INTRODUCCIÓN
Las primeras mediciones de precipitación se reportan en la India en el siglo IV A.C., pero su registro con enfoque científico empezó en Europa en el siglo XVII (Strangeways, 2010). Durante los más de 300 años posteriores se han empleado mapas para representar la distribución espacial de las variables climáticas. A partir de finales del siglo XX surgieron los sistemas computacionales de información geográfica para representar la distribución espacial y su análisis en capas digitales. Actualmente, las superficies climáticas de alta resolución espacial (con pixeles que representan 1 km2) se basan en registros puntuales de estaciones climatológicas (Lawrimore et al., 2011) y procesos de interpolación, con programas como ANUSPLIN (Xu y Hutchinson, 2013) o ANUCLIM (Booth, 2018). Es posible tomar en cuenta variables como elevación, pendiente y orientación de ladera. Algunas de las primeras contribuciones para generar capas climáticas digitales se elaboraron con el objetivo de analizar la distribución de especies biológicas en función del clima, como, por ejemplo, BIOCLIM para especies de plagas agrícolas en Australia (Busby, 1991).
La motivación para el análisis en el presente artículo fue delimitar la superficie de alta precipitación en México para estudiar las formaciones forestales correspondientes. Para este propósito comparamos siete capas de precipitación para seleccionar una: ¿es relevante con qué capa se identifican las áreas con alta precipitación? ¿es recomendable usar una capa de precipitación elaborada con datos satelitales en lugar de pluviómetros terrestres?
METODOLOGÍA
Capas climáticas digitales analizadas
En la Tabla 1 presentamos un resumen con información básica de las siete capas analizadas, incluyendo sus fuentes y características. El nombre de la primera capa (“CHELSA”) es la abreviatura de “Climatologies at High resolution for the Earth’s Land Surface Areas”. En su elaboración se contemplan predictores orográficos, como exposición a vientos, relieve y variación altitudinal. “Cuervo” (Cuervo-Robayo et al., 2020) representa el seguimiento de una versión anterior (Cuervo-Robayo et al., 2014). “García” se basa en el trabajo clásico de Enriqueta García (1965) para México, cuyo mapa fue digitalizado y ajustado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). Utiliza isoyetas que delimitan rangos de precipitación, en lugar de valores específicos por pixel. “Sáenz” es un desarrollo de Sáenz-Romero et al. (2010) para modelar cambios de vegetación en diferentes escenarios de cambio climático en México. “WorldClim” es una capa de amplio uso a nivel mundial, cuya primera versión fue presentada por Hijmans et al. (2005). La abreviatura “UNIATMOS” se refiere a la Unidad de Informática para las Ciencias Atmosféricas y Ambientales del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se elaboró esta capa. Finalmente, “Satelital” (GPM-IMERG) es la única capa analizada aquí que mide precipitación mediante sensores de microondas y radares satelitales. “GPM-IMERG” abrevia “Global Precipitation Measurement (GPM) - Integrated Multi-satellitE Retrievals for GPM”, un proyecto de la National Aeronautics and Space Administration o NASA (Portier et al., 2023). Sin embargo, su resolución espacial es menor a la de las capas anteriores, cuyos datos en todos los casos se basan principalmente en mediciones con pluviómetros terrestres.
