1. Introducción
En los paradigmas flexivos de las lenguas naturales suelen presentarse casos de irregularidad, ya sea por supleción, sincretismo o recursos de otro tipo. Esto es sumamente habitual y seguir el rastro del surgimiento de dichas irregularidades suele presentar dificultades, por desconocimiento de la historia de la lengua, que muchas veces no cuenta con registros. El presente estudio aborda el caso particular del morfema -sun,1 el cual se encuentra en el paradigma flexivo irregular del quechua. Lo interesante de este sufijo defectivo es que es empleado en casos de exhortación, cuyo dominio sintáctico supera al del evento y alcanza dominios superiores, como el del Acto de Habla (Speas & Tenny 2003; Alcázar & Saltarelli 2014). Deduzco esto a partir de un rasgo morfosintáctico que comparten: Oyente. Es así que propongo que la dirección del “préstamo” de un paradigma a otro es a partir del sistema morfológico variado de los actos ilocutivos del quechua hacia el paradigma de flexión verbal, que requiere de marcas de Objeto. Para este propósito, comenzaré brindando datos generales del quechua y sobre su sistema de flexión verbal. Luego, en §3 describiré detenidamente la distribución de este sufijo tanto en el dominio del evento como en el dominio del Acto de Habla. En §4 explicaré en qué radica la defectividad del morfema -sun; y en §5 veremos las similitudes sintácticas entre las proyecciones de un uso y otro de -sun para proponer que se tratan del mismo morfema, pero uno es empleado defectivamente en ciertas instancias. La dirección del préstamo, de manera tentativa, será expuesta en §6; y, finalmente, brindaré las conclusiones del estudio en §7.
2. Datos preliminares
Los datos que se emplearán en este trabajo pertenecen al quechua de la variedad ayacuchana. Esta variedad, a su vez, pertenece a la rama de Quechua IIC, según la clasificación de Torero ([1974] 2007). Los enunciados que extraje para el análisis forman parte de una tesis doctoral que comprende otros fenómenos de la concordancia verbal del quechua. Los ejemplos son producto de un trabajo de campo, que consistió en visitas a dos lugares: distrito de Sarhua, provincia de Víctor Fajardo; y en Ayacucho, en la provincia de Huamanga, ambos sitios en la región Ayacucho. La elicitación de datos se llevó a cabo en los años 2018 y 2019. Por otro lado, las consultas a los hablantes fueron realizadas con su consentimiento, respetando los protocolos éticos de investigación. A continuación, presento los datos de los informantes:
Tabla 1 Hablantes entrevistados
Nombres y apellidos | Edad | Procedencia | Fecha de entrevista |
Nandito Luis Huallpa Torres | 23 | Huamanga, Ayacucho | 04.08.2019 |
Juan Boza Arizapana | 54 | Huamanga, Ayacucho | 15.08.2019 |
Hamilton Paredes Huarcaya | 34 | Huamanga, Ayacucho | 26.07.2019 |
Rolando Quispe Alcarraz | 24 | Huamanga, Ayacucho | 30.09.2019 |
Yoser Nandito CR | 28 | Huamanga, Ayacucho | 14.11.2018 |
Rómulo Baldeón | 54 | Sarhua, Víctor Fajardo, Ayacucho | 31.10.2018 |
Misael Contreras | 63 | Sarhua, Víctor Fajardo, Ayacucho | 27.10.2018 |
A continuación, presentaré la flexión intransitiva (Tabla 2), la flexión transicional de Sujeto a Objeto a partir de una raíz verbal transitiva en tiempo presente (Tabla 3) y en tiempo futuro (Tabla 4).
