En la investigación empírica sobre la moral, dos teorías filosóficas han sido las más estudiadas: la deontología y el utilitarismo. En general, ambas plantean un principio último de la moralidad, de forma que los demás, de menor orden, se remitan a éste. Más específicamente, deontología y el utilitarismo se diferencian en que la primera propone, actuar pensando en el deber según determinados principios, y la segunda, en la maximización la felicidad para la mayoría de las personas. Para evaluar la teoría que guía el comportamiento de las personas, se las enfrenta a un dilema moral donde deciden si sacrifican a un sujeto para salvar a más. Para la teoría utilitarista es aceptable hacerlo, pero no para la deontológica. Este artículo analiza si esta respuesta a los dilemas refleja una postura utilitarista. Para esto se revisamos la literatura en el tema y establecimos categorías de análisis, las que son detalladas más adelante.
La deontología, derivada de la posición filosófica de Immanuel Kant, propone que una buena conducta tiene lugar cuando los individuos actúan pensando en el deber de seguir determinadas normas morales, como no matar o siempre considerar a otras personas como fines en sí mismas y nunca como medios, por lo que las conductas son buenas o malas en sí mismas, independientemente de las consecuencias de estas (Frischhut, 2019; Kant, 1996). El utilitarismo se basa en que las personas buscan aproximarse al placer y evitar el dolor, por lo que las acciones deseables lo son por el placer que implican, ya que este placer consiste en la felicidad (Mill, 2014). Según esta última postura, una conducta es buena dependiendo de sus consecuencias: lo es en cuanto tiende a promover la mayor cantidad de felicidad general y mala si tiende a lo contrario, el displacer. Dado que una conducta podría tener consecuencias tanto positivas como negativas, se debería realizar un cálculo de costos-beneficios, siendo buena una conducta si los segundos exceden a los primeros (Filip et al., 2016; Mill, 2014).
Los investigadores tienden a usar dilemas morales para evaluar la teoría que mejor explica el comportamiento de los individuos. En general, estos dilemas son incongruentes, es decir, hay solo dos posibilidades de respuesta, una refleja un juicio utilitario y la otra deontológico, donde los participantes contestan si consideran aceptable o están dispuestos a sacrificar a una persona para salvar a más, generalmente cinco (por ejemplo, Bruers y Braeckman, 2013; Greene, 2007). De acuerdo con la visión utilitaria, es aceptable hacerlo, ya que se maximiza la felicidad si se sacrifica una vida para salvar más de una, cinco por ejemplo, -ya que cinco vidas valen más que una- en base al cálculo de costos-beneficios. Sin embargo, para la visión deontológica, el sacrificio de una persona para salvar a más no es aceptable, ya que se estaría utilizando a un sujeto como un medio para salvar a otros, contraviniendo la norma moral que lo prohíbe.
Estudios empíricos evalúan estos dilemas con escalas de autorreporte, y según el tipo de daño a realizar tienden a clasificarse en dilemas personales o dilemas impersonales. En los dilemas personales, hay un daño directo a otras personas mediante un contacto físico, y por tanto un contenido emocional sobresaliente; En tanto, en los dilemas impersonales el daño es indirecto, sin contacto físico, y con una menor repercusión emocional (Moore et al., 2008). Al responder, la mayoría de los individuos rechazan el daño en los dilemas personales, es decir, responderían en la línea deontológica; y lo aceptan en los impersonales, supuestamente siguiendo el patrón utilitarista (Cushman y Young, 2009; Greene et al., 2008; Greene et al., 2004; Hauser et al., 2007).
Un ejemplo de dilema impersonal es el del tranvía:
Un tranvía está corriendo fuera de control. En su camino hay cinco personas que han sido atadas a la vía. Afortunadamente puedes girar un switch que llevará al tranvía hacia una vía diferente. Desafortunadamente, hay una persona atada a esa vía alternativa. ¿Giras el switch? (Carney y Mason, 2010, p. 669)
Mientras que un ejemplo de dilema personal es el de la pasarela:
Un tranvía está dirigiéndose hacia cinco personas. Estás en un puente bajo el cual pasará el tranvía y puedes pararlo arrojando algo pesado en frente de él. En la situación hay un hombre pesado a tu lado - tu única forma de parar el tranvía es empujarlo desde el puente para que caiga en la vía, matándolo para salvar cinco personas. ¿Empujas al hombre? (Carney y Mason, 2010, p. 669)
En el desarrollo de estos dispositivos metodológicos, se ha cuestionado si la respuesta a estos tipos de dilemas puede asociarse inequívocamente a una teoría de la moral. Específicamente, el rechazo del daño podría deberse a una alta aversión a realizar una conducta violenta, y no un respeto hacia otras personas como fines en sí mismas o a la prohibición de matar, cuestionando la mirada deontológica (Szekely y Miu, 2014). En la misma lógica, la aceptación del daño podría reflejar una menor preocupación por el bienestar del otro o aversión a dañarlo, y no una visión que busque maximizar el bienestar, cuestionando una base utilitarista (Bartels y Pizarro, 2011; Djeriouat y Trémolière, 2014).
