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Cultura y representaciones sociales

versión On-line ISSN 2007-8110

Cultura representaciones soc vol.15 no.30 Ciudad de México mar. 2021  Epub 13-Feb-2023

 

Artículo (Casos)

Representaciones sociales del manejo de residuos y desechos sólidos para la conciencia ecológica en la gestión universitaria de los comedores ULA -Mérida-Venezuela

Social representations of scraps and solid waste handling for ecological awareness in the university management of food services ULA -Mérida-Venezuela

Lizbeth Del Valle Rojas Parra

Glenda Beatriz Da Silva Quiroz


Resumen

Este aporte investigativo en el contexto de los comedores universitarios pretende develar las subjetividades intangibles en los actores sociales involucrados. Se orientó nuestra mirada fenomenológica e interpretativa para develar las representaciones sociales (RS) del manejo de residuos y desechos sólidos (MRDS) para la conciencia ecológica en la gestión universitaria de los comedores ULA-Mérida-Venezuela, las cuales emergieron producto de la cultura, experiencias y múltiples interacciones de los actores sociales. Esto nos permitió interpretar y comprender los significados que le otorgaron a dicho manejo. Esta investigación se desarrolló desde una perspectiva cualitativa del paradigma interpretativo, acorde con una ontología relativista, a partir de la epistemología del interaccionismo simbólico y el método fenomenológico hermenéutico, y se sustenta en la perspectiva de la teoría de las RS propuesta por Moscovici desde el enfoque procesual. La trascendencia de la investigación reside en el entretejido artesanal recursivo e idiográfico de la metodología para la interpretación y comprensión de los significados. Se utilizó la entrevista en profundidad y una lista de palabras asociativas a los actores sociales, quienes aportaron narrativas que nos permitieron develar y caracterizar las RS observadas. La comprensión e interpretación de estas sentó las bases para la construcción de la aproximación teórica de las RS del MRDS para la conciencia ecológica en la gestión universitaria de los comedores ULA-Mérida-Venezuela.

Palabras clave:  gestión universitaria; representaciones sociales; conciencia ecológica; comedores universitarios; manejo de residuos y desechos sólidos

Abstract

This research contribution in the university context, specifically in food services, aims to reveal intangible subjectivities of the social actors involved under this study field. Our phenomenological and interpretative gaze was oriented to unveil the Social Representations (RS) of scraps and solid waste handling (MRDS) for ecological awareness in the university management of the ULA-Mérida-Venezuela food services, which emerged as a result of culture, experiences and multiple interactions of social actors, allowing us to interpret and understand the meanings they gave to such management. This research was carried out on the qualitative perspective, interpretive paradigm, according to a relativistic ontology, epistemology of symbolic interactionism and the hermeneutical phenomenological method, supporting this contribution in the theoretical perspective “Theory of the RS” proposed by Moscovici from the procedural approach. The significance of the research lies in the recursive and idiographic artisan interweaving of the methodology for the interpretation and understanding of the meanings. The in-depth interview and list of associative words was used to the social actors who contributed their narratives that allowed us to unveil and characterize the unveiled srs, whose understanding and interpretation laid the foundations for the construction of the theoretical approximation of the SRS of the MRDS for ecological awareness in the university management of the dining rooms ULA-Mérida-Venezuela.

Keywords: university management; social representations; ecological awareness; university food services; scraps; and solid waste handling

Preámbulo

El nuevo estilo de gestión universitaria busca la transformación de formas de pensar, no solo se desea la transmisión de información pertinente, sino también la promoción de espacios para la reflexión, el discernimiento y la interpretación que se traduzcan en comportamientos conscientes orientados al bienestar de la comunidad intra y extrauniversitaria de influencia.

La comprensión de la operatividad de las universidades permite develar el efecto ambiental que su gestión tiene en cada una de las dependencias, sean estas académicas, administrativas o de apoyo; sin embargo, para el adecuado desarrollo de las actividades académicas y administrativas, se requiere el funcionamiento de elementos que provean soporte técnico a los servicios estudiantiles, debido a que gran parte del trabajo de las universidades está dirigido a atender las necesidades académicas, la alimentación, el transporte y la vivienda de la masa estudiantil, lo que repercute en la generación de una gran cantidad de residuos y desechos sólidos (RDS), sobre todo en lo que a alimentación se refiere en los comedores universitarios.

En este orden de ideas, la preparación y el servido de los alimentos dependerán de la materia prima que se adquiera en el mercado, que es procesada y transformada en preparaciones comestibles. Para ello, el comedor ejecuta lo que se conoce como flujo de trabajo en línea recta, que, según Tejada (1990), “es el movimiento de los materiales, empleados, usuarios, equipo, o cualquier otro elemento envuelto en la operación de un servicio de alimentación” (p. 49). Ese movimiento explica las diferentes funciones que se realizan en cada una de las áreas del comedor, desde la planificación alimentaria, la adquisición en el mercado de la materia prima, hasta su recepción, almacenamiento, producción, distribución y consumo.

Este procesamiento de alimentos ocasiona RDS orgánicos e inorgánicos, los cuales requieren, para su manejo eficiente y adecuado, la promoción de una conciencia ecológica del cumplimiento de prácticas responsables en la gestión de los comedores, de manera que coadyuven al proceso de protección ambiental dentro y fuera del recinto universitario. Tal escenario exige de los comedores universitarios prácticas amigables con el ambiente, y dichas acciones son responsabilidad directa de todo el personal involucrado en la gestión del comedor universitario (profesional, técnico, operario y usuario), quienes promueven el desarrollo de tareas culinarias del servicio de comedor.

De lo expuesto deducimos que la existencia o no de una conciencia ecológica es propia del individuo, que como ser social está llamado a la continua interacción con el mundo que lo rodea, puesto que gran parte de su comportamiento está determinada por la cultura, sus experiencias y por las múltiples interacciones que se producen entre el contexto (personal, social y laboral) y los demás individuos. Lo descrito promueve en la persona ideas simbólicas que luego se transformarán en conductas. Este simbolismo cognitivo, según Moscovici (1961), se conoce como representaciones sociales (RS).

Desde la perspectiva de las RS se plantea la relevancia de un sistema de nociones, sentimientos y prácticas construidas que ubican a los sujetos en su comunidad y cultura, las cuales constituyen una guía con información para que las personas incorporen en su sentido común y en el lenguaje cotidiano, para así interpretar hechos determinados, apropiarse de conductas específicas y comprender su realidad y cotidianidad. Sobre esta configuración teórica-social de la RS se tiene el propósito de develar, interpretar y comprender los significados que, desde su práctica cotidiana, tienen los diferentes actores sociales de los comedores universitarios de la ULA-Mérida-Venezuela sobre el MRDS para la conciencia ecológica.

Contextualización y ámbito de estudio: fundamentación teórica y metodológica

Se torna interesante comprender cómo diversas universidades han internalizado la importancia de ampliar la visión de gestión universitaria hacia espacios de reflexión que permitan el desarrollo de acciones que vayan en función de la promoción de una conciencia ecológica para la protección del ambiente, específicamente del MRDS en aquellas dependencias que proporcionan servicios a los estudiantes, población muy superior al personal que labora en las universidades. Por tal motivo, son numerosas las instituciones de educación superior, entre ellas las universidades nacionales experimentales, universidades e institutos universitarios privados y las universidades nacionales autónomas, que se han acoplado al cumplimiento de actividades en pro de generar una conducta responsable para proteger al entorno de los daños producidos por el desconocimiento del MRDS.

Dichas actividades se enmarcan en la responsabilidad social empresarial (RSE). Así, Esparza (2017) afirma que:

el enfoque de gerencia para la protección ambiental establece un compromiso consciente y congruente de cumplir integralmente las expectativas económicas, sociales y ambientales de todos sus participantes, demostrando respeto por la gente, los valores éticos, la comunidad y el medio ambiente” (p. 161).

Por lo tanto, consideramos que, para iniciar el camino hacia la conciencia ecológica a nivel universitario, es importante un cambio de cultura y el develamiento e interpretación de formas de pensar, de significados, desde los actores sociales involucrados, para un impacto ambiental positivo.

En nuestra opinión, el MRDS a nivel de la gestión universitaria dentro de la RSE demanda la posibilidad de transformar hábitos de consumo en cada dependencia y en la sociedad en general, que contribuya a disminuir la generación de residuos, promoviendo a su vez la cultura de reciclaje y reutilización; por lo tanto, resulta imperante promover la conciencia ecológica que permita fortalecer la transmisión de conocimiento con relación al tópico antes mencionado como parte importante de la conservación del ambiente intra y extrauniversitario.

