Introducción
En México, el consumo de sustancias psicoactivas representa un importante problema de salud pública. Recientemente se han registrado incrementos importantes en el uso de sustancias principalmente en los adolescentes, lo que evidencia la necesidad de generar toda una serie de estrategias para su prevención a corto y mediano plazos (Secretaría de Salud [SSA], Consejo Nacional contra las Adicciones [CONADIC] Instituto Nacional de Psiquiatría [INPRFM], Instituto Nacional de Salud Pública [INSP], 2012).
La Encuesta Nacional de Adicciones, mejor conocida por sus siglas como ENA, ha sido una herramienta epidemiológica muy importante para el conocimiento de la forma y tendencia del consumo de sustancias en México, se aplica a población abierta entre 12 y 65 años a nivel nacional, y ofrece además una serie de elementos para la toma de decisiones en cuanto a la generación de políticas públicas.
Particularmente en la población de 12 a 17 años, las distintas encuestas nacionales que se han realizado muestran una tendencia creciente en el uso de sustancias psicoactivas especialmente en la zona Norte del país, con porcentajes de consumo siempre superiores a lo reportado a nivel nacional. Basta como ejemplo señalar que para el año 2002 se registró una tasa de consumo en el “último año” de 1.3%, para 2008 de 1.7% y para el año 2011 de 2.6%, lo que muestra cómo en prácticamente una década se duplicó el uso de estas sustancias en los adolescentes radicados en el Norte de México (SSA, CONADIC, INPRFM, INSP, 2012).
Lo anterior justifica la necesidad de explorar el consumo de drogas en estudiantes adolescentes en la parte Norte, y en particular la región Nororiental donde se han registrado altas prevalencias de consumo en los últimos años, especialmente en el Estado de Tamaulipas (SSA, CONADIC, INPRFM, INSP, 2012). En efecto, desde la ENA 2008, que es la que ofrece datos a nivel estatal, 59% de los consumidores en el Estado iniciaron el uso de sustancias psicoactivas a los 17 años e incluso antes (SSA, CONADIC, INPRFM, INSP, 2008), lo que refleja la existencia de una serie de riesgos y condiciones de vulnerabilidad en este grupo poblacional.
El estudio de los riesgos y las condiciones de vulnerabilidad del consumo de sustancias se ha estudiado de manera amplia desde la década de 1980, incluso algunos autores han desarrollado algunos modelos explicativos del inicio del consumo de drogas y algunos factores psicosociales asociados (Hawkins, Catalano y Miller, 1992; Jessor, Chase y Donovan, 1980; Newcomb, 1995; Petraitis, Flay y Miller, 1995; Spooner, 1999).
Particularmente en México, autores como Castro-Sariñana (1990; 2001), Nazar-Beutelspacher, et al. (1994), Medina-Mora, et al. (2003), así como Arellanez-Hernández, Diaz Negrete, Wagner Echeagaray y Pérez Islas (2004) entre otros, han estudiado diversos factores psicosociales asociados al consumo de drogas, encontrando desde factores macro-sociales (marginalidad, pobreza, por ejemplo) hasta individuales (baja precepción de riesgo en el uso de sustancias, antecedentes de consumo en la familia o se tiene relación con pares usuarios de sustancias altos niveles de estrés, entre muchos otros).
Kilpatrick et al., (2000), señalan que el consumo de sustancias psicoactivas en adolescentes puede ser considerado como una forma de respuesta evitativa ante situaciones estresantes (Kilpatrick et al., 2000). Desde 1984 Lazarus y Folkman definieron como estrés psicosocial a la “valoración cognitiva” resultante que el sujeto hace de un desequilibrio entre sus recursos y las demandas del acontecimiento en su medio ambiente, y como afrontamiento a aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo. La respuesta evitativa es una de las formas de afrontamiento que lleva precisamente a no enfrentar el problema, lo que limita los recursos de respuesta de la persona.
Dado lo anterior, la alta exposición a situaciones de estrés a la que están expuestos los adolescentes y la manera en cómo estos las afrontan, resulta un aspecto relevante en el estudio del consumo de sustancias. Algunos investigadores han señalado que un ritmo de vida estresante es la antesala para problemas en el comportamiento de los adolescentes, asociándolo al consumo de drogas e incluso al desarrollo de conductas antisociales, vandálicas o delictivas (Zimmerman, Ramírez, Zapert, Maton, 2000; Arellanez-Hernández et al., 2004; Younga, Russelb y Powersa, 2004).
