Introducción
La intoxicación por picadura de alacrán es un problema de salud pública en la región de América Latina y América del Norte1,2. En México, se registran alrededor de 300,000 casos y 40 defunciones anualmente3,4. La mortalidad en localidades con menos de 2,500 habitantes es casi doce veces mayor que la observada en las de más de 20,000 habitantes5. Los registros recientes de la Secretaría de Salud indican un aumento de su ocurrencia con tasas de 8,618 por 100,000 habitantes en 2012 y de 8,769 por 100,000 habitantes en 2013. El estado de Guerrero ocupó el primer lugar en intoxicaciones por picadura de alacrán durante el periodo de 2012 a 2014, el segundo lugar en el 2015 y el tercer lugar en 20164.
Los alacranes se encuentran en casi todos los ambientes ecológicos. Se distribuyen principalmente en regiones tropicales y subtropicales, aunque se han adaptado a ambientes desérticos de clima caliente6. Hasta 2017, se tiene registro de 2,342 especies de alacranes en el mundo7, de las cuales solamente 50 especies son peligrosas para los humanos8. En México se conocen 289 especies, 19 de ellas de importancia médica9, que habitan principalmente en la vertiente del Océano Pacífico10.
Las especies tóxicas que existen en México pertenecen al género Centruroides de la familia Buthidae, y son responsables de cuadros clínicos graves o mortales3,11. En Guerrero, durante mucho tiempo, la única especie de importancia médica conocida fue Centruroides limpidus12. Actualmente, se tiene registro de otras especies: Centruroides balsasensis, Centruroides tecomanus, Centruroides meisei, Centruroides villegasi13, Centruroides bonito14 y Centruroides poncei15. El veneno de las siete especies es altamente tóxico.
La mayor cantidad de accidentes por picadura de alacrán ocurre en poblaciones rurales, en el hogar y durante la noche8,16,17. Los hombres presentan mayor frecuencia de accidentes18 y la salud de los menores de 15 años es la más afectada17, con cuadros clínicos más graves en niños de 5 a 9 años de edad19,20. Las condiciones precarias de vivienda21 y caminar descalzo por la noche favorecen estos accidentes20. El uso de guantes en el trabajo de los campesinos adultos se ha encontrado como factor protector18 y, al parecer, no hay diferencia de los accidentes por picadura de alacrán según las condiciones socioeconómicas de las familias22. El objetivo de este estudio fue identificar las especies de alacrán de importancia médica en dos comunidades de alta incidencia de intoxicación por picadura de alacrán, estimar la ocurrencia de estos accidentes en escolares y los factores asociados.
Métodos
Se realizó un estudio transversal en dos localidades rurales del estado de Guerrero, México: Zumpango del Río y Atliaca. Zumpango del Río es cabecera del municipio Eduardo Neri, se encuentra a 1,050 m sobre el nivel del mar en las coordenadas 17°39’11.70’’ latitud N y 99°31’99’’ longitud O. En la localidad viven aproximadamente 24,500 habitantes (51 % mujeres); todos hablan español. Zumpango cuenta con clima templado-tropical y lluvias de mayo a octubre. Su temperatura media es de 22° C. La población tiene como actividades principales el comercio y la agricultura. Por su parte, la comunidad de Atliaca pertenece al municipio de Tixtla y está ubicada a 1,290 msnm en las coordenadas 17°39’10.57’’ latitud N y 99°22’23.64’’ longitud O. La habitan aproximadamente 7,200 personas (51 % mujeres). El 99 % de la población es indígena. El 78 % de los habitantes habla español y náhuatl; el 15 % habla solo español y el 7 % habla solo náhuatl. El clima es cálido y seco, con una temperatura que oscila entre los 25 y los 37 °C. La agricultura es la principal ocupación de los pobladores.
El estudio comprendió dos fases: la primera, de julio de 2013 a junio de 2014, para identificar especies de alacranes; la segunda, de abril a junio de 2016, para obtener información de los escolares relacionada con la ocurrencia de accidente por picadura de alacrán y los factores asociados.