Nombre usado
para la capa |
Referencias | Versión | Formato y resolución | Observaciones sobre métodos | Número de
estaciones climatológicas |
Período de
precipitación usado |
Precipitación
anual mínima a máxima (mm/año) |
“CHELSA” | Karger et al. (2017) | 1 | Raster, 30’’ [arcosegundos] (0.92 km x 0.92 km) | Procesos de reanálisis e interpolación con ‘B-splines’ multinivel. | Número no especificado | 1979 -2013 | 44 a 4543 |
“Cuervo” | Cuervo-Robayo et al. (2020) | t3 | Raster, 30’’ | Algoritmo de interpolación de ‘thin-plate smoothing spline’. | circa 5,000 | 1980 -2009 | 45 a 3917 |
“García” | García (1965) | - | Shapefile, 1: 1,000,000 | Emplea isoyetas que llevan a áreas con una sola estimación de precipitación. | 1,900 | 1921 -1960 | 25 a 4750 |
“Sáenz” | Sáenz-Romero et al. (2010) | - | Raster, 30’’ | Algoritmo de interpolación de ‘thin-plate smoothing spline’. | circa 3,100 | 1961-1990 | 61 a 4585 |
“Satelital” (GPM-IMERG) | Hou et al. (2014), Huffman et al. (2020) | 6-B | Raster, 0.1° x 0.1° (11.1 km x 11.1 km) | Datos de satélites climáticos, sin basarse en datos de pluviómetros terrestres. | No aplica | 2000 - 2021 | 73 a 2,816 |
“UNIATMOS” | Fernández-Eguiarte et al. (2014) | - | Raster, 30’’ | Interpolación de ‘inverse distance weighting’. | 5,320 | 1902 -2011 | 31 a 5,072 |
WorldClim | Fick y Hijmans (2017) | 2 | Raster, 30’’ | Algoritmo de interpolación de ‘thin-plate smoothing spline’. | Número no especificado | 1970 -2000 | 45 a 4866 |
1 “CHELSA” se puede descargar en https://chelsa-climate.org/downloads/, “Cuervo” desde http://www.conabio.gob.mx/informacion/gis/, “García” de http://www.conabio.gob.mx/informacion/gis/, “Sáenz” de http://forest.moscowfsl.wsu.edu/climate/, “Satelital” de https://giovanni.gsfc.nasa.gov/giovanni/, “WorldClim” de https://www.worldclim.org, y “UNIATMOS” de https://atlasclimatico.unam.mx/ACM/#192.
Todas las capas climáticas, excepto la de origen satelital, se basan en datos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Sin embargo, para ninguna capa es posible rastrear cuáles fueron las estaciones climatológicas usadas para su elaboración. Solo para algunas capas se indica el número de estaciones utilizadas (Tabla 1). Otras limitaciones para el análisis de las capas fueron que no encontramos información precisa sobre correcciones estadísticas efectuadas a los datos crudos, manejo de datos faltantes en las series de tiempo (que son comunes en los datos de la CONAGUA), detalles de la interpolación empleada, los posibles factores ambientales tomados en cuenta, y parámetros de exactitud estadística.
Datos pluviométricos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) para México
Las estimaciones de precipitación de cada capa las comparamos con los datos medidos y reportados por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) para 504 estaciones climatológicas con un promedio de precipitación (total) anual ≥ 1500 mm entre 1951 y 2010. Los 60 años representan dos normales climatológicas de 30 años, aunque para muchas estaciones sus datos están incompletos. El intervalo de 1951 a 2010 se traslapa, pero no coincide, con los diferentes períodos de precipitación usado (penúltima columna en la Tabla 1) para elaborar las siete capas. Es razonable suponer que tanto el efecto sobre los promedios de precipitación como algún posible efecto del cambio climático no son relevantes en comparación con las otras fuentes de error de medición y estimación.
Los datos climatológicos de la CONAGUA los obtuvimos del portal https://smn.conagua.gob.mx/es/climatologia/informacion-climatologica/informacion-estadistica-climatologica, el cual despliega un mapa en formato KMZ con todas las estaciones climatológicas de la CONAGUA en México (5466). Para extraer la información asociada a cada estación, empleamos el programa GPS Visualizer (https://www.gpsvisualizer.com). El resultado fue un archivo de texto (CSV o Comma-Separated Values), con los enlaces para la información de cada estación. Posteriormente, escribimos un código en Mathematica 13.2.0 (https://www.wolfram.com/mathematica/), para conectarse con cada enlace de la CONAGUA y descargar los datos de precipitación para el periodo 1951 a 2010 de 3820 estaciones, para las cuales el acceso vía internet funcionó. En el portal de la CONAGUA también está disponible un “Manual de usuario” (versión del 2010); sin embargo, carece de información metodológica: ¿cuáles instrumentos de medición se emplearon y qué exactitud tenían? ¿A qué se debe el gran número de datos faltantes? ¿Hubo algún proceso de corrección y mejora de los datos? A pesar de estas limitaciones, son los únicos datos de origen empírico que están disponibles para un intervalo de décadas y con distribución en todo México.
