El Pacífico oriental se encuentra entre las áreas tropicales menos óptimas en el mundo para el desarrollo de corales y grandes arrecifes debido a la presencia de temperaturas subóptimas resultado de surgencias y corrientes frías, lagunas costeras, así como grandes extensiones de manglar y arena (Glynn & Wellington, 1983; Glynn et al., 2017). En el Pacífico oriental tropical, los corales y arrecifes coralinos poseen una distribución discontinua desde el Golfo de California, México (~ 30º N) hasta Talara, Perú (4º S) (Glynn et al., 2017). Los sistemas son relativamente pequeños y están formados por solamente algunas especies de coral incluidas en los géneros Pocillopora, Pavona y Porites (Reyes-Bonilla & López-Pérez, 1998; Cortés, 2003).
Entre el sur de México y el norte de El Salvador existe una línea de costa de aproximadamente 1 000 km que comúnmente se reconoce como la “Brecha Faunística del Pacífico Central Americano”, caracterizada por la predominancia de sustrato blando y la ausencia de afloramientos rocosos (Hastings, 2000), lo que impide el asentamiento de corales y el desarrollo de arrecifes (Glynn & Ault, 2000). Específicamente, en México, esta brecha comprende el Golfo de Tehuantepec, abarcando la parte más suroriental de Oaxaca y todo el estado de Chiapas, razón por la cual, en este último no se han encontrado corales escleractinios (Glynn et al., 2017). La parte más suroriental en la cual se tienen registros de corales en México se encuentra en Oaxaca, en las áreas de Puerto Ángel, Puerto Escondido y bahías de Huatulco (Glynn & Leyte-Morales, 1997), siendo esta última la más distante.
El área de Huatulco está sujeta a una variedad de frecuentes y severas perturbaciones naturales tales como surgencias estacionales y eventos hidrometeorológicos estacionales como tormentas tropicales, huracanes y variaciones interanuales importantes (i.e., El Niño-Oscilación del Sur) (e.g., Glynn & Leyte-Morales, 1997; Lirman et al., 2001). A pesar de ello, los arrecifes de Huatulco son considerados como uno de los más importantes del Pacífico mexicano por su extensión, grado de desarrollo e importancia biogeográfica debido al papel que juegan en la dispersión genética de organismos que se distribuyen en la región del Pacífico oriental ecuatorial (Reyes-Bonilla, 2003; Lequeux et al., 2018). Por lo anterior, esta área ha sido ampliamente prospectada, por lo que sus arrecifes se encuentran relativamente bien caracterizados y estudiados (e.g., Glynn & Leyte-Morales, 1997; López-Pérez et al., 2014).
En Huatulco, El Tejoncito (15º 46.800´ N; 96º 3.583´ O) fue considerado por mucho tiempo el arrecife más suroriental del Pacífico mexicano (Glynn & Leyte-Morales, 1997) y se creía que, debido a las condiciones subóptimas era imposible el establecimiento y desarrollo de corales (Glynn et al., 2017) al oriente de este arrecife. Pese a lo anterior, prospecciones recientes indican la presencia de una pequeña comunidad coralina al sureste de El Tejoncito, en la localidad conocida como isla La Blanca, por lo que el objetivo de esta contribución es dar a conocer las características, condición y fauna asociada de este arrecife, el más suroriental del Pacífico mexicano.
