En las elecciones generales de 2018 en México, obtuvo la victoria el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); un partido de reciente creación logra la victoria electoral con 53.19%, relegando a los partidos tradicionales Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido de la Revolución Democrática (PRD), aparte de otros partidos pequeños o independientes.
La irrupción de Morena supone una serie de cambios en el sistema de partidos, cambios en las preferencias electorales de los votantes y suscita una serie de interrogantes acerca del futuro político electoral del país.
La finalidad de esta investigación es, a partir de modelos ideológicos, explicar y analizar los posibles escenarios electorales en las elecciones generales venideras de 2024, estructurando dicho análisis de la siguiente manera:
Revisar la evolución del posicionamiento ideológico de los votantes mexicanos y establecer si esta evolución es un factor sensible de cambio para futuras elecciones.
Revisar la evolución del posicionamiento ideológico de los partidos políticos.
Probar mediante el modelo de proximidad de la teoría espacial del voto, si los votos ejercidos en las elecciones de 2018 y 2021 tienen peso ideológico.
Analizar un posible escenario de polarización ideológica o multipartidismo atenuado o atomizado y establecer sus implicaciones.
I. El modelo ideológico
La intención de voto en una elección es motivada por una serie de factores que influyen en la toma de decisiones de los votantes para ejercer sus preferencias mediante el sufragio; factores como el arraigo frente a un partido político y/o candidato, el rechazo a los mismos, el convencimiento de que votar a un partido o candidato puede mejorar sus expectativas de vida o las de su región o país, o que votar a un partido o candidato le permitiría seguir gozando de ciertos beneficios, entre otros.
Un factor que puede explicar la intención de voto es el posicionamiento de un votante en una escala de valores y la percepción de que un partido político o candidato está próximo a él en esa misma escala de valores, a esto lo llamaríamos voto ideológico, que puede ser expresado mediante la teoría espacial del voto.
La teoría espacial del voto fue propuesta por Anthony Downs (1957) y Duncan Black (1958), y puede aplicarse en regímenes democráticos en donde se sometan a elecciones competitivas y periódicas al menos dos partidos políticos y/o candidatos; además debe cumplirse una condición básica: “un escenario en donde los partidos políticos puedan ordenarse de izquierda a derecha en forma reconocida por todos los votantes” (Downs, 1992: 102).
Los modelos espaciales de voto “son unas de las aproximaciones más importantes para entender por qué los individuos desarrollan vínculos racionales con algunos partidos a través de las evaluaciones programáticas e ideológicas y cómo éstos generan mecanismos de estabilización de voto” (Mainwaring y Torcal, 2005: 152).
Somos conscientes de que los aspectos ideológicos entre votantes y candidatos y/o partidos no explican la totalidad del comportamiento electoral para una futura elección, existen otros factores como el clientelismo, el personalismo, la institucionalización del sistema de partidos. Sin embargo, los factores ideológicos, a nuestro juicio, pueden crear un primer marco de análisis electoral temprano para definir la competencia partidista en una elección.1
Si se cumplen las condiciones anteriores y se logran ubicar tanto a partidos y/o candidatos y votantes, se aplicaría la siguiente fórmula:
El criterio de proximidad (Prox) es la principal variante de la teoría espacial del voto, la resta se expresa en valores absolutos, por lo cual el signo del resultado final se omite. Para ilustrar esta fórmula y su interpretación, proponemos un ejemplo:
La escala lineal de valores se expresa en números del 1 al 10, en donde el 1 representa a la izquierda y el 10 a la derecha, por tanto, el 5 sería un valor de centro. Si tenemos a un votante que se ubique en el 5, que corresponde a un votante de centro, y tenemos tres partidos y/o candidatos, un partido que se ubica en el 2, otro se ubica en el 6 y un tercer partido que se ubica en el 9, entonces ¿por quién votaría el votante ubicado en el 5 bajo el principio de proximidad? Lo expresamos de la siguiente manera:
Se resta la posición del votante (5v) de la posición de los diferentes partidos; el votante elegiría, según el criterio de proximidad, al partido 6Xb, por ser el más cercano a su preferencia, habiendo obtenido el menor resultado (1), que será siempre el resultado que tomaremos en cuenta.2
Para poder aplicar el criterio de proximidad a las elecciones generales de 2018 y en las intermedias de 2021 en México, debemos ubicar inicialmente a todos los partidos y/o candidatos que compiten en dicha elección. De igual manera ubicaremos a los votantes.