Estos antecedentes muestran claramente, tanto en la literatura internacional como en la nacional, que existe una relación entre el uso o abuso de sustancias psicoactivas en los adolescentes con ciertas estrategias de afrontamiento ante el estrés. Sin embargo, ha de reconocerse que se carece de estudios recientes que den cuenta del fenómeno y de investigaciones particularmente realizadas en el Estado de Tamaulipas que exploren cuáles son estrategias de afrontamiento al estrés están más asociadas con el uso o abuso de sustancias en adolescentes, de allí que la presente investigación resulte relevante.
La ubicación geográfica del Estado de Tamaulipas y la dinámica social que ha venido presentando en los últimos años, colocan en una condición de alta vulnerabilidad a los adolescentes; el incremento de la violencia social, la delincuencia organizada, la migración internacional pueden considerarse como condiciones que incrementan la presencia e intensidad de estrés en los adolescentes que residen permanentemente en el Estado (Emmerich, 2014; González-Pérez, Vega-López, Cabrera-Pivaral y Vega-López, 2011).
La elaboración del presente artículo forma parte de un estudio más amplio (Muñoz-García, S/A) que incluye dentro de sus variables algunos factores psicosociales, tales como: trastornos afectivos y de conducta, síntomas y rasgos psicopatológicos, uso del tiempo libre, competencia social, relaciones familiares, desempeño y adherencia escolar, vinculación con redes sociales disfuncionales, estrés postraumático y el uso de sustancias (alcohol y/o drogas ilícitas).
La parte de la investigación que se presenta, además de cubrir la ausencia de información sobre el tema, puede ofrecer algunos elementos que permitieran a mediano plazo la elaboración de propuestas preventivas a este sector poblacional, el adolescente. En particular, brinda información sobre las estrategias de afrontamiento ante el estrés que están utilizando los adolescentes de nivel de secundaria y su relación con el uso o abuso de sustancias psicoactivas.
Así también, aporta elementos al Programa Integral para Prevenir la Violencia Escolar en el Estado de Tamaulipas que pertenece a la Secretaria de Educación Estatal, ya que identificar si el uso de ciertas estrategias de afrontamiento al estrés, fungen como factores de protección para el consumo de sustancias, contribuyendo así a reforzar los objetivos y metas trazadas en dicho Programa.
Esto también cobra relevancia porque en la medida en que los adolescentes escolares se desarrollen competitivamente a través de sus estrategias de afrontamiento ante el estrés, se incrementan las posibilidades de culminar sus estudios, tener trabajos dignos, no desarrollar conductas antisociales y alejarse de las sustancias, debido a la adaptación saludable que estas estrategias pueden generarles.
Considerando lo anterior, para la elaboración del presente artículo se planteó como objetivo comparar el nivel de ocurrencia e intensidad del estrés psicosocial y las estrategias de afrontamiento utilizadas en un grupo de estudiantes de Secundaria de Ciudad Victoria usuarios de drogas ilícitas con otro de no usuarios, e identificar la presencia de factores predictores asociados a dicho consumo, ya que como se ha señalado, es muy probable que los estudiantes que presenten mayores niveles de estrés así como estrategias de afrontamiento de carácter evitativo, sean quienes hagan uso de sustancias psicoactivas en comparación con los estudiantes que presentan menor intensidad de estrés y hacen uso de estrategias de enfrentamiento más bien dirigidas a su resolución.
Método
Diseño
Se realizó una investigación transversal, correlacional, con un diseño ex post facto utilizando una metodología de corte cuantitativo.
Participantes
En el estudio participaron adolescentes, estudiantes adscritos a una escuela secundaria pública localizada en Ciudad Victoria, Tamaulipas, México, considerada como de “alto riesgo” para el uso/abuso de sustancias psicoactivas, de acuerdo con la clasificación propuesta por el Centro de Integración Juvenil Ciudad Victoria en el Estudio Básico de Comunidad Objetivo (Diaz-Negrete, Chacón-Moreno, Gracia-Gutiérrez de Velasco y Rodríguez-Kuri, 2007).
