Introducción
En el contexto actual -donde las TIC constituyen un factor esencial para la formación de los estudiantes conocidos como “nativos digitales”- la participación del cuerpo docente resulta crucial para lograr cambios significativos en el proceso de enseñanza y aprendizaje (Didier, 2018) a través de herramientas más interactivas que faciliten el proceso de aprendizaje.
Por ese motivo, en esta investigación se presenta una aplicación llamada Biblioteca Digital, la cual ofrece recursos académicos y educativos para la comunidad estudiantil. El objetivo principal es determinar con qué frecuencia los estudiantes utilizan esta aplicación y emplean el material digital disponible para ayudar en sus actividades escolares.
Las TIC como recursos educativos
Para las nuevas generaciones, la tecnología está presente desde temprana edad y se ha integrado completamente en sus vidas. Por eso, es esencial considerarla en el desarrollo de sus actividades diarias, ya que forma parte integral de su vida personal y social, y contribuye al desarrollo de nuevas habilidades (García et al., 2017).
En tal sentido, el valor epistemológico y metodológico de las TIC ofrece la posibilidad de un cambio significativo a través de una amplia gama de currículos, métodos de enseñanza y evaluación que abordan la dinámica educativa de los programas de formación, lo cual fomenta el empoderamiento de los estudiantes y les permite tomar control de su propio proceso de aprendizaje (Padilla-Beltrán et al., 2014). En otras palabras, la tecnología es un recurso que puede aumentar la eficiencia del aprendizaje cuando se utiliza con el propósito explícito de mejorar el proceso de educación de los estudiantes. Además, proporciona acceso a bases de datos y facilita la comunicación sobre diversos temas (Salinas, 2020). En consecuencia, las instituciones educativas, que tradicionalmente eran las únicas fuentes de información, ya no desempeñan este papel de manera exclusiva (García et al., 2017).
Sin embargo, la incorporación de las TIC como mediadoras en el proceso de construcción del conocimiento no implica la eliminación del rol del maestro; por el contrario, permite que los docentes desarrollen plenamente sus funciones didácticas y de liderazgo, gestionando contenidos de manera efectiva y creando estrategias adaptativas según las circunstancias cambiantes (Suasnabas et al., 2018).
Las TIC y el estudiante
El uso de las TIC facilita el trabajo en grupo y permite que los estudiantes participen activamente en su propio proceso de aprendizaje, lo que demanda la reorganización de las estrategias pedagógicas utilizadas. Por ende, uno de los principales desafíos radica en el desarrollo de nuevos entornos de aprendizaje que empleen plataformas colaborativas, espacios virtuales, redes informáticas y otras herramientas útiles para abordar la abrumadora cantidad de información disponible en la red (Comboza et al., 2021). Esto genera cambios significativos en diversos aspectos de los sistemas educativos, ya que las TIC son herramientas pedagógicas fundamentales que facilitan la comunicación y la colaboración entre los estudiantes (García et al., 2017), los cuales se hayan familiarizados con ellas, especialmente desde la llegada de internet (Guerrero, 19 noviembre de 2020).
En este contexto, las instituciones de educación superior y los centros de investigación nacionales que brindan acceso a contenidos, materiales y entornos de aprendizaje modernos se han integrado al ámbito educativo internacional. Esto implica la participación de estudiantes, profesores e investigadores en un entorno tecnológico global (Laxague y Bedolla, 2018), a través de diversos enfoques para enriquecer los entornos de aprendizaje y respaldar las actividades académicas (figura 1).
A partir de lo anterior, se puede indicar que las tecnologías en la docencia contribuyen a la igualdad de oportunidades de los alumnos y a la actualización profesional de manera constante (Gómez, 30 agosto de 2019). Para ello, no obstante, el estudiante debe comprometerse en su propio aprendizaje mediante el desarrollo de destrezas que le permitan comprender y aprovechar los recursos disponibles en internet (Roca, 2020), mientras que el docente debe diseñar estrategias didácticas que permitan facilitar y estimular ese proceso (Falla et al., 2021).
