Introducción
En la naturaleza, la depredación es un tipo de interacción biológica en la que un individuo de una especie animal caza a otro individuo para subsistir, un mismo individuo puede ser depredador y a su vez presa de otros, lo cierto es que, los depredadores controlan el número de individuos en las poblaciones presas y éstas a su vez controlan el número de individuos de la especie depredadora (Barbosa y Castellanos 2004). Esta interacción ocupa un rol importante en la selección natural, en ese sentido, existe también una depredación intragremial o intraguild predation (IGP). Esta depredación ocurre cuando dos especies depredadoras compiten por la misma presa y además una de ellas se alimenta de su competidor (Vance-Chalcraft et al. 2007).
En esta nota reportamos una lechuza de campanario Tyto furcata, antes Tyto alba (Uva et al. 2018), de la familia Tytonidae, que fue depredada por una Boa constrictor de aproximadamente 220 cm, la mañana del 25 de enero de 2017, entre las 06:30 y 07:00 h. El evento fue observado por unos colaboradores de la Comisión Panamá - Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG) cuando se dirigían a su trabajo caminando por una carretera que pasa justo al lado de la cerca de un sembradío de arroz y que se encuentra localizada en la comunidad de Pacora (09°05’16.7” N, 79°17’10.8” O) (Figura 1). Estas personas relataron el momento en que una B. constrictor atacó y depredó a una lechuza de campanario (T. furcata) que estaba posada sobre troncos de la cerca antes mencionada. Estas mismas personas narraron que la lechuza fue rápidamente enrollada y sofocada mientras observaban cómo la lechuza aleteaba y luchaba por liberarse del fuerte apretón de la boa, sin embargo, fue constreñida y posteriormente devorada (Figura 2).
Las boas, Boa constrictor (Serpentes: Boidae), son serpientes tropicales no venenosas de gran tamaño, robustas y muy fuertes. Los adultos suelen alcanzar los 250 cm de longitud, aunque se tienen registros de que estos organismos alcanzan los 500 cm (Lira-Noriega y Ramírez 2016). Esta especie es considerada generalista y oportunista, ya que consume un amplio rango de presas endotérmicas y ectotérmicas (Greene 1997, Sironi et al. 2000). Las boas tienen una dieta que incluye una gran variedad de taxones superiores de vertebrados, tales como, iguanas, murciélagos neotropicales (Artibeus), murciélagos vampiro (Desmodus), zarigüeyas (Didelphis), agutí (Dasyprocta), coatíes (Nasua), ocelotes (Leopardus pardalis), tamandúas (Tamandua), en el caso de las aves, se reporta que pueden incluir aves de corral y aves silvestres (las presas documentadas varían desde aves canoras más pequeñas como la tangara azuleja (Thraupis episcopus) y hormigueros (Thamnophilidae) (Greene 1983), hasta especies más grandes como la guacamaya frenticastaña (Ara severus) (Begotti y Filho 2012). Rocha-Santos et al. (2014) registran la depredación de aves paseriformes por las boas (B. constrictor) en un árbol de guarumo (Cecropia pachystachya), utilizando la técnica de emboscar a sus presas, como lo describe Greene (1997). Reed y Rodda (2009), indican que las aves pequeñas constituyen una proporción significativa en la dieta de B. constrictor. Boback (2005) estudió cinco poblaciones de boas en las islas de Belice y encontró que las boas isleñas adultas consumen pequeñas aves paseriformes: Dendroica petechia, Vireo magister, Myiarchus tyrannulus y Progne chalybea, que promedian en un 7% el aporte de la masa corporal de la serpiente. En otro evento, Sainz-Borgo (2015) , reporta el hallazgo casual de un pichón de tordillo común (Tiaris bicolor) en el tracto digestivo de una B. constrictor, este pichón se encontraba en la fase de volantón, a poco tiempo de dejar el nido (Ralph et al. 1996).
Por otro lado, un estudio sobre la dieta, a partir del examen del contenido estomacal y heces (n = 47) realizado a una población de B. constrictor en la isla de Aruba, determinó que las aves representaban el 40.4%, las lagartijas el 34.6% y los mamíferos el 25.0% de las 52 presas identificadas (Quick et al. 2005). Mientras que Lee (1996) indicó que los individuos jóvenes de B. constrictor se alimentan principalmente de pequeños vertebrados como ranas, lagartijas, aves y ratones. Reed y Rodda (2009), reportaron que los adultos consumen presas de mamíferos tanto pequeñas como grandes, tales como murciélagos, roedores, armadillos, zarigüeyas, coatíes e incluso jóvenes primates, pecaríes jóvenes y cervatos recién nacidos.
Esta especie utiliza sus fosetas termosensoriales para localizar a sus presas y devorarlas después de haberlas constreñido con su cuerpo (Lira-Noriega y Ramírez 2016), o también pueden utilizar señales químicas y rastros ultravioletas dejados por las presas y rastrear lugares favorables para la emboscada (Sillman et al. 2001, Clark 2004, Scartozzoni y Molina 2004).
Las cercas de potreros y arrozales es utilizada por varias especies de aves para posarse mientras se alimentan del arroz que aquí se siembra, o especies de rapaces que consumen roedores que habitan en los campos de arroz. La boa aprovechó esta oportunidad para capturar a la lechuza. No tenemos conocimiento de ningún registro previo de B. constrictor depredando un individuo adulto de lechuza de campanario, los registros de boas depredando aves grandes y otros animales de mayor tamaño, como ganado doméstico, son restringidos a datos anecdóticos (Sironi et al. 2000). Consideramos que esta información contribuye al entendimiento de las relaciones ecológicas entre dos depredadores, pocas veces documentada.