INTRODUCCIÓN
En México, promover y lograr el acceso a la educación superior para los jóvenes indígenas continúa siendo una tarea pendiente para las diversas instituciones educativas y los proyectos gubernamentales que buscan atender los rezagos históricos que, en materia educativa, han presentado los pueblos originarios. Si bien en las últimas décadas se han realizado esfuerzos encaminados para atender las brechas de desigualdad que impiden que los jóvenes de diversos grupos étnicos accedan a este nivel educativo, el número que ingresa sigue siendo limitado. Según datos del Consejo Nacional para la Evaluación Educativa, en 2010 solo el 1% de los jóvenes indígenas en México tenía acceso a la educación superior (Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, 2020). De acuerdo con Czarny (2015), el acceso a la educación superior en el país es de cerca del 23% de los jóvenes que tienen entre 18 y 22 años, de los cuales únicamente el 2% corresponde a estudiantes indígenas.
En el caso del estado de Querétaro, donde existen importantes núcleos de población ñähño u otomí, según datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), del total de estudiantes inscritos en la educación superior durante el periodo 2020-2021, solo el 0.8% eran hablantes de alguna lengua indígena y el 0.47% de los nuevos ingresos durante este ciclo correspondieron a hablantes de alguna lengua indígena (ANUIES, 2021).
Entre las principales causas de estos rezagos educativos, podemos señalar las condiciones de pobreza y marginación que existen en las comunidades indígenas, que limitan los recursos económicos de las familias para que los jóvenes puedan continuar con su trayectoria escolar. Además de estas condiciones, la formación educativa que los jóvenes reciben en sus regiones presenta deficiencias académicas que generan desventajas para que puedan ingresar a las universidades públicas, cuyo número de aspirantes cada vez es mayor y sus procesos de selección más competidos. De esta forma, los estudiantes que desean continuar su trayectoria educativa deben superar estos obstáculos y enfrentar también otras barreras culturales relacionadas con la utilidad y pertinencia que la educación superior pueda tener para sus familias, así como el racismo y la discriminación presente en la sociedad mexicana (Roldán, 2020; Schmelkes, 2003; 2013; Gallart y Henríquez, 2006).
Para atender estos rezagos y promover el acceso de los jóvenes indígenas a la educación superior, se han emprendido tres grandes acciones: el incremento de becas provenientes de los tres niveles de gobierno y las instituciones de educación; el desarrollo de universidades interculturales; y la creación de programas de apoyo en las universidades convencionales que pueden incluir enfoques interculturales en el diseño y la ejecución de los planes de estudio, así como en la práctica docente (Schmelkes, 2013; Gallart y Henríquez, 2006; Didou, 2018; Mato, 2018).
Además de estas acciones, la educación a distancia, mediante las nuevas TIC, se ha convertido en una de las alternativas para que muchos jóvenes de comunidades rurales e indígenas puedan acceder a la educación superior. Nuestro trabajo busca acercarse al análisis de uno de los modelos de educación que existen para atender a jóvenes estudiantes que habitan en regiones donde no existen planteles de educación superior o su oferta es muy limitada, como es el caso de muchas regiones indígenas. Se trata del modelo de educación a distancia del Tecnológico Nacional de México, que surge como parte de los compromisos que las distintas naciones adquirieron en los foros mundiales sobre la educación de la UNESCO (2015), a partir de la agenda de la Declaración de Incheón-Educación 2030; esto, para el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, dirigido a garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad para todos los habitantes.
En el estado de Querétaro, este modelo sustentado en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) comenzó en 2010 en el municipio indígena de Tolimán y actualmente cuenta con tres carreras. El objetivo que perseguimos en este trabajo es recuperar las experiencias y la evaluación que los propios estudiantes plantean de este modelo a fin de identificar sus aciertos y sus áreas de oportunidad para el diseño de estrategias que fortalezcan la inclusión educativa de los jóvenes indígenas y la construcción de sus proyectos de vida profesionales.
El artículo se divide en tres grandes secciones: en la primera, exponemos a grandes rasgos el panorama de la educación superior entre los jóvenes de Tolimán, y destacamos los obstáculos que existen para que los estudiantes ingresen y concluyan sus trayectorias educativas. En la siguiente sección, presentamos las características del modelo de educación a distancia y los resultados del ejercicio de investigación realizado con los estudiantes de esta modalidad educativa mediante un grupo de enfoque, en el cual los participantes compartieron la evaluación de su experiencia dentro de este modelo, además de las expectativas y los sentidos que tienen para ellos la educación superior y sus planes de vida profesional. El artículo cierra con un balance de este proyecto educativo, en el cual mencionamos sus fortalezas y apuntamos algunas recomendaciones en la búsqueda de contribuir con las tareas pendientes que en materia de inclusión existen dentro de las instituciones de educación superior y el desarrollo sociocultural de los pueblos indígenas de Querétaro.
LOS ESTUDIANTES INDÍGENAS DE TOLIMÁN Y LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Los pueblos ñäñho en el estado de Querétaro se localizan en los municipios de Amealco y en la región del semidesierto, que comprende el territorio de los municipios de Cadereyta, Ezequiel Montes y Tolimán, lugar que concentra el mayor porcentaje de población de este grupo étnico. Tolimán cuenta con una población de 27,916 habitantes y el número de habitantes que habla una lengua indígena es de 5,743 personas, lo que representa cerca del 20% de la población (INEGI, 2020). Más allá del criterio de hablantes de lengua indígena, la Encuesta Intercensal de 2015 muestra que, por autoadscripción, el 84.94% de la población total del municipio se considera indígena y un 0.65% se considera en parte indígena. El 12.40% de sus habitantes no se considera como perteneciente a algún grupo étnico, el 1.80% no sabe y solo el 0.20% no lo especificó (INEGI, 2015).
