Introducción
Los factores más importantes que pueden amenazar la continuidad de la ganadería y de las unidades de producción (UP) ganaderas resultan de la marginación en zonas desfavorecidas (Baldock et al., 1996). El envejecimiento de los ganaderos, el relevo generacional bajo, la migración (Vilaboa et al., 2009; Bernués et al. 2011), la inestabilidad en los precios de la leche y la carne vendidos a intermediarios o en periodos críticos o de demanda menor, la competitividad entre UP (Rebollar et al., 2011), la dependencia de insumos externos (Shamsuddin et al., 2006) y el deterioro de los recursos naturales (Gibon, 2005) también son factores para el abandono.
Este esquema se presenta en numerosas zonas rurales (McDonald et al., 2000; Romo-Bacco et al., 2014) y afectan la capacidad de producción de las UP y el modo de vida de la población rural (Fratkin y Mearns, 2003). Bajo estas circunstancias, la familia debe buscar otras fuentes de ingreso para satisfacer sus necesidades (García-Martínez et al., 2009; Ayantunde et al., 2011).
Sin embargo, estos factores también favorecen la diversificación de la ganadería, ajustes y reestructuración en el uso de la tierra, de la mano de obra y cambios en las estrategias de producción (Nardone et al., 2010; Tittonell et al., 2010), así como, la incorporación de diversas razas de animales y cambios importantes en la orientación de la producción (Bernués et al., 2011). Estos cambios y ajustes resultan de las exigencias que el medio socioeconómico impone (García-Martínez et al., 2011) y de las directrices que las políticas agropecuarias establecen (Laurent et al., 2003).
La ganadería es una actividad económica estratégica en zonas rurales, que permite acceso al capital y a los productos que genera (López et al., 2001; Rojo-Rubio et al., 2009). Además, desempeña una función importante de cohesión económica, social y ambiental (Laurent et al., 2003; Ayantunde et al., 2011), a pesar del crecimiento acelerado de otras actividades económicas como el turismo y de una población rural con actividad agropecuaria cada vez más escasa (Gibon et al., 2004; Lasanta-Martínez et al., 2007).
Las zonas tropicales de México se asocian con costos bajos de producción por el uso estratégico de los recursos disponibles (Absalón-Medina et al., 2012b), mano de obra familiar (García-Martínez et al., 2011), producción baja de leche y de carne, y producción estacional de forraje (Pech et al., 2002; Aguilar-Pérez et al., 2011). En la región sur del Altiplano Central, la ganadería se desarrolla en condiciones topográficas difíciles, temperaturas extremas (28-35 °C) y escasez de agua (SIAP-SAGARPA, 2013). La ganadería doble propósito (DP) en la región se caracteriza por razas Bos indicus (Brahman, Nelore, Guzerat, Gyr) o cruzado con razas Bos taurus como Holstein y Pardo Suizo, para la producción de leche; y Charolais y Simmental, para producir becerros (Pech et al., 2002; Aranda-Ávila et al., 2010) y los ingresos por la venta de carne y leche (Rojo-Rubio et al., 2009; Absalón-Medina et al., 2012a). El objetivo del estudio fue analizar los cambios entre 2006 y 2013 en la estructura, el manejo y la gestión en UP de ganado bovino de doble propósito en Tejupilco, Estado de México.
Materiales y métodos
El estudio se realizó en el municipio de Tejupilco, al suroeste del Estado de México (18° 45’ 30” y 19° 04’ 32” N y 99° 59’ 07” y 100° 36’ 45” O, 1330 msnm, clima Cwa subtropical, con temperatura de 15 a 30 °C, precipitación promedio anual de 1200 mm y lluvias en verano). La superficie del municipio es 66 912 ha y representan 3 % del total estatal (IGECEM, 2009); 6.6 y 78 % del territorio es para agricultura y ganadería (Plan de Desarrollo Municipal de Tejupilco 2013-2015), hay 21 865 bovinos (19 457 para carne y 2409 para leche), que representaron 18.6 % del total estatal y 4.26 % del nacional (INEGI, 2014).