Los comedores son lugares específicos donde se ofrece alimentación a un grupo de personas. En consecuencia, en el devenir del tiempo los comedores universitarios se han transformado hasta llegar a necesitar una estructura operativa, técnica y administrativa en su gestión interna. Esto los caracteriza en tiempos modernos, además de la utilización tecnología adecuada, planta física, recursos financieros y talento humano que interactúan entre sí para conformar una organización que se comporta como un sistema complejo. Como lo señala Tejada (2007):

El modelo de sistema de servicio de alimentación proporciona un método lógico para ver a la organización en su totalidad, examinar las interrelaciones entre sus elementos y subsistemas y analizarla en relación con un ambiente continuamente cambiante. Ello se debe a que este enfoque abarca una filosofía administrativa, un método de análisis y un estilo de dirección (p. 20).

Ahora bien, el hecho de ofrecer una asistencia alimentaria y nutricional a una colectividad estudiantil de una universidad del sector público venezolano implica a su vez la necesidad de gerenciar de manera óptima los recursos disponibles. Al respecto, Reay (1997), Sánchez (1999), Aranceta (2000), Guerrero (2001) Tejada (2007) y Morfín (2010) manifiestan que cuando se trata de adaptar la alimentación individual a colectividades, se debe considerar la gestión de los recursos que permita el manejo adecuado de los procesos que se requieren para la elaboración masiva de la alimentación.

En relación con los comedores como organización, Araluce (2001) refiere que “Los comedores como organización intercambian materiales, energía e información con su medio, recibe estas entradas y las exporta transformadas en productos y servicios. Por tanto, mantiene una dinámica interacción con su ambiente (conformado por los clientes, proveedores, competencia, entidades sindicales, órganos gubernamentales y muchos otros agentes externos). Influye sobre el ambiente y de él recibe influencias” (p. 14).

Sobre la base de lo planteado por Araluce, se divisa que la interpretación del ambiente en el ámbito de los comedores se ve reducida a una condición de proveedor de la materia prima, y es considerado como recurso primario para el desarrollo de las actividades inherentes, sin que sea apreciado bajo lineamientos de uso racional y de conservación a largo plazo. Esto nos orienta a pensar que el papel del ambiente en los comedores se circunscribe en la medida en que satisfaga las necesidades humanas, y existe la percepción errónea de que la contribución que hace el ambiente para el desarrollo organizacional no tiene influencia en el deterioro de aquel en el tiempo.

Es así como Pierri (2005, citado por Saputelli, 2014) señala que existen tres corrientes de pensamiento: una ecologista conservacionista, una de ambientalismo moderado y una crítica humanista, las cuales conformaron la definición de conciencia ecológica y han abierto paso a una interpretación más extensa sobre esta en organizaciones como los comedores universitarios.

En nuestra opinión, a nivel mundial ha sido difícil alcanzar una verdadera conciencia ecológica. Al respecto, coincidimos con Ramírez (2018) a propósito de que una comprensión actualizada de las relaciones que se establecen entre los seres humanos y el entorno nos lleva a analizar e interpretar las interacciones, interdependencia e intercambio de recursos entre la organización social y el ambiente.

Reflexionamos al respecto, que los comedores universitarios son una dependencia dentro de la universidad, y como instituciones al servicio de los estudiantes, no deben omitir dicha responsabilidad, precisamente porque, según Bosque (2011) y Farrás (2018), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente indica que más del 50 % de los residuos y desechos de productos orgánicos e inorgánicos a nivel mundial se producen como resultado de la ineficiencia en la cadena de producción controlada por humanos. Tal es el caso de restaurantes y cocinas industriales, y un estudio realizado en la Universidad Autónoma de Barcelona señala que un 10 % de la comida que compran termina en la basura. Nuestro comportamiento, acciones individuales cotidianas y conducta responsable inciden sobre otras personas para lograr beneficios reveladores en el ambiente.

Al referirnos a la conducta responsable, asumimos que el ser humano, por su naturaleza social, permanece constantemente estableciendo interacciones en el medio en donde se desenvuelve, lo que le permite conocer la realidad que lo rodea a través de interpretaciones que surgen de los procesos de comunicación y del pensamiento social; son las denominadas RS, las que las condensan y, como resultado, refieren a un modo concreto de conocimiento que tiene una función decisiva sobre cómo las personas piensan y organizan su vida diaria, lo que los autores denominan el conocimiento del sentido común.

Asumir una conciencia ecológica y llevarla a un comportamiento observable repercute en la protección del ambiente intra y extrainstitucional, pues quienes están interesados y convencidos de que un manejo integral de los RDS requiere de una conciencia que desarrolle una conducta responsable responden a las exigencias de una sociedad cambiante en corto tiempo y a factores contextuales y situacionales que han llevado a la proposición de estrategias educativas sin resultados alentadores en muchas ocasiones.

Santa (2017) y Paso (2018) refieren la identificación de formas de enseñanza-aprendizaje para desarrollar y modificar actitudes hacia los problemas ambientales, y a conocer la importancia de la participación activa de las personas involucradas para la adecuada toma de decisiones en el diseño de soluciones a dichos problemas. En este mismo orden de ideas, Cayón y Pernalete (2011) y Santa (2017) documentan la necesidad de que cada uno de los subsistemas de la educación, tanto públicos como privados, determinen el nivel de conciencia ambiental, vislumbrando la importancia de crear espacios de reflexión para promover, a través de la capacitación, conductas ambientalistas al interpretar las ideas, creencias, formas de pensar, sentimientos y afectos hacia una problemática ambiental específica.

Las posiciones de Cayón y Pernalete (2011), Santa (2017) y Paso (2018) se intercomplementan al identificar dos dimensiones distintas en el comportamiento y pensamiento del individuo en la educación ambiental. Para los primeros autores, la educación puede influir en la conducta responsable o no hacia los problemas ambientales; mientras que los segundos autores centran su atención en la importancia de desarrollar la conciencia ecológica por medio de la capacitación, la cual debe basarse en la comprensión de creencias, formas de pensar y actitudes en torno a la temática ambiental.

Por ello, Rodríguez, Assmar y Jablonski (2004) y Páramo (2017) consideran que el comportamiento no solamente es producto de estímulos externos, sino que es influenciado de igual manera por las creencias, las opiniones, el conocimiento y las actitudes sobre un fenómeno social; estas últimas para la sociología son las que cumplirían una función de puente entre el individuo y la sociedad. Por lo tanto, según los autores mencionados, la formación de actitudes puede ser consecuencia directa del conocimiento que se tenga sobre el fenómeno social, así como la creencia u opinión a favor o en contra de este. Para Salazar, Montero, Muñoz y colaboradores (2014):

la actitud social se define como una organización duradera de creencias y cogniciones en general, dotada de carga afectiva a favor o en contra de un fenómeno social definido, que predispone a una acción coherente con las cogniciones y afectos relativos al mismo (p. 86).

En tal sentido, a partir de los planteamientos de Rodríguez, Assmar y Jablonski (2004), Páramo (2017) y Salazar et. al. (2014), presumimos que los aspectos cognitivos y afectivos que los actores sociales tienen sobre el fenómeno del proceso de MRDS articulan la forma de actuar en la sociedad con respecto a la temática, lo que se puede percibir en el lenguaje y en las RS develadas, las cuales permitieron reflexionar sobre la manera en que los individuos realizan la construcción social sobre su ámbito de influencia, considerando cuestiones como su papel en el proceso productivo e intereses de diversa naturaleza, como de gestión, económicos, culturales o vivenciales.

Por lo tanto, se establece en este punto una relación con la psicología ambiental como rama de la psicología social, ciencia caracterizada principalmente por sus aportes para mejorar la vida cotidiana con respecto a la actitud frente a problemas que pudiesen afectar el ambiente, que puedan fortalecer la conciencia sobre el mismo en el desarrollo de una visión en pro de la defensa del planeta. Para Berenguer, Corraliza, Martín y Oceja (2001) y Corraliza y Collado (2019), la psicología ambiental es ciencia aplicada, ya que ha desarrollado estudios investigativos específicos sobre la percepción, evaluación y actitudes del individuo frente a situaciones en su vida cotidiana, todo lo cual ha permitido corroborar la importancia del papel que tiene el individuo como sujeto que presenta una mezcla de interacciones sociales, sentimientos, creencias y valoraciones, en la resolución de los problemas que afectan el ambiente, al desarrollar la conciencia para la toma de decisiones, que se vea reflejada en una conducta responsable.

