Introducción
Recientemente, el fenómeno de las remesas internacionales ha acaparado la atención de diversos investigadores. De acuerdo con el Banco Mundial, en 2019 se enviaron a países de renta media y baja 500 mil millones de dólares en forma de remesas lo que implicó un incremento del 1,182 por ciento respecto a 1993 (Banco Mundial, 2020). En los países receptores, este flujo de dinero es menos volátil y más estable que otras formas de financiamiento externo como la IED y de cartera (OIM, 2018). A nivel microeconómico, representan una fuente importante de ingresos para combatir la pobreza (Hatemi-J y Uddin, 2014), la inseguridad alimentaria (Mora y van Gameren, 2021) y la desigualdad (McKenzie, 2006). Del mismo modo ayudan a promover los gastos productivos y la formación de capital humano (Azizi, 2018; Keshari-Parida y Mohanty, 2013).
A través de las remesas los hogares complementan sus ingresos, sin embargo, para la población más vulnerable este ingreso no es suficiente para mejorar sus condiciones de vida (Biyase et al., 2017; Posel, 2016) . Por ello, los programas gubernamentales representan intervenciones inclusivas y determinantes en el gasto. De hecho, diversos estudios descubren que las transferencias del gobierno ayudan a superar dificultades que enfrentan los hogares como el acceso a vivienda y vestido (Gazeaud et al., 2021; Adhikari y Gentilini, 2018), educación (Chiapa y Juárez, 2016), nutrición (Haushofer y Shapiro, 2016) y bienestar físico y psicológico (Attanasio et al., 2021).
El impacto de las remesas internacionales y las transferencias gubernamentales se ha discutido previamente en la literatura, pero son pocos los estudios que investigan los patrones de gasto de ambos hogares en forma conjunta. En consecuencia, el objetivo de la investigación es estimar patrones de gasto de los hogares receptores de remesas y transferencias gubernamentales y con ello cubrir un vacío en la literatura sobre este tema. Se busca responder la siguiente pregunta ¿cuáles son los efectos de las remesas y las transferencias gubernamentales en los patrones de gasto de los hogares receptores?
Para responder la pregunta de investigación, se utilizaron datos de las Encuestas Nacionales de Ingresos y Gastos de los Hogares de 2016 y 2018. Como herramienta de análisis se usaron modelos de emparejamiento por puntaje de propensión (propensity score matching) para conocer los efectos de las remesas internacionales y las transferencias gubernamentales en los patrones de gasto de los hogares. Los principales hallazgos muestran que los hogares receptores ubicados en las regiones centro y sur de México manifiestan un alto grado de vulnerabilidad económica y social. Lo anterior se refleja en un ingreso promedio mensual más bajo respecto a los hogares sin remesas ni transferencias del gobierno. Los datos indican que los jefes del hogar tienen mayor edad, menor nivel educativo, menor acceso a servicios básicos y menor cantidad de activos. De los dos tipos de hogares receptores, los que reciben transferencias gubernamentales parecen tener un grado mayor de vulnerabilidad económica respecto a los hogares que reciben remesas internacionales.
Los patrones de gasto estimados muestran que -en comparación con un escenario contrafactual de no recepción de remesas y de transferencias gubernamentales- los hogares con remesas gastan más en bienes de inversión y formación de capital humano y menos en consumo. En cambio, los hogares con transferencias gubernamentales gastan más en bienes de consumo y menos en bienes de inversión. Mientras que los hogares con ambos ingresos gastan más en capital humano y menos en consumo. Estos resultados son evidencia robusta de que ambos ingresos se complementan y no se sustituyen en el objetivo primordial de alcanzar la sobrevivencia económica y social.
Además de la introducción, el resto del documento está organizado de la siguiente manera. En la primera sección se revisan los antecedentes teóricos y empíricos más relevantes sobre las remesas internacionales y las transferencias gubernamentales, así como la relación entre ambas en distintas variables del desarrollo. En la sección dos se presenta un marco teórico. En la sección tres se exhiben los datos y la metodología de la investigación empírica. En la cuarta sección se exponen los principales resultados y su discusión. Por último, en la última sección se presentan las conclusiones junto con recomendaciones de política y posibles líneas de futuras investigaciones.
I. Revisión de la literatura
I.1. Antecedentes teóricos
Distintas teorías predicen efectos de las remesas internacionales y transferencias gubernamentales en los patrones de gasto de los hogares receptores acorde con la distribución de sus ingresos entre bienes de consumo y bienes de inversión (física y capital humano). La asignación de estos ingresos entre las necesidades de los individuos influirá en el desarrollo económico local de sus comunidades.
Una manera de aumentar y diversificar las fuentes de ingreso es a través del aprovechamiento de la mano de obra familiar. Así, es posible analizar al hogar con migrante como si estableciera un acuerdo contractual informal con uno o más de sus miembros que decide o deciden ir a buscar empleo en el extranjero (Lucas y Stark, 1985). La consecuencia de dicho acto es la recepción de recursos monetarios en forma de remesas internacionales. Otra forma adicional de incrementar el conjunto de oportunidad de bienes de consumo e inversión consiste en recibir apoyos del gobierno bajo la forma de transferencias condicionales.
En ambos casos, los ingresos se clasifican de acuerdo con la hipótesis del ingreso permanente de Milton Friedman. La idea central consiste en suponer que el hogar divide su ingreso total en dos: i) permanente y ii) transitorio. El primero refleja la riqueza del hogar que le proporciona un nivel de vida estable a pesar de las fluctuaciones en el tiempo. El segundo manifiesta choques accidentales que podrían ser previstos (Friedman, 1957).
Se supone que si el hogar actúa como si el ingreso por remesas o transferencias gubernamentales fuera permanente, el gasto en consumo se incrementaría de forma significativa, pero si actúa como si fuera transitorio el impacto en el consumo sería insignificante (Iyemifokhae, 2020). Entonces, si el hogar considerara dicho ingreso como transitorio preferiría gastarlo en bienes que le permitieran acumular activos y que le aseguraran consumo en el futuro. Por ello, la teoría de la Nueva Economía de la Migración Laboral predice que los ingresos por remesas son tratados por los hogares como transitorios ya que sirven para relajar las restricciones que les imponen las fallas en los mercados de créditos y de seguros (Stark y Bloom, 1985). Además, permiten invertir en nuevas actividades productivas, tecnologías e insumos locales (Taylor, 1999). Esto es relevante pues estos efectos implicarían un aumento en la demanda de bienes y servicios locales; es decir, en la generación de efectos multiplicadores y aceleradores de la inversión, el crecimiento y el desarrollo económico local (Cox-Edwards y Ureta, 2003; Capello, 2006; Taylor et al., 2008; Berlofa y Giunti, 2019).
En consecuencia, es posible clasificar el gasto del hogar en tres categorías: i) el consumo que está en función del ingreso, así como de las inclinaciones psicológicas y hábitos (Keynes, 1936). ii) La inversión que se refiere a bienes de capital de cualquier clase ya sea capital fijo, capital de giro o capital líquido (Keynes, 1936: 37). iii) El capital humano que se refiere a las actividades que aumentan las habilidades productivas físicas y mentales de las personas que invierten en ellas (Schultz, 1961; Becker, 1962).
En suma, en el modelo de hogar de este estudio se analizan dos fuentes de ingresos: a) remesas y b) transferencias gubernamentales. Dado que las remesas se consideran transitorias, su efecto en el gasto en consumo es menor y el gasto en inversión y capital humano es mayor. En contraste, las transferencias gubernamentales se consideran como un ingreso permanente ya que inducen mayor consumo y menor inversión y acumulación de capital humano. Dicho comportamiento se fundamenta en el nivel de vulnerabilidad económica y social de los hogares con transferencias gubernamentales que buscan satisfacer sus necesidades básicas de alimentación y vestido (Bastagli, 2009), algo que no sucede en los hogares con remesas internacionales ya que se encuentra documentado en la literatura que no provienen de la parte más baja en la escala de la distribución del ingreso. Lo anterior permite incluir variables relevantes para comprender el fenómeno estudiado. Por ejemplo, características y riqueza del hogar (Stark y Bloom, 1985; Bastagli, 2009); características del jefe de hogar (Funkhouser, 1995; Reild-Held, 2006) y características regionales (Massey et al., 1993; Cortina, 2014).
