Introducción
El término de fauna feral hace referencia a animales domésticos que por diferentes causas son abandonados o se han escapado de sus dueños y han adoptado un comportamiento salvaje, así cuando esta fauna regresa a ecosistemas conservados genera efectos negativos, todo esto sucede al alejarse del contacto humano regresando a un comportamiento feroz (Cruz-Reyes, 2009). Estos animales pueden representar un peligro para la fauna silvestre, ya que compiten por los recursos, y pueden depredar a las especies nativas, además, de transmitir enfermedades (Carloza y Morales, 2019). Algunos ejemplos de fauna feral son perros, gatos, cerdos y los caballos; algunos de estos con tasas reproductivas altas, lo cual en muchos casos es imposible controlarlos, además, de tener parásitos, virus, bacterias que causan enfermedades potencialmente dañinas para algunas otras especies incluidos los humanos (Haro Tirado et al., 2023).
Esta fauna doméstica y que posteriormente regresó a los ecosistemas se le conoce como fauna feral o semiferal, siendo estos últimos aquellos animales que mantienen algún tipo de relación con los humanos, pero en ambos casos se alimentan y reproducen en la naturaleza (Jiménez-Alvarado et al., 2017).
Estos animales se pueden agrupar o ser solitarios, y llegan a vivir cerca de zonas urbanas o rurales. Ejemplo de esto son los perros callejeros, los gatos domésticos, pericos y palomas. Toda esta fauna feral o semiferal tiene impactos negativos sobre los ecosistemas que pueden llegar a ocasionar desequilibrios ecológicos, deteriorando la biodiversidad y las relaciones de las redes tróficas (Romo y Hernández-Pérez, 2021).
Esta problemática se encuadra dentro del contexto mundial, está considerada en uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (objetivo 15), vida de ecosistemas terrestres, el cual tiene como finalidad conservar y enfrentar la crisis por la pérdida de la biodiversidad y conservar los servicios ambientales que proveen los ecosistemas en su conjunto (Smith et al., 2021).
Ante la amenaza de la pérdida de ecosistemas y la extinción de especies (local, regional o mundial), este proceso se puede acelerar, ya que participan diferentes factores como el cambio de uso de suelo, incendios, fauna feral, etc., (Maldonado, 2018). Esta acumulación de impactos resulta en la reducción y fragmentación de áreas de distribución, perdida de la riqueza y densidad de las especies (García del Valle et al., 2005).
Una forma de conocer el entorno y los procesos que ocurren en él, es el estudio de la diversidad biológica mediante el uso de cámaras trampa, en últimas fechas estos estudios han cobrado relevancia en México y en el estado de Guerrero, ya que son poco invasivos. Existen algunas referencias de investigaciones mediante fototrampeo para el sureste del país y para Guerrero siendo para este último reducida o limitada (Mandujano, 2019), algunos de estos estudios realizados en el estado de Guerrero, es el realizado por Briseño-Hernández y Naranjo (2021), en Chilpancingo, encontrando ocho especies de mamíferos; de la misma manera otro estudio para Guerrero fue realizado en ocho municipios en diferentes paisajes, reportando 19 especies de mamíferos (Ruiz-Gutiérrez et al., 2020), sin embargo para Acapulco y áreas cercanas al proyecto, las investigaciones son pocas, siendo lo realizado por Marín et al., (2016), el referente más cercano, tomando en cuenta que en todos los casos no se hace mención sobre la fauna feral. Con base en lo anterior el objetivo fue identificar las especies de fauna feral y sus hábitos en una porción de selva mediana ubicada en Acapulco, Guerrero.
Materiales y métodos
Área de estudio
El estudio se realizó en el área que ocupa el Jardín Botánico de Acapulco, el cual se localiza en la parte sur del estado de Guerrero, México. Su fisiografía responde a una posición en la Sierra Madre del Sur en una porción de sierra baja, con un paisaje accidentado, el clima cálido subhúmedo con lluvias en verano, de humedad media, el tipo de vegetación corresponde a selva mediana subperennifolia (INEGI, 2010).
