Finalmente, con el modelo y los parámetros geoestadísticos ajustados, se interpolaron los datos con el método Kriging ordinario; que ofrece, de acuerdo a las investigaciones citadas, el mejor análisis para el objetivo de esta investigación.
En este método, cada punto 𝑥0 de la región de trabajo, donde no se tiene un valor observado z(𝑥0), se estimó el valor desconocido mediante un promedio ponderado de los datos disponibles. En la ecuación 4 para indicar que es un valor estimado y no un valor observado se usó el acento circunf lejo “^”. Los pesos x i cambian de un punto de estimación a otro, si bien no se indican explícitamente, son función de 𝑥0 (García-López y Orozco-Bravo, 2021; Garbanzo-León, Alemán, Alvarado y Henríquez, 2017).
Una vez obtenidos los resultados de la interpolación, se elaboraron los mapas correspondientes para visualizar la variación espacial de las variables estudiadas.
Validación de los mapas
La validación de los mapas, obtenidos por medio del análisis de interpolación, se realizó por medio de dos técnicas diferentes. En primer lugar, se aplicó el análisis de validación de campo, el cual compara los valores de las 15 muestras independientes de campo con los valores obtenidos de los mapas generados a partir del conjunto original de 45 datos para cada una de las variables (Henríquez et al., 2013).
Y en segundo lugar, validación cruzada se realizó con el método hold-out; este es el más sencillo de los distintos métodos de validación cruzada. Este separa el conjunto de datos disponibles en dos subconjuntos, uno utilizado para entrenar el modelo y otro para realizar la prueba de validación (Arlot y Celisse, 2010). De esta manera, se crea un modelo únicamente con los datos de entrenamiento, los cuales se comparan con el conjunto de datos reservados para la validación (Hawkinset al., 2003).
Los estadísticos, obtenidos con los datos del subconjunto de validación, son los que validan el método empleado en términos de error (Pérez-Planells, Delegido, Rivera y Verrelst, 2015).
Para este estudio se utilizó el 10% del grupo de datos para la interpolación (4 datos) de manera aleatoria, para posteriormente realizar una nueva interpolación y consecutivamente ubicar las coordenadas de los datos ausentes para compararlos con los datos interpolados, proceso que se repitió 6 veces para obtener un total de 24 datos ausentes que se compararon con los datos interpolados. Este proceso se realizó en ArcGIS 10.3 (Esri, 2015) con la extensión Geostatistical Analyst y la herramienta Subset Features la cual selecciona un conjunto de datos aleatorios para realizar la validación cruzada; de manera que se calcularon los estadísticos de regresión a partir de la media de los valores de cada repetición.
Para ambos métodos de validación, entre valores obtenidos y predichos, se determinó el coef iciente de correlación Pearson (r) y las medidas de precisión como el promedio absoluto del error (PAE) conocido también como el error absoluto medio (EAM) y el promedio del cuadrado del error (PCE) def inido como el error cuadrático medio (ECM), ambas usadas por Schloeder, Zimmerman y Jacobs (2001) y descritas por Villatoro et al. (2008); estimadas por medio las ecuaciones 5 y 6.
Donde, yi es el valor observado en el punto
“i”,
También, se estimó con la ecuación 7 la efectividad de predicción (E) que mide la certeza de los resultados predichos por la interpolación (Villatoro et al., 2008; Schloeder et al., 2001; Gotway, Ferguson, Hergert y Peterson, 1996).
Donde ý es el promedio de la muestra.
Resultados y Discusión
Parámetros estadísticos de las variables analizadas
En la Figura 4 se observa poca dispersión de los datos con respecto a la media para los nutrientes N, K, P y Na, y las propiedades CE y CIC. Por otro lado, pH, MO y Mg son las variables analizadas con mayor dispersión respecto a la media; esto mismo ocurre para las muestras de validación (pH’, MO’ y Mg’). También, ambos conjuntos muestran buena representatividad con respecto a la media para los nutrientes principales de fertilidad N, P y K; sin embargo, existe variabilidad para las propiedades pH y MO, así mismo para Na se observa datos atípicos.
En términos prácticos, el análisis estadístico tradicional es demasiado limitado para describir la variabilidad espacial más allá de los límites agrícolas del cultivo de maíz.
En general se observa que los suelos son pobres en nutrientes, con contenidos de materia orgánica de bajo a medio, son ácidos y con baja capacidad de retención de bases. La baja conductividad eléctrica indica bajo contenido de sales, correspondiendo con los bajos valores de pH y contenido de bases. Estos resultados muestran que se trata de suelos con graves problemas de degradación y pérdida de la fertilidad (Castellanos, Uvalle y Aguilar, 2000).
Análisis geoestadístico de los semivariogramas
En el Cuadro 3 se muestran los resultados del análisis geoestadístico, donde los modelos teóricos fueron ajustados para minimizar la suma del cuadrado de los errores (García-López y Orozco-Bravo, 2021). El modelo seleccionado, que mejor ajustó a las variables estudiadas, fue el modelo Gaussiano; a excepción de la variable CE, que se ajustó de mejor manera al modelo esférico. Ambos modelos se ajustaron a las variables, al presentar el menor error de autocorrelación espacial en los datos, lo que resulta en una interpolación por el método Kriging conf iable.
