Introducción
La producción de café en México es importante por la superficie cultivada y la población involucrada (Secretaría de Agricultura, 2023), además de contribuir con los componentes socioeconómicos y ambientales en zonas cafetaleras (Manson et al., 2008; Pronti y Coccia, 2021). Su cultivo se realiza en sistemas bajo sombra y policultivo tradicional (Moguel y Toledo, 1999). Sin embargo, los sistemas de producción tradicionales en el estado de Veracruz, México, se modifican como policultivo comercial o especializado a fin de tener mayor rentabilidad, reducir daños debido a enfermedades, plagas, precios internacionales y adopción de modelos de producción intensivos (Henderson, 2019; Cerda et al., 2020).
En el estado de Veracruz se produce café desde fines del siglo XVIII (Ejea, 2009), ocupando el segundo lugar nacional con 24.7% de la producción, Olguín et al. (2011); Cruz-Aguilar et al. (2014); CEDRSSA (2019) reportaron que el policultivo comercial en Tlapacoyan, Veracruz, es más productivo que los monocultivos y la productividad de la mano de obra supera al costo de oportunidad.
Los sistemas tradicionales de café de sombra proporcionan beneficios y servicios ecosistémicos (Beer et al., 2004; Komar, 2006; De Beenhouwer et al., 2013). Además, iniciativas de certificación, como café sustentable o rainforest, incluyen árboles de sombra como indicador ambiental (Bravo-Monroy et al., 2016).
Los sistemas de café se distinguen en términos del tipo de sombra en: rusticano, policultivo tradicional, policultivo comercial, sombra especializada y monocultivo a pleno sol (Moguel y Toledo, 1999; Escamilla-Prado y Díaz-Cárdenas, 2016). Las investigaciones contrastando el café policultivo tradicional respecto a café policultivo comercial en Veracruz son escasas.
Por tanto, el objetivo fue comparar el nivel de sustentabilidad del café policultivo tradicional (CPT) contra policultivo comercial (CPC) en el municipio de Chocamán, Veracruz. Bajo la hipótesis de que el CPT presenta mayores niveles de sustentabilidad respecto al CPC.
Materiales y métodos
Tetla, Chocamán y San José Neria pertenecen al municipio de Chocamán, ubicado geográficamente en el centro del estado de Veracruz (18° 58’ y 19° 02’ latitud norte; 97° 00’ y 97° 06’ longitud oeste) a altitudes de 1 100 a 2 200 m (SIM, 2019), región que ocupa una superficie total de 44.4 km2 (Figura 1).
La investigación fue descriptiva y comparativa para caracterizar los sistemas de producción con base en indicadores socioeconómicos y ambientales. La metodología se adaptó de Sarandón y Flores (2009). El tamaño de muestra, determinado con base a disponibilidad de parcelas y tiempo, fue de 26 parcelas de café de las comunidades en estudio, de las cuales 13 correspondieron al sistema CPT y 13 al CPC (Figura 2). La selección de las parcelas se ajustó a la tipología indicada por Escamilla-Prado y Diaz-Cárdenas (2016).
Se diseñó un cuestionario estructurado para recabar información económica, social y tecnológica de los sistemas (Kvale y Brinkmann, 2009), con seis apartados: perfil del productor y de finca, manejo agronómico, componente económico y tecnológico y nivel de aceptación. Para medir la sostenibilidad multidimensional se usaron indicadores sociales, económicos y ambientales desarrollados.
Se pondero cada dimensión y variable, donde cada variable incluyó 12 indicadores. La medición de la biodiversidad se realizó con muestreo aleatorio simple (Mostacedo y Fredericksen, 2000) a través del método de cuadrantes (dos por parcela). Se ubicaron al azar cuadrantes de 10 m x 10 m por finca, midiendo densidad, cobertura y frecuencia de plantas (árboles, arbustos, herbáceas), altura, diámetro a la altura del pecho (DAP) de especies arbóreas.
