INTRODUCCIÓN
El fruto conocido como pitaya y con el nombre científico de Stenocereus crece en los climas áridos y semiáridos, su distribución inicia en el Sur de los Estados Unidos hasta Centroamérica (Quiroz-González, García-Mateos, Corrales-García & Colinas-León, 2018), dentro de éste género se encuentran 24 especies, de las cuales 21 son endémicas de México (Gibson & Horak, 1978). S. stellatus, S. queretaroensis, S. griseus y S. pruinosus son especies utilizadas en las plantaciones agrícolas comerciales (Santacruz Vázquez, Santacruz Vázquez & Huerta Espinosa, 2009); en este estudio la especie de interés S. thurberi variedad thurberi, conocido como “pitaya dulce” es un fruto silvestre recolectado y comercializado en los mercados locales (Bravo-Hollis, 1991) de la región de San José del Llano, Badiraguato, Sinaloa.
Los frutos de pitaya se nombran de acuerdo al color de la pulpa con tonalidades que varían desde rojas, moradas, amarillas, rosadas, hasta anaranjadas y blancas (Campos-Rojas, Pinedo-Espinoza, Campos-Montiel & Hernández-Fuentes, 2011), lo que les confiere potencial para el uso de colorantes naturales en la industria alimentaria, en sustitución de los colorantes comerciales (García-Cruz, Salinas-Moreno & Valle-Guadarrama, 2012; Vargas-Campos et al., 2018). Su color se debe a los pigmentos conocidos como betalaínas, compuestos hidrosolubles que forman betacianinas (compuestos rojo-púrpura) cuando se unen a una estructura del ciclo-Dopa y el ácido que contienen da lugar a las betaxantinas (compuestos amarillos) cuando se conectan a una amina primaria o secundaria (Gandía-Herrero & García-Carmona, 2013). Existen pocos estudios sobre el contenido de las betalaínas en S. thurberi, y la mayoría de ellos se centran en las de color rojo, reportándose valores entre 2,430-2,540 μg g-1 de la pulpa en peso seco (Pérez-Loredo, De Jesús & Barragán-Huerta, 2017; Rodríguez-Félix, Fortiz-Hernández & Tortoledo-Ortiz Orlando, 2019). Estos compuestos son utilizados para aumentar el potencial nutracéutico de los alimentos, debido a su poder antioxidante y antimicrobiano, además de estimular el sistema inmunológico, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos degenerativos y cáncer (Song, Chu, Xu, Xu & Zheng, 2016; Choo, 2018). La capacidad antioxidante de los frutos de S. thurberi se ha determinado por medio de los radicales DDPH Y ABTS+ con valores entre 10.7 y 17.6 mM equivalentes de Trolox g-1 de peso seco, respectivamente (Castro-Enríquez et al., 2020) y solo para los frutos rojos. Esta capacidad antioxidante puede ser el producto de la sinergia entre las betalaínas y los compuestos fenólicos (García-Cruz, Dueñas, Santos-Buelgas, Valle-Guadarrama & Salinas-Moreno, 2017), motivo por el que los frutos de pitaya también han sido evaluados en términos de su contenido de compuestos fenólicos (1,131- 2,070 mg equivalentes de ácido gálico por 100 g de peso seco) (Rodríguez-Félix et al., 2019; Castro-Enríquez et al., 2020). Estas sustancias se consideran de gran importancia, ya que pueden prevenir diferentes enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo (Macheix, Fleuriet & Billot, 2018).
La concentración de azúcares en S. thurberi supera lo publicado en las especies de S. pruinosus, S. stellatus y S. queretaroensis, y por esta característica se le conoce como pitaya dulce (García-Cruz, Valle-Guadarrama, Guerra-Ramírez, Martínez-Damián & Zuleta-Prada, 2022), en esos artículos solo se menciona el contenido de los azúcares reductores, y que además es mayor el contenido de glucosa que de fructosa (Rodríguez-Félix et al., 2019).