De acuerdo con datos de información de campo de diferentes investigaciones llevadas a cabo en Tolimán, las principales actividades económicas para los varones de esta región se concentran en el trabajo asalariado en el sector agropecuario y en el de la construcción, tareas que realizan en la región de los valles centrales. La migración laboral hacia Estados Unidos es, sin duda, otra de las actividades usuales en la que se emplean los varones, trabajando por lo regular en las mismas áreas. Las mujeres se dedican a la reproducción y cuidados domésticos, aunque cada vez es más frecuente que muchas jóvenes se incorporen al mercado laboral en las agroindustrias y en el sector de servicios fuera de su región. Las unidades domésticas de este municipio complementan su reproducción e ingresos practicando agricultura de autoconsumo en los pocos terrenos aptos que existen, además de la cría de animales de traspatio, y todavía se registran familias que continúan llevando a cabo al comercio trashumante en diferentes localidades del estado (Castillo, 2000; Piña, 2002; Concepción, 2018; Azoños, 2020).
En este municipio existen planteles de educación básica desde el nivel de preescolar hasta el medio superior que son accesibles para sus habitantes. La educación bilingüe se reduce a la existencia de algunos preescolares ubicados principalmente en la región de Higueras, donde se concentra el mayor número de hablantes de hñäñho. Además de estos planteles, la secundaria de la localidad de San Miguel cuenta con un curso dedicado al desarrollo de esta lengua que se imparte durante un año.
Según las cifras del Censo de Población y Vivienda 2020, la población de jóvenes entre 18 y 24 años de edad era de 3,373, de los cuales cerca de un 20% estudiaba el bachillerato o en alguna institución de educación superior (INEGI, 2020). Los jóvenes de Tolimán que desean continuar con una trayectoria educativa más allá de la educación básica tienen la posibilidad de ingresar a alguno de los cuatro planteles de bachillerato o telebachillerato distribuidos en las diferentes regiones del municipio. Al concluir este nivel, deben optar por trasladarse a las ciudades donde se encuentran los centros de educación superior o ingresar al modelo de educación a distancia del Tecnológico Nacional de México.
Sin embargo, como lo muestra el trabajo de investigación de Concepción (2022), la mayoría de los jóvenes que terminan los estudios de bachillerato en Tolimán no ingresan a la educación superior. Dentro de las principales causas por las que no continúan con sus trayectorias educativas se encuentran:
La falta de recursos económicos familiares y la necesidad de que los jóvenes se inserten de forma temprana al mercado laboral.
El bajo rendimiento y el fracaso escolar, que se relaciona con la calidad educativa de la región.
La falta de interés e importancia que las familias otorgan hacia este nivel educativo, en especial cuando se trata de mujeres.
Embarazo y uniones tempranas.
En el mismo trabajo también se investigaron las estrategias de los jóvenes que decidieron continuar con su trayectoria universitaria en instituciones educativas fuera de su región, atendiendo algunas de las causas señaladas. Así, para resolver los limitados recursos familiares, buscaron apoyo económico a través de un programa de becas y combinaron los estudios con un trabajo para costear los gastos de traslado y residencia fuera de sus comunidades.
Sobre las dificultades que plantea el ingreso a las grandes universidades públicas estatales, cuya demanda es cada vez mayor y sus procesos de selección cada vez más competitivos, los jóvenes crearon grupos de estudio y asesorías con profesores de bachillerato para preparar con antelación los exámenes de admisión al tiempo que trabajaron para conseguir recursos económicos extras.
Una vez que ingresaron a la educación superior, los estudiantes tuvieron que adaptarse a vivir en la ciudad de Querétaro, proceso que es más complejo para las mujeres, quienes siempre expresaron mayor temor frente a los posibles riesgos a los que pueden estar expuestas. Movilizar las redes de parentesco y compadrazgo fue otra de las estrategias centrales que permitió que los jóvenes de Tolimán consiguieran un lugar donde vivir y un trabajo, además de apoyo en los procesos de adaptación.
Finalmente, otro problema abordado en la investigación es el relativo a la posibilidad de sufrir experiencias de racismo y discriminación, ya sea al interior de los centros educativos o en los distintos espacios de la ciudad. La mayoría de los estudiantes que fueron entrevistados por el autor se reconocieron como indígenas y señalaron que no tenían problema alguno con su origen e identidad; sin embargo, algunos evitaron mencionar su lugar de procedencia y mostrar alguno de sus elementos identitarios al menos durante los primeros semestres como estrategia para pasar inadvertidos. Sin embargo, ninguno refirió haber sufrido alguna experiencia de discriminación o racismo dentro de la universidad, a diferencia de lo que sucede en la educación básica y media superior en sus regiones, donde es frecuente que los alumnos discriminen a quienes hablan hñähño y provienen de las localidades más lejanas (Concepción, 2022).
Los estudiantes de Tolimán que optan por continuar con su trayectoria educativa dentro del modelo de educación a distancia que se ofrece en el municipio no tienen que enfrentar los mismos retos que sus pares; no obstante, esta modalidad presenta también dificultades y desventajas que deben ser atendidas por quienes buscan concretar su educación superior.
Metodología
Para conocer las necesidades, los problemas y las estrategias que desarrollan los estudiantes que cursan la educación a distancia en Tolimán, organizamos un grupo de enfoque con estudiantes de las tres carreras que se ofrecen. Seleccionamos esta estrategia metodológica con la finalidad de recoger las experiencias y percepciones individuales a fin de registrar la interacción y discusión grupal para alcanzar consensos e identificar diferencias.
El grupo de enfoque es una técnica de investigación que se realiza mediante una entrevista grupal semiestructurada, organizada a partir de una serie de temas diseñados por el investigador. El objetivo de las preguntas dirigidas es motivar que los participantes expresen creencias, experiencias, reacciones o sentimientos que conforman distintas visiones y encuadres de la realidad social, así como de sus fenómenos, buscando siempre los procesos de confrontación y acuerdos que abren la posibilidad de conocer la conciencia colectiva de un grupo social, y reconocer los núcleos que ordenan sus discursos (Bonilla y Escobar, 2017). Así, mediante el uso de esta técnica se pueden trazar las relaciones sociales y los discursos de la estructura social a partir de la recuperación del discurso individual y grupal de una selección de casos que dan cuenta de los sentidos y significados de los discursos sociales más amplios (Margel, 2001).