I.2.1. Impactos de las remesas internacionales
No existe un consenso en la literatura empírica en torno a los efectos económicos de las remesas internacionales en los países receptores. Un conjunto de estudios documenta una relación positiva y significativa en el crecimiento económico a corto y largo plazo (Rani-Sutradhar, 2020; Abduvaliev y Bustillo, 2019). Por ejemplo, Ait-Benhamou y Cassin (2020) investigaron cinco islas del Caribe entre 1961 y 2014. Los autores identificaron que el crecimiento económico per cápita de largo plazo se apoyó en la acumulación de capital humano en los hogares receptores. En contraste, los hallazgos de Uprety (2017) muestran una relación negativa de corto plazo entre remesas y el PIB per cápita de Nepal y ninguna evidencia significativa de un efecto a largo plazo. La explicación es que las remesas disminuyen el consumo de productos nacionales y aumentan el de bienes importados, influyendo a la baja en el nivel de demanda agregada en el corto plazo.
Otros estudios sostienen que las remesas son importantes para combatir la pobreza y la inseguridad alimentaria (Arapi-Gjini et al., 2020; Smith y Floro, 2020; Iyemifokhae, 2020; Abduvaliev y Bustillo, 2019). Un ejemplo de ello es la investigación desarrollada por Azizi (2019) para 103 países en desarrollo en el periodo de 1990 a 2014. La autora utilizó un enfoque de variables instrumentales para superar los problemas ocasionados por la endogeneidad de la migración; sus principales resultados muestran que un incremento del 10 por ciento en las remesas per cápita genera una disminución del 1 por ciento en la tasa de pobreza y 1.8 por ciento en la brecha de pobreza. En un estudio similar, Mora y van Gameren (2021) utilizaron datos de las Encuestas de Hogares Rurales de México (Enchor) entre 2013 y 2015 para mostrar que las remesas internacionales reducen significativamente la inseguridad alimentaria en mayor proporción que las remesas internas, aunque no lo suficiente para garantizar la seguridad alimentaria total.
Otro grupo de investigaciones encontró que las remesas exacerban la desigualdad local en el corto y largo plazo (Ahmed et al., 2021; Arapi-Gjini et al., 2020). La explicación es que los migrantes primerizos provienen de hogares ubicados en la parte alta de la distribución del ingreso, por tanto, la entrada de remesas ocasiona una mayor concentración en el ingreso local. En contraste, otro grupo académico sostiene que las redes migratorias ayudan a “equilibrar” el ingreso local al hacer menos selectivo el proceso migratorio y abrir una ventana de oportunidad para los hogares más pobres con miembros pertenecientes a la red (Garip y Asad, 2015; Massey et al., 1993). Un ejemplo de lo anterior es el descubrimiento de Mckenzie (2006), en México las redes migratorias aumentaron la probabilidad de que los miembros de la comunidad emigraran debido a la distribución del capital social en la comunidad.
Finalmente, otro conjunto de investigaciones informa un efecto positivo y significativo de las remesas en inversión física y capital humano (Ahmed et al., 2021; Kapri y Jha, 2020; Sunny et al., 2020; Kamal y Ayaj-Rana, 2019). Analizando la migración en Kenia, Jena (2017) encuentra que las remesas ejercen un efecto significativo en inversiones físicas. La explicación es que los hogares consideran a las remesas como ingreso transitorio, por tanto, su preocupación inmediata reside en acumular activos en el corto plazo. En un estudio similar en Sri Lanka, Samaratunge et al. (2020) identifican que los hogares receptores de remesas utilizan estos ingresos para invertir en capital físico y humano; específicamente, lo hacen los hogares que se ubican en zonas rurales y en la parte alta de la distribución del ingreso.
En resumen, los resultados asociados con los impactos de las remesas internacionales son heterogéneos y no concluyentes derivado, en parte, por discrepancias conceptuales y metodológicas entre estudios, así como por limitaciones en la disponibilidad de datos. Sin embargo, existe cierta coincidencia en la literatura de que las remesas repercuten en la reducción de la pobreza y en el aumento en inversiones físicas y de capital humano.
I.2.2. Impactos de las transferencias gubernamentales
En diversos países, los gobiernos nacionales establecen políticas sociales dirigidas a mejorar a grupos altamente vulnerables (Bastagli, 2009). Las políticas adoptan dos formas: i) directas (apoyos en especie o efectivo), ii) indirectas (fondos sociales, programas de empleo). Las transferencias en efectivo son más comunes porque atenúan las desigualdades sociales (Biyase et al., 2017).
En la literatura existe consenso que las transferencias gubernamentales aumentan el bienestar de los hogares receptores. Por ejemplo, diversos estudios encontraron una relación positiva de las transferencias con la nutrición y educación de los miembros más jóvenes del hogar, así como con la salud y el bienestar psicológico (Millán et al., 2019; Haushofer y Shapiro, 2016). Chiapa y Juárez (2016) y Chiapa et al. (2012) reportaron que las transferencias gubernamentales tienen efectos positivos en las aspiraciones educativas de los beneficiarios, incentivando su asistencia escolar hasta el nivel superior. Investigaciones similares encontraron una relación positiva de las transferencias con el nivel de empleo local (Gazeaud et al., 2021; Adhikari y Gentilini, 2018) y el empoderamiento de las mujeres (Attanasio et al., 2021).
Otros estudios encontraron que las transferencias gubernamentales influyen positivamente en el ingreso familiar y en las inversiones agrícolas al disminuir las restricciones de liquidez del hogar. Por ejemplo, Gamso y Yuldashev (2018) encontraron que los hogares que reciben ayuda gubernamental generan mayores niveles de producción agrícola local. Aunque esto no ocurre en todos los casos ya que las políticas sociales pueden causar un impacto negativo en los agricultores pobres que obtienen mayores rendimientos (Cortina, 2014).
En suma, las transferencias gubernamentales generan efectos positivos y significativos en el bienestar de los hogares receptores. Pero es importante que las intervenciones monetarias mantengan una continuidad a través del tiempo sin tener en cuenta las alternancias políticas en el gobierno.
I.2.3. Impactos de las remesas internacionales y transferencias gubernamentales
Un grupo de investigaciones centró su análisis en las remesas internacionales y las transferencias gubernamentales en forma conjunta. Diversos estudios aseguran que ambos ingresos no inciden en la oferta de trabajo de los individuos de los hogares beneficiados (Baird et al., 2018), pero sí en la disminución de la pobreza (Giannetti et al., 2009; Maitra y Ray, 2003). Otras investigaciones asocian positivamente ambos ingresos con la profundización financiera (Hernández et al., 2012), la matriculación escolar y la asistencia a la escuela (McDade, 2010), especialmente en el caso de las remesas. La explicación es que los hogares con remesas suelen tener un mayor acceso a la educación, la vivienda y la salud (Waidler y Devereux, 2019; López, 2018). No obstante, Van den Berg y Viet-Cuong (2011) mostraron que en Vietnam los impactos de los dos ingresos son insignificantes porque hay baja cobertura y las cantidades transferidas son relativamente pequeñas.