El abordaje de las RS en los comedores universitarios permite comprender la dinámica de las interacciones sociales y explicar así la presencia o ausencia del cumplimiento de prácticas responsables relacionadas con el MRDS, ya que la representación, el testimonio y la acción se generan recíprocamente. Como lo indica Banchs (2000), la importancia de los estudios de las RS se deriva de que “permite conocer, desentrañar y cuestionar el núcleo figurativo de una RS alrededor del cual se articulan creencias ideologizadas, pues ello constituye un paso significativo para la modificación de una representación y por ende de una práctica social” (p. 22).

A propósito de ello, la visión de las RS sobre el MRDS de los comedores universitarios será la resultante de conocer, describir e interpretar los significados que sobre la temática tienen los actores sociales para comprender sus motivaciones, creencias, opiniones y actitudes que pudieran estar amenazando o favoreciendo el desarrollo de una conciencia ecológica. Es así como, desde el punto de vista investigativo, las RS han tomado una posición relevante en la temática ambiental, en un intento por querer comprender los procesos cognitivos y simbólicos de las personas y su comportamiento frente al ambiente.

Para el abordaje de las RS es importante mencionar una de las principales líneas de investigación que se han perfilado en el tiempo; según Pereira de Sá (1998, citado por Araya, 2002), es la que da a conocer la escuela clásica, desarrollada por Denise Jodelet y vinculada con la propuesta inicial de Serge Moscovici: la vertiente procesual, la cual hace énfasis en el aspecto constituyente de las RS y no en el constituido, es decir, en los procesos, basándose en supuestos cualitativos y privilegiando el análisis de lo social, de la cultura y de las interacciones sociales.

De allí que, para Banchs (2000) “el polo procesual sería el que va más allá, hacia una postura socioconstruccionista, ciertamente originada a partir de los postulados interaccionistas y claramente influenciada por la literatura foucaultiana, sobre todo en términos de análisis del discurso” (p. 35). Esta vertiente procesual, para la presente investigación, asume algunas características del interaccionismo simbólico en tanto permite el estudio de las múltiples interacciones entre los actores sociales y el ámbito del comedor, dando mayor importancia y énfasis a los significados que otorgan al MRDS. En este punto, la investigación se desarrolló bajo el enfoque cualitativo, el paradigma interpretativo y sobre la base de la teoría de las RS a través de su vertiente procesual. Para efectos del desarrollo del plano procedimental, los llamados actores sociales fueron elegidos por tener vinculación directa con el contexto y el ámbito idiográfico de la investigación. A continuación, se presentan las fases cumplidas en el desarrollo investigativo:

Fase 1. Descripción de la realidad social. En esta fase fue posible un acercamiento a la realidad social estudiada desde diferentes matices: a) vivencial: las entrevistas preliminares realizadas a nueve actores sociales involucrados en el estudio, aquellos sujetos involucrados en la generación y gestión del MRDS en los comedores universitarios ULA-Mérida (profesionales, trabajadores del nivel operario, estudiantes y trabajadores del nivel directivo) para obtener su percepción inicial acerca de la realidad estudiada; b) experiencial: a partir de la formación y experiencia como profesional con experticia en el área de gerencia de servicios de alimentación, lo cual permitió validar el proceso de gestión en el ámbito de estudio, y c) teórica: la cual derivó en la revisión exhaustiva de los aportes teóricos de autores que contribuyeron con información sobre los elementos que conforman el objeto de estudio referentes a la gestión universitaria, MRDS, RS y conciencia ecológica, con lo que se refleja al mismo tiempo lo inédito de la investigación.

Fase 2. Búsqueda de múltiples visiones. Esta parte de trabajo de campo y vivencial permitió considerar las opiniones, creencias y formas de pensar de los actores sociales hacia el fenómeno en estudio, además de los aportes de autores e investigadores sobre el MRDS en el ámbito de los comedores universitarios y la interpretación como ente cognoscente.

Fase 3. Búsqueda de formas de pensar. Una vez establecido el contacto con los actores sociales, se empleó, como técnica de recolección de la información, la entrevista en profundidad y la asociación de palabras, lo cual facilitó obtener un registro mediante grabación de audio de los discursos en su contexto natural a través de observaciones e interacciones dialógicas, cuidando la ubicación dentro de la perspectiva interpretativista, ontología relativista y epistemología del interaccionismo simbólico.

En este sentido, Corbetta (2007) señala que “con la entrevista, el investigador registra los comportamientos y las motivaciones de los actos mediante la descripción que dan de ellos los propios sujetos, a los que se interroga sobre sus experiencias, sentimientos y opiniones” (p. 302). En cuanto a la técnica de asociación de palabras, esta consiste en un tipo de analogía entre elementos que comparten alguna similitud de significado para sustituir a uno por el otro. Esta técnica, según Zamora (2014), fue creada por Carl Jung, médico psiquiatra creador de la psicología analítica, quien se dedicó a la exploración del “espacio interno” y creó el test de asociación de palabras, una prueba proyectiva que se caracteriza por la presentación de un listado de términos a modo de estímulos, que exigían del paciente la expresión espontánea de sus acciones lingüísticas inmediatas.

Por otra parte, se encuentra que, posterior al aporte de Jung, la asociación de palabras que dan origen a las metáforas tiene su sustento epistemológico a partir de la teoría existencialista propuesta por Lakoff y Johnson (1995), quienes plantean que esta va más allá del aspecto sensato del lenguaje, lo cual permite la construcción de conceptos a partir de otros, y ese proceso depende de la experiencia cotidiana vivida en el mundo. Para los mismos autores, el uso de la metáfora guía lo que pensamos y actuamos, pues pensamiento y acción cotidianamente son de naturaleza metafórica.

De esta forma, para la presente investigación se aprehende lo establecido por Rojas (2014), en tanto se plantearon palabras de diferente índole, como estímulos relacionados con la realidad en estudio (residuos sólidos, desechos sólidos, conciencia ecológica y MRDS). Se diseñó un listado de seis palabras para cada estímulo, en donde se le sugirió a los actores sociales que realizaran una asociación libre con una palabra del listado y posteriormente expresaran el porqué de dicha asociación, lo cual constituyó el discurso proveniente de este instrumento de recolección. En el cuadro 1 se muestra el listado de palabras.

Cuadro 1 Listado de palabras asociativas 

¿Con qué palabra asociaría usted residuos sólidos?
Zorrillo
Nueva vida
Compactadora
Dinero
Alimentos
Pilas recargables
¿Con qué palabra asociaría usted desechos sólidos?
Cerdo
Chatarra
Humo
Cristal
Hospital
Alimentos
¿Con qué palabra asociaría usted conciencia ecológica?
Tierra
Siembra
Sonrisa
Desierto
Fruto dulce
Madre
¿Con qué palabra asociaría usted manejo de residuos y desechos sólidos?
Dinosaurio
Tortuga
Analfabeta
Cerebro
Tráfico vehicular
Ganador

El conjunto de palabras presentes en el listado fueron escogidas según la experiencia cotidiana y laboral, reflexionando sobre lo que comúnmente pudieran pensar al referirse a la temática y que denota al mismo tiempo la presencia o no de información al respecto, tomando como base las propuestas teóricas de RS de ambiente de Reigota (2008), Andrade-Junior, De Souza y Brochier (2004) y Gutiérrez (2011), las cuales son RS naturalistas, globalizantes, antropocéntricas utilitaristas, antropocéntricas pactadas y antropocéntricas culturales, permitieron la develación de las RS del MRDS para la conciencia ecológica en los comedores universitarios ULA-Mérida. Estas se caracterizaron de acuerdo con las dimensiones de las RS propuestas por Moscovici (1961): de información y de actitud; y las palabras asociativas seleccionadas permitieron la caracterización de la tercera dimensión: el campo de representación.

Consideraciones conceptuales: a propósito de las representaciones sociales y la conciencia ecológica

Si las estrategias de gestión ambiental que se requieren para lograr una conducta responsable se instauran en el conocimiento más profundo y más acorde a la realidad obtenido del estudio de las RS, ciertamente serían más efectivas a la hora de conseguir ese cambio de comportamiento ante los problemas ambientales. Es así como Ibañez (1994, citado por D’Amato, 2004) señala que “las RS son generadoras de toma de postura, actúan como un conocimiento de sentido común que dictamina la conducta de los individuos” (p. 70).

Desde el punto de vista histórico, existe una relación entre el concepto de RS propuesto por Moscovici en 1961 y el señalado por Durkheim como representaciones colectivas, quien las refiere como formas comunes de la concepción, pensamiento y evaluación de la realidad social. Según Moscovici, todos los individuos contribuyen a la formación de las RS a través de las interacciones en la estructura social. Se refieren a una interacción social moderna en donde el individuo tiene cierta autonomía y de algún modo están más liberados de las uniones sociales tradicionales como la familia, religión, clase social, que han guiado el comportamiento del individuo, por lo que existe un mayor grado de elección relacionado con los modos de vida alternativos, aunado a las diversas estrategias diseñadas para llegar allí, todo lo cual hace que las RS se modifiquen y siempre estén emergiendo otras nuevas.

