Introducción

Es importante registrar la distribución de las especies y su reproducción, pues se amplía el conocimiento de la dinámica poblacional y el éxito de colonización en un nuevo sitio de ocurrencia. ^{Gaston (1996)} manifiesta que cuando se experimenta un excedente poblacional se pueden colonizar más áreas. En El Salvador, pocos estudios han dado seguimiento a recopilar la información aislada que se genera posterior al hallazgo o nuevo registro de ocurrencia de una especie en el país y que progresivamente amplía su distribución en el territorio, ése es el caso del Avefría-Tero (Vanellus chilensis) en El Salvador, desde su primer registro en una laguneta cerca del río Grande de San Miguel el 26 de marzo de 2012 (^{Abrego 2012}).

Vanellus chilensis generalmente puede encontrarse cerca de cuerpos de agua, costas o pastizales, sabanas, campos agrícolas y otros campos abiertos. Es una especie tolerante a diver sos tipos de ambientes, ya que puede ser observada en zonas urbanas, así como en zonas rurales. Esta especie se distribuye altitudinalmente desde el nivel del mar hasta los 1000-1800 msnm, se reproduce en todo el margen altitudinal (^{Del Hoyo et al. 1996}, ^{Fagan y Komar 2016}). La nidada de esta especie comprende normalmente de tres a cuatro huevos (^{Piersma y Wiersma 1996}, ^{Di Giacomo y Krapovickas 2005}, ^{Santos 2020}, ^{Salvador y De la Peña 2014}).

La especie tiene una amplia distribución desde Suda mérica, irregularmente en Centroamérica (Panamá, Nicaragua, Costa Rica) y México (^{Martin 1997}, ^{Fagan y Komar 2016}, ^{eBird 2019}). En Costa Rica se registraron dos individuos en el Valle Central, en el Valle del Sol, San José, el 2 de octubre de 2007. La anidación se ha observado en dos sitios en Los Lagos, Arenal a 300 msnm, en años consecutivos (^{Sandoval et al. 2010}). Desde 1993 la especie ha ido incrementando su área de distribución en Costa Rica, aunque aún es considerada rara en el país (^{Sánchez et al. 1998}). En Nicaragua, el 21 de abril de 2011, se registraron cuatro individuos de V. chilensis, pero también ha ido ampliando su distribución hacia el Norte (^{Bienert 2011}).

Por el amplio rango de distribución de V. chilensis y su tamaño poblacional, la especie no está amenazada. Por estas razones la especie está catalogada en “preocupación menor” (lc) (^{BirdLife International 2019}). Avefría-tero (Vanellus chilen sis) es una especie de ave de la familia Haematopodidae (Orden: Charadriiformes), cosmopolita con un género que presenta 12 especies (una extinta) y de tamaño grande con masa corporal de 372 g (^{Marín 1996}, ^{Fagan y Komar 2016}, ^{Berlanga et al. 2017}). V. chilensis posee de 36 cm de altura aproxima damente, con un parche negro en la base del pecho y cresta delgada (^{Fagan y Komar 2016}).

Métodos

Áreas de estudio

A continuación se describen los sitios donde se registró V. chilensis: el Área Natural Protegida Laguna El Jocotal, el Embalse Cerrón Grande y el Complejo Güija (Figura 1).

Figura 1 Localización geográfica de los registros de Avefría-Tero (Vanellus chilensis), El Salvador (1. ^{Salvanatura 2019 ; 2}. ^{Salvanatura 2018; 3}. ^{Salvanatura 2017; 4 Salvanatura 2018; 5}. ^{Abrego 2012; 6}.^{Trejo y Miranda 2017; 7}. ^{Pineda et al. 2017}, ^{Pineda y Flores 2017}, ^{Herrera y Sigüenza 2017; 8}. ^{Acosta et al. 2017}, ^{Bonilla 2017; 9}. En este estudio; 10. ^{Salvanatura 2013; 11}. En este estudio; 12. ^{Acosta et al. 2017}. 