Otros estudios registraron la relación entre ambos ingresos. Por ejemplo, Dorantes y Juárez (2013) examinaron el efecto de las subvenciones para la vejez del gobierno mexicano en las remesas. Encontraron que el programa 70 y Más desplazó significativamente la recepción de transferencias privadas. En la misma línea, Cortina (2014) encontró que una mayor participación de los hogares en el programa Procampo está positivamente correlacionada con una mayor emigración hasta un cierto umbral, después del cual la relación se vuelve negativa. Por tanto, la evidencia sugiere que las remesas sirven como sustitutas de las transferencias gubernamentales en el corto plazo. Esta conclusión es consistente con la investigación de Maitra y Ray (2003) en Sudáfrica, donde se advierte que ambos ingresos son sustitutos, especialmente en los hogares que se encuentran por debajo de la línea de pobreza nacional.
Por último, Waidler et al. (2017) encontraron en Moldavia que las transferencias gubernamentales son fungibles y las remesas no lo son. Los autores enfatizan que las remesas se gastan menos en alimentos y más en servicios públicos mientras que las transferencias del gobierno se gastan más en bienes no duraderos y tienen un impacto poco significativo en los alimentos. La explicación es que los patrones de gasto se comportan de forma opuesta. Por una parte, las remesas transitorias son gastadas en inversiones productivas y capital humano para generar activos en el corto plazo y asegurar mayor nivel de consumo en el futuro (Iyemifokhae, 2020). Por otra parte, las transferencias gubernamentales son utilizadas preponderantemente en consumo para atenuar las limitaciones de alimentación y vestido (Aguayo et al., 2021).
En resumen, las transferencias gubernamentales y las remesas internacionales tienen impactos significativos en los patrones de gasto de los hogares receptores. Sin embargo, no hay consenso en la literatura acerca de la relación entre ambos ingresos. Al parecer, los resultados están en función del contexto de análisis y de la disponibilidad de datos. Por tanto, nos interesa encontrar evidencia empírica que muestre este vínculo en el contexto mexicano.
II. Marco teórico para el análisis de remesas y transferencias gubernamentales
La unidad de análisis es el hogar (la familia) por fungir como una institución que busca la supervivencia y al mismo tiempo ser el centro de reproducción intergeneracional de la sociedad y cultura. En el hogar se busca la mejora del nivel de vida de sus miembros dadas las restricciones propias y las del entorno; en su interior se toman las decisiones de cómo usar los medios disponibles para lograr esos objetivos, mediante la alineación de los intereses de sus miembros conforme a la búsqueda del logro de sus objetivos.
El modo de gasto de cada hogar se determina por sus preferencias y restricciones financieras (dados los precios de los bienes). Cabe señalar que el concepto de preferencias de la teoría económica convencional, las cuales se suponen dadas o fijas, se modifica en la concepción de este trabajo. En éste las preferencias del hogar se consideran socialmente construidas (Bowles, 2004: cap. 3) en la interacción con otros hogares y, en un ecosistema competitivo, con las empresas (Beinhocker, 2006: 316). Esa interacción ocasiona que las preferencias de los hogares co-evolucionen con las actividades productivas.
Los individuos y los hogares gastan para satisfacer sus necesidades de subsistencia, así como sus deseos culturales. El consumo de cada hogar responde al interés propio (egoísmo), pero también al interés de los otros; es decir, se ajusta a las normas sociales, las cuales se construyen en la interacción entre hogares. El individuo y el hogar tienen un estatus social, éste los induce a tomar en cuenta sus experiencias de aprendizaje para adaptarse a los modos de gasto socialmente establecidos en un tiempo, en una sociedad, en un grupo o clase social determinados. Es decir, las preferencias están conformadas, en parte, por la influencia social del ambiente externo al hogar (Aruka 2015: 36).
El conjunto de oportunidad de gasto en bienes de consumo y bienes de inversión está determinado en gran parte por el ingreso disponible en el hogar. Para ampliar dicho conjunto, el hogar se autoorganiza conforme a una división del trabajo entre sus miembros. Así, la disponibilidad de ingreso del hogar dependerá de esta división, de las competencias adquiridas por sus miembros y del conocimiento de las oportunidades para hacerlas productivas. La emigración de los miembros del hogar es una expresión de la división del trabajo en su interior, así como de la búsqueda de diversificación de las fuentes de ingreso para ampliar su conjunto de oportunidad. En consecuencia, la recepción de remesas, así como las transferencias del gobierno son formas que aumentan ese conjunto de oportunidad.
Algunas teorías de la migración, como el enfoque neoclásico, consideran que el hogar gasta sus ingresos en bienes de consumo y bienes de inversión sin tomar en cuenta su origen. Por lo contrario, en este trabajo se postula que el hogar sí considera el origen de los ingresos, tal como lo han afirmado otros autores (Cuecuecha y Adams, 2016; Iyemifokhae, 2020) siguiendo la hipótesis del ingreso permanente de Milton Friedman (1957).
Por ello, nuestra primera hipótesis del ingreso permanente aplicada a las remesas predice que los hogares tratarán estos ingresos como transitorios y los usarán para relajar las restricciones que les imponen las fallas en los mercados de créditos y de seguros (Stark y Bloom, 1985). Además, los usarán para invertir en nuevas actividades productivas, tecnologías e insumos locales (Taylor, 1999). Por otro lado, la segunda hipótesis del ingreso permanente aplicada a las transferencias gubernamentales predice que los hogares tratarán estos ingresos como permanentes (Bastagli, 2009) y las usarán para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación y vestido relajando su condición de vulnerabilidad económica y social.
Finalmente, ¿qué efectos se esperarían en el patrón de gastos del hogar que recibe tanto remesas (ingreso transitorio) como transferencias gubernamentales (ingreso permanente)? Dada la información disponible, se conoce que estos hogares generalmente ocupan la parte más baja de la escala de ingresos, por tanto, se puede considerar que éstos utilizarán el ingreso disponible para satisfacer sus apremiantes necesidades de consumo. Asimismo, considerando que algunas transferencias gubernamentales están condicionadas a que los menores de edad asistan a la escuela, se debe esperar que también aumenten la inversión en capital humano con una mayor permanencia en la escuela por parte de los menores de edad.
Por lo anterior, la tercera hipótesis es que los hogares que reciben ambos ingresos aumentarán sus niveles de consumo e inversión en capital humano en una mayor cantidad relativa que el aumento que se observaría en consumo en los hogares que sólo reciben transferencias gubernamentales y un mayor aumento relativo en inversión en capital humano que los hogares que solamente reciben remesas. Una consecuencia de esta hipótesis es que los hogares que reciben transferencias gubernamentales y remesas invertirán en capital físico relativamente menos que los hogares que solamente reciben remesas o transferencias gubernamentales.
III. Datos y metodología de la investigación empírica
III.1. Fuentes de información
Utilizamos datos a nivel hogar de las encuestas nacionales de ingresos y gastos de los hogares (ENIGH) de 2016 y 2018. La ENIGH clasifica los ingresos en cinco categorías: i) ingresos por trabajo, ii) ingresos por la renta de un bien inmueble, iii) ingresos por el alquiler de una vivienda, iv) otros ingresos no especificados y v) transferencias. El objetivo es analizar las remesas internacionales monetarias, así como las transferencias del gobierno que incluyen los programas sociales Prospera (Oportunidades, Progresa), Procampo, 65 y más, SinHambre (PAL), Empleo Temporal y otros no especificados; se excluyen los donativos, las becas y las jubilaciones otorgadas por el gobierno u otra institución. La ENIGH no permite discernir entre transferencias condicionales e incondicionales, por esta razón se consideran en una sola categoría.
La ENIGH admite identificar tres categorías de gasto: i) consumo, ii) inversión, iii) capital humano. El consumo incluye el gasto en alimentos y bienes no duraderos (vestido, calzado, artículos de limpieza, entre otros); el gasto en inversión incluye el gasto en vivienda, tierras, maquinaria, equipo y productos financieros; el gasto en capital humano incluye el gasto en salud (hospitales, medicamentos, ambulancias, entre otros) y educación (nivel básico, medio superior, profesional, materiales, entre otros).
