Introducción
En ambientes propicios, los hongos fitopatógenos del suelo pueden traer consigo pérdidas económicas catastróficas al atacar entre el 60 % y 100 % de la superficie de siembra (Rivera, 2009), estos se localizan naturalmente en suelos agrícolas, pueden encontrarse una o diversas especies, provocando podredumbre en las raíces y cuello de las plantas, lo que puede afectar al productor al hacer un diagnóstico incorrecto (Fernández-Herrera et al., 2013).
Fusarium oxysporum y Thanatephorus cucumeris (Anamorfo: Rhizoctonia solani) son hongos que afectan a diversos cultivos alrededor del mundo y tienen una gran cantidad de hospederos incluyendo plantas silvestres, cultivos y malezas (Ajayi‐ Oyetunde y Bradley, 2018; CABI, 2020). En el estado de Sonora se ha registrado la presencia de los hongos F. oxysporum y T. cucumeris en cultivos importantes para la región, como lo son el chile, tomate, garbanzo, sandía, melón, papa y vid, entre otros (Padilla et al., 2006; Silva-Rojas et al., 2009; Ramírez et al., 2012; Meza-Möller et al., 2014).
En las últimas décadas los fungicidas más utilizados en agricultura, para el control de enfermedades originadas por hongos generalmente, se clasifican dentro de los siguientes grupos: fosforados, clorados, carbamatos, nitroderivados y derivados aromáticos, que tienen acción protectora y de prevención (Almandoz et al., 2000; Martínez-Romero et al., 2008; Cantrell et al., 2012; Murillo et al., 2013). El impacto negativo que estos fungicidas han tenido para la naturaleza y para el consumidor, han forzado a la comunidad científica a buscar y proponer nuevas alternativas naturales y libres de residuos tóxicos (Sayuri et al., 2018). Siempre y cuando sustituyan los fungicidas químicos sintéticos con el uso de aceites esenciales para inhibir cualquier tipo de organismo fitopatógenos (Silva-Marrufo y Marín-Tinoco, 2021; Marín-Tinoco et al., 2021), como se planteó en esta investigación.
La naturaleza química de los aceites esenciales y extractos acuosos los hacen ser una excelente alternativa como biocontroladores de fitopatógenos; éstos son extraídos de las plantas por diferentes procesos y pueden tener entre 50 y 300 compuestos químicos, de los cuales uno o dos serán los de mayor porcentaje en la composición. Los aceites esenciales están formados principalmente por terpenos, monoterpenos y sesquiterpenos, además de sustancias azufradas y nitrogenadas; por su parte, los extractos acuosos están compuestos principalmente por alcaloides, taninos, quinonas, cumarinas, compuestos fenólicos y fitoalexinas (Stashenko, 2009; Ruíz et al., 2015; Wangkhem et al., 2019).
Recientemente, Romero-Bastidas et al. (2020) han aplicado el extracto etanólico de orégano en semillas de garbanzo, como inhibidor de Fusarium oxysporum y Fusarium solani, obteniendo resultados positivos al concluir que L. palmeri puede ser una alternativa natural para el control eficaz de los agentes mencionados anteriormente. El objetivo de este trabajo fue evaluar la actividad antifúngica del aceite esencial y extracto acuoso de orégano Lippia palmeri W. sobre los hongos patógenos Fusarium oxysporum y Thanatephorus sp. de manera in vitro
Materiales y métodos
Material vegetal
Las hojas de las plantas de orégano (Lippia palmeri Watson), se colectaron en la época de floración en el mes de septiembre, en el campo experimental del Departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora, localizado en el km. 21 de la carretera Hermosillo a Bahía de Kino, Sonora, México (29.01595217894536, -111.13341050793869).
Extracción del aceite esencial y extracto acuoso
Se establecieron dos tipos de bioensayos, uno para aceite esencial y otro para el extracto acuoso. Para ambos bioensayos se dejaron secando las hojas de cada una de las plantas de orégano colectadas a temperatura ambiente y a la sombra, una vez que el material vegetal fue secado las hojas se almacenaron en bolsas de papel.
Para realizar la extracción del aceite esencial se siguió el método de arrastre al vapor utilizando 100 g de hojas de L. palmeri durante 4 h con ayuda de un equipo Clevenger (Winzer®, USA). El aceite esencial fue separado de la fase acuosa por medio de decantación y posteriormente se le agregó sulfato de sodio anhidro para eliminar la humedad del aceite esencial; ya extraído el aceite esencial se conservó en viales ámbar a - 4 ºC.