Las bibliotecas digitales en la actualidad
Las bibliotecas digitales actualmente nos permiten recuperar todo tipo de documentos e información a través de catálogos electrónicos en línea que reposan en sistemas de gestión bibliotecaria, lo que forma parte del desarrollo mundial para la difusión de la cultura y el conocimiento (Castillo-Celis et al., 2021). Dicho de otra manera, una biblioteca digital es una herramienta de consulta, aprendizaje y apoyo orientada al estudiante, pues le brinda contenido y servicios en un formato digital organizado para beneficiar a los usuarios (Lartiguez et al., 2020).
Los servicios de información en una biblioteca, por tanto, actúan como un puente entre las colecciones y los usuarios (Morales, 2018). A menudo, cuando la gente piensa en una biblioteca, la asocia con la búsqueda de libros sobre temas como literatura o teoría del aprendizaje. Sin embargo, estos espacios ofrecen no solo libros físicos, sino también bases de datos en línea, revistas electrónicas, libros electrónicos, contenido de audio y video, etc., de ahí que hayan alcanzado una considerable popularidad en la última década.
Beneficios de las bibliotecas digitales
Las bibliotecas digitales o las bases de datos de libre acceso son beneficiosas para los usuarios, ya que brindan una variedad de contenido digitalizado al cual pueden acceder de manera fácil y rápida al momento de necesitar realizar trabajos académicos (Flores et al., 2021). Otra de sus ventajas es que, en comparación con las bibliotecas físicas, permiten ahorrar en dinero y accesibilidad, pues se puede acceder a ellas en cualquier momento y lugar, desde una computadora o dispositivo móvil. Esto permite a los usuarios encontrar y acceder a la información sin tener que ir físicamente a una biblioteca o archivo (figura 2).
Finalmente, los usuarios pueden buscar, descargar y guardar documentos digitales en sus dispositivos, lo cual significa que las personas no tienen que preocuparse por perder información.
Objetivo general
El objetivo de la siguiente investigación fue conocer la frecuencia de uso, así como el tipo de información que consulta y descarga el estudiante en la aplicación Biblioteca Digital para el desarrollo de sus actividades escolares. Asimismo, describir su importancia y sus beneficios dentro de la comunidad académica.
Pregunta de investigación
¿Qué beneficios aporta la biblioteca digital para la mejora del proceso educativo del estudiante durante el ciclo escolar?
Método
La investigación fue de tipo cuantitativo, pues implicó la participación en actividades objetivas y específicas a través de mecanismos de medición y cuantificación (Jiménez et al., 2022). En otras palabras, se procuró la generación de conocimiento mediante la interpretación de las cambiantes necesidades materiales y socioculturales de la realidad (Molina y Garza, 2021). En concreto, se emplearon métodos cuantitativos e inferencia estadística para extrapolar los resultados de una muestra (Rus, 1 de enero de 2021). Para ello, se trabajó con estudiantes pertenecientes al nivel medio superior a quienes se les presentó una aplicación denominada Biblioteca Digital, la cual ofrece servicios de consulta y descarga de libros.
Muestra
Para la muestra se utilizó el método no probabilístico por conveniencia. Este enfoque se caracteriza por una búsqueda dedicada de una muestra cualitativamente representativa a través de la inclusión en la población. Es decir, además de seleccionar intencionalmente a los individuos entre ellos, satisfacen las características de interés para el investigador (Hernández y Carpio, 2019). En concreto, se obtuvo una muestra de 79 estudiantes.