Los cuadrantes se seleccionaron al azar de un total de 10 ubicados en cada parcela. Se estimó densidad de siembra del café, variedad, edad y porcentaje de resiembra. En CPC se contabilizaron las plantas de plátano, altura, DAP y variedad. En el mismo cuadrante, se recolectó la hojarasca. Se realizaron dos calicatas por parcela de 20 cm x 20 cm x 20 cm de largo ancho y profundidad ubicadas al azar.
Asimismo, en el cuadrante de 10 m x 10 m se trazó una línea diagonal de norte a sur y se arrojó el marco de 0.5 x 0.5 cm para ubicar los puntos de muestreo. Los monolitos se separaron en dos capas de profundidad (0-10 cm, 10-20 cm). Usando pinzas entomológicas se extrajeron organismos de más de 2 mm de tamaño para su identificación taxonómica hasta orden, pesados y contados. Los organismos se conservaron en frascos con 150 ml de alcohol etílico (96°).
Los análisis químicos del suelo fueron carbono orgánico total, pH, conductividad eléctrica, nitrógeno, fósforo, potasio y materia orgánica, además de tipo de suelo. Mediante el programa SPSS se realizaron análisis de estadística descriptiva, correspondencia múltiple para cada dimensión de estudio y conglomerados no jerárquicos.
Resultados y discusión
Perfil del productor
En el CPT la edad promedio de los productores fue de 64 años con 35 años de experiencia en el cultivo. En cuanto a escolaridad, 31% es analfabeta y 54% cuenta con educación primaria. Entre los propietarios, 15% son ejidatarias. Los ingresos anuales promedio por productor son $25 550.00 mxn, con rendimiento promedio de 2.15 t ha-1 de café cereza y precio de venta de $7.00 a $8.00 mxn kg-1 (ciclo 2019-2020). Para complementar su ingreso, 38% se dedica a actividades extrafinca o tiene algún cultivo alternativo.
En algunos casos asocian el café con arrayán (Myrtus communis L.) y limonaria (Murraya paniculata). Además, tienen ingresos por venta de leña, café molido y cultivos como el chile tabaquero (Capsicum spp.) y serrano (Capsicum spp.). Es usual el trabajo familiar, con núcleos de cinco integrantes en promedio.
En el CPC la edad promedio de los productores fue de 58 años con 31 años de experiencia en el cultivo. El 38% estudió a nivel primaria y 23% universidad y posgrado. Las ejidatarias representan 7% de los propietarios. Los ingresos anuales promedio por venta de café son $ 54 769.23 mxn, con rendimientos promedio de 4 t ha-1 (ciclo 2019-2020). A diferencia del CPT, los cultivos comerciales son en alta densidad de siembra y representan 60% de los ingresos anuales familiares.
Por ejemplo, plátano para velillo (Musa spp.) y macadamia (Macadamia spp.) son cultivos en asocio al cafetal. Además, cultivos como la caña de azúcar (Saccharum officinarum) y chayote (Sechium edule) coadyuvan a la economía del productor. El empleo de mano de obra familiar es menor en comparación con el CPT. La actividad extra-finca es un factor clave en ambos sistemas. Para el caso del CPT, 46% de los ingresos es por actividad extrafinca, comparado con el CPC, donde aportan hasta 84% (Cuadro 1).
Variable | CPT* | CPC* |
---|---|---|
Edad del productor | Promedio: 64 (46-85) | Promedio: 58 (44-68) |
Máximo grado de escolaridad | Universidad 23%, primaria 54% | Universidad 15% primaria 38% |
Género | 15% mujer, 85% hombre | 8% mujer; 92% hombre |
Antigüedad promedio como productor de café | 35 años (3-70) | 31 años (6-54) |
Años promedio asociando algún cultivo comercial* | 11 (7-20) | 21 (5-40) |
Ingreso promedio por venta de café cereza | $23 05.697 | $64 969.23 |
Actividad extra-finca | 38% con actividad, 62% sin actividad | 69% con actividad, 31% sin actividad |
Tamaño promedio de la familia | 5 (2-11) | 4 (2-8) |
*= ciclo 2019-2020.