Diversos estudios también han evaluado las características fisicoquímicas y/o nutracéuticas de la pitaya de S. thurberi (Muy, Campos & Siller, 1999; García-Cruz et al., 2012; Rodríguez-Félix et al., 2019; Castro-Enríquez et al., 2020). Sin embargo, estos trabajos se concentran en la evaluación de los frutos rojos, sin información del contenido mineral de los mismos. El objetivo de este estudio fue determinar el color, la composición mineral, la calidad química y nutracéutica de los frutos de pitaya silvestre (Stenocereus thurberi) en sus cuatro colores (rojo, tinto, amarillo y anaranjado) provenientes de San José del Llano, Badiraguato, Sinaloa.
Materiales y métodos
Localización
Se evaluaron cuatro colores de la pitaya (Stenocereus thurberi) (roja, amarilla, anaranjada y tinta) (Figura 1), endémicas de San José del Llano, Badiraguato, Sinaloa, México, situado a 620 metros de altitud, longitud: -107.338889 y latitud: 25.785556. Se recolectaron los frutos en la madurez comercial (abertura de pericarpio) durante el mes de junio de 2022. Los frutos se transportaron en hieleras hasta el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A. C. Unidad Culiacán, se separó el epicarpio del endocarpio manualmente y la pulpa se congeló a -20 °C para su posterior análisis.
Composición química
Para la determinación de los parámetros de calidad se deshidrató la pulpa de la pitaya hasta peso seco constante en una estufa (NAHITA® 631, Francia) a 60 °C. Después del secado, estos se molieron en un molino de acero inoxidable (Mod. 3383-L10 Thomas Scientific®) y se cribaron en una malla del No. 40.
Los contenidos de humedad, cenizas, grasas, proteínas (Nitrógeno *6.25) y fibra total se determinaron con los métodos oficiales 920.39, 942.05, 920.39, 920.87 y 985.29 (AOAC, 1998), respectivamente.
El nitrógeno total se analizó por el método micro-Kjeldahl (Sparks, Page, Helmke, Loeppert & Bremner, 1996), el fósforo por espectrofotometría visible (Spectrophotometer UV/Vis 6705 Jenway®, UK) y la cuantificación de calcio, magnesio, potasio, sodio, hierro, zinc, manganeso y cobre por espectrometría de absorción atómica (AA FS de llama AA 280FS + SIPS 20, Agilent Technologies®, EE. UU.) (AOAC, 1998).
Se tomó una muestra de 10 g de pulpa fresca de cinco frutos y se licuaron, la mezcla se filtró en una tela de organza y se determinó el contenido de los sólidos solubles totales en un refractómetro Mettler Toledo Mod. RE40D®, los resultados se expresaron en °Brix.
Contenido de azúcares
Los azúcares solubles disponibles se midieron como glucosa, fructosa y sacarosa. La pulpa de pitaya (2 g) se sonicó con 20 mL de etanol-agua (80:20, v/v) durante 15 minutos y se centrifugó a 4,000 g durante 10 minutos. Se agruparon tres extracciones del sobrenadante, de los que se tomaron 0,5 mL para evaporarlos a sequedad y resuspenderlos con 5 mL de agua. Los azúcares se determinaron utilizando el kit de ensayo Megazyme® Sacarosa, D-Fructosa y D-Glucosa (Bray, Business Park, Bray, Co., Wicklow, Irlanda, 2018) de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
Extracción y cuantificación de las betalaínas
La extracción de las betalaínas se llevaron a cabo de acuerdo a lo descrito por (García-Cruz et al., 2012). El contenido de betacianinas y betaxantinas se cuantificó mediante la medición de absorbancias de los extractos de betalaínas a 538 y 483 nm en un espectrofotómetro Perkin Elmer Lambda 25® UV/Vis (USA) (Castellanos-Santiago & Yahia, 2008).