Tabla 2 Sufijos de flexión en verbo intransitivo, modo indicativo presente
Flexión Tiempo Presente | Glosa | |
1 | wiña-ni | ‘yo crezco’ |
2 | wiña-nki | ‘tú creces’ |
3 | wiña-n | ‘él crece’ |
12 | wiña-n-chik | ‘nosotros contigo crecemos’ |
13 | wiña-ni-ku | ‘nosotros sin ti crecemos’ |
22 | wiña-nki-chik | ‘ustedes crecen’ |
33 | wiña-n-ku | ‘ellos crecen’ |
Tabla 3 Sufijos de flexión en verbo transitivo, modo indicativo presente
Objeto | ||||||||
1 | 12 | 13 | 2 | 22 | 3 | 33 | ||
Sujeto | 1 | -yki | -yki-chik | -ni | -ni | |||
12 | -nchik | -n-chik | ||||||
13 | -yki-ku | -yki-ku | --ni-ku | -ni-ku | ||||
2 | -wa-nki | -wa-nki-ku | -nki | -nki | ||||
22 | -wan-nki-chik | -wa-nki-ku | -nki-chik | -nki-chik | ||||
3 | -wa-n | -wa-n-chik | -wa-n-ku | -su-nki | -su-nki-chik | -n | -n | |
33 | -wa-n | -wa-n-chik | -wa-n-ku | -su-nki | -su-nki-chik | -nku | -nku |
Tabla 4 Sufijos de flexión en verbo transitivo, modo indicativo futuro
Objeto | ||||||||
1 | 12 | 13 | 2 | 22 | 3 | 33 | ||
Sujeto | 1 | -sa-yki | -sa-yki-chik | -saq | -saq | |||
12 | -wa-nki-chik | -sa-yki-ku | -sa-yki-ku | -su-nki | -su-nki | |||
13 | -wa-nqa-ku | -sa-yki-ku | -sa-yki-ku | -saq-ku | -saq-ku- | |||
2 | -wa-nki-ku-chik | -wa-nki-ku | -nki-chik | -nki-chik | -nki-chik | |||
22 | -wa-nki-chik | -wa-nki-ku-chik | -ru-su-nki-chik(i) | -nki-chik | -nki-chik | |||
3 | -wa-nqa-chik | -wa-sun-chik | -wan-ku | -su-nki-chik | -su-nki-chik | nqa-n | -nqa | |
33 | -wa-nqa-ku | -wa-sun-chik | -wan-ku | -su-nki-chik | -su-nki-chik | -nqa | -nqa-ku- |
2.1. Flexión intransitiva
De acuerdo con Carlson de Coombs (1975), Soto-Ruíz (1976); Cerrón Palomino (1987); Gálvez Astorayme (1990) y Zariquiey & Córdova (2008), las formas sufijales de persona en verbos intransitivos son las siguientes:
2.2. Formas transitivas
Se advertirá un contraste entre las formas intransitivas con las formas transicionales. Por ejemplo, algunos morfemas que refieren a ciertos participantes no aparecen, como el caso de sujeto de primera a segunda persona y objeto de tercera persona; luego, aparece el morfema posesivo nominal -yki, en lugar de -nki en la transición de primera a segunda persona; finalmente, aparece -sun en la transición de tercera a segunda persona. Veamos la flexión donde la raíz verbal ha sido omitida en la Tabla 3.2 La columna de la derecha indica el Sujeto y la fila superior el Objeto.
Adicionalmente, presentaré la Tabla 4 de transiciones en tiempo futuro, que nos brindará datos pertinentes para la sustentación de la propuesta.
El dato que nos interesa rescatar de la Tabla 4 es la transición 3 > 12 y 33 > 12, donde los morfemas wa-sun se manifiesta en ausencia del morfema -nki, como es habitual encontrar en los paradigmas de tiempo presente y pasado. Más adelante, volveré a precisar este dato para la argumentación de la propuesta. De lo cual, podemos abstraer los siguientes sufijos flexivos:
Vemos que, a diferencia del sistema de marcas de Sujeto, el sistema de marcas de Objeto es irregular: si bien la marca de Objeto de primera persona es fija e invariable, la de segunda persona presenta alomorfías impredecibles; y la marca de Objeto de tercera persona simplemente no existe (Ebina 2012). Por otro lado, los morfemas de plural son los siguientes:
Donde -chik es el morfema de plural con rasgo Oyente y -ku es un morfema de plural desprovisto de dicho rasgo. No me detendré en la morfología del plural en este trabajo. Dentro de la morfología transicional, llama la atención los exponentes de segunda persona: la transición de primera a segunda es realizada con la no aparición del morfema de primera persona y el surgimiento del morfema nominal de segunda persona; luego, por un lado, la transición de tercera a segunda persona es realizada con la no aparición del morfema de tercera persona, el surgimiento del morfema de sujeto -nki y la aparición del morfema -sun, con el cual se interpreta el morfema de segunda persona como Objeto; y por otro lado, la transición de tercera a primera persona inclusiva se marca también con -sun: -wa-sun. Este último fenómeno es el que nos interesa, pues, como propondré, el quechua emplea recursos de su propio sistema para especificar funciones sintácticas como marcas morfológicas defectivas.