Tipología de sistema de producción
El CPT fue predominante en Tetla y ausente en San José Nería. Con base en los estratos altitudinales, Tetla se ubica a mayor altitud, donde 92% de los productores cultivan en promedio 1.6 ha de café, con tenencia ejidal predominante (77%). Las variedades tradicionales de porte alto de C. arabica cultivadas son: Borbón, Criollo o Típica, Caturra y Garnica, pero debido a roya, fueron remplazadas por variedades como Colombia, Costa Rica, Marsellesa, Oro Azteca, Geisha y Questlansase.
Estas dos últimas, con excelente potencial de calidad y tolerancia a la roya, productivas y buena calidad organoléptica (Henderson 2019). Sin embargo, son variedades adaptadas a manejo intensivo. El proceso de renovación de cafetales tradicionales comenzó hace 10 años en 15% de las fincas. Para el año 2020, en promedio 40% de las fincas de CPT se han renovado.
En cuanto al manejo, 7.6% es orgánico certificado (agencia CERTIMEX) y 92.4% de tipo convencional. El CPT produjo en promedio 1.93 t ha-1 de café cereza (2019-2020), con un histórico de 1.9 t ha-1 a 2.89 t ha-1. El CPC se ubicó principalmente en San José Neria (76%) y parcialmente en Chocamán. Predominan superficies de finca de 1 ha en 39.5% y el ejido en 92.3% como tenencia de la tierra.
Las variedades cultivadas son: Típica o Criollo, Borbón, Caturra y Garnica. Las variedades dominantes son Colombia, Costa Rica, Geisha y Marsellesa, con manejo convencional (84.6%) y producción promedio de 4.79 t ha-1 (ciclo 2019-2020). Los cafetales se han renovado en 70%, donde predomina el suelo franco tipo Andosol Húmico (Th) (Cuadro 2).
Características | CPT | CPC |
---|---|---|
Área cultivada con café | Promedio: 1. 62 ha (0.5-6.5)* | Promedio: 1.63 ha (1-2.75) |
Tenencia de la tierra | Ejidal, 77%, privada, 23% | Ejidal, 92.3%, privada, 7.6% |
Variedades comunes en plantaciones antiguas | Borbón, Criollo, Caturra y Garnica | Criollo, Borbón, Caturra y Garnica |
Variedades cultivadas actualmente | Colombia, Costa Rica, Marsellesa, Geisha, Questlansase, y Oro azteca | Colombia, Costa Rica, Geisha y Marsellesa. |
Densidad de plantas de café ha-1 | Promedio: 3 219 (2 400-4 500) | Promedio: 3 553 (2 500-6 400) |
Edad de plantas de café renovados | Promedio: 4 años (1-10) | Promedio: 5 años (3-10) |
Porcentaje promedio de cafetal renovado | 41 | 70 |
Porcentaje promedio de café orgánico | 7.6 | 15.3 |
Porcentaje promedio de café convencional | 92.3 | 84.6 |
Rendimiento mínimo | 1.911 t ha-1 | 1.125 t ha-1 |
Producción máxima | 2.89 t ha-1 | 5.94 t ha-1 |
Tipo de manejo predominante | Convencional | Convencional |
*= entre paréntesis valor mínimo y máximo.
Características agroambientales
Chocamán cuenta con 9 738 habitantes, de los cuales 28% (420 familias) se dedican al cultivo del café, ganadería y agroindustria. Tetla, con orografía muy escarpada, cuenta con 2 379 habitantes, de los cuales 38% (128 familias) se dedican a la cafeticultura. En San José Neria habitan 1 522 personas, quienes 56% (190 familias) se dedican a la producción de café, caña de azúcar y ganadera (Cuadro 3) (PueblosAmerica.com, 2023).
Variable | Tetla | Chocamán | San José Neria |
---|---|---|---|
Altitud (m) | 1 524 | 1 360 | 1 210 |
Clasificación climatológica | Templado húmedo | Templado húmedo/templado semicálido húmedo | Templado semicálido húmedo |
Pendiente promedio en fincas de café (%) | 26 | 17 | 11 |
Promedio de sombra en fincas de café (%) | 59 | 53 | 46 |
Altura promedio de árboles (m) | 12.33 | 14.85 | 10.33 |
DAP promedio de árboles (cm) | 31.04 | 24.56 | 39.1 |
Tipo de suelo* | Arcilloso | Franco | Franco |
Cultivos de importancia económica | Arrayán, chile tabaquero, limonaria, chile serrano, velillo | Macadamia, velillo | Caña, velillo, chayote, macadamia |
*= determinación acorde con la NOM-021-RECNAT-2000.