Fenoles totales y capacidad antioxidante
Los fenoles totales se cuantificaron por el método Folin-Ciocalteu (Swain & Hillis, 1959) usando una curva estándar de ácido gálico (AG) (Sigma-Abldrich®) a concentraciones de 0 a 0.4 mg mLˉ¹ (Y= 2.99x + 0.0245, R²=0.99) y los resultados se expresaron como miligramos equivalentes de ácido gálico por kilogramo de base húmeda (mg EAG kg-1 bh). La capacidad antioxidante (CA) se determinó por dos métodos: 1) ABTS [ácido 2,2-azino-bis(3-etilbenzotiazolin)-6-sulfónico] (López-Contreras, Zaval-García, Urias-Orona, Martínez-Ávila & Rojas, 2015) y 2) ORAC (Capacidad de Absorción de los Radicales de Oxígeno) (Huang, Ou, Hampsch-Woodill, Flanagan & Prior, 2002), para ambos métodos se utilizó una curva estándar de Trolox (Sigma-Aldrich®) a concentraciones de 0 a 1 µmol para ABTS (Y= 0.662x + 0.002, R²= 0.993) y 0 a 140 µmol para ORAC (Y= 0.303x + 0.978, R²= 0.998). La CA de ambos métodos se convirtió en micro moles equivalentes de Trolox (ET) por gramo de base húmeda (µmol ET g-1 bh). Las tres variables de respuesta se evaluaron en un lector de microplacas Sinergy HT (BioTek, Inc®, EE. UU.).
Análisis de color
Los atributos de color se obtuvieron en la escala CIELCH. Los frutos de pitaya recién cosechados fueron partidos por la mitad para realizar la medición de color en términos de L*, a*, b* utilizando un espectrofotómetro (Konica Minolta CM-700d®, EE. UU.). Para cada tratamiento se usaron tres muestras: se tomaron medidas en dos puntos del endocarpio y se calculó el valor promedio de cada muestra. La imagen en color se obtuvo con el software ColorHexa (ColorHexa, 2022) usando L*, a*, b* para cada medición de muestra.
Análisis estadístico
Todas las pruebas fueron realizadas por triplicado. El análisis, de los datos, se hizo mediante un análisis de varianza (ANOVA) de una vía para cada una de las variables probadas en el software Minitab. La diferencia de medias se analizó con la prueba de Tukey al 95 % de nivel de significancia (P ≤ 0.05).
Resultados y discusión
Análisis proximal y contenido mineral
El análisis proximal mostró ligeras diferencias en la humedad, la proteína, la fibra total y los sólidos solubles totales (SST) (P ≤ 0.05) entre los colores de la pitaya (Tabla I). La humedad superó el 82 % para los frutos rojos, amarillos y anaranjados, sin embargo, en la pitaya tinta el valor fue menor (78.7 %) y estadísticamente diferente. Estos resultados están ligeramente por abajo de los reportados entre el 85 % y el 89 % para distintas especies de Stenocereus (Pérez-Loredo, García-Ochoa & Barragán-Huerta, 2016; García-Cruz et al., 2022). El contenido de fibra total es el segundo componente más importante con valores entre 34 y 38 g kg-1 (Tabla I), valores superiores a los publicados de 5.3 y 16.3 g kg-1 para S. pruinosus y S. stellatus respectivamente (García-Cruz et al., 2022). La pitaya de color rojo mostró el mayor contenido de proteína (1.5 %) superando los valores mencionados por (Castro-Enríquez et al., 2020) para la misma especie (0.86 %), sin embargo, el contenido concuerda con lo descrito para Hylocereus spp. (1.45 %) (Shrikant Sonawane, 2017).
Humedad | Cenizas | Grasa | Proteína | Fibra total | SST | |
---|---|---|---|---|---|---|
----------------------------%--------------------------------- | g kg-1 | °Brix | ||||
Roja | 82.4 ± 0.9a | 0.8 ± 0.1a | 0.1 ± 0.01a | 1.5 ± 0.04a | 34.4 ± 0.2b | 12.4 ± 0.04c |
Amarilla | 83.9 ± 0.4a | 0.7 ± 0.02a | 0.1 ± 0.01a | 0.5 ± 0.04b | 37.7 ± 0.7a | 12.7 ± 0.04b |
Anaranjada | 82.7 ± 1.5a | 0.9 ± 0.1a | 0.1 ± 0.001a | 0.3 ± 0.01c | 38.0 ± 1a | 13.5 ± 0.06a |
Tinta | 78.7 ± 0.6b | 0.8 ± 0.01a | 0.1 ± 0.01a | 0.5 ± 0.02b | 36.5 ± 1.1ab | 13.3 ± 0.1a |
Todos los valores corresponden al peso seco. Los valores son la media ± desviación estándar (n = 3), letras diferentes en la misma columna indican diferencias significativas entre muestras usando la prueba de Tukey (P ≤ 0.05).
El nivel de los sólidos solubles totales (SST) fue similar para los cuatro colores de la pitaya, con rangos entre 12.4 y 13.5 °Brix (Tabla I), valores que concuerdan con los de (Rodríguez-Félix et al., 2019; Castro-Enríquez et al., 2020) para S. thurberi color rojo de Sonora (12.8 °Brix). Distintas especies como S. stellatus y S. queretaronensis han mostrado contenidos menores de (9 y 11 °Brix respectivamente) (Pérez-Loredo et al., 2016).
El contenido mineral para macro y micronutrientes mostró una gran variabilidad dependiendo del color del fruto de pitaya (P ≤ 0.05). Los frutos de color rojo tienen los contenidos más altos en nitrógeno, sodio y cobre, los frutos naranjas en fósforo, manganeso y zinc, a diferencia de los de color tinto que mostraron los valores más altos en potasio, calcio, magnesio, hierro y manganeso, (Tabla II). Hasta el momento se desconoce el contenido mineral para S. thurberi, sin embargo, son conocidos los componentes (mg kg-1) de P (3.6, 3.4), K (1.1, 1.2), Ca (0.9, 0.95) y Mg (2.3, 2.1) de S. pruinosus del color rojo y naranja respectivamente (García-Cruz et al., 2022) con valores muy por debajo a los citados en esta investigación. Estas diferencias se atribuyen, posiblemente, a las distintas regiones de crecimiento, ya que al ser cultivos silvestres se desarrollan en suelos pedregosos o poco profundos, donde el ambiente puede ser una causa de estrés debido a la baja disponibilidad de agua y minerales (Pimienta-Barrios, Pimienta-Barrios & Nobel, 2004). Hylocereus polyrhizus mejor conocida como pitahaya o fruta dragón es un cultivo agrícola explotado comercialmente, distribuido principalmente en Malasia y Australia, y para el que se mencionan contenidos de (mg kg-1) de P (300), K (1,580) y Mg (280) (Khalili et al., 2006; Nurul & Asmah, 2014), menores a los aquí presentados, sin embargo, a pesar de ser un cultivo silvestre, se recomienda la inclusión de S. thurberi en la ingesta diaria de la dieta humana (García-Gabarra, 2006).
Roja | Amarilla | Anaranjada | Tinta | |
---|---|---|---|---|
------------------------------ mg kg-1 ------------------------------ | ||||
N | 2318.3 ± 10.27a | 815.9 ± 10.4b | 545.5 ± 9.9c | 802.2 ± 7.6b |
P | 268.8 ± 1.2c | 266.3 ± 2.6c | 346.0 ± 5.2a | 310.9 ± 5.8 b |
K | 2174.0 ± 18.4d | 2386.5 ± 12.6b | 2328.5 ± 9.5c | 2636.1 ± 9.44a |
Ca | 8.6 ± 0.1c | 9.5 ± 0.1b | 9.6 ± 0.2b | 14.1 ± 0.4a |
Mg | 496.0 ± 5.1b | 508.6 ± 3.1b | 232.7 ± 4.9c | 583.2 ± 7.5a |
Na | 79.4 ± 1a | 40.6 ± 0.7c | 35.1 ± 0.5d | 72.5 ± 0.4b |
Fe | 8.9 ± 0.1b | 6.3 ± 0.2c | 6.6 ± 0.1c | 10.8 ± 0.2a |
Mn | 2.3 ± 0.2c | 3.5 ± 0.1b | 3.9 ± 0.1a | 4.1 ± 0.1a |
Zn | 3.8 ± 0.2b | 2.9 ± 0.1c | 4.5 ± 0.1a | 3.1 ± 0.1c |
Cu | 1.0 ± 0.2a | 0.5 ± 0.03c | 0.7 ± 0.1b | 0.5 ± 0.1c |
Los valores corresponden a la media ± desviación estándar (n = 3), letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas entre muestras usando la prueba de Tukey (P ≤ 0.05).
Azúcares solubles
Los principales azúcares que se encontraron en los cuatro colores de la pitaya fueron glucosa y fructosa, con un contenido de glucosa dos veces mayor que la fructosa en todos los frutos. No se detectó sacarosa (Tabla III). En Rodríguez-Félix et al. (2019) el contenido de glucosa y fructosa es de (35.6 y 17.4 g 100g-1 respectivamente) en los frutos rojos de S. thurberi de Sonora, éstos valores son mayores a los generados en este trabajo, sin embargo, se conserva la relación de una proporción. El contenido de los azúcares totales fue mayor para la pitaya de color naranja (18.7 g 100g-1), valor que supera a lo previamente publicado para otras especies (S. pruinosus, S. stellatus y S. queretaroensis) (Pimienta-Barrios et al., 1997; García-Cruz, Valle-Guadarrama, Salinas-Moreno & Joaquín-Cruz, 2013; Pérez-Loredo et al., 2016).
D-Glucosa | D-Fructosa | Sacarosa | Azúcares Totales | |
---|---|---|---|---|
------------------------ g 100g-1 ---------------------------------- | ||||
Roja | 10.2 ± 0.7b | 5.3 ± 0.6a | ND | 15.5 ± 1.3b |
Amarilla | 6.3 ± 0.3c | 1.8 ± 0.6b | ND | 8.1 ± 0.8c |
Anaranjada | 12.6 ± 1.1a | 6.1 ± 0.4a | ND | 18.7 ± 0.7a |
Tinta | 9.6 ± 0.5b | 4.9 ± 0.6a | ND | 14.5 ± 1.1b |
Los valores corresponden al peso húmedo. Los valores corresponden a la media ± desviación estándar (n = 3), letras diferentes en la misma columna indican diferencias significativas entre muestras usando la prueba de Tukey (P ≤ 0.05). ND: no detectado.
Contenido de betalaínas
La diversidad de los colores que exhiben los frutos de Stenocereus es por la proporción en la que se combinan las betacianinas y las betaxantinas, lo que da lugar a que la tonalidad varié de amarillo a morado, pasando por naranja y diferentes tonalidades de rojo (Gandía-Herrero, Cabanes, Escribano, García-Carmona & Jiménez-Atiénzar, 2013). El contenido de betacianinas y betaxantinas y principalmente de betalaínas fue mayor para los frutos de pitaya color tinta, seguido de los rojos, anaranjados y el contenido más bajo fue para los frutos amarillos (P ≤ 0.05) (Figura 2), este comportamiento esta correlacionado con el color de la fruta, a mayor intensidad de color es mayor el contenido de estos compuestos (Sandate-Flores et al., 2016). Para los frutos de color rojo de S. thurberi se indican contenidos de 97 mg 100g-1 base húmeda de betacianinas (Rodríguez-Félix et al., 2019), un valor superior a lo expuesto en este trabajo y para este color (56.6 mg 100g-1 base húmeda) (Figura 2). Sin embargo, el contenido de betaxantinas en la pitaya de color roja es de (189.9 mg 100g-1 base húmeda) y por consiguiente mayor a lo señalado por otros autores para la misma variedad (146 mg 100g-1 base húmeda) (Rodríguez-Félix et al., 2019).
La mayor concentración de betalaínas se ha encontrado en las variantes rojas de S. pruinosus y S. queretaroensis, con contenidos totales de 2,313 y 2,299 mg 100g-1 de muestra seca, respectivamente (García-Cruz et al., 2017; Soto Castro et al., 2019), valores mayores a los resultados obtenidos en este estudio, sin embargo, es importante considerar que se utilizaron distintas técnicas de extracción y que nuestros resultados son en peso fresco.
Fenoles totales y capacidad antioxidante
El contenido total de fenoles para los frutos de pitaya fue mayor para el color anaranjado (1.9 mg EAG g-1 peso fresco), para los tres colores restantes no hubo diferencia estadística significativa (Figura 3). El máximo valor que resultó en este trabajo es inferior a lo publicado para frutos rojos de pitaya S. thurberi (11.3 mg EAG g-1 peso fresco) (Rodríguez-Félix et al., 2019), sin embargo, se conoce que hay contenidos menores en el género S. pruinosus para frutos rojos y anaranjados (0.07 y 0.05 mg EAG g-1 peso seco respectivamente) (García-Cruz et al., 2017). La especie S. stellatus es la más estudiada en cuanto a éste parámetro por mostrar gran variabilidad en el contenido de fenoles en pitaya de color rojo (mg EAG g-1 peso fresco) (0.1 a 13.8), amarillo (3.7 a 21.2), blanco (0.1 a 23.9), anaranjado (0.15) y morado (15.5) (Beltrán-Orozco, Oliva-Coba, Gallardo-Velázquez & Osorio-Revilla, 2009; Pérez-Loredo et al., 2016, 2017; Cervantes Arista et al., 2020). Estas diferencias pueden atribuirse a las especies, al ecotipo y a las distintas formas de extracción (Agati , Azzarello, Pollastri & Tattini, 2012).