El Área Natural Protegida Laguna El Jocotal (13°19’16.0” N y 88°15’33.1” O) se encuentra en el extremo sur de la lava del volcán Chaparrastique, municipio de El Tránsito, departamento de San Miguel. Esta laguna de planicie de hasta 20 msnm con 800 ha en época de lluvias es un sitio clave de descanso y forrajeo en las rutas migratorias de las aves acuáticas. La laguna está a 400 m de la carretera del litoral (ca-2), sobre el Km 132. Esta laguna fue declarada sitio Ramsar en 1999 con el Núm. 970 en la lista de Importancia Internacional. (^{MARN 2012}, ^{Komar y Domínguez 2001}).

El Embalse Cerrón Grande (14°03’13.7” N 89°06’10.1” O) ubicado entre los municipios El Paisnal, Suchitoto, Cinquera, Jutiapa, Potonico, San Luis del Carmen, San Francisco Lempa, Azacualpa, Nueva Concepción, Chalatenango, Santa Rita, San Rafael, El Paraíso y Tejutla. Este embalse tiene una extensión de 60,698 ha y una elevación de 240 a 753 msnm, presenta bosque tropical seco en las orillas del humedal y en las islas, que incluye la superficie acuática y algunas microcuencas asociadas. El Cerrón Grande posee alta riqueza y abundancia de aves migratorias y residentes. También fue declarado sitio Ramsar el 22 de noviembre de 2005, con el Núm. 1592 en la lista de Importancia Internacional (^{MARN 2012}).

El Complejo Güija: comprende el lago de Güija, la laguna de Metapán, el Embalse de la Represa del Guajoyo, las lagunetas de Teconalá, la laguneta Clara, la laguneta Verde y los Pantanos de las Conchas. Este Complejo fue declarado sitio Ramsar el 16 de diciembre de 2010 con Núm. 1924 en la lista de Importancia Internacional (^{MARN 2012}). Posee una extensión de 3,746 ha, la elevación de los espejos de agua es de 420-460 msnm, ubicado entre los municipios de Metapán y San Antonio Pajonal, ambos del departamento de Santa Ana. La laguna de Metapán (14°18’35.1” N y 89°28’13.8” O) con una elevación de 430 msnm, en época seca posee una exten sión de 85.4 ha y en época lluviosa de 525 ha con una profundidad de 1.5 m (^{MARN 2018}), posee una marcada fluctuación estacional que llega a separar dos espejos de agua en la época seca por medio de una barra con pastizales y una pequeña franja arbolada con “Sauces” (Salix sp.) (^{Jiménez et al. 2004}).

Resultados

Desde 2011 se han realizado los censos Centroamericanos de aves acuáticas en El Salvador (^{Salvanatura, 2018}). En febrero de 2013 se registró un individuo de V. chilensis en la laguna El Jocotal, el cual constituyó el segundo registro de la especie para el país (^{Salvanatura 2013}). Posteriormente en la laguna El Jocotal: el 19 de enero de 2017 observamos dos individuos de V. chilensis (^{Pineda y Flores 2017}). El 9 de marzo de 2017 observamos dos individuos de V. chilensis (^{Pineda et al. 2017}). El 20 de noviembre de 2017 realizamos un recorrido por la bocana de la laguna El Jocotal (13°19’16.0” N 88°15’33.1” O) a las 17:10 h, sitio donde encontramos tres individuos en vuelo de V. chilensis. El 16 de agosto de 2018 en la bocana de la laguna El Jocotal (13°19’32.68” N 88°14’12.50” O) a las 14:55 h observamos dos individuos de V. chilensis (Figuras 2A, B) en la bocana de la laguna.