Desde esta perspectiva, los individuos presentan una gran variedad de conocimientos sobre la sociedad a la cual pertenecen, y pueden elegir o generar un abanico amplio de RS que a su vez se diversifican y abren paso a los procesos de transformación producto de la interacción social y la comunicación entre los grupos. De la misma manera, los contenidos de las RS reflejan de diversas formas contextos históricos, culturales y económicos, circunstancias y prácticas vividas.

Al indagar un concepto de RS, encontramos diversos autores que señalan que son los diferentes tipos de conocimientos colectivos, conocidos también como sentido común, que están relacionados con el desarrollo social, los bienes culturales y simbólicos, lo cual es representación de algo. Es así como, para el propio Moscovici, las RS se refieren al contenido del pensamiento cotidiano y al acervo de símbolos que dan coherencia a nuestras ideas religiosas, políticas y a las conexiones que se crean espontáneamente, todo lo cual hace posible la clasificación de las personas y objetos para comparar y explicar los comportamientos y objetivarlos como parte de nuestro entorno social.

Para ampliar la comprensión del fenómeno de las RS se puede recurrir a la definición de Araya (2002), quien las ilustra como un sistema de valores, ideas y prácticas con una doble función: establecer un orden que permita a los individuos orientarse en su mundo material y social a fin de dominarlo y permitir la comunicación entre los miembros de una comunidad al proveer un código para el intercambio social y uno para nombrar y clasificar los diversos aspectos de su mundo y de su historia individual. Sobre la definición anterior, asumimos que las RS no deben ser vistas como patrones de pensamiento lógico y coherente; de hecho, pueden estar llenos de fragmentos de pensamientos e ideas contradictorias. Es por ello que esta teoría hace referencia al concepto de polifasia cognitiva, es decir, al hecho de que el pensamiento cotidiano puede caracterizarse por ser diferente, a veces opuesto, a las formas de pensamiento.

Según Curiel (2012), con la teoría de las RS el interés se dirige hacia lo colectivo y no a lo individual, pues todo estará orientado a la comprensión del pensamiento colectivo. Al respecto, refiere: “esto implica un paso del nivel interpersonal al nivel social y cultural, de hecho, las nociones del saber popular forman parte de la esfera cultural” (p. 239). Las RS, en cuanto cogniciones del pensamiento colectivo, se consideran importantes para la comprensión de las creencias y puntos de vista en torno a fenómenos ambientales como la generación de RDS, pues la perspectiva del colectivo puede presentarse de diferentes maneras: creando tensiones en la sociedad, desafiando la vida cotidiana de los actores sociales. Estos fenómenos resultan especiales para observar cómo las RS se van modificando y transformándose en nuevas, precisamente producidas por las interacciones entre los grupos.

Para Reigota (2008), por el carácter variado y difuso que tiene la temática ambiental para la sociedad, esta es considerada como una RS, es decir, la definición que aportan puede estar influenciada por las creencias, conocimientos y valores que finalmente se traducen en una conducta positiva o negativa hacia cualquier tópico del ambiente. De allí que, según el autor, la comprensión e interpretación de las diferentes RS que puedan emerger en un grupo determinado sobre algún aspecto del ambiente, como el MRDS, debe ser la base para buscar soluciones a problemas ambientales.

Se hace necesario destacar la influencia teórica de Reigota (1990, citado por Flores, 2013), quien propone una tipología de RS que es retomada posteriormente en la mayoría de las investigaciones sobre tópicos relacionados con el ambiente: a) RS naturalistas, que evidencian los elementos naturales y de conocimiento sobre la realidad ambiental; b) RS globalizantes, cuando se consideran las interacciones entre los aspectos sociales y la realidad ambiental en estudio, y c) RS antropocéntricas, cuando se presentan la utilidad de dicha realidad para la vida de los humanos.

De la misma forma, autores como Andrade-Junior, De Souza y Brochier (2004) identifican las RS antropocéntricas utilitaristas y RS antropocéntricas pactadas, siendo las primeras las que privilegian los beneficios que la realidad ambiental en estudio tiene para el ser humano; mientras que en las segundas el hombre se visualiza como un elemento central, cuyas acciones u omisiones pueden favorecer o dañar dicha realidad. Y surge un tercer tipo de RS antropocéntrica, la cual se retoma de la clasificación propuesta por Gutiérrez (2011) denominada cultural, en donde predominan dos visiones, una de los fines de la sociedad y otra realista para enfocarse en las actividades cotidianas de la mayoría de las personas, con lo que en ambas resalta el papel de la educación, la cultura y los valores.

Por ello, realizar una investigación tomando como base la teoría de las RS repercute en la producción cognitiva de los participantes, así se permite la conceptualización de lo real a partir del descubrimiento del conocimiento previo, y se reconstruye la realidad sobre el MRDS para la conciencia ecológica a nivel de la gestión universitaria de los comedores ULA-Mérida. Esto da forma al sentido común, el cual es tomado en cuenta para comprender la realidad en estudio. Al respecto, se expresa que la concepción social del ambiente y de todo lo concerniente ha hecho que las investigaciones realizadas no definan como objeto de estudio al ambiente en sí, sino a la red de interrelaciones entre la sociedad y este, lo que hace que emerja la necesidad de ser abordados e interpretados bajo la teoría de las RS para así comprender los significados que las personas tienen acerca del MRDS para la conciencia ecológica en dichos comedores.

Es así como Kadi, Forero y García (2012) señalan que la gestión ambiental es primordial para comprender cómo influyen las conductas del hombre hacia el ambiente, entendiendo el impacto de sus actividades para hacer énfasis en la protección ambiental que permita el desarrollo de una conciencia ecológica. Según la Real Academia Española (2014), el término conciencia tiene varias definiciones dependiendo del contexto donde se requiera. Así, al referirnos al ambiente, la conciencia ecológica constituye un conocimiento claro y reflexivo de la realidad ambiental, que permite a la persona enjuiciar moralmente dicha realidad y sus actos, en especial los propios.

En el mismo orden de ideas, Carrasco y La Rosa (2013) señalan que “la conciencia ecológica está relacionada con las actitudes tomadas por las personas con el fin de contribuir con el cuidado y mantenimiento sostenible de su entorno, para que, de esta manera, se alcance un beneficio para toda la sociedad” (p. 35). Sin embargo, a pesar de que constituye una forma de accionar proactiva con la finalidad de recuperar el equilibrio ecológico, consideramos que el proceso para adquirirla es complejo, puesto que implica toda una formación familiar, social, ética y política, que incluye pasos importantes como la sensibilización, conocimiento, socialización, valoración y acción, que se cumplen a lo largo de la vida, y que pueden no tener bases sólidas, lo que impide una conducta amigable y responsable con el ambiente.

Ahora bien, dejando clara la definición de conciencia ecológica en líneas anteriores, nos apropiamos de la evidencia de que esta debe ser interpretada como el objetivo principal en el proceso de gestión de cualquier organización, y se debe anhelar alcanzarla por todos los actores sociales para lograr parte del desarrollo sostenible ansiado por la población mundial. Por ello, es necesario integrar saberes relacionados e interesados en la temática, como la educación ambiental, la psicología ambiental (subárea de la psicología social), así como la interrelación de ambas, para encontrar una nueva forma de entender, abordar y dar respuesta a la problemática planteada.

En este mismo orden de ideas, definir la conciencia ecológica nos orienta para integrar y mencionar los enfoques teóricos que han permitido su estudio y son precisamente aquellas teorías que han abordado la preocupación ambiental desde aproximaciones sociológicas y del comportamiento ambiental encontradas en la psicología ambiental. Entre las teorías se toman en consideración los principios de la teoría del valor, las normas y las creencias hacia el medio ambiente (TVNC), planteada por Stern y colaboradores en 1999, la cual, según Torres, Barreto y Rincón (2015), propone que la conducta ecológica puede explicarse a partir de los valores, las creencias generales sobre el ambiente y sus tópicos, el grado de concientización, la adscripción de responsabilidad y la norma moral.

Para Corraliza y Collado (2019), las teorías que explican la conducta ambiental permiten visualizar que “dicho contexto vendría determinado, desde la epistemología dinámica de la Psicología Social lewiniana, por un espacio vital resultado de hechos cuasi-físicos y cuasi-sociales que mediatizan y modelan el comportamiento ambiental del individuo, siempre y cuando tengan existencia psicológica” (p. 41). De esta integración resulta la concepción de una conciencia ecológica basada en tres dimensiones: cognitiva, afectiva y conductual, donde se valora la autodependencia entre estas y sus respectivos indicadores, los cuales se representan como componentes para la creación de conciencia ecológica.