Para el extracto acuoso se pesaron 70 g de hoja seca, se colocaron en un vaso de precipitado con agua destilada y se agitó durante 24 h; posteriormente se filtró por gravedad y el filtrado fue liofilizado en un equipo (LABCONCO FreeZone, USA). El extracto acuoso restante no liofilizado fue conservado a - 4 °C.
Análisis de cromatografía de gases/masas del aceite esencial y el extracto acuoso de orégano cultivado ( Lippia palmeri W.)
La identificación y cuantificación de los compuestos que forman el aceite esencial y extracto acuoso se determinaron utilizando un cromatógrafo de gases (Agilent Technologies 7890, USA) acoplado a un espectrómetro de masas, cuádrupolo simple (Agilent 5975C, USA), con una fuente de ionización de impacto electrónico a 70 eV. Se utilizó una columna capilar HP-5MS UI de 30 m de longitud, 0.25 mm de diámetro interno y 0.25 µm de espesor de película, usando helio como gas portador, con un flujo de 1 mL/min. El modo de inyección fue en modo split en una relación de 100:1; el volumen de inyección fue de 1 µL; el aceite esencial y extracto acuoso liofilizado se diluyeron en una proporción 1:50, con metanol grado HPLC ≥ 99.9 %. Las temperaturas de la interfase y de la fuente fueron 150 °C y 200 °C respectivamente. El programa de temperatura inició a 50 °C por 5 min, seguidos de una rampa de calentamiento a razón de 8 °C/min hasta 300 °C, manteniendo esta temperatura por 5 min; el tiempo total de corrida fue de 41.25 min. La adquisición de los datos se llevó a cabo en modo scan en un rango de masas de 40 - 450 m/z. En el software de análisis de datos MSD ChemStation E.02.02.1431; la identificación de los compuestos se llevó a cabo por su espectro de masas utilizando el programa 5975TAD Data Analysis vinculado a la Librería NIST 2011.
Bioensayo de la actividad de aceites esencial y el extracto acuoso del orégano
Se utilizaron los aislados registrados en el GenBank, FONRB01 con número de acceso MW712740 de Fusarium oxysporum y el aislado GVQO1 con número de acceso MZ683160 de Thanatephorus sp., los cuales fueron aislados e identificados en el Laboratorio de Biología Molecular y el Laboratorio de Fitopatología del Departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora.
Siguiendo la metodología utilizada por Barrera-Necha et al. (2008) los aceites esenciales y sus compuestos fueron disueltos con ayuda de tween 20, se mezclaron por medio de agitación en matraces con 250 mL de medio de cultivo PDA esterilizado; las dosis utilizadas de aceite esencial, previamente solubilizado en DMSO (dimetil-sulfóxido), fueron: 0, 100, 150, 200, 250 y 300 µL/mL, utilizando al compuesto timol en dosis de 100 y 300 µL/mL como control positivo y el propio medio PDA como control negativo. Para el extracto acuoso liofilizado se añadieron los polvos vegetales del orégano al PDA en dosis de 0.10, 0.15, 0.20, 0.25 y 0.30 g, también para el extracto acuoso se utilizaron el timol y el PDA como controles; las diferentes concentraciones y sus controles se vaciaron en cajas Petri de 90 x 14 mm. Un disco de agar de 7.5 mm del cultivo del patógeno se colocó en el centro de cada caja con los tratamientos; todas las cajas Petri con tratamiento, se pasaron a una incubadora a 27 °C por 7 d para Thanatephorus sp. y 13 d para F. oxysporum. El crecimiento del micelio o diámetro de la colonia fue medido de forma diaria utilizando un vernier. Con los datos de diámetro de crecimiento se calculó el porcentaje de inhibición del crecimiento micelial con respecto al tratamiento testigo (C.M.R.T.) mediante la fórmula (Barrera-Necha, 2009):
Donde: TCT = tasa de crecimiento en el testigo y TCt = tasa de crecimiento del tratamiento.
Análisis estadístico
El diseño fue de bloques completamente al azar. Los resultados del porcentaje de inhibición del crecimiento micelial fueron transformados con la raíz cuadrada de arcoseno y evaluados mediante un análisis de varianza de una vía de clasificación. Posteriormente se realizó una comparación de medias mediante la prueba de Tukey, usando el paquete estadístico JMP versión 5.0.1 (SAS Institute, 2002).