El área de estudio comprende la isla La Blanca (15º 56.500´ N; 95º 34.583´ O) ubicada al este de las bahías de Huatulco, en el estado de Oaxaca, Pacífico mexicano. La Blanca se localiza aproximadamente a 55 km al sur de El Tejoncito y a 1 km de distancia de la línea de costa de la playa La Colorada. La zona está bajo la influencia de eventos locales y por aquellos que ocurren a nivel de mesoescala en el Golfo de Tehuantepec, tales como precipitaciones, mar de fondo (oleaje intenso durante la temporada de tormentas tropicales y vientos tehuanos), surgencias, “nortes” o vientos Tehuanos, remolinos, corrientes costeras, así como amplias variaciones en la temperatura superficial del mar (Melville et al., 2005; Chapa-Balcorta et al., 2015, 2017; Reyes-Hernández et al., 2016). Adicionalmente, en el área se han reportado incrementos en la concentración de carbono inorgánico disuelto cerca de la superficie, asociados a la presencia de agua subsuperficial subtropical, lo que resulta en una disminución de los valores de pH y Ωarag (Chapa-Balcorta et al., 2015). De manera particular, los valores de temperatura en la región de La Blanca (25ºC) se encuentran dentro del intervalo registrado en el Golfo de Tehuantepec (25-30ºC), aunque menor a lo reportado en otras áreas coralinas como Huatulco (27-28.7ºC). Cerca de la isla se presentan valores de pH de 8.2 a 8.3 y valores de Ωarag de 2 a 2.4 (Flores-Ramírez et al., 2021), aunque durante afloramientos pueden disminuir sensiblemente (7.5 y 1.1, respectivamente) (Chapa-Balcorta et al., 2015).
La isla fue visitada en enero de 2016. Con la finalidad de prospectar y documentar la fauna asociada al sistema se utilizaron tres métodos complementarios: (1) censos mediante cuatro transectos en banda (20 x 1 m para corales pétreos, equinoideos y holoturoideos; 20 x 2 m para asteroideos; 20 x 4 m para peces), (2) prospección visual mediante recorrido errante de 30 minutos (solamente para invertebrados) y (3) recolectas dirigidas. Los transectos de banda y la prospección visual se realizaron siguiendo la metodología descrita en López-Pérez et al. (2014). La recolecta de equinodermos (ofiuroideos) se llevó a cabo de manera manual en diversos sustratos (gorgonias, roca, esponjas); los especímenes recolectados fueron anestesiados con mentol diluido en agua de mar con la finalidad de prevenir la autotomía y fueron fijados y preservados en alcohol al 70 %. Los peces fueron recolectados empleando como anestésico una solución de alcohol (950 ml) y aceite de clavo (50 ml) a una concentración del 5 %, la cual fue esparcida en oquedades, cavidades y grietas. Los peces anestesiados fueron colocados en bolsas de tela, se mantuvieron en frío (~ 8-10°C) para conservar la coloración y realizar su posterior identificación; finalmente, fueron fijados con formol al 5 % y preservados en alcohol al 70 %. Los equinodermos recolectados fueron depositados en la Colección de Equinodermos de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, Ciudad de México, México (CE-UAM), mientras que los peces fueron depositados en la Colección de Peces de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, México (CPUM). Todo el trabajo en campo se llevó a cabo mediante buceo autónomo SCUBA a profundidades entre 2 y 14 m.
Con los registros obtenidos se construyó un listado de especies de invertebrados y peces del arrecife isla La Blanca. El arreglo sistemático y la validez de las especies siguió los criterios de Veron (2000), Reyes-Bonilla (2002) y Reyes-Bonilla et al. (2005) para Cnidaria; Kroh & Mooi (2022), Mah (2022), Stöhr et al. (2022), WoRMS (2022) para Echinodermata; y Fricke et al. (2021a, 2021b) para peces.
Durante la prospección en isla La Blanca se ubicó una comunidad arrecifal en la porción norte de la isla; sin embargo, en la parte este y oeste (Fig. 1) no se registró la presencia de corales a pesar de que poseen una amplia extensión de sustrato rocoso que potencialmente podría ser colonizado por corales pétreos. La comunidad coralina que se desarrolla en la porción norte de la isla, que corresponde a la zona protegida de la influencia directa del oleaje, es extremadamente somera (~ 2-3.5 m de profundidad) y se encuentra expuesta a fuertes corrientes, similar a lo que ocurre en las islas Montosa y Cacaluta en Huatulco, donde los arrecifes se desarrollan en el canal que separa la isla del continente, no así en sus porciones este y oeste (Glynn & Leyte-Morales, 1997). Aunque la porción norte está protegida de la acción directa del oleaje, de acuerdo a nuestras observaciones de campo, pudiera ser que la velocidad de la corriente y el flujo turbulento asociado a ella es suficientemente alta para solo permitir un evento de reclutamiento extraordinario y único, o bien, un continuo, aunque bastante modesto, abasto de reclutas de coral. En tales condiciones, como ha sido observado en otros sitios, pudiera desarrollarse una pequeña comunidad coralina (Reidenbach et al., 2009).