3. Aparición y distribución de -SUN
3.1. Dominio del evento
Asumo que, de lo observado en §2.2., existe un rasgo morfosintáctico Oyente, que es realizado a través del morfema de segunda persona o primera persona inclusivo, que tiene mayor jerarquía en una escala sobre los otros rasgos morfosintácticos de persona, realizados como primera persona o tercera persona. Esta predominancia resulta en efectos de un “reordenamiento” en el que el morfema de segunda persona es expresado a instancias de la no aparición de los sufijos de primera persona o tercera persona. Ello puede ser explicado a través de procesos postsintácticos de reordenamiento o alomorfía antes de la inserción léxica de morfemas.
Además de ello, llama la atención en las transiciones de tercera a segunda persona, tanto singular como plural, la aparición del sufijo -sun3 en el paradigma de futuro. Llamamos a este morfema marcador de objeto, m.o., pues se explicita para desambiguar la actancia expresada por el paradigma verbal de segunda a tercera, donde se expresa el morfema de segunda persona, mas no el de tercera. Veamos cómo ocurre -sun para diferenciar la transición de 3 > 2 (1a, 2a, 3a, 4a) de la de 2 > 3 (1b, 2b, 3b, 4b) en tiempo presente:
(1) | a. | Pay | qawa-su-nki. | |
él/ella | observar-3>2 | |||
‘Él te observa’. | ||||
b. | (Qam) | qawa-nki | pay-ta. | |
tú | observar-2 | él/ella-ACC | ||
‘Tú lo observas a él’. |
(2) | a. | Pay | qawa-su-nki-chik | (qamkuna-ta). |
él/ella | observar-3>2-PL | ustedes-ACC | ||
‘Él los observa a ustedes’. | ||||
b. | (Qamkuna) | qawa-nki-chik | pay-ta. | |
ustedes | observar-2- PL | él/ella-ACC | ||
‘Ustedes lo observan’. |
(3) | a. | Paykuna | qawa-su-nki. | |
ellos/ellas | observar-3>2 | |||
‘Ellos te observan’. | ||||
b. | (Qam) | qawa-nki | paykuna-ta. | |
tú | observar-2 | ellos/ellas- ACC | ||
‘Tú los observas a ellos’. |
(4) | a. | Paykuna | qawa-su-nki-chik | (qamkuna-ta). |
ellos/ellas | observar-3>2- PL | ustedes-ACC | ||
‘Ellos los observan a ustedes’. | ||||
b. | (Qamkuna) | qawa nki-chik | paykuna-ta. | |
ustedes | observar-2-PL | ellos/ellas-ACC | ||
‘Ustedes los observan a ellos’. |
Este morfema aparece usualmente en la conjugación verbal junto al -nki para referir un evento transitivo realizado de una tercera persona a una segunda. Sin embargo, Carlson de Coombs (1975: 7) presenta un ejemplo en el que este sufijo se encuentra en un núcleo verbal distinto al que aparece -nki, en pasado habitual (5a); la autora presenta otro ejemplo en el que ambos sufijos aparecen en el mismo núcleo (5b):
(5) | a. | Riku-su-q | ka-nki. |
ver-3-hab | ser-2 | ||
‘Él te veía’. | |||
b. | Riku-q | ka-su-nki. | |
ver- hab | ser-3>2 | ||
‘Él te veía’. | (Carlson de Coombs 1975: 7) |
Por otro lado, -sun expresa tiempo futuro de primera persona inclusiva (Parker 1969; Soto-Ruíz 1976; Gálvez Astorayme 1990; Zariquiey & Córdova 2008). Veamos el paradigma verbal de tiempo futuro en la Tabla 7.