De la totalidad de alumnos inscritos en el ciclo escolar 2013 - 2014 (680), y a través de un muestreo no probabilístico, por conveniencia, se aplicó un cuestionario a 334 estudiantes, prácticamente la mitad de la población escolar; de estos, 26.06 % estudiaban el primer grado, 38.02 % el segundo y 35.02 % estaban en tercero. La mayoría de los participantes estaba en el turno matutino (64.9%), cerca de una tercera parte en el vespertino (35.1%). Destaca que 48.06 % de los alumnos participantes en el estudio fueron varones y 51.04 % mujeres, con una edad promedio de 13.01 años (DE ±1.06). Cabe añadir, que 4.09 % (sólo 16 alumnos) informaron que además de estudiar, trabajaban.
Instrumento
El cuestionario se conformó por diversos apartados:
Bloque de preguntas de variables sociodemográficas. Tales como: sexo, edad, ocupación, grado que estudia y turno.
Escala de Ocurrencia e Intensidad del Estrés Psicosocial. Elaborada por Arellanez-Hernández et al., (2004), basándose en la teoría de las atribuciones desarrollada por Lazarus y Folkman (1984, 1986), en el Eje IV del D.S.M. III-R, y en el Inventario de estresores psicosociales elaborado por González-Forteza (1992). Esta escala mide la ocurrencia e intensidad del estrés en cinco áreas de la vida cotidiana (personal, familiar, violencia social, económica y enfermedad/accidente) a través de dos subescalas: la primera, permite conocer el tipo de estrés que se ha presentado en los últimos doce meses a través de una opción dicotómica de respuesta (1. Sí y 2. No); la segunda evalúa el nivel de intensidad con que se percibe el estrés con un formato de respuesta tipo Likert (1. Nada, 2. Poco, 3. Regular y 4. Mucho). Los niveles que se determinan para la percepción de intensidad de estrés son: ninguna, leve, moderada y severa. La escala original cuenta con 22 ítems, mismos que fueron revisados y en su caso ajustados para la presente investigación, con el propósito de incorporar algunos reactivos relacionados con la violencia social y sobre la situación económica de la familia (situaciones que en la actualidad pueden ser favorecedoras de estrés en los jóvenes), quedando conformada de 40 reactivos. Los análisis realizados para valorar la calidad psicométrica de la escala fueron favorables, ya que en la confiabilidad se obtuvo un coeficiente alpha de Cronbach de .935, mientras que en la validez, a través de un análisis factorial se obtuvieron seis factores bien definidos que explican 50.95% de la varianza.
Escala de estrategias de Afrontamiento al estrés psicosocial. Esta escala también se retomó del estudio realizado por Arellanez-Hernández et al. (2004); fue diseñada con base en los desarrollos iniciales de Lazarus y Folkman (1984, 1986) y el inventario de estrategias de afrontamiento elaborado por González-Forteza (1992). La escala original cuenta con 34 reactivos que evalúan estrategias de afrontamiento dirigidas a resolver el problema, como una respuesta emocional y como respuesta evitativa, con posibilidades de respuesta tipo Likert que va de 1) Nunca, 2) Casi nunca, 3) A veces, 4) Frecuentemente a 5) Siempre. Al igual que en la escala anterior, se hizo una adecuación en algunos reactivos, y tras los análisis que valoraron la calidad psicométrica de la escala se conservaron 25 reactivos con niveles aceptables tanto en su confiabilidad (coeficiente alpha de .917) como en su validez (un factor que explica 45.45% de varianza). Al final de la escala se incluyeron cinco preguntas como indicadores que, de acuerdo con la literatura, pueden ser predictores directos del consumo de drogas como una forma de afrontamiento al estrés psicosocial: “tomo bebidas alcohólicas para sentirme bien”, “fumo para tranquilizarme”, “como más de lo acostumbrado”, “uso mariguana para sentirme bien” y “aspiro o inhalo sustancias como thinner, gasolina o cemento para sentirme bien”.
Sección de consumo de drogas. Se incorporó un grupo de preguntas en las que se exploró el uso de sustancias psicoactivas como tabaco, alcohol, mariguana, cocaína, crack, solventes inhalables, metanfetamina, éxtasis, hongos alucinógenos, heroína, otros opiáceos, entre otras. En estos reactivos se explora el consumo de estas sustancias alguna vez, en el último año y en el último mes, así como la edad de inicio en el consumo.