Resultados y discusión
El aceite esencial del orégano cultivado presentó 38 compuestos. El componente que se encontró con mayor abundancia fue timol (32 %), seguido por cariofileno (21.7 %) que en conjunto constituyen el 53.7 % del total. Otros compuestos abundantes fueron carvacrol y o-cimeno (ambos 5.56 %), γ-terpineno (5.00 %), óxido de cariofileno (4.32 %), 4-tert-butylcatechol (2.47 %), 3-tert-butil-4-metoxi fenol (1.84 %), α-cariofileno (1.75 %), β-mirceno (1.36 %) y acetato de timol (1.31 %). El 22.69 % restante lo conformaron 26 compuestos que su contenido es en trazas desde 1.19 al 0.01 %. Estos resultados fueron comparados con el estudio realizado Ortega-Nieblas et al. (2011) en el que determinaron los componentes de Lippia palmeri proveniente de dos localidades silvestres ubicadas en Álamos y del Puerto del Orégano, Sonora; el del presente estudio mostró similitud en la presencia de compuestos con ambos aceites: α-pineno, α-felandreno, α-terpineno, o-cimeno, γ-terpineno, borneol, timol, carvacrol, cariofileno, alo-aromadendreno, β-bisaboleno, espatulenol. Algunos autores, concuerdan que los que contienen carvacrol, timol y o-cimeno, son los responsables de actividad insecticida, bactericida, fungicida y antiviral (Aligiannis et al., 2001; Salgueiro, 2003; Radudiene, 2005; Camilo et al., 2007; Bothelo et al., 2007). Generalmente los estudios que se relacionan con la composición del aceite de orégano son enfocados en el Origanum vulgare, demostrando que el rendimiento y composición de estos se relacionan directamente con el estrés ambiental al que esté sometida la planta, su geolocalización y del método de extracción utilizado (Ávila et al., 2010).
El cromatograma del extracto acuso del orégano cultivado, identificó 42 compuestos. El compuesto de porcentaje mayoritario fue timol (12.56 %), seguido del o-cimeno (11.58 %), furfural (9.25 %) y levoglucosano (5.49 %), conformando estos cuatro compuestos el 38.8 % del total. El resto fueron 38 compuestos con concentraciones bajas, entre los que se encuentra el ribotol (1.91 %), dimetil melato (1.67 %) y el ácido benzoico (1.52 %), conocidos por sus propiedades antimicrobianas y antifúngicas. Al igual que en el aceite esencial del orégano, en el extracto acuoso se encontraron compuestos que están registrados en la literatura con actividad biológica importante.
Actividad biológica de los aceites esenciales sobre Fusarium oxysporum y Thanatephorus sp.
Se establecieron las dosis del aceite esencial para inhibir a F. oxysporum y Thanatephorus sp. En los resultados obtenidos para F. oxysporum no se observaron diferencias significativas entre las dosis utilizadas (p ≤ 0.05). Se obtuvieron resultados relevantes en los 5 tratamientos de aceite esencial del orégano al igual que con el carvacrol como control positivo, mostrando una fuerte actividad biológica en contra del hongo, al obtener una inhibición total e impedir el crecimiento micelial en cualquiera de sus dosis aplicadas. Estos resultados coinciden con lo reportado por Wogiatzi et al. (2009) quienes encontraron que los biotipos de O. vulgare ricos en timol y carvacrol inhibieron satisfactoriamente el crecimiento micelial de F. oxysporum. Los resultados encontrados en nuestra investigación son de gran relevancia, considerando la importancia de encontrar alternativas naturales para erradicar a F. oxysporum, ya que éste se encuentra entre los hongos fitopatógenos más importantes a nivel mundial por los daños causados en cultivos y que además puede afectar la salud humana (Dean et al., 2012)
Para Thanatephorus sp. la dosis de 100 µL/mL fue la que tuvo menor efecto de inhibición entre 90 y 93 %, pero a medida que se iba incrementado la dosis de aceite esencial, este tenía un control in vitro hasta llegar a un 99 y 100 % de inhibición en el transcurso de los 7 d (Figura 1), se encontraron diferencias significativas (p ≤ 0.05) entre los tratamientos de 100 y 150 µL/mL respecto a los demás. Con la tendencia en la baja del crecimiento micelial nos indica que a mayor cantidad de aceite esencial se tiene una mayor sensibilidad por parte de Thanatephorus sp. al tener una inhibición total en el crecimiento del micelio. Siramon et al. (2013) trabajaron de forma in vitro con el aceite esencial de eucalipto rojo contra Chaetomium globosum, Fusarium oxysporum, Aspergillus niger, Thanatephorus cucumeris y Rhizopus oryzae, este aceite esencial tuvo una inhibición inducida de entre el 84 y 100 % para F. oxysporum y T. cucumeris.
