Introducción
Una característica fundamental del sector agrícola en México es la migración continua de jornaleros agrícolas a lo largo y ancho del país. La pobreza y los bajos niveles de capital humano contribuyen significativamente a la migración de los jornaleros desde aquellas zonas con mayor oferta de mano de obra (…) (principalmente el sureste de México), a aquellas regiones con mayor demanda relativa (occidente y noreste del país) (DGDSIA 2015, 22).
En este proceso se integran hombres, mujeres y niños como asalariados, quienes son contratados frecuentemente (…) para realizar trabajos de campo con diversas precariedades. En adición, el desconocimiento de sus derechos, la falta de regulación y la insuficiente inspección laboral, conducen frecuentemente a la violación de sus garantías individuales, lo que deriva en gran medida a su deterioro de una manera brutal (DGDSIA 2015, 20).
El espacio habitacional que llegan a ocupar temporalmente los migrantes, (donde duermen, recrean su vida cotidiana, y se reproduce su fuerza laboral), es una preocupación de gran índole, toda vez que su campo de trabajo y por consiguiente su hospedaje se da en lugares altamente deficientes e insuficientes. Albergues, campamentos, vecindarios a la intemperie, entre otras, representan a menudo las opciones del espacio de reproducción humana, para los jornaleros en los lugares de arribo (DGDSIA 2015, 36).
En este sentido, es de gran importancia preguntarnos, ¿Qué tan habitables son las viviendas destinadas a los migrantes?, definida habitabilidad como las características básicas de una vivienda para que pueda ser habitada (Casals, Arcas, Cuchí 2013, 199).
Para responder a esta pregunta, será necesario exponer el fenómeno de la migración en la zona de estudio, sus principales causas y la situación actual de las viviendas para trabajadores migrantes, replantear los conceptos de habitabilidad y aplicar una metodología especifica que analice esta cualidad intrínseca del espacio. El resultado del análisis, nos ayudara a determinar qué tan alejados se encuentran los trabajadores del acceso a sus derechos.
Antecedentes
Migración y Vivienda Emergente en Villa de Arista
El estudio se enmarca en el municipio de Villa de Arista, localizado a 86 kilómetros de la ciudad de San Luis Potosí (Camacho 2009, citado por Parra 2018, 4), ubicado en las coordenadas 22.38´40´´ N. 100.50´56´´ O/ 22.6444, - 100.849 dentro el altiplano potosino. Su extensión territorial es de 564.22 km2 y colinda con los municipios de Venado, Moctezuma, Villa de Hidalgo y San Luis Potosí.
Según el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, la población total en el municipio es de 15 258 habitantes (INEGI 2015), y la principal actividad económica es la agroindustria, es decir el subconjunto del sector manufacturero que procesa materias primas y productos intermedios agrícolas, forestales y pesqueros (FAO 2013, 12)
A pesar de esto, los productores enfrentan una escases de mano de obra derivada de la migración de los habitantes locales a las ciudades y al extranjero en busca de mejores oportunidades de empleo. Al ser insuficiente la mano de obra local en temporadas de producción, los agricultores optan por contratar personal foráneo para poder culminar los trabajos de campo, el municipio recibe aproximadamente 2,500 trabajadores, provenientes de zonas marginadas de los estados de Hidalgo, Guerrero y Veracruz, (22 junio 2017, Continúan llegando grupos de jornaleros, La Razón del Altiplano).
El crecimiento poblacional, aunque temporal, trae consigo una crisis habitacional en el municipio, debido a la falta de capacidad para proveer una vivienda digna a los trabajadores migrantes. Es entonces cuando las viviendas emergentes surgen como una solución temporal para quienes no tienen techo, con un costo de inversión y tiempo de construcción relativamente bajo en comparación al de una vivienda tradicional.
En el 2015, la entonces Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL) lanzo un “Programa de atención a los jornaleros agrícolas”, en donde se abordaban temas relacionados a la salud y la vivienda, entre los que destacan los siguientes puntos:
Adquisición de Centros de educación para Jornaleros Agrícolas
Ampliación de Albergues comunitarios
Equipamiento de unidad móvil en centros de Salud y consultorios
(SEDESOL 2015).
Con este plan de acción, en coordinación con el Ayuntamiento Municipal, se inició la construcción y remodelación de centros destinados para jornaleros agrícolas que se encontraban en condiciones de deterioro y abandono, dotando a los usuarios de infraestructura básica, servicios de agua potable, energía eléctrica, espacios de lavandería, entre otros.
A pesar de la iniciativa gubernamental, solo se logró cubrir una pequeña parte del problema, ya que los albergues se ven rebasados de su máxima capacidad durante las temporadas altas y solo abarcan un porcentaje menor del total de la población migrante.
