Introducción
El Mosquero del Balsas (Xenotriccus mexicanus) es un ave que pertenece a la familia Tyrannidae del orden Passeriformes. Está clasificada dentro de la categoría de preocupación menor (LC) de acuerdo con la Lista Roja de Especies Amenazadas (BirdLife International 2022), mientras que el Gobierno de México la considera como sujeta a protección especial (Pr) (SEMARNAT 2010). No obstante, cuenta con un valor de vulnerabilidad alto (16), mismo que fue estimado por la red de “Partners in Flight” considerando su tamaño poblacional (indeterminado), su tendencia poblacional (posiblemente en decremento), la extensión de su distribución geográfica (2.5-4.9% del área que abarca Norteamérica) y las amenazas recientes y predichas (e.g., reducción de hábitat) que podrían poner en riesgo a la especie (Panjabi et al. 2005).
La distribución de X. mexicanus incluye únicamente el oeste del territorio mexicano, desde el centro de Michoacán hasta el oeste del Istmo de Tehuantepec (BirdLife International 2022). Ocupa principalmente la región del Balsas y el interior de Oaxaca, en un rango altitudinal que va desde los 900 hasta los 2000 msnm (Rowley 1963, Binford 1989, Farnsworth y Lebbin 2020). Se conoce poco sobre sus movimientos estacionales, aunque Farnsworth y Lebbin (2020) señalan que la especie podría realizar desplazamientos de tipo altitudinal. Habita matorrales áridos, espinosos, selvas bajas caducifolias y ocasionalmente áreas impactadas por pastoreo (Rowley 1963, Farnsworth y Lebbin 2020).
Los ecosistemas en los que vive X. mexicanus han sido ampliamente afectados por la ganadería y la agricultura, y actualmente existen pocas áreas naturales protegidas que engloban su distribución (Farnsworth y Lebbin 2020). Por ejemplo, alrededor del 38% de la selva baja caducifolia del Pacífico de México ha sido impactado significativamente por actividades antropogénicas, mientras que sólo el 9% de la superficie que abarca está contenida en un área natural protegida (Ceballos et al. 2010).
Cabe destacar que nuestro conocimiento sobre X. mexicanus es limitado dado que se reduce a un trabajo único y remoto acerca de su historia natural (Rowley 1963). Esta situación incrementa el reto para su conservación. Por lo tanto, la obtención de nuevos registros de la especie representa una oportunidad para fomentar su comprensión biológica, delimitar sus áreas de distribución y promover el análisis de sus patrones ecológicos con implicaciones de conservación.
Descripción del registro
Registramos a la especie durante un estudio ecológico en la comunidad Nahua de Zacualpan, perteneciente al Municipio de Comala, Colima (Figura 1). En esta área predomina un clima cálido subhúmedo con lluvias en verano, una temperatura media anual de 25.6°C y precipitación total anual de 962 mm (INEGI 2017). El paisaje es montañoso; en su zona alta es posible encontrar bosques de pino-encino, mientras que la parte baja está conformada por selva baja caducifolia, plantaciones de ciruela, cultivos de maíz y asentamientos humanos. El pastoreo vacuno y caprino que mayormente se practica en la comunidad es de tipo extensivo, por lo que existe un impacto significativo de la actividad ganadera sobre la vegetación nativa. El territorio comunitario colinda con la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, la cual es una de las áreas naturales protegidas más extensas e importantes por su biodiversidad en el oeste de México (INE 2000).
La mañana del 17 de enero de 2022, a finales de la temporada de lluvia, observamos por primera vez a un individuo de X. mexicanus en un área de selva secundaria localizada a orillas del cauce seco de un río estacional. El sitio se ubica 1 km al suroeste del asentamiento urbano de Zacualpan, a una altitud de 706 msnm. Si bien la vegetación del área mostraba evidentes impactos asociados con la actividad ganadera, el estrato arbustivo aún estaba presente, así como árboles con una altura de 4 a 9 m. Inicialmente ubicamos al individuo por su vocalización; posteriormente lo pudimos observar mientras perchaba entre los arbustos. Identificamos al ave como X. mexicanus con base en su llamado y caracteres corporales diagnósticos, mismos que incluyen una cresta eréctil, cola larga y anillo ocular con forma de gota hacia la parte posterior del ojo (Howell y Webb 1995). En total, visitamos esta localidad durante siete días, pudiendo registrar al individuo en seis de ellos (17, 18, 19, 21, 23 y 27 de enero del mismo año). Además, el 21 de enero del 2022 notamos la presencia de un segundo individuo de la misma especie vocalizando a ~70 m del lugar donde nos encontrábamos observando al primero. Finalmente logramos fotografiar a la especie el día 23 de enero del 2022 (Figura 2).
Discusión
Este registro es relevante dado que es el primero para el estado de Colima (Vega-Rivera et al. 2016, Farnsworth y Lebbin 2020, eBird 2021). De esta manera, incluyendo a X. mexicanus, el número de especies formalmente reconocido para Colima es de 440 especies (excluyendo aquellas de las islas Revillagigedo), de las cuales 44 son endémicas de México (Vega-Rivera et al. 2016). Posiblemente X. mexicanus ha pasado desapercibido como producto de la cantidad reducida de estudios realizados en la entidad (Vega-Rivera et al. 2016), así como por las dificultades asociadas con la identificación y diferenciación de tiránidos (i.e., papamoscas, mosqueros).
Nuestro registro de X. mexicanus también es el más occidental publicado para la especie, localizándose a ~279 km en línea recta del límite más cercano de su área de distribución potencial estimada (Navarro y Peterson 2007). Sin embargo, cabe destacar que en la plataforma de ciencia ciudadana “eBird” se reporta un individuo de X. mexicanus en Jalisco (observado en 2011 por Jorge Montejo en Barranca el Choncho, ubicado a ~94 km de nuestro registro) y otro más en Nayarit (reportado en 2000 por Narca Moore-Craig en Cerro San Juan, localizado a ~267 km de nuestro registro) (eBird 2021). Adicionalmente, la observación que realizamos es interesante desde una perspectiva altitudinal, ya que se encuentra ~200 m por debajo de la altitud mínima donde se ha reportado a la especie (Farnsworth y Lebbin 2020).
La presencia de X. mexicanus en las inmediaciones de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán brinda una oportunidad para incrementar su resguardo al interior de un área natural protegida. A su vez, amplía la importancia biológica y avifaunística de la reserva, así como del territorio comunitario de Zacualpan y del estado de Colima. La observación de dos individuos en el sitio podría sugerir la residencia permanente de la especie en la región. No obstante, es necesario darle seguimiento al estudio de su distribución temporal, espacial y demográfico en la zona. Finalmente, hacemos un llamado para impulsar la investigación en torno a X. mexicanus debido a que es una especie pobremente estudiada.