Introducción
La expansión de la ganadería aumentó a costa de los recursos naturales en toda América Latina. La afectación a las áreas boscosas se volvió más importante a inicios de los 60’s, época en la cual también aumentaron las áreas dedicadas a cultivos y pastoreo (UI-UC/ATMO, 2018).
La ganadería extensiva además de tener efectos locales como la degradación de suelos y la pérdida de su productividad también contribuye en las emisiones de CO2 y otros gases hacia la atmósfera (Pezo, 2018), en los últimos 50 años, la población de bovinos incrementó en Latinoamérica, pero el área bajo pastoreo únicamente se modificó de 461 a 560 millones (FAOSTAT, 2017) por lo que la carga animal aumentó de 0.44 a 0.75 animales ha-1, valores alejados de una carga óptima para la mayoría de las praderas tropicales y de zona templada (Pezo, 2018).
La degradación de las praderas es definida por Padilla et al. (2009) como una pérdida en su condición, producto de los cambios ambientales, entendiendo como condición de la pradera a la sumatoria de parámetros tales como la composición botánica y la cobertura vegetal. La ruta hacia la degradación va desde pérdidas en la producción, con la paulatina reducción del hato ganadero, cambios ecológicos como alteraciones en los ciclos biogeoquímicos (Pezo, 2017) hasta vulnerabilidad social ante la toma de decisiones sobre la gestión de recursos que tiene acceso el productor y su familia, tales como el control de la degradación de suelos y la promoción de su recuperación con la aplicación de principios agroecológicos y económicos (Solorio et al., 2017).
En Chiapas, este fenómeno no es la excepción, los sistemas de producción bovino se realizan a base de pastoreo extensivo y semi extensivo, debido que es la forma económica de proporcionar el alimento, que aunado a factores de manejo, tales como las quema para estimular el crecimiento de los pastos, uso de agroquímicos, manejo de la capacidad de sustento de los potreros, intensidad e intervalo del pastoreo puede conducir a la degradación de la pradera (Zepeda et al., 2016).
En las áreas naturales protegidas de Chiapas, al igual que en otras áreas en México, las comunidades humanas están dentro o en los alrededores y dependen de ellas, para poder subsistir, por ello los saberes campesinos y las formas de significación y convivencia con la naturaleza, están estrechamente vinculados con los procesos productivos que se desarrollan por lo regular en las zonas delimitadas como áreas de amortiguamiento o de desarrollo sustentable; conocer y valorar sus referentes puede ayudar a entender la forma en que se generan los procesos autogestivos para la construcción del enfoque de sustentabilidad en el proceso productivo (Barrasa y Reyes, 2011), así como a prevenir el desperdicio y el deterioro (Owen, 1977), lo cual es altamente compatible con la estrategia de conservación que representa un área natural protegida.
Por todo lo anterior, la investigación tuvo como objetivo: conocer el grado de degradación de las praderas de uso ganadero y la percepción social sobre cómo evitarlo, en una comunidad rural asentada en el área de influencia de la Reserva de la Biosfera La Sepultura en el estado de Chiapas.
Materiales y métodos
El presente trabajo se realizó en el ejido Francisco Villa I localizado en el municipio de Jiquipilas, Chiapas, ubicado en la Reserva de la Biosfera ‘La Sepultura’, en la Sierra Madre de Chiapas, en la región suroeste del estado, entre los paralelos 16° 00’ 18’’ y los 16° 29’ 01’’ norte y los 93° 24’ 34’’ y los 94° 07’ 35’’ oeste (Hernández, 1995), comprende parte de los municipios de Arriaga, Cintalapa, Jiquipilas, Tonalá, Villacorzo y Villaflores, con una superficie total de 167-309-86-25; 167 309 ha. El estudio se realizó a inicios de la temporada de estiaje entre el mes de enero y febrero.
Características de las parcelas de estudio y selección de muestra
Se realizaron recorridos a pie en toda la comunidad y entrevistas a los dueños de cada parcela, para conocer las características de las áreas de estudio (tipos de pasto establecido, topografía, presencia de árboles y de ganado pastoreando), lo que determinó un total de 59 parcelas con una superficie promedio de 6 ha de utilización ganadera. Con la información previa se determinó un tamaño de muestra de Se utilizaron 10 parcelas potreros para llevar a cabo los muestreos, lo que representó 15% de la superficie de praderas con uso ganadero.