En la porción norte de la isla, las colonias aisladas de corales se encuentran adheridas directamente al sustrato rocoso y no a una estructura carbonatada previa, no alcanzan más de 60 cm de diámetro máximo, se distribuyen al azar en un área no mayor de 30 m de longitud por siete metros de ancho, a una profundidad entre 2 y 3.5 m, y bajo una fuerte y continua corriente. La ausencia de una matriz carbonatada en la cual las colonias se asienten puede sugerir que, una vez muertas las colonias, estas son rápidamente dislocadas del sustrato y los carbonatos transportados fuera del sistema, o son rápidamente intemperizados y disueltos por las condiciones de acidificación típicas del Golfo de Tehuantepec (Chapa-Balcorta et al., 2015); reiniciando así, una nueva comunidad coralina.
La comunidad coralina de isla La Blanca alberga especies de invertebrados y vertebrados típicas de los arrecifes del Pacífico oriental tropical (Cortés et al., 2017). La comunidad arrecifal se caracterizó por una cobertura baja de corales (10 %) y alta de sustrato rocoso (90 %). La especie de coral con la mayor cobertura fue Pocillopora verrucosa (Ellis & Solander, 1786) (7 %), seguida de Pocillopora damicornis (Linnaeus, 1758) (2.5 %) y Pocillopora capitata Verrill, 1864 (0.5 %). Estas especies contribuyen a la estructura de la comunidad coralina como comúnmente lo hacen en el Pacífico americano (Glynn et al., 2017). Llama la atención la ausencia de otros taxa del género Pocillopora, así como de especies de Pavona y Porites cuyas poblaciones más cercanas han sido registradas en los arrecifes de bahías de Huatulco (México; López-Pérez et al., 2014) y en Los Cóbanos (El Salvador; Reyes-Bonilla & Barraza, 2003), que corresponde a los sitios más cercanos al este y al oeste de isla La Blanca. La ausencia de corales masivos puede deberse a que están habituados a condiciones lumínicas menos intensas y, por consiguiente, habitan en aguas más profundas (Iglesias-Prieto et al., 2004), aunque no se descarta la posibilidad de registrarlas durante futuras prospecciones en el área. En general, las colonias de coral no presentaron signos de estrés (blanqueamiento) o mortalidad parcial, y no se encontraron rastros de coral muerto en el área. Además de los corales escleractinios, se registró la presencia de la gorgonia Leptogorgia rigida Verrill, 1864 (Tabla 1), la cual ya ha sido registrada en Oaxaca (Abeytia et al., 2013).
Especie | Censo | Errante | Recolecta |
Filo Cnidaria Hatschek, 1888 | |||
Clase Anthozoa Ehrenberg, 1834 | |||
Subclase Hexacorallia Haeckel, 1896 | |||
Orden Scleractinia Bourne, 1900 | |||
Suborden Astrocoeniina Vaughan & Wells, 1943 | |||
Familia Pocilloporidae Gray, 1840 | |||
Pocillopora capitata Verrill, 1864 | 0.50 % | ||
Pocillopora damicornis (Linnaeus, 1758) | 2.50 % | ||
Pocillopora verrucosa (Ellis & Solander, 1786) | 7.00 % | ||
Subclase Octocorallia Haeckel, 1866 | |||
Orden Alcyonacea Lamouroux, 1812 | |||
Suborden Holaxonia Studer, 1887 | |||
Familia Gorgoniidae Lamouroux, 1812 | |||
Leptogorgia rigida Verrill, 1864 | 1 | ||
Filo Echinodermata Bruguière, 1791 | |||
Clase Asteroidea de Blainville, 1830 | |||