Estos cuestionamientos se basan, en parte importante, en que no se han encontrado las relaciones esperadas entre las respuestas a los dilemas e indicadores de la teoría deontológica y utilitarista (por ejemplo, Crockett et al., 2010; Cushman et al., 2012). Al haber sido mayormente consideradas en la literatura las respuestas en relación con el utilitarismo, el objetivo del presente artículo fue analizar si la respuesta de aceptación del daño en un dilema moral refleja una postura utilitarista.
Este artículo analizó la validez de los dilemas morales -el grado en que la respuesta de aceptación a dichos dilemas refleja la teoría utilitarista subyacente. Esto permitiría tener mayor caridad sobre la pertinencia del uso de estos dilemas para el estudio de esta teoría filosófica, considerando que es una de las formas más utilizadas en la literatura.
Indicadores de la teoría utilitarista
Según la teoría utilitarista, la aceptación del daño está motivada por aumentar la felicidad general -salvando la vida de cinco sujetos a costa de la vida de uno. Para analizar si la respuesta de aceptación de daño refleja una posición utilitarista usamos cinco criterios que establecen las condiciones bajo las cuales la respuesta de aceptación de daño es un indicador de utilitarismo.
Si la respuesta de daño en el dilema es un indicador del utilitarismo, se espera que: 1) correlacione positivamente con la respuesta emocional de preocupación empática hacia los individuos que buscaría salvar; y con 2) la identificación con la humanidad como un todo, ya que el foco está en la felicidad de la mayoría; 3) debería asociarse a justificaciones utilitaristas; 4) y a la conducta utilitarista en dilemas morales no tradicionales (la tradicional implicaba sacrificar una vida para salvar a más), como respetar las normas en el contexto de negocios y donar dinero a la caridad; y 5) debería relacionarse negativamente con rasgos psicopáticos, ya que estos promueven el daño hacia las personas en general, lo que le otorgaría validez divergente al dilema. Así, se revisaron estudios que relacionaron la respuesta de aceptación del daño en los dilemas con estos indicadores. Todas las mediciones usadas en los siguientes estudios fueron de autorreporte.
Cada uno de estos cinco criterios puede verse afectado en su validez y en el rango de valores de la aceptación de daño en un dilema. La validez puede ser influida por el tipo de análisis realizado. Dado que los dilemas que tienden a usarse son incongruentes, entonces aceptar el daño reflejaría una posición utilitarista y rechazarlo una deontológica. Este sería el llamado análisis convencional. No obstante, esto no permite discriminar si la aceptación del daño se trataría de un apoyo a la postura utilitarista o un rechazo de la deontológica. Para disociar las respuestas, se ha propuesto el proceso de disociación, donde además de dilemas incongruentes, se evalúa la respuesta hacia los congruentes -donde ambas teorías responderían de la misma forma, aceptando o rechazando el daño (Conway y Gawronski, 2013). A través de este análisis, estos autores calcularon parámetros independientes para las respuestas consistentemente utilitaristas y deontológicas, U y D, respectivamente, a los dilemas congruentes e incongruentes (para mayor análisis ver Conway y Gawronski, 2013). Debido al cálculo de parámetros independientes, este análisis es de mayor validez que el convencional, permitiendo evaluar efectivamente si la aceptación del daño se trataría de un apoyo a la postura utilitarista y no un rechazo de la alternativa deontológica.