De acuerdo con el objetivo de este trabajo, recuperamos las experiencias y evaluaciones que los estudiantes tienen sobre los siguientes temas: las características del modelo de educación a distancia; las expectativas, los sentidos y los significados que la educación superior tiene para los estudiantes, y los planes de vida profesional, considerando los obstáculos que se les pueden presentar y las estrategias para enfrentarlos. En el grupo participaron cuatro mujeres y dos varones estudiantes indígenas de las carreras de Ingeniería en Sistemas Computacionales, Ingeniería Industrial e Ingeniería en Gestión Empresarial, quienes accedieron con agrado a participar y compartir sus opiniones para construir las narraciones que se presentan en este estudio. El grupo de enfoque fue grabado en audio, previo consentimiento informado de los participantes, que incluyó el compromiso de reservar los datos personales de los jóvenes, por lo que sus nombres han sido modificados.
EDUCACIÓN SUPERIOR A DISTANCIA EN TOLIMÁN
Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos, es uno de los retos que plantean los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas, que da origen al modelo de educación a distancia del Tecnológico Nacional de México.
Dentro de los principales ejes planteados para esta modalidad educativa, se destacan los enfoques teóricos constructivista de carácter colaborativo y el conectivista, teoría del aprendizaje para la era digital, que sostiene que, debido a la influencia que la tecnología tiene en el campo de la educación, el aprendizaje ocurre en ambientes cambiantes e interconectados a partir de redes y nodos de información. Como resultado de estos ejes, este modelo fomenta el uso de las TIC; también busca formar egresados como agentes de cambio en un marco de innovación y emprendimiento (Secretaría de Educación Pública, 2015).
El objetivo de este modelo es
ofrecer una amplia cobertura educativa, que asegure la igualdad de oportunidades para estudiantes que radican en cualquier lugar de México y […] brinde la posibilidad de combinar el estudio con otras actividades, impulsar la equidad, la perspectiva de género, la inclusión y la diversidad; promoviendo “el desarrollo y la utilización de Tecnologías de Información y Comunicación en los institutos, unidades y centros para apoyar el aprendizaje de los estudiantes, ampliar sus competencias para la vida y favorecer su inserción en la sociedad del conocimiento (Secretaría de Educación Pública, 2015, p. 21).
En el estado de Querétaro se implementó el modelo educación presencial a distancia (EPAD) desde agosto de 2010 en el municipio de Tolimán, con la finalidad de ampliar la cobertura de la educación superior tecnológica y formar profesionistas comprometidos con su entorno para impulsar el desarrollo regional a través del uso de las TIC con equidad y calidad. La oferta educativa inicial fue de las carreras de Ingeniería en Sistemas Computacionales e Ingeniería Industrial. Actualmente, se ofrece también la Ingeniería en Gestión Empresarial en los diez municipios en los que tiene presencia esta modalidad.
A grandes rasgos, el modelo funciona mediante asesorías en línea de cada una de las asignaturas que cursan cada semestre los estudiantes en las instalaciones de la sede de su municipio, y que reciben acompañamiento académico o tutoría antes y después de cada clase. El modelo se complementa con la asistencia regular a los laboratorios ubicados en las sedes centrales para realizar las prácticas académicas y de investigación requeridas.
Características del modelo de educación a distancia
La creación y el desarrollo de este modelo en el municipio indígena de Tolimán ha representado para los jóvenes la posibilidad de poder ingresar a la educación superior sin enfrentar las dificultades que existen para continuar con este nivel educativo en la ciudad de Querétaro o San Juan del Río, lugares que concentran la mayor cantidad de espacios educativos tanto públicos como privados en el estado. De esta forma, los estudiantes del EPAD y sus familias no tienen que destinar los recursos económicos que implica la movilidad y manutención durante el tiempo que dura el programa educativo. Permanecer estudiando en sus regiones también evita o posterga los procesos de adaptación que los alumnos indígenas deben desarrollar en las ciudades, donde en ocasiones sufren discriminación y rechazo por su origen étnico, que los obliga a ocultarlo. Finalmente, quienes estudian dentro de esta modalidad tampoco compiten en desventaja con otros estudiantes para ingresar, dado que este programa no tiene procesos de selección más allá del trámite de inscripción.
Si bien la existencia de un plantel de educación superior en Tolimán contribuye a atender estos tres grandes obstáculos que siempre han existido para que los jóvenes indígenas puedan continuar con sus trayectorias educativas -como son la distancia de los planteles escolares, la escasez de recursos de las familias para solventar los gastos que implica la educación superior de uno de los miembros de la familia y los exámenes de selección-, plantea también nuevas desventajas para los estudiantes de acuerdo con su evaluación.
La primera desventaja se relaciona con la limitada oferta educativa que se ofrece. La mayoría de los estudiantes que participaron en el grupo de enfoque no pensaron como primera opción para estudiar las ingenierías que actualmente cursan en el modelo EPAD. Los participantes intentaron incorporarse a otros programas educativos en instituciones públicas reconocidas fuera de su región y otros incluso ingresaron a universidades privadas, pero no pudieron costear los gastos que implicaban las colegiaturas y la residencia externa.
La segunda desventaja identificada se relaciona con las actividades prácticas que son fundamentales para el aprendizaje de los conocimientos y las habilidades requeridas en las ingenierías. Debido a esta deficiencia, los alumnos expresan que se encuentran en una posición desigual en comparación con los estudiantes que estudian la misma carrera en modalidad presencial, como señala Gustavo:
Yo creo que de las carreras que se ofertan a quienes más les pega es a los de ingeniería industrial, porque mi hermano que es mayor que yo, está estudiando ingeniería industrial, pero allá en la UTEQ, y muchas veces veo que sube videos y fotos de las prácticas que está haciendo. Y aunque vamos a terminar la carrera casi igual, porque él se atrasó un tiempo, igual también por cuestiones económicas y tuvo que entrar a trabajar. Entonces él en la escuela está constantemente haciendo prácticas y prácticas, y yo creo que por eso le gusta mucho esa carrera y, por ejemplo, creo que eso es la desventaja de los de aquí, porque les hace falta más práctica (testimonio de Gustavo, 21 años, estudiante de Ingeniería en Gestión Empresarial).