La información de 2006 se obtuvo de seguimientos técnicoeconómicos con encuestas estructuradas a 50 ganaderos con vacas lecheras Holstein, elegidos por muestreo aleatorio con 95 %, de confiabilidad con la ecuación:
donde: n es el tamaño de la muestra, N es el tamaño de la población y 0.12 el error estándar determinado por el investigador, descrita por Hernández et al. (2004). La muestra se obtuvo del censo de ganaderos en dos asociaciones locales, General Puerta del Sur y Local General de Tejupilco, con un censo de 100 UP lecheras, registradas en ocho localidades del municipio: Rincón de Aguirre, Rincón del Carmen, Rio Grande, Almoloya de las Granadas, Las Mesas de Ixtapan, El Campanario de Ixtapan, El Saus y Tenería. La muestra evaluada fue representativa de la muestra de UP lecheras en las dos asociaciones.
En 2013 se evaluó la misma muestra de UP evaluada en 2006, con el mismo instrumento para obtener información de la estructura, manejo, la gestión y economía de las UP para evaluar los cambios en el periodo de 7 años. Las variables evaluadas fueron 28: 14 fueron de estructura, sobre el manejo y la gestión de la UP (abandono de la actividad ganadera, disponibilidad de mano de obra, superficie y número de animales, alimentación, producción y reproducción del hato), de las cuales siete se expresaron en %; y 14 variables económicas (cuatro expresadas en %). La información se analizó mediante una prueba t de Student para comparar promedios de las variables entre fechas (p≤0.05), con STATISTICA 9.0. Las 28 variables se validaron mediante análisis exploratorios para identificar datos perdidos o aberrantes, y los datos fueron rectificados y validados con el seguimiento técnico y económico, con los registros de las UP, y con informantes clave y estadísticas oficiales (precios de venta de los productos obtenidos y costos de los insumos) para las variables económicas.
Resultados y discusión
Abandono de la actividad ganadera
Veintidós de las 50 UP estudiadas en 2006 se encontraron en 2013, es decir, 56.0 % de las UP abandonaron la ganadería en siete años. Las causas principales fueron número reducido de animales sostenidos y venta de las tierras. Según Gibon et al. (2004) esto sucede cuando existe abandono total o de una porción significativa de la tierra, o cuando se cambia el uso de las actividades agropecuarias. Otros factores clave fueron el costo alto de la producción y la edad avanzada o fallecimiento de los ganaderos y relevo generacional bajo, como lo destacan Baldock et al. (1996) y García-Martínez et al. (2009). Estos cambios también reflejan la dinámica de las UP y su capacidad para adaptarse al medio en el cual se desarrollan (García-Martínez et al., 2011) y la diversidad en las condiciones de manejo de las UP (Ruben y Pender, 2004; Veysset et al., 2005).
Disponibilidad de mano de obra
La mano de obra para la ganadería disminuyó 42 % (p≤0.05), la disponibilidad en unidades de trabajo año (UTA-1) cambiaron de 2.4±0.16 a 1.7±0.25 de 2006 a 2013. Durante 2006 la mano de obra contratada (% UTA-1 fue 0.4±0.2) tenía poca importancia; aunque en 2013 aumentó (11.3±2.1) (p≤0.05). Según Romo-Bacco et al. (2014), la mano de obra familiar (% UTA-1 de 99.6±0.2 en 2006 y 88.7±2.1 en 2013) es fundamental (p≤0.05) en UP en pequeña escala (Posadas-Domínguez et al., 2013). Entre los factores que influyen en la contratación de mano de obra están las actividades múltiples de la familia y el aumento de superficie y hato, que inducen un uso intensivo de la mano de obra (García-Martínez et al., 2011).
Superficie y tamaño del hato
En superficie no hubo diferencias significativas (p>0.05), aunque la superficie total aumentó 30.0 % (Cuadro 1). La superficie para la producción de forraje (SF) no cambió (p>0.05), pero, los cultivos agrícolas (CA) aumentaron, y la importancia mayor del alquiler de tierra fue significativo (p≤0.05). Aunque, no hubo diferencias significativas entre fechas (p>0.05) la superficie con pastos se aumentó 21 % y 12 % la superficie cultivada con maíz (p≤0.05).