Según un reportaje realizado por el periódico regional, la mayoría de estos trabajadores firma un contrato mensual con los dueños de ranchos agrícolas, en donde los contratantes se comprometen a brindar techo, comida, asistencia médica y asistencia educativa (22 junio 2017, Insuficientes los servicios primarios por el arribo de trabajadores agrícolas, La Razón del Altiplano), sin embargo, los espacios que proporcionan los dueños, están lejos de brindar estos servicios.
El incremento de la población fluctuante deriva también en una saturación de los servicios primarios, tales como recolección de basura, suministro de agua potable y drenaje. La necesidad de empleo de los migrantes lleva a que cada temporada sean más personas las que lleguen en busca de trabajo, a pesar de las largas jornadas laborales y las condiciones de vida que se les ofrecen.
Esta crisis humanitaria sigue en aumento y es necesario que tanto la iniciativa privada como la gubernamental atiendan la construcción de espacios dignos, donde los trabajadores puedan cubrir sus necesidades básicas.
Marco Teórico
El derecho a la Vivienda Digna
Contar con una vivienda digna es un derecho humano que se encuentra reconocido desde 1948 en el Artículo 25, apartado uno de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU 2015, 52); en donde se establece lo siguiente:
Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios (…).
También existen diversos acuerdos internacionales donde se reconoce este derecho, tales como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Ramírez, Nadal, Nazar 2015, 166), y recientemente la Agenda 2030, en donde este es orientado hacia un desarrollo más sostenible.
Dentro del ámbito nacional, también existen normas correspondientes, la primera referencia se encuentra en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que en el artículo 4 menciona:
“Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo” (CPEUM 2020, Art 4.).
En el caso de México el acceso a una vivienda para las y los trabajadores es un derecho que el Estado y los empleadores deben de garantizar, y así lo estipula el Capítulo III de la Ley Federal del Trabajo, en su artículo 136:
Toda empresa agrícola, industrial, minera o de cualquier otra clase de trabajo, está obligada a proporcionar a los trabajadores habitaciones cómodas e higiénicas. Para dar cumplimiento a esta obligación, las empresas deberán aportar al Fondo Nacional de Vivienda el cinco por ciento sobre los salarios de los trabajadores a su servicio (LFT 2019, Art. 136).
Como se puede observar, existe un marco jurídico internacional y nacional que señala el derecho a la vivienda como uno de vital importancia para el desarrollo de las personas, y una condición indispensable para sobrevivir y desarrollarse como ser humano en términos de seguridad, autonomía e independencia (Araujo, 2016)
Sin embargo, el derecho a la vivienda digna sigue siendo uno al que muy poca atención se le ha brindado, pues se le relaciona como un problema entre particulares, en donde los Estados se deslindan de su responsabilidad al adjudicar su cumplimiento al mercado o a los propios individuos (Ramírez, Nadal, Nazar 2015, 166).
Habitabilidad
El concepto de habitabilidad se encuentra estrechamente ligado a la calidad de vida, que, según la revisión del capítulo anterior, debe poseer una vivienda para que pueda ser considerada como tal, pero ¿qué podemos determinar cómo habitabilidad?
Según (Casals, Arcas, Cuchí, 2013, 199), la habitabilidad es entendida como las características con las que cuentan las viviendas para ser habitadas por el ser humano. Es también la posibilidad de ofrecer espacios adecuados en cuanto a cantidad y calidad para las y los habitantes; en donde se puedan proteger de los cambios climáticos, de cualquier amenaza contra la salud originados en riesgos estructurales y/o de vectores de enfermedad. De la misma manera este espacio debe garantizar la seguridad e integridad física de las personas, pues es su resguardo de la vida pública. (Ramírez, Nadal, Nazar 2015, 167).
Evaluación de la Habitabilidad
La vivienda como espacio arquitectónico privado y semipúblico, requiere ser evaluada desde el concepto de habitabilidad; ser valorada desde el (…) disfrute o beneficios que ofrece, hasta el cumplimiento de las cualidades presentes que garanticen estas condiciones de ocupación (Ramírez 2001, 17).
La medición de esta, considera diferentes rangos de uso del espacio, se evalúa la ausencia o presencia de atributos para vivir, los cuales, dentro de un espacio arquitectónico, enumeran los valores que expresan la calidad del mismo y presenta características para alcanzar en mayor o menor medida la habitabilidad (Peña 2007, 37).
Con la finalidad de establecer criterios de evaluación (Santiago, Aguillón, Carranza 2013, 8) realizan la siguiente construcción de indicadores (Ver Tabla 1):
Características de la Habitabilidad | Indicadores |
---|---|
Físico Espaciales | Dimensionamiento, Pluralidad de los espacios, Territorialidad, Coeficiente de hacinamiento, Modificaciones hechas al proyecto. |
Externas | Orientación, Contaminación electromagnética, Radioactividad |
Térmicas | Temperatura, Humedad, Ventilación |
Acústicas | Contaminación acústica: interior y exterior |
Constructivas | Materiales de construcción. |
Fuente: Elaboración propia con base en Santiago, Aguillón, Carranza 2013, 8.