Estudio entomológico
La recolecta de alacranes se realizó en diez colonias periféricas de Zumpango del Río y en seis de Atliaca. Se aplicaron métodos de captura directos diurnos, mediante la detección activa de alacranes, buscando principalmente en techos, paredes, cortezas de postes de cerca, bajo láminas de cartón y rocas y en tejas apiladas. Los datos se registraron en el formato ALER-1 que utiliza la Secretaría de Salud23. Para la identificación de la especie, se siguieron las claves publicadas por Baldazo, et al.13 y Ponce, et al.9 Con los especímenes recolectados se obtuvieron los índices de infestación, densidad y hacinamiento24, según las fórmulas descritas en la Tabla 1.
Índice | Fórmula | Información que proporciona |
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Índice de infestación |
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Grado de contacto persona‑alacrán |
Índice de densidad |
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Distribución de los alacranes en la comunidad |
Índice de hacinamiento |
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Densidad relativa de alacranes en predios positivos |
Fuente: Norma Oficial Mexicana NOM‑033‑SSA2‑2011. Para la vigilancia, prevención y control de la intoxicación por picadura de alacrán. Publicada en el Diario Oficial de la Federación de México el 22 de noviembre de 2011.
Encuesta a escolares
El tamaño de la muestra fue calculado con intervalo de confianza del 95 % (IC 95 %), poder del estudio del 80 %, tasa esperada del evento del 10 % y razón de momios (RM) mínima a detectar de 2.0. El resultado del número mínimo de observaciones fue 948. Por conveniencia logística, se incluyeron escolares de todas las escuelas de educación primaria de las localidades, lo cual garantizó cubrir el tamaño mínimo de muestra estimado.
Para estimar la ocurrencia de accidente por picadura de alacrán y los factores asociados, se diseñó un instrumento de medición que consistió en un cuestionario con 33 preguntas, el cual fue validado mediante una ronda de expertos25. El grupo de diseño se conformó por un entomólogo médico, un maestro en ciencias (ambos con experiencia en trabajos de alacranismo) y dos epidemiólogos, uno de la Secretaría de Salud de Guerrero y otro de la Universidad Autónoma de Guerrero.
El cuestionario se aplicó un día ordinario de asistencia a clases a escolares de cuarto a sexto grado de educación primaria de las escuelas existentes en las localidades, tres en Atliaca y ocho en Zumpango del Río. Un facilitador leyó las preguntas y los escolares seleccionaron y marcaron sus respuestas. Se recolectó información sobre la edad, sexo y grado de los escolares, condiciones y materiales de su vivienda, tenencia de aves, conocimiento de los alacranes y su percepción de peligrosidad y consecuencias del contacto con ellos y antecedentes de picaduras por alacrán a miembros de su familia o al escolar. Con respecto a la picadura experimentada por el escolar, se preguntó sobre la fecha de la última vez que ocurrió, parte del cuerpo afectada, color del alacrán, sitio donde estaba el alacrán, lugar donde se encontraba el escolar, síntomas que presentó, lugar donde lo atendieron, tratamiento utilizado, costo y si requirió hospitalización. Además, se preguntó sobre su percepción de acciones preventivas contra la picadura de alacrán y el antecedente de muertes en su familia por intoxicación de picadura de alacrán. Para el análisis, se consideró como variable resultado la ocurrencia del reporte de accidentes por picadura de alacrán en los últimos 6 meses.
El análisis se llevó a cabo con el paquete estadístico CIETmap26. Con el proceso de Mantel-Haenszel se estimó la RM y el IC 95 % de las variables incluidas en el análisis bivariado y multivariado27. Los IC 95 % fueron ajustados por conglomerado utilizando el método propuesto por Lamothe 28. El análisis multivariado se utilizó para estimar asociaciones con efecto independiente; se inició con el modelo saturado, que incluyó las variables que alcanzaron significación estadística, eliminando uno por uno los factores que no mantuvieron confianza estadística (p < 0.05) hasta quedar con el modelo final.
La información recolectada fue confidencial, anónima y las autoridades escolares y padres o tutores autorizaron la aplicación de la encuesta. A los escolares les fue explicado el objetivo del estudio y ellos decidieron contestar o no el cuestionario. El protocolo fue registrado y autorizado en el Comité Local de Investigación de la Facultad de Ciencias Químico Biológicas y del Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Resultados
La principal especie de importancia médica identificada en ambos municipios fue Centruroides limpidus. El 98 % de los especímenes identificados en Zumpango del Río (344/350) y en Atliaca (364/374) correspondieron a esta especie. Los resultados más relevantes del estudio entomológico se muestran en la Tabla 2.