Partido | Posición Id. 2015 | Posición Id. 2018 | Variación 1 | Posición Id. 2021 | Variación 2 |
Morena | 3.90 | 4.23 | Der 0.33 | 4.19 | Izq 0.04 |
PAN | 5.40 | 5.72 | Der 0.32 | 5.67 | Izq 0.05 |
PRI | 5.41 | 6.64 | Der 1.23 | 5.13 | Izq 1.51 |
PRD | 5.04 | 5.29 | Der 0.25 | 4.76 | Izq 0.53 |
MC | X | 4.87 | X | 4.25 | Izq 0.61 |
PVEM | 5.55 | 6.29 | Der 0.74 | 4.00 | Izq 2.29 |
Fuente: elaboración propia a partir de los resultados de Latinobarómetro 2015, 2018 y 2020).3
En la anterior tabla tomamos en cuenta a las principales fuerzas políticas: Morena, PAN, PRI y PRD. De igual manera ubicamos a Movimiento Ciudadano (MC) porque es un partido que comienza a tener relevancia, y al Partido Verde Ecologista de México (PVEM)4 por sus repetidas participaciones, aunque estos partidos tienen poca relevancia en nuestro análisis por sus bajos resultados electorales.
Tomamos como primera referencia a la ubicación ideológica de los principales partidos políticos en las elecciones intermedias de 2015, en donde puede observarse que todos los partidos, con excepción de Morena, que ocupa una posición de izquierda, están ubicados al centro del espectro ideológico.
Para las elecciones generales de 2018, todos los partidos se mueven hacia la derecha, siendo el PRI el partido que más se mueve hacia esa dirección con 1.23 puntos, los partidos Morena, PAN y PRD se mueven en más o menos un cuarto de punto hacia la mencionada dirección.
En las elecciones intermedias de 2021 todos los partidos se mueven hacia la izquierda del espectro ideológico, volviendo a ser el PRI quien se mueve más hacia esa dirección con 1.51 puntos, el PAN y Morena tienen movimientos casi imperceptibles con 0.05 y 0.04, respectivamente.
Dicho movimiento en el espectro lineal de valores izquierda-derecha de los partidos políticos entre las elecciones de 2015 y 2021 puede ser explicado por el movimiento de los votantes en el espectro ideológico.
Año | 2015 | 2018 | Variación | 2021 | Variación |
Ubicaciones votantes | 5.47 | 4.92 | Izq 0.55 | 4.58 | Izq 0.34 |
Fuente: elaboración propia a partir de los resultados de Latinobarómetro 2015, 2018 y 2020).5
Los votantes mexicanos mantienen una misma tendencia, a diferencia de los partidos políticos, de orientarse hacia la posición de izquierda, esto explica el porqué todos los partidos políticos se mueven o intentan moverse hacia la izquierda6 en las elecciones intermedias de 2021, siendo el movimiento más notorio el del PRI, posiblemente motivado por el bajo porcentaje electoral obtenido en las elecciones generales de 2018; Morena es el partido que se mueve más discretamente, con sólo 0.04%, motivado posiblemente porque no necesitaba cambiar su posición después del holgado triunfo electoral de 2018.
Se podría explicar el giro de los votantes a la izquierda con factores como la crisis económica, el descontento con la democracia, o la pérdida de confianza hacia los partidos políticos (Torrico y Diego, 2019: 205).7
II. Análisis de los resultados electorales bajo la óptica de la teoría espacial del voto
Al tener en este punto establecida la fórmula de proximidad y habiendo ubicado a los votantes y partidos políticos en una escala lineal de valores, podemos establecer los resultados electorales de las elecciones de 2018 y 2021.
Para establecer un marco referencial, analizaremos las elecciones intermedias de 2015, para ubicar a partidos y votantes y así medir los posibles cambios y evoluciones ideológicas de los electores mexicanos.