Método
Para el desarrollo de la investigación se seleccionaron los siguientes indicadores de características Físico Espaciales: Dimensionamiento, Coeficiente de Hacinamiento y Territorialidad
La metodología de evaluación aplicada fue propuesta por (Peña, 2007) en su investigación “Evaluación de las condiciones de habitabilidad de la vivienda económica en Cd. Juárez, Chihuahua”.
Selección de Unidad de Análisis
El análisis de desarrolla dentro de uno de los dos principales albergues para jornaleros de la cabecera municipal de Villa de Arista, ubicado al oriente de la comunidad. Este albergue, precisamente fue uno de los beneficiados en su rehabilitación por parte del Gobierno Federal en el 2013 y actualmente se encuentra a cargo de la administración municipal. Cuenta con una superficie de 4437.0 m2 y tiene una capacidad para 100 personas, distribuidas en 26 habitaciones, también existen áreas de servicio, bodegas de reserva y oficinas administrativas.
La aplicación de los indicadores se centrará en un módulo habitacional prototipo y su relación con los demás servicios del albergue (Ver Figura 5).
Después de la determinación de la unidad análisis, se realizó una visita de campo para el reconocimiento del sitio y se llevó a cabo el levantamiento arquitectónico para que las cualidades del espacio fueran analizadas.
Resultados
Indicador 1) Dimensionamiento
Dentro de los términos relacionados a la habitabilidad, podemos entender al dimensionamiento como las medidas del espacio en base a un sistema de medición, generalmente existen parámetros de máximos y mínimos para la estandarización de los recintos.
Para la determinación de los espacios del albergue que serán analizados, se tomó como referencia el Lineamiento General para la Construcción, Operación y Funcionamiento de Albergues, Casas de Camino y Refugios (…) (SEGOB, 2018), que marca las siguientes áreas como “básicas de operación”:
Área de esparcimiento para actividades físicas y recreativas
Áreas de alimentación (Comedor y cocina)
Área de dormitorios
Área de lavado.
La dinámica de evaluación será la comparación de la dimensión real de estas áreas en el Albergue Comunitario para Jornaleros Agrícolas, contra las dimensiones mínimas especificadas por el Reglamento de Construcción de San Luis Potosí (RCSLP) (H. Ayuntamiento SLP., 2012), que en teoría deberían de garantizar la calidad de la vivienda.
Para la obtención de los datos, se hizo un levantamiento físico del sitio, además de la elaboración de planos arquitectónicos digitales que ayudaron a calcular los coeficientes exactos de ocupación.
En la siguiente tabla, se describen exactamente las técnicas y los enfoques aplicados (Ver Tabla 2).
Indicadores | Técnica | Unidad de Análisis | Enfoque |
---|---|---|---|
M2 de Terreno | Medición | Conjunto de albergue | Cuantitativo |
M2 de construcción por área | Medición | Áreas especificas | Cuantitativo |
Altura | Medición | Áreas especificas | Cuantitativo |
Fuente: Elaboración propia.
Los resultados obtenidos fueron los siguientes (Ver Tabla 3):
Espacio | Dimensión mínima normada (m2) | Dimensión real (m2) | Status |
---|---|---|---|
Área de Esparcimiento | 1775.124 | 1868.25 | |
Cocina-Comedor | 200 | 124 | |
Área de dormitorios (pieza de habitación) | 8 | 16 | |
Área de Lavado | 22 | 120 | |
Baños | 22 | 21 | |
Regaderas | 9.9 | 22 |
Fuente: Elaboración propia.
Indicador 2) Hacinamiento
El coeficiente de hacinamiento se refiere, a la relación que existe entre el número máximo de personas que debe ocupar un espacio al número que realmente lo ocupa (Falcon 2015, 465), (Gómez 2014, 402) sugiere dos tipos de hacinamiento en una vivienda:
El coeficiente de hacinamiento diurno (CHD), que se calcula teniendo en cuenta el número de baños por vivienda y la relación con el número de habitantes, es decir: CHD = H / WC
El coeficiente de Hacinamiento Nocturno (CHN) que permite evaluar la competencia u holgura que se genera en la ocupación del dormitorio conforme al número de habitantes por vivienda. Es decir, que la falta de espacios para descanso o reposo se evalúa con la relación: CHN = H / D.
El método de evaluación será similar al del indicador anterior, se evaluará la comparación del número de personas que ocupan los espacios propuestos, contra las que en teoría deberían habitarlos basados en el RCSLP (H. Ayuntamiento S.L.P., 2012).