Procedimiento
Se solicitó a las autoridades escolares el acceso a la secundaria elegida para la aplicación del cuestionario. Tras haber logrado el consentimiento por parte de las autoridades escolares, se acordó una fecha y una hora para realizar la aplicación del cuestionario a todos los estudiantes presentes en ese momento. Frente al grupo, el encuestador se presentó y comentó a los estudiantes que se solicitaba su apoyo para contestar un cuestionario que evalúa diversos aspectos y problemas de la vida de los jóvenes. Se señaló que la participación era voluntaria por lo que no debían escribir su nombre en el cuestionario; se les solicitaba que respondieran las preguntas con el mayor cuidado y sinceridad posibles. También se agradecía de antemano la participación al responder el cuestionario. El encuestador comentaba que el tiempo para contestar las preguntas era de alrededor de 60 minutos y señalaba que los resultados de este estudio serían de gran utilidad para la prestación de servicios en beneficio de los jóvenes. Cuando los alumnos del grupo aceptaban participar, se distribuían los cuestionarios y se les pedía que no contestaran hasta que se les indicara. El encuestador señalaba cada una de las partes que conforman el cuestionario, resaltando el tipo de preguntas y las diferentes opciones de respuesta que se requerían que contestaran. Esto a fin de que no quedaran dudas. Si había alguna pregunta sobre cómo responder una se explicaba con un ejemplo. Si la duda era sobre el contenido de alguna pregunta, entonces se sugería volver a leer la pregunta o se les decía que respondieran como ellos entendían la pregunta. Al término de la aplicación el encuestador revisaba los cuestionarios como los iban entregando los alumnos con el fin de revisar que no hubiera preguntas sin contestar, cuando se daba el caso, se pedía al alumno que contestara las preguntas faltantes.
Consideraciones éticas
Como se mencionó, además de haber contado con la autorización por parte de las autoridades escolares, a cada uno de los alumnos se les invitaba a participar de manera voluntaria a contestar el cuestionario explicándoles que el uso y manejo de la información proporcionada era anónima y confidencial, y utilizarse únicamente con fines del estudio.
Así también, en acuerdo con las autoridades escolares, se adquirió el compromiso de compartir los resultados obtenidos con el Director de la escuela, los maestros, padres de familia y estudiantes, comentando tanto los hallazgos como las posibles propuestas de atención a la comunidad escolar.
Análisis de los datos
En principio se analizó la calidad psicométrica de las escalas que conforman el cuestionario; esto es, se determinó su confiabilidad mediante la prueba Alpha de Cronbach y su validez a través de un análisis factorial. En segunda instancia, y de acuerdo con los objetivos del estudio, se elaboró la estadística descriptiva para explorar las características de los estudiantes participantes en el estudio, así como de las variables implicadas, en el que se clasificaron dos grupos, el de estudiantes usuarios de drogas ilícitas y el de estudiantes no usuarios. En tercer lugar, se elaboraron análisis multivariados comparando las calificaciones promedio o de proporción de estrés y sus estrategias de afrontamiento entre usuarios y no usuarios utilizando Chi cuadrada o la prueba t de Student para muestras independientes según fuese el caso. Finalmente se elaboró un análisis de regresión logística con el método Enter para identificar presuntos factores predictores del consumo de drogas; se tomó como variable dependiente el consumo de drogas ilícitas “alguna vez” y como independientes aquellas variables que registraran diferencias significativas entre los grupos de estudio (no usuarios y usuarios de drogas ilícitas). Con estos análisis se cubrió el objetivo del estudio y fue posible responder las hipótesis de investigación.
Resultados
Como parte del objetivo general del estudio, en primera instancia se analizó el consumo de sustancias psicoactivas, encontrando que el consumo de bebidas alcohólicas fueron las sustancias de mayor consumo tanto alguna vez, como en el último año y en el último mes (Tabla 1), la segunda sustancia de mayor consumo fue el tabaco, ambas sustancias de carácter lícito para las personas mayores de 18 años, no así para adolescentes.
En cuanto al consumo de sustancias psicoactivas, se encontró que 9.3% de los estudiantes señaló que ha consumido alguna vez alguna droga ilícita, 7.5% la consumió en el último año y un 7.2% en el último mes. Entre las drogas ilegales más reportadas se encuentra la mariguana, la cocaína, los sedantes así como los solventes inhalables (Tabla 1). El consumo de sustancias como anfetaminas, metanfetaminas, tranquilizantes, alucinógenos y éxtasis fue menor al 2%.