III.2. Estadística descriptiva
La Tabla 1 muestra la medición de las variables de acuerdo con la literatura previamente revisada (Stark y Bloom, 1985; Bastagli, 2009; Funkhouser, 1995; Reild-Held, 2006; Massey et al., 1993; Cortina, 2014; Garip y Asad, 2015). Dichas variables se agrupan en tres niveles: a) características del jefe de hogar: hablante indígena, estado conyugal, sexo, edad, escolaridad; b) características del hogar: acceso a Internet, automóviles, cocina, dormitorios, agua, drenaje, electricidad, gas, tenencia de la vivienda, clase de hogar, tamaño de hogar, menores de edad, integrantes entre 12 y 64 años, integrantes mayores de 65 años y ocupados; c) características regionales: área de residencia, región tradicional, región norte, región centro, región sur-sureste. Además, utilizamos los gastos en consumo, inversión y capital humano como variables dependientes en correspondencia con investigaciones anteriores (Waidler et al., 2017; Randazzo y Piracha, 2019).
Nombre de la variable | Definición |
---|---|
Gasto en consumo | Variable continua que mide el gasto del hogar en bienes de consumo. |
Gasto en inversión | Variable continua que mide el gasto del hogar en bienes de inversión. |
Gasto en capital humano | Variable continua que mide el gasto del hogar en bienes de capital humano. |
Características del jefe de hogar | |
Hablante indígena | Variable binaria que toma el valor de 1 si el jefe del hogar habla una lengua indígena y 0 en caso contrario. |
Estado conyugal | Variable binaria que toma el valor de 1 si el jefe del hogar es casado o vive en unión libre y 0 en caso contrario. |
Sexo | Variable binaria que toma el valor de 1 si el jefe del hogar es hombre y 0 si es mujer. |
Edad | Edad del jefe del hogar (en años). |
Escolaridad | Años completos de escolaridad del jefe del hogar. |
Características y composición del hogar | |
Acceso a Internet | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar tiene acceso a Internet y 0 en caso contrario. |
Automóviles | Número de automóviles en el hogar. |
Cocina | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar tiene un cuarto para cocinar y 0 en caso contrario. |
Dormitorios | Número de cuartos en el hogar usados para dormir. |
Agua entubada | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar tiene acceso a agua entubada y 0 en caso contrario. |
Drenaje | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar tiene sistema de drenaje y 0 en caso contrario. |
Electricidad | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar tiene luz eléctrica y 0 en caso contrario. |
Gas | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar usa gas para cocinar y 0 en caso contrario. |
Tenencia de la vivienda | Variable binaria que toma el valor de 1 si la vivienda es propia y 0 en caso contrario. |
Clase de hogar | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar es de tipo nuclear y 0 en caso contrario. |
Tamaño del hogar | Número de personas que habitan el hogar. |
Menores | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar tiene miembros de 11 años o menos y 0 en caso contrario. |
Integrantes 12-64 | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar tiene integrantes entre 12 y 64 años y 0 en caso contrario. |
Integrantes 65 | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar tiene integrantes de 65 años o más y 0 en caso contrario. |
Ocupados | Número de personas del hogar con trabajo remunerado. |
Características regionales | |
Área de residencia | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar se ubica en una zona urbana o semiurbana y 0 en caso contrario. |
Región Tradicional | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar se ubica en Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí o Zacatecas y 0 en caso contrario. |
Región Norte | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar se ubica en Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Sinaloa, Sonora o Tamaulipas y 0 en caso contrario. |
Región Centro | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar se ubica en Morelos, Querétaro, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Ciudad de México o Estado de México y 0 en caso contrario. |
Región Sur-Sureste | Variable binaria que toma el valor de 1 si el hogar se ubica en Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz o Yucatán y 0 en caso contrario. |
Fuente: Elaboración propia con base en datos de la ENIGH 2016 y 2018.
La Tabla 2 muestra los resultados descriptivos para cuatro grupos de hogares. Los datos son promedios de los años 2016 y 2018. La muestra total incluyó 147,022 hogares de los cuales 8,859 (6.0 por ciento) recibieron remesas internacionales y 47,530 (32.3 por ciento) recibieron transferencias del gobierno. Además, 94,943 (64.6 por ciento) no recibieron remesas ni transferencias gubernamentales y sólo 4,310 (2.9 por ciento) recibieron ambas.1 El grupo con mayor ingreso promedio mensual en pesos son los hogares sin remesas ni transferencias del gobierno con $16,804 mientras que el grupo con menor ingreso promedio mensual son los hogares que recibieron ambos ingresos con $10,210.
(1) | (2) | (3) | (4) | (5) | |
---|---|---|---|---|---|
Variables | Hogares totales |
Hogares con remesas internacionales |
Hogares con transferencias gubernamentales |
Hogares sin remesas ni transferencias gubernamentales |
Hogares con remesas y transferencias gubernamentales |
Observaciones /1 | 147,022 | 8,859 | 47,530 | 94,943 | 4,310 |
Ingreso/2 mensual del hogar (pesos) |
14,585 | 11,872 | 10,262 | 16,804 | 10,210 |
Ingreso/2 mensual per cápita (pesos) |
4,890 | 3,910 | 2,948 | 5,873 | 3,116 |
Características del jefe de hogar | |||||
Hablante indígena | 0.08 | 0.05 | 0.15 | 0.04 | 0.07 |
Estatus marital | 0.69 | 0.67 | 0.70 | 0.69 | 0.66 |
Sexo | 0.73 | 0.58 | 0.71 | 0.74 | 0.61 |
Edad | 49.42 | 54.21 | 56.19 | 46.12 | 61.29 |
Escolaridad | 5.47 | 4.43 | 4.03 | 6.20 | 3.57 |
Características y composición del hogar | |||||
Internet | 0.31 | 0.24 | 0.14 | 0.40 | 0.14 |
Automóviles | 0.32 | 0.19 | 0.14 | 0.41 | 0.11 |
Cocina | 0.92 | 0.93 | 0.89 | 0.93 | 0.92 |
Dormitorios | 2.03 | 2.17 | 2.02 | 2.03 | 2.23 |
Agua entubada | 0.93 | 0.93 | 0.89 | 0.95 | 0.91 |
Drenaje | 0.93 | 0.93 | 0.87 | 0.95 | 0.90 |
Electricidad | 0.99 | 0.99 | 0.98 | 0.99 | 0.99 |
Gas | 0.80 | 0.77 | 0.62 | 0.89 | 0.68 |
Tenencia vivienda | 0.71 | 0.73 | 0.81 | 0.67 | 0.82 |
Clase de hogar | 0.63 | 0.54 | 0.58 | 0.66 | 0.50 |
Tamaño del hogar | 3.62 | 3.61 | 4.02 | 3.44 | 3.80 |
Menores | 0.46 | 0.46 | 0.46 | 0.46 | 0.41 |
Integrantes 12-64 | 0.92 | 0.88 | 0.84 | 0.96 | 0.80 |
Integrantes 65 | 0.22 | 0.35 | 0.43 | 0.12 | 0.56 |
Ocupados | 1.69 | 1.45 | 1.76 | 1.67 | 1.50 |
Características regionales | |||||
Área de residencia | 0.49 | 0.27 | 0.27 | 0.60 | 0.15 |
Tradicional | 0.27 | 0.53 | 0.27 | 0.25 | 0.53 |
Norte | 0.30 | 0.18 | 0.22 | 0.35 | 0.14 |
Centro | 0.20 | 0.13 | 0.20 | 0.21 | 0.13 |
Sur-sureste | 0.21 | 0.14 | 0.30 | 0.17 | 0.19 |
Fuente: Elaboración propia con datos de la ENIGH 2016 y 2018.
/1 Este rubro no considera el factor de expansión.