Se consideró una hectárea como área de muestreo en cada parcela potrero. La selección de muestra fue de tipo no probabilístico (Hernández et al., 2014). De acuerdo con la composición botánica, se definieron dos sistemas de áreas de pastoreo: el naturalizado y el mejorado. En el primero, con la introducción de pastos de una generación previa a los actuales considerados como ‘mejorados’, con predominio del pasto estrella africana (C. plectostachyus) en tanto, en el segundo, sometido a técnicas de manejo para el incremento de la productividad, predominó el pasto llanero (A. Gayanus), además se consideró que en ambos sistemas hubiera presencia de árboles y que la topografía tuviera una pendiente mayor al 40%. Se seleccionaron cinco parcelas de cada sistema.
Diagnóstico descriptivo del manejo de las pasturas praderas en la comunidad
Para determinar el manejo de las praderas en la comunidad, las características que poseen los potreros, así como aspectos de su manejo que pudiera relacionarse con la degradación de sus praderas según la percepción social, con base a la valoración de los saberes campesinos descrito por Barrasa y Reyes (2011), posteriormente y se aplicó una entrevista focalizada semiestructurada (Montes, 2015) a 11 productores de potreros de modo individual, quienes de modo libre y consensuado decidieron participar.
Medición de variables asociadas a degradación de potreros
Las variables medidas en los potreros de cada tipo de pastizal fueron: cobertura vegetal del potrero (método de doble muestreo o botanal (Tothill et al., 1992), composición botánica [técnica de doble muestreo descrito por Haydock y Shaw (1975)] e inventario arbóreo. El área de muestreo fue una hectárea. Las dos primeras variables se realizaron con un método visual en un cuadrante de 50 x 50, arrojado al azar en un recorrido en zig-zag, con 70 repeticiones. La cobertura consistió en anotar la cantidad de suelo cubierta por las plantas dentro del cuadrante y se expresó en porcentaje.
La composición botánica consistió en anotar el nombre de las especies dentro de cada cuadrante y la estimación visual del porcentaje presente, el total encontrado correspondió a la composición botánica de cada parcela de estudio. El inventario arbóreo consistió en un conteo de los árboles presentes en el área, a los cuales se les tomaron los datos de especie y diámetro de fuste o tallo a la altura del pecho del evaluador, esto último se realizó con una cinta dasométrica, con la técnica usada por Dallmeier (1992). Para que éste fuera considerado, el diámetro de la arbórea se consideró que debería ser mayor a 5 cm.
En ambos sitios La valoración de las categorías de nivel de degradación en que se encuentran las parcelas se realizó mediante la clasificación cualitativa de Hernández et al. (2002), indicados en el Cuadro 1, quien describe cuatro niveles y que fueron comparados con los resultados obtenidos: 1) degradación leve con pastura sana (>75% de cobertura, 0-25% de malezas herbáceas, pasto fuerte con suficiente alimento al ganado y suelo con buena filtración, provisto de nutrimentos; 2) degradación moderada con pastura débil sin nutrimentos y enferma, cobertura del pasto 50-75%, invasión de plantas no deseables y arbustivas (25-50%), suelo desnudo, erosionado y compactado; 3) degradación severa con cobertura de pasto de 25-50% herbáceas no deseables y arbustivas 50-75%, vegetación secundaria de >1 m de altura, suelo sin nutrimentos, muy compactado y erosionado; y 4) muy severa con áreas de potreros cubiertas de vegetación de bosque secundario.
El análisis de la mayoría de las variables fue de tipo descriptivo y se analizó con parámetros de frecuencia y medias con una hoja de Excel®. La excepción fue la variable de cobertura vegetal en las praderas en la cual se usó un diseño de bloques al azar, se compararon cinco potreros con pasturas mejoradas y cinco con pasturas naturalizadas con prueba de medias de Tukey (p< 0.05), utilizando el programa Analest versión 2.0 (Instituto de Ciencia Animal, 1998).
Resultados y discusión
Diagnóstico descriptivo del manejo de las pasturas en la comunidad
Se encontró que, desde la percepción social, existe sobrepastoreo en las parcelas estudiadas. Cada productor cuenta, en promedio, con seis hectáreas y presentan una edad promedio de establecimiento de 13 años, en los que mantienen durante todo el año 18 unidades animales (Cuadro 1). En promedio, las áreas ganaderas presentan un tiempo de ocupación de 37 días y de descanso de 24 días [clasificación cualitativa de Hernández et al. (2002)].