Para la obtención de los datos, se tomó como referencia el levantamiento arquitectónico realizado, en este caso se prestó especial atención en el módulo de habitaciones y el bloque de servicios, también se hicieron encuestas y observación del sitio.
Indicadores | Técnica | Unidad de Análisis | Enfoque |
---|---|---|---|
Número de habitantes / número de dormitorios disponibles en la vivienda | Entrevista - Observación | Usuarios | Cuantitativo - Cualitativo |
Número de habitantes / Numero de baños disponibles en la vivienda | Entrevista - Observación | Usuarios | Cuantitativo- Cualitativo |
M2 de área habitable | Medición | Habitación/Servicios | Cuantitativo |
Fuente: Elaboración propia.
Los resultados obtenidos fueron los siguientes (Ver Tabla 5):
No. de habitantes | No. de módulos sanitarios | CHD Máximo | CHD Real | Status |
---|---|---|---|---|
100 | 5 | 1.0 | 2.0 |
Fuente: Elaboración propia.
El RCSLP, menciona que por cada 5 habitaciones deberán de existir dos módulos de servicio sanitarios, por lo que a 26 habitaciones le corresponden 10, al contar solo con 5 módulos el Coeficiente de Hacinamiento Diurno es rebasado por el doble (Ver Tabla 5).
Según el RCSLP, el número máximo de personas en una habitación de las características del albergue es de 2 personas, tomando como referencia ese Coeficiente de Hacinamiento Nocturno Máximo, la relación entre el número de habitantes del albergue y el número de dormitorios disponibles resulta ser 1.92 veces mayor (Ver Tabla 6).
No. de habitantes | No. de Dormitorios | CHN Máximo | CHN Real | Status |
---|---|---|---|---|
100 | 26 | 1.0 | 1.92 |
Fuente: Elaboración propia.
Indicador 3) Territorialidad
La idea de la territorialidad en el ámbito de la sociología, psicología social y otras ciencias relacionadas, trata de una conducta o actitud instintiva de los animales (incluido al ser humano) que promueve la defensa del territorio que ocupan (Pérez, Merino, 2014)
De acuerdo con (Gómez Azpeita 2011,76), está en función del tamaño de los espacios relacionados con aspectos proxemicos, es decir, la forma en que los individuos se relacionan entre si y en su entono. Para el establecimiento de parámetros (Gómez 2016, 107), considera el tamaño de la construcción y el número de habitantes para para obtener el porcentaje de viviendas que presentan condiciones de competencia por el territorio, así propone, que para cuatro habitantes, la superficie mínima deberá ser de 71m2.
La dinámica de evaluación consiste en calcular el nivel de territorialidad mínima propuesto, contra el existente en el albergue. Para la obtención de los datos se utilizó el levantamiento arquitectónico para calcular la superficie del predio y la entrevista con el personal administrativo (Ver Tabla 7).
Indicadores | Técnica | Unidad de Análisis | Enfoque |
---|---|---|---|
Número de habitantes | Entrevista - Observación | Usuarios | Cuantitativo |
M2 del predio | Medición | Albergue | Cuantitativo |
Fuente: Elaboración propia.
Los resultados obtenidos fueron los siguientes (Ver Tabla 8):
No. de habitantes | Superficie construida del predio (m2) | Coeficiente de T según (G | Coeficiente de T Real | Status |
---|---|---|---|---|
100 | 1868.25 | 1.0 | 0.95 |
Fuente: Elaboración propia.
Conclusiones
La aplicación de estos tres indicadores específicos en el ámbito Físico-Espacial referido a la habitabilidad, ofrece una perspectiva de las condiciones que se viven en los albergues comunitarios. Determinamos que, aunque el dimensionamiento, podría ser “casi suficiente”, el verdadero problema se encuentra en la aglomeración de personas, sobrepasando fácilmente los Coeficientes de Hacinamiento Diurno y Nocturno.
Una de las principales problemáticas es el acceso a los pocos servicios sanitarios que existen, además, al ser compartidos por tantas personas, se propicia el esparcimiento de virus y enfermedades, que podría derivar en una conjunta crisis sanitaria.
Aunque se identificaron puntos “positivos” y “negativos” dentro de los indicadores, al no cumplirse plenamente todas las características marcadas por las normativas, se considera este espacio como “no habitable”, con respecto a los puntos evaluados.
En base a los resultados obtenidos, podemos reafirmar que existe una brecha importante entre los trabajadores y el acceso a sus derechos, siendo la vivienda digna solo una parte del cumulo de desigualdades socioeconómicas, étnicas, y de género que enfrentan los trabajadores día a día.
Es necesario establecer políticas integrales que den una solución completa al problema y tomar conciencia que no existen niveles de autoridad o jerarquía que sobrepasen los derechos humanos.