/2 Los datos sobre ingresos están en valores constantes de diciembre de 2016.
Nota: El total de observaciones se distribuye: 147,022= 8,859+47,530+94,943-4,310. Esto se debe a la doble contabilidad de los hogares que reciben remesas más transferencias gubernamentales.
En términos de las características del jefe del hogar, la mayor proporción de hablantes indígenas está en los hogares con transferencias gubernamentales (15 por ciento). Al diferenciar por sexo, la mayor proporción de jefes del hogar hombres (74 por ciento) están en los hogares sin remesas ni transferencias del gobierno y la mayor proporción de jefes del hogar mujeres (42 por ciento) están en los hogares con remesas internacionales. El grupo de jefes de hogar de mayor edad se encuentra en los hogares con remesas y transferencias gubernamentales con un promedio de 61.2 años. Asimismo, los jefes de hogar de mayor escolaridad (6.2 años) son de los hogares sin remesas ni transferencias gubernamentales. Por último, la mayor proporción de casados o en unión libre pertenece al grupo que recibió transferencias gubernamentales (70 por ciento).
En cuanto a las características del hogar, los resultados indican que el acceso a servicios básicos como Internet, agua entubada, drenaje, electricidad y gas ocurre en mayor proporción en los hogares sin remesas ni transferencias gubernamentales. La posesión de la vivienda se da preponderantemente (82 por ciento) en los hogares con remesas y transferencias gubernamentales. El hogar nuclear tiene mayor proporción en el grupo sin remesas ni transferencias del gobierno (66 por ciento), en tanto que los hogares con más integrantes promedio son los que recibieron transferencias del gobierno (4.02 personas). Finalmente, las cifras indican que los hogares con una mayor proporción de integrantes entre 12 y 64 años son los que no recibieron remesas ni transferencias del gobierno (96 por ciento) mientras que los hogares con miembros mayores de 65 años tienen mayor proporción en los que recibieron ambos ingresos (56 por ciento).
En las características regionales, los datos muestran que la mayor proporción de hogares que habitan zonas urbanas y semiurbanas son los que no recibieron remesas ni transferencias del gobierno (60 por ciento) mientras que los que habitan en menor proporción dichas zonas fueron los que recibieron ambos ingresos (15 por ciento). Los hogares de la región tradicional son los que tienen más ingresos por remesas internacionales (53 por ciento). La región norte tuvo la mayor proporción de hogares que no recibieron alguno de esos ingresos (35 por ciento). Mientras que la región sur-sureste tuvo el mayor porcentaje de hogares que se beneficiaron con las transferencias gubernamentales (30 por ciento).
En suma, los resultados indican que los hogares con transferencias gubernamentales y con remesas internacionales están vinculados con un grado relativamente alto de vulnerabilidad económica y social, lo cual es consistente con la hipótesis del ingreso permanente esbozada en este estudio (Haushofer y Shapiro, 2016; Bastagli, 2009; Massey et al., 1993). Por ejemplo, el grupo de hogares que recibió remesas más transferencias tiene un ingreso promedio mensual más bajo respecto a todos los demás hogares. Asimismo, los jefes de hogar tienen mayor edad, menor nivel educativo, menor acceso a servicios básicos y menor cantidad de activos. Las estadísticas de igual forma revelan que estos hogares se ubican preponderantemente en zonas rurales de la región centro y sur-sureste de la República Mexicana (Camberos, 2018; Matijasevic y Ruiz, 2013).
III.3. Metodología
Un problema de investigación surge cuando estimamos parámetros poblacionales con datos no aleatorios ya que las muestras incluyen individuos con características particulares (selección muestral). Entonces, analizar una muestra selectiva como si fuera aleatoria daría como resultado estimaciones sesgadas e inconsistentes de los parámetros (Muthen y Jöreskog, 1983). Una forma de enfrentar este problema es la que recomienda la literatura cuasiexperimental, utilizar el marco contrafactual de Neyman-Rubin el cual “simula” un experimento aleatorio en un entorno donde no es factible hacerlo sin esta herramienta.
Este enfoque permite crear un grupo contrafactual de comparación al mismo tiempo que asegura que todos los individuos de la muestra posean una probabilidad positiva de recibir un “tratamiento” y no se confunda con características observadas (Austin, 2011; Caliendo y Kopeining, 2005; Becker e Ichino, 2002). La idea central es que las remesas internacionales y las transferencias gubernamentales son un tratamiento, por tanto, interesa calcular el efecto de dicho tratamiento sobre variables de interés (gasto en consumo, inversión y capital humano). Para ello, es necesario formular dos modelos.
Donde X es un vector de covariables, θ es un vector de coeficientes y ψ es un término no relacionado con X. Es decir, el proceso de asignación de tratamiento se divide en un componente predecible Xθ y un término de error no observable ψ.
Este modelo indica que la variable de resultado Yi es Y0 cuando T = 0 y Y1 cuando T = 1:
Por tanto, la operabilidad de este marco está en función de dos supuestos2 y su cumplimiento permite estimar efectos medios del tratamiento sobre variables de interés:
Donde Y(1) representa el resultado potencial cuando los individuos recibieron el tratamiento y Y(0) representa el resultado potencial cuando los individuos no recibieron el tratamiento. Entonces, λATE mide la diferencia del resultado medio esperado. No obstante, Ghalib et al. (2015), establecen que la ecuación (3) puede modificarse de tal forma que permita estimar el efecto promedio del tratamiento sólo en los hogares que recibieron el tratamiento:
Donde Y(1) representa el resultado potencial cuando los individuos
recibieron el tratamiento y Y(0) representa el resultado
contrafactual cuando los individuos no recibieron el tratamiento. Es decir,
III.3.1. Emparejamiento por puntaje de propensión
Existen diversos métodos que abordan el marco contrafactual de Neyman-Rubin para estimar efectos medios del tratamiento. Un método bastante utilizado en la literatura es el emparejamiento por puntaje de propensión (propensity score matching). Un puntaje de propensión es la probabilidad condicional de recibir un tratamiento dado un vector de covariables observadas X (Rosenbaum y Rubin, 1983). El emparejamiento permite equilibrar las diferencias observadas entre los individuos expuestos al tratamiento y los individuos de control obteniendo la misma distribución de probabilidad dado un vector de covariables observadas X (Becker e Ichino, 2002). Este equilibrio asegura que la exposición al tratamiento sea independiente de las características observadas X:
Donde e(X) es un puntaje de propensión y bajo los supuestos de independencia condicional y de superposición,3 se cumple:
La ecuación (6) implica que el puntaje de propensión es insesgado y consistente. Sin embargo, no es posible conocer el puntaje de propensión real, aunque se puede estimar utilizando modelos probit o logit (Austin, 2011). Además, existen distintos algoritmos que permiten emparejar los puntajes de propensión y calcular efectos medios del tratamiento. En el presente estudio informamos los resultados del vecino más cercano uno a uno (NN), calibre4 y kernel.5 Estos algoritmos permitirán comparar los resultados individuales y comprobar la robustez de los efectos estimados.
IV. Resultados y discusión
La Tabla 3 muestra la primera etapa con los efectos marginales de los modelos probit. Características del jefe de hogar. Los resultados indican que una jefa del hogar mujer tiene mayor probabilidad de recibir remesas, lo cual muestra que la migración mexicana es un fenómeno con preponderancia de los varones y que las mujeres suelen quedarse como la autoridad del hogar en su ausencia (Hughes, 2019; Amuedo-Dorantes y Pozo, 2006). Estar casado o en unión libre aumenta la probabilidad de recibir remesas implicando un acuerdo contractual informal sólido al interior del hogar (Stark y Bloom, 1985).