Entre las variables psicológicas que pueden afectar el rango de valores de la aceptación de daño en un dilema están el estado emocional y nivel de estrés del sujeto que los responde, y la relación con los protagonistas del dilema. Estas variables no tienen directa relación con el utilitarismo. Por ejemplo, hay menos propensión a sacrificar y mayor a salvar a un familiar o amigo cercano, o persona del mismo origen étnico (por ejemplo, Kurzban et al., 2012; Petrinovich et al., 1993; Swann et al., 2010; Uhlmann et al., 2009), un estado emocional positivo previo aumenta las respuestas de sacrificio (Pastötter et al., 2012; Strohminger et al., 2011; Ugazio et al., 2012; Valdesolo y DeSteno, 2006), mientras que un mayor estrés al momento de responder un dilema los disminuye (Starcke et al., 2012). Además, como ya se dijo, se espera mayor aceptación del daño en dilemas impersonales. Al igual que el parámetro U, estos elementos se tuvieron en cuenta en el análisis de los estudios revisados que los incluyeron.
El detalle de los estudios revisados en los cinco criterios se encuentra en la Tabla 1. Las primeras cinco columnas señalan los tipos de criterios evaluados por cada estudio (marcados con una X), mientras que las dos últimas columnas indican el tipo de análisis realizado.
Estudios | Criterios | Análisis | |||||
PE | IH | JU | CUN | RP | AC | AU | |
Aktas et al. Yilmaz, y Bahçekapili (2017) | X | X | X | X | |||
Bartels y Pizarro (2011) | X | X | |||||
Christensen, Flexas, Calabrese, Gut, y Gomila (2014) | X | X | |||||
Conway y Gawronski (2013) | X | X | |||||
Conway, Goldstein- Greenwood, Polacek, y Greene (2018) | X | X | X | X | X | ||
Djeriouat y Trémolière (2014) | X | X | |||||
Farsides, Sparks, y Jessop (2017) | X | X | |||||
Gawronski, Conway, Friesdorf, Armstrong, y Hütter (2017) | X | X | |||||
Gleichgerrcht y Young (2013) | X | X | |||||
Glenn, Koleva, Iyer, Graham, y Ditto (2010) | X | X | |||||
Kahane, Everett, Earp, Farias, y Savulescu (2015) | X | X | X | X | X | ||
Koenigs, Kruepke, Zeier, y Newman (2012) | X | X | |||||
Körner, Deutsch, y Gawronski (2020) | X | X | X | ||||
Patil (2015) | X | X | |||||
Rosas, Viciana, Caviedes, y Arciniegas (2018) | X | X | |||||
Swann, Gómez, Buhrmester, López-Rodríguez, Jiménez, y Vázquez (2014) | X | X | |||||
Zeigler-Hill, Besser, Cronin, y Vrabel (2018) | X | X |
Note: PE = Preocupación empática. IH = Identificación con la humanidad como un todo. JU = Justificaciones utilitaristas. CUNT = conducta utilitarista en dilemas morales no tradicionales. RP = rasgos psicopáticos. AC = análisis convencional. AU = análisis usando el parámetro U.Respuesta emocional
Cuando una persona se enfrenta a un dilema moral, hay dos vías por las cuales se procesa la información, una automática, más rápida, asociada al componente emocional, y otra más lenta, donde hay un mayor predominio cognitivo y control sobre la respuesta. Al ser más rápido el procesamiento emocional, este componente dominaría la respuesta a los dilemas al principio, donde a mayor respuesta, aumenta el conflicto emocional dado que se debe elegir entre la vida de personas, pero con el paso del tiempo el componente cognitivo se hace más saliente (Evans y Stanovich, 2013; Faghihi et al., 2015; Kahneman, 2011). Por tanto, posteriormente la dimensión cognitiva actuaría controlando, regulando dicho componente emocional, y orientando la respuesta a los dilemas en base al cálculo de costo-beneficio. Así, las respuestas a los dilemas estarían asociadas a diferentes tipos de procesamiento de la información: la aceptación del daño está relacionadas con mayor control cognitivo, y la de rechazo con un mayor procesamiento emocional (por ejemplo, Amit y Greene, 2012; Greene et al., 2001; Koenigs et al., 2007; Leuthold et al., 2015; Moll y De Oliveira-Souza, 2007; Paxton et al., 2012; Suter y Herwig, 2011; Van Dillen et al., 2012).