Del total de 3820 estaciones climatológicas con precipitación anual para 1951 a 2010, solo 510 tuvieron un promedio de precipitación anual ≥ 1 500 mm. De estas, seis no contaron con valores de estimación en todas las capas, ya sea porque el pixel no contaba con un valor (al coincidir con un cuerpo de agua) o quedaba fuera del margen de la capa. Las 504 estaciones representan 13% de las 3820 estaciones para las que obtuvimos datos. El archivo de Excel “Annual precipitation means 1951-2010 from Mexico´s CONAGUA.xlsx”, con la información suplementaria detallada, está disponible en https://doi.org/10.17632/v2wvfgzm53.1.
La incertidumbre (varianza estadística) sobre el promedio de precipitación reportada para 1951 a 2010 varía entre las estaciones climatológicas, porque varía el número de datos en los que se basan. La CONAGUA calculó el promedio de la precipitación para cada uno de los 12 meses del año con aquellos datos disponibles entre 1951 y 2010 para cada mes. Posteriormente sumaron los 12 promedios mensuales de precipitación. Con los datos faltantes (su número cambia entre las 504 estaciones), la media de años disponibles por estación varía de 10 a 60, con un promedio para todas las 504 estaciones de 32.7 años.
Mapeo y análisis de datos
Para analizar las capas y crear los mapas utilizamos ArcMap 10.4.1. A través del menú de herramientas de análisis espacial (“Extract Values to Points”) asociamos cada punto de una estación climatológica a los respectivos valores asignados al pixel de la capa correspondiente. Este mismo proceso lo realizamos en 110 525 sitios equidistantes en línea recta entre pares de estaciones climatológicas. El número total de sitios equidistantes entre cada par de las 504 estaciones teóricamente correspondería a (5042−504) /2 = 126 756 sitios (coordenadas geográficas). Sin embargo, 25 sitios se repetían, y 16 006 se encontraron fuero del límite del país. Las coordenadas de los sitios equidistantes las calculamos con el promedio de las latitudes y de las longitudes entre las respectivas estaciones. En las capas con resolución de 30 arcosegundos, cada pixel representa 0.846 km2 (0.92 km por lado), mientras que en la capa satelital con resolución de 0.1° cada pixel representa 123.2 km2 (11.1 km por lado). Solo la capa “García” maneja áreas de tamaño variable, que corresponden a diferentes intervalos de precipitación anual, para los cuales usamos el valor intermedio equidistante a los extremos de cada intervalo.
Los análisis de los datos y la elaboración de las gráficas (excepto los mapas) se programaron en Mathematica. El archivo con los datos de entrada en Excel “Input for comparing the prediction of high precipitation among 7 layers in Mexico. xlsx” está disponible en https://doi.org/10.17632/v2wvfgzm53.1, como información suplementaria.
Analizamos las diferencias de precipitación entre cada capa y las estaciones climatológicas, así como entre los pares de capas. El promedio de los datos de diferencias positivas y negativas representa un indicador del sesgo relativo. Como parámetro de dispersión calculamos la diferencia entre el cuantil de 90% y el cuantil de 10%, es decir, el intervalo de 80% de los datos, sin tomar en cuenta 20% de los datos más extremos que podrían ser estadísticamente atípicos. Como parámetro alternativo de dispersión calculamos el promedio de las diferencias absolutas, siendo el promedio del valor absoluto (positivo) de todas las diferencias en cuestión.
Para mapear el coeficiente de variación de la precipitación anual estimada entre las siete capas, convertimos la resolución de las capas “García” y “Satelital” a pixeles de 30 arcosegundos, para obtener siempre siete valores de precipitación por pixel de 30 arcosegundos. Para este análisis delimitamos aquella superficie, donde por lo menos una de las siete capas estimó un promedio de precipitación de ≥ 1500 mm. La fórmula para el coeficiente de variación (CV), corregido para quitar un sesgo (Sokal y Rohlf, 2012, p. 56), es
donde s es la desviación estándar de los siete valores de precipitación anual,
ÍNDICE DE HETEROGENEIDAD TOPOGRÁFICA ALREDEDOR DE LAS ESTACIONES CLIMATOLÓGICAS
Descargamos el modelo digital de elevación con cobertura nacional y resolución espacial de 15 m, llamado “Continuo de Elevaciones Mexicano” (CEM 3.0), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en formato TIF de https://www.inegi.org.mx/app/geo2/elevacionesmex/. Con dicho modelo analizamos la variación altitudinal en un área circular con diámetro de 1 km, cuyo centro corresponde a las coordenadas de cada una de las 504 estaciones climatológicas. Dado que el modelo de elevación usa pixeles de 15 m x 15 m, cada círculo abarca en promedio 3490.7 pixeles (5002 · π/152).