2006 n=50 | 2013 n=22 | Promedio n=72 | EEM † | p ¶ | |
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Superficie (ha) arable útil (SAU) | 18.4 | 26.3 | 20.8 | 3.1 | 0.245§ |
Superficie forrajera (SF)/SAU (%) | 80.9 | 78.5 | 80.2 | 2.4 | 0.640§ |
Cultivos agrícolas (CA)/SAU (%) | 19.1 | 21.5 | 19.8 | 2.4 | 0.634§ |
SAU propia (%) | 92.9 | 71.5 | 86.4 | 3.2 | 0.000Þ |
SAU alquilada (%) | 7.1 | 28.5 | 13.6 | 3.2 | 0.000Þ |
Pastos, ha | 15.6 | 21.6 | 17.4 | 2.9 | 0.349§ |
Vacas, número | 7.3 | 10.5 | 8.3 | 0.9 | 0.107§ |
Carga ganadera (UGB¤ ha-1) | 1.3 | 1.3 | 1.3 | 0.2 | 0.914§ |
EPP†† de vaquillas (meses) | 30.2 | 31.3 | 30.6 | 0.7 | 0.522§ |
Becerros destetados por vaca | 0.75 | 0.63 | 0.71 | 0.03 | 0.063§ |
UP que ensilan (%) | 46.0 | 18.2 | 37.5 | 5.7 | 0.025 Þ |
†Error estándar de la media; ¶probabilidad. §Pruebas t de Student no son significativas (p>0.05). ÞPruebas t de Student son significativas (p≤0.05); ¤Unidades de ganado bovino. ††Edad a primer parto
El incremento de la superficie, según García-Martínez et al. (2009) y Tittonel et al. (2010), se debe a que UP activas alquilan o compran tierras a las UP que abandonan parcial o totalmente la ganadería. Esta superficie se destina principalmente al pastoreo (García-Martínez et al., 2011) y, por tanto, resalta el manejo extensivo del ganado.
En el tamaño del hato no hubo diferencias (p>0.05), aunque aumentó 29 % el número de vacas para pie de cría (Cuadro 1). Esto mostró que las UP experimentan cambios estructurales favorecidas por el aumento de la superficie, lo cual es fundamental para el desarrollo de esta actividad (Tittonell et al., 2010).
Las UP con hatos pequeños y disponibilidad limitada de superficie abandonan la actividad ganadera (García-Martínez et al., 2009). En este esquema existe tendencia al crecimiento de UP grandes y consolidadas, mantenimiento de UP medianas y abandono de las UP de tamaño menor.
Manejo del hato
En el manejo del ganado no hubo diferencias (Cuadro 1). La carga ganadera en unidades de ganado bovino por unidad de área (UGB ha-1) se mantuvo (p>0.05) debido al aumento proporcional de superficie y hato. Esto también lo observaron Bernués et al. (2005) y García-Martínez et al. (2009).
Evidencias de cambio en la edad al primer parto no hubo en vaquillas ni en becerros destetados (p>0.05). Cuevas-Reyes et al. (2013) indicaron que en UP DP pequeñas no existen programas para mejorar los indicadores reproductivos. Asimismo, encontrar vaquillas con más de 24 meses de edad al primer parto se debe a deficiencias en la alimentación durante el crecimiento (Arriaga-Jordán et al., 2003). Ambos casos son factores que contribuyeron al abandono de la actividad.
Cambios significativos (p≤0.05) se observaron en la alimentación. Durante 2006, 46.0 % de las UP proporcionaban ensilado de maíz al ganado y este indicador disminuyó en 2013, lo cual se relaciona con la orientación productiva del ganado. Las 50 UP producían leche en 2006 (Hernández-Morales et al., 2013) por tanto, el ensilado fue importante para su alimentación. En 2013 la ganadería presentó tendencia mayor a la producción de carne y el ensilado de maíz perdió importancia en la alimentación. Este cambio aumentó 5 % el costo de alimentación con respecto a 2006 (p≤0.05). Como resultado 68.0 % de las UP presentaron tendencia mayor al DP,23.0% a la producción de carne y solo 9% a la producción de leche. Así, las UP en contextos rurales cambiantes son altamente dinámicas y resultan de la planificación y consecución simultánea de varios objetivos estratégicos (Tittonel et al., 2010) que pueden ser productivo-económico, social-familiar o ambiental (García-Martínez et al., 2011).
Indicadores económicos
En el ingreso total (IT anual) no se observaron diferencias (p>0.05) (Cuadro 2). Pero el IT aumentó 15.0 % por el número mayor de animales y cambio de orientación productiva. Para IT por vaca e IT ha-1 hubo diferencias significativas (p≤0.05). Los ingresos por venta de leche y carne también cambiaron (p≤0.05) como factor de ajuste de las UP al medio socioeconómico en el cual se desarrollan (García-Martínez et al., 2011).