Indicador entomológico | Zumpango del Río | Atliaca |
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Predios revisados | 70 | 60 |
Predios positivos a alacranes | 40 | 40 |
Especímenes capturados | 445 alacranes | 465 alacranes |
Índice de infestación | 57 | 67 |
Índice de densidad | 636 | 623 |
Índice de hacinamiento | 1,113 | 935 |
Especímenes identificados | 350 alacranesa | 374 alacranesb |
Principales especies de alacrán identificadas | ||
Centruroides limpidus | 344 | 364 |
Mesomexovis variegatus | 1 | 2 |
Centruroides balsasensis | 3 | — |
Mesomexovis atenango | 1 | — |
Hoffmannihadrurus gertschi | 1 | — |
Vaejovis curvidigitus | — | 8 |
a95 especímenes no fueron identificados por ser ejemplares juveniles o por estar deteriorados.
b91 especímenes no fueron identificados por ser ejemplares juveniles o por estar deteriorados.
Se encuestaron 1,437 escolares de cuarto a sexto grado de educación primaria, el 24 % (348/1,437) de las escuelas de Atliaca y el 76 % (1,089/1,437) de Zumpango del Río. El 49 % (699/1,437) de los escolares fue del sexo masculino; el promedio de edad fue 10.6 años (rango 9 a 13). La Tabla 3 muestra algunas características de la vivienda de los escolares.
Factor | N = 1,437 | % |
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Paredes de la vivienda
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Piso de la vivienda
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Techo de la vivienda
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Usa leña para cocinar |
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Guarda leña dentro de la vivienda |
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Usa cielo arriba de la cama |
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Guarda material de construcción dentro de la vivienda |
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El 97 % (1,394/1,437) de los escolares conoce los alacranes y el 94 % (1,351/1,437) los considera peligrosos. El 85 % (1,221/1,429) de los encuestados sabe que debe acudir al médico cuando se produce una picadura por alacrán. El 25 % (359/1,437) conoce que debe sacudir su ropa, el 16 % (227/1,437) que debe revisar sus zapatos antes de usarlos y el 40 % (577/1,435) usa cielo (protección) sobre sus camas.
El 36 % (522/1,437) de los escolares reportó al menos un accidente por picadura por alacrán en su vida. El reporte de accidente por picadura de alacrán en los últimos 6 meses fue del 12 % (171/1,435): el 13 % (91/697) en niños y el 11 % (80/737) en niñas (p = 0.19). El 5 % (68/1,436) de los escolares reportó que algún familiar murió por picadura de alacrán. El 45 % (233/522) de los encuestados con al menos un accidente por picadura de alacrán mencionó que el alacrán fue de color amarillo, mientras que el 54 % (284/522) sufrió la picadura en la mano/brazo y el 36 % (190/522) en la pierna/pie. En el momento de ocurrir la picadura, el 65 % (340/522) se encontraba dentro de su casa, el 15 % (79/522) en el patio, el 2 % (9/522) en la escuela, el 6 % (32/522) en el campo y el 12 % (62/522) en un lugar no especificado. El 68 % (355/522) fue atendido en un hospital o centro de salud, mientras que el 30 % (156/522) en su domicilio con remedios caseros y el 1.4 % (6/522) por curanderos. El 61 % (317/522) de los casos se trataron con faboterápico y 249 escolares (48 %) fueron hospitalizados.
Por otro lado, el 4 % (23/522) de los escolares con accidente por picadura de alacrán informó que no presentó síntomas. En los escolares con sintomatología, el 33 % (165/499) refirió dolor leve, el 36 % (181/499) padeció dolor intenso en el sitio de la picadura y el 31 % (153/499) presentó uno o varios de los síntomas siguientes: vómito, pérdida de la percepción de colores, sensación de cuerpo extraño en la faringe y desmayo.
En cuanto a los costos, el 78 % (409/522) de escolares con accidente por picadura de alacrán desconocía el monto de la atención y el 4 % (21/522) refirió que la atención fue gratuita. Para 74 casos (14 %), el costo tuvo un rango de 10 a 1,000 pesos mexicanos.
El análisis bivariado identificó siete variables asociadas con el reporte de picadura de alacrán en los últimos 6 meses. Dos factores están relacionados a las condiciones de la vivienda, material del suelo y techo; otros dos, a la tenencia de aves en la vivienda, gallinas o patos, y tres a hábitos de la familia: cocinar con leña, que los niños ayuden en el trabajo de campo y la casa no aseada. La Tabla 4 muestra los factores asociados identificados en el análisis bivariado con la estimación de la RM y del IC 95 % ajustado por conglomerado (IC 95 % ac).
Factor | Reportó picadura | No reportó picadura | RMna | IC 95 % ac |
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Casa con suelo de tierra
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1.97 | 1.36‑2.86 |
Techo de la vivienda con material no permanente
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1.53 | 1.11‑2.11 |
Usan leña para cocinar en la casa
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1.83 | 1.41‑2.39 |
Gallinas en la vivienda
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1.81 | 1.21‑2.70 |
Patos en la vivienda
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2.46 | 1.52‑3.97 |
Escolar ayuda en el trabajo de campo
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1.85 | 1.3‑2.64 |
Casa sin asear
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2.17 | 1.54‑3.03 |
IC95 % ac: intervalo de confianza del 95 % ajustado por conglomerado; RMna: razón de momios no ajustada.
En el modelo final de análisis multivariado, cuatro factores se mantuvieron con efecto independiente sobre el reporte de accidente por picadura de alacrán en los últimos 6 meses. La mayor fuerza de asociación se presentó con el factor tenencia de patos en la vivienda (razón de momios ajustada (RMa): 1.98; IC 95 % ac: 1.20-4.29), después continuaron los factores aseo de la vivienda, que el escolar ayude en el trabajo de campo y el material no permanente del techo de la casa. La Tabla 5 presenta los detalles de la estimación de RMa e IC 95 % ac, del análisis multivariado.
Factor | RMna | RMa | IC 95%ac | X2het | p |
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Patos en la vivienda | 2.15 | 1.98 | 1.20-4.29 | 10.37 | 0.99 |
Casa sin asear | 1.86 | 1.84 | 1.02-4.16 | 8.03 | 0.92 |
Escolar ayuda en el trabajo de campo | 1.71 | 1.53 | 1.13-2.46 | 7.86 | 0.54 |
Techo de la vivienda con material no permanente | 1.46 | 1.42 | 1.04-2.18 | 6.09 | 0.83 |
IC: intervalo de confianza del 95 % de la razón de momios ajustada por conglomerado; RMa: razón de momios ajustada; RMna: razón de momios no ajustada; p: valor de p de la chi cuadrada de heterogeneidad; X2het: Chi cuadrada de heterogeneidad.
Discusión
La principal especie de alacrán de importancia médica hallada fue Centruroides limpidus. El reporte de accidente por picadura de alacrán en los últimos 6 meses fue del 12 % en los escolares, y los factores asociados fueron tenencia de patos, casa sin asear, ayudar en las labores del campo y vivir en una casa con techo de material no permanente.
En Guerrero, la especie de alacrán de importancia médica que más predomina es Centruroides limpidus11, aunque existen otras especies en menor proporción. Casi todos los alacranes recolectados en el estudio entomológico correspondieron a Centruroide limpidus y solamente se identificaron tres especímenes de Centruroide balsasensis en Zumpango del Río. Por este hallazgo, se considera alta la probabilidad de que los accidentes por picadura de alacrán reportados por los escolares impliquen a Centruroides limpidus, un alacrán de alta toxicidad12.
Los índices escorpionológicos en ambas localidades fueron similares. El índice de infestación señala la convivencia cercana del alacrán con los humanos y el índice de densidad sugiere distribución amplia de los alacranes en la comunidad. El índice de hacinamiento revela una alta aglomeración de alacranes por domicilio. Los resultados de los índices sugieren que las localidades tienen condiciones apropiadas como hábitat para los alacranes.
Actualmente no existen parámetros que clasifiquen el nivel de riesgo a accidente por picadura de alacrán de acuerdo con los índices escorpionológicos. En particular, se seleccionaron estas localidades con base en los registros de intoxicación por picadura de alacrán de la Secretaría de Salud de Guerrero. Los hallazgos de los índices escorpionológicos confirman que se eligieron comunidades con alto grado de exposición a este tipo de accidentes. La recolecta de alacranes fue realizada durante el día, ya que no existían las condiciones de seguridad para hacerlo por las noches. En este sentido, cabe destacar que los índices están subestimados, ya que los alacranes son de hábitos nocturnos.
El reporte de los escolares entrevistados sobre el color del alacrán con el cual tuvieron el accidente (amarillo), permite determinar que corresponderían a las especies Centruroides limpidus y Centruroides balsasensis, que son los únicos con estas características; las demás especies son de color marrón. El 80 % de los accidentes ocurrieron dentro y alrededor del domicilio, lo cual se explicaría por el alto índice de hacinamiento de alacranes. Una de cada tres picaduras fue en el pie de los escolares; se ha reportado que andar descalzo favorece estos accidentes17, pero en el presente estudio no se preguntó acerca del uso de calzado. Siete de cada diez niños con picadura reportó que requirió ser atendido en un hospital o centro de salud, lo que indica la gravedad de la intoxicación, otra característica de los accidentes con Centruroides limpidus6.
Dos de los cuatro factores asociados con la picadura por alacrán del modelo final de análisis multivariado representan condiciones de la vivienda: la posesión de patos y el aseo de la vivienda. Las otras dos condiciones socioeconómicas de la familia son el material no permanente del techo de la casa y que los escolares tengan que ayudar con el trabajo del campo. Se considera que las familias con una vivienda no permanente (lámina, madera o cartón) y en las que los escolares se incorporen al trabajo del campo, representan a las poblaciones más vulnerables desde el punto de vista económico; este hallazgo resulta diferente al reportado por Almeida et al., en Brasil22. Se conoce que las condiciones precarias de las viviendas favorecen los accidentes por picadura de alacrán17.
Por ser un diseño transversal, este estudio tiene la limitante de la temporalidad entre exposición y efecto. Razonablemente, se esperaría que los factores asociados identificados (el aseo de la vivienda, el material del techo y la necesidad de ayuda en el trabajo del campo) precedan a la picadura. Sin embargo, no es el caso para la asociación del accidente con la tenencia de patos. Existe la versión, no documentada, de que los patos se alimentan de alacranes y que, por tener un pico largo y de material impenetrable por el aguijón del alacrán, son poco vulnerables a la picadura. Si esta versión fuese correcta, la asociación explicaría la presencia de los patos como respuesta de las personas para reducir la densidad de alacranes en la vivienda. Otra posibilidad que se propone es que la presencia de estas aves y su alojamiento, junto con el material necesario para ello (principalmente maderas, cartón y paja), crean condiciones favorables para el hábitat del alacrán. Otras investigaciones deben explorar estas hipótesis.
Desde el punto de vista epidemiológico, las condiciones de las viviendas son importantes para que ocurran accidentes de picadura de alacrán. Los encuestados reportaron que las paredes de sus casas son de ladrillo, madera, adobe y lámina, y los techos de material no permanente, como la lámina y la madera, que son sitios preferenciales como refugio de escorpiones.
Aunque el estudio no tuvo la intención de medir detalles de los costos de la atención médica, la mayoría de los escolares desconocían la cantidad pagada por el tratamiento y atención de la picadura del alacrán. Los resultados de la frecuencia con la que se requiere utilizar los servicios de salud, el costo de los tratamientos, los días de hospitalización e incapacidad de los afectados en los casos graves demandan investigaciones puntuales sobre la estimación de los costos en que incurren las familias y los servicios de salud.
Mejorar las condiciones de la vivienda y evitar que los niños laboren en el campo representan un costo para las familias. Sin embargo, el presentar los resultados del costo que conlleva la atención de una persona intoxicada por picadura de alacrán proporciona, al menos, un marco de comparación entre costo y beneficio de su decisión. Además, este dato también serviría para proteger al resto de los integrantes de la familia. Los mismos resultados sirven a las autoridades gubernamentales para reorientar el gasto público en los municipios donde las intoxicaciones por picadura de alacrán son un problema importante.