Figuras 2 A) Individuo de Vanellus chilensis en despliegue de alas, El Jocotal, B) Pareja de V. chilensis. El Jocotal, C) Individuo de V. chilensis en los alrededores de la laguna de Metapán, D) Nido de V. chilensis entre la vegetación de Cynodon dactylon y Cyperus articulatus. Poza Los Conacastes, Laguna El Jocotal (foto: L. Pineda). 

Un año después, en El Jocotal, el 29 de julio de 2019, a las 10:30 h, específicamente entre las pozas los Pepetos y los Conacastes (13°19’01.0” N 88°15’22.0” O) a 32 msnm en contramos un nido de V. chilensis, el cual contenía un huevo de 50.1 x 35 mm. El nido se encontró en el suelo, entre vegetación de “Tulillo” (Cynodon dactylon) y “grama” (Cyperus articulatus). Ambas especies vegetales también fueron utilizadas como material para construcción del nido, el cual consistía en una excavación leve poco elaborada con tallos, hojas y raíces secas (Figura 2D). Custodiado por la pareja de adultos de V. chilensis a la defensiva del nido. Las dos aves se lanzaban en vuelo con un golpeteo en los espolones de las alas y cuando posaban en tierra tomaban una postura dominante tratando de alejarnos del lugar. Posteriormente, el 31 de julio, encontra mos el nido vacío con restos del contenido del huevo, por lo que presumimos que había sido depredado.

En el Embalse Cerrón Grande registramos una pareja de V. chilensis forrajeando en los playones en la desembocadura del río Azambio el 15 de febrero de 2017 (^{Salvanatura 2017}). El 5 de febrero de 2018 observamos cuatro ejemplares de V. chilensis. Dos individuos en el sector Occidental del Cerrón Grande (14°03’13.7” N 89°06’10.1” O) y otros dos en el sector Oriental del mismo humedal, en la desembocadura del río Azambio (13°56’50.3” N 89°00’58.7” O) (^{Salvanatura 2018}).

En el Complejo Güija, el 4 de febrero de 2019, a las 16:23 h, en un recorrido de 2 km por los alrededores de la laguna de Metapán (14°18’35.1” N y 89°28’13.8”O) durante 2 h y 30 min observamos una pareja de V. chilensis, presentes en un área de pastizal inundable a 20 m de la orilla del extremo noreste del humedal, interactuando con la monjita americana (Himantopus mexicanus), la jacana norteña (Jacana spinosa) y el playero diminuto (Calidris minutilla) (^{Salvanatura 2019}) (Figura 2C). En el Cuadro 1 incluimos otros registros de V. chilensis recopilados de la plataforma eBird.

Discusión

Es importante registrar la distribución de las especies y su reproducción, pues se amplia el conocimiento de cómo es la dinámica poblacional y el éxito de colonización. Además, permite documentar los movimientos estacionales o permanentes en sus sitios para considerarlos como una especie residente en un país en donde no ocurrían anteriormente. Lo anterior está en concordancia con lo mencionado por (^{Gaston 1996}) respecto a cuando una población experimenta tasas de natalidad e inmigración mayores a las tasas de mortalidad y emigración, se espera un incremento poblacional que puede traducirse en un aumento en el área de distribución.

Desde el primer registro de un individuo de V. chilensis en El Salvador en 2012 (^{Abrego, 2012}) la distribución de la especie se ha ampliado y los avistamientos mayores a un individuo son cada vez más frecuentes. La mayoría de las observaciones se han realizado entre los meses de noviembre a marzo, con menores registros en los meses de julio-agosto, mientras que, de abril a junio, septiembre y octubre, no existe ningún reporte a la fecha. A pesar de esto su presencia durante el año es más constante.

Nuestro registro de la anidación de V. chilensis representa el primer reporte documentado de la especie para El Salvador. Al mismo tiempo, el hecho de que la mayoría de las observaciones realizadas son dos individuos (parejas) sugiere que la especie podría haber establecido una población en el país. No obstante, se requiere de mayores estudios para confirmar la aseveración.