En ArcGis establecimos el radio de 500 m mediante la herramienta de “Análisis de proximidad”. Posteriormente extrajimos en cada círculo de 1 km de diámetro el valor de altitud asociado a cada pixel, mediante la herramienta ‘Intersect’. Se exportaron un total de 1 769 785 de valores de altitud para los 504 círculos en un archivo de texto. Este archivo se importó en Mathematica, para calcular 504 desviaciones estándares con la fórmula usual
donde A
i
se refiere a la altitud número i de n altitudes en el círculo, y
Posteriormente aplicamos el modelo de regresión y = b 0 + b 1 · x + b2 · x2 + e, con restricción b 1 = -2 · b2 · x máx , donde la variable independiente (x) se refiere a la desviación estándar (s) de las altitudes. La variable dependiente (y) es la diferencia correspondiente entre el promedio de la precipitación anual medido (1951-2010) y la precipitación estimada por una de las siete capas. La restricción asegura que el mínimo de la línea de regresión se alcanza en x máx , evitando un modelo polinómico de segundo grado que primero baja y luego arbitrariamente sube otra vez. Se deriva al despejar dy/dx = b 1 + 2 · b 2 · x = 0 para b 1, y sustituir x con x máx Calculamos la regresión con la función “NonlinearModelFit” en Mathematica.
RESULTADOS
Distribución geográfica de las áreas con alta precipitación anual en las capas
Como primer diagnóstico para detectar diferencias entre las capas, mapeamos la superficie con alta precipitación anual (≥ 1 500 mm en promedio, Figuras 1 y 2). Para afinar este análisis, distinguimos tres subcategorías: de 1 500 a < 2 500 mm, de 2 500 a < 3 500 mm, y ≥ 3 500 mm. De las siete capas que analizamos, “Satelital” y “García” son las que presentan la mayor superficie con alta precipitación (232 439 y 212 948 km2, respectivamente), mientras que la menor es la de “Cuervo” ( 143 964 km2). Esta última capa abarca solo 62% y 68%, respectivamente, del área de las dos primeras (Figura 1). Las otras cuatro capas tienen áreas intermedias (Figura 2). También la precipitación máxima en cada capa varía considerablemente. La más alta está en “UNIATMOS” con 5072 mm (Figura 2), y la más baja en “Satelital” con 2816 mm, lo que representa 56% de la más alta (Figura 1). La segunda-más baja es “Cuervo” con 3917 mm (77%). Las diferencias en superficie con promedio de precipitación anual ≥ 1500 mm se reflejan también en la distribución de las superficies correspondientes. En particular la capa “Satelital” difiere de las demás capas en su distribución.
Estimación de la precipitación anual en los sitios de las 504 estaciones climatológicas
Al comparar el promedio de los datos medidos de precipitación anual de 1951 a 2010 en las 504 estaciones climatológicas con la precipitación que estima cada capa en el mismo sitio, destacan grandes intervalos de diferencia (Tabla 2). La mayor disparidad se presenta en un sitio de montaña del municipio de San Juan Comaltepec en Oaxaca, donde la capa “Cuervo” estimó 4765 mm de precipitación menor a la reportada por la respectiva estación climatológica. El caso opuesto lo observamos en un sitio con pastizales en el municipio de Las Margaritas en Chiapas, donde la capa “García” estimó 1667 mm de precipitación mayor a la reportada por la respectiva estación. Todas las capas subestiman en promedio la precipitación anual en la estaciones, ya que los promedios por capa de las 504 sustracciones entre la precipitación estimada por capa y la precipitación reportada por la estación son negativos (de −23 mm a −481 mm en la Tabla 2). En la capa “Satelital”, el sesgo relativo es especialmente notoria (Figura 3). También su intervalo entre los cuantiles de 10% a 90% de los datos en la penúltima columna de la Tabla 2 (“dispersión 1”) es 2.2 veces mayor (1707 mm) que el intervalo de la capa “UNIATMOS” (781 mm). De forma similar, los promedios de las diferencias absolutas en la última columna (“dispersión 1”) son considerables, desde un mínimo de 226 mm en la capa “UNIATMOS” hasta un máximo de 630 mm en la capa “Satelital”.