La percepción de estar en desventaja respecto a otros estudiantes y considerar que la formación recibida ha sido insuficiente, es uno de los factores que puede contribuir de modo negativo a la integración de la identidad profesional y el desarrollo laboral futuro de estos jóvenes que, tarde o temprano, se enfrentarán a un mercado de trabajo competitivo. Dulce y Evelyn lo expresan de esta forma:
Yo me siento chiquita, no me refiero a lo de capacidad, porque aquí en Tolimán sí hay muchos alumnos que son muy capaces, pero me refiero en oportunidad para los materiales, porque a fin de cuentas un ingeniero egresado de aquí de Tolimán no va a tener la misma oportunidad de trabajar con las herramientas, como un egresado de Querétaro (testimonio de Dulce, 19 años, estudiante Ingeniería Industrial).
… supongo que los conocimientos los tienes, pero me refiero al conjunto de todo, lo demás, desarrollarte en una sociedad como una ciudad, tener los contactos, entonces hay otras cosas, por eso digo que es un conjunto de todo, yo desde eso sí me siento inferior (testimonio de Evelyn, 19 años, estudiante de Ingeniería en Gestión Empresarial).
Esta desventaja puede entonces sumarse a las percepciones negativas sobre las culturas indígenas y sus integrantes que aún se encuentran ampliamente difundidas en la sociedad.
En cuanto a la evaluación de las características centrales del modelo de educación a distancia, las opiniones de los estudiantes están divididas entre quienes se han adaptado y hasta “le han agarrado el gusto” y quienes definitivamente extrañan las clases presenciales y al número de profesores que cubre las asignaturas de cada ciclo escolar, como se puede apreciar en los testimonios:
Yo sí extraño el modelo presencial, creo que sería una mejor educación tener al maestro así presencial que solamente ver la pantalla e interactuar nada más con los tutores. Porque siento que los tutores no están capacitados en todas las materias como para que nos resuelvan todas las dudas. Entonces creo que sería muy bueno tener a un maestro especializado ahí enfrente que nos dé bien una sola materia y no un tutor que nos da todas (testimonio de Dulce, 19 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
Yo como uno de los más grandes que va en Ingeniería Industrial sinceramente yo ya olvidé lo que es una clase con un profesor en modalidad presencial, le he agarrado no por decir el cariño, pero sí el gusto a las clases en esta modalidad (testimonio de Francisco, 21 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
Otras observaciones que los estudiantes hicieron sobre el modelo a distancia se relacionan con la distribución y el nivel de profundización en los contenidos de cada asignatura, ya que consideran, por ejemplo, que
… luego se pone pesado porque hay temas que tenemos que ver en seis meses y los vemos en un mes y medio […] la modalidad a veces no da para más, y nos tienen que meter los temas muy resumidos, a veces para que nos dé chance de sacar la materia, y eso hace que nos atoremos mucho en trabajos y no por mucho hacer va a hacer que aprendemos (testimonio de Francisco, 21 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
A pesar de estas observaciones críticas, los estudiantes expresaron satisfacción y agrado de estudiar en el sistema, ya que les permite estar cerca de sus familias.
Expectativas, sentidos y significados de la educación superior
Las expectativas y significados que la educación superior tiene para los estudiantes indígenas ha sido un tema abordado por diferentes investigadores del campo de las ciencias sociales. Una parte de estas investigaciones han confirmado que la educación superior representa para este grupo de población la posibilidad de acceder a un trabajo bien remunerado y una mejor calidad de vida para sus familias (Schmelkes, 2003; Czarny, 2015; Chávez, 2008). Otra parte considerable de trabajos han abordado también las expectativas y responsabilidades de los jóvenes que culminan con los estudios superiores con sus comunidades de origen (Roldán, 2020; Czarny et al., 2018; Chávez, 2008; Badillo, 2011). Estas expectativas, que muchas veces se relacionan con el desarrollo sociocultural de cada región, crean escenarios de tensión para el egresado, quien se debate entre sus proyectos laborales y los compromisos asumidos (Czarny et al., 2019; Badillo, 2011). De igual forma, dentro de esta área de estudio sobre juventud indígena, el tema de la identidad cultural étnica y sus posibles transformaciones a partir de la formación profesional universitaria (Segura y Chávez, 2016; Rea, 2011; Pérez, 2008) ha originado importantes investigaciones.
Este trabajo busca contribuir al análisis de los sentidos y las expectativas que los jóvenes tienen acerca de la educación superior, al tratar de mostrar tanto los ejes que estructuran las expectativas en relación con sus proyectos de vida como su transformación en el curso de la educación. De igual modo, la investigación pretende identificar esos resultados y efectos no siempre previstos o reconocidos por los jóvenes que cursan la educación superior, pero que causan un gran impacto en sus vidas.
Sobre la decisión de estudiar una carrera, todos los participantes refieren haber tenido desde temprana edad el deseo de estudiar en el nivel superior y son los primeros miembros en su familia en alcanzar este nivel educativo. Para ninguno de los jóvenes que participaron en el grupo de trabajo fue fácil el proceso de selección e ingreso, pues ninguno pudo acceder a sus primeras opciones de carrera en las principales instituciones de educación superior del estado. Quienes lograron entrar en pequeñas universidades privadas no continuaron por falta de recursos y porque no cumplieron sus expectativas de formación. Tras de las primeras experiencias negativas, los jóvenes se tomaron un tiempo antes de volver a intentarlo, durante el cual trabajaron para reunir recursos y consideraron la idea de estudiar en el Tecnológico Nacional de México, sede Querétaro, modalidad EPAD, plantel Tolimán.