El área de estudio se caracteriza por colindar con zonas urbanizadas o semiurbanizadas, al norte con la colonia Cumbres de Llano Largo y Parque Nacional el Veladero, al sur con el Fraccionamiento La Cima Residencial, al este con la Universidad Loyola y el Parque Estatal Bicentenario y al oeste con la Colonia Cumbres de Llano Largo (Figuras 1 y 2). Los registros de la fotocolecta se encuentran depositados en la plataforma inaturalist.org.
El monitoreo-investigación se realizó en el periodo comprendido de marzo del 2022 a enero del 2023, en una superficie de ocho hectáreas, dentro de esta se colocaron ocho cámaras trampa la cuales fueron georeferenciadas (Tabla 1), (Figura 2).
Sitio | X | Y |
---|---|---|
1 | 409889 | 1860637 |
2 | 409876 | 1860665 |
3 | 409853 | 1860595 |
4 | 409759 | 1860616 |
5 | 409836 | 1860559 |
6 | 409797 | 1860558 |
7 | 409724 | 1860578 |
8 | 409812 | 1860496 |
Fuente: elaboración propia.
Los registros de vertebrados terrestres silvestres se realizaron, e identificaron, utilizando cámaras-trampas automáticas (digitales con sensor infrarrojo de movimiento, marca Kudeback). Cada cámara-trampa fue programada para tomar una fotografía por cada detección, con intervalo de 30 segundos además de video de cinco segundos. Las cámaras fueron ubicadas en sitios donde era posible reconocer el paso de fauna nativa o feral, como los son brechas o caminos naturales dónde transitan los vertebrados, no se utilizó cebo en ningún punto de monitoreo.
Para poder utilizar los registros de manera sistematizada, se consideraron las imágenes capturadas por las cámaras-trampa, con lo que debían tener una separación de más de 24 horas para garantizar independencia (Vásquez-Palacios et al., 2019; Monroy-Vilchis et al., 2011). La determinación taxonómica y nomenclatura se realizó con base en Ceballos y Oliva (2005) y Serna-Lagunes et al., (2023).
Para describir el comportamiento de la fauna feral se determinaron los Patrones de actividad para las especies con al menos 9 observaciones, el número de fotografías se agrupó en intervalos de una hora y para ubicarse dentro de cuatro periodos: a) diurno (08:01-17:59); b) nocturno 20:01-05:59), c) crepuscular (06:00-08:00 y 18:00-20:00) y d) catemeral (especies sin un patrón claro) (Monroy-Vilchis et al., 2011), considerar que en el estudio se mencionan los hábitos o patrones de todas las especies observadas.
Se calculó el Índice de Abundancia Relativa (IAR) para cada especie (Jenks et al., 2011):
Dónde: C= Capturas o eventos fotografiados
EM =Esfuerzo de Muestreo (No. de cámaras * días de monitoreo) Estacional o Total
1000 días-trampa (Unidad Estándar)
Solo se tomaron fotografías independientes para el cálculo de este parámetro. Aunque el estudio se enfoca a la fauna feral a todas las especies observadas se verificó, su categoría en la norma mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 y en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza [IUCN] (2020).
Resultados
Del monitoreo se tiene un esfuerzo de muestreo para las ocho cámaras trampa de 2920 días trampa, con 1184 fotografías, pero solo 62 registros fotográficos independientes para todas las especies; se observaron cinco especies de mamíferos nativos terrestres y dos de mamíferos terrestres asilvestrados o ferales (gato y perro) (Figura 4), las cuales se agrupan en seis familias (Tabla 2). Se reportan dos especies de mamíferos nativos siendo los más abundantes Didelphis virginiana (IAR = 7.53, n = 22) y Dasypus novemcinctus (IAR = 4.10, n = 12), seguidas de los mamíferos ferales Canis lupus familiaris (IAR=3.42, n=10) y Felis silvestris catus (IAR= 3.08, n=9), y menos abundantes son Procyon lotor (IAR = 1.02, n = 3) y Tamandua mexicana (IAR = 0.34, n = 1) (Tabla 3), (Figura 3).