Por otra parte, se interpreta que la conducta ambiental del hombre, descrita y comprendida a través de las RS, permite observar los puntos de coincidencia entre estas, la TVNC y la conciencia ecológica, puesto que dependen de las percepciones y conocimientos que tenga el individuo sobre un problema ambiental específico, que al comprenderlos desde una visión colectiva, resulta el análisis de las RS que las caracteriza sobre la base de las dimensiones de información (conocimiento sobre la temática), campo de representación (organización del conocimiento) y actitudes (propensión favorable o negativa hacia el objeto de representación).

De esta manera, Corraliza, Berenguer, Moreno y Martín (2006) señalan que la interpretación de la conciencia ecológica emergente constituye un paso básico al momento de diseñar e implementar programas de educación ambiental para que sean más efectivos, en vista de que la intervención en los problemas ambientales debe tomar como base también el conocimiento de los procesos psicosociales en relación con el ambiente, que incluyen la modificación de pautas decisivas de la organización social, del estilo de vida y del comportamiento humano.

Develamiento de las representaciones sociales del MRDS

La adaptación de las conceptualizaciones de las RS de ambiente propuestas por Reigota (2008) (naturalistas, globalizantes), Andrade-Junior, De Souza y Brochier (2004) (antropocéntricas utilitaristas y pactadas) y Gutiérrez (2011) (antropocéntrica cultural), así como la interpretación propia desde la perspectiva del discurso de los actores sociales sobre las categorías de análisis, permitió realizar la correspondencia con cada una de las RS de ambiente y así develar las RS del MRDS para la conciencia ecológica.

La delimitación del proceso de MRDS como aspecto ambiental a ser abordado por la teoría de las RS, específicamente por las RS de ambiente, obedece a la aprehensión que se realizó de lo planteado por Gutiérrez (2011), quien establece que en el ambiente se contemplan tres medios: natural, histórico y sociocultural. En este sentido, el primero se refiere al conjunto de seres vivos y de sus medios de vida; el segundo se constituye por el conjunto de patrones producidos por los sujetos en su interacción colectiva con los lugares que le rodean, y el tercero se integra por el conjunto de relaciones establecidas entre los sujetos de una sociedad, que forman parte de su ambiente cotidiano.

Sobre esa perspectiva integral, se consideró como medio natural el MRDS; como ambiente histórico, la interacción que establecen los actores sociales con los comedores universitarios, y como ambiente sociocultural, las interrelaciones establecidas entre los actores sociales, las cuales forman parte de sus acciones cotidianas frente a la práctica del MRDS. En estos aspectos, el estudio de las RS ofrece la oportunidad de identificar los lazos con prácticas determinadas, como la gestión del MRDS.

El cuadro 2 muestra la conceptualización de las RS de ambiente según los autores y la adaptada a la realidad abordada.

Cuadro 2 Conceptualización de los tipos de RS de ambiente, según autores e investigadora 

RS de ambiente propuestas por autores Conceptualización según autores Conceptualización propia adaptada a la realidad abordada
RS naturalistas Reducen el medio ambiente a la cuestión de los seres vivos, de la flora y fauna, considerando aspectos básicos del entorno. No consideran aspectos sociales, económicos y culturales. Evidencia elementos que denotan una conceptualización básica del MRDS relacionada con el proceso clásico de generación, disposición, transporte, tratamiento y eliminación de RDS.
RS globalizantes Se plantea a la naturaleza y a la sociedad como procesos continuos y mutuamente interdependientes, que nos conducen hacia la construcción de nuevos niveles de complejidad y diversidad. Denotan un sistema abierto en donde se observan elementos que se relacionan de manera interdependiente e interactuante. A saber: los recursos (planta física, materiales, equipos y presupuesto), las personas y el contexto donde se realiza la gestión y el proceso del MRDS.
RS antropocéntricas utilitaristas Se toman en cuenta los bienes y productos que benefician al ser humano, se revisan las relaciones con el medio ambiente en busca de la satisfacción de sus necesidades Manifiestan un reconocimiento de los beneficios que el medio ambiente aporta al ser humano. Se reconoce al proceso de gestión del MRDS, como aquel que tiene beneficios para el ser humano desde el punto de vista del aprovechamiento material o económico.
RS antropocéntricas pactadas Implican el reconocimiento de que las actividades humanas han impactado en el medio ambiente y se reconocen los efectos desfavorables de las actividades económicas y productivas de las sociedades modernas Reconocimiento colectivo de que sus acciones u omisiones repercuten en el manejo adecuado o inadecuado de los RDS generados
RS antropocéntricas cultural Los sujetos reconocen y asumen la importancia de aspectos de la cultura ambiental y tareas orientadas a mejorar la calidad del ambiente Reconocen y asumen la importancia de la educación ambiental, la conducta responsable, el desarrollo de valores y la concientización para el MRDS

Al visualizar y comprender los discursos de los actores sociales, se obtuvo la interpretación propia de cada una de las categorías de análisis, y tomando en consideración la interpretación de las RS de ambiente ajustadas a la realidad abordada, se develaron las RS del MRDS para la conciencia ecológica, como se muestra en los cuadros 3, 4, 5, 6 y 7.

Cuadro 3 Develamiento de las RS naturalistas 

Categorías de análisis: interpretación propia (RS develada)
Conocimiento sobre MRDS: hay un conocimiento teórico básico de que el MRDS a nivel de la institución corresponde fundamentalmente a la generación, disposición y transporte del material orgánico e inorgánico producido durante el proceso productivo, sin que ello indique que se lleven a cabo cada una de las etapas. RS naturalistas (RSN)
Evidencia elementos que denotan una conceptualización básica del MRDS relacionada con el proceso clásico de generación, disposición, transporte, tratamiento y eliminación de RDS.
Desconocimiento sobre MRDS: plantean la inexistencia de un conocimiento teórico básico sobre el MRDS a nivel de la institución, que corresponde fundamentalmente a la generación, disposición y transporte del material orgánico e inorgánico generado durante el proceso productivo.

Cuadro 4 Develamiento de las RS globalizantes  

Categorías de análisis: interpretación propia (RS develada)
Proceso operativo: hay un reconocimiento de procedimientos para el desarrollo de diferentes actividades articuladas e interactuantes con la infraestructura y el equipamiento, para llevar a cabo el proceso del MRDS, que corresponde desde la generación, disposición, separación, transporte y tratamiento final. RS globalizantes (RSG)
Denotan un sistema abierto en donde se observan elementos que se relacionan de manera interdependiente e interactuante, a saber: los recursos (planta física, materiales, equipos y presupuesto), las personas y el contexto donde se realiza la gestión y el proceso del MRDS.
Infraestructura: hay un reconocimiento de la necesidad de instalaciones adecuadas, que deben ser diseñadas y ajustadas para que sirvan de soporte en el desarrollo de las actividades relacionadas con el proceso de MRDS en los comedores.
Equipamiento: se presenta un reconocimiento de la carencia de materiales, suministros, aparatos o mobiliario necesarios para la creación de un sistema hombre-máquina eficiente para el MRDS en la institución, cuyas características las definen en función de los factores operarios, de producción, de tiempo y de seguridad.
Presupuesto: hay un reconocimiento de escasez de recursos en términos monetarios que dificulta el logro de los objetivos en un periodo establecido, haciendo referencia al presupuesto asignado al proceso del MRDS.

Cuadro 5 Develamiento de las RS antropocéntrica utilitaristas 

Categorías de análisis: interpretación propia (RS develada)
Beneficio monetario: hay un reconocimiento de que el MRDS le proporciona a los actores sociales y a la institución una ganancia monetaria, identificándolo como una alternativa de ingresos que pueden ser considerados para realizar mejoras en el proceso del MRDS en los comedores y a nivel universitario. RS antropocéntricas utilitaristas (RSU)
Se reconoce al proceso de gestión del MRDS como aquel que tiene beneficios para el ser humano desde el punto de vista del aprovechamiento material o económico.
Aprovechamiento de RDS: hay un reconocimiento de que el MRDS le proporciona a los actores sociales un beneficio en cuanto al cuidado y conservación del ambiente en donde ellos se desenvuelven; se admite que el aprovechamiento realizado de manera adecuada se traduce en un menor impacto ambiental debido a la reducción en la producción de desechos.
Obtención de otros beneficios: hay un reconocimiento de que el MRDS le proporciona a los actores sociales y a la institución (comedores y universidad) otros beneficios que repercuten en aspectos como la capacitación, entre otros.