Los frutos de Stenocereus tienen un alto potencial antioxidante por la presencia de sustancias con la capacidad para ceder un electrón o un átomo de hidrógeno y capturar compuestos oxidantes, como el ácido ascórbico, las betalaínas y diferentes compuestos fenólicos (Beltrán-Orozco et al., 2009; García-Cruz et al., 2013). Las pruebas de capacidad antioxidante (ORAC y ABTS+) mostraron los mayores valores para el cultivar anaranjado (Figura 3). El valor relativo de la capacidad de absorción de los radicales de oxígeno (ORAC) osciló entre 51.4 y 67.3 µM ET g-1 base húmeda (Figura 3), con una mayor actividad antioxidante, a 10 veces, que lo citado (García-Cruz et al., 2013) para frutos anaranjados y rojos (5.1 y 7.8 µM ET g-1 base húmeda) de S. pruinosus, esto es quizá por la diferencia entre variedades y condiciones edafoclimáticas del lugar de producción.
La capacidad antioxidante que se determinó con el radical ABTS+ (Figura 3) es menor a lo descrito para S. thurberi (17,600 µM ET g-1 base seca), S. pruinosus (740-1090 µM ET g-1 base seca) y S. stellatus (57.2 a 128.6 µM ET g-1 base seca) en (Beltrán-Orozco et al., 2009; García-Cruz et al., 2013; Castro-Enríquez et al., 2020).
Propiedades del color
Los parámetros cromáticos L*, a*, b* de la pulpa de los frutos de pitaya mostraron diferencias estadísticas significativas (P ≤ 0.05) entre los distintos colores (Tabla IV). Las pitayas tintas fueron las más oscuras (menor valor L*) que el resto. Los valores del ángulo de matiz para la pulpa de la pitaya estaban ubicados en la región amarillenta-rojiza, pero la pitaya color tinta tenía un valor Hº más bajo lo que indica una coloración más fuerte (Pérez-Loredo et al., 2016). El uso de las coordenadas L*, a*, b* en el software ColorHexa reveló el color visual obtenido en la pulpa de los frutos de pitaya (Tabla IV).
---------------------- Parámetro cromático -------------------- | ||||
---|---|---|---|---|
L* | a* | b* | Vista de color | |
Roja | 57.2 ± 1.1b | 47.6 ± 2.2a | 18.5 ± 1.5c |
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Amarilla | 83.5 ± 1.2a | 2.2 ± 1.3d | 55 ± 1.4a |
|
Anaranjada | 55.2 ± 1b | 32.5 ± 1.4b | 41.9 ± 0.9b |
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Tinta | 28.4 ± 0.4c | 26.3 ± 2.2c | 3.4 ± 0.4d |
|
Los valores corresponden a la media ± desviación estándar (n = 10), letras diferentes en la misma columna indican diferencias significativas entre muestras usando la prueba de Tukey (P ≤ 0.05).
Conclusiones
Los frutos de S. thurberi de Badiraguato, Sinaloa, contienen compuestos químico-proximales y bioactivos con propiedades nutricionales y antioxidantes, que son importantes en la dieta para la nutrición humana, además de combatir el estrés oxidativo y enfermedades relacionadas a carencias alimentarias.
Aunque los cuatro colores de los frutos analizados son del mismo género, especie y lugar de producción, cada color tiene características específicas, los frutos de color rojo se caracterizan por tener los mayores contenidos de proteínas y los elementos Na y Cu. Los anaranjados son ricos en fibra, azúcares, fenoles totales, capacidad antioxidante, P, Mn y Zn. Los frutos tintos tienen alto contenido de fibra, betalaínas, K, Ca, Mg, Fe y Mn. Estas características permiten definir el uso comercial para cada uno de los colores de la pitaya.