Variable | Modelo | Nugget | Sill | Rango |
pH | Gaussiano | 0.11 | 0.00 | 5 007.50 |
CE | Esférico | 0.00 | 0.00 | 993.52 |
CIC | Gaussiano | 0.00 | 0.00 | 553.60 |
MO | Gaussiano | 0.29 | 0.00 | 1 759.99 |
N | Gaussiano | 0.00 | 0.00 | 5 007.50 |
K | Gaussiano | 0.00 | 8.04 | 1 432.75 |
P | Gaussiano | 0.00 | 0.00 | 908.54 |
Ca | Gaussiano | 0.25 | 0.00 | 2 601.44 |
Mg | Gaussiano | 0.16 | 0.09 | 1 450.88 |
Na | Gaussiano | 0.00 | 0.00 | 2 311.17 |
De acuerdo con los rangos de los modelos, para los semivariogramas ajustados de las variables pH, N y Ca, existe fuerte dependencia espacial en todas las variables (rangos mayores a 100 m), es decir, cuanto mayores son las unidades espaciales, mayor grado de homogeneidad existe en los suelos (Córdoba et al., 2019).
Validación cruzada y de campo
El método de validación cruzada presentó en general valores más altos de correlación (r) aunque en el caso de Ca, CE y Na fue particularmente bajo, en tanto que el método de validación de campo fue más constante en este índice, sin embargo, el caso de CE fue notablemente bajo.
En el Cuadro 4 se observa mejores coef icientes de correlación (r) para la validación de campo, en la cual se obtuvieron 0.88, 0.87, 0.82 y 0.80 para las variables K, pH, P y MO respectivamente, mientras que la conductividad eléctrica (CE) obtuvo el coef iciente más bajo (0.21). Los valores del error absoluto medio (EAM) y error cuadrático medio (ECM) establecen para los nutrientes principales (N, K y P) que no hay diferencia signif icativa entre los valores reales de campo comparados con los interpolados (validación de campo) y los valores de entrenamiento comparados con los valores de prueba (validación cruzada). Asimismo, la ef iciencia de predicción (E) arrojó mejores resultados para la validación de campo de los principales nutrientes N (76.14%), P (66.22%) y K (88.75%) y, las propiedades pH (65.09%) y CIC (71.47%); sin embargo, para la validación cruzada las E redujeron su porcentaje obteniendo solo para K(97.41%) y pH (79.15%) ef iciencias importantes. La técnica de validación de campo, en términos generales, mostró valores más favorables en la ef iciencia de la estimación (E) que la técnica de validación cruzada.
Variable | Validación campo | Validación cruzada | ||||||
r | EAM | ECM | E | r | EAM | ECM | E | |
pH | 0.87 | 0.101 | 0.017 | 65.098 | 0.89 | 0.101 | 0.015 | 79.150 |
CE | 0.21 | 0.058 | 0.004* | 48.058 | 0.66 | 0.033 | 0.002* | 38.133 |
CIC | 0.71 | 0.018 | 0.000* | 71.475 | 0.84 | 0.036 | 0.002* | 51.221 |
MO | 0.80 | 0.088 | 0.011 | 53.577 | 0.75 | 0.265 | 0.106 | 55.781 |
N | 0.70 | 0.010 | 0.000* | 76.114 | 0.70 | 0.012 | 0.000* | 54.990 |
K | 0.88 | 0.003 | 0.000* | 88.742 | 0.88 | 0.003 | 0.000* | 97.410 |
P | 0.82 | 0.008 | 0.000* | 66.277 | 0.82 | 0.016 | 0.000* | 51.630 |
Ca | 0.72 | 0.102 | 0.018 | 61.140 | 0.59 | 0.271 | 0.102 | 18.435 |
Mg | 0.74 | 0.121 | 0.021 | 48.618 | 0.65 | 0.217 | 0.089 | 40.388 |
Na | 0.78 | 0.023 | 0.001* | 44.169 | 0.69 | 0.020 | 0.001* | 44.673 |
Nota: r = correlación lineal pearson; EAM = error absoluto medio; ECM = error cuadrático medio; E = efectividad de predicción (%). * Sin diferencia significativa.
Note: r = pearson linear correlation; MAE = mean absolute error; MSE = mean squared error; E = effectiveness of prediction (%). * Not significant difference.
Distribución espacial de las propiedades analizadas
Los mapas temáticos creados de las propiedades indicadoras de la fertilidad de los suelos (Figura 5) muestran para las variables pH, N, K, y Ca mayor grado de heterogeneidad espacial (Valbuena-Calderón, Martínez y Giraldo, 2008); también, se puede percibir la tendencia en la distribución espacial de los elementos N, P, K, Ca, Mg y Na, que ilustra de manera clara las zonas con mayores déf icits de algún nutriente y la distribución de algunas propiedades químicas (MO, pH, CE y CIC) que modif ican la asimilación de los nutrientes en el suelo en el cultivo.