2006 | 2013 | Promedio | EEM † | p ¶ | |
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Ingreso total (IT por año) | 68.8 | 80.7 | 72.5 | 7.4 | 0.466§ |
Ingreso leche (%) | 77.3 | 58.3 | 71.5 | 3.5 | 0.012Þ |
Ingreso carne (%) | 19.7 | 36.0 | 24.7 | 3.3 | 0.022Þ |
Otros ingresos (%) | 3.1 | 5.7 | 3.9 | 1.9 | 0.527§ |
IT por vaca | 9.1 | 38.9 | 18.2 | 3.9 | 0.000Þ |
IT ha-1 | 10.1 | 22.3 | 13.8 | 2.3 | 0.015Þ |
Costo total (CT por año) | 15.5 | 26.1 | 18.7 | 1.2 | 0.000Þ |
CT vaca-1 | 3.2 | 6.0 | 4.1 | 0.4 | 0.002Þ |
CT SF-1 | 3.0 | 12.4 | 5.9 | 1.3 | 0.001Þ |
Costo alimentación (%) | 73.3 | 78.01 | 74.8 | 1.2 | 0.048Þ |
Margen neto (MN por año) | 53.4 | 54.7 | 53.8 | 7.2 | 0.473§ |
MN por vaca | 7.6 | 4.8 | 6.7 | 1.0 | 0.025Þ |
MN SF-1 | 7.4 | 8.2 | 7.6 | 1.8 | 0.430§ |
MN UTA-1 | 28.8 | 29.5 | 29.0 | 4.5 | 0.156§ |
†Error estándar de la media; ¶probabilidad; §Pruebas t de Student no son significativas (p>0.05). ÞPruebas t de Student son significativas (p≤0.05); ¤ Los datos monetarios se expresaron en precios reales o constantes (Banco de México, 2014)
La venta de leche disminuyó 19 % sobre el IT, mientras que la venta de carne incrementó 16 puntos porcentuales (p≤0.05). Esta situación se presenta en otras regiones del estado de México, en que la venta de machos engordados y becerros es el sustento de las UP (Rebollar et al., 2011), y en otras regiones con condiciones de producción similares (Veysset et al., 2005; García-Martínez et al., 2011).
La producción y venta de leche, es el sustento familiar mayor en UP de la región (Hernández-Morales et al. 2013). En 2013, 9 % de las UP se mantenían produciendo leche y su venta fue el sustento económico familiar, como en otros municipios del sur del Estado de México (Albarrán-Portillo et al., 2015). Estas evidencias muestran que a través del tiempo, en el altiplano central de México, la venta de leche se mantiene porque genera efectivo diario y empleo en zonas rurales (Espinoza-Ortega et al., 2007; Albarrán-Portillo et al., 2015).
En el costo total por vaca y por ha hubo diferencias significativas (p≤0.05). En 2013 fue mayor, a pesar del uso mayor de superficie para pastoreo, (Albarrán-Portillo et al., 2015). Según García-Martínez et al. (2011), esta tendencia se debe al aumento en el tamaño del hato, la superficie mayor con CA, y mayor uso de concentrados comerciales, cuando los bovinos se engordan en la UP.
En el margen neto total (MN), MN ha-1 y MN UTA-1 no hubo cambios (p>0.05), pero en el MN por vaca sí hubo cambios (p≤0.05). Este indicador disminuyó (36.9 %) en 2013 por la reducción de becerros destetados (19.6 %) y del ingreso por venta de leche.
El costo de alimentación aumentó del 2006 al 2013, lo cual muestra que el uso mayor de la superficie para el pastoreo es deficiente. García-Martínez et al. (2011) observaron una tendencia de aumento en uso de superficies para pastoreo para reducir el uso de insumos externos y los costos de producción. Al respecto, Pech et al. (2002) y Shamsuddin et al. (2006) muestran que el costo por alimentación puede disminuir 10.0 % cuando aumenta la superficie para pastoreo.
Conclusiones
El número de Unidades de Producción de Doble Propósito del sur del Estado de México disminuyó significativamente en un periodo de 7 años, principalmente de aquellas con hatos pequeños, disponibilidad de tierra y mano de obra baja. Estos son los factores que limitan su desarrollo. En contraparte, existe tendencia de crecimiento en UP que mantienen actividad, tamaño del hato y su superficie. Además, hay evidencia de cambios estructurales en el manejo y en la gestión de las UP que influyen para definir un nuevo esquema para la producción de carne, aunque la producción de leche represente una fuente importante de ingresos.