Cuadro 6 Develamiento de las RS antropocéntricas pactadas 

Categorías de análisis: interpretación propia (RS develada)
Conducta responsable: hay un reconocimiento de actividades realizadas por los actores sociales dentro de la institución que denotan un comportamiento óptimo, el cual facilita el adecuado MRDS generados por ellos mismos en el proceso de producción. RS antropocéntricas pactadas (RSP)
Reconocimiento colectivo de que sus acciones u omisiones repercuten en el manejo adecuado o inadecuado de los RDS generados
Conducta irresponsable: hay un reconocimiento de actividades realizadas por los actores sociales de la institución que denotan un comportamiento impropio que imposibilita el adecuado MRDS generados por ellos mismos en el proceso de producción

Cuadro 7 Develamiento de las RS antropocéntricas culturales 

Categorías de análisis: interpretación propia (RS develada)
Conciencia ecológica: hay un reconocimiento de que los actores sociales, al comprender que sus acciones y omisiones sobre el MRDS tienen un impacto positivo o negativo, recomiendan el emprendimiento de un conjunto de acciones en relación con el reciclaje, reutilización y reducción de RDS de manera sustentable, para ser integradas en su vida cotidiana pensando en las generaciones futuras. RS antropocéntricas cultural (RSC)
Reconocen y asumen la importancia de la educación ambiental, la conducta responsable, el desarrollo de valores y la concientización para el MRDS.
Sin conciencia ecológica: hay un reconocimiento de acciones y omisiones sobre el MRDS, que denotan la no comprensión sobre el impacto negativo de las mismas sobre los comedores, la universidad y el ambiente.
Capacitación sobre MRDS: se manifiesta un reconocimiento de la necesidad e importancia de la educación formal en la temática del MRDS, al señalarla como principal alternativa para el surgimiento de una conducta responsable hacia el ambiente.
Sin capacitación sobre MRDS: hay un reconocimiento de las consecuencias negativas que ocasiona la inadecuada capacitación sobre la temática del MRDS, y se señalan acciones concretas que reflejan la falta de educación al respecto.

Caracterización de las RS del MRDS

Según Moscovici (1979, citado por Flores, 2013), para caracterizar las RS se precisan tres dimensiones: de información, de campo de representación y de actitud. La dimensión de información hace referencia al nivel colectivo de conocimiento que se tiene de la realidad estudiada, corresponde a la suma de conocimientos que tiene un grupo sobre un acontecimiento en cantidad y calidad. La dimensión de campo de representación hace que se introduzca la nueva información y que paulatinamente se reconozca como propia; aquí es posible identificar la organización de la información, se mencionan los elementos que configuran su contenido y palabras que van acompañadas de un significado con el que adquieren sentido. La dimensión de actitudes corresponde a la toma de una postura respecto a la realidad estudiada; dichas actitudes son consideradas como respuestas anticipadas y como una preparación para la acción, así que expresan la orientación afectiva, positiva o negativa, frente a dicha realidad.

Tomando en consideración lo expuesto, los actores sociales constituyen un grupo cultural específico que tienen en común el pertenecer a una institución universitaria, bien sea como trabajadores o estudiantes, cada uno con propósitos diferentes, pero que en esta investigación comparten, en sus relaciones cotidianas, términos propios sobre el MRDS, ya que incorporan de forma diferenciada algunos de ellos, de acuerdo con su historial personal, experiencias, creencias y significados compartidos en los grupos que conforman. De esta forma, hacen distinciones cualitativas de la información que comparten en grupo y que pueden determinar su uso en sus prácticas laborales y de estudio. Así, al caracterizar las RS sobre las dimensiones descritas en párrafos anteriores, se obtuvo la información que se expone en el siguiente apartado.

Dimensión de información

Al hacer referencia a los conocimientos y nociones que los actores sociales poseen en torno al MRDS, los términos más utilizados en cada una de las RS develadas se muestran a continuación:

RS Naturalistas: desperdicio, sobrante, alimentos, basura, reúso, materia prima. Así lo dejan entrever los actores sociales:

Sí, sí, es, por ejemplo, para… si es residuo sólido de comida, por ejemplo, se puede utilizar para darle de comer a los animalitos que están ahí en las adyacencias; inclusive a los perritos de la brigada canina o como desecho orgánico, pero ya habría que hacer más separación porque allí en esos residuos entran pedazos de carne, de hueso y tal, pero si son desechos orgánicos no sé de, este, de conchas y todas esas cosas, no sé si sirven para hacer abono o este tipo de cosas.

RS Globalizantes: recolección, espacio operativo, dotación de materiales y equipos, capacidad operativa, recuperación del material, generación de residuos, recolección de basura, separación de residuos, manera de conservación, presupuesto, autogestión.

Ahhh es porque nosotros, bueno, digo nosotros porque yo trabajo acá, nos han dicho de qué forma y de qué manera debemos, a través de unos tobos, ¿verdad?, donde se echan todos los desperdicios, cómo manipularlos. O sea, qué debemos colocar en este tobo, qué debemos colocar en otro tobo, en otro tobo; entonces, de esa forma nuestro personal ha colaborado, ehh, ehh, ¿cómo se dice?, ehhh, ¡Separando! En cada uno de ello, de acuerdo a la información.

El presupuesto es tan irrisorio que apenas alcanza para comprar una o dos resmas de papel, un poco de café y otras cositas, o sea, no podemos, un pipote. Para colocarle, por ejemplo, a la Liria los contenedores suficientes necesitamos sesenta o setenta mil bolívares ahorita para colocárselos, entonces, tenemos que gastar la mitad del presupuesto del año para poder suministrarles contenedores a la Liria. Ehhh, no cuadran las cuentas, digámoslo así.

RS Antropocéntricas utilitaristas: aprovechamiento, ingreso propio, dotación, autogestión, recuperación, reciclaje, beneficios, mejoramiento, intercambios.

Y generar más ingresos propios para… esos ingresos propios que sirvan para carteleras, para comprar un equipo, ¡qué se yo!, pero podríamos generar mucho más, siem… Yo he estado interesada en eso, sobre todo lo que más genera el comedor es cartón de jugo, eso podría generar un ingreso grande al comedor universitario.

El sueldo del personal obrero se paga por la venta de abono, el mantenimiento del camión por la venta de abono, la podadora, etcétera, por la venta de abono; entonces, en un programa que debe ser autogestionable, estee, y esa sostenibilidad se va a ganar con un precio que sea coherente. Entonces, nosotros pudiéramos triplicar o cuadriplicar el presupuesto que nos da la universidad por un solo programa piloto, si tuviéramos los tres programas pilotos funcionando con esa mística ni siquiera nos interesaría el presupuesto formal de la universidad.

RS Antropocéntricas pactadas: en la problemática sobre el MRDS que se manifiesta en relación con el desaprovechamiento, se observa la incorporación de términos que denotan acciones que propician la continuidad de dicha problemática, aunque de igual forma se incorporan otros relacionados con su recuperación. Los términos comúnmente usados fueron: mala clasificación, contaminación, sentido de pertenencia, pérdida de alimentos, ineficiencia interna, vicios, errores, desperdicio, pereza, suministrar, sensibilidad, involucrar, valoración, organización, preocupación, colaboración, respeto de normativa.

A mí me parece que a veces se desperdicia mucha comida, pero supongo que es producto que al estudiante no le agrade ese día el menú o la… no solo el menú, sino tal vez el modo del aspecto, lo que son la… si como lo ve él no le llama la atención. Y eso pasa más que todo cuando dan pescado, cuando dan pescado es cuando hay más desechos de comida

Aquí el comedor, yo siempre me he preocupado que estamos en una comunidad y que la comunidad no esté afectada por nada que haga el comedor. Si tengo un bote de agua, me ocupo urgentemente que no sea afectada la comunidad. Si, ehhh, las áreas externas del comedor están, ehhh, afectadas porque el estudiante botó un cartón de jugo en las adyacencias, nosotros hacemos operativos los viernes, o por lo mínimo una vez al mes, los viernes salimos todos los trabajadores a recoger donde esté la grama, donde esté… o sea, nos preocupamos mucho de las áreas externas, de la comunidad que está influenciada, sobre todo que no haya o que no hagamos un daño ambiental con nuestros residuos o nuestros desechos.

RS Antropocéntricas culturales: responsabilidad, concientización, protección ambiental, educación, daño al medio ambiente, calentamiento global, contaminación, ganancia, equilibrio, reciclaje, inconciencia.