La respuesta emocional ante el dilema estaría conformada principalmente por dos componentes: la preocupación empática y el malestar personal (Cialdini et al., 1997; FeldmanHall et al., 2015; López-Pérez et al., 2014), que son los componentes emocionales derivados del modelo de empatía de Davis (1980), uno de los más usados para evaluar dicho constructo (por ejemplo, Murphy et al., 2018). La preocupación empática puede entenderse como una disposición general a “experimentar sentimientos de calidez, compasión y preocupación por los demás que sufren experiencias negativas”; y el malestar personal como la tendencia a vivenciar “sentimientos de incomodidad y ansiedad al presenciar las experiencias negativas de los demás” (Davis, 1980, p.6). La preocupación empática está orientada hacia otros y motiva la conducta de ayuda, mientras que el malestar personal está orientado hacia el propio sujeto, por lo que para reducir dicho malestar puede promover tanto la ayuda (en menor medida) como la huida de la situación (Batson et al., 2011; Carrera et al., 2013; FeldmanHall et al., 2015; Maner y Gailliot, 2007; Stürmer et al., 2005). Por lo tanto, se consideró a la preocupación empática, ya que reflejaría una preocupación por las personas a ayudar, tal como propone el utilitarismo.
Preocupación empática
Se tiende a evaluar con una subescala del Índice de relaciones interpersonales (IRI), una medida disposicional de empatía, es decir, evalúa la predisposición general a empatizar en diferentes contextos (Davis, 1980; Pérez-Albeniz et al., 2003).
Los estudios reportaron una relación negativa al utilizar el análisis convencional (Christensen et al., 2014, Gleichgerrcht y Young, 2013; Kahane, Everett, Earp, Farias, y Savulescu, 2015; Rosas, Viciana, Caviedes, y Arciniegas, 2018) y no significativa al considerar el parámetro U (Conway y Gawronski, 2013; Conway, Goldstein-Greenwood, Polacek, y Greene, 2018; Körner, Deutsch, y Gawronski, 2020), entre la preocupación empática medida con el IRI y las respuestas de aceptación del daño.
El resultado del parámetro U, de mayor validez, indicaría que las respuestas no se guiarían por una preocupación por el bienestar general, como se esperaría desde el utilitarismo. No obstante, podría deberse a que los dilemas no incentivan lo suficiente la motivación utilitarista al comparar el sacrificio de una vida para salvar cinco. Ante este problema, Christensen et al., (2014), y Rosas et al. (2018) aumentaron a 100.000 el número de personas que podrían salvarse (dilema 100K) para promover la motivación utilitarista. Estos autores informan una relación negativa con el análisis convencional, pero también mayores niveles de preocupación empática para la aceptación del daño en algunos individuos. Esto sugiere que puede haber sujetos con una preocupación empática por los demás y que aceptan el daño en el dilema 100k (Rosas et al., 2018). En este caso, parte de las respuestas de aceptación del daño podrían deberse a una mirada utilitarista, lo que requiere cambiar la medición disposicional de la preocupación empática por una situacional.
Esta evaluación situacional de la preocupación empática (evaluada hacia una o varias personas específicas en un contexto concreto), permitiría discriminar la que es experimentada hacia cada protagonista del dilema (el individuo que se podría sacrificar y el grupo que se podría salvar). Así, la aceptación del daño reflejaría una postura utilitarista si la preocupación empática está más orientada hacia los sujetos que podría salvar (frente a la posibilidad de una sola persona a sacrificar), dado que lo relevante son las consecuencias de una acción. La evaluación situacional de la preocupación empática ha sido realizada en dos estudios, uno con el análisis convencional y el otro con el parámetro U (Conway et al., 2018; Robinson, Joel, y Plaks, 2015). Les preguntaron a los participantes, tras contestar a los dilemas, el grado en que se enfocaron en el bienestar de la persona a sacrificar o del grupo que se podía salvar. Este foco en el bienestar es una instrucción que evoca la preocupación empática en los participantes (por ejemplo, López-Pérez et al., 2014; Myers, Laurent, y Hodges, 2014). Tanto Conway et al. (2018) y Robinson et al. (2015) reportaron una correlación positiva de la aceptación de daño con el foco en este último, y no significativa con el primero. Esta aceptación del daño asociada a una preocupación empática por el bienestar del grupo a salvar es lo esperado desde el utilitarismo.