Variables | Efectos marginales | |||
---|---|---|---|---|
Remesas internacionales | Transferencias gubernamentales | |||
2016 | 2018 | 2016 | 2018 | |
Características del jefe del hogar | ||||
Hablante indígena | -0.0175 | -0.0205 | 0.0526 | 0.0579 |
(-7.95)*** | (-9.72)*** | (6.76)*** | (7.93)*** | |
Estado conyugal | 0.0316 | 0.027 | 0.0256 | 0.024 |
(17.47)*** | (13.99)*** | (4.04)*** | (4.18)*** | |
Sexo | -0.0555 | -0.0514 | -0.0586 | -0.0669 |
(-18.65)*** | (-18.46)*** | (-10.09)*** | (-12.63)*** | |
Edad | 0.0002 | 0.0002 | 0.0023 | 0.0023 |
(3.94)*** | (2.98)** | (11.55)*** | (12.35)*** | |
Escolaridad | -0.0043 | -0.0048 | -0.0309 | -0.0271 |
(-11.42)*** | (-12.94)*** | (-30.51)*** | (-29.10)*** | |
Características y composición del hogar | ||||
Internet | 0.0062 | 0.007 | -0.0927 | -0.08 |
(3.06)*** | (3.64)*** | (-18.81)*** | (-18.16)*** | |
Automóviles | -0.008 | -0.0067 | -0.0952 | -0.0782 |
(-4.99)*** | (-4.24)*** | (-18.91)*** | (-19.38)*** | |
Cocina | 0.0089 | 0.0078 | -0.004 | 0.0255 |
(3.53)*** | (3.13)*** | (-0.53) | (4.03)*** | |
Dormitorios | 0.0071 | 0.0085 | -0.0122 | -0.013 |
(8.35)*** | (10.29)*** | (-4.80)*** | (-5.68)*** | |
Agua entubada | -0.0015 | 0.0005 | -0.016 | -0.0082 |
(-0.54) | -0.2 | (-2.08)** | (-1.15) | |
Drenaje | 0.0095 | 0.007 | -0.0606 | -0.0614 |
(3.94)*** | (2.71)*** | (-7.30)*** | (-7.83)*** | |
Electricidad | 0.0229 | 0.0248 | 0.0769 | 0.106 |
(4.36)*** | (4.52)*** | (4.23)*** | (6.78)*** | |
Gas | -0.0037 | -0.0025 | -0.1777 | -0.1777 |
(-1.72)* | (-1.19) | (-28.05)*** | (-30.10)*** | |
Tenencia de la vivienda | -0.0047 | -0.0071 | 0.0419 | 0.0316 |
(-2.66)*** | (-3.96)*** | (9.19)*** | (7.48)*** | |
Clase de hogar | -0.0209 | -0.0179 | 0.0937 | 0.0819 |
(-10.59)*** | (-9.37)*** | (20.02)*** | (18.86)*** | |
Tamaño del hogar | 0.0007 | -0.0002 | 0.0797 | 0.074 |
-1.19 | (-0.32) | (38.68)*** | (40.16)*** | |
Menores | 0.00002 | 0.0058 | -0.0209 | -0.0175 |
(-0.01) | (2.77)*** | (-3.61)*** | (-3.28)*** | |
Integrantes 12-64 | 0.011 | 0.0117 | -0.1495 | -0.1446 |
(4.49)*** | (4.87)*** | (-14.50)*** | (-15.56)*** | |
Integrantes 65 | 0.0075 | 0.0143 | 0.3695 | 0.3072 |
(2.92)*** | (5.24)*** | (48.42)*** | (42.17)*** | |
Ocupados | -0.0127 | -0.0124 | -0.0177 | -0.0136 |
(-14.40)*** | (-13.53)*** | (-7.51)*** | (-6.24)*** | |
Características regionales | ||||
Área de residencia | -0.0386 | -0.0438 | -0.1574 | -0.1482 |
(-22.92)*** | (-26.06)*** | (-36.93)*** | (-37.12)*** | |
Tradicional/1 | 0.0711 | 0.0637 | -0.0097 | 0.0219 |
(20.86)*** | (20.68)*** | (-1.76)* | (4.22)*** | |
Norte/1 | 0.0072 | 0.0009 | -0.0416 | -0.0166 |
(2.96)*** | -0.39 | (-7.63)*** | (-3.23)*** | |
Sur-sureste/1 | 0.009 | 0.0086 | 0.0423 | 0.0882 |
(3.23)*** | (3.17)*** | (6.70)*** | (14.47)*** | |
Número de controles | 67,113 | 71,050 | 47,501 | 51,991 |
Número de tratados | 4,193 | 4,666 | 23,805 | 23,725 |
Observaciones | 71,306 | 75,716 | 71,306 | 75,716 |
Pseudo R2 | 0.1259 | 0.1215 | 0.3144 | 0.2987 |
Hosmer-Lemeshow (p-valor) | (0.0000) | (0.0000) | (0.0000) | (0.0000) |
Log pseudolikelihood | -13941.06 | -15392.14 | -31131.25 | -33014.85 |
Área bajo la curva ROC | 0.7643 | 0.7609 | 0.8583 | 0.8522 |
Nota: Estadístico z entre paréntesis.
/1 Grupo base: región centro.
*** Nivel de significancia al 99 por ciento, ** Nivel de significancia al 95 por ciento, * Nivel de significancia al 90 por ciento.
Por su parte, hablar una lengua indígena se asocia con una mayor probabilidad de recibir transferencias gubernamentales (Bastagli, 2009). Esta población suele encontrarse en situación de alta vulnerabilidad y, en consecuencia, es más propensa a recibir ayuda del gobierno. Asimismo, estar casado y la mayor edad incrementa la probabilidad de recibir transferencias del gobierno. Por último, ser jefa de hogar mujer y más años de escolaridad disminuyen la probabilidad de recibir transferencias gubernamentales.
Características y composición del hogar. El mayor número de ocupados y la tenencia de la vivienda disminuyen la probabilidad de recibir remesas internacionales, en tanto que el mayor tamaño del hogar y la presencia de personas mayores de 65 años aumentan esta probabilidad, implicando motivaciones altruistas (Funkhouser, 1995; Lucas y Stark, 1985; Dorantes y Juárez, 2013; Reild-Held, 2006). En cuanto al acceso a Internet, agua entubada, drenaje, electricidad y el número de dormitorios aumentan la probabilidad de recibir remesas internacionales. Los resultados confirman el postulado de este trabajo que los hogares con remesas no se encuentran en la parte más baja en la escala de la distribución del ingreso.
Por otro lado, el número de ocupados y de personas entre 12 y 64 años se asocia negativamente con la probabilidad de recibir transferencias gubernamentales, también el acceso a servicios básicos como Internet, agua entubada, drenaje y gas inciden negativamente en esta probabilidad. Estos hechos reflejan que, al menos una parte de esta población puede no encontrarse en situación de alta vulnerabilidad (Adhikary y Gentilini, 2018; Haushofer y Shapiro, 2016; Cortina, 2014). Asimismo, los activos del hogar y el número de automóviles y dormitorios disminuyen esa probabilidad.
Características regionales. Los resultados revelan que los hogares de las zonas urbana y semiurbana tienen menor probabilidad de recibir remesas internacionales que los de las zonas rurales y semirurales. Este hecho señala que la migración mexicana tiene fuertes rasgos rurales (Stefoni et al., 2010). Además, en los dos años de estudio los hogares de la región sur-sureste, la más rural, tienen mayor probabilidad de recibir remesas que los hogares de la región centro (grupo base). Pero es la región tradicional la que se asocia positivamente con la probabilidad más alta de recibir remesas con respecto al grupo base, lo cual pone de manifiesto que las redes juegan un rol importante en la dinámica migratoria mexicana (Garip y Asad, 2015; Massey et al., 1993).