Lamentablemente, estamos viviendo en una ciudad que cada vez el ambiente es más cálido, o sea, mucho calor, Mérida era una ciudad muy fría; gracias a que nosotros mismos la estamos destruyendo porque no estamos colaborando con el medio ambiente. Todos estos desechos van directamente al basurero, digo yo, esto influye en el calentamiento global que estamos viviendo, porque todo esto va pa ‘lla. Tierra. E. Con tierra, ¿por qué? R. Contaminación, nosotros somos la base de la contaminación aquí, nosotros, en cuestión de no economizamos el agua, en cuestión de que agarramos un papelito y de una vez lo tiramos, botellas la tiramos al monte, o sea, no nos interesaa… la misma contaminación de que nosotros sacamos el agua y de una vez la tiramos a los ríos, no hay limpieza de ríos. Ganador. E. ¿Por qué? R. Esteee, un poco por lo que te decía al principio, si se hace un manejo adecuado de los desechos en los comedores universitarios, nosotros, estee, lograremos beneficiarnos en muchos aspectos, ganaremos potencialidades, ganaremos calidad de alimentación, niveles de conciencia, esteee, ganaremos tal vez mejores condiciones de alimentos, recircularemos cantidades de materiales que se desperdician, lamentándolo mucho en el comedor, lograríamos que los residuos y los desechos entrarían el ciclo del reciclaje; entonces todo sería ganancia, porque tendríamos primero un equilibrio, que es un principio que creo deberíamos manejar en el comedor universitario, tender hacia el equilibrio.

Dimensión de campo de representación

Los términos nuevos que se fueron incorporando a las RS constituyeron un patrón de asociación de acuerdo con los términos más frecuentes de los actores sociales que respondieron la lista de palabras para asociar.

Las RS naturalistas se vieron reflejadas en las interrogantes 1 y 2. En la pregunta 1, ya que predominó el término alimentos reconocido como el principal residuo sólido generado en los comedores universitarios, entendido como materia prima utilizada por ellos para el procesamiento de la alimentación en los comedores y como residuo que puede ser aprovechado después de la realización de las operaciones preliminares de pelado y del consumo por parte de los estudiantes. En la pregunta 2 reconocen al desecho como aquello que no se le puede dar otro uso, como al residuo, sino que debe desecharse o es considerado como materia prima secundaria para ser transformado.

Las RS antropocéntricas cultural y pactadas se perciben en la pregunta 3, debido a que los actores sociales seleccionaron como término “tierra”, cuyo discurso hace ver que lo relacionan con una forma de responsabilidad y concientización hacia la protección del ambiente y, al mismo tiempo, describen al hombre como el responsable de procesos de contaminación, pues reconocen acciones u omisiones que causan deterioro ambiental.

Las RS antropocéntricas utilitaristas y globalizantes se visualizan en la pregunta 4. Por una parte, el actor social señala al proceso de MRDS como aquel que puede generar diversos beneficios y, por otra, perciben y creen que es un proceso obsoleto y que no se cumple a cabalidad por falta de información o porque el sistema no funciona.

Dimensión de actitudes

Las actitudes afinan la interpretación de las RS provenientes de múltiples fuentes, sobre todo de los procesos de interacción social y cognitivos. En esta investigación no es de interés medir las actitudes, sino conocer la orientación general positiva o negativa que tienen los actores sociales hacia el MRDS para la conciencia ecológica. Esta puede visualizarse por el juicio evaluativo que los actores sociales asumen frente a la realidad social de representación. Para identificar la orientación de los actores sociales, partiendo de sus juicios evaluativos en las narrativas discursivas, se encontraron expresiones favorables y desfavorables hacia el proceso de MRDS. Es así como, en las expresiones de emoción favorables, declaran que es importante mejorar, educar, capacitar, aprovechar, entre otros términos que denotan algún tipo de acción positiva.

Me parece que nos falta, nos falta que los entrenemos mejor; le faltan talleres, porque a veces también es falta de conciencia, porque podemos a veces entrenarlos, ¿verdad? Pero el entrenamiento debe ser continuo, constante, la información debe ser constante, porque a veces damos un taller y pasa un año y no lo volvemos a hacer; se va perdiendo la información, va entrando mucho personal, generalmente entran suplentes, entonces hay que estar entrenándolos. Sí, sí, sí, yo pienso que para sacar el mayor provecho deberíamos, ustedes en todo caso, darles unos talleres, unos cursos, no sé, o pasarles algunas diapositivas para que el personal se vaya instruyendo. Capacitar, capacitar, hacerle cursos de que entiendan esa parte, ¿ve? Los muchachos ahora ni hacen cursos, la universidad se olvidó hasta de cursos de cocina, cursos de manipulación de alimentos, todo eso se olvidó.

Por otra parte, en las expresiones de emoción desfavorable mencionan la inconciencia, desinterés, ineficiencia, descuido, pérdida, pereza o desconocimiento.

De todos, tanto el personal aquí lo tenemos, pero muchos estudiantes a veces revuelven las cosas, les da pereza de separar las cosas; hay veces que hay que decirle… los cubiertos, aquí botan los cubiertos, no tienen cuidado en eso. Conciencia en todo, mano, y más los estudiantes, que a veces son más… parecen que estudiaran y no estudiaran a la vez. Yo he percibido que está muy en boga a nivel mundial, además, digamos desde el punto de vista global, como una crítica, es la pérdida de alimentos: en comedor hay una gran pérdida de alimentos en términos de ineficiencia del procedimiento de preparación de alimentos, y yo creo que también se vincula un poco a… no sé si a un descuido o a una dejadez del… por parte del trabajador.

La formación de las actitudes se hace posible por la decisión que tiene el actor social de explorar los distintos aspectos del MRDS en los comedores y hacer una apreciación expresando, por una parte, las condiciones en que se encuentra y después emitiendo juicios evaluativos de los aspectos del MRDS que conoce y que forman parte de las RS que posee.

Las RS de ambiente: su trascendencia en el entorno del MRDS para la conciencia ecológica en la gestión universitaria de los comedores ULA-Mérida

Las RS constituyen un extenso campo en el cual se presentan diversas aproximaciones teóricas y epistemológicas sobre la base de su conceptualización. El estudio de una realidad social desde el enfoque de la teoría de las RS permite generar inteligibilidad sobre una nueva visión de aquella en un campo científico cualitativo que es asumido desde diferentes posiciones, para legitimar investigaciones en el ámbito social-gerencial. Para las ciencias sociales y la psicología social, es necesaria la comprensión de sentidos y narrativas consideradas objetos de conocimiento, que permiten indagar acerca de los procesos de la realidad social, tales como formas de pensar, juzgar, comprender, decidir y actuar en la cotidianidad de los actores sociales y en las interacciones con su entorno.

Las RS presentan diversos enfoques y áreas de aplicación para su abordaje; sin embargo, su propósito principal es focalizar y dotar de significado a los acontecimientos a partir de la subjetividad de los actores sociales, en relación con el mundo material, simbólico y social, para dar sentido a la conducta de una sociedad respecto a una realidad específica.

En este sentido, las RS constituyen una elaboración de la subjetividad social capaz de componer sentidos y configuraciones que emergen dentro de la complejidad de los discursos, consecuencias y efectos de un orden social, con diversos niveles de organización y con procesos en desarrollo que no siempre van en la dirección de las formas hegemónicas de institucionalización social. En consecuencia, en las RS el conocimiento es una producción subjetiva que orienta las prácticas cotidianas, que constituyen la base para comprender el pensamiento del sentido común de los actores sociales, quienes viven una determinada experiencia en un contexto social específico.

Las RS tienen efectos en la elaboración cognitiva de los individuos, ya que permiten la conceptualización de lo real a partir de la activación del conocimiento previo, con lo que ocurre un proceso de reconstrucción de la realidad abordada, con lo cual se les considera de igual forma como estructuras cognitivo-afectivas que se toman en cuenta para la toma de decisiones y la comunicación efectiva. Por ello se estudian las RS de ambiente, ya que el término ambiente y todos los aspectos que están relacionados con él, en este caso la gestión del MRDS, se han ido incorporando de forma progresiva al lenguaje cotidiano de la población, debido al impacto ambiental que conlleva un inadecuado manejo, el cual a su vez se lleva a cabo en cualquier contexto social, entre ellos los comedores universitarios.