Orden Valvatida Perrier, 1884 | |||
Familia Oreasteridae Fisher, 1908 | |||
Pentaceraster cumingi (Gray, 1840) | 15 | ||
Familia Ophidiasteridae Verrill, 1870 | |||
Phataria unifascialis (Gray, 1840) | 2 | ||
Clase Ophiuroidea Gray, 1840 | |||
Orden Ophiacanthida O’Hara, Hugall, Thuy, Stöhr & Martynov, 2017 | |||
Familia Ophiodermatidae Ljungman, 1867 | |||
Ophioderma panamense Lütken, 1859 | 1 | ||
Ophioderma teres var. unicolor H.L. Clark, 1940 | 1 | ||
Familia Ophiocomidae Ljungman, 1867 | |||
Ophiocoma aethiops Lütken, 1859 | 13 | ||
Ophiocomella alexandri (Lyman, 1860) | 17 | ||
Familia Ophionereididae Ljungman, 1867 | |||
Ophionereis annulata (Le Conte, 1851) | 21 | ||
Familia Ophiotrichidae Ljungman, 1867 | |||
Ophiothrix (Ophiothrix) spiculata Le Conte, 1851 | 1 | ||
Clase Holothuroidea Selenka, 1867 | |||
Orden Dendrochirotida Grube, 1840 | |||
Familia Cucumariidae Ludwig, 1894 | |||
Pseudocnus californicus (Semper, 1868) | 1 | ||
Clase Echinoidea Leske, 1778 | |||
Orden Cidaroida Claus, 1880 | |||
Familia Cidaridae Gray, 1825 | |||
Eucidaris thouarsii (L. Agassiz & Desor, 1846) | 1 | ||
Orden Diadematoida Duncan, 1889 | |||
Familia Diadematidae Gray, 1855 | |||
Centrostephanus coronatus (Verrill, 1867) | 1 | ||
Diadema mexicanum A. Agassiz, 1863 | 1 | ||
Familia Toxopneustidae Troschel, 1872 | |||
Toxopneustes roseus (A. Agassiz, 1863) | 1 |
El filo Echinodermata se encontró representado por 13 especies (dos Asteroidea, seis Ophiuroidea, un Holothuroidea y cuatro Echinoidea; Tabla 1) las cuales también son especies conspicuas y abundantes en Huatulco y Los Cóbanos (López-Pérez et al., 2014; Segovia et al., 2017). Si se compara la riqueza de especies a nivel de arrecife, La Blanca posee una riqueza promedio equiparable a las localidades arrecifales de Huatulco (12 especies; López-Pérez et al., 2014). Las especies más abundantes fueron el asteroideo Pentaceraster cumingi (Gray, 1840) y los ofiuroideos Ophiocoma aethiops Lütken, 1859, Ophicomella alexandri (Lyman, 1860) y Ophionereis annulata (Le Conte, 1851), todas ellas, además, presentaron tallas grandes, lo cual podría atribuirse a la alta productividad de la zona (Lluch-Cota et al., 1997); sin embargo, futuros trabajos son requeridos para confirmar lo anterior. Cabe destacar que, se encontraron especímenes de O. annulata asociados con el poliqueto polinoido Malmgreniella cf. variegata. Esta relación simbiótica ha sido reportada en Jalisco, Colima, islas Marietas (Nayarit) y Oaxaca (Granja-Fernández et al., 2013, 2017). Copalita, contigua a El Tejoncito, en bahías de Huatulco, era la localidad más suroriental en donde se reportó esta asociación (Granja-Fernández et al., 2013), sin embargo, el hallazgo en isla La Blanca amplía el rango de distribución de esta asociación en México. La prevalencia de infestación en La Blanca fue de 0.1 % (dos de 21 especímenes se encontraron infestados); además, los dos comensales tuvieron una intensidad de uno y dos polinoidos, respectivamente. La prevalencia e intensidad de infestación en la isla es similar a la de otras localidades del Pacífico mexicano (Granja-Fernández et al., 2013).