Característica | Resultados obtenidos |
Superficie total de área ganadera | 354 ha |
Número potreros por productor | 3 ±3.95 potreros |
Superficie por cada productor | 6 ±0.8 ha en promedio |
Edad de establecimiento de los potreros | 13 ±8.33 años |
Número de UA por productor | 18 ±8.9 UA |
Realizan rotación de potreros | El 100% lo realizan |
Tiempo de descanso o recuperación | 23.8 ±8.5 días en promedio. |
Tiempo de ocupación | 37.5 ±22.8 días en promedio. |
Aspectos que considera el productor para que un animal permanezca en el potrero | Que el potrero tenga suficiente pastura (100%) |
Aspectos que considera el productor | Cuando se termina el pasto (73%) |
para cambiar los animales de un lugar a otro | Cuando el pasto está pequeño (27%) |
Tipo de producción | Cría de becerros (63%) |
Doble propósito (37%) |
n= 11.
En general, para las gramíneas, el tiempo recomendado de ocupación de un potrero por ganado bovino, en temporada de lluvias, se considera de cinco a siete días y el tiempo de descanso de 21 a 30 días (Linares, 1991), por lo que los resultados obtenidos en este trabajo podrían indicar la existencia de un sobrepastoreo en los potreros de esta comunidad, siendo la principal causa del grado de degradación encontrada Lo cual podría repercutir en la composición botánica del pastizal, ya que el rebrote del pasto ocurre durante los primeros tres a cinco días de haber sido apacentado.
La carga animal promedio en esta comunidad fue de 3 UA productor-1 y 8 UA ha-1, cifra que está por encima de los valores recomendados por la comisión técnico-consultiva de coeficientes de agostaderos (COTECOCA, 1980) que son de 1.5 UA ha-1 y que según González et al. (2019) es una cifra que indica que se favorece el sobrepastoreo, quien así lo indicó al encontrar una carga animal de 0.2 UA ha-1. Lo anterior, podría explicar por qué el grado de cobertura es bajo (51%).
Esta alta CA hace suponer, a mediano plazo, mayores riesgos de degradación en áreas ganaderas, por lo que estrategias tales como el ajuste del número de potreros en las unidades de producción podrían recomendarse para conseguir manejar los días de ocupación y descanso recomendados.
Para este caso, se recomendaría manejar en promedio 13 subdivisiones del área dedicada al pastoreo, con una superficie de 1.4 ha cada una, considerando de acuerdo con las condiciones climáticas un tiempo de descanso de 35 días y uno de ocupación de tres días. La carga animal podría reducirse a 1.1 UA ha-1.
Las actividades referentes al manejo de praderas se presentan en el Cuadro 2; en aquellas que estuvieron relacionadas con problemas de plagas, 18% de los productores dijeron combatirlas utilizando plaguicidas (contra la babosa Limax maximus) y 82% reconocieron no hacerlo.
Respecto a la fertilización, 55% de los productores no la realizan porque estos insumos tienen un alto valor de adquisición, mientras que 45% que sí de los productores que fertilizan, lo realizan con la finalidad de producir más pasto y lo hacen utilizando estiércol de ganado bovino y con urea, en algunos casos como se indica en el Cuadro 2.
Características | Resultados obtenidos | |
Tipo de especies indeseables presentes en el potrero según la opinión del productor | Hierba de burro (Digitaria bicornis) (26%) | Zacate amargo (Paspalum virgatum L.) (11%) |
Zarza (Mimosa casta) (21%) | Ixcanal (Acacia Vachellia cornigfera) (L.) Seigler & Ebinger (10%) | |
Mozote (Cenchrus brownii) (16%) | Escobilla (Waltheria indica) (5%) | |
No hay (11%) | ||
Combate de especies indeseables | El 73% combaten | El 27% no combaten |
Métodos utilizados para combatir las especies indeseables | Uso de herbicida (75%) | De forma manual (25%) |
Tipo de plagas potenciales que atacan a los pastos | Gusano medidor (Mocis repanda) (20%) | Mosca pinta (Aeneolamia spp.) (14%) |
Babosa (Limax maximus) (20%) | Chapulín (Tettigonia viridíssima) (14%) | |
No hay plagas (32%) | ||
Combate de plagas potenciales | No combaten (82%) | Si combate (18%) |
Fertilizan | No fertilizan (55%) | Si fertilizan (45%) |
Queman sus potreros | No queman (90%) | Si queman (10%) |
n= 11.