Instrumento de investigación
Para recopilar la información se empleó una encuesta, una técnica en la que se utilizan cuestionarios estandarizados para consultar a individuos o grupos de estudio sobre una amplia variedad de temas, como actitudes, creencias, opiniones, patrones de consumo, hábitos, sesgos dominantes e intenciones de voto, entre otros (Katz et al., 2019). Estas encuestas consisten en preguntas de tipo cerrado que proporcionan opciones de respuesta predefinidas. Son particularmente útiles en cuestionarios de autoentrevista, ya que simplifican el proceso para los encuestados y, por lo tanto, son altamente recomendadas en proyectos estadísticos oficiales (Silva, 2021).
Las preguntas formuladas incluyeron edad, género, tiempo dedicado a utilizar la biblioteca digital, campo de conocimiento consultado en la biblioteca digital, frecuencia de uso de la aplicación, descarga de libros desde la biblioteca digital y beneficios que esta aporta a su proceso educativo.
Resultados
Descripción de la aplicación
A continuación, se presenta una descripción gráfica de la Biblioteca Digital. Cabe mencionar que esta se desarrolló con el software Autoplay Media Studio, versión 8, personal edition. Una vez iniciada la aplicación, se muestra la ventana principal de la aplicación (figura 3).
En la figura anterior se puede observar que dentro de la ventana principal aparece la presentación y las opciones de consulta de diversos libros digitales en la biblioteca, los cuales fueron cargados de manera predeterminada para su consulta y descarga en formato PDF. En la aplicación se hallan disponibles libros para estudiantes que cursan del primero al sexto semestre (figura 4).
A continuación, se presentan los resultados obtenidos de la encuesta aplicada a los estudiantes. Las edades promedio de los estudiantes que usan esta aplicación se encuentran entre los 15 y 25 años (72.2 %), 26 y 35 años (12.7 %), 36 y 45 años (12.7 %) y más de 46 años (2.5 %) En cuanto al género, 67.1 % mujeres y 32.9 % hombres.
Asimismo, se preguntó a los estudiantes cuántas horas dedicaban a la aplicación Biblioteca Digital. Los resultados muestran que el 3.8 % le dedica menos de una hora, el 31.6 % entre una y dos horas, el 38 % de tres a cinco horas, el 16.5 % de cinco a 8 horas, y solo el 10.1 % no sabe cuántas horas le dedica a la plataforma. Además, se preguntó qué campo de conocimiento consulta: el 65.8 % consulta obras sobre lenguaje y comunicación, el 12.7 % sobre matemáticas, el 17.7 % sobre el campo de histórico y social, y el 3.8 % sobre ciencias naturales (figura 5).
En cuanto a la frecuencia de uso de la aplicación, los resultados fueron los siguientes: el 27.8 % ocasionalmente, el 45.6 % constantemente y el 26.6% muy constante (figura 6).
De la misma manera, se preguntó si habían descargado libros desde la Biblioteca Digital: el 7.6 % nunca lo hace, el 38 % ocasionalmente, el 35.4 % constantemente y el 19 % muy constantemente (figura 7).
Finalmente, se preguntó que le aporta la Biblioteca Digital a su proceso educativo: al 29.1 % le aporta información, al 34.2 % conocimiento, al 30.4 % facilidad de aprendizaje, y al 6.3 % otro tipo de aprendizaje (figura 8).
Por último, en cuanto a la pregunta “¿Qué beneficios aporta la biblioteca digital para la mejora del proceso educativo del estudiante durante el ciclo escolar?”, se puede señalar que este recurso ofrece información muy útil para el desarrollo escolar, lo cual facilita la comprensión de las asignaturas y motiva al alumno a continuar con su mejoramiento. Además, este tipo de tecnologías puede promover el trabajo colaborativo para lograr objetivos.