Alguna vez | Último año | Último mes | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Frec. | % | Frec. | % | Frec. | % | |
Tabaco | 54 | 16.2 | 49 | 14.7 | 47 | 14.1 |
Alcohol | 86 | 25.7 | 70 | 21.0 | 66 | 19.8 |
Cualquier droga ilícita | 31 | 9.3 | 25 | 7.5 | 24 | 7.2 |
Mariguana | 19 | 5.7 | 14 | 4.2 | 13 | 3.9 |
Cocaína | 10 | 3.0 | 6 | 1.8 | 5 | 1.5 |
Anfetaminas | 6 | 1.8 | 3 | .9 | 3 | .9 |
Metanfetaminas | 6 | 1.8 | 3 | .9 | 3 | .9 |
Éxtasis | 3 | .9 | 2 | .6 | 2 | .6 |
Tranquilizantes | 5 | 1.5 | 3 | .9 | 3 | .9 |
Sedantes | 9 | 2.7 | 5 | 1.5 | 3 | .9 |
Solventes inhalables | 8 | 2.4 | 3 | .9 | 3 | .9 |
Alucinógenos | 4 | 1.2 | 2 | .6 | 2 | .6 |
Nota: n = 334. Frec. = Frecuencia; % = porcentaje
Con base en estos hallazgos se procedió a conformar los dos grupos de estudio, esto es, se consideró como grupo de usuarios de drogas ilícitas a los 31 estudiantes que reportaron haber consumido al menos una vez alguna droga de carácter ilícito (9.3%), y como grupo de no usuarios a los 303 estudiantes que señalaron no consumir (90.7%).
Características sociodemográficas por grupo de estudio
Al comparar las características sociodemográficas por grupo de estudio se encontró que a pesar de que en el grupo de usuarios predomina el sexo masculino, de que hay un mayor consumo en los estudiantes de segundo grado, y una mayor proporción de jóvenes además de estudiar trabaja, las diferencias no son significativas (Tabla 2). En donde sí se encontraron diferencias significativas fue en la edad; el grupo de usuarios de drogas registró una edad promedio significativamente mayor (13.5; DE ± 1.06) en comparación con la de los no usuarios (13.0; DE ± 0.82; t = 2.285, gl = 301; p = .023).
No usuarios (n=303) | Usuarios de drogas ilícitas(n=31) | Prueba | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Frec. | % | Frec. | % | χ2 | p | |
Sexo | 1.734 | .188 | ||||
Hombre | 135 | 47.4 | 18 | 60.0 | ||
Mujer | 150 | 52.6 | 12 | 40.0 | ||
Grado | 4.023 | .134 | ||||
Primero | 83 | 28.0 | 4 | 12.9 | ||
Segundo | 109 | 36.8 | 16 | 51.6 | ||
Tercero | 104 | 35.1 | 11 | 35.5 | ||
Ocupación | 1.640 | .200 | ||||
Estudia | 280 | 95.6 | 28 | 90.3 | ||
Estudia y trabaja | 13 | 4.4 | 3 | 9.7 |
Nota: n = 334. Frec. = Frecuencia; % = porcentaje; X 2 = Chi cuadrado; p = significancia
Ocurrencia e intensidad de estrés psicosocial por grupo de estudio
En cuanto a las características de estrés psicosocial, es de destacar que prácticamente todos los estudiantes reportaron haber vivido al menos un evento estresor durante el año previo al levantamiento de la información, 2.3 % de los estudiantes no usuarios de sustancias (7 alumnos) reportaron no haber vivido alguna experiencia estresante (Tabla 3). Y a pesar de no encontrar diferencias estadísticas entre las áreas de estrés psicosocial valoradas, lo cierto es que el grupo de estudiantes usuarios de drogas ilícitas reporta una mayor ocurrencia de eventos estresores relacionados con el área personal, familiar, económica y de enfermedades/accidentes. No sucede lo mismo en el área de violencias social, en ésta el grupo de no usuarios reportó haber vivido una mayor ocurrencia de eventos estresores, aunque como se señaló, sin ser estadísticamente significativos.
Estrés | No usuarios(n=303) | Usuarios de drogas ilícitas (n=31) | Prueba | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Frec. | % | Frec. | % | χ2 | p | ||
Personal | 194 | 64.0 | 25 | 80.6 | 3.440 | .064 | |
Familiar | 197 | 65.0 | 25 | 80.6 | 3.082 | .079 | |
Violencia social | 260 | 85.8 | 25 | 80.6 | 0.599 | .439 | |
Económica | 89 | 29.4 | 12 | 38.7 | 1.162 | .281 | |
Enfermedas/accidentes | 241 | 79.5 | 27 | 87.1 | 1.013 | .314 | |
Global | 296 | 97.7 | 31 | 100 | 0.732 | .392 |
Nota: n = 334. Frec. = Frecuencia; % = porcentaje; X 2 = prueba Chi cuadrado; p = significancia
En los estudiantes que señalaron haber vivido algún evento estresor, ya sea en las áreas personal, familiar, de violencia social, económica, de enfermedades/accidentes o global, se indagó la intensidad del estrés percibido en una calificación de 0 a 3 puntos (donde el 0 implica que el evento estresor fue percibido con una baja intensidad, el 1 que fue percibido con una intensidad moderada, el 2 con una intensidad alta y el 3 con una muy alta intensidad). Así, se encontró que el grupo de estudiantes usuarios de drogas ilícitas vive las situaciones estresoras con una mayor intensidad en promedio en todas las áreas evaluadas. Si bien la intensidad percibida por eventos estresores de tipo personal, familiar y por la violencia social entre los estudiantes usuarios fue más alta que la registrada por los no usuarios, estas diferencias no fueron significativas. No así en cuanto a la intensidad percibida por el estrés de tipo económico y ante la presencia de enfermedades o accidentes, en estas dos áreas la calificación promedio encontrada en el grupo de usuarios de drogas ilícitas fue significativamente mayor que la registrada por el grupo de estudiantes no usuarios (Tabla 4).
Estrés | No usuarios | Usuarios de drogas ilícitas | Prueba | |||
---|---|---|---|---|---|---|
n | M(DE) | n | M(DE) | t de Student | p | |
Personal | 194 | 0.91 (0.62) | 25 | 1.08 (0.75) | 1.181 | .239 |
Familiar | 197 | 0.67 (0.52) | 25 | 0.82 (0.55) | 1.324 | .187 |
Violencia social | 260 | 1.00 (0.68) | 25 | 1.28 (0.78) | 1.901 | .058 |
Económica | 89 | 1.11 (0.78) | 12 | 1.80 (0.85) | 2.836 | .006* |
Enfermedas/accidentes | 241 | 1.06 (0.79) | 27 | 1.39 (0.93) | 1.998 | .047* |
Global | 296 | 0.72 (0.55) | 31 | 1.04 (0.67) | 2.941 | .004* |
Nota: n = número de estudiantes que presentaron estrés psicosocial. M = calificación promedio; DE = Desviación Estándar; t = prueba t de Student; p = significancia; *p < .05; **p < .01
Estrategias de afrontamiento utilizadas ante el estrés psicosocial por grupo de estudio
Se valoraron las estrategias de afrontamiento sólo en los alumnos que habían reportado haber vivido algún evento estresor. Así, de los 296 estudiantes no usuarios (se excluyeron 7 alumnos que no registraron estrés) y de los 31 usuarios de drogas que reportaron haber experimentado al menos un evento estresor durante el año previo al momento de participar en el estudio, la forma de afrontar las situaciones fue muy similar en ambos grupos de estudio. En un rango de calificación de 0 a 4 puntos, en el que a mayor calificación mayor uso de estrategias, se encontró que tanto usuarios como no usuarios ocasionalmente responden a los eventos estresores tratando de resolverlos o bien a través de expresar sus emociones o bien evitando resolver la situación que genera el estrés (Tabla 5). Sin embargo, llama la atención que en el grupo de estudiantes que han usado al menos una vez alguna droga ilícita, algunas veces afrontan los eventos estresores de la vida cotidiana ya sea consumiendo bebidas alcohólicas, fumando o comiendo más de lo acostumbrado. En efecto, se observa que los estudiantes que usan drogas con una frecuencia significativamente mayor, ante una situación de estrés, toman alguna bebida con alcohol para sentirse bien o fuman para tranquilizarse (Tabla 5).
Estrategia de afrontamiento | No usuarios (n=296) | Usuarios de drogas ilícitas (n=31) | Prueba | |||
---|---|---|---|---|---|---|
Min-Máx | M(DE) | Min-Máx | M(DE) | t de Student | p | |
Resolución de problemas | 0.0-4.0 | 1.8 (0.84) | 0.0-3.3 | 1.8 (0.76) | 0.100 | .920 |
Expresión de emociones | 0.0-3.8 | 1.7 (0.87) | 0.0-3.4 | 1.6 (0.92) | 0.268 | .789 |
Evitación | 0.0-3.6 | 1.5 (0.80) | 0.0-3.2 | 1.6 (0.70) | 0.849 | .396 |
Indicadores | ||||||
Tomar bebidas alcohólicas para sentirse bien | 0.0-4.0 | 0.26 (0.705) | 0.0-4.0 | 0.84 (1.241) | 2.56 | .015* |
Fumar para tranquilizarse | 0.0-4.0 | 0.19 (0.598) | 0.0-4.0 | 0.90 (1.300) | 3.025 | .005* |
Comer más de lo acostumbrado | 0.0-4.0 | 1.07 (1.143) | 0.0-3.0 | 1.10 (0.908) | 0.147 | .884 |
Nota: n = número de estudiantes que presentaron estrés psicosocial. Mín = valor mínimo obtenido; Máx = valor máximo obtenido; M = calificación promedio; DE = Desviación Estándar; t = prueba t de Student; p = significancia; *p < .05; **p < .01
Como parte de los objetivos del estudio, se elaboró una regresión logística con el método Enter para explorar posibles predictores del consumo de drogas ilícitas “alguna vez” (Variable dependiente) incorporando como variables: edad, intensidad del estrés por la situación económica y ante enfermedades/accidentes, así como el uso de alcohol o tabaco como una estrategia de afrontamiento al estrés. En el modelo el análisis determinó una R cuadrada de Nagelkerke igual a 0.201, clasifica correctamente al 92.1% de los casos. Se encontró que fumar tabaco para tranquilizarse como una estrategia de afrontamiento, así como la edad, son predictores del consumo de drogas ilícitas (Tabla 6).
Consumo de drogas ilícitas "alguna vez" | |||
---|---|---|---|
B | Exp (B) | IC 95% para Exp (B) | |
Edad | .527 | 1.694* | 1.080-2.658 |
Intensidad del estrés por situación económica | .210 | 1.233 | 0.684-2.224 |
Intensidad del estrés por enfermedad/accidente | .320 | 1.377 | 0.748-2.536 |
Tomar bebidas alcohólicas para sentirse bien como estrategia de afrontamiento | .279 | 1.322 | 0.850-2.056 |
Fumar para tranquilizarse como estrategia de afrontamiento | .660 | 1.935** | 1.224-3.058 |
Nota: n = 334. B = Coeficiente de regresión Beta. Exp (B) = Razón de Momios. IC = intervalo de confianza. *p < .05; **p < .01
Conclusiones
Aún y cuando los hallazgos no son comparables con los datos que reporta la Encuesta Nacional de Adicciones a nivel nacional o estatal dado que el estudio se realizó en población estudiantil adolescente en zonas de riesgo; los resultados más relevantes contrastan con lo reportado por la ENA 2008 (SSA, CONADIC, INPRFM, INSP, 2008) y ENA 2011 (SSA, CONADIC, INPRFM, INSP, 2012) en población adolescente se exponen a continuación.
Los resultados sobre el consumo de alcohol en el último mes reflejaron ser superiores (19.8%) a los resultados obtenidos en el 2008 (11.5%) y en el 2011 (14.5%) en la ENA.
Asimismo, en cuanto al consumo de tabaco en el último año los resultados de esta investigación arrojaron cifras mayores (14.7%) que las obtenidas por la ENA 2008 (SSA, CONADIC, INPRFM, INSP, 2008) y ENA 2011 (SSA, CONADIC, INPRFM, INSP, 2012) cuyas prevalencias de fumadores adolescentes activos fueron de 8.8% y 12.3%, respectivamente.