Los hogares de la zona norte tienen mayor probabilidad de recibir remesas que los hogares de la región centro (grupo base). Este hecho refleja, en parte, la vecindad de esta región con la frontera de Estados Unidos, lo cual reduce los costos de transacción y de transporte en la búsqueda de fuentes de ingreso de los migrantes. Los hogares de las zonas urbanas y semiurbanas tienen menor probabilidad de recibir transferencias que los hogares de las zonas rurales y semirurales. En general, los hogares de las zonas con mayor probabilidad de recibir remesas que los hogares del grupo base poseen menor probabilidad de recibir transferencias gubernamentales; esto manifiesta que los primeros son menos vulnerables y requieren menos apoyos del gobierno (López, 2018). La excepción son los hogares de la región sur-sureste cuyas probabilidades de recibir remesas y transferencias gubernamentales son mayores que las de los hogares del grupo base.
Los hogares de las zonas urbana y semiurbana tienen una menor probabilidad de recibir transferencias gubernamentales. Este hecho evidencia que la población más vulnerable en términos económicos y sociales sigue encontrándose en zonas rurales y semirurales (Cortina, 2014; Maitra y Ray, 2003). Asimismo, los hogares de las regiones norte y tradicional tienen menor probabilidad de recibir transferencias del gobierno que los de la región centro (grupo base). En cambio, ser hogar en la zona sur aumenta su probabilidad de recibir transferencias gubernamentales. Por tanto, se puede afirmar que los hogares receptores de transferencias del gobierno provienen de la parte más baja de la distribución del ingreso, particularmente los que se ubican en las zonas rurales de la región sur-sureste.
En resumen, los resultados analizados apoyan las afirmaciones del marco teórico que los hogares receptores de remesas y de transferencias gubernamentales utilizan la migración y los programas sociales como estrategia de supervivencia para asegurarse de los riesgos de ingresos insuficientes, lo cual es consistente con los principios fundacionales de la teoría Evolucionista y de la Nueva Economía de la Migración Laboral (Llamas, 2019; Taylor, 1999; Stark y Bloom, 1985). Asimismo, nuestras hipótesis predicen que los patrones de gasto serán diferentes entre grupos de hogares, condicionados por sus características socioeconómicas, demográficas y regionales.
La Tabla 4 muestra los resultados de la segunda etapa para el año 2016. Así, recibir remesas internacionales impacta negativamente el gasto en consumo entre -2.39 con kernel y -2.50 por ciento bajo el esquema de calibre sd. El impacto en el gasto en bienes de inversión sería ligeramente positivo, entre 0.05 y 0.06 por ciento, en tanto que el impacto en el gasto en capital humano sería positivo en un rango entre 2.29 y 2.34 puntos porcentuales.
Variables de resultado | Algoritmos de emparejamiento | |||
---|---|---|---|---|
Remesas internacionales | ||||
Vecino más cercano | Calibre (0.01) | Calibre (0.25sd) | Kernel (0.06) | |
Consumo | -2.48 | -2.52 | -2.39 | -2.50 |
(-5.54)*** | (-8.30)*** | (-8.01)*** | (-8.29)*** | |
Inversión | -0.008 | 0.05 | 0.05 | 0.06 |
(-0.02) | -0.21 | -0.21 | -0.25 | |
Capital Humano | 2.29 | 2.33 | 2.31 | 2.34 |
(5.01)*** | (7.01)*** | (7.08)*** | (7.10)*** | |
Transferencias gubernamentales | ||||
Consumo | 0.50 | 0.62 | 0.62 | 0.54 |
(-1.59) | (2.68)*** | (2.78)*** | (2.33)** | |
Inversión | -1.12 | -1.16 | -1.26 | -1.22 |
(-4.66)*** | (-6.18)*** | (-6.94)*** | (-6.44)*** | |
Capital Humano | 1.00 | 1.09 | 1.04 | 1.08 |
(3.08)*** | (4.14)*** | (4.06)*** | (4.06)*** | |
Remesas y transferencias gubernamentales | ||||
Consumo | -2.47 | -2.75 | -2.71 | -2.84 |
(-3.81)*** | (-6.34)*** | (-6.40)*** | (-6.64)*** | |
Inversión | -0.23 | 0.20 | 0.19 | 0.18 |
(-0.47) | (-0.61) | (-0.58) | (-0.56) | |
Capital Humano | 2.90 | 2.37 | 2.39 | 2.43 |
(4.78)*** | (5.36)*** | (5.45)*** | (5.52)*** |
Nota 1: Estadístico t entre paréntesis.
Nota 2: La unidad de medición son puntos porcentuales respecto al gasto total.
*** Nivel de significancia al 99 por ciento, ** Nivel de significancia al 95 por ciento, * Nivel de significancia al 90 por ciento.
En contraste, recibir transferencias del gobierno impacta positivamente el gasto en consumo entre 0.50 y 0.62 por ciento, mientras que tiene un efecto negativo en el gasto en inversión en un rango entre -1.12 y -1.26 por ciento. El impacto en el gasto en capital humano es positivo entre 1.00 y 1.09 por ciento, pero relativamente menor que el impacto que tienen las remesas internacionales. Por último, recibir ambas fuentes de ingresos tiene efectos negativos sobre el gasto en consumo, lo reduce en un rango entre -2.47 y -2.84 puntos porcentuales. El impacto en el gasto en inversión es positivo con valores entre 0.18 y 0.20 y el gasto en capital humano es positivo en un rango entre 2.37 y 2.90 puntos porcentuales. El estadístico t confirma que la mayor parte de los resultados son estadísticamente significativos al 99 por ciento de confianza con excepción de los coeficientes del gasto en bienes de inversión.
La Tabla 5 muestra los resultados para el año 2018. El impacto de las remesas en los rubros del gasto analizados mantiene el mismo signo. Así, recibir remesas internacionales impacta negativamente el gasto en consumo entre -2.09 y -2.37 por ciento. La mayor diferencia con los resultados del año 2016 se observa en el impacto en el gasto en bienes de inversión. El impacto es mayor en 2018 según resultados de los cuatro algoritmos utilizados. En este año las remesas aumentarían entre 1.30 con un calibre sd y 1.58 por ciento, bajo el esquema del vecino más cercano. El impacto de las remesas en el gasto en capital humano sería positivo en un rango entre 1.60 y 1.69 por ciento.
Variables de resultado | Algoritmos de emparejamiento | |||
---|---|---|---|---|
Remesas internacionales | ||||
Vecino más cercano | Calibre (0.01) | Calibre (0.25sd) | Kernel (0.06) | |
Consumo | -2.37 | -2.17 | -2.09 | -2.16 |
(-5.83)*** | (-7.57)*** | (-7.38)*** | (-7.55)*** | |
Inversión | 1.58 | 1.36 | 1.30 | 1.33 |
(3.91)*** | (4.62)*** | (4.45)*** | (4.55)*** | |
Capital Humano | 1.60 | 1.68 | 1.68 | 1.69 |
(6.38)*** | (8.97)*** | (9.08)*** | (9.08)*** | |
Transferencias gubernamentales | ||||
Consumo | 1.98 | 1.87 | 2.01 | 1.95 |
(7.21)*** | (8.82)*** | (9.86)*** | (9.20)*** | |
Inversión | -2.09 | -1.97 | -2.09 | -1.99 |
(-7.67)*** | (-9.12)*** | (-10.06)*** | (-9.14)*** | |
Capital Humano | 0.71 | 0.69 | 0.72 | 0.68 |
(4.29)*** | (5.36)*** | (5.83)*** | (5.29)*** | |
Remesas y transferencias gubernamentales | ||||
Consumo | -2.86 | -2.43 | -2.25 | -2.36 |
(-4.96)*** | (-5.98)*** | (-5.60)*** | (-5.84)*** | |
Inversión | 1.44 | 1.20 | 1.13 | 1.17 |
(2.57)** | (2.98)*** | (2.82)*** | (2.91)*** | |
Capital Humano | 2.36 | 2.11 | 2.02 | 2.05 |
(6.60)*** | (7.66)*** | (7.43)*** | (7.51)*** |
Nota 1: Estadístico t entre paréntesis.
Nota 2: La unidad de medición son puntos porcentuales respecto al gasto total.
*** Nivel de significancia al 99 por ciento, ** Nivel de significancia al 95 por ciento, * Nivel de significancia al 90 por ciento.
Recibir transferencias del gobierno impacta positivamente el gasto en consumo entre 1.87 y 2.01 por ciento, mientras que tiene un efecto negativo en el gasto en inversión física en un rango entre -1.97 y -2.09 por ciento. El impacto en el gasto en capital humano es positivo entre 0.68 y 0.72 por ciento, impacto menor al que tienen las remesas internacionales. Por último, recibir ambas fuentes de ingresos tiene efectos negativos sobre el gasto en consumo, lo reduce en un rango entre -2.47 y -2.84 puntos porcentuales. El impacto en el gasto en inversión es positivo con valores entre 0.18 y 0.20 y el gasto en capital humano es positivo en un rango entre 2.37 y 2.90 puntos porcentuales. El estadístico t confirma que todos los resultados son estadísticamente significativos al 99 por ciento de confianza con excepción de los coeficientes del gasto en bienes de inversión.
La recepción de ambas fuentes de ingreso (remesas y transferencias gubernamentales) por parte de los hogares en el año 2018, impactó negativamente al gasto en consumo entre -2.25 y -2.86 por ciento. Asimismo, esos ingresos tuvieron un efecto positivo y significativo en los gastos en inversión física entre 1.13 y 1.44 por ciento, así como en los gastos de inversión en capital humano con un aumento entre 2.02 y 2.36 por ciento. Finalmente, en la Tabla 6 se puede consultar la robustez de los resultados con un bajo sesgo en las covariables antes y después del proceso de emparejamiento por puntaje de propensión.
2016 | |||||
---|---|---|---|---|---|
Muestras/1 | Sesgo promedio |
Pseudo R2 | LR | Sesgo total |
|
Remesas internacionales | U | 19.5 | 0.126 | 4019.8 | 102.5 |
M | 1.3 | 0.001 | 10.5 | 7.1 | |
Transferencias gubernamentales | U | 32.6 | 0.315 | 28571.1 | 152.3 |
M | 4 | 0.006 | 390.3 | 18.3 | |
Remesas y transferencias gubernamentales | U | 31.6 | 0.203 | 3788.1 | 149.9 |
M | 1.7 | 0.001 | 6.7 | 8.1 | |
2018 | |||||
Remesas internacionales | U | 19.4 | 0.122 | 4263.8 | 100.7 |
M | 1.3 | 0.001 | 12.8 | 7.4 | |
Transferencias gubernamentales | U | 32.7 | 0.299 | 28131.2 | 148.4 |
M | 3.9 | 0.005 | 346.9 | 17.1 | |
Remesas y transferencias gubernamentales | U | 31.4 | 0.194 | 3914.4 | 146.8 |
M | 1.4 | 0.001 | 7.1 | 8 |
Fuente: Elaboración propia con base en los datos de la ENIGH 2016 y 2018.
/1U: unmatched; M: matched.
Con base en las hipótesis del ingreso permanente, existen diferencias importantes en los patrones de gasto de los hogares receptores de remesas, de transferencias gubernamentales y de ambos ingresos. Por un lado, las remesas son transitorias y tienen una mayor propensión hacia los gastos productivos como la compra de tierras, el mejoramiento de la vivienda, la adquisición de maquinaria, equipo y animales destinados al proceso productivo. Dicho comportamiento impactaría positivamente en el desarrollo económico local a través de los efectos multiplicadores y aceleradores del gasto (Mora y van Gameren, 2021; Berlofa y Giunti, 2019; Capello, 2006; Taylor et al., 2008; Cox-Edwards y Ureta, 2003). Este hallazgo es consistente con la teoría Evolucionista y la Nueva Economía de la Migración Laboral, aunque contrasta con las teorías neomarxistas que aseguran que las remesas no tienen efectos positivos en el nivel de vida de los hogares receptores (Akimov y Kazakevitch, 2020; Weiler et al., 2017; Stahl y Arnold, 1986; Lipton, 1980).
Por otro lado, los hogares con transferencias gubernamentales muestran una propensión opuesta (Aguayo et al., 2021; Biyase et al., 2017; Weiler et al., 2017; Posel, 2016). Observamos que estos ingresos son permanentes y los hogares aumentan sus gastos en bienes de consumo como alimentos, calzado y vestido, mientras que disminuyen sus gastos productivos. Finalmente, los hogares con ambos ingresos parecen disminuir sus gastos en consumo y aumentar los gastos en capital humano, lo cual comprueba parcialmente la tercera hipótesis de esta investigación. La explicación parece hallarse en que el efecto transitorio de las remesas domina sobre el efecto permanente de las transferencias gubernamentales. El hecho de que el gasto de ambos ingresos muestre una propensión diferente, es evidencia robusta de que son ingresos complementarios y no sustitutos en una asignación con la que se busca la sobrevivencia social de los miembros de los hogares. Esto contrasta con los hallazgos de Dorantes y Juárez (2013) y Cortina (2014) en México, con el de Maitra y Ray (2003) en Sudáfrica, pero es consistente con el de Jena (2017) en Kenia y el de Waidler et al. (2017) en Moldavia.
Un punto en común en ambos grupos es que destinan un porcentaje importante del gasto al capital humano. Es como si entre el migrante y los miembros restantes del hogar hubiera un contrato implícito: el primero envía remesas y el segundo se obliga a aprovechar la oportunidad de estudiar para mejorar en el futuro las condiciones de vida del hogar. Además, el porcentaje del gasto que se dedica a capital humano es mayor en los hogares receptores de remesas en comparación con los hogares con transferencias gubernamentales. Este hallazgo es consistente con investigaciones anteriores que aseguran que las remesas y las transferencias gubernamentales impulsan la formación de capital humano entre los miembros del hogar (Kapri y Jha, 2020; Green et al., 2019; Kamal y Ayaj-Rana, 2019; Chiapa y Juárez, 2016; Chiapa et al., 2012).
Conclusiones
Una consecuencia del sacrificio realizado por los hogares con migrante es buscar que las remesas tengan un efecto duradero en los ingresos y el bienestar, lo cual se refleja en la inversión de una parte de estos recursos. En contraste, las transferencias del gobierno se gastan más en bienes de consumo que en bienes productivos. Ello se explica por el alto grado de vulnerabilidad económica y social que padecen. Estos hogares se encuentran principalmente en zonas rurales, con un nivel de ingreso bajo y los jefes de hogar suelen tener mayor edad que el promedio de sus pares y menor nivel educativo, también tienen menor acceso a servicios básicos y menor cantidad de activos.
A partir de dicha evidencia, es válido afirmar que los programas de transferencias gubernamentales de becas a menores de edad y jóvenes de hogares de escasos recursos para inducir su permanencia en el sistema educativo, son un acierto. Dichos programas les ayudarán a enfrentar los retos de encontrar un empleo productivo en el futuro. De igual forma, sería deseable avanzar hacia una política nacional de inclusión financiera que permita a los miembros de los hogares más pobres, acceder a productos y servicios financieros como microcréditos y obtener los medios necesarios para ejercer un oficio que mejore sus condiciones de sobrevivencia y, posiblemente, iniciar un micronegocio.
Finalmente, las líneas de investigación futuras deberían incluir datos longitudinales que permitan elaborar métodos comparativos más robustos. Un análisis regional sería interesante para proponer políticas locales de atención a segmentos vulnerables de la población. En países como México aún queda mucha investigación pendiente en términos del análisis de las remesas internacionales y los apoyos gubernamentales cuyos flujos han aumentado en forma considerable en tiempos recientes.