Al respecto cabe mencionar que cuando el estiércol de los animales se queda en los campos o solo se acumula sin compostear, se genera una gran cantidad de metano; el cual tiene potencial para crear efecto invernadero en una tasa 21 veces mayor que el dióxido de carbono (United Nations Climate Change, 2020) por tal razón una recomendación sería esforzarse hacia el enfoque de economía circular propuesto por Geissdoerfer et al. (2017) en donde cada residuo derivado del pastoreo, como el estiércol, se use como una materia prima y se reintegre al ciclo de la materia y la energía; en este caso mediante el composteo para frenar los efectos al cambio climático global.
Por otra parte, 90% de los productores de esta comunidad no queman sus potreros ya que mencionan que es una práctica que pone en riesgo el bienestar de sus potreros praderas, eliminando los pastos y algunos árboles, además esta práctica está restringida por las autoridades locales de la comunidad y corren el riesgo de ser sancionados, solo 10% lo hacen y con la finalidad de limpiar los potreros (Cuadro 2).
Los productores mencionaron algunas especies de pastos y árboles que les gustaría prefieren poder sembrar en sus praderas para mejorar la calidad del su forraje para su ganado; 45% de éstos mencionaron a Megathyrsus maximus, seguido de 27% de Sorgum vulgaris, para crear un sistema de alimentación de corte y acarreo debido a que estas especies presentan un mayor rendimiento y pueden ser aprovechadas en la época de sequía, 27% restante mencionan especies de gramíneas tales como Cenchrus clandestinus (Sin. Penisetum sp.) y Urochloa brizantha (Sin. Brachiaria brizantha Link).
Estas especies son una buena opción forrajera para introducir en sus potreros, ya que son especies mejoradas que bajo diferentes asociaciones pueden ser aprovechadas por los animales, como lo demuestra Hoyos et al. (2021) quien considera a esta especie como potencial para mejorar la oferta de fibra de las praderas, siempre y cuando se encuentre bajo un sistema silvopastoril.
En cuanto a U. brizantha, Cruz et al. (2015) muestran evidencia de que en combinación con otros pastos también mejorados pueden alcanzar en cuatro semanas de sembradas 95% de la cobertura del suelo, así como ganancias medias de peso en los animales que consumieron dicha combinación (Cuadro 3). Especies arbóreas como la primavera (Tabebuia donnell) y el caulote (Guazuma ulmifolia), sembradas en arreglos silvopastoriles tales como, cercas vivas, bancos de proteína o dispersos en los potreros, fueron las principales especies arbóreas mencionadas por los productores como opción para disminuir los efectos de la degradación, así como para otros usos como forraje para sus animales y para producir madera o leña.
Resultados obtenidos | ||
Pastos que predominan en el potrero | 1er lugar: llanero (Andropogon gayanus) | |
2o lugar: estrella (Cynodon plectostachyus) | ||
3er lugar: jaragua (Hyparrhenia ruffa) | ||
Forraje que les gustaría sembrar | Tanzania (Megathyrsus maximus) (46%) | |
Sorgo (Sorghum vulgare) (27%) | ||
Pasto Cubano Cenchrus clandestinusclon Cuba CT-115 (18%) | ||
Insurgente (Urochloa brizantha) (9%) | ||
Especies arbóreas que incluiría en sus potreros para recuperarlos | Primavera (Tabebuia donnell), Caulote (Guazuma ulmifolia) y ocote (Pinus rudis) | |
Manera en que sembraría los árboles | Cercas vivas, banco de proteína y dispersos | |
Superficie del área ganadera que está degradada | 2 ha por productor promedio | |
Nivel de degradación en que se encuentran los potreros | Más o menos degradado |
n= 11.
Esto coincide con Sotelo et al. (2017) quienes mencionan que al ser fijadores de nitrógeno, ayudan a enriquecer el contenido de este elemento en el suelo, aumentan la productividad de la parcela y mejoran la dieta de los animales, mientras que Pezo (2018) indica que la presencia de los árboles además de las características ya mencionadas, contribuyen a mejorar la resiliencia del sistema productivo (Cuadro 4).