Partido | Proyección | Real | PVI 8 |
Morena | 28.34 | 8.87 | 31.29 |
PAN | 5.66 | 22.20 | 25.49 |
PRI | 42.61 | 30.97 | 72.68 |
PRD | 23.46 | 11.50 | 49.01 |
Fuente: elaboración propia a partir de resultados del INE y aplicación de la fórmula de proximidad y la fórmula de porcentaje de votos ideológicos.9
Los resultados electorales reales de las elecciones intermedias de 2015 muestran un escenario en donde los partidos que obtuvieron mayores votaciones estaban ubicados en el centro del espectro lineal de valores (PAN 5.40, PRI 5.41 y PRD 5.04).
Sin embargo, en nuestra proyección realizada con la fórmula de proximidad, mostraría que el PRI (42.61) y Morena (28.34) serían las dos fuerzas principales para dicha elección, en los resultados reales Morena sigue siendo un partido débil electoralmente, aunque con una alta proyección ideológica.
Cabe destacar que en el porcentaje de voto ideológico los resultados expresan una baja significación ideológica, con excepción del PRI que obtiene 72.68%, siendo un valor cercano a 100; el resto de los partidos (Morena 31.29, PAN 25.49 y PRD 49.01) obtienen resultados cercanos a 0.
Al obtener resultados de baja significación ideológica en las elecciones intermedias de 2015, debemos suponer que los resultados electorales fueron orientados hacia otros factores de tipo estratégico, simbólico o personalista (Zechmeister, 2006).
Para las elecciones presidenciales de 2018 el escenario electoral cambia radicalmente:
Partido | Proyección | Real | PVI |
Morena | 49.58 | 53.19 | 93.21 |
PAN | 25.34 | 22.27 | 87.88 |
PRI | 25.06 | 16.40 | 65.44 |
Fuente: elaboración propia a partir de resultados del INE y aplicación de la fórmula de proximidad y la fórmula de porcentaje de votos ideológicos.
Para las elecciones de 2018, Morena, que era una fuerza electoral débil hasta ese momento, logra una amplia victoria sobre los otros competidores, tanto en proyección como en resultados reales.
En esta elección podemos tomar algunos factores importantes que pueden explicar la victoria de Morena. En primer lugar, el PRD, que era una fuerza de centro, centro izquierda, forma alianza con el PAN y abandona el espacio ideológico, lo cual favorece al primero; en segundo lugar, el PRI, que para 2012 y 2015 era la principal fuerza política de México, pierde fuerza electoral y se ubica en el tercer lugar con tan sólo 16.40% de los votos, casi 10 puntos menos de lo que se expresaba en su proyección. En tercer lugar, Morena es el partido que ideológicamente logra acercarse más a la ubicación media del votante mexicano, para 2015 el partido tenía una ubicación de 3.90 en el espectro ideológico y para 2018 logra posicionarse un poco más al centro con 4.23, en tanto que los votantes mexicanos para las elecciones de 2015 se ubicaban en el centro con 5.47, y para las elecciones de 2018 se mueven hacia la izquierda, ubicándose con 4.92; esta diferencia de 0.69 puntos entre electores y partido marca la menor diferencia de proximidad respecto al resto de competidores.
En relación con el porcentaje de votos ideológicos, Morena obtiene 93.21%, que se interpreta como un resultado de alta significancia ideológica; de igual manera el PAN obtiene un resultado de 87.88, que implica también una alta significación ideológica, y finalmente el PRI obtiene 65.44, con una significación ideológica relevante.
El alto porcentaje de votos ideológicos demuestra que las elecciones presidenciales de 2018 pueden ser explicadas bajo la óptica del modelo de proximidad de la teoría espacial.
El alto porcentaje electoral obtenido por Morena, que es mayor que la suma del porcentaje que obtuvieron todos sus competidores, la alta significancia ideológica observada en la elección, aunado a esto la cercanía ideológica del partido respecto a la media de votantes mexicanos en dicha elección, hace prever que Morena se perfile como la principal fuerza electoral del país en futuros escenarios.
Para constatar este posible escenario, analizamos las elecciones intermedias de 2021.
Partido | Proyección | Real | pvi |
Morena | 45.33 | 34.10 | 75.22 |
PAN | 28.19 | 18.24 | 64.70 |
PRI | 26.46 | 17.73 | 67.00 |
Fuente: elaboración propia a partir de resultados del INE y aplicación de la fórmula de proximidad y la fórmula de porcentaje de votos ideológicos.
En las elecciones intermedias de 2021 se mantiene el mismo orden de ganadores que en las elecciones de 2018, y aunque Morena obtiene menos votos, sigue siendo la principal fuerza electoral, mantiene una fuerte proyección ideológica, pero obtiene menos votos en los porcentajes reales de votación, esto se debe o puede deberse a dos factores que debemos tomar en cuenta:
En primer lugar, en las elecciones intermedias los partidos de gobierno suelen tener ventaja en las elecciones del Senado y Cámara de Diputados, aparte de que en este tipo de elecciones el abstencionismo es mayor porque el votante suele percibir que no se definen cuestiones trascendentales (Moreno, 2003: 173).
En segundo lugar, el porcentaje de voto ideológico cae en casi 20 puntos para Morena, lo cual significa que los factores ideológicos y la fuerza electoral que esto implica pueden verse disminuidos por otros factores que decidieron la intención de voto para dicha elección.
El PAN y el PRI logran mantenerse en segunda y tercera posición, respectivamente, el porcentaje de votos ideológicos baja por más de 20 puntos para el PAN y sube ligeramente para el PRI en 1.5 puntos; en cualquier caso, debemos asumir que los votos obtenidos por ambos partidos fueron influenciados por otros factores más allá del posicionamiento ideológico.
Para las elecciones generales de 2024, dentro del análisis ideológico que implican las teorías espaciales podemos esperar, a nuestro juicio, dos escenarios.
III. Las elecciones de 2024: ¿hacia un escenario de polarización?
Varios autores de la opinión pública (Domínguez, 2018; Rubio, 2021; Fonseca, 2021) señalan que México se dirige o está inmerso en un escenario de polarización, que divide a la sociedad en grupos opuestos. Más allá de calificar si existe un fenómeno de polarización en el estilo de gobernar del partido actual, trataremos de explicar dicho fenómeno desde el ámbito de las teorías espaciales del voto.
La polarización política es un alineamiento extremo de posiciones contrapuestas en función de una identificación ideológica o partidaria (Schuliaquer y Vommaro, 2020).
La polarización es un término, cuando se utiliza en elecciones y partidos políticos, referido a la competencia espacial y se entiende como el ámbito general del espectro ideológico de cualquier comunidad política dada (Sartori, 1987: 161), se atendería por tanto a las distancias extremas en la competencia partidista dentro de una escala lineal de valores; la polarización respondería a un principio de competencia centrifuga, es decir, partidos que se van a los extremos y se alejan del centro (Oñate y Ocaña, 1999: 40).
A continuación presentamos la polarización, polarización ponderada y polarización ponderada escalar en las elecciones mexicanas de 2015 a 2021.
Año | Polarización | PP | PPE |
2015 | 1.51 | 0.22 | 0.93 |
2018 | 2.41 | 1.04 | 2.03 |
2021 | 1.48 | 0.31 | 0.57 |
Fuente: elaboración propia con datos de las elecciones, ubicaciones de encuestas y aplicación de las fórmulas de polarización.10
En la anterior tabla obtenemos tres tipos de polarización. En primer lugar, mostramos la polarización simple, que muestra índices bajos para las elecciones de 2015 y 2021, y una puntuación de 2.41 para las elecciones presidenciales de 2018.
La polarización ponderada representa una corrección de la polarización simple, motivada por la siguiente razón: el índice de Sartori se limita a medir la distancia entre los dos partidos más extremos, incurriendo en una exageración de la medida de la polarización (Hazan, 1997: 44), en este caso los índices de polarización ponderada son bajos, y finalmente la polarización ponderada escalar muestra índices bajos.
Según los resultados obtenidos en los tres tipos de polarizaciones, podemos concluir que México no presenta, hasta el año de 2021, un escenario polarizado, en lo que a polarización calculada se refiere, con lo cual un escenario polarizado podría interpretarse como un escenario especulativo.
Sin embargo, si existiese un escenario polarizado, los resultados electorales se reflejarían de la siguiente manera:
Posición | 2015 | 2018 | 2021 |
Izquierda | 42.45 | 54.16 | 57.70 |
Derecha | 57.54 | 45.83 | 42.29 |
Fuente: elaboración propia a partir de la fórmula de direccionalidad y posiciones ideológicas de los votantes entre 2015 y 2021.11
En la anterior tabla se muestra hipotéticamente qué ocurriría si las elecciones hubiesen sido determinadas por un escenario polarizado. Para las elecciones de 2015 hubiese sido una victoria para el partido o bloque ubicado a la derecha; en las elecciones de 2018 y 2021 la victoria hubiese sido para el partido o bloque ubicado en la izquierda del espectro ideológico de la escala lineal de valores.
Entendemos que un escenario electoral polarizado es aquel en donde la competencia electoral se definiría entre dos partidos o bloques de partidos, en donde uno de los bloques o partido tomaría la ubicación de izquierda y el otro bloque o partido tomaría la posición de derecha, dichos bloques o partidos podrían tomar posiciones extremas a cada lado del espectro, y el centro de la escala lineal de valores no tendría representación o una representación muy débil o incipiente.
Bajo este escenario, al gobierno actual le favorecería una competencia electoral polarizada, pues tiene la ventaja de que los votantes mexicanos han ido moviéndose sistemáticamente hacia la posición de izquierda; más allá de la existencia o no de un discurso polarizante, los índices de polarización mostrados hasta las elecciones de 2021 en el país no dan indicios de que la competencia partidista tome rumbo hacia la polarización, aunque no podríamos descartar este escenario en un futuro próximo.
Partido | 2015 | 2018 | 2021 |
Morena | 8.87 (3.90) | 53.19 (4.23) | 34.10 (4.19) |
PAN | 22.20 (5.40) | 22.27 (5.72) | 18.24 (5.67) |
PRI | 30.97 (5.41) | 16.40 (6.64) | 17.73 (5.13) |
PRD | 11.50 (5.04) | X | X |
Ideología de votantes | 5.47 | 4.92 | 4.58 |
Fuente: elaboración propia a partir de resultados reales y ubicaciones ideológicas entre paréntesis.
En esta tabla resumen, en donde se agregan los resultados electorales entre 2015 y 2021, podemos constatar que los partidos políticos mientras más se acercan a las ideologías de los votantes obtienen más altos porcentajes de voto, con lo cual se cumplen los principios de proximidad de la teoría espacial del voto para los periodos electorales estudiados entre 2015 y 2021; por tal motivo podríamos tomar en cuenta los criterios ideológicos y de proximidad para las elecciones generales de 2024.
IV. Otros escenarios en las elecciones presidenciales de 2024
De no existir un escenario en donde el partido de gobierno compita, solo o en bloque en el espacio de izquierda, frente a una coalición de fuerzas opositoras que compitan en bloque en la posición de derecha, entonces podría presentarse un escenario de competencia multipartidista atenuado o atomizado.
En un escenario de multipartidismo existiría al menos una fuerza que compita en el centro; a nuestro juicio, el partido con más posibilidades de competir en el centro o de ubicarse en posiciones cercanas a los votantes es el PRI, pues es el partido que logra moverse en el espectro ideológico con mayor versatilidad dentro de la percepción de los votantes que le ubican, siendo éste el partido bisagra de una elección en escenario multipartidista.
Por dicha razón es importante revisar el desempeño del PRI, si el partido se fragmenta, si se une o abandona bloques o propone candidatos.
De igual manera, en un escenario de multipartidismo es importante revisar la competencia desde el espectro de izquierda, que es en donde se ubica la principal fuerza electoral entre 2018-2021 y posiblemente para las elecciones de 2024.
Si la principal fuerza de izquierda llegase a dividirse, bien sea porque postulen a varios candidatos presidenciables desde Morena o porque un partido como el PT (Partido del Trabajo) lance a su propio candidato, incidiría negativamente en la ventaja electoral actual del partido y del bloque de izquierda.
Finalmente, en el bloque de derecha o centro derecha, partidos como el PAN, PRD o Movimiento Ciudadano (MC) podrían representar las opciones electorales más débiles para competir en las elecciones de 2024; dichos partidos, para vencer esta debilidad podrían seguir o configurarse en bloques, siempre a la espera de lo que suceda en el bloque de izquierda y en el centro del espectro político con miras a las próximas elecciones.