Biodiversidad y composición de los cafetales
En los sistemas se registraron 80 especies vegetales, pertenecientes a 75 géneros y 40 familias. Destacan las Solanáceas (8), Fabáceas (7) y Rutáceas (6). El CPT tuvo 72 especies, cuyo 65.5% son del estrato arbóreo, 11.1% arbustivo y 23.6% herbáceo. El CPC presentó 45 especies, con 80% de estrato arbóreo, 4.4% arbustivo y 15.5% herbáceo. Del total de especies, 30 estuvieron presentes en ambos sistemas, 37 en CPT y 13 en CPC.
Los árboles frutales son el principal componente del CPT y plantas ornamentales (Murraya paniculata y Myrtus communis) con valor económico, que representan un ingreso anual adicional. En el CPC tienen plátano (Musa acuminata Colla) para velillo y macadamia (Macadamia integrifolia y M. tetraphylla). Por su estructura, el CPT obtuvo las mejores métricas de biodiversidad, con excepción en la abundancia relativa, donde el CPC resaltó por la presencia de Musa acuminata como cultivo comercial asociado (Cuadro 4).
Calidad del suelo
Los suelos del CPT tuvieron un pH promedio de 4.98 (ácido) y en CPC de 5.2 (acidez moderada). Cuando el pH es mayor de 5.5, se neutraliza el Al+3 y deja de ser un problema para el crecimiento del café (Sadeghian, 2016). En este caso, 53% de las fincas CPT alcanzaron niveles >2 de Al+3 y el CPC 30% de >2 meq 100 g-1 en contenido de Al+3. Indicando niveles de toxicidad por Al (Casierra y Aguilar, 2007).
El contenido promedio de materia orgánica fue 6.55 con rango de medio a alto para CPT. El CPC tuvo un promedio de 5.71% con un rango mínimo a bajo de materia orgánica, resultados coincidentes con lo encontrado por López-Báez et al. (2016). La materia orgánica de los suelos proviene de la hojarasca producida por las plantas de café y los árboles de sombra (Farfán y Urrego, 2007).
Los valores de materia orgánica identificados indican que, aunque en la región existen condiciones de temperatura y precipitación, es probable que el pH ácido afecte la humificación y mineralización (Noriega-Altamirano et al., 2014). Respecto a la macrofauna epigea se identificaron 10 variedades, donde las hormigas y lombrices fueron las más abundantes en ambos sistemas, teniendo el CPT mayor cantidad de macroorganismos por área muestreada (Figura 3).
Rentabilidad CPT vs CPC
La finca CPC obtuvo los mejores ingresos por la venta de productos de café ($75 763.09 mxn), con costos de producción altos ($29 142.77 mxn) y mayor utilidad ($46 620.31 mxn), difiriendo con lo reportado por Jezeer et al. (2018) donde el rendimiento económico fue similar para tipo de café de sombra (Cuadro 5).
Indicador | CPT | CPC |
---|---|---|
Costo de inversión* | 452 570.92 | 391 953.31 |
Costo de operación* | 10 502.46 | 29 142.77 |
Ingreso total anual* | 38 296.15 | 75 763.08 |
Utilidad anual* | 27 793.69 | 46 620.31 |
Utilidad diaria* | 76.15 | 127.73 |
Relación B/C | 0.22 | 0.53 |
*= en pesos mexicanos (mxn).
Van Asten et al. (2011), determinó la rentabilidad de los sistemas asociados de café y plátano en comparación con monocultivo en C. arabica L. y C. canephora, concluyó que el cultivo intercalado de café-plátano es más rentable que el monocultivo de plátano-café (Cuadro 5). En el CPT no se valora económicamente sus diversos productos y subproductos por ser de autoconsumo.