Por otro lado, los peces estuvieron representados por 50 especies (Tabla 2), una de ellas determinada a nivel de género (Enneanectes sp.). Todas las anteriores son representativas y comunes de los arrecifes coralinos del Pacífico oriental tropical (e.g., López-Pérez et al., 2014). En el Parque Nacional Huatulco se han registrado 196 especies de peces a lo largo de 22 años de muestreo (López-Pérez et al., 2014; Valencia-Méndez et al., 2021; Vela-Espinosa et al., 2023). Si se compara lo obtenido en La Blanca basado en una sola prospección, la riqueza de la ictiofauna es particularmente alta y muy probablemente, el inventario aumente considerablemente si se incrementa la intensidad de muestreo y se implementan técnicas de muestreo complementarias. En La Blanca, las familias Haemulidae (seis especies) y Labridae (cinco especies) fueron las que presentaron la mayor riqueza de especies. Las especies más abundantes fueron Stegastes acapulcoensis (Fowler, 1944), Stegastes flavilatus (Gill, 1862) y Thalassoma lucasanum (Gill, 1862). Estas familias y especies se encuentran dentro de las más ricas y abundantes dentro de los arrecifes de bahías de Huatulco y otras áreas al norte de México como Guerrero (Valencia-Méndez et al., 2021).
Especie | Censo | Recolecta |
Filo Chordata Bateson, 1885 | ||
Clase Actinopterygii Klein, 1885 | ||
Orden Holocentriformes Betancur-R et al., 2013 | ||
Familia Holocentridae Bonaparte, 1833 | ||
Myripristis leiognathus Valenciennes, 1846 | 1 | |
Sargocentron suborbitale (Gill, 1863) | 2 | |
Orden Scombriformes Rafinesque, 1810 | ||
Familia Scombridae Rafinesque, 1815 | ||
Scomber japonicus Houttuyn, 1782 | 1 | |
Orden Syngnathiformes Berg, 1940 | ||
Familia Mullidae Rafinesque, 1815 | ||
Mulloidichthys dentatus (Gill, 1862) | 1 | |
Familia Syngnathidae Bonaparte, 1831 | ||
Doryrhamphus excisus Kaup, 1856 | 1 | |
Orden Kurtiformes Jordan, 1923 | ||
Familia Apogonidae Günther, 1859 | ||
Apogon pacificus (Herre, 1935) | 3 | |
Apogon retrosella (Gill, 1862) | 6 | |
Orden Gobiiformes Günther, 1880 | ||
Familia Gobiidae Cuvier, 1816 | ||
Coryphopterus urospilus Ginsburg, 1938 | 1 | |
Gymneleotris seminuda (Günther, 1864) | ||
Tigrigobius digueti (Pellegrin, 1901) | 2 | |
Orden Carangiformes Jordan, 1923 | ||
Familia Carangidae Rafinesque, 1815 | ||
Caranx caballus Günther, 1868 | 20 | |
Euprepocaranx dorsalis (Gill, 1863) | 2 | |
Orden Cichliformes Betancur-R et al., 2013 | ||
Familia Pomacentridae Bonaparte, 1831 | ||
Abudefduf troschelii (Gill, 1862) | 5 | |
Microspathodon dorsalis (Gill, 1862) | 17 | |
Stegastes flavilatus (Gill, 1862) | 160 | 2 |
Stegastes acapulcoensis (Fowler, 1944) | 144 | |
Orden Blenniiformes Rafinesque, 1810 | ||
Familia Tripterygiidae Whitley, 1931 | ||
Axoclinus storeyae (Brock, 1940) | 3 | |
Enneanectes sp. | 1 | |
Familia Labrisomidae Clark Hubbs, 1952 | ||
Malacoctenus zacae Springer, 1959 | 1 | |
Familia Chaenopsidae Gill, 1865 | ||
Acanthemblemaria macrospilus Brock, 1940 | 7 | |
Familia Blenniidae Rafinesque, 1810 | ||
Ophioblennius steindachneri Jordan & Evermann, 1898 | 7 | 1 |
Orden Perciformes sedis mutabilis | ||
Familia Lutjanidae Gill, 1861 | ||
Lutjanus argentiventris (Peters, 1869) | 1 | |
Lutjanus peru (Nichols & Murphy, 1922) | 1 | |
Familia Haemulidae Gill, 1885 | ||
Anisotremus caesius (Jordan & Gilbert, 1882) | 5 | |
Anisotremus taeniatus Gill, 1861 | 2 | |
Haemulon maculicauda (Gill, 1862) | 3 | |