Orden | Familia | Especie | Nombre común | NOM-059-SEMARNAT-2010 | IUCN |
---|---|---|---|---|---|
Didelphimorphia | Didelphidae | Didelphis virginiana Kerr, 1793 | Tlacuache | Lc | |
Carnívora | Procyonidae | Nasua narica (Linnaeus, 1766) | Tejón | Lc | |
Procyon lotor (Linnaeus, 1758) | Mapache | Lc | |||
Felidae | Felis silvestris catus* | Gato común | |||
Canidae | Canis lupus familiaris* | Perro | |||
Cingulata | Dasypodidae | Dasypus novemcinctus Linnaeus, 1758 | Armadillo | Lc | |
Pilosa | Myrmecophagidae | Tamandua mexicana (Saussure, 1860) | Oso hormiguero | Pr | Lc |
Fuente: elaboración propia.
Nombre científico | Nombre común | Núm. de registros | IAR |
---|---|---|---|
Didelphis virginiana | Tlacuache | 22 | 7.53 |
Dasypus novemcinctus | Armadillo | 12 | 4.1 |
Canis lupus familiaris | Perro | 10 | 3.42 |
Felis silvestris catus | Gato común | 9 | 3.08 |
Nasua narica | Tejón | 5 | 1.71 |
Procyon lotor | Mapache | 3 | 1.02 |
Tamandua mexicana | Oso hormiguero | 1 | 0.34 |
Fuente: elaboración propia.
Los patrones de actividad se establecieron para las especies encontradas (Tabla 4), para escaso de las ferales Felis silvestris catus y Canis lupus familiaris presentan hábitos o patrones nocturno 20:01-05:59-crepuscular 18:00-20:00, Dasypus novemcinctus y Didelphis virginiana se clasificaron en nocturno 20:01-05:59, Tamandua mexicana es crepuscular (18:00-20:00) y con actividades crepusculares/nocturnas (nocturno 20:01-05:59- crepuscular 18:00-20:00) Nasua narica, y Procyon lotor. Con esto la fauna feral presenta patrones de actividad que se traslapan con la fauna nativa. La fauna registrada presenta patrones nocturnos y crepusculares siendo estos resultados similares a lo reportado por Hernández-Pérez (2015) y Albanesi et al. (2016).
Nombre científico | Nombre común | Núm. De fotografías | Observaciones en el patrón | Horarios | Patrones de actividad |
---|---|---|---|---|---|
Dasypus novemcinctus | Armadillo | 12 | 11 Nocturno 1 Crepuscular | 20:01-05:59 | Nocturno |
Tamandua mexicana | Oso Hormiguero | 1 | 1 Crepuscular | 18:00-20:00 | Crepuscular |
Didelphis virginiana | Tlacuache | 22 | 21 Nocturno 1 Crepuscular | 20:01-05:59 | Nocturno |
Nasua narica | Tejón | 5 | 3 Crepuscular 2 Nocturno | 18:00-20:00 - 20:01-05:59 | Crepuscular/Nocturno |
Procyon lotor | Mapache | 3 | 2 Nocturno 1 Crepuscular | 18:00-20:00 - 20:01-05:59 | Crepuscular/Nocturno |
Felis silvestris catus | Gato Común | 9 | 6 Nocturnos 3 Crepusculares | 18:00-20:00 - 20:01-05:59 | Nocturno/Crepuscular |
Canis lupus familiaris | Perro | 10 | 3 Crepuscular 7 Nocturnos | 18:00-20:00 - 20:01-05:60 | Nocturno/Crepuscular |
Fuente: elaboración propia.
Discusión
Los índices de abundancia infieren presiones ejercidas por la fauna feral hacia la fauna nativa, considerando también las actividades que se realizan a los alrededores como construcciones, presencia de carreteras que afectan y fragmentación del hábitat. Esto tiene impactos negativos en la riqueza y abundancia de las especies locales, ya que las áreas que rodean al área estudiada son urbanizadas haciendo un efecto de isla en las zonas con vegetación conservada y afectando fauna nativa (McKinney, 2008). Asimismo, se ha demostrado que la fauna feral y la presencia de especies exóticas son uno de los principales componentes que permiten iniciar fuertes desequilibrios en los ecosistemas, lo que puede derivar en la extinción, reducción o desplazamiento de especies nativas, siendo más vulnerables las que se encuentran en categorías de riesgo (Orduña-Villaseñor, et al., 2023). La coexistencia entre la fauna nativa y fauna feral se confirma, observando principalmente que convergen en el patrón de actividad nocturno-crepuscular.