Tabla 7 Paradigma de tiempo futuro con miku-y
1 | miku-saq | ‘Yo comeré’ |
2 | miku-nki | ‘Tú comerás’ |
3 | miku-nqa | ‘Él/ella comerá’ |
12 | miku-su-n | ‘Nosotros comeremos’ |
13 | miku-saq-ku | ‘Nosotros comeremos (sin ti)’ |
22 | miku-nki-chik | ‘Ustedes comerán’ |
33 | miku-nqa-ku | ‘Ellos/ellas comerán’ |
De este modo, podemos apreciar también la presencia de dicho morfema sin -nki. Un caso particular nos ayuda a comprobar definitivamente que -sun contiene el rasgo Oyente sin que se encuentre presente el morfema -nki. Esto se observa en paradigmas transicionales de tercera persona a primera inclusiva en el futuro (ver Tabla 4). Veamos los siguientes ejemplos, donde en (6a) se tiene la flexión en tiempo futuro de tercera persona a primera persona inclusiva (con rasgo Oyente), a diferencia de (6b), donde la flexión es de tercera persona a primera persona exclusiva (sin rasgo Oyente):
(6) | a. | Qawa-wa-sun-chik. |
observar-1o-m.o.-pl | ||
‘Él nos observará a nosotros (incl.)’. | ||
b. | Qawa-wa-nqa-ku. | |
observar-1o-3-pl | ||
‘Él nos observará a nosotros (excl.)’. |
Entre el dominio de la modalidad indicativa y la modalidad de la irrealidad hay una línea tenue cuando se expresa el tiempo futuro. La marca de tiempo futuro tiene un doble significado y es posible indicar un evento posterior al acto de habla, como una modalidad irreal o distinta a la del indicativo (Escandell 2010).4
3.2. Dominio del Acto de Habla
Por otro lado, el morfema -sun también es empleado junto a la raíz verbal para expresar exhortación para la realización de un evento entre una primera y segunda persona (Cerrón Palomino 1987: 273). Es decir, -sun tiene dos usos: miku-sun ‘comeremos’ (futuro) y ‘¡comamos!’ (exhortativo), donde involucra a una primera y segunda persona. Los participantes de un evento (primera persona, segunda persona, tercera persona plural, etc.) dejan de predominar como es usual en los paradigmas de tiempo, y la estructura selecciona participantes del acto de habla: hablante y oyente. La aparición de -chik está restringida a situaciones en las que se trate de un grupo de personas mayor de dos: tusu-sun ‘bailemos (tú y yo)’; tusu-sun-chik ‘bailemos’ (todos)’. Mi propuesta es que -sun exhortativo y -sun de transición no son morfemas distintos, sino que el primero es realizado en el paradigma del segundo, debido a un proceso en el que un exponente específico “Y” que se inserta en un contexto “A”, es insertado en un contexto “B” por contener ciertos rasgos morfosintácticos, en este caso, el rasgo ‘Oyente’ mandado-c.
No obstante, el grado de antigüedad de este sufijo en los paradigmas observables en las variedades sureñas y centrales hace suponer su lexicalización. Más adelante, en §6 proporcionaré una discusión sobre este aspecto diacrónico.
3.3. Otros morfemas de ‘actos de habla’ o de otras modalidades
De manera tangencial, mencionaré otros sufijos en quechua empleados para denotar actos de habla, es decir, interacción de hablante a oyente con el fin de mostrar un conjunto de exponentes variado de este dominio en el quechua ayacuchano. En primer lugar, es conocido el morfema imperativo del quechua -y, el cual no debe confundirse con el infinitivizador -y. A continuación, unos ejemplos:
(7) | a. | Kuya-wa-y. | ||
amar-1-IMP | ||||
‘¡Ámame!’. | ||||
b. | Chay | cerveza-ta | upya-y. | |
DET | cerveza-ACC | beber-IMP | ||
‘¡Toma esta cerveza!’. |
De otro lado, el morfema -chun es también usado en las oraciones exhortativas, para expresar mandato indirecto a una tercera persona. El morfema va seguido del sufijo plural cuando son más personas a las que va dirigido el mandato: -chun-ku. Por ejemplo:
(8) | a. | Qallari-chu-n-ku | llamka-y-ta. | |||
empezar-EXH-3-PL | trabajar-INF-ACC | |||||
‘Que empiecen a trabajar’. | ||||||
b. | Santusa, | chay | warma | uywa-kuna-ta | wata-chu-n. | |
Santusa | DET | niño | animal-PL-ACC | atar-EXH-3 | ||
‘Santusa, que ese muchacho ate los animales’. (Soto-Ruíz 1976: 122) |
Otro sufijo que denota una modalidad de irrealidad de ruego pero sin necesidad de un actante especificado es el sufijo -yá, que es empleado para expresar ruego.
(9) | a. | Taytallya, | para-y-ka-mu-chu-n-yá. |
padre | lluvia-INF-REFL-TRANS-EXH-3-IRR | ||
‘Dios mío, que llueva’. | |||
b. | Amatala-yá | rupa-ra-mu-n-man. | |
ojalá-IRR | caliente-PST-TRANS-3-DIR | ||
‘Ojalá hiciera sol’. (Soto-Ruíz 1976: 126) |
4. -SUN, un morfema defectivo
En este apartado defenderé la afirmación de que en el quechua -sun es un sufijo preexistente requerido por un paradigma que carece de marcas morfológicas. Sims afirma que los vacíos morfológicos (paradigmatic gaps) en paradigmas flexionales pueden considerarse como aquellos en los que se ha sido suplido vacíos con recursos ya existentes en el sistema de la lengua, o “que no hay forma sintética o perifrástica usada para expresar un conjunto de propiedades flexivas, cuando la lengua normalmente tiene una forma que expresa flexión para lexemas” (2006: 7).
El morfema -sun responde afirmativamente a los criterios mostrados. Según lo observado en el paradigma transicional del quechua, ocurre un supuesto reordenamiento de morfemas que involucra el morfema de segunda persona: al aparecer -nki ante tercera persona Sujeto, este último no es realizado, y en su lugar aparece el morfema defectivo de marcado de Objeto de segunda persona -sun. La ocurrencia de este mismo sufijo en paradigmas de otras modalidades, como el exhortativo y la irrealidad de futuro, y que comparten el rasgo Oyente, hacen suponer que un paradigma “presta” el morfema a otro, o simplemente, la lengua reutiliza morfemas disponibles en su sistema como recurso de marcado sintáctico, como afirma Adelaar (2009), cuando en el paradigma de tiempo presente existe la forma transicional donde a cada morfema le corresponde un exponente, como en las transiciones de 3 > 12 y 33 > 12 donde se aprecia -wa (12) -n (3). Sin embargo, el paradigma del tiempo futuro del quechua ayacuchano constituye un paradigma marcado en el sentido de que es una instancia de interfaz entre la modalidad indicativa y la exhortativa.
Esta propuesta sustenta de igual modo la aparición de -yki en lugar de -nki en la transición de primera a segunda persona. -yki es parte del sistema de la lengua, pues pertenece al paradigma nominal de posesivos, como lo muestra la Tabla 8.
Tabla 8 Sufijos posesivos del quechua ayacuchano
1 | llaqta-y | ‘mi pueblo’ |
2 | llaqta-yki | ‘tu pueblo’ |
3 | llaqta-n | ‘su pueblo’ |
12 | llaqta-nchik | ‘nuestro pueblo (incl.)’ |
13 | llaqta-yku | ‘nuestro pueblo (excl.)’ |
22 | llaqta-yki-chik | ‘su pueblo de ustedes’ |
33 | llaqta-nku | ‘su pueblo de ellos’ |
De acuerdo al Cuadro 1, la alomorfía que presenta -nki ante Sujeto de primera persona (contexto diagramado en II) es la realización de un exponente perteneciente al paradigma nominal de la lengua para marcar Objeto y no Sujeto, es decir, pierde el rasgo de caso Nominativo. Entonces, -nki pierde el rasgo de caso Nominativo y, como forma no marcada, el quechua recurre a una forma nominal (proceso diagramado en I).
Cuadro 1 Surgimiento de - yki en contextos sintácticos específicos
I. Borrado de rasgo de caso Exponentes: /-nki/ ⇒/-yki/ Rasgos morfosintácticos: [oyente, participante, π] [oyente, participante, π] [Nominativo] |
II. Contexto morfológico de borrado de rasgo de
caso -nki [Nom.] → -yki [ ] / __ 1SUJ. |
La propuesta consiste en que la morfología recurre al paradigma nominal de posesivo debido a la pérdida o ausencia del rasgo [Nominativo] del morfema en contextos sintácticos determinados, como en el caso de transiciones de 1 > 2 visto aquí. No obstante, este fenómeno de ausencia de [Nominativo] se aprecia también en casos de oraciones subordinadas, (10a), y de frases adverbiales, (10b), donde no está presente el núcleo Tiempo, el cual asigna caso Nominativo al Sujeto. En su lugar, un núcleo Aspectual especifica el desarrollo del evento: el perfectivo pasado -sqa en (10a) y el morfema de cambio de referencia con contenido aspectual no perfectivo -pti en (10b), los cuales, en su condición de marca aspectual y no de tiempo, no asignan caso [Nominativo] al Sujeto, por lo que emerge una marca de flexión no verbal, sino nominal.
(10) | a. Ñuqa | [maqa-wa-sqa-yki-ta] | qawa-rqa-ni. | |
yo | golpear-1-PPDO.-2-ACC | ver-PAS.-1 | ||
‘Vi que me golpeaste’. | ||||
b. Miku-chka-rqa-ni-m | [qam | qaya-mu-wa-pti-ki]. | ||
comer-DUR.-PAS.-1-top. | tú | llamar-TRASL.-1O-ADV.-2 | ||
‘Cuando tú me llamaste, estaba comiendo’. (Carlson de Coombs 1975: 18) |
En la transición de tercera a segunda persona, -nki se realiza como marca de flexión verbal, pues mantiene el rasgo [Nominativo], pues el morfema -sun es el que expresa la marca de Objeto5 y la regla morfológica no borra este rasgo.6 Por tanto, -sun es empleado en instancias tanto para el evento como para fuera de él en la sintaxis. Ello se configura en las relaciones entre participantes del acto de habla en relaciones jerárquicas de mando-c como veremos a continuación.
5. La realización de -sun en dos dominios distintos de la sintaxis del quechua
Speas & Tenny (2003) afirman que las estructuras sintácticas incluyen una proyección cuyo núcleo codifica una fuerza ilocucionaria. Este núcleo es realizado en lenguas que tienen partículas oracionales, clíticos o morfemas que indican si la oración es una declaración, interrogación, etc., es decir, instancian Frase de Acto de habla. De esta manera, los principios básicos de la composición sintáctica operan sobre los núcleos primitivos del Dominio del Acto de habla. Esto genera estructuras asimétricas sobre las que los tres roles pragmáticos gramaticalmente relevantes del hablante, oyente y punto de vista son definidos. Por otro lado, Alcázar & Saltarelli (2014) proponen la Hipótesis del Performativo Ligero, el cual consiste en que un nodo funcional v sustenta las relaciones pragmáticas entre los actantes de formas imperativas y sus variantes.
El imperativo es una “prescripción”: una expresión lingüística derivada en asociación con propiedades funcionales comunes a los rasgos de predicados imperativos explícitos, como demandar, requerir, prohibir, etc. en composición con un predicado de contenido léxico V. De acuerdo con Alcázar & Saltarelli (2014: 113), las formas imperativas proyectan un núcleo funcional v, el cual establece una jerarquía de mandado-c entre el hablante, el oyente y el ejecutante, siendo el primero el que c-comanda a los otros; y el segundo al tercero. Para el caso del exhortativo, este puede proyectar también un núcleo funcional y establecer relaciones de mando-c entre el hablante y el oyente, y estos dos pueden estar referencialmente involucrados como un ejecutante colectivo (2014: 236).
En los casos de exhortativos, - sun cumple el rol de núcleo funcional que proyecta un nodo relacional de Acto de habla, donde relaciona al hablante, al oyente y a un ejecutante a través de un núcleo de “prescripción”: Yo (hablante) a ti (oyente) ordeno (prescripción) tú (ejecutante) hacer X. Por otro lado, en los casos en los que -sun ocurre no como exhortativo, sino antes de -nki, este morfema desciende de su posición superior en la estructura de Acto de habla a una fase inferior de oración declarativa o del evento, en la que se relacionan participantes argumentales del predicado, a diferencia de la fase exhortativa, en la que los participantes son contextuales de la comunicación. En la Figura 1, representamos cómo una frase de fuerza ilocutiva exhortativa se realiza en el quechua ayacuchano. Según, Alcázar & Saltarelli (2014), el núcleo verbal proyecta sucesivos núcleos funcionales para alojar los rasgos de los participantes del Acto de Habla. Así, el Hablante manda-c al Oyente a través del núcleo v* de prescribir; este a su vez, manda-c a otro participante, el Ejecutante, que puede ser el mismo Oyente o, como en este caso, la coindización de los anteriores [Hablante + Oyente].
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Figura 1 Esquema de una Oración con Fuerza ilocutiva exhortativa en el quechua ayacuchano, adaptado de Alcázar & Saltarelli (2014: 114)
Por otro lado, en la Figura 2, represento el dominio del evento, donde el FD Agente c-comanda al FD Objeto. Como se observa, -sun auxilia la marca de Objeto de segunda persona. El morfema de segunda persona, como veremos, se realiza en la posición de núcleo Actor por su especificidad de rasgos, lo que condiciona a la lengua a recurrir a una marcación defectiva, por lo que emerge -sun como el exponente indicado.
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Figura 2 Esquema de una oración con flexión de transición de tercera a segunda persona en el quechua ayacuchano
Mi propuesta es que, en el quechua, el morfema -sun permite la configuración de la modalidad de la exhortación, que involucra a un Hablante y a un Oyente en el Acto de Habla, lo cual ha alimentado la configuración de la marca defectiva de objeto de segunda persona -nki, debido a que este contiene el rasgo Oyente. La morfologización de rasgos sintácticos hasta aquí corresponde al Oyente c-comandado por otro núcleo. Crucialmente, sería incorrecto equiparar -sun con el morfema de primera persona inclusivo -wa [12, Acusativo], ya que este último denota una sumatoria de participantes, y no una relación asimétrica de mando-c, como aquí se pretende defender para el caso de -sun,7 8 expresado como [Oyente, mando-c].
En resumen, propongo las siguientes reglas de inserción léxica para el exponente -sun:
Donde el morfema -sun contiene los rasgos Oyente y ser mandado-c. Así, este es insertado en los contextos en que el rasgo Oyente es mandado-c por un núcleo: en el contexto de Acto de Habla por el Hablante; y en el contexto de evento, por V. El hecho de que el paradigma de futuro presente más ocurrencias de la morfologización de -sun se explica debido a que este paradigma es una instancia de la interfaz entre evento y fuerza ilocutiva de Acto de Habla.
6. Dirección del “préstamo”: De los Actos de habla al Evento
6.1. Presencia de -sun como exhortativo y marcado de objeto en todas las variedades
Una pista para poder rastrear la dirección del “préstamo” de un paradigma a otro sería contrastar los dialectos de las variedades y observar si el más innovador, el Quechua II (cf. Torero 2007; Torero 1984, citado en Cerrón Palomino 1987: 74) se diferencia sustancialmente en cuanto al empleo de este sufijo con el Quechua I, el más arcaico. Sin embargo, al observar las fuentes pertinentes (ver Tabla 9), nos percatamos de que tanto las variedades innovadoras como las arcaicas muestran dichos usos, por lo que el préstamo no sería rastreable a través de la comparación dialectológica.
Tabla 9 Presencia de sufijo -su en los dialectos de Quechua I y II
QII | QI | |||||
Ayacucho (Parker 1969) | Cusco (Cusihuamán 1976) | Yauyos (Shimelman 2017) | Huallaga (Weber 1989) | Huanca (Wroughton 1996) | Áncash (Parker 1976) | |
Marcado de Objeto | -su-nki (p.48) | -su-nki (p.152) | -shu-nki (p.148) | -shu-nki (p.79) | -shu-nki (p.46) | -shu-nki (p.107) |
Exhortativo | -su (p.48) | -su-n (p.165) | -shu-n (p.182) | -shu-n-(-na) (p.100) | (No re gis trado en la fuente) | -shun (p.108) |
Confirmando lo anterior, Adelaar & Muysken (2004) afirman que este paradigma está presente en todos los dialectos. No obstante, la transición de primera a segunda persona singular es el caso divergente, pues es expresado por el morfema -q o un derivado de este, o por el morfema -yki, como es el caso de los dialectos sureños (220). Un aspecto interesante es que los dialectos de la periferia del área quechua han regularizado el paradigma presentado, como el caso de Cajamarca, Ferreñafe, Bolivia y Santiago del Estero; o perdido parte de él, como el caso de Ecuador. Tanto es así que en Ferreñafe (Taylor 1982: 253) y en Santiago del Estero (Alderetes 2001: 172) -sun es un morfema de segunda persona Objeto (Alderetes 2001: 221). Por tanto, plantearé argumentos desde el sistema interno del quechua ayacuchano.
6.2. Observación de defectividad en el dominio del evento
Las realizaciones de los morfemas de flexión están supeditados por la especificación de los rasgos de dos núcleos en la sintaxis del quechua: Actor y v. En la Tabla 10, defino los morfemas involucrados según los siguientes rasgos implicacionales de persona, donde {Oyente, Participante, π} es más específico que {Participante, π}, y este más específico que {π}:
Tabla 10 Definición de morfemas a través de rasgos de persona
Rasgos de persona | Exponentes de sujeto (T. Presente) | Exponentes de objeto |
Oyente, Participante, π | -nki | -yki (1→2) -su-nki (3→2) |
Participante, π | -ni | -wa |
π | -n |
Entonces, propongo la realización de los morfemas en las siguientes posiciones. La secuencia de ensamblaje de núcleos en la sintaxis del quechua sigue el Principio de Espejo de Baker (1985), por lo que, de acuerdo al orden canónico de sufijos flexivos, tenemos el Cuadro 3.
Cuadro 3 Orden de sufijos de flexión del quechua ayacuchano
Raíz verbal - Objeto - Tiempo - Sujeto - Número - Modo |
Donde en el núcleo v es realizado el exponente de Objeto y en el núcleo Actor es realizado el exponente de Sujeto. En la Figura 3, se aprecia que la realización de los morfemas de Sujeto son instanciados en el núcleo Actor y los de Objeto en v. No obstante, los exponentes de segunda persona, al contener el rasgo Oyente; es decir, son más específicos y ganan en competencia a otros menos específicos en la flexión, son instanciados en el núcleo Actor. Estos son señalados con color rojo. El marcador de Objeto de segunda persona -sun es realizado en v y se señala con color rojo.
Una pregunta que podría surgir es si el quechua posee, en todo caso, un sistema de morfemas de Objeto. Con solamente un morfema de Objeto fijo, la primera persona -wa, es válida la pregunta si un solo morfema, cuyo estatus como morfema flexivo incluso ha sido puesto en cuestionamiento al analizarlo como clítico (Myler 2016), soporta una clasificación para el quechua.
Tanto Nevins (2011) como Myler (2016) ofrecen argumentos para reconsiderar ciertos morfemas como clíticos en contra de lo que Zwicky & Pullum (1989) sostenían. La razón fundamental tanto para Nevins como para Myler es la del ascenso del morfema en tanto clítico para que este interactúe con otros núcleos y puedan sustentar el fenómeno de Concordancia Múltiple (Multiple Agree) en un dominio donde es posible este fenómeno. Además de otras razones válidas e importantes que no discutiremos aquí, podemos clasificar a -wa como un clítico y dejar sin base un sistema de marcadores flexivos de objeto en quechua. Sin embargo, este descarte no soluciona el problema de la alomorfía y defectividad de la segunda persona, que ya fue respondida a través de la saliencia (o especificidad) del rasgo morfosintáctico Oyente.
6.3. Variedad morfológica en actos de habla
Otro argumento que puedo aducir es el repertorio morfológico complejo que mostré en §1.1. Con ello incido en un nivel complejo de un sistema morfológico y morfosintáctico del quechua para realizar dominios del acto de habla a través de distintas modalidades, sin mencionar las epistémico-evidenciales. Ello supondría un desarrollo mayor y posible fuente de préstamos del dominio Acto de Habla hacia paradigmas que mostraran innovaciones y requiriesen exponentes para expresar de manera patente funciones sintácticas acordes a la derivación morfosintáctica.
No obstante, no se aprecian inestabilidades en la flexión transicional a través de los paradigmas, es decir, en caso de emplear morfemas defectivos ante vacíos paradigmáticos se esperaría alternancias perifrásticas u otro tipo de llenados defectivos en los espacios en que -sun aparece. Por tanto, por dicha observación, sumada a su presencia desde un tiempo anterior a la fragmentación dialectal en variedades centrales y sureñas, puedo formular la hipótesis de que el morfema -sun llegó a lexicalizarse como un marcador de objeto de segunda persona siguiendo la dirección de préstamos que propongo. Resumo la propuesta en el Cuadro 4.
Cuadro 4 Dirección de préstamo del morfema - sun del quechua
Exhortativo > Futuro (irrealidad) > Marca de Objeto |
Sin embargo, si la hipótesis es correcta, abre una pregunta subsecuente: ¿cómo y en qué momento el rasgo Oyente indujo a esta configuración en el quechua? Al respecto, Cerrón-Palomino (1987) sugiere una influencia interlingüística sobre la introducción del rasgo “inclusivo” en el quechua, ya que familias lingüísticas aru y uro-chipaya también poseen dicho rasgo de inclusión de segunda persona.9 Esta sugerencia podría dar nuevos indicios a una futura investigación sobre contacto y difusión de rasgos morfosintácticos, y específicamente del rasgo Oyente, el cual tiene prevalencia en este sistema gramatical.
6. Conclusiones
El morfema -sun es el mismo para el caso del exhortativo como del marcador de segunda persona Objeto, ya que es realizado en el mismo contexto de mando-c de X a Y [+oyente]. De esta manera, el morfema que se emplea en un dominio de la sintaxis, el Acto de Habla, es empleado para otro, el dominio de evento.
La dirección de préstamos, en términos diacrónicos, es del sistema de imperativos de Actos de Habla hacia el marcado paradigmático de eventos. Esta afirmación se debe al estado desarrollado de los morfemas de Actos de Habla, además de los epistémico-evidenciales que no han sido abordados en este trabajo a diferencia del sistema de morfemas de Objeto, donde solamente se aprecia el de primera persona como el más estable.
La motivación para la defectividad del sistema de Objeto del quechua pudo originarse debido a la introducción de la jerarquía (o especificidad de rasgos) de persona en su morfosintaxis; y, esto a su vez, debido a contacto con otras familias lingüísticas, como el aru y uro-chipaya.