INTRODUCCIÓN
Además del valor ecológico intrínseco por la alta biodiversidad que albergan, los arrecifes de coral han sido valuados en más de US $352,000 ha-1 año-1 (Costanza et al., 1998; de Groot et al., 2012). Este alto valor ecológico y económico de los arrecifes de coral es resultado de la gran variedad de funciones geo-ecológicas que desempeñan, de entre las que destacan la formación de arena para las playas, la protección a la línea de costa, así como el aprovisionamiento de refugio y zonas de crianza para distintos organismos asociados al arrecife. Adicionalmente, los arrecifes de coral son base fundamental de las redes tróficas, ya que favorecen el flujo de materia y energía entre ecosistemas marinos, y aspectos importantes como el sostenimiento del turismo del cuál dependen millones de habitantes de las costas tropicales (Moberg & Folke, 1999; Darling et al., 2019; Enochs & Glynn, 2017; Perry & Alvarez-Filip, 2019). A pesar de la gran importancia que tienen los arrecifes de coral, actualmente están experimentando una rápida degradación impulsada tanto por las perturbaciones antropogénicas directas, así como por el cambio climático (Hughes et al., 2017), lo que ha resultado en la disminución de la abundancia de corales y cambios en el ensamblaje de especies constructoras de arrecife (Alvarez-Filip et al., 2013; Hughes et al., 2017).
El mantenimiento de los arrecifes de coral y su biodiversidad asociada dependen de la acumulación sostenida de carbonato de calcio a través del crecimiento coralino (calcificación), desarrollando sus esqueletos y generando estructuras tridimensionales complejas (Perry et al., 2008; Graham & Nash, 2013). El equilibrio neto entre la producción biológica de carbonato de calcio por parte de las comunidades arrecifales calcificadoras y la bioerosión, sustenta el potencial de acumulación y cimentación de material calcáreo en los ecosistemas arrecifales (Perry et al., 2008). Si bien, una disminución en el porcentaje de cobertura de coral vivo (abundancia) afecta negativamente la cantidad de carbonato de calcio que se acumula en un arrecife (Manzello et al., 2008; Perry & Morgan, 2017), los cambios en la composición del ensamblaje de las especies de coral, así como en las abundancias de los grupos bioerosionadores pueden influir fuertemente en el balance de carbonatos de un arrecife (p. ej. Perry et al., 2014; Januchowski-Hartley et al., 2017) y traer cambios significativos en la funcionalidad de los arrecifes de coral debido a la pérdida de especies clave para la construcción del arrecife (Alvarez-Filip et al., 2013; Perry et al., 2014; Hughes et al., 2017; McWilliam et al. 2018).
Muchos arrecifes han experimentado cambios en la abundancia de taxones bioerosionadores (Perry et al., 2014), los cuales, modifican las funciones estructurales que brindan estos sistemas; por ejemplo, los arrecifes de coral de la región del Caribe han experimentado una disminución rápida de la cobertura de coral de formas complejas (Acropora palmata) y un incremento de especies consideradas oportunistas (p. ej., Agaricia spp., Porites astreoides) con capacidad reducida para producir estructuras de carbonato de calcio, lo que se ha traducido en una reducción de la acreción (tasa de crecimiento vertical) de los arrecifes y su complejidad estructural (Alvarez-Filip et al., 2011; 2013; Perry et al., 2014). Se ha propuesto que los ecosistemas de coral con alta biodiversidad, es decir con alta riqueza y diversidad de especies (p ej., el Indo-Pacífico) pueden conservar cierto grado de funcionalidad en un entorno cambiante debido a la redundancia funcional inherente de las especies. Por el contrario, en ecosistemas menos diversos, la capacidad para producir estructuras arrecifales es sustentada por pocas especies (Alvarez-Filip et al., 2011; McWilliam et al., 2018; Cabral-Tena et al., 2018; 2020).
Bajo el contexto anterior, el escenario para los arrecifes coralinos del Pacífico Mexicano (PM) no es muy alentador ya que, los arrecifes de esta región tienen una riqueza de especies de coral baja y una tasa de calcificación baja en comparación con los arrecifes del Caribe e Indo-Pacífico (Manzello et al., 2017; McWilliam et al., 2018; Cabral-Tena et al., 2018), debido a la influencia de condiciones ambientales consideradas no óptimas para el desarrollo de arrecifes, como, por ejemplo, fluctuaciones en la temperatura del mar, eventos de surgencia estacionales, eventos del fenómeno El Niño Oscilación del Sur en ambas fases, cálida El Niño y fría La Niña, pH bajo y variable, y pulsos de nutrimentos (Manzello et al., 2008). Sin embargo, los balances de carbonato de los arrecifes de áreas marginales del PM no se han descrito completamente. En el PM, los arrecifes de coral están construidos por parches arrecifales aislados, en su mayoría son comunidades casi mono-específicas de los géneros Pocillopora, Porites y Pavona con un patrón típico de zonificación: la zona poco profunda (< 7 m) está dominada por Pocillopora spp., mientras que en zonas más profundas la dominancia de especies masivas aumenta considerablemente (Glynn et al., 2017). Las formaciones coralinas del Pacífico sur mexicano se consideran entre las formaciones arrecifales mejor desarrolladas del Pacífico Oriental Tropical (Glynn & Leyte-Morales, 1997; López-Pérez et al., 2012) y son biogeográficamente importantes ya que sirven como escalón para el transporte de especies e individuos desde América Central hacia el Pacífico mexicano (Reyes-Bonilla & López-Pérez, 1988.)
A pesar de su importancia biogeográfica, aún no se han realizado estudios que describan el balance de carbonato, es decir, cuánto carbonato se está produciendo luego de restar la bioerosión (producción neta), en los arrecifes del Pacífico sur mexicano. Por lo tanto, el objetivo de este trabajo fue evaluar la tasa de producción bruta (producción antes de restar la erosión) y la bioerosión de un parche arrecifal tipo costero del sur del Pacífico mexicano (La Entrega, Oaxaca, México), utilizando, una adaptación de la metodología ReefBudget (Perry et al., 2018a) con la finalidad de identificar el estado del balance de carbonatos, así como calcular la tasa de acreción arrecifal (crecimiento vertical del arrecife). Tasa de las cual depende no solo la formación de estos arrecifes, sino también su persistencia y funcionamiento. En este sentido, la tasa de acreción nos ayudará a saber de qué manera podrá responder el parche arrecifal de La Entrega ante escenarios de elevación del nivel del mar proyectado por el IPCC para el Pacífico Oriental Tropical.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de Estudio. El arrecife La Entrega, en Oaxaca (15°44’34” N; 96°07’35” W, Fig. 1), es un parche arrecifal de tipo costero y tiene un tamaño aproximado de 324 x 233 m (Glynn & Leyte-Morales, 1997). Al igual que el resto de los arrecifes del área de Huatulco, está bajo la influencia de la Piscina Cálida del Pacífico y están ubicados en el margen occidental del Golfo de Tehuantepec (Chapa-Balcorta et al., 2015). Por lo tanto, estos arrecifes están influenciados por vientos intermitentes del norte que producen cambios significativos en la estructura de la columna de agua, lo que puede provocar descensos de la temperatura de la superficie del mar de hasta 8 °C (promedio anual de 28.71 °C). Además, los afloramientos, que son fuertes en la zona, resultan en valores de pH (~ 7.5) y un estado de saturación de aragonita (~ 1.1) bajos en aguas superficiales (Chapa-Balcorta et al., 2015). A pesar de las condiciones ambientales presentes, el sur del Pacífico mexicano contiene algunos de los sistemas de arrecifes coralinos mejor desarrollados a lo largo del Pacífico mexicano (Reyes-Bonilla, 2003), y la mayoría de sus arrecifes someros exhiben una alta cobertura de coral vivo (> 50%; López-Pérez & Hernández-Ballesteros, 2004; López-Pérez et al., 2007). Se cuantificó el balance de carbonatos en La Entrega. Para tal fin, se determinó la cobertura de los componentes bentónicos, y las tasas de bioerosión producidas por peces, erizos y endobioerosionadores (inlcuidas esponjas perforadoras).
Trabajo de Campo. Para la toma de datos realizamos censos para determinar la abundancia de organismos calcificadores y erosionadores en el área de estudio siguiendo una versión modificada de la metodología Reefbudget en su versión para el Indo-Pacífico (Perry et al., 2018a). Las modificaciones para su uso en el Pacífico Oriental Tropical son el uso de tasas de calificación y bierosión reportadas para especies de la región (Eakin 1996; Alvarado et al., 2017; López-Pérez & López-López 2016; Medellín-Maldonado et al. 2016).
