En México los principales estados productores de cebolla (Allium cepa L.) son Baja California, Guanajuato, Michoacán, Chihuahua y Zacatecas; en ellos se establecieron 44, 398 ha con cebolla durante la temporada agrícola de 2012 en las cuales se alcanzó una producción de 1 238 000 toneladas; para el mismo ciclo de cultivo se plantaron 4 142 ha con esa hortaliza en el estado de Zacatecas en donde se obtuvieron 162 204 toneladas que significaron un rendimiento promedio de 39.1 t ha-1 (Osuna y Ramírez, 2013; Reveles-Hernández et al., 2014).
El ciclo de cultivo de cebolla en Zacatecas principia con el establecimiento de los almácigos entre septiembre y noviembre para las variedades o híbridos de día corto que serán trasplantados entre diciembre y marzo mientras que los almácigos para las variedades o híbridos de día intermedio son establecidos entre diciembre y febrero para ser trasplantados de marzo a mayo (Reveles-Hernández et al., 2014). La producción de plántula de cebolla en ésta región se realiza en condiciones de cielo abierto con escasa protección contra infestaciones de trips, lo que puede facilitar la infección por virus como el de la mancha amarilla del iris Iris yellow spot virus (IYSV) que es diseminada eficientemente por medio de ese insecto (Gent et al., 2004).
La transmisión del IYSV es realizada por medio de los trips Thrips tabaci Lind. y Frankliniella fusca (Hind.) (Srinivasan et al., 2012); en Zacatecas se ha reportado la ocurrencia del primero mientras que la presencia del segundo ha sido mencionada en México (Johansen, 2002; Velásquez et al., 2009). La presencia del IYSV en parcelas comerciales de cebolla en Zacatecas fue detectada por medios serológicos en el ciclo de cultivo 2010 (Velásquez-Valle y Reveles-Hernández, 2011); sin embargo, la importancia de los almácigos de plántula de cebolla con escaso empleo de tecnología de producción como potenciales fuentes de inóculo viral en el estado de Zacatecas no ha sido investigada. Consecuentemente, el objetivo del presente trabajo fue detectar la presencia de IYSV en almácigos de cebolla en Zacatecas, México así como determinar la correlación entre las lecturas de absorbancia y la frecuencia de detección del IYSV.
Se muestrearon almácigos de plántula de cebolla seleccionados al azar en la región central de Zacatecas; un número variable de plántulas (entre 10 y 30) fueron colectadas al azar en cada una de las variedades o híbridos presentes en cada almácigo. En algunos almácigos fue posible obtener el nombre de las variedades o híbridos sembrados; en caso contrario solamente se registró el tipo de cebolla (blanca, morada o industrial). Las plántulas colectadas se trasladaron al laboratorio de Fitopatología del Campo Experimental Zacatecas (INIFAP), cada plántula se examinó detenidamente en busca de lesiones provocadas por el IYSV (manchas en forma de diamante de color café pajizo, ocasionalmente con “islas” verdes dentro de la lesión). Una porción de tejido foliar de cada plántula muestreada fue analizada para detectar la presencia del IYSV siguiendo el protocolo mencionado por Velásquez-Valle y Reveles-Hernández (2011) y que consistió en utilizar la técnica de inmunoabsorción enzimática, denominada sándwich de doble anticuerpo (DAS) para desarrollarse en dos días empleando el anticuerpo para la proteína de cubierta del IYSV conjugado con la enzima fosfatasa alcalina (Agdia Inc.).
Como testigos positivo y negativo se emplearon los controles positivo y negativo (extract of onion leaves) del método (Agdia Inc.). La lectura de absorbancia se realizó en el espectrofotómetro modelo BioTek ELx 800 a una longitud de onda de 405 nm. Los valores de densidad óptica que excedían tres veces el valor medio de los controles negativos fueron considerados positivos a la presencia del IYSV. Se calculó el promedio y desviación estándar de las lecturas de absorbancia obtenida de las muestras positivas al IYSV en cada almácigo para comparar esa variable entre almácigos.
Entre enero y marzo de 2015 se muestrearon 30 almácigos de cebolla localizados en los municipios de Calera de V.R. y Villa de Cos, Zacatecas (6.7 y 93.3% respectivamente). Aunque no se encontraron lesiones provocadas por el IYSV en ninguna de las plántulas colectadas, los resultados de DAS-ELISA indicaron que el patógeno se encontraba presente en 90% de los almácigos visitados, lo cual puede ser parcialmente provocado por el sistema de producción de plántula a cielo abierto que no impide la infestación de las plántulas por T. tabaci, vector del IYSV presente en ésta área. Por otro lado, se ha sugerido que el periodo de incubación del IYSV (desde la infección hasta la expresión de síntomas) es de 30 días (Hsu et al., 2010), lo cual impediría el registro de síntomas durante el muestreo.
Además, la práctica de cortar repetidamente el follaje de las plántulas con el objetivo de fortalecer su desarrollo subterráneo podría haber eliminado la o las porciones infectadas impidiendo registrar los síntomas. La presencia del IYSV en plántulas asintomáticas podría obstaculizar su manejo en los almácigos de cebolla ya que, generalmente, los productores optan por combatir al vector hasta que se observan daños severos por sus hábitos de alimentación, es decir cuando la transmisión y diseminación viral pudo haber alcanzado un número considerable de plántulas. Los tres almácigos sin plantas serológicamente positivas al IYSV tenían variedades o híbridos cuyo bulbo era de color blanco; es probable que una baja población natural de trips viruliferos haya sido la responsable por la baja concentración viral en esas plántulas.
La variedad Sierra Blanca se obtuvo en almácigos relativamente cercanos entre ellos en la comunidad de Sierra Vieja perteneciente al municipio de Villa de Cos, pero aislados del resto de los almácigos muestreados, por lo que presentaban una frecuencia de detección viral semejante, 73.3 y 80%. La variedad Mata Hari (cebolla morada) se muestreó en cinco almácigos en Villa de Cos y presentó un amplio rango de incidencia del patógeno, desde 13.3 hasta 73%. Estos rangos de variación en la detección del virus en una misma variedad o híbrido podrían reflejar a su vez, la variabilidad en las prácticas de manejo del trips vector del IYSV o posibles diferencias en la capacidad de transmisión del virus por los vectores causada por la disponibilidad del patógeno en maleza u otros hospederos (Cuadro 1).
La frecuencia de detección del virus osciló entre 8.3 y 100%, 60 y 80% y 23 y 96.7% en plántulas pertenecientes a los tipos de cebolla blanco, industrial (naranja o café) y morado respectivamente (Cuadro 1). El color de las hojas de las plantas de cebolla ha sido asociado con la resistencia a la infestación por trips (Díaz-Montano et al., 2012), sin embargo, durante la etapa de almácigo el color del follaje no es claramente diferente entre los tipos de cebolla. Por otro lado, los productores de plántula de cebolla cortan el follaje de las plántulas a fin de produzcan más raíces; consecuentemente, el color del follaje frecuentemente es más cercano a verde pálido que podría resultar más atractivo para los vectores.
De acuerdo con Mohseni-Moghadam et al. (2011) se encontró una fuerte correlación entre las lecturas visuales de severidad de infección por IYSV en plantas de 13 accesiones de cebolla y las lecturas de absorbancia obtenidos por medio de ELISA, sin embargo, en el presente trabajo, donde las variables a relacionar eran la incidencia y las lecturas de absorbancia, la mayoría de éstas últimas proporcionaron amplios valores de desviación estándar que impidieron
establecer una clara separación entre almácigos con diferente incidencia del IYSV, sin embargo, el 20, 53.3 y 16.7% de los almácigos muestreados presentaron lecturas de absorbancia promedio mayores de 1.31, entre 0.5 y 1.3, y entre 0.1 y 0.49 respectivamente. El promedio de incidencia del IYSV fue de 55.1, 48.1 y 67.7% para aquellos donde la lectura de absorbancia fue mayor a 1.31, entre 0.5 y 1.3 y entre 0.1 y 0.49 respectivamente. Coincidentemente, el valor promedio de absorbancia más bajo (0.268 ± 0.122) también obtuvo el valor de incidencia más bajo (8.3%) entre lo almácigos positivos al IYSV. En general, valores altos de la lectura de absorbancia no siempre correspondieron con valores superiores de frecuencia de detección del virus; por el contrario, se observó que con las muestras obtenidas en los almácigos 27 a 30, donde a valores relativamente bajos de la lectura de absorbancia (0.4 ± 0.054 a 0.47 ± 0.104) correspondieron valores de detección viral que fluctuaban entre 73.3 y 96.7%; un fenómeno similar es reportado por Resende et al. (2000) en plantas de jitomate que mostraban síntomas ligeros de infección por Tomato spotted wilt virus (TSWV) y altos valores de absorbancia aunque en cultivares susceptibles la evolución de síntomas de TSWV se encontraba relacionada con la multiplicación viral (Cuadro 1).
Conclusiones
El IYSV se detectó en plántulas de cebolla asintomáticas en el 90% de almácigos muestreados y establecidos en Calera de V. R. y Villa de Cos, Zacatecas. La frecuencia de detección del IYSV en esos almácigos varió entre 8.3 y 100%.
Los resultados aquí obtenidos deben confirmarse con otras técnicas, como las moleculares, sin embargo, la información recabada demuestra la factibilidad de que las plántulas producidas en los almácigos de cebolla constituyan una potencial fuente de inóculo del IYSV.