Cuando se les preguntó por el significado y sentido que para ellos tiene la educación superior, su discurso se centró en las ideas de superación y oportunidades, y utilizaron la metáfora de abrir puertas y escalar peldaños para desarrollar sus proyectos de vida. Ninguno de los jóvenes se refirió únicamente a los aspectos laborales y económicos que puede traer consigo estudiar una carrera, sino que consideraron la adquisición de conocimientos y habilidades como un motor de crecimiento y desarrollo humano personal, que también les puede brindar la oportunidad de ayudar a su familia y contribuir con su comunidad, como podemos ver en la siguiente síntesis de las principales opiniones:
Yo creo que es un pequeño escalón hacia una, una oportunidad un poco más grande, no solo me refiero a una cuestión social, o psicológica, sino a más oportunidades. Te abre un poco más la mente a decir qué es el principio a un mundo que no conoces, no solo en cuestión educación (testimonio de Gustavo, 21 años, estudiante de Ingeniería en Gestión Empresarial).
Para mí significa la puerta del peldaño más alto, pero que nos abre la puerta de una montaña aún más grande, tanto laboral, tanto económico, tanto cultural, tanto social. Es donde nos estamos formando, yo sé que nos estamos también formando con la educación primaria y la secundaria, o media superior, pero aquí es donde te defines, quién eres, porque al final yo puedo decir: soy Francisco, mucho gusto, pero al final eres una persona educada qué tiene valores y principios, una moral, porque aquí te defines en salir como un ingeniero que le interesa ayudar a su bolsillo o ayudar a la sociedad, así yo lo veo yo (testimonio de Francisco, 21 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
Yo diría que es un paso más que nos abre un rango de oportunidades, tanto como lo laboral entre otras cosas, es una buena manera de progresar y ayudar a nuestras personas (testimonio de Elena, 20 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
Yo siento que es como la puerta, porque en la vida te vas a encontrar conocimiento de muchos tipos, a veces los aprendes en la escuela, a veces los aprendes con la experiencia. Entonces es como esa puerta que te abre un poquito los sentidos, un poquito más arriba y te permite mejorar, trascender y también lo que decían: ayudar a otras personas […] Yo creo que la educación lo único que puede hacer es aumentar tus posibilidades de mejorar quizá tu posición social, tienes que buscar oportunidades y como dice mi compañero, pues el hecho de que tengas una carrera y la termines no te asegura absolutamente nada entonces lo único que puede hacer es generar más oportunidades de diversas fuentes (testimonio de Evelyn, 19 años, estudiante de Ingeniería en Gestión Empresarial).
Yo siento que es más para mí como una oportunidad para lograr lo que quiero, porque yo siento que mi meta fija es trabajar en algo en la salud. Entonces siento que, si termino esta carrera y busco un empleo, después voy a poder hacer por lo que tanto me he esforzado, ya después voy a poder estudiar una carrera que si me guste (testimonio de Dulce, 19 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
Los sentidos y significados que los estudiantes le atribuyen a la educación superior también deben comprenderse a partir de las expectativas que sus familias han puesto en ellos como futuros profesionistas y que han interiorizado. El sentido de estudiar no solo se relaciona con el discurso personal de desarrollo y superación para “ser alguien en la vida”, sino con los significados comunitarios y familiares que se comparten sobre la educación.
En Tolimán muchas familias le otorgan importancia a la trayectoria educativa de sus miembros y consideran estrategias para apoyar a quienes desean alcanzar el nivel superior. Así, podemos encontrar familias cuya cabeza o sostén principal son trabajadores asalariados en Querétaro o migrantes en Estados Unidos, que han decidido permanecer trabajando fuera de su comunidad hasta que sus hijos hayan completado su trayectoria escolar. En otras familias, los hijos mayores que se insertan de forma temprana al mundo del trabajo destinan parte de sus recursos a la reproducción de la unidad doméstica y permiten que otros miembros puedan postergar su ingreso al mercado laboral y estudiar.
Por su parte, los jóvenes que estudian también suelen combinar el trabajo con el estudio o incluso trabajar de tiempo completo durante largos periodos a fin de reunir recursos suficientes para poder estudiar. Las familias de los estudiantes que participaron en el grupo de enfoque corresponden a alguno de estos tipos que apoyan la formación profesional de sus hijos, como podemos apreciar en los siguientes testimonios sobre las expectativas que tienen sus padres y familias frente a su formación:
… no hay presión, pero sí esperan que me supere y termine la carrera. Y es que por parte de la familia de mi papá yo soy la única que se prepara para profesionista y por parte de la familia de mi mamá hay tres que se están preparado para profesionistas (testimonio de Elena, 20 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
… tampoco hay presión, bueno al menos no me lo dicen, pero sé que en el fondo sí esperan mucho de mí, porque también nada más somos dos que estamos estudiando así para ser profesionistas, y siento que la presión es más de mi hermana, porque como es menor que yo, y yo solo vivo con mi hermana y mi abuelita, entonces siento que mi hermana, es como, que siempre va todo junto a mí, como que soy su ejemplo porque cada de lo que yo hago como que ella lo hace también (testimonio de Citlali, 19 años, estudiante de Ingeniería en Sistemas Computacionales).
… pero creo que esperan a que termine la carrera y pues ejercerla ya sea en cualquiera de los departamentos que están en una empresa, desde logística, marketing, contabilidad, ventas o quizá una gerencia, pero en sí solamente que la termine y que la ejerza (testimonio de Gustavo, 21 años, estudiante de Ingeniería en Gestión Empresarial).
Sin embargo, también existen otras concepciones sobre la educación superior en la región que dudan de su utilidad y pertinencia, frente a otras opciones laborales y estrategias de reproducción económica, así como doméstica, que permiten cumplir con los mandatos socioculturales de forma más rápida. Estas concepciones impactan en mayor medida a las mujeres, cuyas trayectorias de vida están marcadas por los imperativos culturales del matrimonio, el trabajo de reproducción doméstica, la crianza y el cuidado de los miembros de la familia que deben formar. Así, los sentidos sobre la educación superior entre los habitantes de la región se debaten entre la importancia de la adquisición de conocimientos y habilidades dentro de una disciplina profesional que dará prestigio y la promesa de mejores ingresos, así como una mejor calidad de vida a quienes la ejerzan, frente a las opciones de vida que privilegian para las jóvenes el matrimonio y para los jóvenes el ingreso al mundo del trabajo y la generación de ingresos una vez terminada la educación secundaria o el bachillerato, en contextos de marginación y pobreza.