Sobre esta perspectiva, las RS de ambiente comprenden una serie de elementos que se toman como base para conceptualizar y nombrar distintos aspectos que sirven para la toma de decisiones sobre ellos, fijar una posición y actuar al respecto, y de esta forma, intervenir y mejorar prácticas cotidianas que conlleven al desarrollo de una conciencia ecológica. Los individuos no son conscientes de sus RS, estas pueden constituir una guía para sus relaciones cotidianas y el desarrollo de un sentido común que oriente sus actos en relación con aspectos del ambiente; por lo tanto, resulta importante develarlas y caracterizarlas, pues son una alternativa teórica que descubre aspectos que forman parte de la cotidianidad y que componen elementos para la práctica.

Existe un incesante flujo de información sobre el ambiente y todo lo que a él concierne, que los individuos añaden a su lenguaje cotidiano para expresar hechos concretos y asumir determinadas conductas. Podemos decir que tener información sobre el proceso del MRDS no implica necesariamente que los individuos clasifiquen los residuos sólidos en orgánicos e inorgánicos o que cumplan actividades de reciclaje, reducción o reutilización, porque esa información no es parte de su conocimiento de sentido común. Es así como no resulta arriesgado afirmar que el estudio de las RS permite develar el trasfondo de conocimientos que se utilizan como explicaciones pasivas de la realidad.

En la actualidad, existe gran cantidad de literatura que hace referencia al proceso de gestión de MRDS como una tarea compleja que se ha transformado en una problemática comúnmente observada en los países en vías de desarrollo. Esto se debe a diversos factores, entre los cuales se mencionan la elevada cantidad de RDS generados por el desconocimiento de prácticas como la de reciclaje, reducción y reutilización; de cómo realizar el proceso de clasificación según la composición del residuo; de los beneficios que trae para la población el realizar adecuadamente el proceso, o de la falta de apoyo de entes pertinentes o debilidad institucional. Lo anterior ocasiona, por una parte, la ausencia de asignación de recursos económicos, infraestructura y equipamiento acordes a las actividades específicas, y, por otra parte, la falta de capacitación a la población sobre la temática, y esto disminuye la participación ciudadana consciente.

Los comedores universitarios no escapan de la responsabilidad que deben cumplir en cuanto al proceso de MRDS, ya que constituyen un ámbito donde se genera gran cantidad de RDS, tanto orgánicos como inorgánicos, que deben ser manipulados y tratados según lo establecido. Por ello, conocer las fuentes de generación de RDS debe ser considerado de gran importancia en la gestión universitaria, para diseñar las formas de almacenamiento, seleccionar los medios de recolección y transporte y formular técnicas de recuperación, procesamiento y aprovechamiento de residuos. De esta forma, se debe pensar en definir la política de gestión universitaria para el MRDS para la conciencia ecológica, generada en las instalaciones de los comedores universitarios y en las demás dependencias universitarias, para lograr así mejores condiciones socioambientales y, por ende, el mejoramiento de la calidad de vida de los actores sociales involucrados y de los que habitan en las adyacencias.

Lo expuesto permite retornar a lo planteado por Vallaeys, De la Cruz y Sasia (2009), quienes señalan que en la gestión universitaria, desde la perspectiva de la responsabilidad social, el proceso de conciencia ecológica lleva implícito un enfoque ético que se da entre la universidad, sus integrantes y la sociedad en general. Este enfoque ético se basa, por una parte, en la teoría de los stakeholders, que, según Larrán y Andrades (2015), considera la importancia de la participación de los grupos de interés en la toma de decisiones en relación con aspectos de la responsabilidad social, y por otra parte, en la teoría del valor, las normas y las creencias hacia el medio ambiente, que, según Torres, Barreto y Rincón (2015), permite la comprensión de la conducta ecológica a partir de las creencias y valores que tengan sobre el tópico ambiental.

Es por ello que la gestión universitaria debe establecer una política sobre el MRDS que apoye el desarrollo de estrategias en los comedores universitarios y el resto de las dependencias universitarias, para garantizar acciones eficientes dirigidas al aprovechamiento de los RDS generados en función del desarrollo de una conciencia ecológica sustentable con la participación masiva y activa de los involucrados en el proceso.

Ante el escenario proyectado anteriormente, sería de gran valor realzar la gestión universitaria de los comedores en cuanto al proceso de MRDS, integrando a esta acción la gestión universitaria como aquella que tiene la responsabilidad de otorgar las herramientas necesarias para la dotación de los recursos económicos, de infraestructura y de equipamiento, así como facilitar el proceso de capacitación para la adquisición de conocimientos pertinentes que conlleven a la conducta responsable y, por ende, al desarrollo de una conciencia ecológica en favor del aprovechamiento de los RDS generados por los comedores universitarios ULA-Mérida.

Reflexiones finales

El desarrollo del presente estudio ha sido una contribución para el área de la ciencia, producto de la comprensión, interpretación y reflexión de las RS del MRDS para la conciencia ecológica en la gestión universitaria de los comedores ULA-Mérida, lo cual permitió el abordaje de elementos de especial importancia en dicho proceso, tomando en consideración la visión de sus actores sociales, así como la interpretación de las ideas expuestas por varios autores con relación a los significados que le atribuyen a las categorías de las RS develadas, a saber: RS naturalistas, globalizantes, antropocéntricas utilitaristas, antropocéntricas pactadas y antropocéntricas culturales.

Por una parte, se encontró al actor social con sus problemas y expectativas, que dieron a conocer sus experiencias personales, comunitarias y laborales, por otra parte, al versionante social (grupo específico de actores sociales) con su esencia cultural formada por su educación, sus creencias y sus opiniones. Es así como el versionante individual sumergido en lo social crea sus RS del MRDS, pues cuando conversan de la temática, trascienden el plano de las opiniones y de las nociones y las integran a sus relaciones de comunicación, y así se enraízan en el pensamiento social.

Por ello, existe una articulación entre las tendencias de la persona individual (versionante) y la persona social (grupo de actores sociales) con respecto a sus RS del MRDS, ya que comparten divergencias y convergencias de ideas, creencias y opiniones sobre la realidad cotidiana del MRDS. Lo indudable es que los actores sociales manifiestan un conocimiento de sentido común que intercambian en la forma de pensar las posibles mejoras que se deben plantear para el adecuado proceso del MRDS en los comedores universitarios ULA-Mérida para la conciencia ecológica.

Con respecto a lo anterior, podemos señalar que la institucionalización en la gestión universitaria del proceso del MRDS, a nivel de los comedores universitarios, permitirá la asignación de recursos económicos, de materiales, de equipos, así como el mejoramiento de los espacios físicos para que repercuta en el mejor desenvolvimiento del proceso operativo. Por otra parte, la capacitación continua y efectiva de todos los actores sociales involucrados, sobre la base de lo que ellos perciben y creen necesario, reforzará los conocimientos previos para el desarrollo de una conducta responsable que les permita el aprovechamiento de los RDS generados para la obtención de beneficios monetarios, de autogestión, ambientales, entre otros, tanto para la gestión interna de los comedores como para la universidad.

Esta conducta responsable, además, permitirá a los actores sociales desarrollar una conciencia ecológica en función de la comprensión de que el impacto de sus acciones u omisiones con respecto al cumplimiento de actividades propias del MRDS repercuten en sus vidas cotidianas y en la protección ambiental.

En otras palabras, la gestión universitaria debe reconocer la importancia de llevar a cabo un adecuado proceso del MRDS en los comedores universitarios, extendido al resto de las dependencias universitarias, como parte de la responsabilidad social que debe cumplir en los ambientes intra y extrauniversitarios, dando inicio o reforzando la gestión ambiental universitaria.

Estimo así, que las RS del MRDS para la conciencia ecológica en la gestión universitaria de los comedores ULA-Mérida son resultado de un proceso de edificación sociocognitiva que se internaliza en los grupos en el transcurso de los años. Esto no quiere decir que las RS no puedan transformarse, al contrario, ellas son dinámicas, pueden cambiar al incorporar nuevos conocimientos y se van renovando a medida que se amplían las experiencias de la persona. De allí la importancia de la gestión del MRDS en los comedores universitarios, sobre la visión de quienes a diario la viven, para centrar la atención en la capacitación de los trabajadores y estudiantes para el desarrollo de las actividades que harían posible el alcance de los objetivos planteados.

En aras de lograr una reflexión final sobre este proceso investigativo, pensado como abierto y flexible, consideramos ineludible aprovechar estas últimas líneas para desvelar lo que consideramos son nuevos horizontes para futuras investigaciones sobre la temática, y esto es precisamente reflexionar que hay un verdadero camino por recorrer en el estudio de la gerencia para la sustentabilidad, que conlleve a un cambio de cultura desde el individuo y sus diversas formas de organización, que medite, en su esencia, un plano de acción ético y de responsabilidad social con valores de corresponsabilidad, solidaridad y convicción, como vías para iniciar el deseable desarrollo sustentable.

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