La cantidad mayor de registros se obtuvo entre las 18:00-20:00 y 20:01-05:59, esto en congruencia con los hábitos de los mamíferos neotropicales, este coincide con lo reportado con un estudio realizado en los Chimalapas (63%) donde mayormente los mamíferos son nocturnos/crepusculares (Srbek-Araujo y García-Chiarello, 2005).
Los registros de las cinco especies de mamíferos nativos para la zona de estudio, ya habían sido reportados (Espinosa-Martínez et al., 2017 y Marín et al., (2016), esto indica una diversidad baja, pero que aún se conserva, sin dejar de ser relevante, ya que especies como el oso hormiguero son de importancia ya que esta listado en la normatividad mexicana, con esto la presencia de fauna feral, actividades de caza, personas que habitan la zona y carreteras, seguramente afectan a la fauna nativa. En cuanto a la abundancia los organismos, que presentan los valores más altos son para el armadillo (Dasypus novemcinctus) y el tlacuache (Didelphis virginiana) (Figura 5), para la fauna feral son para el perro (Canis lupus familiaris) y el gato (Felis silvestris catus) (Figura 4), las primeras dos especies que ya han sido reportadas en la zona, algunas de estas son utilizadas o afectadas por los habitantes del área (Espinoza-Martínez et al., 2017).
Respecto del oso hormiguero (Tamandua mexicana), es una especie sujeta a "protección especial" de acuerdo a las leyes mexicanas (NOM-059-SEMARNAT-2010); esta especie es de lento desplazamiento y se observó con una sola imagen la cual fue clasificada en un patrón nocturno convergiendo sus actividades con las de la fauna feral.
Las especies nativas de hábitos nocturnos o nocturnos-crepusculares (Dasypus novemcintus Linnaeus, Didelphis virginiana, Nasua narica y Procyon lotor), tiene que ver o se relaciona con evitar o disminuir la probabilidad de contactos con depredadores incluido el humano; sin embargo, la fauna feral en la zona de estudio presenta hábitos similares, considerando que utilizan los mismos senderos y en algún momento se presentan encuentros entre fauna nativa y feral.
Así horarios de actividad y senderos de tránsito en común para las especies nativas y ferales (Felis silvestris catus y Canis lupus familiaris), reafirman el riesgo de depredación (Tabla 4; Figura 4).
Conclusión
La presencia de especies asilvestradas o ferales tiene hábitos nocturnos-crepusculares los cuales coinciden con los de la fauna nativa. Las especies ferales se ubican dentro de las cuatro con mayor número de registros y abundancia relativa
Los impactos de la fauna feral son la depredación de fauna nativa, transmisión de enfermedades (zoonosis), por lo que se requieren programas de atención para el control de esta, donde se considere la educación ambiental, para la esterilización, vacunas y cuidado de la fauna antes de ser feral. En todos los casos para el control de la fauna feral se debe considerar la legislación aplicable tanto federal, estatal como municipal.
Para especies ferales o asilvestradas se deben considerar acciones de exclusión o contención para evitar encuentros con la fauna nativa. Aunque el número de especies es bajo para la zona de estudio, se recomienda seguir evaluando las especies ferales a largo plazo para determinar el impacto a futuro.
Futuras líneas de Investigación
A partir de las evidencias obtenidas, han surgido diversas interrogantes que pueden considerarse en futuros estudios. Uno de los puntos a considerarse, será conocer de manera puntual los posibles encuentros entre fauna feral y fauna nativa, con la finalidad de cuantificar los impactos sobre la fauna nativa, asimismo, conocer tamaño y ubicación de poblaciones de fauna feral para tener como base o referencia en futuros estudios