Estas observaciones son producto de la reflexión y la discusión que las jóvenes realizaron durante el grupo de enfoque a propósito de los sentidos y significados que tiene la educación superior para los jóvenes y para los miembros de otras generaciones en sus comunidades:
Yo creo que se sienten tristes, porque yo sí tengo varios compañeros que luego platicamos y les cuento de cómo me va, y así, y ellos nada más me cuentan de que yo trabajo aquí de albañil, de que yo nada más soy ama de casa, de que yo ya me casé, mi esposo está en el otro lado […] una compañera que cuando salimos del bachi se casó, y entonces este, se embarazó y perdió dos bebés; por ejemplo, ella ahorita nada más está en su casa, y le pregunto que, si quiere estudiar y me dice que sí, que le interesa psicología, pero su señor no la deja, su señor es de ahí de Sabino y ella es de aquí de Tolimán (testimonio de Citlali, 19 años, estudiante de Ingeniería en Sistemas Computacionales).
Varios de mis amigos me cuentan que ellos quisieron poder estudiar y me dicen: “échale ganas porque yo no pude estudiar”. Y luego hay otras personas allá donde vivo que no piensan así, y me dicen “que para qué estudio, qué mejor ya me junte, que solo es pérdida de tiempo”, me dicen. Yo creo que me lo dicen porque soy mujer, pero también me lo dicen muchas mujeres; pero, por ejemplo, allá no se piensa lo mismo de los hombres que estudian, por ejemplo, tengo una tía que también estudió en el Tec y muchos de sus familiares le dicen que ya no estudie, que no termine, que mejor se dedique a cuidar a sus hijos, que el que tiene que estudiar es su esposo, para que los saque adelante después (testimonio de Elena, 20 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
… algunos sí te ven como alguien un poquito diferente, alguien que se desvió un poquito de lo que socialmente es normal (testimonio de Evelyn, 19 años, estudiante de Ingeniería en Gestión Empresarial).
Los testimonios anteriores confirman uno de los efectos que la educación superior tiene sobre muchas mujeres indígenas que adquieren autonomía, independencia y diversos grados de empoderamiento gracias a su trayectoria educativa y profesional. Así, cuando deciden estudiar una carrera y ejercerla, por lo general, retrasan el matrimonio y la maternidad, y modifican los tiempos, así como las pautas de género establecidas para las mujeres en esta región ñäñho, quienes, al término de sus estudios, se insertan en el ámbito laboral. Para los varones, en cambio, la educación superior presupone la posibilidad de cumplir con su futuro rol de proveedor del hogar con mayores recursos e ingresos, aunque también deben resistir la presión que existe para cumplir en tiempo y forma con los imperativos culturales del matrimonio y la procreación.
Planes de vida profesional: obstáculos y estrategias
Otra de las consecuencias que la educación superior tiene para los jóvenes es la formulación de planes de vida que se apartan a las trayectorias laborales y profesionales que existen en las generaciones precedentes. Los jóvenes expresaron el deseo de establecer su propia empresa, de ocupar un puesto relevante en la industria o de realizar estudios de posgrado. Los obstáculos que consideran tienen que enfrentar para alcanzar estos proyectos se relacionan con la disciplina, la organización del tiempo y el esfuerzo que aún deben dedicarle a sus estudios para concluirlos, ya que varios de ellos requieren regularizarse debido a que no han cursado todas las materias de cada uno de los ciclos o deben repetir alguna. Cabe mencionar que los estudiantes que participaron en el grupo de enfoque combinan el estudio con algún trabajo durante la semana o han dedicado semestres completos a laborar para completar sus gastos y aportar a los recursos familiares. Por esta razón, presentan situaciones de retraso y discontinuidades en la carga regular de asignaturas que implica su plan de estudios.
Combinar el estudio con algún trabajo es una de las características que muchos estudiantes indígenas de Tolimán realizan, ya sea que estudien en las ciudades del estado o en el modelo a distancia de la cabecera municipal. Los recursos económicos limitados con que cuentan las unidades domésticas de los estudiantes de estas regiones originan que los jóvenes comiencen desde temprana edad a trabajar y comprometan algunas veces su trayectoria educativa. Al respecto, los participantes del estudio compartieron las siguientes experiencias:
… pues no podemos cantar y chiflar o te consume la escuela o te consume el trabajo que sí hay que buscar un equilibrio, pero al menos, y no lo he podido encontrar, y espero encontrarlo en próximos días, bueno en próximos años, pero pues prácticamente sería eso, porque aquí pus’ nosotros tratamos de encontrar nuestras propias oportunidades, a veces descuidamos la escuela, también hay problemas familiares, etcétera, bueno muchas cosas que pueden llegar a pasar […] porque me he ido de mesero como mi compañera, me he ido a trabajar a la empresa, me he ido a trabajar en la albañilería, porque he estado en varios trabajos y eso también sirve para entender cómo se sufre para tener un peso en el bolsillo, y gracias a ello uno agarra más motivación también para terminar la carrera (testimonio de Francisco, 21 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
Para mantener ese equilibrio de mantener un ingreso estoy comenzando un negocio que es como de hacer recuerdos como para bautizos y así de manualidades […] yo empecé a trabajar desde pequeña porque mi mamá y mi abuelita iban a trabajar a una casa a hacer limpieza, entonces yo también iba y les ayudaba, y pues desde ahí desde pequeña ya ando en el trabajo (testimonio de Dulce, 19 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
Yo empecé trabajando en una tienda ahí en mi pueblo, ya después cuando cumplí los 18 empecé a trabajar aquí en Tolimán los fines de semana (testimonio de Elena, 20 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
Yo, por ejemplo, trabajo dos días a la semana, los fines de semana soy mesera en un restaurante, de lunes a viernes tengo que terminar todas las actividades de la escuela, pero también se te juntan las cosas de la familia, yo vivo con mis papás y por eso también tengo que hacer tareas ahí en mi casa, entonces la escuela y las tareas del hogar (testimonio de Evelyn, 19 años, estudiante de Ingeniería en Gestión Empresarial).
Continuando con los obstáculos que los estudiantes identificaron para comenzar su desarrollo profesional una vez que concluyan sus estudios, se aprecia, en primer término, el temor a no encontrar un trabajo bien remunerado en su área de especialización, así como a no contar con los conocimientos y habilidades requeridos para el puesto y “no hacer bien las cosas” o “equivocarme en algo donde no me deba equivocar”. Además de estás inseguridades, que son comunes para todos los egresados universitarios, los jóvenes indicaron problemas relativos a la brecha salarial de género que han observado en el campo laboral:
Creo que sí tenemos la oportunidad de trabajar, pero las mujeres no están recibiendo el mismo sueldo y ese es un problema muy grande que a pesar de los tiempos en los cuales ya vivimos, se sigue dando y mucho más aquí en Querétaro […] porque una compañera que egresó de ingeniería industrial está ganando mucho menos que un compañero (testimonio de Francisco, 21 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
… lo que me contó, que al menos en donde está trabajando sí hubo un poco de conflicto porque ya la iban a ascender, pero no le ofrecieron un mejor sueldo; creo que, sí la terminaron ascendiendo, pero no pagándole lo que pagan en ese puesto otras empresas a los hombres, porque de hecho ella escuchó eso de forma interna (testimonio de Gustavo, 21 años, estudiante de Ingeniería en Gestión Empresarial).
Las jóvenes, además de afirmar estas observaciones hechas por sus compañeros, indicaron el temor que les provoca no poder cumplir adecuadamente con un trabajo y las futuras responsabilidades familiares que implica el matrimonio, como sintetiza el testimonio de Evelyn: “Me da mucho miedo no poder convivir todas las situaciones que esté llevando en ese momento, el trabajo o por ejemplo si en ese momento tengo una relación o una familia o no juntar bien todo o no hacerlo bien, no tener ese balance”.
Otro de los temas que se discutieron dentro de sus posibles proyectos de vida y los obstáculos para cumplirlos fue el relativo a la identidad étnica y los problemas de discriminación que pueden llegar a presentarse en el ámbito laboral. A excepción de uno de los participantes, los demás estudiantes que asistieron al grupo de enfoque se identificaron como ñäñho, ya que provienen de una familia otomí y comparten un territorio, una historia, así como una tradición cultural. Cabe destacar que dos de las participantes son bilingües y una más declaró entender la lengua hñähño, aunque todos aseguraron que sus abuelos y algunos de sus padres la hablan.
Los estudiantes reconocen que en las principales ciudades del estado de Querétaro existe discriminación no solo hacia la población indígena: “Ahí te discriminan hasta por lo zapatos que traes”. En ese sentido, son conscientes de la posibilidad de enfrentarse a alguna forma de discriminación, como sus padres y abuelos la sufrieron cuando salieron a trabajar hacia los grandes centros urbanos del país. Estas experiencias que marcaron a las generaciones precedentes constituyen una de las causas de la interrupción en la transmisión de la lengua entre los habitantes de las comunidades de Tolimán. Por esta razón, los jóvenes indicaron que sus padres no les enseñaron la lengua como estrategia para prevenir una probable discriminación. Sin embargo, aunque los jóvenes ya no hablen la lengua, saben que continúan estando expuestos a alguna forma de discriminación por su origen, su color de piel, su forma de vestir, sus creencias o costumbres, que los pueden llegar a marginar o excluir en el mundo del trabajo, a pesar de contar con estudios universitarios y demostrar las capacidades profesionales que se requieren, como bien sintetizan estas participaciones:
… entonces cuando ya uno está en el ámbito académico, en la educación superior, ya no hay como tal ese problema, pero sí creo que sigue habiendo ese repudio, o sea dicen: “ok, eres profesionista, pero hazte para allá” porque vienes de ese lugar, de esas tradiciones, entonces dicen, “sí, eres profesionista, pero hazte para allá”. Aun siendo profesionista te siguen marcando como una persona diferente y lo cual no debe de ser; hasta por el tono o color de una persona te siguen discriminando en la calle (testimonio de Francisco, 21 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
… está estudiando en Chapingo, de hecho, a él lo discriminaron por hablar otomí en Chapingo, y él se buscó un trabajo en donde sí le dejan hablar otomí; de hecho, hace un programa de radio en donde hablan otomí, lo hace ahí con mi tía, en donde relatan historias en lengua otomí, ella es de psicología, pero la discriminaron por hablar otomí, por eso se metió a eso de los programas de radio (testimonio de Elena, 20 años, estudiante de Ingeniería Industrial).
A pesar los obstáculos que puede representar la discriminación de la población indígena en el estado de Querétaro, una de las tres entidades con mayor porcentaje de habitantes mayores de 18 años que manifestaron ser víctimas de discriminación, con el 30.5% de acuerdo con la Encuesta Nacional de Discriminación (INEGI, 2022), los estudiantes de Tolimán que participaron en este estudio buscan consolidar sus proyectos de vida profesional que representan la posibilidad de mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias. Más allá de la reproducción económica, los jóvenes también pretenden contribuir con sus comunidades de origen y su desarrollo cultural del que han formado parte desde pequeños participando en las danzas de sus comunidades, y al que no le darán la espalda, como afirmaron al final de este ejercicio de investigación: “Estamos orgullos de que se sigan preservando estas tradiciones”.
JÓVENES INDÍGENAS Y EDUCACIÓN SUPERIOR A DISTANCIA EN QUERÉTARO: UN PRIMER BALANCE
Con el interés de contribuir a la inclusión educativa y el desarrollo sociocultural de los pueblos indígenas de Querétaro, se han desarrollado diversos acercamientos a las necesidades, los obstáculos y las estrategias que han emprendido los jóvenes estudiantes indígenas de Tolimán para consolidar sus trayectorias académicas en la educación superior. En esta ocasión, buscamos recuperar las experiencias y la percepción que los estudiantes de esta región tienen de la opción del modelo de educación a distancia de Tecnológico Nacional de México, que ha atendido varias de las dificultades que tienen los jóvenes para poder cursar estudios universitarios.
Tal como podemos apreciar en las páginas anteriores, este modelo resuelve los problemas relativos a la lejanía de los planteles de educación superior, así como los gastos que conlleva para las familias sostener a uno de sus miembros fuera de su comunidad para que pueda estudiar. Atiende también las dificultades en los competitivos procesos de selección e ingreso a los que los jóvenes deben hacer frente en las grandes universidades públicas, ante las deficiencias y los rezagos en la formación educativa que tienen los egresados de bachillerato de localidades rurales e indígenas.
Más allá de estos aciertos, el modelo podría incorporar un programa de becas que otorgue apoyos económicos complementarios para que los estudiantes puedan dedicarse de forma exclusiva a su formación educativa. El alumnado que requiere recursos para continuar su carrera universitaria se ve en la necesidad de buscar trabajo durante sus tiempos libres o buscar subvenciones en fundaciones privadas, así como en los programas gubernamentales existentes.
Una de las carencias que los estudiantes identificaron y que resulta fundamental para su formación es la falta de laboratorios y talleres para el desarrollo de las asignaturas de carácter aplicado. A pesar de que el modelo prevé la asistencia a las instalaciones ubicadas en las ciudades de Querétaro y San Juan del Río, el tiempo que los alumnos pueden acceder es limitado. De igual modo, hay que señalar que el plantel de Tolimán no cuenta con instalaciones propias y existen fallas en la red de internet que sostiene el modelo.
Si atendemos a la historia y a las características socioculturales de las poblaciones ñäñho de esta región, resultaría conveniente incluir contenidos sobre lengua, historia y cultura de este grupo étnico en el marco de la interculturalidad para atender las necesidades sociales presentes. Los jóvenes del municipio que cursan o han concluido estudios universitarios analizan de manera crítica su realidad y revaloran sus tradiciones culturales frente a los modelos de desarrollo impulsados en el estado y que han traído consigo problemas de desigualdad y marginación para los habitantes de las localidades rurales. Estos modelos permiten que las empresas junto con las élites regionales mercantilicen los recursos naturales y simbólicos propios de las comunidades, y reserven para sus habitantes empleos precarizados. Así, muchos estudiantes buscan retomar el control de sus patrimonios y se han organizado en colectivos dedicados al fortalecimiento de su lengua y tradiciones, como el colectivo Mhödi.
Como muestra de esta dinámica cultural del compromiso que tienen los jóvenes universitarios con sus comunidades de origen, los participantes de esta investigación discutieron acerca de las causas del abandono de la lengua hñähño, y expresaron su deseo de robustecer este elemento clave de su cultura, ya que lo consideran fundamental para el fortalecimiento de su identidad étnica. Tomando en cuenta este movimiento cultural de los estudiantes y los egresados indígenas, el modelo de educación a distancia del Tecnológico podría contribuir la mejora de los procesos locales de organización y gestión para la construcción de alternativas de desarrollo sociocultural autónomas, mediante la integración de contenidos y actividades interculturales, incluyendo cursos de lengua otomí para el nivel superior. Este puede ser un paso importante para desarrollar procesos no solo de inclusión, sino de descolonización de la academia, que implican la reestructuración de los planes y programas de estudio, en los que se consideren los conocimientos y las prácticas de enseñanza-aprendizaje locales, así como la participación de maestros y personal administrativo de origen indígena al interior de las instituciones de educación superior (Raffoul et al., 2022).
De igual forma, el modelo también podría diseñar estrategias de apoyo que promuevan y fortalezcan las trayectorias educativas de las mujeres frente a los rígidos modelos socioculturales de género que aún prevalecen en muchas familias de la región.
Los ejes que estructuran los significados y las expectativas de la educación superior para los jóvenes de esta región se encuentran en la posibilidad de superarse “abriendo puertas” y “escalando peldaños” mediante la formación profesional como la mejor opción para acceder al mundo laboral con la cualificación necesaria, que les permita obtener un empleo bien remunerado y una mejor calidad de vida para ellos y sus familias. Al centro de estos ejes, se aprecian los esfuerzos y los deseos que las familias depositan en sus estudiantes en el desarrollo de sus proyectos profesionales, los cuales, a su vez, generan nuevos compromisos con sus comunidades, que los futuros egresados deberán cumplir.
Más allá de las posibilidades de desarrollo profesional y la búsqueda de mejores ingresos, los jóvenes estudiantes indígenas de esta modalidad educativa han reafirmado el significado de la educación como elemento de transformación personal al adquirir el prestigio que una carrera universitaria brinda en entornos donde la educación superior es reconocida, pero su acceso es muy limitado.
Asimismo, la formación universitaria ha transformado las trayectorias tradicionales de vida de los jóvenes y retrasado el mandato cultural de la unión y la procreación de una familia. En el caso de las mujeres, esto ha significado la posibilidad de incrementar su autonomía y empoderamiento gracias a su inserción al ámbito laboral, que modifica los modelos tradicionales de género dentro de las familias, al promover la democratización de la organización doméstica.
Si atendemos los retos que impone la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para garantizar que cada individuo tenga acceso a una educación inclusiva, equitativa y de calidad, el Tecnológico Nacional de México ha contribuido de manera fundamental con este objetivo, al incrementar su cobertura de educación superior utilizando las TIC en espacios rurales e indígenas, que amplían la posibilidad de que más jóvenes puedan acceder a este nivel de estudios. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer para poder completar su misión de impulsar la equidad, la perspectiva de género y la diversidad en todos sus espacios educativos, como es el caso de los jóvenes estudiantes ñähño del semidesierto queretano.