Nombre de la capa | Diferencias
mínima y máxima |
Promedio de
diferencias (“sesgo relativo”) |
Cuantiles
de 10% y 90% |
Intervalo entre
los cuantiles (“dispersión 1”) |
Promedio de
diferencias absolutas (“dispersión 2”) |
“UNIATMOS” | −3134 a 1361 | −110 | −673 a 108 | 781 | 226 |
“García” | −3235 a 1667 | −23 | −424 a 381 | 805 | 276 |
“Sáenz” | −4100 a 1094 | −222 | −754 a 294 | 1048 | 375 |
“WorldClim” | −2829 a 1428 | −284 | −1000 a 201 | 1201 | 404 |
“CHELSA” | −2546 a 1328 | −379 | −1134 a 215 | 1349 | 491 |
“Cuervo” | −4765 a 1468 | −447 | −1327 a 148 | 1475 | 543 |
“Satelital” | −3941 a 766 | −481 | −1406 a 301 | 1707 | 630 |
Comparación entre capas
Para analizar inconsistencias entre pares de capas, comparamos en la Tabla 3 sus precipitaciones anuales estimadas en los 110 525 sitios entre estaciones. La Tabla 3 tiene las mismas columnas que la Tabla 2. A pesar de que la Figura 4 solo muestra tres de las (72 − 7) /2 = 21 comparaciones entre pares de capas, en general se observan grandes inconsistencias en las estimaciones de la precipitación en los 110 525 sitios. El menor intervalo entre los cuantiles de 10% y 90% se da con 553 mm entre “Sáenz” y “UNIATMOS”, y el mayor intervalo con 1466 mm entre “García” y “Satelital” (2.7 veces el primero).
Nombre de la capa | Diferencias
mínima y máxima |
Promedio de
diferencias (“sesgo relativo”) |
Cuantiles de
10% y 90% |
Intervalo entre
los cuantiles (“dispersión 1”) |
Promedio de
diferencias absolutas (“dispersión 2”) |
“Sáenz” y “UNIATMOS” | −1297 a 1 830 | 2 | −264 a 289 | 553 | 176 |
“UNIATMOS” y “WorldClim” | −1831 a 1822 | −39 | −371 a 218 | 589 | 185 |
“Sáenz” y “WorldClim” | −1886 a 1872 | −37 | −398 a 288 | 686 | 210 |
“García” y “UNIATMOS” | −2951 a 1977 | −115 | −508 a 235 | 743 | 256 |
“CHELSA” y “WorldClim” | −2143 a 2082 | −61 | −476 a 332 | 808 | 263 |
“Cuervo” y “Satelital” | −1506 a 1263 | 257 | −164 a 651 | 815 | 371 |
“CHELSA” y “Sáenz” | −2185 a 1972 | −25 | −432 a 387 | 819 | 267 |
“Cuervo” y “WorldClim” | −1380 a 3852 | 182 | −144 a 695 | 839 | 267 |
“García” y “Sáenz” | −2836 a 2139 | −117 | −576 a 268 | 844 | 272 |
“CHELSA” y “UNIATMOS” | −2112 a 2331 | −22 | −427 a 432 | 859 | 283 |
“Cuervo” y “Sáenz” | −1441 a 3430 | 219 | −124 a 773 | 897 | 288 |
“CHELSA” y “García” | −1639 a 2702 | 92 | −361 a 613 | 974 | 307 |
“García” y “WorldClim” | −2953 a 1705 | −153 | −718 a 261 | 979 | 305 |
“Cuervo” y “UNIATMOS” | −1445 a 4043 | 221 | −141 a 847 | 988 | 301 |
“CHELSA” y “Cuervo” | −3497 a 1403 | −243 | −852 a 160 | 1012 | 339 |
“CHELSA” y “Satelital” | −2342 a 966 | 14 | −592 a 460 | 1052 | 332 |
“Satelital” y “WorldClim” | −1110 a 2895 | −75 | −554 a 583 | 1137 | 368 |
“Sáenz” y “Satelital” | −2623 a 1091 | 38 | −628 a 532 | 1160 | 394 |
“Cuervo” y “García” | −2182 a 3994 | 335 | −152 a 1086 | 1238 | 412 |
“Satelital” y “UNIATMOS” | −1195 a 2987 | −36 | −614 a 745 | 1359 | 424 |
“García” y “Satelital” | −3105 a 1356 | −78 | −891 a 575 | 1466 | 444 |
La Figura 5 muestra un panorama geográfico de la variación de la precipitación anual estimada entre las siete capas. Ambos mapas presentan el coeficiente de variación, uno en escala continua de 1.8 a 60.9% (arriba), y otro en tres categorías con curvas de nivel (abajo). La superficie donde al menos una de las siete capas estima un promedio de precipitación anual ≥ 1500 mm es de 287 042 km2, o 14.7% de la superficie de México. La categoría con un coeficiente de variación relativamente bajo abarca 74.7% (214 403 km2) de los 287 042 km2. La categoría intermedia es de 24.1% (69 318 km2), y la que tiene mayor variación de 1.2% (3320 km2). En el mapa inferior de la Figura 5 se puede observar que las superficies con coeficiente de variación alto y medio siempre se encuentran en regiones montañosas, aunque algunas de estas regiones también tienen un coeficiente de variación bajo.
Heterogeneidad topográfica como factor que explica incertidumbre en las estimaciones de precipitación
Con el índice de heterogeneidad topográfica exploramos si en la vecindad de las 504 estaciones climatológicas hay mayor diferencia entre precipitación anual medida y estimada con mayor heterogeneidad topográfica (desviación estándar de altitudes). La Tabla 4 presenta los resultados de la regresión estadística. En la Figura 6 se puede observar que, con una desviación estándar cerca de cero, los valores positivos y negativos son similares en magnitud. Con mayor desviación estándar dominan cada vez más las diferencias negativas, es decir, la precipitación estimada por la capa subestima la precipitación medida en la estación. Finalmente, la diferencia proyectada por la regresión se nivela con mayor desviación estándar.
Nombre
de la capa |
Ecuación de regresión
f(x) = b0 + b1·x + b2·x2 |
Probabilidad que
b1 = 0 |
Probabilidad que
b2 = 0 |
f(0) - f(149.52) en m |
“García” | 45.3 - 3.04 · x + 0.00980 · x2 | 0.090 | 0.57 | 236 |
“UNIATMOS” | -17.0 - 4.32 · x + 0.0149 · x2 | 0.014 | 0.38 | 312 |
“Sáenz” | -55.3 - 8.48 · x + 0.0324 · x2 | 3.9 · 10-5 | 0.10 | 544 |
“CHELSA” | -172 - 11.0 · x + 0.0439 · x2 | 1.1 · 10-6 | 0.044 | 661 |
“WorldClim” | -63.2 - 11.0 · x + 0.0408 · x2 | 7.6 · 10-7 | 0.056 | 726 |
“Cuervo” | -115 - 16.3 · x + 0.0599 · x2 | 7.4 · 10-9 | 0.027 | 1097 |
“Satelital” | -105 - 19.6 · x + 0.0769 · x2 | 2.6 · 10-12 | 0.0041 | 1212 |
“García” es la única capa donde ambos coeficientes b 1 (representando la inclinación) y b 2 (representando la curvatura) resultan no ser significativamente diferentes a cero con α = 0.05. En segundo lugar queda “UNIATMOS”, donde solamente b 1 es ligeramente significativo, mientas que para la capa “Satelital” en el último lugar ambos coeficientes son altamente significativos. A pesar de que b 2 no es significativo en los primeros tres casos, la distribución de los residuos con su inclusión es mejor que en un modelo linear (con solo b 1).
La desviación estándar de las altitudes para las 504 estaciones climatológicas varía en un rango de 0 a 149.52 m. Al insertar estos valores en cada ecuación de la regresión en la segunda columna de la Tabla 4 y tomar la diferencia f(0)- f(149.52) resulta un intervalo de precipitación anual (última columna) que la desviación estándar de altitudes puede explicar. Destaca la capa “García” en el primer lugar, ya que parece tomar en cuenta de mejor manera la heterogeneidad topográfica, y en último lugar la capa “Satelital”. La Figura 6 presenta las dos primeras y las dos últimas capas en la secuencia de la Tabla 4. Las otras tres capas tienen patrones intermedios. Con mayor variación altitudinal existe mayor diferencia entre precipitación anual medida y estimada. Además, las capas difieren en su habilidad de modelar el efecto de esta variación sobre la precipitación.