Discusión
Como ya se mencionó, la aplicación se diseñó para permitir a los estudiantes consultar y descargar libros, lo que garantiza que puedan llevar a cabo sus tareas académicas en la institución. En tal sentido, se observa que los usuarios más frecuentes de esta aplicación son mujeres, con edades comprendidas entre 15 y 25 años, lo que indica que estas personas están familiarizadas con esta tecnología y la encuentran fácil de usar. Además, los estudiantes consultan la aplicación de tres a cinco horas a la semana (38 %), seguidos de aquellos que la utilizan de una a dos horas (31.6 %). Esto sugiere que la aplicación es ampliamente aceptada y resulta muy útil. Siguiendo esta línea, Torres y Cobo (2017) sostienen que la tecnología educativa se ocupa de aprovechar los recursos instruccionales y audiovisuales diseñados para mejorar los entornos educativos.
En cuanto al campo de conocimiento más consultado en la biblioteca digital, el lenguaje y la comunicación lideran con un 65.8 %, lo cual tiene sentido debido a su relación con la tecnología informática. Además, el campo histórico-social se destaca con el 17.7 %. Esto refleja una frecuencia constante de uso durante la semana para desarrollar trabajos, investigaciones, entre otros fines académicos.
Por otra parte, los estudiantes realizan descargas regulares de libros electrónicos para satisfacer diversas necesidades, tanto dentro como fuera de la institución. Llevan consigo información valiosa y esencial para comprender asignaturas o efectuar proyectos de investigación relacionados con otras clases, lo que resalta la utilidad de este tipo de herramientas, que ofrecen apoyo constante y fortalecen el conocimiento y el aprendizaje continuo. Esto difiere del punto de vista de Gómez (2008), quien considera que estos materiales representan la forma en que los estudiantes acceden al conocimiento, lo que subraya la variedad de recursos significativos que una biblioteca digital puede contener, como catálogos, programas de software, entre otros.
Aun así, resulta evidente que la aplicación digital proporciona a los estudiantes conocimiento y facilita el proceso de aprendizaje. Además, la herramienta se orienta hacia el aprovechamiento y el rendimiento, manteniendo la atención de los estudiantes y fomentando el desarrollo de habilidades autodidactas en el estudio e investigación. También promueve el trabajo en equipo y la iniciativa en la resolución de problemas, lo que contribuye a la formación del pensamiento crítico.
En tal sentido, Zapata-Gallegos et al. (2021) sostienen que las tecnologías están transformando la educación continua mediante una variedad de recursos, como libros en línea, tecnología móvil, evaluación digital y aprendizaje social. Esto define una nueva era del conocimiento basada en herramientas digitales que están disponibles tanto para docentes como para estudiantes, lo que amplía las perspectivas y estrategias que conducen a una educación con un impacto social transformador en el entorno educativo digital.
Conclusión
Se puede concluir que la aplicación Biblioteca Digital se ha convertido en un recurso electrónico ampliamente aceptado por los estudiantes, pues ha desempeñado un papel crucial en su desarrollo académico. Esto confirma nuevamente el objetivo original de esta herramienta, que se refleja en su uso constante y en la preferencia por consultar información relacionada con el campo de lenguaje y comunicación debido a su vínculo con las tecnologías informáticas.
Por eso, se puede afirmar que la tecnología debe desempeñar un papel esencial en todos los aspectos de la educación, ya que se ha convertido en herramienta de uso diario. Además, las TIC facilitan diversos aspectos de la educación, como la gestión de tareas a través de aplicaciones utilizadas por los estudiantes, lo que las convierte en recursos indispensables en un entorno de clases en línea. En definitiva, las TIC han llegado para simplificar la vida de los estudiantes y revolucionar la forma en que se comunican y comparten conocimientos a través de una variedad de medios de comunicación.
Futuras líneas de investigación
En la actualidad, con el avance de la tecnología y la digitalización, vivimos en un mundo globalizado e interconectado a través de internet, lo cual ha impulsado un progreso significativo en el campo de la educación y ha abierto nuevas oportunidades para transformar los métodos de enseñanza y aprendizaje. Por lo tanto, la educación y las herramientas digitales plantean las siguientes líneas de investigación: