Introducción
Serratia marcescens es un bacilo gramnegativo de la familia Enterobacteriaceae. Esta bacteria produce un pigmento de color brillante característico, la prodigiosina, que alguna vez fue utilizado como organismo trazador por investigadores en campos médicos e incluso en zonas de combate1.
La primera vez que se describió S. marcescens en toallas de tela fue en 1958, por Waisman y Stone, quienes describieron el «síndrome del pañal rojo» al reportar la aparición de S. marcescens en pañales sucios de una bebé nacida en Wisconsin2. Se cultivó la materia fecal y creció S. marcescens. Aunque la bebé nunca tuvo signos, síntomas ni enfermedad, los médicos la trataron con sulfadiazina oral2.
Se desconoce el número real de microorganismos excretados en la leche3, pero es poco probable que un bebé que toma leche directamente del pecho de su madre ingiera suficientes patógenos como para causar la enfermedad. Sin embargo, la manipulación y el almacenamiento inadecuados de la leche pueden permitir que los microorganismos se multipliquen en cantidades suficientes para causar enfermedades, en especial en lactantes con mayor riesgo de infección, como los prematuros1.
El objetivo de este artículo es presentar una serie de cuatro casos en los cuales se aisló una enterobacteria, y sobre todo destacar la importancia de la reanudación de la lactancia. En todos los casos, la colonización se detectó como contaminación en la comunidad. Se llevó a cabo un exhaustivo interrogatorio de antecedentes, revisión de áreas de sangrado en el bebé o el pecho de la madre, y uso de medicamentos o colorantes. Además, se solicitaron cultivos de leche materna, y en el lactante de orofaringe y coprocultivo, y se realizó un antibiograma para revisar las sensibilidades y las resistencias microbianas. Se documentó el color rosa con fotografías y se realizó seguimiento con nuevos cultivos 10 días después del tratamiento antibiótico. En todos los casos se administraron antibióticos según los resultados del antibiograma.
En la publicación inicial del año 2014 se describen dos casos de leche materna de color rosado en los que se identificó S. marcescens. En una actualización reciente de este estudio, en 2023, se incluyeron otros dos casos de leche materna de color rosado, consolidando la evidencia de esta coloración inusual.
Caso clínico 1
Mujer primigrávida, de 29 años, parto vaginal a las 37 semanas de gestación. Sin complicaciones. Producto femenino de 2.7 kg. Alta conjunta. A la semana de vida, la recién nacida fue readmitida para fototerapia por hiperbilirrubinemia, por 3 días. En su quinta semana de control refirió una coloración rosa brillante de las toallas de tela utilizadas para amamantar. Negó fiebre, mastitis, traumatismo en pezones y otros síntomas. La bebé cursó asintomática y la exploración física fue dentro de rangos normales. La mamá fue tratada con ciprofloxacino de forma empírica, 250 mg/12 h por 5 días. El cultivo de la leche materna extraída mostró varias colonias de S. marcescens, y además se aislaron enterobacterias de la orofaringe de la bebé, que fue tratada con trimetoprima-sulfametoxazol, 6 mg/kg/día. Los cultivos de heces y de orina fueron negativos. Se le aconsejó que se extrajera y desechara la leche mientras usaba antibióticos. Los cultivos de control fueron negativos y volvió a amamantar sin ningún incidente.
Caso clínico 2
Madre primigesta, de 33 años, con lactancia exclusiva. El bebé, varón, nació a término mediante una cesárea electiva sin complicaciones. Diez semanas después del parto notó manchas rosadas en las toallas de tela que usaba durante la lactancia. Nunca se usó un extractor de leche y no se informó ningún traumatismo en el pezón. El lactante fue monitoreado de cerca, sin signos ni síntomas observados en el historial y en la exploración física. Los cultivos de leche materna dieron positivo para S. marcescens, por lo que la madre fue tratada con cefalexina, 1 g/día por 7 días. Los cultivos del bebé fueron todos negativos. Volvió a amamantar exclusivamente tan pronto como el cultivo de leche materna se reportó negativo.
Caso clínico 3
Mujer multigesta, de 30 años, sin antecedentes de importancia, que consulta sobre la lactancia de su segundo bebé, varón, de 4 meses de edad, por haber encontrado en Internet la publicación de casos previos. Niega complicaciones durante el embarazo y el parto, y la lactancia no ha presentado problemas notables. Sin embargo, comienza a notar manchas rosadas en su ropa y en las toallas del bebé en contacto con la leche (Fig. 1), y niega mastitis, grietas o traumatismos en los pezones. El interrogatorio sobre el lactante y su exploración física no muestran alteraciones. Se realiza cultivo de leche materna, que es positivo para S. marcescens. La paciente recibe tratamiento con trimetoprima-sulfametoxazol, 160/800 mg/día por 5 días. El cultivo de control es negativo. El lactante asintomático y con cultivos negativos. Se reanuda la lactancia materna después del tratamiento.
Caso clínico 4
Mujer afroamericana residente en los Estados Unidos que contacta por videollamada en referencia a la publicación de 2014. La paciente solicitó a su médico un cultivo para S. marcescens al comparar sus fotos con las de nuestra publicación. El cultivo de orofaringe del lactante masculino asintomático fue positivo. El pediatra a cargo decidió contactarnos como interconsultantes y tratar a ambos con trimetoprima-sulfametoxazol por 5 días, 160/800 mg/día la madre y 6 mg/kg/día el lactante, y suspender temporalmente la lactancia. Previo al tratamiento, la leche extraída por la madre presentaba una coloración rosa al cabo de unos minutos de la extracción (Fig. 2). Después de finalizar el tratamiento se realizaron de nuevo cultivos, que fueron negativos, y desapareció la tinción rosa de la leche materna. Actualmente continúa una lactancia exitosa.
Discusión
La infección por S. marcescens se ha relacionado con tinciones rojo-rosa debido a la producción del pigmento prodigiosina4. Varios brotes se han relacionado con equipos médicos contaminados o con higiene de manos inadecuada por parte de trabajadores de la salud1. Sin embargo, existen muy pocos casos registrados de leche materna de color rosa en la literatura1,5, y en algunos reportes se ha llegado a la determinación de suspender la lactancia6.
La importancia de nuestro reporte de casos radica en tres aspectos principales. El primero es que hay pocos casos reportados en la literatura mundial, sobre todo de pacientes ambulatorios. El segundo es que es posible reanudar la lactancia aun con una tinción y cultivo positivo para la bacteria. Y el tercero es reafirmar la importancia de la publicación de estos casos en revistas de acceso abierto al público en general, ya que si bien los primeros casos fueron publicados en una revista internacional1, los posteriores fueron derivados de esa publicación encontrada por las madres lactantes.
Finalmente, aunque no existen recomendaciones claras para las mujeres con colonización por S. marcescens, debido al alto riesgo de sepsis asociado a esta bacteria se recomienda el tratamiento con antibiótico7.
La Academia Americana de Pediatría (AAP), la Academy of Breastfeeding Medicine y la Academia Mexicana de Pediatría enfatizan el importante papel que desempeñan los pediatras en el apoyo a la lactancia, por lo que los médicos deben conocer estos casos de colonización por S. marcescens, platicarlo con las madres lactantes y volver a la lactancia en el menor tiempo posible3. Reanudar la lactancia es factible aun con la colonización por una enterobacteria.