DISCUSIÓN
Analizamos en siete capas climáticas digitales sus estimaciones de alta precipitación anual (≥ 1 500 mm en promedio) en México. Este nivel de precipitación implica generalmente una vegetación natural forestal en una elevación de 0 a aproximadamente 4 000 m sobre nivel del mar (INEGI, 2017, p. 44). Hay enormes diferencias entre las estimaciones de las siete capas digitales: La superficie con promedios de precipitación anual ≥ 1 500 mm varía según la capa seleccionada entre 143 964 km2 (“Cuervo”) y 232 439 km2 (“Satelital”), donde la segunda superficie es 1.6 veces la primera. Si tomamos como superficie terrestre de México 1 954 658 km2, según la CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad), el intervalo del posible porcentaje de la superficie con este nivel de precipitación en México es de 7.4% a 11.9%. Puede haber varias razones para estas discrepancias:
Modelar la distribución geográfica de alta precipitación parece implicar mayor incertidumbre. En el 14.7% del área continental de México (287 042 /1 954 658), al menos una de las siete capas analizadas estima un promedio de precipitación anual ≥ 1 500 mm. La superficie restante, con una precipitación menor a 1 500 mm, tiene 1 667 616 km2. En 87% de esta última superficie, las siete capas tienden a ser más consistentes entre sí, con un coeficiente de variación de la precipitación anual estimada más bajo (< 20%). Esto contrasta con un 75% de la superficie en el área con alta precipitación anual con coeficiente de variación bajo. Las dos superficies difieren 12% (87-75%).
Las capas no se ajustan a las condiciones particulares de cada sitio. Más bien representan modelos que no toman en cuenta todos los factores que determinan la precipitación en cada lugar. El modelo de una capa puede ser menos adecuado que el modelo de otra. No pudimos profundizar en este aspecto, debido a la carencia de la información detallada sobre la metodología empleada para su modelaje.
Los datos de origen empírico disponibles de las estaciones climatológicas también tienen limitaciones, dado que pueden tener errores (instrumentales, de lectura, transcripción, etc.). Los datos faltantes pueden sesgar el promedio de la precipitación anual de 1951 a 2010. La CONAGUA proporciona para cada estación las coordenadas geográficas y la altitud. Al determinar las altitudes de las estaciones según las coordenadas geográficas proporcionadas por la CONAGUA con el modelo de elevaciones del INEGI, hay 80 (16%) de las 504 estaciones con una diferencia absoluta mayor a 100 m entre el modelo de elevaciones y la altitud proporcionada por la CONAGUA, y 21 estaciones (4%) con una diferencia absoluta mayor a 500 m (marcadas en rojo en “Input for comparing the prediction of high precipitation among 7 layers in Mexico.xlsx” en https://doi.org/10.17632/v2wvfgzm53.1). Hay dos posibilidades: o están incorrectas las altitudes o están incorrectas las coordenadas geográficas, como ya lo observaron Cuervo-Robayo et al. (2014, p. 2429) para algunos sitios.
La idea de obtener datos de precipitación por medio de satélites en forma independiente a la de los pluviómetros terrestres es atractiva (Masunaga, 2022). Sin embargo, ya es conocido que esta tecnología todavía no funciona bien para altos niveles de precipitación en México (Mayor et al., 2017), lo que se confirmó aquí plenamente.
Regresando a las preguntas de la introducción, sí es relevante con cuál capa se identifican las áreas con alta precipitación. La capa de mediciones satelitales tenía especialmente altos valores de incertidumbre y sesgo relativo. En contraste, la capa “UNIATMOS” pareció aquí con los mejores parámetros. De cualquier forma, la estimación de altos niveles de precipitación anual en México presenta todavía grandes problemas de incertidumbre.
RECOMENDACIONES
Sería importante mejorar la base científica de datos empíricos de precipitación y otras variables climáticas para México, con menos datos faltantes en el futuro, con la descripción de los métodos e indicadores de calidad, y en lo posible con un mayor número de estaciones climáticos en regiones con alta precipitación.
Se deberían incluir métodos reproducibles en la descripción de las capas: especificaciones de las estaciones climatológicas, datos faltantes y correcciones estadísticas realizadas, descripción de la interpolación con factores ambientales incluidos, indicadores de exactitud, etc.
Sería recomendable modelar una capa específica para altos niveles de precipitación en la superficie correspondiente (estimada aquí en 14.7% de la superficie de México), donde se tome en cuenta a detalle la topografía.