Especie o tipo | Composición botánica (%) | Promedio general |
Sistema de pastizal naturalizado (n= 6) | Sistema de pastizal naturalizado (n= 5) | |
Llanero (Andropogun gayanus) | 34 | 2.4 |
Gordura (Melinis Minutiflora) | 1.4 | 0 |
Jaragua (Hyparrhenia ruffa) | 7.4 | 2 |
Grama (Paspalum notatum) | 0.4 | 4.6 |
Estrella (Cynodon plectostachyus) | 0 | 37 |
Zacatón (Megathyrsus maximus) | 0 | 0.2 |
Especies indeseables | 8.4 | 11.8 |
*Total (%) | 51 | 58 |
*= el total está relacionado al porcentaje de especies encontradas por superficie de área durante el muestreo, el resto corresponde a suelo desnudo
Respecto a la degradación de los potreros, según se indica en el Cuadro 3, los mismos productores consideraron en función a los siguientes criterios: presencia de deslaves, bajo rendimiento del pasto y presencia de especies indeseables bajo su percepción, que sus potreros se encuentran en estados de degradación moderada regulares y que en promedio tienen dos hectáreas degradadas, lo que representa 6% de la superficie ganadera de la comunidad (Cuadro 4).
Variables asociadas a degradación de potreros
Cobertura vegetal de los potreros
La cobertura vegetal fue diferente (p> 0.05) entre los sitios de estudio con 51.6% y 58%, para el sistema con pastos mejorados y el sistema con pastos naturalizados, respectivamente (Cuadro 3). Este resultado puede ser causado por el efecto que origina la deficiencia de nitrógeno a las pasturas mejoradas ya que es uno de los principales factores que desestabiliza la pastura y provoca el inicio de la degradación.
En este sentido, el valor más alto por parte del sistema con pastos mejorados da un indicio de que el nuevo germoplasma forrajero, respaldado con el esfuerzo tecnológico es una mejor opción para la intensificación sostenible de la producción ganadera, tal como lo menciona Pezo (2018) en este sentido se hace evidente la degradación y se propone la necesidad de una futura renovación de pasturas en el área.
Composición botánica de los potreros
En el Cuadro 4 se observa que, en la pradera bajo el sistema mejorado, el pasto Andropogon gayanus se encuentra en mayor proporción y se encontraron cinco especies de plantas incluyendo especies no deseables, de las cuales cuatro fueron gramíneas, entre ellas mejoradas introducidas y naturalizadas.
Las especies presentes en menor proporción en el mismo sistema, como los pastos Cynodon plectostachyus y Megathyrsus maximus, así como, Paspalum notatum han sufrido una baja tasa de recuperación después del pastoreo, lo que puede ser la causa del bajo rendimiento que han presentado estas especies y la causa por la cual se presenta un pasto introducido. Es importante hacer evidente que la presencia de las diferentes especies juega un papel importante en la condición del pastizal y las implicaciones ecológicas y productivas que éstas traen al sistema productivo y sus prácticas de manejo (Merchant y Solano, 2016).
En el caso de las especies no deseables la forma en que afectan a la condición de la pradera es debido a que tienen un desarrollo más rápido que las gramíneas, por lo que ocupan las áreas de suelo desnudo, afectando drásticamente en la condición de la pradera (Cuadro 4).
En el caso de las otras especies que, si son consumidas por el ganado bovino, su sola presencia, representa una competencia por nutrimentos y espacio, sin embargo, siendo ante el cambio climático y el consecuente acortamiento del período de lluvias, las plantas con las de más rusticidad o mayor potencial de adaptación, serán las que se establezcan (Pezo, 2017) y las que den al suelo sus características que lo puedan hacer más resiliente ante la degradación.
Inventario arbóreo
En el Cuadro 5 se presentan las especies arbóreas encontradas en cada sistema y se precisa la cantidad de especies encontradas. Entre las principales especies leñosas encontradas en los potreros en mayor cantidad, están el cedro (Cedrela odorata), caulote (Guazuma ulmifolia), roble (Quercus penducularis), por ser las más representativas en los potreros de sistemas introducidos y naturalizados. Esto es importante ya que los árboles en potreros las áreas destinadas al pastoreo representan beneficios ecológicos y económicos diversos.
Especie | Sistema mejorado | Sistema naturalizado | |||||
Nombre común | Nombre científico | Cantidad promedio por ha | Medida DAP promedio | Cantidad promedio por ha | Medida DAP promedio | ||
Cedro | Cedrela odorata L. | 29.4 | 14.78 | 11.2 | 14.33 | ||
Roble | Quercus peducularis NÉE | 9.2 | 10.93 | 7.2 | 14.09 | ||
Ixcanal | Vachellia cornigera (L.) | 8.4 | 7.52 | 1.2 | 9.37 | ||
Ocote | Pinus rudis Endl. | 5.6 | 25.47 | - | - | ||
Caulote | Guazuma ulmifolia Lam. | 3.8 | 11.43 | 15.8 | 13.36 | ||
Matilishuate | Tabebuia rosea (Bertol.) | 1 | 5.93 | 1.2 | 33.8 | ||
Guanacastle | Enterolobium ciclocarpum | 0.8 | 16.96 | 0.4 | 14.72 | ||
Mulato | Bursera simaruba (L.) | 0.6 | 8.42 | - | - | ||
Carnero | Coccoloba uvifera (L.) | 0.2 | 26 | 0.2 | 9.92 | ||
Sauce | Salix bonplandiana Kunth | - | - | 1.2 | 29.97 | ||
Amate | Ficus drupacea Thunberg | - | - | 1.2 | 37.36 | ||
Cocotero | Cocos nucifera L. | - | - | 0.2 | 25.6 | ||
Chincuya | Annona Ppurpurea | - | - | 0.2 | 16.96 | ||
Aguacate | Persea americana Mill. | - | - | 0.2 | 11.2 |
Estrategias para contrarrestar la degradación de los potreros.
En los sistemas silvopastoriles se ha registrado una dinámica de transferencia continua de nutrimentos entre los pastos y los árboles, que usan los nutrimentos para su metabolismo y los retornan como material senescente de la biomasa aérea y radicular (Martínez et al., 2014) por tanto la presencia de especies arbóreas en potreros ofrece una alternativa para disminuir la degradación de las pasturas y la compactación de suelos (Roca et al., 2018).
Estas estrategias son implementadas por algunos de los productores y las han aprendido por medio de la intervención de algunas instituciones educativas. Para los productores las más importantes son reforestar, no quemar y sembrar pastos en las áreas pobremente pobladas por plantas (Cuadro 6). Estas prácticas son fáciles de hacer y no requieren de altos costos económicos, motivo por el cual otras prácticas no son implementadas ya que la mayoría de los productores son de bajos recursos económicos. Una práctica que no fue mencionada es el aumento o subdivisión de las áreas dedicadas al pastoreo para disminuir la carga animal presente y con ello el riesgo de degradación; sin embargo, los productores entrevistados, no lo consideraron como una estrategia posible.
Actividad | (%) | *Frecuencia | **Nivel de importancia |
Reforestar | 21.05 | 8 | 1 |
No quemar | 18.42 | 7 | 2 |
Sembrar pasto | 15.78 | 6 | 3 |
Fertilización orgánica | 13.15 | 5 | 4 |
Paloapique (cerca) | 10.52 | 4 | 5 |
Sistema silvopastoril | 7.89 | 3 | 6 |
Rotación de potreros | 2.63 | 1 | 7 |
Siembra de leguminosas | 2.63 | 1 | 8 |
Curvas a nivel | 2.63 | 1 | 9 |
Solicitar créditos | 2.63 | 1 | 10 |
Solicitar ayuda técnica | 2.63 | 1 | 11 |
Total | 100 | 38 |
n= 15; *= frecuencia= veces que se menciona cada estrategia; **= nivel de importancia= orden dada a cada estrategia.
Las actividades con menos importancia son la de solicitar créditos y asistencia técnica, que les provocaría desembolsos económicos a los productores y una serie de trámites a los que no están acostumbrados realizar.
Lo anteriormente expuesto coincide con Flores et al. (2018), quienes afirman que el sobrepastoreo causa una degradación tanto ecológica al disminuir el forraje y alterarse la vegetación, a la vez que puede presentarse degradación económica ya que no es rentable transformar las áreas en otras menos productivas con la idea de producir más ganado porque puede presentarse daños al suelo y disminuyen las posibilidades de producir más carne. Esto marca un antecedente para la capacitación futura en dichas áreas, cuya vulnerabilidad tanto ecológica como económica, puede repercutir en la conservación del área natural protegida colindante.
Conclusiones
Los resultados de la carga animal, valores de cobertura, presencia de hierbas no deseables, la composición botánica e inventario forestal, indican que hay degradación en grado moderada. La degradación de praderas es evitada o frenada por los productores, con acciones que están al alcance de su nivel tecnológico y de sus posibilidades económicas. La percepción social, al igual que los valores registrados, indican que la degradación en la pradera está en categoría moderada.