Los organismos calcificadores (corales y algas calcificadoras) se censaron sobre seis transectos líneales de 25 m de longitud, los cuales se ubicaron al azar y fueron colocados sobre el área arrecifal y paralelos a la línea de costa. Mediante el uso del método de punto intercepto, cada 25 cm se registró el grupo o especie bentónica presente y, con ello, se calculó el porcentaje de cobertura coralina por especie y la cobertura de algas (incluyendo las calcificadoras), así como la cobertura de coral muerto y cualquier escombro por tratarse de sustratos vulnerables a la erosión (Perry et al., 2018a). Adicionalmente, con una cinta métrica y directamente debajo de la línea guía (transecto), se registró la longitud de la superficie (cm) cubierta por cada colonia de coral y la rugosidad de las mismas.
La tasa de producción bruta (producción de especies calcificadoras) se estimó utilizando las ecuaciones presentadas en Perry et al. (2018a), la tasa de extensión y densidad del esqueleto por especie de coral se obtuvieron de Medellín-Maldonado et al. (2016)
Los organismos bioerosionadores se registraron sobre los mismos transectos que los organismos bentónicos sésiles. En el caso de los erizos, se registró el número y tamaño de individuos (ancho de la testa) a lo largo de cada uno de los transectos, examinando 1 m a cada lado (25 x 2 m). Los registros de erizos se realizaron a nivel de especie considerando el siguiente listado: Diadema mexicanum (A. Agassiz, 1863), Eucidaris galapagensis (Döderlein, 1887), Eucidaris thouarsii (L. Agassiz & Desor, 1846), Toxopneustes roseus (A. Agassiz, 1863), Centrostephanus coronatus (Verrill, 1867).
El cálculo de la bioerosión por erizos se realizó utilizando las ecuaciones presentadas en Perry et al. (2018a), las tasas de bioerosión por erizos se obtuvieron de publicaciones previas en el Pacífico Oriental Tropical (Glynn, 1988; Herrera-Escalante et al., 2005; López-Pérez & López-López, 2016; Reyes-Bonilla & Calderon-Aguilera, 1999).
En cuanto a los peces bioerosionadores, se registró la abundancia y la talla de peces (en las siguientes clases de talla: < 5, 6-10, 11-15, 16-20, > 20cm) en los transectos antes señalados, con observaciones a 2 m a cada lado del transecto (25 x 4 m). Los registros de peces se realizaron a nivel de especie considerando el siguiente listado: Scarus rubroviolaceus (Bleeker, 1847), Scarus ghobban (Forsskål, 1775), Scarus compressus (Osburn & Nichols, 1916), Scarus perrico (Jordan & Gilbert, 1882), Arothron meleagris (Anonymous, 1798), Arothron hispidus (Linnaeus, 1758), Sufflamen verres (Gilbert & Starks, 1904), Pseudobalistes naufragium (Jordan & Starks, 1895), Balistes polylepis (Steindachner, 1876), Melichthys niger (Bloch, 1786).
El cálculo de la bioerosión por peces se realizó utilizando las ecuaciones presentadas en Perry et al. (2018b), las tasas de bioerosión por erizos se obtuvieron de publicaciones previas en el Pacífico Oriental Tropical (Glynn et al., 1972; Reyes-Bonilla & Calderon-Aguilera, 1999; Palacios et al., 2014; Alvarado et al., 2017)
Debido a la dificultad para estimar la abundancia de esponjas erosionadoras en arrecifes del Pacífico mexicano mediante censos visuales, se emplearon datos publicados de la tasa de macrobioerosión total por esponjas calculadas por Nava & Carballo (2008) y Carballo et al. (2013), para arrecifes del Pacífico mexicano y se estandarizó con base en la disponibilidad del sustrato o área vulnerable a la bioerosión, es decir, aquel sustrato formado de carbonato de calcio, incluyendo sustrato coralino disponible para los organismos bioerosionadores, incluyendo, lo cubierto por macroalgas o algas filamentosas, coral vivo y coral muerto. Además de las esponjas y, siguiendo la misma lógica descrita anteriormente (estandarización con base en la disponiblidad del sustrato), también se consideraron las tasas de erosión de otros grupos macrobioerosionadores como gusanos poliquetos y bivalvos (Alvarado et al., 2017).
En cuanto a la microbioerosión endolítica, se siguió la misma lógica que para la macrobioerosión. Sin embargo, al no existir datos de microbioerosión en la región, se utilizaron las tasas del Indo-Pacífico (Perry et al., 2018a).
La tasa de producción neta (balance de carbonatos) se obtuvo mediante la diferencia entre la tasa de producción bruta y las tasas de bioerosión por cada grupo.
Para calcular la tasa de acreción, entendida como la tasa de crecimiento vertical del arrecife, se siguió el método propuesto por Perry et al. (2015) con base en la conversión de las tasas de producción neta de carbonato (considerando la producción primaria, secundaria y la bioerosión) estimadas en el sitio (Smith & Kinsey, 1976). Además, se consideró la porosidad de la matriz arrecifal en función del tipo de comunidad coralina (dominancia de corales ramificados) y la reincorporación de sedimentos generados (Smith & Kinsey, 1976). El cálculo de la tasa de acreción se realizó utilizando las ecuaciones presentadas en Perry et al. (2015).
Se ajustó un modelo lineal entre la cobertura coralina (variable independiente) y la tasa de acreción (variable dependiente) para determinar el porcentaje de cobertura coralina necesaria para mantener una tasa de acreción arrecifal positiva. Además, utilizando la ecuación del modelo lineal descrito anteriormente, se identificó la cobertura coralina necesaria para que la tasa de acreción (crecimiento vertical) del sistema arrecifal sea la suficiente para responder ante escenarios de elevación del nivel del mar proyectado por el IPCC para el Pacífico Oriental Tropical (Oppenheimer et al., 2019) para las Trayectorias de Concentración Representativas (RCP, por sus siglas en inglés) 2.6, 4.5 y 8.5. El RCP 2.6 es un escenario de mitigación alta, que predice que las emisiones de gases de efecto invernadero comenzarán a disminuir en 2020 y llegarán a 0 en 2100, la elevación del nivel del mar promedio predicha, bajo este escenario, es de 4 mm. El RCP 4.5 es un escenario de mitigación moderada, que predice que las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzarán su punto máximo en 2040 y disminuirán en ~ 50% para 2080, la elevación del nivel del mar promedio predicha, bajo este escenario, es de 7mm. El RCP 8.5 es un escenario que asume que no hay reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero y un calentamiento continuo, la elevación del nivel del mar promedio predicha, bajo este escenario, es de 15mm (IPCC, 2014).
RESULTADOS
La cobertura de coral vivo (CCV) promedio en el parche arrecifal de La Entrega fue de 68.5 ± 22.42% (promedio ± DE). Se registró la presencia de dos géneros de corales pétreos en el área de estudio, Pocillopora y Pavona. Pocillopora fue el género dominante (79% de la cobertura relativa) en el área de estudio, es importante mencionar que no se observaron algas coralinas incrustantes en el sitio de estudio. Se observaron dos especies de erizos, Diadema mexicanum y Eucidaris thouarsii, sus densidades promedio fueron de 0.08 ± 0.07 ind m-2 y de 0.08 ± 0.06 ind m-2 respectivamente. En el caso de los peces bioerosionadores, se observaron dos especies Arothron meleagris y Sufflamen verres, sus densidades promedio fueron de 0.04 ± 0.01 ind m-2 y de 0.01 ± 0.01 ind m-2 , respectivamente.
La producción bruta de carbonato de calcio promedio en el arrecife La Entrega fue de 13.72 ± 6.42 G. La producción correspondiente a Pocillopora fue de 12.38 ± 7.04 G y la de Pavona fue de 1.34 ± 1.29 G (Fig. 2). La tasa de erosión promedio en el arrecife La Entrega fue de 6.51 ± 0.49 G. La erosión atribuida a macro-endobioerosionadores fue de 5 G. La erosión por parte de micro-bioerosionadores fue de 0.65 ± 0 G. La erosión correspondiente a erizos fue de 0.12 ± 0.10 G (0.11 ± 0.10 corresponde a Diadema mexicanum y 0.01 ± 0.01 a Eucidaris thouarsii). La erosión atribuida a peces fue de 0.73 ± 0.45 G (0.52 ± 0.28 corresponde a Arothron meleagris y 0.21 ± 0.23 a Sufflamen verres (Fig. 2). La producción neta de carbonato de calcio promedio en el arrecife de La Entrega fue de 7.23 ± 5.71 G (Fig. 2).
Como era esperado, los corales hermatípicos son el grupo que aporta la mayor producción (bruta) de carbonatos en el área de estudio (Tabla 1). Cabe mencionar que las tasas de micro y macro-bioerosión (incluidas las esponjas perforadoras) tuvieron el mismo valor en todos los transectos, esto debido a que todos tienen la misma área disponible para ser bioerosionada (100% de los transectos). Por otro lado, la erosión por peces promedio fue de 0.73 ± 0.45 G y la de erizos fue de 0.12 ± 0.1 G.
Transecto | Producción corales (G) | Producción algas coralinas (G) | Micro-bioerosión (G) | Macro-bioerosión (G) | Erosión por peces (G) | Erosión por erizos (G) | Balance (G) |
---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | 8.98 | 0 | 0.65 | 5.00 | 0.27 | 0.02 | 3.03 |
2 | 11.64 | 0 | 0.65 | 5.00 | 1.17 | 0.003 | 4.81 |
3 | 9.95 | 0 | 0.65 | 5.00 | 0.10 | 0.11 | 4.07 |
4 | 8.93 | 0 | 0.65 | 5.00 | 0.75 | 0.08 | 2.44 |
5 | 20.06 | 0 | 0.65 | 5.00 | 0.93 | 0.25 | 13.22 |
6 | 22.75 | 0 | 0.65 | 5.00 | 1.17 | 0.25 | 15.67 |
Promedio ± DE | 13.72 ± 6.09 | 0 | 0.65 ± 0 | 5.00 ± 0 | 0.73 ± 0.45 | 0.12 ± 0.1 | 7.23 ± 5.71 |
La tasa de acreción (crecimiento vertical) promedio en el arrecife La Entrega fue de 7.07 ± 4.08 mm año-1. La tasa de acreción promedio supera el incremento en el nivel del mar predicho en los escenarios RCP 2.6 y RCP 4.5 (4 y 7 mm, respectivamente). Por otro lado, la tasa de acreción promedio es menor que la elevación del nivel del mar sugerida por el escenario RCP 8.5 (15 mm).
De acuerdo con el modelo lineal (Fig. 3), la CCV es un buen predictor de la tasa de acreción arrecifal (r2= 0.90 p= 0.03). Además, con base en el modelo lineal, se identificó el umbral de cobertura coralina para mantener una tasa de acreción positiva es de 30% (0.5 mm año -1). Finalmente, el modelo mostró que para tener una tasa de acreción suficiente para dar seguimiento a la elevación del nivel del mar para los escenarios RCP 2.6, RCP 4.5 y RCP 8.5 es necesario tener una CCV de 50% (RCP 2.6) y 70% (RCP 4.5). Para el escenario RCP 8.5 ni siquiera un 100% de CCV sería suficiente para hacer frente al incremento en el nivel del mar previsto.
DISCUSIÓN
La cobertura de coral promedio en La Entrega fue de 68.5%, valor superior al promedio en el Pacífico Oriental Tropical (POT; 21%) y en diferentes zonas del PM (p. ej. Cabo Pulmo, 22%, Cabral-Tena et al., 2018; Isla Espíritu Santo, 33%, Cabral-Tena et al., 2018; Islas Marías, 3%, González-Pabón et al., 2021; Islas Marietas, 13%, Cabral-Tena et al., 2018). La CCV de La Entrega estuvo dominada (≈80% cobertura relativa) por Pocillopora spp. cuya importancia en los arrecifes del Pacífico mexicano (incluyendo el POT) está documentada ampliamente (p. ej., Glynn & Ault, 2000; Reyes-Bonilla, 2003; Cortés et al., 2017; Cabral-Tena et al., 2018; 2020). Se considera que la dominancia de Pocillopora spp. se debe a ventajas competitivas de estas especies (densidad esquelética alta: 1.66 g cm-3, crecimiento rápido: 2.83 cm año-1 y tasas elevadas de reproducción asexual: 1.30-13.10 col m-2) en comparación con las especies con morfologías masivas o frondosas que también se distribuyen en esta región en escalas de tiempo ecológicas y geológicas (Medellín-Maldonado et al., 2016; Glynn & Ault, 2000; López-Pérez et al., 2007; Reyes-Bonilla & López-Pérez, 2009; Glynn et al., 2017; López-Pérez, 2017).
La producción bruta de carbonato de calcio calculada en La Entrega fue de 13.72 G, la cuál es más alta que la estimada en regiones cercanas para las que hay datos, por ejemplo, Islas Marías (0.47 G, González-Pabón et al., 2021; 1.78-10.65 G, Tortolero-Langarica et al., 2022; Cabo Pulmo, 6.8 G, Reyes-Bonilla et al., 2014) y el promedio calculado para el POT (8.22 G, Cabral-Tena et al., 2018) y similar a lo reportado anteriormente en La Entrega (6.5-15.05 G, Leyte-Morales, 2001).
Por otro lado, la tasa de bioerosión calculada en La Entrega fue de 6.51 G que es mucho más alta que las tasas de bioerosión estimadas en el Caribe (1.9 G, Cornwall et al., 2021; 1.2 G, Molina-Hernández et al., 2020), el Océano Índico (2.9 G; Cornwall et al., 2021) y el Océano Pacífico (1.5 G; Cornwall et al., 2021). Es importante mencionar que los macro-perforadores contribuyeron en mayor medida (77%) a la bioerosión total, seguido de los peces (11%), microperforadores (10%), y erizos (2%). Las tasas altas de bioerosión por macro perforadores (especialmente esponjas) observadas en La Entrega, posiblemente responden a la cantidad alta de nutrimentos que hay en el área (Chapa-Balcorta et al., 2015). Estudios previos en el Pacífico de Panamá y en otras regiones del POT han demostrado que los arrecifes sujetos a niveles altos de nutrimentos tienen una mayor abundancia de esponjas perforadoras las cuales se alimentan precisamente de materia y organismos en suspensión en la columna de agua (Enochs et al., 2021; Rose & Risk, 1985; Prouty et al., 2017). Por otro lado, la relativamente baja tasas de erosión por parte de peces y erizos encontrada en este estudio responde a las bajas abundancias de esos grupos en el área de estudio, lo que posiblemente está relacionado con las pesquerías locales y el desarrollo costero en la zona (Juárez-Hernández & Tapia-García, 2018).
La producción neta de carbonato promedio en el arrecife de La Entrega fue de 7.23 G, Si bien, este estudio se trata del balance de carbonatos en un sitio en Huatulco, creemos que esto representa un aproximado en otros parches arrecifales cercanos del sur del Pacífico mexicano en dónde se comparten algunas características como, por ejemplo, arrecifes de tipo costero que tengan una plataforma con una alta cobertura coralina (> 60%) y dominadas por especies del género Pocillopora. La estimación del balance de carbonatos en La Entrega es más alta que la realizada previamente en el único trabajo que ha llevado a cabo un balance de carbonatos (producción y erosión) en el POT (Eakin, 1996). Para el arrecife de la isla Uva (Eakin, 1996) se reportó una tasa neta de producción de carbonato de 0.6 G. Anterior al evento de El Niño de 1982-1983, es decir en un momento en el que el arrecife no había sido impactado severamente por el fenómeno el cuál redujo su tasa neta de producción de carbonato a 0.1 G. En contraste con lo descrito para otras áreas, el balance es más alto que los estimados en el Caribe (∼2-4 G, Perry et al. 2013; 2014; 2018b; 0.6 G, Molina-Hernández et al. 2020; -0.36G a -2.30 G, Estrada-Saldivar et al., 2019), y en arrecifes del Indo-Pacífico (5 G, Montaggioni, 2005) y las Seychelles (∼3.5 G Januchowski-Hartley et al., 2017), aunque por debajo de lo observado en Palau y Yap (13 G y 14.1 G, van Woesik & Cacciapagli, 2018). Las diferencias en el balance entre regiones están, principalmente, asociadas a las diferencias en las abundancias de especies constructoras en cada región lo que no necesariamente refleja la cantidad total de carbonato producido en cada sitio ya que, el área total del parche arrecifal de La Entrega es menor a las grandes extensiones (varios kilómetros) de los arrecifes del Caribe e Indo-Pacífico. Además, nos gustaría poner en contexto que las cifras de arrecifes del Caribe e Indo-Pacífico con las que estamos comparando usualmente son calculadas en el arrecife frontal, en el arrecife posterior o en la laguna arrecifal, sitios donde, normalmente las la producción e carbonatos es más baja. Por ejemplo, en el Caribe mexicano, la cobertura coralina promedio es de 14.84% (González-Barrios et al., 2021) la cual es mucho menor que la observada en este trabajo (68.5%). Concurrentemente, la tasa de acreción promedio calculada en el arrecife La Entrega (7.07 mm año-1) es similar a las calculadas para arrecifes con altas tasas de producción neta, como Palau y Yap en el Pacífico occidental (7.9 mm año-1, van Woesik & Cacciapagli, 2018), y más alta a la de arrecifes de regiones como Bonaire (4.9 mm año-1; Perry et al., 2018b), Micronesia (5.9 mm año-1, van Woesik & Cacciapagli, 2021), y Chagos (2.9 mm año-1, Perry et al., 2018a).
Aunque tanto la producción neta de carbonatos como la tasa de acreción en La Entrega son más altas y superiores a la media reportada para diferentes arrecifes en distintas regiones del mundo. El área total de desarrollo arrecifal en este sitio se limita a pequeñas áreas aisladas en forma de parches arrecifales y en general las extensiones arrecifales del POT son limitadas en comparación con numerosos arrecifes distribuidos en el Caribe y en el Indo-Pacífico, cuyas formaciones pueden erguirse varios metros sobre el fondo y alcanzar extensas áreas por varios kilómetros (Perry et al., 2015; 2018b). Lo anterior, debido a que en general, estos arrecifes presentan una baja cementación (Manzello et al., 2008), una alta bioerosión y, además, la mayoría de los sedimentos derivados del arrecife son transportados hacía afuera del sistema debido a las condiciones oceanográficas; por lo tanto, sedimentológicamente hablando, funciona de manera limitada como un arrecife de coral (Riegl et al., 2007). De esta forma, el tener un desarrollo arrecifal limitado, puede poner en riesgo la persistencia de estos sistemas (y su biodiversidad asociada) en un ambiente que cambia rápidamente (Cabral-Tena et al., 2018). Por otro lado, de acuerdo con lo sugerido por el modelo lineal, la cobertura de coral necesaria para mantener una tasa de acreción positiva en La Entrega es de 30% lo que es mucho más alto que los valores de CCV necesarios para tener balances de carbonato positivos en el Caribe (10 %), Chagos (12 %), o el Pacífico occidental (~1 0-12 %; Perry & Morgan, 2017; van Woesik & Cacciapagli, 2018; van Woesik & Cacciapagli, 2021). El contraste de coberturas necesarias para mantener balances de carbonato positivos entre La Entrega y otras regiones, se debe a las tasas altas de bioerosión que son características del Pacífico oriental (Glynn & Manzello, 2015).
De acuerdo con lo modelado en este trabajo, actualmente, el arrecife La Entrega presenta una tasa de acreción suficiente para lidiar con una posible elevación en el nivel del mar bajo los escenarios RCP 4.5 y 2.6 (4 y 7 mm, respectivamente); no obstante, ni con un incremento hasta el 100% de CCV sería capaz de seguir creciendo bajo el incremento en el nivel del mar estimado por el escenario RCP 8.5 (15 mm). Es importante aclarar que las estimaciones de las tasas de acreción/erosión del modelo empleado, no consideran cambios en las tasas de calcificación o bioerosión causados por cambios poblacionales, eventos de estrés térmico y/o acidificación del océano y tormentas tropicales. Por lo que futuras estimaciones deberán de incorporar escenarios de cambio en todas las variables involucradas en el modelo (cobertura coralina, abundancia de erosionadores, tasas de crecimiento coralino, etc.), no solo para poder tomar decisiones asertivas para el manejo del arrecife La Entrega, sino para visualizar escenarios de calcificación/erosión (ReefBudget) a amplias escalas espaciales y temporales en el Pacífico oriental. Finalmente, nos gustaría puntualizar que es necesario realizar este tipo de trabajos en otros arrecifes del Pacífico Mexicano (y el POT) para poder realizar estimaciones más certeras a nivel regional.