Díaz y León establecen cuatro posibles escenarios para las elecciones de 2024:
Reinstitucionalización: el electorado se realinearía a partir de Morena.
Colapso de partidos: aparición de nuevos partidos, candidatos independientes, alta polarización.
Realineamiento con menor fragmentación: los partidos tradicionales recuperarían sus bases de apoyo.
Colapso de partidos tradicionales: se establecería un bipartidismo con Morena versus una coalición de centro derecha (2019: 171 y 172).
Según estos escenarios, a juicio de esta investigación consideramos que el escenario más probable para las elecciones generales de 2024 sería el cuarto escenario; colapso de los partidos tradicionales y una elección competitiva entre dos partidos fuertes: por un lado Morena como el partido más fuerte y una coalición opositora; podrían existir más opciones o candidatos pero pensamos que será una elección con competencia bipartidista y no polarizada.
V. Conclusiones
Posterior a revisar la evolución ideológica de los votantes mexicanos entre los años 2015 y 2021, especialmente en el periodo 2018-2021, que dicha evolución o movimientos de los votantes inciden directamente en la evolución y movimientos de los partidos políticos, y analizando los posibles escenarios ideológicos que pueden presentarse en las elecciones federales de 2024, en donde se elige un nuevo gobierno, podemos incidir en varios aspectos que han arrojado esta investigación.
El votante mexicano se ha movido sistemáticamente hacia la izquierda entre 2015 y 2021, lo que ha beneficiado a Morena, un partido de reciente creación y gran ganador de los procesos electorales de 2018 y 2021, dicho movimiento de los votantes constituye en parte, que el partido sea la principal fuerza política en ese periodo electoral y principal fuerza para las elecciones de 2024.
Inferimos que Morena, al ser un partido de corte personalista, trate de concentrarse en buscar los siguientes cometidos: a) tendencia al continuismo; b) concentración del poder, y c) resistencia a la institucionalización (Molina, 2015: 238), con lo cual el partido y su líder muestran un ávido interés en conseguir un triunfo electoral en 2024.
Las elecciones de 2018 y 2021 marcan un claro debilitamiento del PRI. Sin embargo, podemos sostener que es el partido más versátil dentro del espectro ideológico y tiene la capacidad de incidir en las próximas elecciones de 2024.
Respecto a los escenarios ideológicos, podríamos pensar que el sistema de partidos mexicano se dirige hacia un escenario de polarización, aunque en los indicadores para medir la polarización, ésta tiene una baja significación; en cualquier caso, no podríamos aventurarnos a describir tendencias, claro está que al partido de gobierno le convendría, a priori, un escenario polarizado pues partiría con una ventaja electoral considerable.
Un escenario multipartidista, bien atenuado o atomizado, puede presentarse de igual manera, aunque las fuerzas de derecha, creemos que competirían en bloque dada su debilidad electoral actual; el PRI podría ser el principal agitador de las próximas elecciones, dependiendo de si logra consolidar fuerzas en el centro, y MC podría tener de igual manera una fuerte incidencia en la zona centro del espectro.
En el bloque de izquierda, Morena estaría consolidado siempre que sea fuerza única con un solo candidato/a; un escenario multipartidista que afecte al bloque de izquierda dividiéndolo en más de una fuerza puede afectar considerablemente el futuro y expectativa ganadora del partido.
Morena puede verse afectado, más que por la gestión estratégica de sus adversarios, por una implosión propia del partido que le divida y aleje de la media de ubicación ideológica de los votantes que, hoy en día, le favorece.
Todas las aproximaciones y análisis hechos en esta investigación pueden marcar un punto de partida que ofrezca luces acerca de la próxima elección de 2024. Sin embargo, es preciso observar y seguir midiendo posibles acontecimientos, como revisar nuevas evoluciones ideológicas de los votantes mexicanos en los años 2023 y 2024; revisar, de igual manera, los escenarios electorales que vayan gestándose, posibles alianzas y divisiones entre los partidos y bloques existentes, y el surgimiento de nuevos candidatos/as para las próximas elecciones.
Finalmente, inferimos que la ideología de votantes y partidos y/o candidatos y su ubicación en una escala lineal de valores tendrá un papel fundamental en las próximas elecciones federales y generales de 2024.