Actividad biológica de los extractos acuosos sobre Fusarium oxysporum y Thanatephorus sp.
Se observaron diferencias significativas (p ≤ 0.05) en los tratamientos aplicados para la inhibición de F. oxysporum utilizando extracto acuoso del orégano, las dosis con mejor resultado de 0.25 g y 0.30 g con una inhibición entre el 60 % y 90 % las dosis más bajas que fueron de 0.10 a 0.15 g inhibieron entre el 20 % y 60 % el crecimiento micelial (Figura 2); en otros estudios se han experimentado con extractos acuosos evaluando el potencial antifúngico, Jawadayn-Talib et al. (2020) probaron diferentes partes de hojas y raíces de Chenopodium album sobre Alternaria alternata, Fusarium solani, Rhizoctonia solani, Pythium aphanidermatum y Sclerotinia sclerotium, utilizando las concentraciones de 0, 5, 10 y 15 % de extracto de acuoso de hojas y raíces, concluyendo que este tenía una reducción significativa del crecimiento del micelio de hongos teniendo una inhibición entre el 15 y 100 %.
Al igual que con F. oxysporum se utilizó el extracto acuoso de L. palmeri para inhibir a Thanatephorus sp. (Figura 3) se pudo observar que en las primeras 24 h, fue cuando las dosis tuvieron mejor respuesta. La dosis de 0.30 g tuvo una inhibición entre 58 y 100 %, mientras que las dosis más bajas de 0.10 y 0.15 g inhibieron entre 10 y 38 % existiendo diferencias significativas entre los tratamientos, los controles positivos y negativo. Se ha experimentado con extractos metanólicos de L. tridentata y Flourensia cernua sobre R. solani donde se inhibió entre el 100 % y 85 % respectivamente indicando que sí es posible controlar el desarrollo de hongos fitopatógenos con extractos vegetales (López-Benítez, 2005; Rodríguez-Castro et al., 2020).
En diversas investigaciones se le atribuye el efecto antifúngico al terpeno timol y a su isómero el carvacrol que se encuentran en los aceites esenciales y extractos acuosos en especies como O. vulgare, L. alba, L. berlandieri y L. graveolens. Se ha reportado que estos compuestos pueden afectar al hongo al alterar su estructura morfológica, retrasando y reduciendo el desarrollo al producir lisis entre la membrana y pared celular del hongo (Kordal et al., 2008). Al tener contacto la membrana con el aceite esencial se da una pérdida de la integridad de la membrana y una disminución en la cantidad de ergosterol compuesto principal que forma la membrana de los hongos, así como una respuesta inhibitoria a la formación de la pared (Shreaz, 2016). Por último, igualmente se ha señalado que la expresión de algunos genes pudiera verse afectada de forma negativa, especialmente, aquéllos involucrados en los procesos de la adhesión, desarrollo, dimorfismo y la reproducción de esporas del hongo (D’agostino, 2019).
4. Conclusiones
La cromatografía de gases/masas permitió caracterizar químicamente al aceite esencial y el extracto acuoso a partir de hojas de Lippia palmeri W, y evaluar su efecto antifúngico in vitro, contra hongos de importancia agrícola a nivel mundial. Los resultados evidenciaron que las dos especies de fitopatógenos F. oxysporum y Thanatephorus sp. fueron inhibidos in vitro por el aceite esencial y extracto acuoso del orégano L. palmeri W., la velocidad de crecimiento micelial de Fusarium oxysporum y Thanatephorus sp. se redujo acorde al aumento de las concentraciones utilizadas. La actividad biológica de L. palmeri puede jugar un importante papel actuando como bioplaguicida contra hongos fitopatógenos que habitan en el suelo gracias a sus componentes identificados tales como: timol, carvacrol, cariofileno y o-cimeno.