Los ingresos del sistema CPC fueron superiores 49.9% respecto al CPT, así como las utilidades, permitiendo su reinversión. El CPT destina 27% de sus ingresos en su operación, a diferencia del CPC donde 38% del ingreso se destina su mantenimiento y operación. En el CPT tiene un uso menor de insumos con costos de producción reducidos y mano de obra familiar en 84%.
Análisis de sustentabilidad
La sustentabilidad ambiental de los sistemas fue media en cuanto a calidad del suelo (0.62, para el CPT y 0.73 para CPC). Los nutrientes y parámetros físicos y químicos se ubicaron arriba de la media. La diversidad de macrofauna edáfica y genética fue mayor en el CPT. La cobertura vegetal del suelo fue similar, cuya presencia o ausencia de cobertura se relaciona con el control de arvenses por los productores.
La pendiente de los terrenos es un factor importante en la erosión hídrica, el CPT tiene pendientes entre 10% a 55%, en tanto que el CPC tiene menor riesgo de pérdida de suelo por su escasa pendiente. Ambos policultivos tuvieron una alta densidad vegetal y hojarasca que reduce significativamente la erosión (Figura 4). La mayor diferencia entre sistemas fue el indicador de diversidad vegetal.
Se obtuvo una sustentabilidad económica media en 92% de las fincas CPC y 77% de las fincas del CPT, con una relación B/C menor a 1, mientras para CPT y 1.49 para CPC. En el indicador ingreso bruto por finca, 100% de CPT presentó nula sustentabilidad y 8% de CPC fue altamente sustentable.
En diversidad en la generación de ingresos, el CPT tuvo una sustentabilidad media (0.5), contraria al CPC de 0.8. En cuanto a diversificación comercial, el CPT tuvo un puntaje de 0.07, ya que la mayoría de las fincas se dedican exclusivamente a la venta de café, a diferencia del CPC, donde 92% obtiene al menos dos productos para comercializar. En cuanto a diversificación de la producción para autoconsumo, en CPT presento baja sustentabilidad, ya que 30% de las fincas no diversifican para el autoconsumo, mientras que en CPC 92% de las fincas tiene al menos dos especies de importancia alimenticia (Figura 5).
En la dimensión social, 85% de las fincas del CPT presentaron una sustentabilidad sociocultural media (0.605), al igual que el CPC (0.592). El sistema cafetalero CPT es altamente aceptado y con alta disposición a permanecer en la actividad. Del mismo modo, los productores del CPC manifestaron una alta aceptación. En cuanto a la tradición cultural, ambos sistemas, tuvieron un alto puntaje (0.71 y 0.73). El indicador satisfacción de las necesidades básicas presentó valores de 0.2 y 0.3, indicando baja satisfacción de las necesidades básicas (Figura 6).
Conclusiones
El agroecosistema cafetalero en policultivo tradicional (CPT) se diferencia en estructura, manejo, diversidad de especies vegetales, macrofauna edáfica, así como de uso y finalidad de las especies, respecto al café policultivo comercial (CPC). Las diferencias ecológico-ambiental entre CPT y CPC, estan relacionadas con factores físicos, socioculturales, socioambientales y edafoclimáticos.
En ambos sistemas (CPT y CPC) existe gran aceptación del cultivo de café y disposición de los productores a permanecer en la actividad debido a su apego al cultivo, tradición y buenas ganacias si los precios internacionales del café son altos. El CPT y CPC reflejan las condiciones socioambientales de la producción de café y aplican diferentes estrategias, basados en una lógica diferenciada por objetivos del productor e influyen el nivel de rezago, marginación, educación, capacitación y seguridad alimentaria.
Los productores con CPT son de agricultura campesina y optan por este sistema debido a que les permite sobrevivir, a diferencia de los productores de CPC que cuentan con ingresos mayores, y tienen otro perfil socioeconómico. El CPT presentó un mayor nivel de sustentabilidad ambiental mientras que el CPC presentó mayor sustentabilidad económica. Finalmente es importante impulsar estrategias de mejora de los agroecositemas cafetaleros, para que sean una importante fuente de alimentos, ingresos y conservación de la biodiversidad. Entre ellas, una marca propia de café, sistemas agroforestales con prioridad a incluir cultivos alimenticios o de alto valor comercial.