Respecto al consumo de drogas ilegales los datos encontrados en la muestra de esta investigación se encuentran muy por encima de los datos nacionales, la prevalencia en el último año fue de 7.5% mientras que en las encuestas del 2008 y 2009 esta fue del 1.5%. Por otra parte, el consumo de alguna vez en la vida fue del 9.3% que al compararse con los datos obtenidos en el 2008 (5.2%) resulta notablemente mayor la incidencia acumulada en la población de riesgo que representa la muestra.
En relación al consumo de drogas ilegales específicas, la mariguana es la que predominó con un mayor consumo en el último año (4.2%), seguida por la cocaína (1.8%) y por último los inhalables con (1.5%). El orden de consumo de estas sustancias es consistente con lo expuesto en la Encuesta Nacional de Adicciones. Es importante señalar que los datos obtenidos en esta investigación en cuanto al consumo en el último año son notablemente superiores a los de la ENA 2011 2008 (SSA, CONADIC, INPRFM, INSP, 2008) y ENA 2011 (SSA, CONADIC, INPRFM, INSP, 2012) cuyos resultados fueron de 1.3 para mariguana respectivamente, 0.4 para cocaína y 0.3 para inhalables.
No hubo relación entre consumidores o no consumidores de drogas ilegales respecto a variables sociodemográficas (turno, grado u ocupación) pero sí se evidenció que los de mayor edad han consumido drogas ilegales.
Los resultados de esta investigación señalan que los estudiantes que tienen un grado de estrés elevado presentan un mayor consumo de sustancias, lo cual también se relacionó en este grupo, con tres de los 5 ítems que no fueron tomados en cuenta tras el análisis factorial: uso de mariguana para sentirme bien, tomo bebidas alcohólicas, fumo para tranquilizarme. Lo anterior coincide con diversos estudios internacionales, por una parte Bujarski et al. (2012) indica que los adolescentes que sufren estrés postraumático podrían consumir sustancias para afrontar los síntomas del estrés postraumático, así también, Siqueira Diab, Bodian, Rolnitzky (2000) señalan que mayores niveles de estrés y mayor uso de estrategias negativas de afrontamiento fueron encontrados en los fumadores activos que en los no fumadores y en los experimentales, por otra parte Dugan, Lloyd y Lucas (1999) confirma la hipótesis de que el estrés esta positivamente asociado con los fumadores. Por último, los resultados obtenidos por Davidge (1989) indicaron que los niveles de estrés en adolescentes estaban fuertemente asociados con el uso de todas las sustancias, por lo que estos hallazgos son consistentes con los obtenidos en esta investigación.
De igual forma, los resultados de este estudio en cuanto a que la estrategia de evitación es predictiva para el consumo de drogas ilegales, replicaron y expanden hallazgos previos de la literatura del afrontamiento ante el estrés. Wagnner, Myers y McIninch (1999) señalaron que los adolescentes que presentaron abuso de sustancias reportaron un uso significativamente mayor de afrontamiento ante el estrés evitativo y un uso significativamente menor de afrontamiento a la tentación que el grupo demográfico de no consumidores.
McConnell, Memetovic y Richardson (2014) encontraron que el afrontamiento negativo (evitativo y enfocado en emociones) estaba asociado con mayores probabilidades de uso de sustancias y fue predictivo de una intención de uso, por lo que se sugiere que los programas psicoeducacionales apoyen el desarrollo de estrategias de afrontamiento positivas y pueden no solo contribuir a la reducción del uso de sustancias en adolecentes sino también a la reducción de la intención de uso en un futuro.
El reto de combatir el consumo es imponente porque es un asunto multifactorial y desafortunadamente mientras el tráfico de drogas sea un problema dominante en el país, y mientras las complicaciones sociales y económicas marginen a grandes sectores poblacionales, el consumo de drogas continuará vigente en poblaciones de alto riesgo, como lo es la estudiantil adolescente. Esta realidad sin lugar a dudas, demuestra la necesidad de reflexionar y evaluar los esfuerzos no eficaces de instancias públicas y privadas, e invita a replantear estrategias en el combate de este importante problema de salud. La prevención del consumo de sustancias es una actividad que debe aplicarse con mayor ímpetu a la población universal, incluyendo a los infantes y padres de familia, en un primer momento para que, llegado el momento de la adolescencia, éste pueda enfrentar el desafío del consumo adecuadamente apoyados de la prevención selectiva en esta etapa.