El análisis geoespacial sugiere que los manejos realizados en el cultivo de maíz en la comunidad de Santo Domingo inciden en la variabilidad del contenido de nutrientes en el suelo. Henríquez (2013) menciona que el manejo constituye un factor externo, que conlleva a que los datos muestren bajos valores en los nutrientes principales (N, K, y P).
En entrevistas realizadas a los productores de la zona, la mayoría opta por utilizar la fertilización en surcos sin conocimiento previo de los requerimientos nutricionales del suelo y productos químicos como: urea (46-00-00) con aplicaciones anuales que van de 60 a 150 kg ha-1, superfosfato triple (0-46-0) en aplicaciones anuales que van de 80 a 300 kg ha-1 y adicionalmente utilizan estiércol de ganado lechero cada 2 a 4 años con aplicaciones de 12 a 18 Mg ha-1; según las posibilidades de cada productor.
Correlación entre datos de interpolación y validación de campo y cruzada
Los datos interpolados muestran buena correlación con los datos obtenidos en la validación de campo y la validación cruzada con valores para la mayoría de las variables por arriba de 0.60 (Villatoro et al., 2008), a excepción de la CE (0.21) en la validación de campo y Ca’(0.59) para la validación cruzada (Figura 6); por lo tanto, se inf iere que estos tienen relación espacial, es decir, que zonas con valores bajos de CE corresponden con zonas de bajos contenidos de Ca. Osorio (2012) sugiere que los bajos contenidos de calcio o descalcif icación de los suelos son el primer paso para que el suelo aumente su acidez y modif ique su pH, por lo que los productores convienen en aplicar calcio con objeto de impedir la entrada de iones ácidos (H+).
El problema principal que se observa es la acidez de los suelos que ref iere a suelos que contienen un pH inferior a 6; lo que dif iculta la disponibilidad de los nutrientes para el cultivo (Osorio, 2012). La mayoría de los nutrientes se encuentran disponibles en pH mayores a 6 y menores a 7, esto es una de las principales causas de la baja productividad, la degradación y contaminación de los suelos originada por el manejo inadecuado de los fertilizantes químicos cuyos nutrientes no son asimilables por el cultivo y reaccionan de manera perjudicial en contacto con el agua y el suelo.
La variabilidad de esta propiedad es inducida por los diferentes manejos de los cultivos. Wei et al. (2009) atribuyen el comportamiento de altas variaciones a aplicaciones desiguales de enmiendas o fertilizantes e inef icacia de las prácticas de manejo sobre el terreno. Por lo que es importante implementar estrategias de manejo agronómico que reduzcan los niveles de acidez, mejoren los niveles de nutrientes y propiedades de los suelos, y aumenten la productividad de la comunidad.
Conclusión
Los análisis estadísticos clásicos no arrojaron información útil para el diagnóstico de las condiciones específ icas de sitio, sin embargo, los mapas obtenidos en este estudio, a partir, del modelo Kriging ordinario y los dos tipos de validación utilizados, sugieren que el proceso de interpolación a escala local, puede ser una herramienta útil como aproximación y referencia para determinar en buena medida la distribución espacial y variabilidad de las propiedades de fertilidad de los suelos.
Los mapas de MO, N, K, P y pH def inieron principalmente el estado actual de la fertilidad de los suelos y evidencian su degradación. Además, la incorporación de los mapas para las variables CIC, CE, Ca, Mg y Na mostró el comportamiento general de los suelos, haciendo más evidente sus problemas de degradación.
De acuerdo a lo observado en los mapas, las prácticas agrícolas de subsistencia, como la aplicación tradicional de fertilizantes sin conocer los valores de las variables físico-químicos del suelo a través de los años, han acelerado la acidif icación de los suelos, deteriorado su fertilidad y reducido su potencial productivo.
Disponibilidad de Datos
Los datos originales presentados en el manuscrito se encuentran en la tesis de Maestría en Ciencias del autor principal, misma que puede consultarse en el Centro de Documentación del Colegio de Postgraduados, Campus Montecillos.
Fondos
Los fondos utilizados para el desarrollo y seguimiento experimental de campo y laboratorio fueron proporcionados por el Colegio de Postgraduados, Campus Montecillos.
Contribución de los Autores
El trabajo de laboratorio y campo, así como el análisis de los datos, generador de la idea principal del trabajo: V.J.V.B. y D.S.F.R. Coordinación de la comunidad de Santo Domingo para el levantamiento de muestras, en la revisión de resultados y en la redacción del manuscrito: D.S.F.R. Colaboró en el análisis geoespacial de variables y en la revisión del manuscrito: A.M.C. Diagnóstico de la fertilidad de los suelos, en el análisis de resultados y mapas generados, así como en las conclusiones de este trabajo: J.D.R.B. La M.C. Coordinó el análisis de muestras de suelo en laboratorio, participó en la interpretación de resultados y en la revisión del presente documento: A.R.B.