Haemulon scudderii Gill, 1862 | 2 | |
Haemulon sexfasciatum Gill, 1862 | 1 | |
Haemulon steindachneri (Jordan & Gilbert, 1882) | 1 | |
Familia Sciaenidae Cuvier, 1829 | ||
Pareques viola (Gilbert, 1898) | 1 | |
Orden Perciformes Rafinesque, 1810 | ||
Familia Epinephelidae Bleeker, 1874 | ||
Cephalopholis panamensis (Steindachner, 1876) | 2 | 2 |
Epinephelus labriformis (Jenyns, 1840) | 11 | 3 |
Paranthias colonus (Valenciennes, 1846) | 2 | |
Familia Grammistidae Bleeker, 1857 | ||
Rypticus bicolor Valenciennes, 1846 | 1 | |
Familia Labridae Cuvier, 1816 | ||
Bodianus diplotaenia (Gill, 1862) | 2 | |
Halichoeres chierchiae Di Caporiacco, 1948 | 11 | 2 |
Halichoeres dispilus (Günther, 1864) | 82 | |
Halichoeres nicholsi (Jordan & Gilbert, 1882) | 2 | |
Thalassoma lucasanum (Gill, 1862) | 183 | |
Familia Scorpaenidae Risso, 1827 | ||
Scorpaenodes xyris (Jordan & Gilbert, 1882) | 4 | |
Orden Centrarchiformes Bleeker, 1859 | ||
Familia Cirrhitidae Macleay, 1841 | ||
Cirrhitichthys oxycephalus (Bleeker, 1855) | 4 | |
Cirrhitus rivulatus Valenciennes, 1846 | 2 | 2 |
Orden Acanthuriformes Jordan, 1923 | ||
Familia Pomacanthidae Jordan & Evermann, 1898 | ||
Holacanthus passer Valenciennes, 1846 | 1 | |
Pomacanthus zonipectus (Gill, 1862) | 1 | |
Familia Chaetodontidae Rafinesque, 1815 | ||
Chaetodon humeralis Günther, 1860 | 3 | 6 |
Johnrandallia nigrirostris (Gill, 1862) | 2 | 8 |
Familia Acanthuridae Bonaparte, 1835 | ||
Prionurus laticlavius (Valenciennes, 1846) | 29 | |
Orden Tetraodontiformes Berg, 1937 | ||
Familia Balistidae Rafinesque, 1810 | ||
Pseudobalistes naufragium (Jordan & Starks, 1895) | 1 | 1 |
Familia Diodontidae Billberg, 1833 | ||
Diodon holocanthus Linnaeus, 1758 | 2 | |
Familia Tetraodontidae Bonaparte, 1831 | ||
Canthigaster punctatissima (Günther, 1870) | 5 |
El hallazgo de la comunidad coralina de isla La Blanca resulta de relevancia ya que amplía el rango de distribución de corales en México dentro de la “Brecha Faunística del Pacífico Central Americano”. A pesar de encontrarse en una zona con condiciones no aptas para el establecimiento de corales, esta comunidad alberga especies de invertebrados (corales y equinodermos) y vertebrados (peces) representativos de otros arrecifes del Pacífico oriental tropical (Cortés et al., 2017). Es de notar que, a pesar del tamaño relativamente pequeño de la comunidad, se encontró en general una alta riqueza de invertebrados y peces, así como altas abundancias y organismos de tallas grandes. Lo anterior podría atribuirse a la alta productividad de la zona y a que ésta se mantiene relativamente prístina ya que se encuentra alejada de perturbaciones humanas (e.g., grandes asentamientos, turismo) (Lluch-Cota et al., 1997). Los arrecifes de Huatulco se consideran como el único reservorio de especies de la provincia Panámica en México y como un puente en la conectividad de los arrecifes del Pacífico oriental (Lequeux et al., 2018), sin embargo, es altamente probable que la comunidad coralina de isla La Blanca cumpla con esa función en la zona, aunque considerando la dimensión de las poblaciones de corales, su aporte a la conectividad regional podría ser marginal. Finalmente, las condiciones ambientales en las cuales se desarrolla la comunidad urgen a que aspectos como la calcificación coralina y su relación con condiciones de acidificación del océano y estrés térmico, sean investigados en isla La Blanca.