Identificación con la humanidad como un todo
La identificación con la humanidad como un todo fue evaluada con un cuestionario con ítems que apuntan al grado de cercanía, preocupación y disposición a ayudar a personas de la población global (McFarland, Webb, y Brown, 2012). Se ha reportado una relación no significativa entre la aceptación del daño y la identificación con la humanidad como un todo tanto con el análisis convencional como con el parámetro U (Conway et al., 2018; Kahane et al., 2015). Esto no sería esperable si la aceptación del daño se asociara al utilitarismo dado que una persona utilitarista busca que sus actos maximicen la felicidad de la gran mayoría de las personas, por lo que estaría identificado con la humanidad como un todo.
Justificaciones de las respuestas
Dos estudios abordaron las justificaciones de las respuestas solicitándoles a los participantes que, luego de contestar los dilemas, las escogieran de una lista (Aktas, Yilmaz, y Bahçekapili, 2017; Farsides, Sparks, y Jessop, 2017), o las verbalizaran mientras respondían los dilemas (Swann, Gómez, Buhrmester, López-Rodríguez, Jiménez, y Vázquez, 2014). Los tres estudios usaron el análisis convencional.
Aktas et al. (2017) reportaron justificaciones de la aceptación de daño en la línea utilitarista (conlleva consecuencias positivas) y amoral (las razones morales no tienen un rol relevante en la decisión). Esas justificaciones fueron elegidas de una lista en la que también estaban: fatalista (no es adecuado intervenir en eventos naturales), ética-virtuosa (no es moral una persona que daña a un inocente), y deontológica. En Farsides et al. (2017), la justificación utilitarista fue la más señalada de la lista junto a otras como Querer hacer lo correcto o No querer hacer lo incorrecto, las que apuntan a la perspectiva deontológica. Las otras opciones de justificación referían a distintos tipos de consecuencias para la propia persona.
En los estudios de Aktas et al. (2017) y Farsides et al. (2017), las justificaciones de los participantes podrían ser una construcción a posteriori que no evidencian el proceso o teoría usada para la respuesta del dilema, sino que algún intento para protegerse del cuestionamiento moral de sí mismo u otras personas (Tetlock, 2002). Alternativamente, Swann et al. (2014) grabaron las justificaciones que los participantes verbalizaban mientras respondían los dilemas (la conducta utilitarista consistió en salvar la vida de cinco personas a costa de la propia). Estos autores reportaron que parte de la aceptación del daño se justificó a) en forma utilitarista, comparando la cantidad de vidas a salvar (vs. sacrificar), cuando los participantes no estaban conectados a nivel identitario con las personas a salvar, y b) apelando al lazo emocional cuando estaban fuertemente conectados con estos (se percibían como parte de un mismo grupo). En el caso b) el predominio del componente emocional puede explicarse por lo ya dicho, la respuesta al dilema puede verse influida por la relación entre el participante y los sujetos a salvar.
En suma, parte de las justificaciones que las personas dan a sus respuestas a los dilemas serían coherentes con el utilitarismo, no obstante, requiere de estudios con el parámetro U, que le otorgaría mayor validez.
Conducta utilitarista en dilemas morales no tradicionales
Los estudios que relacionan la aceptación del daño con dilemas morales no tradicionales pueden organizarse en dos dimensiones. En una primera dimensión categorizamos a los estudios según la tarea que responden los participantes: transgresiones éticas en el contexto de negocios, donación a la caridad o restricción de lujos personales para cuidar el medio ambiente. En una segunda dimensión, estos estudios pueden ser clasificados dependiendo si el dilema usado es personal o impersonal.
Dentro de la primera dimensión, encontramos diferencias entre estudios que utilizaron el análisis convencional y el parámetro independiente U. Para el análisis convencional, la respuesta de aceptación del daño mostró una correlación positiva con la tolerancia a las transgresiones éticas en el contexto de negocios (Kahane et al., 2015). Ante la situación de donar dinero a la caridad, esta conducta correlacionó positivamente con la respuesta de aceptación de daño en el estudio de Aktas et al. (2017), no encontrándose correlación en Kahane et al. (2015). Un tercer contexto, la restricción de lujos personales para cuidar el medio ambiente, correlacionó positivamente con la aceptación del daño (Aktas et al., 2017).
En los estudios que usaron el análisis con el parámetro independiente U, la respuesta de aceptación al daño de un individuo no correlacionó con la tolerancia a las transgresiones éticas en los negocios o en donar dinero a la caridad (Conway et al., 2018).
Los resultados de los estudios de Conway et al. (2018) y Kahane et al. (2015) no serían coherentes con una motivación utilitarista, pero si el de Aktas et al. (2017). Específicamente, en el estudio de Kahane et al. (2015), la asociación con la tolerancia a las transgresiones éticas en contexto de negocios se obtuvo usando algunos dilemas donde el participante podía beneficiarse al aceptar el daño. No obstante, en los análisis no diferenciaron los dilemas según si los individuos se benefician con la acción, por lo que la aceptación del daño podría deberse en parte a una motivación egoísta.
En cuanto a la segunda dimensión, que refiere a si el dilema es personal o impersonal, se espera un menor valor para la aceptación del daño en los personales. Aktas et al. (2017) utilizaron dilemas impersonales, mientras que Conway et al. (2018) y Kahane et al. (2015) personales. El uso de distintos tipos de dilemas podría haber afectado el valor de dichas correlaciones, en el sentido que los personales evocan una mayor respuesta emocional, lo que podría dificultar el cálculo costo-beneficio propio de la posición utilitarista.
En suma, parte de la aceptación del daño podría reflejar una postura utilitarista de acuerdo con Aktas et al. (2017) en dilemas impersonales, no obstante, estos autores utilizaron el análisis convencional, por lo que se requiere de un nuevo análisis con el parámetro U. El uso conjunto de los dilemas impersonales con los personales permitiría contrastar los resultados de Kahane et al. (2015) y Conway et al. (2018).
Rasgos psicopáticos
La aceptación del daño podría deberse al deseo de dañar a una persona (asociado a una baja aversión a dañar), y no a una postura utilitarista (por ejemplo, Crockett et al., 2010).
Rasgos de personalidad psicopáticos y de antagonismo -asociados a tendencias antisociales como agresividad, dominancia y grandiosidad-, se asociaron directamente con la respuesta de aceptación de daño en una serie de estudios, lo que es contrario a la maximización de la felicidad e identificación con la humanidad como un todo (Aktas et al., 2017; Bartels y Pizarro, 2011; Conway et al., 2018; Djeriouat y Trémolière, 2014; Glenn, Koleva, Iyer, Graham, y Ditto, 2010; Kahane et al., 2015; Koenigs, Kruepke, Zeier, y Newman, 2012; Körner et al., 2020; Patil, 2015; Zeigler-Hill, Besser, Cronin, y Vrabel, 2018). No obstante, Conway et al. (2018), y Körner et al. (2020) reanalizaron los datos según el parámetro U y encontraron una relación negativa entre dichos rasgos psicopáticos y la aceptación del daño, que es lo esperado desde el utilitarismo. Este resultado también fue encontrado en el estudio de Gawronski, Conway, Friesdorf, Armstrong, y Hütter, (2017), que también consideró el parámetro U y analizó si las respuestas de las personas son sensibles a sus consecuencias (2017). Estos autores propusieron el modelo consecuencias normas iniciación (CNI) y analizaron su validez, en la que caracterizan las respuestas a los dilemas en relación con la sensibilidad por las consecuencias (que es lo esperado dentro del utilitarismo) o normas morales (en la línea de lo propuesto por la deontología), o a la preferencia general por la acción o inacción.
Por ende, la aceptación no se debería a rasgos psicopáticos centrados en dañar a otra persona, sino que habría un foco en las consecuencias, consistentes con la mirada utilitarista.
Discusión
El objetivo de este estudio fue analizar si la respuesta de aceptación del daño en un dilema moral refleja una postura utilitarista. Para esto, se analizaron cinco criterios que establecen las condiciones bajo las cuales la respuesta de aceptación de daño es un indicador de utilitarismo. Las respuestas reflejaron una posición utilitarista de acuerdo con algunos de los criterios analizados.
Considerando los análisis de los criterios de preocupación empática y justificaciones, parte de la respuesta de aceptación de daño reflejaría una postura utilitarista. Esto debido a que en parte de dichas justificaciones faltó evaluar los datos con el parámetro U. Este parámetro también se requiere para evaluar la conducta utilitarista en dilemas morales no tradicionales, considerando la diferencia entre dilemas distintas tareas y con dilemas personales e impersonales.
Con respecto al criterio de los rasgos psicopáticos, la relación negativa de estos con la aceptación de daño, mediante el análisis con el parámetro U, otorga evidencia de validez divergente a la aceptación del daño como indicador de utilitarismo.
En cuanto al criterio de identificación con la humanidad como un todo, la respuesta de aceptación del daño no sería un indicador de la perspectiva utilitarista.
Por lo tanto, el análisis de los criterios anteriores devela fuentes de amenaza a la validez de las conclusiones de algunos estudios dado que no utilizaron el parámetro U. La manipulación del número de vidas a salvar utilizado por Christensen et al., (2014) en su dilema 100k, es de un alto valor ya que apunta al centro de la teoría utilitarista. Una vez evaluado con el parámetro U y diferenciando si la preocupación empática es dirigida hacia el grupo a salvar o el individuo a sacrificar, podrá ser comparado con los resultados reportados por Conway et al., (2018) y Robinson et al. (2015), donde el foco estuvo en el grupo. El estudio de Robinson et al. (2015) también requiere ser analizado con el parámetro U. Adicionalmente, la manipulación del número de vidas a salvar puede ser comparado con el estudio de Gawronski et al. (2017) que estima si las respuestas de las personas son sensibles a sus consecuencias.
Además de requerir el análisis con el parámetro U, los estudios futuros deben controlar el efecto de variables psicológicas que afectan las respuestas de los participantes en los dilemas y que son independientes del utilitarismo. Estas variables son el estado emocional y nivel de estrés de los individuos al responder, y la relación con los protagonistas del dilema. Específicamente, podría evaluarse el estado emocional y nivel de estrés previos a contestar el dilema, analizando posteriormente el grado en que afectarían las respuestas de aceptación de daño. En cuanto a la relación entre el participante y protagonista del dilema, las respuestas de aceptación del daño deben estimarse considerando esta relación. Esto permitirá conocer el cambio en la aceptación del daño asociada a una mayor relación con los protagonistas, tanto el que puede ser sacrificado como los sujetos a salvar.
Adicionalmente, los estudios analizados en el presente artículo solicitaban a los participantes que respondieran si consideraban aceptable o si sacrificarían a una persona para salvar a varias. Esto es conocido como la condición de acción -sacrificar una vida para salvar más vidas. Ningún estudio revisado utilizó la condición de omisión -abstenerse de una acción para lograr el mismo resultado. Esto es relevante ya que las conductas de acción de daño tienden a ser más reprobadas moralmente que las de omisión (Baron y Ritov, 2004; Cushman, Young, y Hauser, 2006). Por lo tanto, esta es otra variable que podría afectar la respuesta al dilema y que debe ser controlada en los futuros estudios. Esta condición de acción y omisión deben ser consideradas en conjunto con la de preferencia general por la acción o inacción planteadas por Gawronski et al. (2017) en su modelo CNI.
Una limitación de nuestra investigación es que una minoría de los estudios revisados considera el análisis con el parámetro U, de mayor validez (vs. el análisis convencional), por lo que las conclusiones deben ser tomadas con cautela. Esta escasez puede deberse, en parte, a que el estudio que propuso el análisis con el parámetro U (Conway y Gawronski, 2013) fue realizado hace menos de 10 años y solo parte de los estudios que lo consideran evaluaron la respuesta a los dilemas con otros indicadores de la posición utilitarista.
Una segunda limitación es que en el análisis no se consideró si se preguntaba a los participantes por lo reprobable moralmente de aceptar el daño -condición de juicio moral, o alternativamente, si el individuo lo realizaría -condición de acción moral (ver Tassy, Oullier, Mancini, y Wicker, 2013). Esto es relevante ya que los autores reportaron que las respuestas supuestamente utilitaristas fueron mayores para la condición de acción moral, lo que indica que parte de los individuos están dispuestos a realizar acciones que consideran reprochables moralmente, lo que no sería coherente con el utilitarismo. Para que la aceptación del daño refleje una perspectiva utilitarista, el sujeto debe estar dispuesto a realizar la acción y a considerarla moralmente aceptable. Dos de los cuatro estudios que utilizaron el parámetro U, usaron la condición de juicio y de acción moral (Conway et al., 2018; Körner et al., 2020) por lo que se requiere mayor evidencia sobre esta condición.
En nuestro trabajo encontramos que la respuesta de aceptación del daño en un dilema moral refleja una postura utilitarista con validez solo en algunos casos. Es relevante evaluar si una teoría moral filosófica como el utilitarismo puede explicar la conducta de los sujetos en tanto se convierte en una teoría psicológica. Hemos identificado criterios y variables que afectan la validez de las conclusiones en las investigaciones sobre moral, así como diseñado recomendaciones para aumentar la validez de futuros estudios.